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Etica de las relaciones duales en psicoterapia

Article · January 2003


Source: OAI

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5 authors, including:

Mercedes Borda Mas Inmaculada Torres-Pérez


Universidad de Sevilla Universidad de Sevilla
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Psicothema
Universidad de Oviedo
psicothema@cop.es
ISSN (Versión impresa): 0214-9915
ISSN (Versión en línea): 1886-144X
ESPAÑA

2003
Carmen del Río Sánchez / Mercedes Borda Más / Ma. Ángeles Pérez San Gregorio /
Agustín Martín Rodríguez
ÉTICA DE LAS RELACIONES DUALES EN PSICOTERAPIA
Psicothema, año/vol. 15, número 001
Universidad de Oviedo
Oviedo, España
pp. 58-64

Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal

Universidad Autónoma del Estado de México

http://redalyc.uaemex.mx
Psicothema 2003. Vol. 15, nº 1, pp. 58-64 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG
www.psicothema.com Copyright © 2003 Psicothema

Ética de las relaciones duales en psicoterapia

Carmen del Río Sánchez, Mercedes Borda Más, Mª Ángeles Pérez San Gregorio, Agustín Martín Rodríguez
e Inmaculada Torres Pérez
Universidad de Sevilla

Una relación dual en psicoterapia ocurre cuando el terapeuta se encuentra manteniendo, además de la
terapéutica, otra relación diferente con un paciente que puede ser social (no sexual o sexual), profe-
sional, financiera, etc. El objetivo de este estudio es examinar si un grupo de 200 alumnos de los últi-
mos cursos de la licenciatura en Psicología identificaban como no éticas seis situaciones expuestas en
un cuestionario diseñado por nosotros que implicaban el establecimiento de alguna relación dual de ti-
po social (de amistad, pareja o sexual), con algún cliente/paciente antiguo o actual. Se observaron di-
ficultades en la identificación como no éticas de algunas de las situaciones propuestas, sobre todo las
que implicaban relaciones de amistad con clientes/pacientes antiguos. El conocimiento previo del Có-
digo Deontológico del Psicólogo no proporcionó a los participantes la orientación suficiente para iden-
tificar y resolver los dilemas éticos derivados del establecimiento de relaciones duales.

The ethics of dual relationships in psychotherapy. A dual relationship in psychotherapy occurs when
the therapist is in another, significantly different relationship with one of his/her patients that could be
social (not sexual or sexual), professional, financial, etc. The aim of this study is to examine if a group
of 200 psychology students in the last course of the career, identify as unethical six scenarios propo-
sed in a questionnaire designed by the authors that involve the establishment of some type social dual
relationship (of friendship, couple or sexual), with former or current clients/patients. Difficulties were
observed in the identification as unethical of some scenarios proposed in the questionnaire, mainly tho-
se that involve relationships of friendship with former clients/patients. The previous knowledge of the
Spanish psychologist Deontological Code did not provide enough guidance to the participants in the
identification and resolution of the ethical dilemmas derived from the establishment of dual relation-
ships.

El Código Ético más explícito respecto a las relaciones duales daño a la persona con quien se mantiene la relación profesio-
es el de la Asociación Americana de Psicología (APA) que en su nal. Las relaciones múltiples en las que no es probable que se
versión de 2001-a (se espera que sea aprobado en el Congreso de cause deterioro o riesgo de explotación o daño no son antiéti-
2002) en la norma 3.05 expresa que: cas» (APA, 2001-a).

