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Una mañana de verano

en la que puedo oler, escuchar, sentir


y ver.
Las voces de los niños,
el pasto mojado,
una mañana en la que estoy en paz
sólo yo y las variedades de colores,
siento que me debo ir
pero aún no lo sé.

A.

El sonido del viento


es como un trineo
podemos tocar la nieve,
fría y caliente
llegar, tocar, sentir, y hablar
todos los sentimientos
se nos cruzan por mirar
al horizonte hay que mirar,
porque en el fin hay un final.

Carito y Abi.
En el bosque
Caminando por el bosque...
un pájaro yo buscaba...
lo encontré y lo perseguí…
de pronto perdido estaba…
caminado y caminando…
una ruta me encontré…
esperando horas y horas…
Bruno.
La puerta
Esa puerta, ¡esa puerta!
que me trae tristes
y alegres recuerdos,
como caminos sin fin

Esa puerta, con ventanas,


decoradas con encaje
ese color a barniz viejo
como el de las casas de antaño

Esa puerta,
Esa puerta, esa puerta
ya no existe en mis... recuerdos

Antares Maidana.
Era por la mañana,
mañanita querida.
Podía ver al lobo,
que llamaba “mi vida”.
Como siempre, se veía calmo,
demasiado, yo diría,
para ser el nuveo día,
el nuevo día llegaba.
Se acercaba de atrás,
siendo ignorado por el lobo,
este estaba solo,
como siempre en otoño.
Cuando los pájaros se apagaban,
cuando el agua no se movía,
cuando los humanos no venían.
El lobo se levantaba
aceptando el nuevo día.
Se volverá a repetir
la historia de mi vida.
Joaquín.
Paseando encontré ese lugar, con olor
a viento frío. Recorriendo todo, encontré
el mar, tan suave y húmedo.

Es otoño. Atardeceres naranjas y rosados.


Animales mojándose en el agua, la cual
está con el reflejo del sol amarillo.

Si miro para atrás, hay más colores


amarillos como el oro, mezclado con
rosados y violetas.

El aire tan frío abunda mi cuerpo,


pero yo estoy en ese maravilloso lugar,
y mi mente y corazón está inundado
de felicidad.
Hastings.
El salón
En un comedor oscuro
se refleja la luz de la mañana
con soplidos del viendo
y un gato maullando
la luz de la luna
con aromas que no son de madrugar.

Vuren.
Era una noche muy tenebrosa
tanto, que pensaba en otra cosa.
Ahí fue cuando mi perro se escapó
y dejó un vacío en mi corazón.

La niebla tapaba mi boca


y mis sensaciones se volvían locas.
Algo despertó a mi mente,
me acuerdo que fue muy de repente
en ese momento supe que todo era
incoherente.

Salté de la cama como un grillo


y el sol no me dejaba ver por el brillo,
me puse las pantuflas y lo fui a buscar,
en ese momento escuché algo murmurar
miré rápido al costado,
y vi que estaba mi perro acostado
desde ese día nunca me he separado
siempre está a mi lado.
Facu Sagasti.
En aquella noche
oscura y helada
donde la oscuridad reinaba,
nosotros estábamos atrapados
en aquel bosque oscuro.

Demasiados ruidos
había en aquel lugar.
Demasiados olores y
muy bajos temperaturas
se encontraban allí.

Teníamos miedo ya que


casi sin luz estábamos.
No sabíamos qué lugar era ese
pero de seguro no era nada lindo.

Decidimos tratar de dormir


pero era imposible,
ruidos, voces, olores, oscuridad era
lo único que se encontraba allí.
No sabremos qué pasará…
Flash.
Más allá
De niño disfrutaba de esos tonos
oscuros, de ese paisaje de árboles.
Se veían rocas y un limpio lago,
siempre vacío, aunque no de árboles.

Se podía sentir el agua fría,


al igual que las hojas frías se sentían.

Es invierno, al atardecer, hace mucho frío.


Se escuchaba el cantar de los pájaros
y se olía el pasto mojado.

Estaba sentado, maravillado


por el paisaje, viendo a mis amigos
jugar, tomarme fotos y jugar
al fútbol con ellos…
era mi hobbie.
Franky.
Atrapado
Me encuentro en un comedor
de tono azul, con colores
blancos y negros, puedo
notar cinco sillas alrededor de una mesa,
una puerta que no me deja salir,
una botella y dos vasos.

No veo platos ni tenedores o


cuchillos. No siento a nadie
cerca, pero puedo visualizar
unos amigos y una familia feliz.

Puedo sentir todos los objetos


en la sala, pero se sienten fríos
como un cuerpo muerto.
Por la ventana vi que se caían las hojas
me recuerda que es otoño
pero no siento frío ni calor.

