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Ciencia Ergo Sum

ISSN: 1405-0269
ciencia.ergosum@yahoo.com.mx
Universidad Autónoma del Estado de México
México

Reynoso Morales, Graciela Leticia; Ramírez Hernández, Víctor Florencio


¿Qué es el número?
Ciencia Ergo Sum, vol. 8, núm. 1, marzo, 2001
Universidad Autónoma del Estado de México
Toluca, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10402016

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¿QUÉ ES EL NÚMERO?
GRACIELA LETICIA REYNOSO MORALES* Y VÍCTOR FLORENCIO RAMÍREZ HERNÁNDEZ*

Recepción: 22 de septiembre de 2000


Aceptación: 10 de noviembre de 2000

L
a tía Lupe es especialista en tenerla entre ceja y ceja y terminas can- I
preguntar. Si llegas tarde, te tando como Juanga: “Tú estás siempre
espera tras la puerta, con las en mi mente”. Claro, José Javier (1989)1 advierte que
manos sobre sus caderas y con una cara Vamos, que esas y otras peculiarida- en lo que te he platicado hay un error.
de ahorita-mismo-me-contestas te suel- des hacen a la tía Lupe referencia obli- Dice que, en parte, nuestros errores ocu-
ta a boca de jarro, más rápido que una gada, un elemento del paisaje, un lugar rren porque vamos a una escuela don-
Pentium III a 750 Mhz: “¿Dónde an- común. Así que no ha de extrañarte que de enseñan mitos, que estamos en un
dabas?” En caso de que llegues a tiem- el otro día, en la clase de filosofía, el país que se alimenta de mitos, en fin,
po, se repite la escena pero con otra profe dijo algo que hizo venir a mi que vivimos en un mundo de mitos. “Por
pregunta: “¿Qué horas son éstas de lle- mente a la tía Lupe. “Esto le queda a la ejemplo”, arguye, “te dicen que lo im-
gar?” Pero si acaso arribas antes de la tía que ni mandado a hacer”, pensé. Se portante es comprender, entender lo que
hora fijada, da igual; la tía Lupe te lanza trataba de una frase de Novalis: “El estudias, no repetirlo como cotorro, pe-
un tiro penal: “¿Te escapaste de la es- filósofo vive de problemas, como de ro pobre de ti si crees eso, porque cuan-
cuela?” Como quien dice, la tía Lupe es alimentos el hombre”. Esta vez las ca- do llegan los exámenes, ¡casi todo lo que
buena para eso de cuestionar, inquirir, beceadas, que siempre rinden un efecto viene es para contestar de memoria!”
interrogar o preguntar. de tiene-usted-la-razón-profesor, expre-
Pero la tía Lupe no impresiona hasta saron una coincidencia real entre el * Dirección General de Educación Tecnológica Industrial,
DGETI. Universidad Autónoma de Guadalajara. CBTIS
el alucine; no por eso hablo mucho de profe y yo por dos motivos: la tía Lupe
10. Sierra de Teucan No. 2165. Residencial San Elías
ella. Más bien, con ella se da lo que se alimenta, y lo hace tan bien que de la C.P. 44240. Guadalajara, Jalisco. Tel.: (3) 651 40 03,
decían en la tele: “Tener una tía así o cintura de avispa que hace algún tiempo fax: (3) 609 30 65. Correo electrónico: victorfrh@yahoo.com
ser una tía así...” Bueno, sea cual sea el debió haber tenido arriba de las caderas, 1. Cuando hablamos de José Javier nos re-
motivo, si caes bajo su mirada tutelar, hoy brota una cintura de obispo. Ade- ferimos al artículo de Sánchez Pozos, J.
ya no te deja en paz. Hasta que llegas a más, ya sabes; se la pasa preguntando. Javier (1989) a manera de interlocución.