«Una relación múltiple ocurre cuando un psicólogo mantie- En el Código Deontológico del Psicólogo (CDP) del Colegio
ne una relación profesional con una persona y (1) al mismo Oficial de Psicólogos (COP), las relaciones duales no se recogen
tiempo mantiene otro tipo de relación con la misma persona, explícitamente, pero lógicamente se incluyen en preceptos más ge-
(2) al mismo tiempo mantiene una relación con una persona es- nerales, que afectan a esas y otras conductas no éticas. Concreta-
trechamente relacionada con la persona con quien se tiene la mente en el artículo 6, se hace referencia a principios éticos gene-
relación profesional, o (3) promete iniciar otra relación en el rales, tales como el sentido de responsabilidad y honestidad y más
futuro con la persona con la que mantiene la relación profe- específicamente, en los artículos 11 y 29, en los que se refiere que:
sional o con una persona estrechamente relacionada a ella. To-
do psicólogo se abstendrá de iniciar una relación múltiple si es Artículo 11: «El/la Psicólogo/a no aprovechará, para lucro
razonablemente probable que dicha relación pudiera interferir o beneficio propio o de terceros, la situación de poder o su-
en su objetividad, su competencia o en la eficacia en la presta- perioridad que el ejercicio de la profesión pueda conferirle so-
ción de sus servicios o cuando exista riesgo de explotación o bre los clientes».
Artículo 29: «Del mismo modo, no se prestará a situaciones
confusas en las que su papel y función sean equívocos o ambi-
Fecha recepción: 29-1-02 • Fecha aceptación: 13-6-02 guos» (COP, 1987).
Correspondencia: Carmen del Río Sánchez
Facultad de Psicología
Como hemos indicado, se puede observar que en ninguno se
Universidad de Sevilla
41018 Sevilla (Spain) hace una mención explícita a las relaciones duales. Sin embargo,
E-mail: cdelrio@us.es en el Meta-código de la Federación Europea de Asociaciones de
ÉTICA DE LAS RELACIONES DUALES EN PSICOTERAPIA 59