Se escucha una melodía de acordeón


con guitarra y flauta calmante y tranquila
como un abrazo que nunca volveré a
sentir.

Huelo un aroma a vino


veo a una señora tomando
me hace sentir nostálgico todo esto.
No sé por qué estoy aquí.
de repente se abre una puerta.
Miro la ciudad, se ve muerta.

¡Es la necrópolis!
De la nada escuché una voz
que decía: ven, serás feliz por siempre.
Atún Salaman.
Fuego
Para apagar el fuego solamente necesito
mirar las olas golpear contra las piedras

Contra el miedo solamente necesito


ver las llamas calientes.

Contra los gritos de las personas


solamente necesito ver el mar
y su tranquilidad.

Pero contra el accidente solamente


necesito
aceptar la realidad.
Iara Robaina.
Entre colores verdes y grises
una cerca que divide dos países,
una carretera mojada y un vidrio
empañado.
Este lugar parece inhabitado.

Aquí reina el silencio,


solo una voz dulce cantando.
Las hojas húmedas
como páginas de un libro,
el cual no tiene trama,
el cual todavía no acaba.

Solo vine a caminar bajo la lluvia


y voy a seguir caminando,
hasta que la voz envejezca,
hasta que la lluvia se desvanezca,
hasta que la carretera desaparezca.

R8.
Equilibrio
En las orillas del mar
hay un pequeño pueblo.
Que asusta y me llama,
lleno de colores fríos y sombríos.
Sin gente, desolado
donde encontré mi paz en lo que me aterra
En el mar quieto se puede ver un reflejo
Un fascinante reflejo, los botes, el cielo,
las casas
No parece el mismo lugar.
El aroma salado y áspero del mar
que pega en la cara
En la mañana, acompañado
por una suave brisa
y una tormenta de verano
Si miras al frente hay solo
kilómetros y kilómetros de mar
Es tan lejana a la ciudad
donde empezaba a disfrutar de mi soledad
Y el deseo de huir
se hacía cada vez más fuerte,
pero ahora
ambas forman parte de mí
y yo de ellas
Anónimo.
El pasto está húmedo
libre me sentía.
El miedo no se apoderaba
del rayo que caía.
Campo y más campo
era lo único que veía
Se liberó un aroma fresco
fresco lo sentía.
El frío cayó sobre mis brazos
sobre mi brazos el frío cayó
Los colores oscuros empezaron
a apoderarse de mi día.
Caí rendida al húmedo pasto
al húmedo pasto caí rendida.

Pía Couto.
El bosque
Perdida en el bosque,
perdida sin rumbo.

A lo lejos una sombra


escamosa, fría y espantosa.

Unos dientes,
unas garras,
unas patas que me
atrapan.

No me dejan sentir,
no me dejan vivir.

Saliendo, corriendo me
di cuenta,
estoy girando en
círculos,
círculos sin rumbo,
círculos eternos.

Zovery Carracelas.
Ese jardín, ese paisaje

Hay tanta variedad de tonos


es como un jardín, un paisaje.
Hay tanta naturaleza a mi alrededor
veo personas, admirando este jardín
este paisaje.
Escucho una melodía
y miro hacia atrás
veo ese carrito de helados
tan pero tan lindo, como ese jardín
ese paisaje.
Puedo tocar esas plantas
y noto que las hojas son tan suaves
como la piel de un bebé.
Puedo notar esa fragancia
tan linda, que me doy cuenta
que son esas rosas,
tus rosas.
Me siento tan feliz en este lugar.
Es primavera.
No sé a dónde me dirija este jardín,
este paisaje.
Pero podría jurar, que será tan lindo
como la fragancia de esas rosas
tus rosas.

Ariana di Paulo.
Esa pacífica primavera
Los colores tranquilos,
el verde contrastando,
resaltando y confundiendo
al contemplador, cayendo
en un profundo vacío.

Flores, pastizales, ríos


hasta incluso una cascada
luciendo y figurando al igual
que el mítico lobo, todo luce tan tranquilo.

El aroma a las flores, ese clima tranquilo,


las piedras puntiagudas
rompiendo el agua,
mas el viento fresco moviendo los árboles,
parece una caricia.

Veo a la derecha, naturaleza,


veo a la izquierda, vegetación,
veo hacia atrás, mis llantos de
conocer este paraíso y saber que
vivo en una caja de la ciudad,
como un animal
estando en su corral.
El pasto húmedo,
el aroma a la tierra mojada,
el canto del viento,
dulce como la mirada del can.

