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¿Qué es el APRA?
Está dentro de los partidos políticos más antiguos de América. Entre los
partidos políticos peruanos en actividad es el más longevo, caracterizado
por haber sido despojado de victorias electorales por golpes militares o
gobiernos militares luego de haber triunfado en las urnas, también pasó
por dos largos periodos de ilegalidad, tanto bajo gobiernos militares como
civiles, habiendo sido perseguido con especial saña por Luis Miguel
Sánchez Cerro y Manuel A. Odría. El Partido Aprista Peruano ha llegado
al poder democráticamente en dos oportunidades: en 1985 y en 2006,
ambas bajo la candidatura de Alan García.
Justamente los miembros del nuevo Partido Aprista Peruano: “se reunieron
consecuentemente los meses anteriores en la misma vivienda donde se
suscribió el Acta, la residencia perteneció a Carlos Muñoz ubicado en la
calle “El Milagro” de la ciudad de Lima”. Conforme se puede verificar en
los diversos textos publicados, el Acta de Inauguración de la Sección del
Apra en Lima” en donde se constituyó un Comité Ejecutivo fue encargado
la Secretaría General al odontólogo de origen cuzqueño Luis Eduardo
Enríquez; la comisión de economía a Alfredo Gamboa, además las
comisiones de propaganda y disciplina, y también aprobaron la publicación
de un semanario titulado “Apra” como vocero oficial. “En aquella reunión
participaron líderes apristas como Alcides Spelucín, Magda Portal, Serafín
del Mar –seudónimo del escritor huancaíno Reynaldo Bolaños-, Francisco
Galarreta, Arturo Bravo Pinto, Emilio D. Puente entre otros”.
Sin embargo, desde la creación de este nuevo partido político, los apristas
fueron perseguidos y encarcelados. Hoy el Apra es uno de los partidos
políticos más longevos de nuestro país. A la fecha cuenta con más de ocho
decenios de vida política ininterrumpida. No obstante que dentro de este
periodo tuvo épocas de virajes, retrocesos y triunfos, de modo que los
apristas rememoran las épocas de persecuciones políticas también los
encarcelamientos en los gobiernos dictatoriales de Sánchez Cerro,
Benavides y Odría. Estas épocas incluso: “fueron declarados como ilegal y
proscrito”. A estas pesadumbres de los apristas, Basadre refirió al respecto:
“Poco después de establecerse el nuevo partido fue perseguido como eran
las organizaciones de la extrema izquierda. La persecución alcanzó a los
principales dirigentes del Apra (...) Seoane fue desterrado a Buenos Aires
junto a Luis Heysen, acusados ambos de actividades conspirativas al
gobierno peruano (...)”.
Todo parecía que andaba bien, hasta que Riva Agüero fue nombrado
presidente del gabinete del General Benavides en 1934, inmediatamente
reinició una nueva y dura etapa de persecución al partido aprista peruano.
Sin embargo los apristas reclamaron elecciones limpias al Gral. Benavides,
igualmente la reincorporación de los parlamentarios destituidos, y también
exigieron la derogatoria de la Ley de Emergencia que estuvo vigente. El
descontento de la población creció cada vez más por los rumores sobre una
probable postergación de las elecciones. En efecto, en: “un breve tiempo,
con el apoyo de la Alianza Nacional y un grupo de militares en actividad
intentaron sublevarse con resultados insignificantes. Se produjeron los actos
de insurgencia en defensa de los derechos del pueblo. Por delación se frustró
la conspiración y fueron apresados más de 200 apristas”. En el año de 1935
el partido aprista fue declarado ilegal, el sustento de tal determinación fue
en que en el Art. 53 de la Constitución del 1933, declaró fuera de la ley a
los partidos políticos de carácter Internacional. En 1936 se ratificó la medida
que proscribió al partido de Haya de la Torre impidiéndosele la
participación en las elecciones generales. En 1937 en el norte de Lima fue
asesinado uno de los mejores líderes Manuel Arévalo Cáceres, al capturarlo
lo aplicaron la Ley de la fuga disparándole un artero balazo por la espalda.
“Estas dramáticas situaciones de los aprista hasta el años de 1945, fueron
sometidos a una implacable persecución, denominada como la gran
clandestinidad”. Y que después prosiguieron durante el gobierno del Gral.
Odría. De hecho estos acontecimientos formaron, forman y formarán parte
de las memorias de los apristas. Cómo son recordados por sus militantes
especialmente en Ayacucho.