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También es un mito que los científicos la dijo, cuándo, en qué condiciones o
observen sin prejuicios y que sean obje- dónde. Quizá, vista desde nuestro tiem-
tivos. “No es cierto”, dice José Javier, cada respuesta que das, surge el mis- po, no entendamos qué es lo que esta-
“aun los científicos van al baño y tienen mo “¿y por qué?”. Respecto a que al- ba preguntando. Entonces convertimos
pesadillas, y ellos, igual que nosotros, gunas personas consideren que todos a ese filósofo y a su pensamiento, como
también ven lo que quieren ver, o lo somos filósofos, ya que reflexionamos, diría Russell, en víctima de la falta de
que pueden, o lo que sus prejuicios o José Javier asevera: eso también es un juicio de la posteridad. Esto es descon-
sus teorías les permiten ver”. error. textualizar una pregunta”. Ya te imagi-
En esto de los ejemplos para ilustrar “Segundo”, dice José Javier, “hay pre- narás que ante mi cara de what?! José
lo que dice, José Javier es un buenazo: guntas que no es posible que hayan sido Javier ha de intentar explicarlo de otras
“El caso de Newton y la manzana, otro hechas, que simplemente no pudieron maneras.
mito. No es cierto que de ahí le haya haber existido. Incluso, quienes supues- “Vamos a explicar lo del contexto. Si
surgido la idea de la gravedad a Newton. tamente las dijeron son personas que alguien te dice ‘a’ o ‘i’, ¿ya con esas letras
Le fue inspirada por la carta que le envió no existieron. ¿Te acuerdas del rollo que sueltas se puede considerar que te di-
Hooke en 1679, donde, sin saberlo, le te tiran acerca del origen de la filosofía? jeron ‘amigo’? No, ¿verdad? Y si digo
enseñó la forma correcta de analizar el Te salen con eso de que cuando el hom- ‘amigo’, ¿ya con eso entendiste que te
movimiento curvilíneo, base de la teoría bre se puso a pensar en el sentido de la dije ‘eres mi amigo’? Tampoco, ¿verdad?
de la gravitación universal”. vida en los confines del universo, en qué En cualquiera de los dos casos el ele-
Hay otro mito, éste más caricaturesco. es el ser... Esas preguntas, además de mento aislado no da lo mismo que la
A veces te pintan al filósofo deambulan- ser mitos, también son caricaturas. Ima- palabra o que la frase. Es la frase fun-
do con los ojos en blanco, mirando las ginar que una quinceañera griega de cionando como contexto, lo que permite
estrellas, caminando sin que sus pies tiempos de Platón o una mexika de tiem- entender algo o comunicarlo. Ya lo dijo
toquen el suelo, o sentado con las piernas pos de Kuitla’uak llegaron a preguntar- Popper: “Las palabras son a las frases
en flor de loto, o con anteojos que pare- se cuál era el sentido de su vida, es pen- lo que las letras a las palabras”.
cen fondo de botella. Y eso es un mito, sar en algo que no pudo haber ocurri- “Aquí tienes otro ejemplo. San Ansel-
una filósofa o un filósofo son como do. ¿Por qué? Porque las mujeres de mo preguntó cuántos ángeles caben en
cualquiera. Imagina a cualquiera del lu- ambas culturas tenían formas de vida la punta de una aguja. Sí, eso preguntó,
gar donde vives y así son. O mejor, ima- en las que no había necesidad de tomar no te rías. Ya sé que ahora nos parece
gina a cualquiera de un lugar cualquiera decisiones para orientar la vida en una tonto preguntar algo así, creamos o no
y así son. Por cierto, es parte del mito o en otras direcciones. Para nosotros en los ángeles. Pero lo que él quería
que rara vez hablen de las filósofas, que es normal escoger profesión o pareja, saber era si los seres ideales, los seres
las ha habido: Santa Teresa de Jesús, y ahora hasta la preferencia sexual. Eso que son productos del pensamiento __en
Edith Stein, Rosa de Luxemburgo. Y es lo que podemos decir forma de vida este caso, del pensamiento divino__,
conste, no hablo de las mexicanas vivas. moderna. Pero en esos tiempos no era ocupan un lugar en el espacio. Vamos a
José Javier también dice que las pre- así. Incluso en algunos grupos huma- decirlo de otra forma: ¿un número, por
guntas no se salvan, que en ellas tam- nos que conservan formas tradiciona- ejemplo el dos, ocupa un lugar en el
bién hay peligro de errores y de mitos. les de vida, principalmente en la pro- espacio?”.
Y te explica. vincia de la provincia de la provincia, o Creo que José Javier capta bien mi
Primer mito: preguntar es hacer filo- sea, en aquellos grupos humanos que silencio apabullado, porque después
sofía. No es cierto, no toda pregunta menos influencia han recibido de la vida retomará eso del número. Así que para
es filosófica. Aunque debo decirte que moderna”. Y sí, pues como diría el profe completar el asunto de la descontex-
de esto no ha dicho por qué, y yo sigo de teatro: su escenario era uno sólo y tualización, saca de su mochila una car-
en Babia, sin saberlo. Pero sea como no podía pensar en otro libreto. ta del Capitán Xerox (así le dice a las
sea una pregunta filosófica, la tía Lupe “Hasta aquí llevamos dos errores: no copias fotostáticas) y comienza a leer.
no es lo que podríamos decir una filó- toda pregunta es filosófica y algunas “La utilización de los sistemas filo-
sofa nomás porque se la pasa pregun- preguntas simplemente no se formula- sóficos en dominios alejados de su ori-
tando, digo. Tampoco los niños peque- ron. Va el tercero. Hay otro error que gen espiritual es siempre una opera-
ños son filósofos aunque a cierta edad puede darse, si tomamos una pregun- ción delicada, y a menudo una opera-
desesperen con su “¿y por qué?”; y a ta de algún filósofo sin saber por qué ción abusiva. Así transplantados, los sis-