La hermosa mañana tan cegadora,


el sol despertando, la bella primavera
tan sedosa.

Veo a la derecha, naturaleza,


veo a la izquierda, vegetación,
veo hacia adelante, mi felicidad
de ver, de observar… de contemplar…
Así como la torre Eiffel, como las pirámides
o como la muralla China,
la visión de maravilla más grande…
y no del mundo… de la vida…

Iván Miraglia.
En la carretera en soledad
Ayuda. Ayuda estoy solo
en la carretera, y no hay nada
Tengo frío y mucho frío.

Si miro hacia la izquierda


veo un bosque y hacia la
derecha veo un campo.

Me he perdido de camino
a la casa de mis abuelos
tendría que seguir la carretera
para encontrar el camino a casa.

No sé qué hacer
estoy muy asustado,
apenas vuelva a mi casa
le diré a mi madre
que me he perdido en la carretera
Para la próxima
le pediré a mi madre
que me lleve a la casa
de mis abuelos.

Mr. Sapo.
Un alma solitaria
Estoy sola en casa viendo
cómo todo se derrumba
no hay nadie, solo soy yo y mi muñeca…
A lo lejos de la sala siento voces
voces que me dicen – Estás sola,
nadie quiere verte-.
Lo peor es que sé que en casa
no hay nadie.
Mis pensamientos son los que me hacen
sentir así… insegura, sola.
Y lo peor es que sé que no es verdad.
Caí… caí en depresión otra vez…
Voy corriendo a buscar mis navajas
y mientras lloro
me hago una… dos… tres… cuatro tajadas
Necesito ayuda. No quiero morir.
Soy una simple sombra sin importancia.
Estoy sola con mi muñeca
viendo a un niño pasar.
Él está solo como yo.
Al fin y al cabo siempre encontramos
a alguien con quien compartir la soledad.
Yuya Moreira.
Mundos paralelos
Al borde de los mundos paralelos vivo.
Ella allá
y yo
aquí.
Ambas, con vidas muy monótonas,
aburridas,
tristes.

Ambas estamos solas,


sí,
hay casas y un pueblo,
pero como nuestras almas
separadas,
sin ganas de vivir.

M. A.

Azul piedra la habitación


una leve luz atravesando la ventana
vacío y la presencia que acompaña
y las chispas del fuego que se sienten

Malena Hornos.
El puente es frío
y los árboles son
rugosos, los pájaros
cantan, estamos alegres
nos gusta ese
lugar
porque es
primavera.
Nuestra casa
está atrás del bosque
siempre venimos a pasar el rato.
Hay un lago
y ahí nos mojamos.

Evelyn Martínez y Jasmín Ceratti.

Solo solito
el agua con gaviotas
pasan por el blanco de la arena
que el invierno mancha.

Agus Alonso.
Ruidos
Era una tarde de invierno,
tarde fría y húmeda,
nada se sentía,
ninguna emoción.

A lo lejos se sentía,
un suave ruido,
que relajaba.

Y entre un suave ruido,


se sintió un suspiro.

Ticiana Rosadilla.

Mi piel es acariciada por la brisa


y el calor de la fogata mi piel eriza
el agua clara como un espejo
todo por una brisa de otoño.

Facundo Elía y Fernando Bottari.


El paisaje
El paisaje me rodea
hay mucho verde, blanco, amarillo,
como si fuera un hermoso cuadro
con colores que te hacen vivir.

También a lo lejos escucho el cantar


de los pájaros y percibo el aroma
de las flores y plantas que
alegran mi vida.

Ya hacia el mediodía yendo por la


carretera veo cómo el sol ya más
fuerte le da vida a la flores y
plantas que alegran el paisaje y
también mi vida.

Pronto a estacionarme, en algún lugar


de la carretera, desde mi autp puedo
ver cómo atrás quedó todo eso
que formó parte de mi alegría
fue un gran pasoe al aire libre
que significó mucho en mi vida.

Natalí Sosa.
El bosque del amor
Tan dulce como el viento
de tu amor no me arrepiento

El sol tan bello


como tu cabello

La niebla susurrante
de tu locura enamorante

Lorenzo Schinca y Enzo Cabrera.

La partida
En este lugar solitario estoy yo
mirando a la nada, pensando en tu voz
es esta mi mente tan sola y frustrada.

Desde tu partida yo estoy asustada.


Ya no sé qué sentir, no sé qué pensar.
Me vine aquí para olvidar.

Lu Ayelén.
El sitio perfecto
Ahí estábamos en el puente
mirando el agua azul
el aroma que se siente es igual
al que tenías tú

Este sitio tan tranquilo


sana mi dolor
ya que no puedo estar
en tu corazón.

