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Las Sagradas Escrituras

Integrantes

Eliseo de Jesús Torres Bolaño


José De Jesús Núñez Millán
Claribell Jiménez Arévalo

Grado 10a J2

Institución Educativa Técnica Colegio Nacional Pinillos


Mompox (Bolívar)
Fecha: 01/11/18
¿Qué es un libro?
Un libro (del latín liber, libri) es una obra impresa, manuscrita o pintada en una serie de
hojas de papel, pergamino, vitela u otro material, unidas por un lado (es decir,
encuadernadas) y protegidas con tapas, también llamadas cubiertas. Un libro puede
tratar sobre cualquier tema.
También se llama "libro" a una obra de gran extensión publicada en varias unidades
independientes, llamados "tomos" o "volúmenes". Otras veces se llama también "libro"
a cada una de las partes de una obra, aunque físicamente se publiquen todas en un
mismo volumen (ejemplo: Libros de la Biblia).
Hoy en día, no obstante, esta definición no queda circunscrita al mundo impreso o de
los soportes físicos, dada la aparición y auge de los nuevos formatos documentales y
especialmente de la World Wide Web. El libro digital o libro electrónico, conocido como
e-book, está viendo incrementado su uso en el mundo del libro y en la práctica
profesional bibliotecaria y documental. Además, el libro también puede encontrarse en
formato audio, en cuyo caso se denomina audiolibro.

¿Porque escriben libros las personas?


La escritura les ofrece a las personas la oportunidad de expresarse con independencia
de si está escribiendo periodismo, ficción u otro tipo de género. La escritura, en su
esencia, es un bálsamo para el alma. A medida que el bolígrafo llega a la página o los
dedos presionan sobre el teclado, escribir es el comienzo de la expresión personal. La
gente escribe por una variedad de razones, pero sobre todo la escritura sirve para
provocar cambios.

Escribir para expresarse


Cuando las personas están estresadas o nerviosas por ciertas situaciones en su vida,
la escritura puede dominar las dudas. Poner los pensamientos en una página puede
ayudar a la gente a resolver esos problemas o simplemente dar una sensación de paz
al expresar sus sentimientos en lugar de mantenerlos contenidos dentro de sí mismos.
Las revistas, los diarios y la escritura poética son perfectos ejemplos de la escritura que
alivia el alma. Estas memorias personales son una colección de recuerdos, buenos y
malos, que el autor escribió a fin de mantener un recuerdo muy positivo vivo o resolver
un asunto negativo.

Escribir para provocar un cambio


La escritura también se puede utilizar para provocar cambio. Cuando la gente lleva un
blog o publica libros y artículos sobre temas controvertidos como el aborto o el
matrimonio homosexual, están utilizando un lenguaje persuasivo para convenir su
punto y convencer a los demás de que su plataforma en una determinada política es la
correcta. Cuando los escritores tienen una audiencia muy grande, a veces son capaces
de influir en la opinión pública.

Escribir para obtener atención o notoriedad


Los escritores también pueden usar sus herramientas para obtener atención o
notoriedad. Pueden centrarse en escribir sobre un tema determinado para volverse
reconocidos por sus opiniones al respecto. Por ejemplo, la celebridad blogger Pérez
Hilton se ha hecho un nombre presentando historias de noticias del entretenimiento,
pero su sitio ha ganado notoriedad debido a sus comentarios sarcásticos y a veces
groseros sobre las celebridades.

Escribir con un propósito educativo


Los estudiantes, sin importar si están en busca de un diploma de preparatoria,
licenciatura, maestría o doctorado, escriben para mejorar su educación y cumplir con
los requisitos de la clase. Este tipo de escritura sirve para ayudarles a profundizar en
los temas de sus clases. Por ejemplo, si un estudiante de la salud, escribe un artículo
sobre los bebés prematuros o los hombres adultos que viven con el VIH, obtendrá una
mejor comprensión del tema una vez que el documento esté escrito.

Escribir libros
La gente escribe libros para una amplia variedad de razones, pero en general la razón
de fondo es que tienen una historia para compartir con el mundo, ya sea ficción o no
ficción. Escribir un libro le da al escritor la oportunidad de que sus ideas sean
escuchadas por personas de todo el mundo.

