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LAS REVOLUCIONES BURGUESAS (): LA REVOLUCION FRANCESA Y EL IMPERIO NAPOLEONICO (1789-1815 INTRODUCCION La Revolucién Francesa impone un cambio fundamental en la estructura politica, social y cultural no sélo de Francia sino de toda Europa y América. Supone el trasvase del monopolio del poder de la vieja aristocracia, enraizada en los privilegios y las costumbres feudales, a una nueva clase social, la burguesia enriquecida por el comercio y la industria, y fuertemente concienciada por el pensamiento critico de las ilustrados. La Revolucién instaura una nueva sociedad y un nuevo régimen politico que se consolida con las nuevas instituciones: la democracia burguesa y la sociedad de clases. Abre el camino a un periodo de revoluciones mas 0 ‘menos violentas que hacen sucumbir a las antiguas instituciones -la monarquia absoluta y la sociedad estamen- tal-, y desencadena una reaccién generalizada contra el freno impuesto por las supervivencias feudales al crecimaiento econémico. La erisis del «Antiguo Régimen» a fines del siglo xvi, motivada no sélo por el desajuste entre el crecimiento econdmico y la estructura social sino, y en especial, por los problemas casi insolubles de las haciendas de las monarquias absolutas, desencadena un amplio movimiento revolucionario en todo el occidente europeo. Pero la revolucién adquirié una mayor extensién y violencia en Francia, donde confluyeron las aspiraciones de la burguesta y el campesinado. La difusion de las ideas ilustradas, el descontento de la burguesia y el campesinado por el monopolio politico de los privilegiados —nobleza y alto clero- agudiza a fines de siglo las tensiones sociales. La crisis de subsistencias y la situacién caética de las finanzas de la monarquia absoluta generalizan el malestar social en toda Francia. Los intentos de reforma del sistema financiero, propuestos por los ministros influidos por el pensamiento Jisiocritico -establecimiento del impuesto iinico (la «subvencién territorial»)-, fracasan ante la resistencia de los cuerpos privilegiados. La oposicién de la aristocracia y el alto clero a las reformas desaté el mecanismo de la crisis politica al exigir éstos que las reformas solicitadas slo podian emprenderse con la aprobacién de los cauténticos representantes de la nacién», lo que equivalia a exigir la convocatoria de los Estados Generales. La rebelién aristocrdtica aglutind a su alrededor a toda la opinién puiblica descontenta por la crisis econémica. Es necesario seftalar que una parte de la aristocracia no sélo era antiabsolutista sino partidaria también de levar a cabo reformas liberales. El profundo malestar de la sociedad francesa se refleja en la aparicin, meses antes de la convocatoria de los Estados Generales, de innumerables «cuadernos de quejas» y panfletos, que evidenciaban la existencia de un estado de opinién generalizado en favor de la realizaciin de reformas profundas. Pero la revolucién dio comienzo en el momento en que la burguesia, a través de la Asamblea Nacional, tomé la direccién de la revuelta desplazando de la misma a la aristocracia. Entre mayo de 1789 y octubre de 1791, se originaron en Francia casi simulténeamente tres revoluciones: la revolucién burguesa que asume los oderes en la nueva asamblea (Asamblea Nacional Constituyente) y lleva a cabo la implantacién de los principios del «89»: la Declaracién de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 y la Constitucién de 1791; la revolucién popular, que tuvo su centro en Paris (toma de la Bastilla) y que se inscribe en un viejo motin de hambre provocado por la carestia del pan; y la revolucién campesina, que reclama la abolicién del régimen feudal. 50 uss ervowciones suncuEsis _ La burguesia, temerosa de la insurreccién campesina, reacciona asumiendo la mayor parte de sus reivindicaciones. Los decretos del 4 y del 11 de agosto establecen la abolicién definitiva del régimen feudal. La alianza entre el campesinado y la burguesia’se estrecha sobre todo con la venta de los bienes de la Izlesia ello _.vincula definitivamente al campesinado.a_la revolucién y al orden burgués. sages Sst hones | ‘La Revolucén francesa consttuye la base de un vasto movimiento reolucionaro iniciado em las ! colonas de América del Norte hacia 1767, » ewo ciclo no conclu hava las revoluciones de 1830-1848. Este movimiento fue provocado por las tansformaciones, ch todos los érdenes, de las | sociedades ccidentales. Con ella se cierra un peredo hstrico ces pilares eran el absolutism y la socedad estamenial, y cayas bases econémicas eran una agricultura arcaica sujeta a las supersivencas feudales: y se abre uno nucto el de las erevoluciones burguesat» y del régimen {beral,legitimada en la Dclaracion de Derechos del Hombre y del Ctudadano de 1789. Las revowucionss surcuEsAS1 51 Pero frente a estos acontecimientos revolucionarios surge tanto una oposicién interna (contrarrevoluciona- rios) como iuna reaccién cada vez mds amenazadora de las potencias absolutistas (Prusia, Austria). El temor al acomplot aristocratico», la manifesta oposicién del monarca a las reformas y la actitud agresiva de las poten- cias extranjeras provocan-la-guerra-exterior, la-caida-de-la-monarquia y la implantacién de una repuiblica demo- cerdtica. 