Psicólogos (llamada EFPA desde la Asamblea General celebrada datos de investigaciones en relación con el daño producido al pa-
en Londres en julio de 2001, donde se decidió por unanimidad el ciente (Pope y Vetter, 1991), las consecuencias para el terapeuta
cambio de la denominación de EFPPA por EFPA) que obliga a to- (Sell, Gottlieb y Schoenfeld, 1986) e incluso se ofrecen estrategias
das las asociaciones miembro, entre las que se encuentra el COP, para evitar relaciones duales posterapéuticas al considerarlas una
en el artículo 3.4.4 refiere: amenaza potencial al cliente (Pritchett y Fall, 2001).
En la revisión de Pope y Vásques (1999) se ofrecen datos de al-
i) «Los psicólogos tendrán conocimiento de los posibles gunos estudios con muestras amplias de terapeutas que reconocen
problemas que pueden resultar del establecimiento de haber mantenido relaciones sexuales con clientes/pacientes actua-
relaciones duales así como la obligación de evitar las les y antiguos. Entre ellos, el de Holroyd y Brodsky (1977) en el
relaciones duales que reduzcan la distancia profesional que se encontró que un 12.1% de los hombres y un 2.6% de las
necesaria o que puedan conducir a un conflicto de in- mujeres informaron haberse involucrado en contactos eróticos (in-
tereses o a la explotación de un cliente». cluyeran o no relaciones sexuales). Estos mismos autores, en res-
ii) «Obligación de no aprovecharse de una relación pro- puesta al ítem una investigación adicional separada, encontraron
fesional en favor de intereses personales, religiosos, que un 7.2% de los hombres y un 0.6 % de las mujeres terapeutas
ideológicos, políticos u otros». informaron haber mantenido relaciones sexuales con un paciente
iii) «Tendrán conocimiento de que los conflictos de intere- dentro de los tres meses después de haber terminado la terapia. En
ses y la desigualdad de poder en una relación profe- otro estudio, Pope, Tabachnick y Keith-Spiegel (1987), encontra-
sional, se mantiene aún después de que ésta formal- ron que un 3.6% y un 0.4% de hombres y mujeres respectivamen-
mente haya concluido, por lo que aún se mantiene la te informaron haber mantenido relaciones sexuales con pacientes
responsabilidad profesional» (EFPA, 1995). actuales, mientras que un 14% de los hombres y 8% de las muje-
res con pacientes antiguos (los porcentajes por sexos de la con-
Pope y Vetter (1992) realizaron una encuesta nacional en la que ducta sexual con pacientes actuales o antiguos no aparecieron en
participaron 679 psicólogos miembros de la APA con el objeto de el artículo, pero fueron proporcionados posteriormente por el au-
comprobar los principales dilemas éticos que habían encontrado tor). En la investigación de Akamatsu (1988), un 3.5% de los hom-
en su práctica profesional. Éstos informaron de 703 incidentes bres y un 2.3% de las mujeres reconocieron haber mantenido rela-
problemáticos o dilemas éticos ocurridos en el ejercicio de su pro- ciones sexuales con clientes actuales y un 14.2% de los hombres y
fesión que los autores del estudio agruparon en 23 categorías ge- un 4.7% de las mujeres con clientes antiguos. En la de Borys y Po-
nerales. De ellas, la más frecuente (18% de los incidentes) fue la pe (1989), un 0.9% y el 0.2% de los hombres y mujeres respecti-
referida a problemas con la confidencialidad y la segunda en fre- vamente, informaron haber mantenido relaciones sexuales con pa-
cuencia (17% de los incidentes) fue, precisamente, la referida a las cientes actuales y un 6% de los hombres y un 2% de las terapeu-
relaciones duales, confusas o conflictivas. En 8º lugar (4% de los tas mujeres con antiguos. A pesar de que en un estudio más re-
incidentes), se situaban los derivados del mantenimiento de rela- ciente Lamb y Catanzaro (1998) indican que un 6% de los psicó-
ciones sexuales con clientes/pacientes de terapia o al término de logos admiten haber tenido por lo menos un acto de intimidad se-
ésta, que obviamente también constituyen una forma de relación xual con un cliente, en la revisión de Pope y Vásques (1999) se de-
dual y por ello, si sumamos ambas frecuencias, un 22% de los di- muestra que hay una tendencia hacia una menor incidencia de es-
lemas éticos encontrados, serían referidos a las relaciones duales, tos autoinformes. ¿Qué explica esta tendencia? ¿Es éste el resulta-
siendo así los descritos con mayor frecuencia, incluso por encima do de las diferencias metodológicas en los estudios? ¿La crecien-
de los referidos a la confidencialidad. En un estudio posterior rea- te tendencia hacia la criminalización de la actividad sexual entre
lizado por Lindsay y Clarkson (1999) con una muestra de 213 psi- terapeutas y pacientes? ¿Se ha producido una genuina disminución
coterapeutas ingleses miembros de UKCP (UK Council for Psy- de esta actividad o hay alguna otra explicación?
chotherapy), encontraron que en comparación del estudio mencio- A pesar de que hay unanimidad en cuanto a la intimidad sexual
nado de la APA, los miembros de UKCP, experimentaron más di- con los clientes actuales, las opiniones profesionales difieren so-
lemas respecto a las relaciones duales y los problemas sexuales. bre la adecuación que tiene el prohibir absolutamente la intimidad
Las relaciones sexuales con los clientes/pacientes, tanto actua- sexual con antiguos clientes. En el estudio de Akamatsu (1988) de
les como antiguos, ha sido un tema difícil de abordar de manera un total de 394 miembros de la división 29 (Psicoterapia) de la
efectiva por parte de la profesión y consecuentemente está siendo APA, un 44.7% dijeron que las relaciones íntimas con antiguos pa-
objeto de estudio y discusión por parte de diferentes profesionales cientes no eran éticas. Sin embargo, un 31.3% consideraba que di-
(v.g. Anderson y Kitchener, 1996; Corey y Herlihy, 1997; Corey y chas relaciones no podían considerarse ni éticas ni no éticas, algu-
Herlihy, 1997; Ebert, 1997; Evans y Hearn, 1997; Gottlieb, 1993; nos incluso las estimaban éticas hasta cierto punto y un 23.9%
Gutheil y Gabbard, 1993; Hedges, Hilton, Hilton y Caudill, 1997; pensaba que esas relaciones eran sólo algo no éticas. El primer
Pearson y Piazza, 1997; Pope, 1991; Rinella y Gerstein, 1994; Va- factor que los participantes mencionaron que debería tenerse en
lentich y Gripton, 1992; Younggren y Skorda, 1992; además de cuenta al determinar si la intimidad post-terapéutica era ética, era
otros citados en este estudio). Pope, Sonne y Holroyd (1993) ma- el tiempo transcurrido desde el término de la psicoterapia. Otros
nifestaron una postura tajante en contra y que, como indican Pope factores incluían la duración y la naturaleza de la psicoterapia, la
y Vasques (1999), representa el consenso profesional: las intimi- salud mental del cliente, la posibilidad de reiniciar la terapia y la
dades sexuales entre terapeuta y cliente/paciente son un error y de- promoción de la libertad de elección del paciente.
ben evitarse en todos los casos. En los últimos años, en la literatu- Estas opiniones indican que quizá la absoluta prohibición de las
ra profesional y científica han ido publicándose estudios en los que relaciones sexuales con clientes/pacientes antiguos no tendría un
se examinan también las implicaciones clínicas y éticas de las re- respaldo o consenso absoluto. El Código de Ética de la APA 1992
laciones sexuales posteriores al término de la terapia y se ofrecen (y también en la versión de 2001) mantienen una prohibición in-
60 CARMEN DEL RÍO SÁNCHEZ, MERCEDES BORDA MÁS, Mª ÁNGELES PÉREZ SAN GREGORIO, AGUSTÍN MARTÍN RODRÍGUEZ E INMACULADA TORRES PÉREZ