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temas filosóficos se vuelven estériles tomar la pregunta más fácil, la más sen- Así que los sólidos, de los que está
o falaces; pierden su eficacia como co- cilla que pueda ocurrírsele a alguien, formado el mundo material, las cur-
herencia espiritual, eficacia tan palpa- principalmente si ese alguien es el mis- vas de las chavas y los músculos de los
ble cuando son revividos en su origi- mísimo Frege: ¿qué es el número? galanes, todos ellos provienen de los
nalidad real, con la fidelidad escrupu- Una cosa nada más antes de seguir números. A eso se debe que Pitágoras
losa del historiador, orgullosos de pen- con lo que quiso decir Frege con su afirme que el número existe en la na-
sar lo que jamás se pensará dos veces. pregunta. Como es difícil decir las turaleza, en el cosmos. Por cierto, eso
Habría que concluir, pues, que un sis- cosas como José Javier, mejor las digo de decirle al universo ‘cosmos’ viene
tema filosófico no debe ser utilizado de donde me salgan, como me salgan, porque, según los griegos que se de-
para otros fines que aquéllos que él y como me vayan saliendo. ¿Vale? dicaban a esas ondas del pensar, el
mismo se asigna. Por consiguiente, la Si va uno andando por ahí y de universo está en armonía, es decir, por-
falta más grave contra el espíritu filo- pronto se le ocurre preguntarse ¿qué que nada cambia. Por lo menos eso
sófico sería precisamente desconocer es el número? Puede que mire las pa- parece si un abuelo, un papá y un nieto
esta finalidad íntima, esta finalidad es- redes, buscando el número de la puer- de esa época (sin teles, cine ni telesco-
piritual que da vida, fuerza y claridad ta. Así que en este caso el número es pios) se la pasara viendo el cielo, cada
a un sistema filosófico. En particular, la dirección. Claro, no es el mismo uno durante toda su vida, durante no-
cuando intentamos esclarecer los pro- número que cuando alguien dice “¿cuál ches y noches: las estrellas son las mis-
blemas de la ciencia a través de la re- es tu número de lista?”, tampoco cuan- mas, cada astro en su sitio, no aparece
flexión metafísica, cuando se pretende do le dicen a Rafa Márquez que es alguna lucecita nueva. Debido a esa ar-
mezclar los teoremas y los filosofemas, “el defensa número uno”. Ahora, no es monía, por no cambiar y corromperse,
nos vemos ante la necesidad de apli- lo mismo cuando dices “tengo cinco consideraban bello al universo. Del cos-
car una filosofía necesariamente fina- de calificación” que cuando dices “el mos y su belleza viene que las mujeres
lista y cerrada a un pensamiento cien- refresco cuesta cinco pesos”. Dice usen cosméticos para ponerse bellas...
tífico abierto. Se corre el riesgo de de- José Javier que Frege no preguntaba bueno, aunque en muchos casos so-
jar a todo el mundo descontento: los ni podía responder como lo haría lamente es un decir.
hombres de ciencia, los filósofos y los Pitágoras (por cierto, ¿ya viste Donald Y regresando a lo del número, “aquí
historiadores” (Bachelard, 1984: 7). en el país de las matemáticas? José Javier está una diferencia”, explica José Javier,
Después de este tremendo zambom- la recomienda para entender a Pitá- “para Pitágoras el número es algo dado,
bazo de la descontextualización, digan goras). Imagínatelo: vestido con túni- como que ahí está, independiente del
si no es cierto que José Javier es un ti- ca, tocando el arpa y señalando como pensamiento; mientras que Frege se ubi-
pazo. Aunque claro, según él, lo que en la banda, con clave y seña, y di- ca en otra parte de la pregunta que hizo
ha explicado no basta y, como está por ciendo que el número es el origen de Penrose: cuando los matemáticos lle-
verse, la neta que no. todo lo que existe, o sea, que las co- gan a resultados en sus cálculos, ¿pro-
sas son números. Y ahí va el por qué, ducen sólo construcciones mentales o
II según Pitágoras, claro. encuentran realidades que estaban ahí,
1 es un punto. 2 es una línea, que es listas para ser descubiertas?”.
Fue a propósito de San Anselmo y eso lo que hay entre dos puntos. 3 es una Entonces, aparece la pregunta: ¿qué
de contar ángeles la primera vez que superficie, formada por líneas, que a quiere decir Frege cuando pregunta qué
José Javier habló de Frege, y ante la su vez fueron formadas por puntos. Y es el número? Como ya te diste cuenta,
misma cara que están poniendo uste- 4 es un sólido, formado por líneas: no es lo mismo que podría preguntarse
des de no-me-friegues tuvo que dar Pitágoras. Es más, la respuesta de José
vueltas entre explicación y explicación, Javier no es breve, ni pareja; es chipo-
para que pudiéramos entenderlo. Al tuda y tardada. Además de larga, dice
comienzo, en la mitad y al final, repitió la prima Lola, es medio enredada. Pero
lo del tercer peligro: “La filosofía es José Javier piensa que pasito a pasito se
histórica. Si descontextualizamos una gana una maratón o, de a perdis, se lle-
cuestión, podemos no entender lo que ga a la meta. A lo mejor Lola dice que
un filósofo preguntó”. Y para seguir es enredada porque José Javier habla
explicando, a José Javier se le ocurrió de muchos tipos que uno ni en cuenta.