5 La nueva Asamblea Constituyente, la Convencién, proclamé la Reptiblica y emprendié la tarea de elaborar una nueva constitucién (1793) mds democratica que la de 1791 y basada en el sufragio universal. Hasta 1793 la Convencién estuvo dominada por el ala moderada de los demécratas, los Girondinos. A partir de ese afio Ia agudizacién de la amenaza exterior (I.* coalicién europea), el desarrollo de la contrarrevolucién en el interior (levantamiento campesino de la Vendée) favorecié la alianza entre los demécratas radicales (Montaiteses) y los ssans-culottes (obreros, artesanos, tenderos) que contaron con la pasividad de la Llanura para arrebatar el poder de las manos de los girondinos y sustituir la Convencién burguesa por un gobierno revolucionario (Convencién ‘Montatiesa). Esta llevard a cabo las medidas hasta entonces mds revolucionarias (movilizacién general, creacién de los tribunales revolucionarios y establecimiento de un estricto control de precios y salarios, el «maximum ge- neral»). En julio de 1794, se produce de nuevo la reaccién burguesa, la cual una vez conjurados los peligros (derrota de la insurreccién de la Vendée y de las potencias extranjeras) trama contra la prolongacién de la dictadura de Robespierre, la continuacién del Terror y las medidas de control econdmico. Un golpe de Estado derriba la dictadura de Robespierre y reimplanta la Repiblica burguesa de base censitaria (Convencién Termido- riana). Esta discurre bajo las amenazas de la sublevacién popular y la conspiracién realista. La inestabilidad politica es agravada por las dificultades financieras. La Convencién Termidoriana, que a partir de 1795 cuenta con un nuevo ejecutivo, el Directorio, sélo logra mantenerse con el apoyo del eiército y los éxitos de la politica exterior. Finalmente en 1799 un golpe de Estado protagonizado por Napoleén Bonaparte, el héroe de las campatias de Italia, con el apoyo de la burguesia temerosa del ascenso de la izquierda (jacobinos), pone fin al Directorio, instaurando una dictadura militar. Entre 1799 y 1802 se afianza el poder personal de Napoleén Bonaparte. Convertido en Primer Consul, ogra estabilizar y consolidar la revolucién impulsando la pacificacién interior (Concordato de 1801 con la Iglesia catdlica) y exterior (paz de Amiens de 1802). El camino hacia la concentracién de los poderes queda abierto por la Constitucién de 1799, que permite un progresivo reforzamiento del ejecutivo. En 1802 el ‘Consulado decenal se transforma en vitalicio; y finalmente, la nueva Constitucién de 1804 proclama a Napoleén emperador hereditario. Este reforzamiento del poder personal propicia la ambicién de Napoleén de extender las conquistas del Directorio. La reanudacién de la guerra (1803) proporcioné al emperador nuevas victorias (Austerlitz, 1805; ‘Jena, 1806; Eylau, 1807), que obligan a todos los paises componente: de la coalicién, excepto Inglaterra, a firmar {a paz (Tilsit, 1807) y a someterse a los designios del mismo, entre los que en este momento destaca el obligar a Inglaterra a firmar la paz (bloqueo continental). Hacia 1811 y 1812 el Imperio alcanza su mayor extensidn € influencia, A la vez adquiere wn cardcter més autoritario y conservador. La politica de sometimiento impuesta por Napoleén a los patses satélites y ocupados a fin de estrechar el bloqueo econémico de Inglaterra provoca el despertar del sentimiento nacional ~propiciado por la extensién de la doctrina revolucionaria del «derecho de los pueblos a disponer de si mismos»— y las primeras guerras de liberacién que ponen en peligro la estructura del Gran Imperio. Hacia 1813, tras la desastrosa campaa de Rusia, la situacién del Imperio es de quiebra casi total. La campafia de Francia finaliza con la abdicacién del emperador y la restauracién en el trono de Luis XVIII. La vuelta de los borbones y de los emigrados inquieta a los beneficiarios de las reformas liberales, especialmente en o que se refiere a la garantia de la propiedad de los bienes nacionales. Este temor al retorno a las instituciones del Antiguo Régimen favorece el regreso de Napoledn de su destierro en marzo de 1815 (Imperio de los Cien Dias), Nuevamente la Coalicién europea derrota al emperador (Waterloo) e impone a Francia condiciones ‘mucho més duras que en 1814. Luis XVIII es restaurado por segunda vez en el trono de Francia.

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