¿La gente Lee libros? ¿Por qué?


Sí, pero hoy en día no tanto, ya que las personas no les gusta o no les interesa, no
tienen tiempo, prefieren leer periódicos y revistas, tienen otras preferencias o no tienen
dinero para comprar libros; pero hoy en día existen libros electrónicos gratis y aun así
muchas personas no los leen mientras que otras si saben aprovechar estos métodos
para leer.
Las personas que leen lo hacen porque les gusta, por desarrollo personal, por
obligación del estudio, por cultura general o requerimiento del trabajo.

¿Qué es La Biblia?
La Biblia es un conjunto de libros canónicos en el judaísmo y el cristianismo, que judíos
y cristianos consideran producto de inspiración divina y son un reflejo de la relación
entre Dios y los seres humanos.
A lo largo de veintiún siglos, se han producido alrededor de cinco mil millones de copias
de la Biblia, lo que la convierte en el libro más vendido de la historia. Frecuentemente
se la considera el libro más influyente en la historia de la humanidad. Una edición de
mayo de 2007 de la revista Time afirmó que «la Biblia ha hecho más para construir la
literatura, la historia, el entretenimiento y la cultura, que ningún otro libro que se haya
escrito. Su influencia en la historia mundial no tiene equiparable, y no tiene síntomas de
estar menguando». Cada año se venden 100 millones de ejemplares de la Biblia y ha
sido traducida al menos a 2454 idiomas.

¿Cuáles son los principales géneros literarios de la Biblia?


La Biblia se entiende mejor cuando se toma en cuenta el género literario en la que un
pasaje está escrito. ¡Una porción narrativa no es lo mismo que una porción poética o
apocalíptica!
· Profecía
· Evangelio
· Epístola
· Apocalíptico
· Poesía
· Narrativa
· Sabiduría
¿Cómo se divide la Biblia?
La Biblia se divide en dos partes: Antiguo Testamento o Escrituras Hebreoarameas y
Nuevo Testamento o Escrituras Griegas Cristianas. A su vez los libros del Antiguo y
Nuevo Testamento se dividen en: libros históricos, didácticos y proféticos. Y cada libro
se divide en capítulos y versículos.

¿Qué es la tradición oral?


En aquel tiempo, la tradición oral era el medio tradicional y popular de recoger y
transmitir los hechos y dichos de un personaje a los demás

¿De cuántos libros consta la Biblia? y ¿Qué contiene?


La Biblia contiene 66 libros, divididos en el Antiguo Testamento o Escrituras
Hebreoarameas y Nuevo Testamento o Escrituras Griegas Cristianas. En el Antiguo
Testamento o Escrituras Hebreoarameas hay 39 libros, mientras que en el Nuevo
Testamento o Escrituras Griegas Cristianas hay 27 libros.

La biblia contiene la palabra de Dios Este Libro revela el pasado, explica el presente y
predice el futuro, algo que solo es capaz de hacer Aquel que conoce el fin desde el
principio. (Isa 46:10.)

¿Qué significa Testamento?


Testamento es una palabra de origen latín, Testamentum, que significa Alianza: según
la visión cristiana el Antiguo Testamento representaría la antigua alianza entre Jehová
y los judíos, mientras que el Nuevo Testamento representaría una nueva alianza
establecida por Jesús y sus seguidores. En la religión cristiana se ha usado el término
para describir todos los libros de la Biblia, dividiéndolos en Antiguo Testamento, los que
se corresponden con el Tanaj, y Nuevo Testamento, que recoge la doctrina cristiana.

¿Cómo se divide el Antiguo Testamento?


Se divide en:
Pentateuco, formado por cinco libros,
Libros históricos, conjunto de doce libros,
Libros proféticos, en total 17 libros: 5 de los profetas mayores y 12 de los menores;
Libros sapienciales, cinco libros.

¿Cómo se divide el Nuevo Testamento?