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III ka, vivió la mayor parte de su vida en
otra tierra, la chevesland: Alemania. Ahí
Para entender qué quiso preguntar diante diagramas y, toma nota, también le hizo a eso de dar clases, no a la cer-
Frege, José Javier proporcionó algu- mediante números. Comenzó a dedicar- veza, en la Universidad de Halle, don-
nos datos sobre la época en que hizo se a este proyecto desde 1679, pero lo de los que tronaban sí le hacían a la
su cuestionamiento. Para ello comen- concretó allá por 1686. cerveza y no entraban a clases.
zó hablando de Leibniz. Leibniz consideró haber descubierto, En ese tiempo, otros especialistas en
Decir ‘Leibniz’ a Leibinz es de cua- entre otras cosas, cómo todas las ver- quebraderos-de-cabeza (o sea, mate-
tes, porque su nombre completo era dades pueden ser expresadas mediante máticos) habían hecho caso omiso de
Gottfried Wilhelm Leibniz. Como mu- números, y cómo nacen las verdades la protesta de Gauss (matemático que
chos otros, dedicó gran parte de su vida contingentes, y cómo tienen de alguna nació el Día del Niño de 1777) con res-
a un proyecto. En su caso se compro- manera naturaleza de números incon- pecto a la utilización de las cantidades
metió a la construcción de una scientia mensurables. Todo esto parece fácil, infinitas como si fueran entidades ma-
universalis, un método que permitiera pero si lo piensas más detenidamente, temáticas reales. Gauss alegaba que ha-
producir un conocimiento a partir de estaba proponiendo algo así como a la blar del infinito no era más que eso:
otro, y que lo hiciera de una manera tatarabuelita de Casiopea (Casiopea es una simple forma de hablar. Esos ma-
más segura y eficaz que los métodos la computadora de un profe, que de temáticos que se divertían con el infini-
conocidos hasta su época (el silogismo tan vieja y usada “casi opea”). Con todo to eran: Riemann, Lupschitz, Hankel y
de Aristóteles, por ejemplo). Gracias a ello, la pregunta obligada era si eso se- Weierstrass. Pero no te vayas con la fin-
ese método serían asequibles, hasta ría posible. Es decir, ¿sería posible que ta, ellos le entraron al infinito pero no
cierto punto, las verdades de la razón a partir de un sistema de signos y de mirando cómo se pierde el cielo en lo
mediante un cálculo, como se hace en un cálculo se obtuvieran nuevos co- oscuro, sino en la escala mini; le hicieron
aritmética y álgebra. Imagínate, ¡casi nocimientos? Lo interesante del asun- al cálculo infinitesimal.
casi un método para pensar y, por tanto, to es que se ocuparían las mismas ope- Cantor (que se dice como si fuera
producir conocimientos! raciones que con los números y a los ‘cántor’ y no ‘cantór’) tiró para otro
Llamó inventio a la construcción de mismos números, pero para producir rumbo, de esos que apantallan: en lu-
conceptos complejos y de juicios a par- algo diferente a los números. gar de meterse con lo pequeñititito, se
tir de conceptos muy simples. Para ello, Tenemos aquí, pues, elementos para puso de igual a igual con lo grando-
decía que en primer lugar debían des- entender en una cierta forma a la pre- totote. Y la cosa no es simple; uno
cubrirse los conceptos más simples y gunta ¿qué es el número? Pero la cosa puede burlarse de algo pequeño. Ve un
asignarles de una manera adecuada, se- no quedaba ahí, el panorama debía ser ratón y se ríe (bueno, Lola mi prima
gún su materia o esencia, signos o ca- más amplio, para ello aparece Cantor corre, gritando a todo pulmón), pero
racteres, mediante los cuales fueran en escena. qué tal si fuera un elefante caminan-
unívocamente simbolizados, o sea, que do hacia ti. Alguien llega y te dice “hay
significaran una sola cosa. Así que de 1 un virus en el ambiente”; te enteras de
seguro él no aceptaría la definición de Georg Ludwig Ferdinand Philipp Can- su nombre, su tamaño, y te encoges de
filosofía como “amor a la sabiduría”, tor (no te apantalles, suena como decir hombros. Pero si anuncian “va a caer
puesto que la primera bronca sería el “María Antonieta de la Virgen de los un meteorito sobre la escuela”, uno no
amor: qué es. ¿Sentirse bien con la per- Ángeles Negros” pero en alemán), fue sabe si saltar de alegría porque se aca-
sona amada, procurar el bienestar de la un matemático que nació en San Pe- ba el sitio de tormento, o llorar por-
persona amada, conocer y servir, co- tersburgo (cuando San Petersburgo era que no va a tener dónde reunirse con
nocer y cuidar, o un simple becho-aba- San Petersburgo y no el vulgar Lenin- sus amigas y amigos. Sea como sea, a
cho-y-apapacho-y-mejor-entre-más-oscuracho? grado, diría la tía Lupe, tan aficionada lo pequeño lo desdeñamos, pero como
Pero regresando al inventio, esta carac- a ir en contra de lo que suene a rojo) que lo grande sí que nos impresiona.
terística creadora habría de constituir en 1845 (cuando ni los sanpetersbur- Bueno, si alguien se pregunta “¿Qué
una Mathesis universalis que abarcara en gueses imaginaban que cambiarían su es lo finito?”, la respuesta más fácil que
particular a la lógica y a la matemática, gentilicio por leningradenses) y murió puede ocurrir es: lo que tiene límites.
aunque de manera limitada. Inclusive en 1918. Como muchos otros, aunque Ajá, ¿pero qué es lo infinito? Y con
intentó representar al razonamiento me- nació en la tierra de los zares y el vod- esta pregunta la puerca tuerce el rabo.