condicional de la intimidad sexual con clientes/pacientes de una Método


terapia en curso y también con familiares u otras personas signifi-
cativas de los cliente/pacientes que se encuentren en el curso de Participantes
una terapia, pero limita la prohibición a los 2 años tras el término
de la terapia, aunque en la versión de 2001, han matizado aña- En el estudio participaron 200 alumnos de 4º y 5º de la Licen-
diendo «excepto en circunstancias excepcionales», lo que parece ciatura de Psicología, que estaban cursando o ya habían cursado la
que «suaviza» la prohibición absoluta. Después de ese tiempo, la asignatura troncal de Modificación de Conducta.
responsabilidad de demostrar que el desarrollo de una relación se-
xual es una circunstancia normal, recae en el psicólogo, así como Instrumento
el demostrar que no ha habido ningún tipo de explotación del an-
tiguo cliente como resultado de la relación, considerando todos los Diseñamos un cuestionario en el que se plantearon 6 situacio-
factores mencionados en el propio código en la norma 10.08 de la nes (véase Tabla 1) que reflejaban el establecimiento de alguna re-
versión de 2001: lación dual (amistad, de pareja o sexual) de menor a mayor con-
flictividad ética y en consecuencia, el planteamiento de una posi-
«El psicólogo que se involucra en tal actividad después de ble vulneración de alguno o algunos de los preceptos recogidos en
los dos años siguientes al término de la terapia y de no tener el CDP. En función del menor o mayor grado de consenso en cuan-
ningún contacto sexual con el cliente/paciente anterior, tendrá to a la consideración como conducta «no ética» por parte de los
el deber de demostrar que no ha habido ninguna explotación, profesionales en las investigaciones comentadas anteriormente,
a la luz de todos los factores pertinentes, incluyendo (1) la can- consideramos como de menor conflictividad ética el estableci-
tidad de tiempo que ha pasado desde que la terapia terminó, miento de relaciones de amistad con un antiguo paciente y de ma-
(2) la naturaleza, duración e intensidad de la terapia, (3) las yor conflictividad, el mantenimiento de relaciones sexuales con un
circunstancias de finalización, (4) la historia personal del paciente actual en el lugar y horario de la consulta. Para responder,
cliente/paciente, (5) el estado mental actual del cliente/pacien- los participantes debían posicionarse en el lugar del terapeuta e in-
te, (6) la probabilidad de impacto adverso en el cliente/pacien- dicar qué alternativa escogerían si en su práctica como profesio-
te y (7) cualquier declaración o acción hecha por el terapeuta nales se encontraran en dicha situación.
durante el curso de la terapia que sugiriera la posibilidad de
una atrayente relación sexual o romántica con el cliente/pa- Procedimiento
ciente posterior a la finalización de la terapia» (APA, 2001-a).
Los participantes completaron, de forma voluntaria y anónima,
Respecto al establecimiento de relaciones no sexuales con an- el cuestionario descrito anteriormente. Dado que nos interesaba
tiguos clientes/pacientes, Pipes (1997) describe ocho razones pa- comprobar si el conocimiento previo del CDP facilitaba a los
ra limitarlas, entre ellas, destacamos que el cliente antiguo tal alumnos la identificación de conductas profesionales no éticas, se
vez necesite volver a la terapia. Involucrarse en otro tipo de re- formaron dos grupos: uno compuesto por 96 alumnos que pudie-
lación después de la terapia (particularmente si la nueva relación ron consultar el CDP antes y durante la cumplimentación del cues-
es significativa), casi con seguridad interferirá con la posibilidad tionario y el otro por 104 alumnos que no tuvieron acceso al mis-
de retomar la terapia con ese cliente. Otra razón que considera- mo hasta después de haberlo completado.
mos relevante se relaciona con la alta probabilidad de que deter-
minados clientes/pacientes sigan siendo vulnerables después del Resultados
término de la terapia. Estos clientes a su vez son, con bastante
probabilidad, susceptibles de explotación una vez terminada la En primer lugar, realizamos un análisis descriptivo en el que se
relación. Pipes ha llamado la atención sobre la escasa informa- calcularon las frecuencias y porcentajes de respuestas «éticas» y
ción con la que contamos para determinar los efectos de las rela- «no éticas» en los dos grupos de alumnos: los que habían consulta-
ciones no sexuales posteriores a la terminación de la terapia que do el CDP antes de responder y los que no habían tenido esa posi-
acaban amargamente o que tengan otro tipo de consecuencias ne- bilidad (véase Tabla 1). Posteriormente se realizaron comparacio-
gativas para los clientes/pacientes. No obstante, parece obvio nes estadísticas utilizando la prueba de χ2 (véanse Figuras 1 y 2).
que dichas situaciones ponen a los pacientes en riesgo de perder Estas situaciones plantean una posible violación de los artícu-
la fe y confianza en los psicólogos, de sentirse manipulados y de los 11 y 29 del CDP, afectando a los principios éticos de «integri-
mostrar profundas reservas a la hora de iniciar otra relación psi- dad» u «honestidad» por la situación de poder o superioridad que
coterapéutica. confiere el rol de terapeuta sobre el cliente/paciente y por la situa-
Los objetivos del presente estudio son comprobar: (1) si un ción ambigua a la que se daría lugar. También al de «responsabi-
grupo de alumnos próximos a finalizar la licenciatura de Psicolo- lidad» (artículo 6 del CDP), por no prever las posibles consecuen-
gía (y consecuentemente a estar habilitados para ejercer profesio- cias perjudiciales de tales acciones por parte del profesional.
nalmente) identifican como no éticas diferentes situaciones hipo- Los resultados mostraron que:
téticas que implican el establecimiento de alguna relación dual de
tipo social (de amistad, pareja o sexual), entre ellos mismos, po- (1) Un 64,5% y un 65% de los participantes, en el rol de tera-
sicionándose en el lugar del terapeuta, y algún paciente/cliente peutas, accederían a mantener relaciones de amistad o de
antiguo o actual y (2) si el Código Deontológico del Psicólogo pareja, respectivamente, con antiguos pacientes. Un 32,5%
(CDP) proporciona la orientación suficiente para identificar y re- accederían a mantener una relación afectiva de pareja con
solver dilemas éticos derivados del establecimiento de tales rela- pacientes actuales, abandonando para ello la relación tera-
ciones duales. péutica. Un 46,5% accedería a mantener relaciones sexua-
ÉTICA DE LAS RELACIONES DUALES EN PSICOTERAPIA 61