Se divide en:
Evangelios: 4 canónicos,
Hechos de los apóstoles: un único libro,
Epístolas:
de Pablo: catorce,
de Santiago: una,
de Pedro: dos,
de Juan: tres,
de Judas: una,
Apocalipsis.
*¿Qué sabes de las sagradas escrituras?
José Núñez
En ellas el hombre aprende a conocer a Dios Aquí Dios nos enseña lo que debemos
hacer y lo que no debemos hacer la Biblia es el manual que tenemos los hombres para
aprender a vivir.
Eliseo Torres
Yo he aprendido muchas cosas de la Biblia como que Dios nos da una esperanza para
el futuro de que nuestros seres queridos que han muerto resucitarán, que las
enfermedades el dolor y las lágrimas de sufrimiento desaparecerán Dios se interesa
por nosotros y quiere lo mejor para nosotros.
Claribell Jiménez
No sé mucho, porque rara vez leo la Biblia.

*¿Para qué se escribieron las sagradas escrituras?


José Núñez
Desde el mismo comienzo de la creación en su conciencia sabía que el hombre iba a
fallar entonces Dios ideó un plan de salvación en el que Jesús salvaría al hombre por
su desobediencia, pero la promesa de Dios para todos los hombres básicamente la
vemos en un verso de la Biblia: por qué de tal manera amó Dios al que para Que todo
el que ejerza fe en él no sea destruido sino que tenga vida eterna.
Eliseo Torres
Dios quería hacernos conocer su propósito y quería que lo conociéramos a él por lo
cual por medio de inspiración divina hizo que escribieran la Biblia para que las demás
generaciones pudieran conocerlo. Además quiso Mostrarnos los ejemplos de los
cristianos fieles de la antigüedad para seguir sus pasos y no desobedecerle, también
nos mostró la desobediencia de algunos cristianos para ayudarnos a saber qué
debemos hacer para no desobedecerle.
Claribell Jiménez
Para saber más de Dios, para tomar conciencia de nuestros actos, para hacer y decir lo
indicado, para estar en paz consigo mismo y con los demás, para ayudarnos unos a
otros y amar más a nuestro Dios.

*¿Lees las sagradas escrituras?


José Núñez
Muy poco ya que no he adquirido el hábito de hacerlo
Eliseo Torres
Tengo la meta de hacerlo diariamente pero lo hago tres veces a la semana
Claribell Jiménez
La verdad no, es rara vez si lo hago.

*¿Qué te gustaría conocer de las sagradas escrituras?


José Núñez
Me gustaría conocer más sobre la vida de Jesús sus milagros sus predicaciones y la
importancia de su muerte y resurrección
Eliseo Torres
Me gustaría conocer más sobre la vida de algunos cristianos de la antigüedad fieles
para poder tomar su ejemplo e imitarlo. Además, no olvidemos el de los cristianos que
no le fueron leales a Jehová ellos también nos dan un ejemplo a no imitar.
Claribell Jiménez
Me gustaría tener un gran conocimiento de la Biblia
*¿Qué nombre han sido dados a la santa biblia?
José Núñez
Antiguo Testamento.
Nuevo Testamento.
Escrituras Hebreo Arameas.
Escrituras Griegas Cristianas.
Eliseo Torres
La Torá.
Pentateuco.
LA SEPTUAGINTA GRIEGA.
LA VULGATA LATINA.
Peshitta siríaca.
Claribell Jiménez
Antiguo Testamento.
Nuevo Testamento.

¿Por qué decimos que la biblia pertenece al Dios y al pueblo?


Dios es la fuente de la información que contienen esos escritos. La Biblia lo expresa
así: “Hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo” (2 Pedro
1:21). En otras palabras, Dios utilizó su poderosa fuerza invisible, el espíritu santo, para
transmitir su mensaje a los escritores de los libros de la Biblia. Esto puede compararse
a un hombre de negocios que le dicta una carta a su secretario. El autor de la carta no
es quien la escribe, sino quien la dicta.
¿Por qué es tan importante la Biblia?... Porque vino de Dios. Nos habla de él y de las
cosas buenas que hará por nosotros. Además, nos enseña lo que debemos hacer para
agradarle. Es como una carta que nos manda Dios.
Es cierto que Dios pudo haber escrito toda la Biblia en el cielo y dársela después al
hombre, pero no lo hizo así. Aunque las ideas eran de Dios, él utilizó a sus siervos en
la Tierra para que escribieran la mayor parte de la Biblia.
Lo que la Biblia dice es importante para nosotros. Aunque se escribió hace mucho
tiempo, habla de hechos que ocurren en la actualidad, y también de lo que Dios hará
en el futuro. Tal información es emocionante y nos da una esperanza maravillosa.