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Parece que Cantor se hizo la pregun- do) matas a una hormiga, pero dando como aparece en la tablita de abajo,
ta, pues se echó un rollo de esos com- el mismo golpe a un elefante, ni siquiera vemos que no es correcto considerar
plicados, tanto que suenan a paradoja. le hace la trompa de lado, como que- que la cantidad de pares más la de los
Aunque Cantor no fue el primero al riendo reírse; vamos, ni siquiera se le impares es mayor que la de los pares
que se le ocurrió eso que puede sonar eriza un pelo de la barba (¿tienen los solitos.
extraño (lo de la paradoja). Antes de elefantes barba?). Y para hacer mue-
él, Bolzano dijo que existen conjuntos cas de elefante, he aquí la versión (más 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10...
infinitos. Tomando en cuenta que dos o menos igual, conste) de José Javier
conjuntos pueden ser equivalentes (que de cómo lo ilustró Cantor. Lo hizo di- ×× × × × × × × × ×
pueden ser puestos en correspondencia ciendo que el conjunto de los núme- 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20...
biunívoca, es decir, que sus elementos ros naturales es equivalente al conjun-
pueden ser relacionados uno a uno), la to de los naturales pares. Para hacer más efectiva esta idea,
equivalencia, en el caso de los conjun- Para entenderlo bien, recuerda: el to- imagina que tienes frente a ti la tabla
tos infinitos, es que una parte del con- do no es mayor que alguna de sus par- completa. Por lo tanto, supón que antes
junto es equivalente al todo. Sí, ya sé tes. Si pensamos en los números na- ya se han escrito muchos, pero mu-
que como yo, tampoco tú le entendis- turales como el todo, sus partes serán chos muchos muchos números; arriba
te, así que veamos de qué otra manera los números pares y los impares. Así, los naturales, del uno en adelante, y
lo explicó José Javier. ¿qué hay más: números pares e impa- abajo los pares, empezando del dos
En 1887 Dedekind definió lo que es res, o pares solamente? Para contestar y hasta donde el cuerpo aguante. Bue-
una clase infinita. Pero ¡aguas!, ¿eh? No esta interrogante uno puede ensayar dos no, para no hacer más largo el cuento,
vayas a pensar que una clase infinita respuestas. imagina que estás frente a los últimos
es una de esas clase aburridas aburri- La primera que viene a la mente aquí cuadros de la tabla. Ahora escribe con
das, tediosas tediosas, en las que los está: si por una parte tengo la serie 1, qué números terminaría esa tabla.
profes se la pasan hablando y hablando 2, 3, 4, 5, 6..., y por otra parte la serie Claro, no se puede. Basta que al nú-
o dictando y dictando, o contando chis- 2, 4, 6..., el número de pares e impares, mero que pensaste como último en la
tes sin chiste, y en las que no encuentras el primer conjunto, es mayor que el de hilera de arriba le sumes uno (1) para
la hora en que se acabe. Dedekind dijo los pares solos, segundo conjunto. que la tabla se continúe. Simplemente
que una clase es infinita cuando es si- Para ensayar otra respuesta, vamos no se llega al término del número de
milar a una parte propia de sí misma. a contar, pues sólo así sabremos con los pares y de los impares, como tam-
Cantor lo expuso de otra manera: una certeza qué hay más. Pero ahora tene- poco del de los pares solos. Entonces,
clase infinita tiene la característica (muy mos otra pregunta: ¿qué es contar? ¿cuál es mayor? Como no se puede
suya, por cierto) de que el todo no es Esquivemos las dificultades poniendo contestar, lo preguntaremos de otra
mayor que alguna de sus partes. un ejemplo. Organizas una fiesta. Ha- manera: ¿qué número nos permite sa-
¡Órale! ¿Qué onda, eh? Decir que “el ces tamales o los mandas hacer, o los ber cuántos números pares hay?
todo es mayor que cualquiera de sus compras. A cada invitado le das un ta- “Ahora viene lo bueno”, anticipa José
partes” pasa, se acepta; pero que “el to- mal. ¿Cuántos vinieron a la fiesta? Lo Javier. Si el conjunto de los números
do no es mayor que alguna de sus par- sabrás poniendo en hilera la envoltura naturales es infinito, entonces no hay un
tes...” Cómo va a ser que el cuerpo de de cada tamal; por cada envoltura hubo número natural con el que termine-
alguien no sea mayor que uno de sus un invitado que pasó al rango de asis- mos de contarlos, o sea, no hay un
dedos, o que sus ojos, o que la espalda. tente. Claro, este proceso fallará, si es número natural que pueda describir
En respuesta José Javier salió con una que alguno de los invitados se aganda- su cardinalidad. Pero ya que se puede
de esas frases que dejan en silencio a yó dos tamales o más. Pero suponien- poner sucesivamente un número na-
cualquiera... porque se oyen magistra- do que tus cuates no se mandan con la tural sobre su duplo (establecer una
les, aunque no se les entiende ni pizca: tamaliza, se cumple que por cada ta- correspondencia biyectiva, dice José
“Lo que para lo finito es evidente, para mal comido, un invitado. ¿Qué hemos Javier, entre la clase de los números
lo infinito es falso”. hecho al contar? Poner en correspon- pares y la clase de los números natura-
Y sí, ya pensándolo con calma, como dencia. les), lo que se ha hecho, ni más ni me-
que con un golpe de uña del dedo me- Entonces, si hacemos corresponder nos, ha sido contar a los pares igual
ñique de la mano derecha (si eres zur- a cada número natural con su duplo, que se cuenta una colección finita o el

