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GENEALOGÍA E ILUSTRACIÓN
1
Véase el texto ¿Qué es Ilustración?, Immanuel Kant.
del juicio final para los cristianos y el estado de ilustración para El siglo de las
luces. Ambos momentos brillan cual ideales inalcanzables e impulsores para
ambas corrientes de pensamiento; ambas ven, en su manera de concebir la
historia, al movimiento de las sociedades humanas como uno que
irremediablemente llegará a un fin ya previsto de antemano. Todas y cada una de
las acciones humanas serán cual hojas en el viento de un porvenir ya predicho y
establecido.
Para Kant, hablando más específicamente, todos los hechos humanos, asentados
en una naturaleza humana esencialmente racional, por más caóticos y brutales
que puedan parecer, están unidos y son dirigidos por algo que él llama “hilo
conductor de la naturaleza”2 que les conecta y asegura su progresivo avance
hacia aquella quimera del fin de la historia: el estado de ilustración.
¿No es el hilo conductor de la naturaleza una argucia parecida a aquel invento de
la voluntad divina y el plan divino que tan sólo sirven para justificar los muchos
tropiezos de una humanidad fragmentada, desordenada y revoltosa?
2
Véase Para una historia universal en clave cosmopolita, Immanuel Kant.
ahora sobrespiritualizada, refinada hasta el punto de tener compasión de sí
misma.
Es pues fehaciente que Kant y la Ilustración proponen una legislación tanto legal
como moral similar para todas las naciones, lo cual posibilite la objetividad en la
denominada “humanidad”; ya no habrá diferencias radicales entre una y otra
cultura, sino que ahora todas ellas quedarán “incluidas” en el todo del mundo
civilizado, perdiendo su carácter diferenciador y dejando sus pasiones primordiales
y más espirituales en el olvido por ir en pos de las virtudes que coadyuven a
aquella teleología que según tales discursos debe regir la vida humana: la vida
transmundana o el estado de ilustración.
Ambas corrientes son, por definición, nihilistas en función de que niegan el “más
acá” para poder ir tras un “más allá”. Es claro como la Ilustración es producto del
cristianismo, la Ilustración tiene entrañas de cristiano
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Véase la Genealogía de la moral, tratado I, Friedrich Nietzsche.
La Genealogía es un modo de perspectiva y acercamiento a los sucesos
históricos, sociales y morales de una manera distinta, ella no pretende ser todo
abarcadora y abrazar bajo su ceno todos y cada uno de los sucesos de la historia
de la humanidad, viéndolos desde una perspectiva metodológica rígida y
establecida como lo hace Kant en su visión histórica: la Genealogía nunca tiene
una piedra angular (como lo es aquel “tender hacia el progreso” propio de la
Ilustración) desde la cual parte su análisis, la Genealogía es consciente de que
cada palabra y cada concepto tienen una historia, un proceso singular a través del
cual fueron creados en una cultura, desde esa cultura y para esa cultura; la
Genealogía sabe que cada concepto está profundamente teñido de los valores
propios de la sociedad que le creó. Todo valor visto desde la perspectiva
nietzscheana es pues Erfindung4, es una creación, es una manufactura manual y
espiritual que para nada posee una validez absoluta.
¿En qué lugar quedan la idea del progreso y la dirección de la humanidad hacia
un bien mejor?
Quedan ante la Genealogía como una mera invención propia de una época que
necesitaba empoderar al hombre después de siglos de haberle ignorado. Es la
traspolación de la esencia cristiana (lo cristiano es también una invención,
Erfindung) de la idea de juicio final y el paraíso a la idea de que la humanidad
llegará a ser civilizada y armónica a través de su razón.
La idea misma de que la razón es el factor esencial en el hombre, es en este
punto ya vista como un absurdo. Para la Genealogía es el pathos propio de cada
cultura el que le dirige y que impregna cada una de sus acciones; la razón es la
pasión ilustrada, del mismo modo que un día fue la fe para el cristianismo.
4
Véase el genial estudio de Foucault Nietzsche, la genealogía, la historia.
También Die logische Herkunft, Procedencia de lo lógico §11, La gaya ciencia, Edit. Colofón, trad. Germán
Cano, 2001:
“¿De dónde surgió la lógica en las mentes humanas? Seguramente de lo ilógico, cuyo reino tuvo que ser,
originariamente, enorme.(…)”
A su vez, esta perspectiva nietzscheana hace un constante rechazo a la
concepción de la historia monumental, aquella que sólo se encarga de ver los
“grandes” y muy visibles sucesos de la humanidad, como lo son las guerras,
revoluciones, dinastías, etc. y que a partir de ellos, como si fuesen un origen,
pretender entender los procesos del mundo. Nada más diferente al modo de
proceder genealógico, el cual se basa en un origen que no piensa como absoluto
o primero, la Genealogía es consciente de la imposibilidad de encontrar el origen
(Ursprung) de tal o cual suceso.
Ella se basa en lo minúsculo, en los bajos fondos, es un tipo de historia que se fija
en los procesos más pequeños y singulares (como lo es por ejemplo la acuñación
del concepto de Selección natural por parte de Darwin - una idea inglesa por
antonomasia) y pretende entender todas las características propias de tal,
configuradas en cuatro conceptos, que son burdamente traducidos como Origen:
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Véase Así hablaba Zaratustra, De los transmundanos.
metafísica, la cual le obliga a ver todas las cosas desde una sola perspectiva,
desde un “decir no”.