¿Qué es inspiración?
Inspiración es el concepto teológico según el cual las obras y hechos de seres
humanos íntimamente conectados con Dios, sobre todo las Escrituras del Antiguo y
Nuevo Testamento, recibieron una supervisión especial del Espíritu Santo, de tal
manera que las palabras allí registradas expresan, de alguna manera, la revelación de
Dios.
¿Qué es la revelación?
“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para
rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea
enteramente competente y esté completamente equipado para toda buena obra.”
En palabras del apóstol Pedro, esos hombres “hablaron de parte de Dios al ser
llevados por espíritu santo” (2 Pedro 1:21). De ahí que Pablo llamara a los libros
bíblicos “los santos escritos, que pueden hacer [nos] sabio[s] para la salvación
mediante la fe relacionada con Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:15).
Apocalipsis es un libro bíblico. Su nombre procede del término griego apokálypsis, que
significa “descubrimiento” o “revelación”. Por este motivo también se le llama
Revelación. Este título es muy adecuado, pues el libro descubre asuntos que se
mantuvieron secretos por siglos y revela acontecimientos que sucederían en el futuro.
Y por cierto, muchas de sus profecías están por cumplirse.

¿Qué es la inherencia?
En la teología cristiana, la inherencia de la Biblia es una doctrina que consiste
básicamente en la falta de error o de fallas en las Sagradas Escrituras, las que, al ser
inspiradas por Dios mismo, siempre dicen la verdad, y no se equivocan.
Por lo anterior, la Biblia es la máxima autoridad, tanto en temas doctrinales, como en
temas morales. Cabe destacar que este término resulta falaz a ojos de la ciencia,
especialmente de la biología, pues según esta, existen diversos errores científicos en la
inherencia bíblica e inspiración divina.
El apóstol Pablo declaró a su discípulo Timoteo: Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre
de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3,16)
Esta declaración de que las Sagradas Escrituras habían sido inspiradas por Dios
mismo, dio pie a los primeros discípulos para desarrollar esta doctrina basada en
simple lógica: si Dios es perfecto, y toda la Biblia fue inspirada por él, por tanto, toda la
Biblia es perfecta.

¿Tomar un texto y realizar un ejercicio de lectura?


Génesis 22:1-8
Ahora bien, después de estas cosas aconteció que el Dios [verdadero] puso a prueba a
Abrahán. Por consiguiente, le dijo: “¡Abrahán!”, a lo cual dijo él: “¡Aquí estoy!”. Y él
pasó a decir: “Toma, por favor, a tu hijo, a tu hijo único a quien amas tanto, a Isaac, y
haz un viaje a la tierra de Moria, y allí ofrécelo como ofrenda quemada sobre una de las
montañas que yo te designaré”. De modo que Abrahán se levantó muy de mañana y
aparejó su asno y tomó consigo a dos de sus servidores y a Isaac su hijo; y partió la
leña para la ofrenda quemada. Entonces se levantó y emprendió el viaje al lugar que le
designó el Dios [verdadero]. Fue por primera vez al tercer día cuando Abrahán alzó los
ojos y empezó a ver el lugar desde lejos. Entonces Abrahán dijo a sus servidores:
“Quédense aquí con el asno, pero yo y el muchacho queremos ir allá, y adorar, y volver
a ustedes”. Después de eso, Abrahán tomó la leña de la ofrenda quemada y la puso
sobre Isaac su hijo, y tomó en sus manos el fuego y el cuchillo de degüello, y ambos
siguieron adelante juntos. E Isaac empezó a decir a Abrahán su padre: “¡Padre
mío!”. Él a su vez dijo: “¡Aquí estoy, hijo mío!”. De modo que continuó: “Aquí están el
fuego y la leña, ¿pero dónde está la oveja para la ofrenda quemada?”. A lo cual dijo
Abrahán: “Dios se proveerá la oveja para la ofrenda quemada, hijo mío”. Y ambos
siguieron andando juntos. Finalmente llegaron al lugar que le había designado el Dios
[verdadero], y allí Abrahán edificó un altar y puso en orden la leña y ató de manos y
pies a Isaac su hijo y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahán
extendió la mano y tomó el cuchillo de degüello para matar a su hijo. Pero el ángel de
Jehová se puso a llamarlo desde los cielos y a decir: “¡Abrahán, Abrahán!”, a lo cual él
contestó: “¡Aquí estoy!”. Y pasó a decir: “No extiendas tu mano contra el muchacho y
no le hagas nada, porque ahora sé de veras que eres temeroso de Dios, puesto que no
has retenido de mí a tu hijo, tu único”.