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número de invitados a la fiesta. Y, co- bre la teoría de números que publicó
mo hemos visto, tienen la misma cardi- en 1872. Interesado sobre la noción
nalidad... así que está demostrado: el oro, Cantor empleó un símbolo dife- de continuidad, estableció una compa-
todo no es mayor que alguna de sus rente a los que se ocupan para los nú- ración tomando como base a la recta
partes (si Robin, el Joven Maravilla, meros naturales. Se trata de ℵ, que es numérica.
hubiese estado presente durante esta la primera letra del alepheto hebreo Llamémosle L a la recta numérica.
demostración, exclamaría “!Santos nú- (Aleph suena ‘aléf ’, como la efe de Ra- En L hay un punto por cada número
meros infinitos, Batman!”). phael –Rafael– o la de Phoenix –fínix–; natural.
Y José Javier siguió. “A Cantor se le claro, si mi tía Lupe me oyera diciendo
ocurrió llamarles ‘contables’ o ‘nu- que no es alfabeto sino alepheto o ale-
merablemente infinitas’ a las clases in- feto porque no podemos decir ‘abece- 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
finitas que pueden ponerse en corres- dario hebreo’, pues no tiene a, b, c; tam-
pondencia biyectiva con los números poco podemos decir ‘alfabeto’, pues no Hay también un punto por algunos
naturales, por lo tanto, a las clases que tiene α, β, χ, de seguro que me da una racionales (fracciones racionales: ½, ¼,
pueden ser contadas. Además demos- reprimenda de aquéllas). Bueno, a fin por ejemplo).
tró que no sólo era numerable el con- de cuentas, Cantor se inclinó por usar
junto de los naturales, sino también el un símbolo compuesto ℵ0. “Enton-
de los cuadrados perfectos y el de los ces”, dice José Javier, “si alguien nos 0 1/2 1 1/4 2
racionales. Pero una clase que no es pregunta cuántos números naturales
numerable, dijo Cantor, es la de los hay, tenemos que contestarle que hay Pero no hay un punto por cada uno
números reales”. ℵ0 números naturales”. de los racionales. En otras palabras, en
“Ahora ampliemos la idea”, propuso Pero Cantor no se quedó ahí. Pensó L hay agujeros. Vamos, entre dos ra-
José Javier. “Como todos los conjuntos que había otros números transfinitos, cionales siempre hay otro racional, lo
finitos son contables y ya que podemos y todavía más, imaginó que había un que forma un conjunto denso pero
asignar un número a cada uno de ellos, número infinito de transfinitos. Enton- con huecos. Esto llevaba a la necesi-
se antoja (igual que le apeteció a Can- ces, la cardinalidad de los números dad de crear nuevos números que lle-
tor) asignar a la clase de todos los nú- naturales tendrá que ser la más peque- naran esos huecos y dieran a L com-
meros naturales un número que ex- ña de todas las cardinalidades. A eso pleción o continuidad. ¿Y cómo llenar
prese su cardinalidad. Pero, ojo con lo se debe el 0 de ℵ0, y por eso es que hay esos agujeros? ¿cómo saber que se lle-
que sigue, en acuerdo con nuestra des- todo un desfile de alephs: ℵ0, ℵ1, ℵ2, na la recta y que ya no hay huecos?
cripción de conjunto finito, ningún nú- ℵ3, alephcétera. Dedekind propone las cortaduras... y
mero entero de esos con los que tra- Hasta aquí tenemos, pues, otra for- en honor a él, aquí le corto.
tamos todos los días viene a ser ade- ma de entender a la pregunta que nos Como te das cuenta, tenemos ahora
cuado para describir la cardinalidad de ocupa “¿qué es el número?”. Pero co- otra forma más de entender qué es el
toda la clase de los números enteros. mo ocurrió antes, el panorama es más número. Y como el panorama es aún
Pues asignar un número natural para amplio, así que tenemos que traer a más amplio, convocamos a Peano para
contar a los naturales sería como el caso Dedekind de su camerino. que entre a escena.
del jinete que cabalgando por la llanu-
ra cae en un pantano, y se saca con 2 3
todo y montura jalándose de los cabe- Julius Wilhelm Richard Dedekind na- A diferencia de Leibniz, Dedekind,
llos”. Así que, como diría Brozo, el pa- ció en Burnswick, allá por el sexto día Cantor, Kronecker y Weierstrass, que
yaso tenebroso: esta es la neta, la real del décimo mes de MDCCCXXI y murió nacieron en la tierra de BBB (Bach,
y pura historia, la neta de las netas acer- en MCMXII en su segundo mes en su Beethoven, Brahms), Peano vio la luz
ca de cómo fue creado el primero de decimosegundo día (perdona por no por vez primera en la tierra del spag-
los números transfinitos para descri- anotar la hora pero no la sé). A él no le hetti, del Papa y de Silvester Stallone.
bir la cardinalidad de las clases infini- fue como a Cantor; a Cantor le fue de Entre otras cosas, Peano fue el pri-
tas numerables. a feria y a Dedekind como en feria. mero en emplear los símbolos ⊂, ∈,
Ya metido en estos lugares poco La parte que nos interesa de su tra- así como el de unión e intersección.
usuales, y para cerrar con broche de bajo corresponde a unos ensayos so- Pero lo que aquí más nos interesa de

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¿ q u é e s e l n ú m e r o ?

