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5 reglas para ahorrar

Muchos son los intentos y, por desgracia, también muchas las veces en que el ahorro se queda
sólo en un buen propósito. ¿Por qué es tan difícil ahorrar? Aunque cada situación es diferente, en
la mayoría de los casos se ignoran ciertas reglas básicas que, si bien no son sencillas, sí son
muy efectivas.

Aquí te las presentamos.

1. Ahorrar una cantidad fija al mes


El primer error es pensar en guardar "lo que sobre" a fin de quincena y la realidad es que muchas
veces no hay sobrante, sino todo lo contrario. Por eso es fundamental que al distribuir los
ingresos del hogar se destine de manera obligatoria una cantidad fija al ahorro, como se hace
con el pago de los servicios. Es fundamental empezar "hoy, hoy, hoy". De ser posible este mes, a
más tardar el siguiente. Recuerda que la constancia es indispensable. No dejes pasar un mes sin
ahorrar y tampoco caigas en la trampa de gastar de más pensando en que "guardarás lo doble el
siguiente".

Como todo buen hábito, cuesta trabajo adquirirlo. Por fortuna hay diferentes maneras de
reforzarlo: anota en tu agenda o registra en tu PDA como una tarea pendiente el depósito a tu
cuenta.

Puedes también programar recordatorios en tu correo electrónico. Si esto no basta, busca un


aliado de mucha confianza para que te recuerde cuándo debes ahorrar. Empieza con un monto
pequeño para que no se convierta en camisa de fuerza. Si el compromiso personal no es
suficiente existen otras alternativas como las cajas de ahorro.

2. Pensar a largo plazo


El segundo error más frecuente es pensar sólo en el presente, en lo que compras hoy con un
monto determinado.

Si por ejemplo sólo puedes ahorrar 500 pesos al mes (¡excelente!) en un año reunirías seis mil
pesos; en tres, 18 mil pesos y en cinco años, 30 mil pesos, más los intereses generados por una
buena inversión. Hoy estos mismos 500 pesos te alcanzarían para una abundante y buena
comida.

Para tener éxito en el ahorro piensa a mediano y largo plazo: mínimo 12 meses. Recuerda que
más importante que el monto es la constancia. Si no puedes guardar ni los 500 pesos del
ejemplo, no importa, ahorra lo que esté dentro de tus posibilidades y haz cuentas para que sepas
cuánto podrías reunir.
3. Definir un objetivo
Ahorrar con un fin determinado (el capital inicial para arrancar tu negocio, vacaciones al
extranjero, una maestría, el enganche de una casa) es el mejor incentivo. Es preferible iniciar con
metas a corto plazo (entre tres y seis meses), así los beneficios alcanzados reforzarán el hábito
del ahorro.

Tras alcanzar un par de objetivos de corto alcance intenta con uno de mediano plazo (uno a tres
años), para finalmente asumir un reto de largo aliento: comprar una casa, pagar un seguro de
estudios para los hijos, etc.

Para lograr los objetivos es muy importante elaborar un proyecto financiero, que consiste en
definir tres aspectos:

a) Qué quiero

b) En cuánto tiempo y

c) Cuánto debo destinar al mes para reunir la cantidad final.

Por ejemplo:

a) Una bicicleta de montaña que cuesta dos mil 800 pesos.

b) La quiero para octubre 2016 y empezaré a ahorrar en junio 2016.

c) Debo guardar 560 pesos al mes.

Mientras más realista seas al elaborar tu proyecto financiero, más probabilidades tendrás de
alcanzar el objetivo.

Retomando el caso anterior, si tu nivel de ahorro mensual no supera los 500 pesos, difícilmente
podrás reunir el dinero necesario para comprar la bicicleta de contado. Así que la opción es
retrasar unos meses la compra.

4. Incrementar el ahorro, no el gasto


Es muy común que cuando los ingresos familiares aumentan también se incrementen los gastos
casi de manera inmediata, en lugar de destinar el dinero extra o una buena parte de él al ahorro,
que sería una decisión más conveniente.

Vale la pena preguntarse: si hasta antes del aumento en los recursos tú o tu familia vivían con
-digamos- 12 mil pesos al mes, no hay razón para que no puedan seguir cubriendo sus
necesidades con la misma cantidad.
Quizá la mejor opción sea destinar 50 por ciento del dinero extra al ahorro y el otro 50 por ciento
al gasto corriente. Mientras más ahorres, mayor será el monto acumulado y más rápido
alcanzarás las metas.

5. Atreverse a invertir
Ahorrar e invertir no son sinónimos. Tener el dinero en una cuenta bancaria es casi como
guardarlo debajo del colchón, en cuanto a intereses generados se refiere.

Por fortuna, existen en el mercado diversas opciones de inversión redituables (algunas muy
redituables), que se ajustan a diferentes necesidades y presupuestos (de ellas hablaremos en
próximas ediciones). No se necesitan millones para invertir en ellas, de hecho algunas inician
desde 10 mil pesos.

El dinero termina perdiendo valor adquisitivo por efectos de la inflación. El siguiente paso natural
tras lograr ahorrar durante uno o dos años es la inversión. Si tú trabajas con empeño ¿por qué tu
dinero no?

¡Rompe con los mitos!


La falta de información es tierra fértil para la generación de mitos. Aquí algunos de los más
frecuentes en torno al dinero:

* El ahorro es sólo para quienes tienen ingresos elevados.

* Se necesitan millones para invertir en el mercado de dinero.

* De nada sirve ahorrar 100 pesos.

* Las cuentas bancarias son una buena opción para invertir.

* Comprar a crédito es la única manera de adquirir bienes y servicios.

EN MEDIA CUARTILLA EXPLICA

¿Qué te parecen estas reglas? ¿Cuáles aplicarías?


¿Por qué consideras importante ahorrar?
Me parece interesante comenzar un ahorro para usar
en algún futuro ya sea en algún viaje, pago de
colegiatura, comprar algún bien que desees como
entretenimiento o ropa, liquidar cuentas, en mi caso
uso ahorro por medio del banco por cada compra que
realice con tarjeta y se me redondea y me descuentan
dinero automáticamente por quincena, así que de esa
manera tengo un buen ahorro efectivo.

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