Tabla 1
Situaciones que implican relaciones duales: respuestas en función de la consulta previa del Código

Situación/ opciones de respuesta Con código Sin código Total %

1. Un/a psicólogo/a coincide en la calle con un/a paciente después de haber finalizado la terapia. A raíz
del encuentro, quedan para salir a cenar. Posteriormente, deciden mantener una relación de amistad
– No acceder a mantener una relación de amistad con un paciente 35 36 71 35,5%
– Acceder a mantener una relación de amistad con un/a paciente 61 68 129 64,5%

2. Un/a psicólogo/a coincide en la calle con un/a paciente después de haber finalizado la terapia. A raíz
del encuentro, quedan para salir a cenar. Posteriormente, siguen viéndose hasta formalizar una relación
de pareja
– No acceder a formalizar una relación de pareja 37 33 70 35%
– Acceder a formalizar una relación de pareja 59 71 130 65%

3. Un/a psicólogo/a se siente atraído sexualmente por un/a paciente que actualmente está en terapia con él/ella.
Éste/a es correspondido/a por el/la paciente. El/ella le propone verse fuera de la consulta y el/la psicólogo/a
accede. A partir de ese momento abandonan la relación terapéutica para mantener una relación de pareja
– Derivar al paciente a otro profesional 24 91 53 26,5%
– No acceder a verse fuera de la consulta 37 45 82 41%
– Acceder a verse fuera de la consulta, abandonar la terapia y mantener una relación afectiva de pareja 35 30 65 32,5%