Peano son sus postulados, que apare- nas cosas que valen para un número quilidad, porque nos falta la parte fuer-
cieron publicados en su artículo de natural pequeño como el 1, valen para te: Frege.
1891, Sul concetto di numero. Aunque es un número grandote como el 1000,
necesario aclararte que su notación de- 10 000, 100 000, 1 000 000 o más. 4
finitiva toma forma en 1901. Veamos una aplicación de esto úl- Al contrario de Cantor, que gozó de
Los postulados fueron redactados en timo. Pongamos que el gobierno de fama, Frege, igual que Dedekind, no
italiano y he aquí la traducción de los Nopalandia es nuevo y decide acuñar fue aceptado ni reconocido en su épo-
cuatro primeros: su moneda. Hacer monedas cuesta ca (fíjate en otro mito, habría dicho José
mucha moneda, así que hay que idear Javier: que cada filósofo era importan-
0) 0 ∈ Cls; una forma en que se acuñe la moneda te en su época; a unos ni los pelaban).
1) 0 ∈ N0; necesaria y a la vez que sea suficiente Friederich Ludwig Gottlob Frege na-
2) a ∈ N0 · ⊃ · a+ ⊃ N0, donde a es para las necesidades del país. ¿Qué de- ció en 1848. El tipo no apantallaba:
idéntico a a + 1; nominaciones hacer? A alguien se le era bajo, bastante tímido, extremada-
3) S ∈ Cls · 0 · ∈ S : x ∈ S · ⊃x S · x+ ocurre que tres: un baro, dos baros y mente introvertido, y apenas miraba a
∈ S : ⊃ · N0 ⊃ S; tres baros. La pregunta es si serán los sus auditorios, que generalmente fue-
necesarios y los suficientes para for- ron poco numerosos. Para muestra, un
Ya sé, ya sé; sigue estando en italia- mar cualquier otra cantidad. He aquí botón: en una ocasión, allá por 1913,
no. Para que nos entendamos, aquí está la prueba. llegó a tener sólo tres alumnos, y para
la versión en español decente. colmo, uno de ellos era un comandan-
C ANTIDAD EN COMBINACIÓN DE LAS te jubilado del ejército, aficionado a es-
0) Los números naturales forman BAROS DENOMINACIONES tudiar las nuevas ideas en matemáti-
una clase; cas. Esto en la Universidad de Jena,
1) Cero es un número; 1 1 donde dedicó su vida adulta a dar cla-
2) Si a es un número, su sucesor tam- 2 2 ses de matemáticas.
bién es un número; 3 3 Profesionalmente, no le fue bien. A
3) Sea S una clase y 0 un elemento 4 2+2 lo máximo que llegó, y eso más o me-
de esa clase tal que si x es un número 5 2+3 nos a los sesenta años (es decir, allá
que pertenece a S, entonces para cual- 6 por 1913), fue a Professor Extraordi-
3+3
quier x su sucesor pertenece también narius (algo así como profesor asocia-
7 2+2+3
a la clase; entonces, todo número está do o suplente). Su obra fue práctica-
8 2+3+3
en S. Por cierto, a este postulado se le mente desconocida en Alemania; ni los
9 3+3+3
conoce como “principio de inducción”. matemáticos ni los filósofos le pres-
10 2+2+3+3 taban atención. Frege padeció el si-
Sí, otra vez; ya sé. Sigue estando en 11 2+3+3+3 lencio de sus contemporáneos en tor-
italiano. Pero veamos en castellano al- 12 3+3+3+3 no a su trabajo. Ni siquiera hubo edi-
gunas de las muchas cosas importan- 13 2+2+3+3+3 torial que estuviera dispuesta a pu-
tes que podríamos señalar de esto: 14 2+3+3+3+3 blicar lo que constituiría su obra prin-
15 3+3+3+3+3 cipal, los dos volúmenes de los Grund-
• Peano comienza a partir del cero y 16 2+2+3+3+3+3 gesetze der Arithmetik.
no del uno. En ese tiempo otro alemán andaba
• Destaca la idea de construir los nú- ¿Será necesario seguir haciendo esta pisando fuerte en la filosofía: Edmund
meros a través del sucesor, es decir, la comprobación? ¿En qué número ten- Husserl (1859-1938) y su fenomeno-
posibilidad de construir la serie de nú- dríamos que detenernos? He aquí, en logía. Sí ya sé, no protestes; a mí tam-
meros ocupando la sencilla y simple vivo y a todo color, la importancia del bién me pareció una palabra extraña
idea de a= a+1 (si alguna vez has pro- principio de inducción. esa fenomenología... Bueno, sigamos.
gramado, recordarás qué útil resulta esta Como te habrás dado cuenta, a es- En 1981, Husserl presentó sus ideas
idea). tas alturas, eso de que tenemos forma respecto a cómo se forman los nú-
• El otro detalle importante es que, de entender qué es el número, ya sue- meros en su Philosophie der Arithmetik,
mediante el principio de inducción, algu- na a vacilada. Pero tómalo con tran- mejor dicho, cómo se forma la idea