Anita.

El cielo frío y blanco


la brisa que canta
cómo me gustaría sentarme
junto a ti en ese banco.

El sol se encuentra tímido,


puede que tú tengas
a alguien más.
Pero yo nunca me daré
por vencido.

Luca Mesa.
La pintura pacífica
Colores oscuros pero cálidos predominan
en la pintura
Con su paz y tranquilidad en el are
sus sonidos tan melodiosos
y el ulular de la brisa golpea los veleros.

Podría pasar horas viendo la pintura


Imaginándome en ese lugar cálido y
pacífico
loa estruendos y gritos de la ciudad son
muy leves,
casi como un susurro

La luna llena alumna el mar,


dándole un toque pálido a éste
El único olor era el del mar;
que era salado pero cálido.

El azul marino del mar,


con la pálida luz de luna.
La ciudad apenas se distingue
en la oscura noche.
Su semblante frío e insípido.

Aurora Rotondaro e Isabella Nacaratto.


Una puerta
Una puerta chocolate.
Una simple puerta,
en un día frío y húmedo,
Me aleja de mi viejo y fiel amigo.

Esa puerta no me deja sentir,


el calor y la alegría,
que me transmite mi viejo amigo.

Faltarán unos meses


para dejar de oler a la nieve
y ahí estaré en esa vieja puerta,
esperando a mi viejo y leal amigo.
Estaré muy feliz de volver a sentir
su pelaje.

Yo lo conozco de muy pequeño


mi primer y único amigo,
con solo una caricia yo le alegro,
él con una mirada
me alegra a mí.

Guillermina Redaelli y Belü Ramírez.


Este lugar
En este lugar
no hay casi colores
Está muy oscuro
sólo veo negro
y algo de blanco
En este parque solitario
siempre están las mismas huellas
como si la nieve… no las tapara nunca.
Es de noche.
Y hay un solo farol de luz.
Alumbra muy poco.
Se ve un banco
un banco viejo
repleto de nieve
Miro hacia los costados
y gente no veo
lo único que logro ver
son oscuros espacios.
Estoy sola.
Muy sola.
Toco la nieve,
áspera, húmeda.
Es invierno, dulce invierno
y esta noche
hace más frío que nunca
Escucho el viento
cómo los árboles mueve,
lechuzas cantando
y la bombita del farol
que hace un falso contacto
Hay olor a humedad,
ramas y árboles
Me siento feliz,
alegre, pero
al mismo tiempo
muy asustada.
Aquí estoy
porque el lugar me gusta
y porque me gusta
sentarme en ete banco
y no ver nada más
que oscuridad.
Sophie.
El sitio del recuerdo
Ahí estaba yo en ese puente,
mirando el agua azul
el aroma que se siente
es igual de dulce que tú.

Este sitio tan tranquilo


sana mi dolor,
el que se creó
cuando te fuiste de tu alma y corazón.

Aunque eso no es cierto


ya que te sigo amando
pero igual el no verte
me sigue ahogando.

Sé que estás conmigo


pero también sé que no lo estás
y eso lo recuerdo cuando pienso
que ya no te voy a volver abrazar.

Quisiera volver el tiempo atrás


para poderte advertir
pero eso no pasará
las cosas se quedarán así.
El suave sonido del viento
me recuerda la calma que tenías
sabías que la hora llegaba
pero nada decías.

Yo prefiero lo que pasó


y no lo que hubiera pasado
ya que el resto de la vida
no la hubieras disfrutado.

Te deseo lo mejor
sé que tu también a mí
Espero el día
en que nos podamos reunir al fin.

No sé si ese día llegue


yo espero y creo que sí
No sé si lo sientes
pero yo sí confío en ti.

Aunque ese día tan amargo


se quede en la historia
tu recuerdo por siempre
va a estar en mi memoria.

Aunque sea un día claro


yo sólo veo oscuridad
a pesar de todo lo que digo
nunca lo voy a superar

Como ya dije
simpre te voy a recordar
y a vos
te voy a apoyar.

Camu Pereira.

Se notan los colores, blanco, negro y verde


representan el bosque
veo un banco, árboles, una basura y nieve,
podría haber personas, animales, pero
a mi alrededor solo hay árboles.

Al tocar la nieve se siente suave, frío,


húmedo.
Escucho y siento ese viento frío,
puedo oler la humedad, la naturaleza.

Es de noche, estoy asustado,


desesperado no veo a nadie.
¿Cómo llego? ¿Por qué estoy acá?
Intentaré seguir el camino,
pediré ayuda y preguntaré dónde estoy,
o pasaré la noche aquí.

Sebastián Camp.

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