4. Un/a psicólogo/a se siente atraído/a sexualmente por un/a paciente que actualmente está en terapia
con él/ella. Éste/a es correspondido por el/ la paciente. Ella/él le propone verse fuera de la consulta
y el/la psicólogo/a accede. A partir de ese momento deciden abandonar la relación terapéutica y
mantener relaciones sexuales
– Derivar al paciente a otro profesional 14 24 38 19%
– No acceder a verse fuera de la consulta 35 34 69 34,5%
– Acceder a verse fuera de la consulta, abandonar la terapia y mantener relaciones sexuales 47 46 93 46,5%

5. Un/a psicólogo/a se siente atraído/a sexualmente por un/a paciente que actualmente está en terapia
con él/ella. Éste/a es correspondido por el/la paciente. Ella/él le propone verse fuera de la consulta
y el/la psicólogo/a accede. A partir de ese momento continúan viéndose fuera de la consulta y
manteniendo relaciones sexuales mientras continúan con la terapia
– Derivar al paciente a otro profesional 10 18 28 14%
– No acceder a verse fuera de la consulta 36 60 96 48%
– Acceder a verse fuera de la consulta, mantener relaciones sexuales y continuar la terapia 50 26 76 38%

6. Un/a psicólogo/a se siente atraído/a sexualmente por un/a paciente que actualmente está en terapia
con él/ella. Éste/a es correspondido por el/ la paciente. Ella/él le propone verse fuera de la consulta
y el/la psicólogo/a accede. A partir de ese momento mantienen las relaciones sexuales incluso dentro
de la consulta durante el horario de la terapia.
– Derivar al paciente a otro profesional 16 14 30 15%
– No acceder a verse fuera de la consulta 70 75 145 72,5%
– Acceder a verse fuera de la consulta, continuar la terapia y mantener relaciones sexuales dentro
de la consulta 10 15 25 12,5%

90 40
80 35
70 30
60 25
50
20
40
15
30
20 10
10 5
0 0
1** 2** 3** 4 5** 6** 1 2 3 4 5* 6
1** 2** 3** 4 5** 6** 1 2 3 4 5* 6
ética 35,5 35 67,5 53,5 62 87,5 30,5 29,5 17,5 23,5 25 5
con código
no ética 64,5 65 32,5 46,5 38 12,5 34 35,5 15 23 13 7,5
sin código

Figura 1. Porcentajes de conductas éticas y no éticas en las seis situa- Figura 2. Porcentajes de conductas no éticas en función de la consulta del
ciones Código Deontológico del Psicólogo en las seis situaciones
**= p<0.001 *= p<0.05
62 CARMEN DEL RÍO SÁNCHEZ, MERCEDES BORDA MÁS, Mª ÁNGELES PÉREZ SAN GREGORIO, AGUSTÍN MARTÍN RODRÍGUEZ E INMACULADA TORRES PÉREZ