Jehová probó la fe de Abrahán. Llamó: ‘¡Abrahán!’ Y Abrahán contestó: ‘¡Aquí estoy!’


Entonces Dios dijo: ‘Toma a tu hijo, tu único hijo, Isaac, y ve a la montaña que te voy a
mostrar. Allí mata a tu hijo y ofrécelo como sacrificio.’ ¡Qué triste puso esto a Abrahán,
porque Abrahán amaba mucho a su hijo! Y recuerda, Dios había prometido que los
hijos de Abrahán vivirían en la tierra de Canaán. Pero ¿cómo podría pasar eso si Isaac
estuviera muerto? Abrahán no entendía, pero todavía obedeció a Dios. Cuando llegó a
la montaña, Abrahán ató a Isaac y lo puso sobre el altar que había hecho. Entonces
sacó el cuchillo para matar a su hijo. Pero en ese mismo momento el ángel de Dios
llamó: ‘¡Abrahán, Abrahán!’ Y Abrahán contestó: ‘¡Aquí estoy!’ ‘No le hagas daño ni
nada al muchacho,’ dijo Dios. ‘Ahora sé que tienes fe en mí, porque no has retenido a
tu hijo, tu único hijo, de mí.’ ¡Qué gran fe tenía Abrahán en Dios! Él creía que nada le
era imposible a Jehová, y que Jehová podía hasta levantar de entre los muertos a
Isaac. Pero en verdad Dios no quería que Abrahán matara a Isaac; hizo que una oveja
se enredara en arbustos cerca y le dijo a Abrahán que la sacrificara en vez de a Isaac.
En esta lectura lo primero que vemos es un hombre bastante viejo Abraham, la edad
para él no fue impedimento para reconocer que Dios existe y que debemos obedecerle,
Dios probo la fe de Abraham pidiéndole que le diera en sacrificio a su único hijo Isaac
algo muy duro para él, pero aun así confió en que Dios lo resucitaría y justo antes de
darlo en sacrifico Dios le dijo que no lo sacrificara. Esto probó que Abraham de verdad
amaba a su padre Jehová.

Lucas 15:11-32

Entonces dijo: “Cierto hombre tenía dos hijos. Y el más joven de ellos dijo a su padre:
‘Padre, dame la parte que me corresponde de la hacienda’. Entonces él les dividió su
medio de vivir. Más tarde, no muchos días después, el hijo más joven recogió todas las
cosas y viajó al extranjero a un país distante, y allí malgastó su hacienda viviendo una
vida disoluta. Cuando lo hubo gastado todo, ocurrió un hambre severa por todo aquel
país, y él comenzó a padecer necesidad. Hasta fue y se acogió a uno de los
ciudadanos de aquel país, y este lo envió a sus campos a guardar cerdos. Y deseaba
saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, y nadie le daba [nada].”Cuando
recobró el juicio, dijo: ‘¡Cuántos asalariados de mi padre tienen pan en abundancia,
mientras yo aquí perezco de hambre! Me levantaré y haré el viaje a donde mi padre, y
le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado
hijo tuyo. Hazme como uno de tus asalariados”’. De modo que se levantó y fue a
donde su padre. Mientras él estaba todavía lejos, su padre alcanzó a verlo, y se
enterneció, y corrió y se le echó sobre el cuello y lo besó tiernamente. Entonces el hijo
le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo
tuyo. Hazme como uno de tus asalariados’. Pero el padre dijo a sus esclavos: ‘¡Pronto!,
saquen una ropa larga, la mejor, y vístanlo con ella, y pónganle un anillo en la mano y
sandalias en los pies. Y traigan el torillo cebado, degüéllenlo, y comamos y gocemos,
porque este hijo mío estaba muerto y volvió a vivir; estaba perdido y fue hallado’. Y
comenzaron a gozar.” Pues bien, su hijo mayor estaba en el campo; y a medida que
venía y se acercaba a la casa oyó un concierto de música y danzas. De modo que
llamó a sí a uno de los sirvientes e inquirió qué significaban estas cosas. Él le dijo:
‘Tu hermano ha venido, y tu padre degolló el torillo cebado, porque lo recobró en buena
salud’. Pero él se airó, y no quiso entrar. Entonces su padre salió y se puso a
suplicarle. En respuesta, él dijo a su padre: ‘Hace ya tantos años que he trabajado
para ti como un esclavo, y ni una sola vez transgredí tu mandamiento, y, no obstante, a
mí ni una sola vez me diste un cabrito para que gozara con mis amigos. Pero tan
pronto como llegó este hijo tuyo que se comió tu medio de vivir con las rameras, le
degollaste el torillo cebado’. Entonces él le dijo: ‘Hijo, tú siempre has estado conmigo,
y todas las cosas que son mías son tuyas; pero simplemente teníamos que gozar y
tener regocijo, porque este hermano tuyo estaba muerto y llegó a vivir, y estaba perdido
y fue hallado’”

