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Para ofrecer una imagen de las irrigaciones en el Perú dentro del contexto de la
relación Naturaleza-Hombre nos apoyaremos como punto de partida en el
conocido y antiguo concepto de distinguir en nuestro país tres regiones: costa,
sierra y selva.
Tierras aptas para cultivos en limpio. Se trata de las tierras de mayor valor
agrológico del país; se caracterizan porque a pesar de las labores agrícolas
continuadas no se deterioran ni pierden calidad. Es decir, que en este tipo de
tierras la agricultura sostenida no influye en la capacidad productiva del suelo.
Pueden dedicarse a plantas herbáceas, semiarbustivas de corto periodo
vegetativo o a cultivos permanentes de cualquier tipo, dependiendo la selección
del cultivo, de los estudios agroeconómicos y de otro tipo de consideraciones.
ONERN menciona que "las tierras de cultivo en limpio o arables, estadio final
de la revolución agrícola iniciada hace 10 000 años y máxima expresión de la
agricultura del mundo y de sus niveles de producción actual, representa el sustento
fundamental de la alimentación y preservación de la humanidad".
Del total nacional del potencial de tierras aptas para cultivos en limpio, el
30% requiere del riego para ser productivas. El resto es de secano.
Las tierras aptas para cultivos permanentes están ubicadas en la selva (80%).
En la costa hay casi un 20% que se ubica en las planicies y en las partes altas de
los valles irrigados. En la sierra hay una pequeñísima cantidad que se localiza en
las partes más abrigadas de los valles.
ONERN se refiere a este tipo de tierras de la siguiente manera "Las tierras para
pastizales, el fenómeno fundamental del mioceno y uno de los grandes eventos de la
historia terrestre, representan al ecosistema vegetacional abierto que indujo a los
mamíferos herbívoros primitivos a agruparse en manadas y atrajo al hombre a
dejar su condición de habitante arborícola y recolector, abriendo las puertas a la
domesticación de especies silvestres alimenticias. Hoy en día base del progreso y
desarrollo de la ganadería mundial".
Tierras aptas para producción forestal. Se trata de tierras que no reúnen las
condiciones ecológicas para desarrollar cultivos o pastos. Son aptas para árboles
y producción maderera.
La costa puede definirse como una franja muy estrecha paralela al mar con
un ancho que en algunos casos llega a los 200 kilómetros.
Usualmente se considera que se extiende desde el nivel del mar hasta los 2 000
o 2 500 metros de altitud. Para nuestros fines el límite entre la costa y la sierra
está dado por la altitud a partir de la cual hay lluvia suficiente para el desarrollo
de la agricultura, por lo menos en una parte del año, sin necesidad de riego.
La costa peruana tiene una extensión del orden de 140 000 km2 (14 millones de
hectáreas) y representa alrededor del 11% de nuestra extensión territorial. La costa
es, desde el punto de vista ecológico, un inmenso desierto. Predomina la aridez más
absoluta. Se dice que una zona es árida (etimológica- mente, seca) cuando el agua
constituye un factor limitante para la superviven- cita o para el crecimiento
económico. WIENER ha señalado bien esto cuando afirma que "un país se considera
árido si la cantidad o la calidad del agua es la variable que controla su planificación"
[178].
La costa tiene 1 140 000 hectáreas aptas para cultivos en limpio y 496
000 hectáreas aptas para cultivos permanentes, lo que hace un total de 1 636
000 hectáreas de tierras apropiadas para fines agrícolas (12% de la extensión
de la costa). El detalle puede verse en el Cuadro 5.7. Lo que la naturaleza negó
es la lluvia, oportuna, persistente y bien distribuida en el tiempo. Los
proyectos de irrigación corrigen esta situación.
CUADRO 5.9
Extensión y Población de las Tres Regiones del Perú
EXTENSION POBLACION
Millones % Millones %
(ha)
Costa 14 11 12 52
Sierra 39 30 8 36
Selva 76 59 3 12
TOTAL 129 100 23 100
CUADRO 5.10
Uso Actual y Potencial de Tierras por Regiones Naturales del Perú
(En millones de hectáreas)
La sierra tiene una extensión de 391 980 km2 (casi 39 millones de hectáreas)
lo que representa el 30% de la superficie del Perú. El clima es severo; las
temperaturas varían fuertemente del día a la noche; su diferencia puede ser de
unos 20C o más, lo que implica algunos grados bajo cero en la noche. Se
presentan ocasionalmente las heladas que destruyen los cultivos.
Según el censo de 1993 la selva, con una población de 2 665 551 habitantes
(12,1% del total nacional) ha tenido en los últimos años un fuerte crecimiento
poblacional, a razón de 3,3% anual. En cambio, el crecimiento de la costa ha sido
de 2,6% y el de la sierra de 1,3% anual.
Marc DOUROJEANNI se pregunta "El Perú... ¿un país agrícola? Las tierras
aptas para la agricultura son el recurso natural de mayor escasez en el Perú"...
"Francia, con más del 40% de su ámbito capaz de mantener una agricultura
sostenida, si es un ejemplo de un verdadero país agrícola". Debemos recordar, señala
el mismo autor, que "el Perú es uno de los países con menos potencial agropecuario
en toda América latina. Y no hay nada extraño en ello cuando se tiene presente que
nuestro país es la suma de desiertos, alta montañas y selvas tropicales. La confusión
deviene de una mala educación, que ha confundido los esfuerzos extraordinarios de
nuestros antepasados prehispánicos por superar la deficiencia de recursos de suelo
y agua, con la abundancia de estos" [50].