les, poniendo fin para ello a la relación terapéutica. Un nos que habían consultado el CDP (véase Figura 2). Esto parece
38% accedería a mantener relaciones sexuales sin abando- confirmar la ambigüedad y falta de precisión del mismo ante si-
nar la relación terapéutica pero viéndose fuera de la con- tuaciones de este tipo ya que no aparece de forma explícita la im-
sulta. Finalmente, un 12,5% accederían a mantener rela- propiedad o prohibición de tales relaciones y consecuentemente
ciones sexuales incluso dentro de la consulta durante el no proporciona una guía de actuación clara.
horario de la terapia. Esto indica que un considerable por- En la citada revisión de Pope y Vásques (1999) se demuestra
centaje de alumnos optó por una respuesta que plantearía que en el ámbito americano hay una tendencia hacia una menor
problemas éticos (véase Figura 1). incidencia de autoinformes en los que los terapeutas reconocen ha-
(2) De las seis situaciones, las que plantearon una mayor difi- ber mantenido relaciones sexuales con pacientes actuales y anti-
cultad para ser identificadas como «no éticas» fueron las guos. Estos investigadores sugieren que esa disminución puede
que implicaban mantener relaciones de amistad o pareja deberse a las diferencias metodológicas en los estudios analizados
con antiguos pacientes (situaciones 1ª y 2ª), en ellas la ma- y/o a la influencia de la creciente tendencia hacia la criminaliza-
yoría de los participantes optaron por la conducta más con- ción de la actividad sexual entre terapeutas y pacientes. Por nues-
flictiva desde el punto de vista ético (p<0.001). En la si- tra parte, quizá podríamos añadir: (1) la influencia de un Código
tuación 4ª, las diferencias entre los que optaron por la res- Ético más explícito en ese tipo de problemas; (2) la publicidad (y
puesta «ética» y «no ética» no fueron significativas. Final- su posible efecto pedagógico) de las denuncias presentadas por las
mente, en las situaciones 3ª, 5ª y 6ª la mayoría de los par- conductas «no éticas» de los psicólogos y de sus consecuencias en
ticipantes, optaron por la respuesta «ética» (p<0.001); el informe del Comité de Ética de la APA (que se publica anual-
(véase Figura 1). mente en el volumen del mes de agosto de la revista American
(3) No existen diferencias significativas en las respuestas Psychologist); y (3) la mayor formación en ética de los actuales
dadas por los alumnos que habían consultado previamente profesionales, ya que para poder afiliarse a la APA es obligatorio
el CDP y los que no lo habían hecho (excepto en la situa- haber cursado un cierto número de horas en esta materia. La habi-
ción 5ª; p<0.05) (véase Figura 2) tualidad con la que se plantean dilemas de este tipo en la práctica
profesional de los psicólogos americanos destacada en el estudio
Discusión de Pope y Vetter (1992), la frecuencia con que se plantean denun-
cias ante los Comités de Ética (concretamente en el año 2000, el
Como podemos observar en la Figura 1, es considerable el por- 58% de los expedientes abiertos fue como consecuencia del esta-
centaje de participantes que optaría por la respuesta que conside- blecimiento de relaciones duales: 42% por conducta sexual inade-
ramos «no ética», del 12.5% al 65%, según la situación. Esto su- cuada y 16% no sexuales) y con la que se dictan Resoluciones que
giere que el análisis que han realizado de las distintas situaciones tienen como resultado la pérdida de la licencia profesional (en el
no se ajusta a los principios éticos que tienen relación con el esta- año 2000, de los 35 profesionales que perdieron la licencia, un
blecimiento de relaciones duales indicamos anteriormente. Es de- 46% fue por conducta sexual inadecuada), tal y como puede obser-
cir, los principios de (1) «integridad» u «honestidad», en el senti- varse en los informes del Comité de Ética (véase APA, 2001-b),
do de no aprovecharse en beneficio propio de la situación de po- reflejan la importancia y la necesidad de tomar medidas para evi-
der o superioridad que el rol de terapeutas podría conferirles, ade- tar que en nuestro país pueda llegar a producirse una situación se-
más de tener claros sus roles como profesionales y actuar de acuer- mejante.
do con ellos; y (2) de «responsabilidad», en cuanto a ser cons- Actualmente, desde la Comisión Deontológica Estatal del COP
cientes de las consecuencias de las propias acciones y hacer lo po- se está promoviendo un estudio retrospectivo de toda la casuística
sible por evitar la producción de posibles daños. tramitada en las distintas Delegaciones del COP o Colegios autó-
De las 6 situaciones, es sorprendente que en la 1ª y la 2ª, la ma- nomos desde sus inicios, por lo que en publicaciones posteriores
yoría de los alumnos tendrían dificultad en reconocer el dilema podremos ofrecer datos concretos sobre la frecuencia con la que,
planteado, indicando que actuarían en la forma considerada como en nuestro entorno, se presentan reclamaciones por el estableci-
«no ética», aunque sean las formas más leves de relaciones dua- miento de relaciones duales. Hasta el momento, la situación en
les. La dificultad de estos futuros profesionales en reconocer los nuestro país no es suficientemente conocida ya que no existen es-
problemas éticos que pueden derivarse del establecimiento de re- tadísticas nacionales. En un estudio realizado por Puerta (1998)
laciones duales de tipo sexual con antiguos pacientes no se aleja observamos que los artículos del CDP que se habían vulnerado
demasiado de la manifestada por algunos profesionales en ejer- con más frecuencia fueron el 29º y 6ª (3 veces) y el 11º (2 veces),
cicio. Ya comentamos que en el estudio de Akamatsu (1988), rea- precisamente los implicados en el establecimiento de relaciones
lizado con psicoterapeutas de la APA, sólo el 44.7% de los parti- duales. No obstante, en este estudio: (1) se analizan los artículos
cipantes consideraban «no éticas» dichas relaciones; el resto de los vulnerados y no las conductas que causaron tales vulneraciones
participantes no las consideraba ni «éticas» ni «no éticas» por lo que no podemos establecerlas con exactitud; (2) sólo abar-
(31.3%), algunos incluso las consideraban «éticas» hasta cierto ca hasta 1997, por lo que carecemos de la información de los últi-
punto y un 23.9% pensaba que esas relaciones eran sólo algo «no mos cinco años, en los cuales ha habido un incremento importan-
éticas». Más sorprendentes aún son las respuestas dadas ante las te de las reclamaciones presentadas; y (3) sólo se analizan expe-
situaciones 4ª y 5ª, que atentan mucho más claramente con los dientes tramitados en la Comisión Deontológica Estatal que, salvo
principios éticos y aún así un 46,5% y 38% de los alumnos se im- excepciones, son Recursos a las Resoluciones dictadas por las Jun-
plicaría en la relación dual. No obstante, en las situaciones 3ª, 5ª tas Rectoras de las distintas Delegaciones del COP, faltando con-
y 6ª, la mayoría de los alumnos actuaría de forma «ética». El pro- secuentemente toda la información correspondiente a los tramita-
blema en la identificación de las relaciones duales como no éticas, dos en los Colegios autónomos o en las Delegaciones del COP que
excepto en la situación 5ª, también se observa en el grupo de alum- no han sido recurridos.
ÉTICA DE LAS RELACIONES DUALES EN PSICOTERAPIA 63