Jesús les habla de un padre que tiene dos hijos. El personaje principal es el hijo más
joven. Los fariseos y los escribas, así como los demás que están escuchando, deberían
sacar una lección de lo que Jesús dice sobre el hijo menor. Sin embargo, no hay que
pasar por alto lo que explica sobre el padre y el hijo mayor, ya que también se puede
aprender mucho de las actitudes que estos demuestran. Así que pensemos en los tres
personajes de este relato de Jesús: “Un hombre tenía dos hijos. Y el más joven le dijo a
su padre: ‘Padre, dame la parte que me toca de la herencia’. Así que él repartió sus
bienes entre los dos” (Lucas 15:11, 12). Como vemos, el hijo menor no pide la herencia
porque su padre haya muerto, pues sigue vivo. Él quiere recibir ahora su parte para
independizarse y hacer lo que le plazca. ¿Y qué hace?

El hijo perdido come y bebe rodeado de mujeres: Jesús explica: “Unos días
después, el más joven recogió todas sus cosas y viajó a un país lejano, donde
malgastó su herencia llevando una vida desenfrenada” (Lucas 15:13). En vez de
quedarse en casa, donde podía estar seguro y donde tenía un padre que cuidaba a sus
hijos y les daba lo que necesitaban, decide irse al extranjero. Allí malgasta toda su
herencia llevando una vida de excesos, queriendo satisfacer sus deseos sexuales. Al
quedarse sin dinero, se encuentra en una situación muy difícil, tal como Jesús indica:
“Cuando ya se lo había gastado todo, un hambre terrible azotó aquel país, y él
comenzó a pasar necesidad. Hasta se puso al servicio de un ciudadano de ese país,
quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Y ansiaba matar el hambre con las
algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada” (Lucas 15:14-16).
El hijo perdido está sentado bajo un árbol y observa cómo comen los cerdos
Según la Ley de Dios, el cerdo era un animal impuro; aun así, el joven se ve obligado a
trabajar cuidando cerdos. Tiene tanta hambre que hasta desea comer lo que
normalmente solo comen los animales, como los cerdos que cuida. En medio de tanta
desesperación, recobra el juicio. ¿Y qué hace? Se dice a sí mismo: “¡Cuántos
trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, y yo aquí muriéndome de hambre! Me
iré y volveré a la casa de mi padre. Le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
Ya no merezco ser llamado tu hijo. Trátame como a uno de tus trabajadores’”. Por lo
tanto, decide regresar a la casa de su padre (Lucas 15:17-20). ¿Cómo reaccionará su
padre cuando lo vea? ¿Se enojará con su hijo y lo reñirá por haber cometido la
estupidez de irse de casa? ¿Lo recibirá con indiferencia y frialdad? ¿Qué haría usted si
se tratara de su hijo o de su hija?