“¿todo esto no es una historia, la historia de un error que lleva por nombre verdad?
La verdad y su reino originario han tenido su historia en la historia. Apenas salimos
nosotros a la hora de las más corta sombra, cuando la luz ya no parece venir ni
del fondo del cielo ni de los primeros momentos del día.”6
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Crepúsculo de los ídolos, como el mundo-verdad se convierte finalmente en una fábula.
fragmentar aquello que se creía unido, de nuevo, no una humanidad, sino un gran
número de culturas y hombres distintos.
A su vez, Herkunft se refiere a las relaciones sociales en base a su materialidad,
esto es, el tipo de gobierno, las clases sociales y los papeles de cada individuo en
dicha sociedad.
Dicha valoración impera hasta nuestros días, la exaltación de los rasgos de la raza
blanca son innegables.
Nietzsche encuentra que fueron precisamente los conquistadores de la región de
Europa, los arios, aquellos quienes por la fuerza establecieron dichos conceptos, a
través de las relaciones de dominio que tenían con aquellos “no rubios” que les
rodeaban.
Ananké
Es la necesidad que las circunstancias exteriores e interiores imponen ¿cuáles
son esas? No hay forma de saberlo y ello no importa, pues de cualquier modo ya
nos hemos desembarazado de la creencia en procesos regulares y teleologías;
aquello que fundará y conformará esa necesidad será el Azar, Τύχη.
Son pues este cúmulo de factores los que chocan a su vez con la Voluntad de vida
y la Voluntad de poder, y de éste choque surgen las invenciones (Erfindung) del
los hombres, el lenguaje, que configura el pensamiento.
Fue la necesidad de sobrevivir a un ambiente hostil, la necesidad de protegerse de
animales salvajes, el recordar alimentos nocivos, el reconocer situaciones de
peligro, todo esto con la capacidad de encontrar lo igual7, lo semejante, un saber
que surgió por necesidad, dadas las condiciones y prácticas del hombre en aquel
entonces. Los eléatas llevaron esto al extremo con su conocimiento acerca de la
unidad, del ser, de aquella esfera parmenídea fuera de la cual, nada es.
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Die logische Herkunft, Procedencia de lo lógico §11, La gaya ciencia, Edit. Colofón, trad. Germán Cano,
2001:
“¿De dónde surgió la lógica en las mentes humanas? Seguramente de lo ilógico, cuyo reino tuvo que ser,
originariamente, enorme.(…)”
¿No era precisamente esa una principal tendencia griega – la de estando
sumergido en un vasto mundo pleno de barbaros y monstruos, de misteriosa
magia oriental, de desorden, de caos, de peligros que acechan, incluso en la
propia Grecia, enemistad y envidia con las otras poleis, el griego necesitaba a toda
costa y a todo trance el encontrar la unicidad de raza, el heleno que había surgido
de la Grecia misma, la semejanza con sus conciudadanos, la inmutabilidad y
atemporalidad de los dioses y el eterno presente del orden de las cosas -?
Los griegos no hubiesen sido el pueblo por antonomasia del Ser, si no hubiesen
sentido inmensa y aterradora la multiplicidad que les circundaba.
“Esa honradez y escepticismo más sutil tuvo su génesis en todos aquellos lugares
donde dos tesis contrapuestas a la vida, en tanto que ambas eran compatibles con
los errores fundamentales, donde, por consiguiente, se podía discutir del mayor o
menor grado de utilidad para la vida (…).”
“No sólo la utilidad y el placer, sino todo tipo de instintos tomaron partido en la
lucha por las «verdades»; la lucha intelectual se convirtió en ocupación, atracción,
profesión, deber, dignidad: el conocimiento y la aspiración a la verdad encontraron
finalmente su lugar, como una necesidad entre otras.”
Pero esta lucha entre “verdades” o posibles verdades de la que hablamos no solo
confiere dentro de sí factores que participen de los mismos errores fundamentales,
esto es, de la misma episteme o del mismo discurso, también factores que
pertenezcan a discursos totalmente ajenos pueden tomar parte en el no lugar del
combate en el cual se deciden los rumbos de la cultura; a su vez, no sólo es una
batalla, pueden darse muchas y de muchos tamaños distintos, las cuerdas se
tensan en el complejo instrumento de la sociedad, su sonido es desordenado y
con frecuencia desarmónico, muchos sonidos diferentes hay en él. ¿Cómo podrían
converger en un movimiento único como implica el hilo conductor de la
naturaleza?
Podemos concluir que los modos de ver la historia y más aún el modo de hacer
Filosofía en Kant y Nietzsche no son sólo distintos, sino que son contrarios.
Las ideas Ilustradas, que permean muchos de los aspectos de la vida y la
concepción de la vida modernas, al igual que la estatua de Nabucodonosor y que
Kant, tienen pies de barro.
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Ésta metáfora es constantemente utilizada por Nietzsche, el sueño de Nabuconodosor, Véase la Bibila.
Daniel, Capítulo II, versículos 26 al 45.
BIBLIOGRAFÍA
Para una Historia universal en clave cosmopolita, Immanuel Kant, editorial Fondo
de cultura económica.