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del número. Según Husserl, el con- ¿acaso en tus calificaciones?), pero
cepto de número se forma a partir nunca has visto un mugre 5. ¿O sí?
del concepto de multiplicidad. Esta El primer paso que dio Frege y que Pero como diría Michael Ende, uno
idea, la de multiplicidad, se despren- consideró fundamental, fue clarificar de los autores predilectos de José Ja-
de a su vez de la comparación de el carácter de los enunciados numéri- vier, eso forma parte de otra historia.
complexos concretos, es decir, totali- cos. Ajá, ¿pero qué es un enunciado
dades cuyas partes están conectadas numérico? “Tengo una muela picada”
colectivamente. Para no hacernos bo- es un enunciado numérico, como lo
las, consideremos que una totalidad son: “El Guadalajara y el América son BIBLIOGRAFÍA
es una silla, que una totalidad es un dos equipos tradicionales”, “he tenido
escritorio o lo es un pizarrón. Así, veinte novias en dos semanas” o “van Bachelard, G. (1984). La filosofía del no. Ensayo de
aunque la silla está formada por ma- cinco novios que me espanta el mula una filosofía del nuevo Espíritu Científico.
dera, clavos y pintura, como silla es de mi hermano”. Amorrortu, Buenos Aires.
una totalidad. Ahora, ¿cómo represen- Ahora bien, según Husserl, los enun-
Carnap, R. (1992). Autobiografía intelectual. Paidós,
tamos la conexión entre esas totalida- ciados numéricos corresponden a la
Pensamiento Contemporáneo 23, Barcelona.
des? Pues diciendo: “En el salón hay pregunta ‘cuántos’. “Y aquí está el de-
una butaca, un escritorio y una piza- talle”, diría Frege, si hubiera conocido Collette, Jean-Paul (1998). Historia de las matemáti-
rra”, que es lo mismo a que dijéra- a Cantinflas: si recordamos la idea de cas 2. Siglo XXI, México.
mos: “hay una butaca y un escritorio Husserl de “uno y uno y uno y...”, la Díaz, J. L. (1997). “Número y forma: la danza de
y una pizarra”. En otras palabras, la expresión “Guadalajara y América son Pitágoras”, El ábaco, la lira y la rosa. FCE, La
forma en que se representa la cone- dos”, no pueden ser respuesta a ‘cuán- ciencia para todos 152, México.
xión es mediante la ‘y’. Pero hay que tos’, pues no preguntamos “¿cuántos
Frege, G. (1892). “Sobre el sentido y la
advertir que esta conexión consiste son Guadalajara y América?”, sino
denotación”, Semántica filosófica (Tomás Moro
única y exclusivamente en el acto de “¿cuántos son los equipos tradiciona-
unir. Así, a partir de cada conexión les en México?” S). Siglo XXI, Argentina.
colectiva de contenidos, concreta- Y con esto llegamos a algo impor- Guthrie, W. K.C. (1991). Los filósofos griegos de Tales
mente dada, llegamos al número que tante: para tener acceso a lo que son a Aristóteles. Breviarios 88, FCE, México.
corresponde al complexo en cuestión las matemáticas y específicamente a lo Kasner, E. y Newman, J. (1987). Matemáticas e
al abstraer de “algo y algo y algo y...”, que es el número, lo que tenemos que
imaginación I. Biblioteca científica 70, Salvat,
y llegar a “uno y uno y uno y...” saber es qué decimos cuando decimos
Barcelona.
Claro, Frege considera que esta ex- “¿qué es el número?”. A partir de esto
plicación de Husserl era simple. Es muchos consideraron que Frege estu- Leibniz, G. W. (1986). Generales inquisitiones de analysi
decir, un simple intento para justifi- dió lingüística o alemán porque se in- notionum et veritatum. Investigaciones genera-
car un tipo de interpretación del nú- teresó en el lenguaje, pero trató de sa- les sobre el análisis de las nociones y las
mero que es ingenua, valiéndose para ber qué queremos saber cuando deci- verdades. Versión castellana: Beuchot, M., y
ello de un lenguaje que pretendía ser mos “¿qué es el número?”. Herrera-Ibañez, A. , IIF-UNAM, Estudios clá-
científico. Este Frege no se andaba con Bueno, ¿y cuál fue la respuesta de
sicos, México.
“ay, pobrecito de Husserl, mejor no Frege? Pues ésta: se confunde al nú-
Russell, B. (1905). “On denoting” Versión castella-
lo critico”. Bueno, tampoco Husserl, mero con el numeral. 1, 2, 3, 4... son
que criticó los Grundlagen der Arithmetik numerales, es decir, son nombres. Co- na de Moro, S. Tomás “Sobre el denotar”,
de Frege, diciendo que tenían sus ase- mo ‘José Javier’ es el nombre de José Semántica filosófica. Siglo XXI, Argentina.
gunes. Pero Frege, que por cierto le Javier, o ‘punto’ es el nombre de ·, o Sánchez Pozos, J. Javier (1989). “Principios ge-
intelegía más a eso de los números, ‘ayer’ es el nombre del día anterior. Es nerales de una teoría fregeana del nombre
hizo notar algunos de los errores que decir, a todo nombre hay asociados un
para la lógica formal”, Signos. Anuario de
Husserl cometió en esas interpreta- significado (Sinn) y un denotado (Bedeu-
Humanidades. Historia y Filosofía. Tomo II,
ciones ingenuas. Por ejemplo, la bron- tung). Entonces, 1, 2, 3, 4... son nom-
ca que se armaría con los números bres, sí, ¿pero nombres de qué? Es UAM-Iztapalapa, México.
grandes. Para hacer notar el otro ase- decir, ¿cuál es su denotado? Porque Thiel, C. (1972). Sentido y referencia en la Lógica de
gún, se sirvió del análisis del lenguaje. habrás visto muchos 5 (numerales, Gottlob Frege. Técnos, Madrid.

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