EL HIJO PERDIDO REGRESA A CASA: A continuación, Jesús explica qué siente el


padre y cómo reacciona: “Cuando él [el hijo] todavía estaba lejos, su padre alcanzó a
verlo y se conmovió profundamente. Corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó con
ternura” (Lucas 15:20). Es posible que el padre se haya enterado de la vida
desenfrenada que ha llevado su hijo. Pero, aun así, lo recibe con cariño cuando
regresa. Al escuchar esta historia, ¿se darán cuenta los líderes judíos, que dicen
conocer y adorar a Dios, de lo que él siente por los pecadores que se arrepienten?
¿Reconocerán que Jesús ha estado demostrando esa misma compasión? Es probable
que el padre, cuando ve la tristeza en la cara de su hijo, ya se dé cuenta de que está
arrepentido. Pero, como el padre toma la iniciativa y sale a su encuentro, al hijo le es
más fácil confesar sus pecados. Jesús explica lo que ocurre: “Entonces el hijo le dijo:
‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco ser llamado tu hijo’” (Lucas
15:21). Al instante, el padre les ordena a sus esclavos: “¡Rápido! Saquen una ropa
larga, la mejor, y vístanlo. Pónganle un anillo en la mano y sandalias en sus pies.
Además, traigan el ternero engordado y mátenlo para que comamos y celebremos su
regreso, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir, estaba perdido y ha
sido encontrado”. Entonces, comienzan a celebrarlo con alegría (Lucas 15:22-24).

El padre habla con su hijo mayor: Mientras tanto, el hijo mayor está en el campo.
Jesús dice sobre él: “Al volver y acercarse a la casa, oyó el sonido de la música y el
baile. Por eso llamó a uno de los sirvientes y le preguntó qué estaba pasando. Él le
respondió: ‘Es que tu hermano volvió y tu padre ha matado el ternero engordado
porque recuperó a su hijo sano y salvo’. Pero el hijo mayor se indignó y se negó a
entrar. Entonces su padre salió y se puso a suplicarle que entrara. Él le contestó a su
padre: ‘Mira, todos estos años he trabajado para ti como un esclavo y ni una sola vez
desobedecí tus órdenes, y tú nunca me diste un cabrito para que disfrutara con mis
amigos. Pero, en cuanto llegó ese hijo tuyo que malgastó tus bienes con las prostitutas,
por él mataste el ternero engordado’” (Lucas 15:25-30). ¿Quiénes han actuado como el
hijo mayor y han criticado la misericordia y la atención que Jesús les ha mostrado a la
gente común y a los pecadores? Los escribas y los fariseos. De hecho, Jesús ha
explicado esta historia por su actitud tan crítica. Y, claro, cualquiera que no vea bien la
misericordia que Dios les demuestra a los que han pecado debe tomar buena nota de
lo que nos enseña este relato. La historia concluye con la súplica del padre a su hijo
mayor: “Hijo mío, tú siempre has estado conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. Pero
simplemente teníamos que celebrar su regreso y alegrarnos, porque tu hermano estaba
muerto y ha vuelto a vivir. Estaba perdido y ha sido encontrado” (Lucas 15:31, 32).
Jesús no explica qué acaba haciendo el hijo mayor. Sin embargo, sabemos que,
después de la muerte y resurrección de Cristo, “un gran grupo de sacerdotes
empezaron a aceptar la fe” (Hechos 6:7). Es posible que algunos de ellos estuvieran
presentes cuando Jesús relató esta impactante parábola del hijo perdido. Desde luego,
hasta ellos tenían la posibilidad de recobrar el juicio, arrepentirse y volverse a Dios.
Desde ese día, los discípulos de Jesús pueden y deben aprender las importantísimas
lecciones que enseñó con esta extraordinaria historia.