El análisis de los resultados de nuestro estudio indica en primer feridos a las relaciones duales. Por otro, la llamada de atención so-
lugar que los participantes, futuros psicólogos, tienen dificultades bre la necesidad de un abordaje profundo, formal y sistemático de
en identificar como «no éticas» las relaciones duales entre tera- la formación en Ética y Deontología, de forma que los futuros psi-
peutas y clientes/pacientes, sobre todo si son relaciones de amis- cólogos conozcan y sepan manejar los principales principios éticos.
tad o de pareja con antiguos pacientes, aunque también existe una Si se aceptan éstos como principios de primer orden válidos, al en-
marcada dificultad respecto a pacientes actuales. En segundo lu- contrarse en un nivel más general que las normas, podrían aplicar-
gar, el CDP, en las situaciones planteadas en el estudio, no ha ser- se en cualquier situación, entre otras, en aquellas en las que los có-
vido de orientación o ayuda suficiente para que los participantes digos no dicen nada explícitamente o en aquellas en las que subya-
pudieran identificar y resolver los dilemas éticos que se plantean ce un conflicto entre distintas normas. Asumimos, de acuerdo con
con el establecimiento de las mismas. Bersoff (1999), que la conducta ética resulta de integrar el conoci-
Ello nos lleva a considerar que el CDP necesita definir las re- miento didáctico, incluyendo un profundo conocimiento del Códi-
laciones duales con mucho más detalle y debe señalar con clari- go Ético; un entendimiento (y entrenamiento) de las estrategias de
dad cuándo pueden ser aceptables. Además, se necesitan estable- solución de problemas y de toma de decisiones; una clara concep-
cer distinciones entre lo que realmente se consideran relaciones ción de los principios filosóficos (entre los que puede existir una
duales y simples contactos extra-terapéuticos incidentales o acci- fuerte interdependencia) que subyacen al código; y, básicamente,
dentales (por ejemplo, encontrarse con un paciente en una tienda, unas características personales que lleven a los profesionales a res-
en una fiesta, etc.). A pesar de que reconocemos la dificultad o im- ponder con madurez, juicio, discreción, sabiduría y prudencia.
posibilidad de anticipar todos los diferentes tipos de relaciones
duales o múltiples que podrían establecerse, sería conveniente que Agradecimientos
los códigos pudieran servir como guías lúcidas, útiles y prácticas
que ayuden a establecer juicios profesionales. Este trabajo es parte de otro más amplio titulado «¿Conocen los
Por tanto, las principales implicaciones de nuestro estudio son, estudiantes de Psicología los principios éticos básicos para ac-
por un lado, la constatación de la necesidad de reforma del CDP, tuar como terapeutas?». Proyecto financiado por el Instituto de
ampliando y aclarando algunos de sus preceptos, entre otros, los re- Ciencias de la Educación (ICE) de la Universidad de Sevilla.

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