La primera lección es que permanecer en el pueblo de Jehová es lo más sabio, pues él


nos protege, nos cuida con cariño y nos da lo que necesitamos. Sería un grave error
alejarnos de él buscando placeres en “un país lejano”. La segunda lección es que, si en
algún momento nos desviamos del camino de Dios, debemos ser humildes y regresar a
nuestro Padre para tener de nuevo su aprobación. Además, aprendemos una tercera
lección al ver la diferencia entre la actitud del padre, que recibe con cariño a su hijo y
está dispuesto a perdonarlo, y la del hijo mayor, que está resentido y reacciona con
frialdad. Sin duda, los siervos de Dios queremos perdonar y recibir a cualquiera que se
arrepiente de verdad y regresa a casa, a nuestro Padre. Debemos alegrarnos porque
nuestro hermano “estaba muerto y ha vuelto a vivir”, y porque “estaba perdido y ha sido
encontrado”.

Mateo 4:1-11

Entonces Jesús fue conducido por el espíritu al desierto para ser tentado por el Diablo.
Después que hubo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces sintió hambre.
También, el Tentador vino y le dijo: “Si eres hijo de Dios, di a estas piedras que se
conviertan en panes”. Pero en respuesta él dijo: “Está escrito: ‘No de pan solamente
debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová’”. Entonces
el Diablo lo llevó consigo a la ciudad santa, y lo apostó sobre el almenaje del templo y
le dijo: “Si eres hijo de Dios, arrójate abajo; porque está escrito: ‘A sus ángeles dará
encargo acerca de ti, y te llevarán en sus manos, para que nunca des con tu pie contra
una piedra’”. Jesús le dijo: “Otra vez está escrito: ‘No debes poner a prueba a Jehová tu
Dios’”. De nuevo el Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le
mostró todos los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: “Todas estas cosas te las daré
si caes y me rindes un acto de adoración”. Entonces Jesús le dijo: “¡Vete, Satanás!
Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él a
quien tienes que rendir servicio sagrado’”. Entonces el Diablo lo dejó, y, ¡mire!, vinieron
ángeles y se pusieron a ministrarle.

SATANÁS TIENTA A JESÚS: Jesús pasa cuarenta días y cuarenta noches en el


desierto. En todo ese tiempo no come nada, así que tiene mucha hambre. Entonces, el
Diablo aprovecha la situación para tentarlo. Se le acerca y le dice: “Si eres hijo de Dios,
diles a estas piedras que se conviertan en panes” (Mateo 4:3). Jesús sabe que está
mal usar su poder sobrenatural con el fin de satisfacer sus deseos, de modo que
resiste la tentación. Pero el Diablo no se da por vencido y trata de tentarlo de otra
manera. Le dice que se arroje desde la parte más alta del templo para que lo salven los
ángeles. Pero Jesús tampoco cae en la tentación de exhibirse así. Al contrario, cita las
Escrituras para mostrar que está mal poner a prueba a Dios de esa manera. Entonces,
el Diablo tienta a Jesús una tercera vez. De alguna forma, le muestra “todos los reinos
del mundo y su gloria” y le dice: “Te daré todas estas cosas si te arrodillas y realizas
ante mí un solo acto de adoración”. Pero Jesús rechaza de plano la oferta. Le ordena:
“¡Vete, Satanás!” (Mateo 4:8-10). Vence otra vez la tentación porque sabe que
solamente se debe adorar a Jehová, y él está decidido a serle fiel. ¿Qué aprendemos
de estas tentaciones del Diablo y de cómo reaccionó Jesús? Este relato nos enseña
que las tentaciones fueron reales y que, por tanto, el Diablo no es simplemente la
cualidad del mal, como algunos piensan. Aunque es cierto que es invisible, se trata de
una persona real. También aprendemos que los gobiernos del mundo le pertenecen al
Diablo y que él los controla. Si no fuera así, ¿habría sido una verdadera tentación para
Jesús la oferta de Satanás? Además, el Diablo le dijo a Jesús que le daría todos los
reinos del mundo a cambio de que realizara ante él un acto de adoración. Y lo cierto es
que puede tentarnos a nosotros de manera parecida, quizás presentándonos grandes
oportunidades de obtener dinero, autoridad o una buena posición social. Sin duda, sea
cual sea la tentación que nos asalte, lo mejor es seguir el ejemplo de Jesús y ser leales
a Dios. Asimismo, recordemos que el Diablo se alejó de Jesús “a la espera de otro
momento conveniente”, y tal vez haga lo mismo con nosotros (Lucas 4:13). Por eso,
nunca bajemos la guardia.

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