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Uno de los grandes retos del siglo XXI es la erradicación de la violencia de género. La
meta supone el reconocimiento y la utilización de un paradigma de análisis:
feminicidio-femicidio. El término apareció en la segunda mitad del siglo pasado y su
validación actual certifica que aquellos conceptos políticos que se construyeron por la
alianza entre los movimientos sociales, sientan las bases para un cambio social sin
precedentes.
La violencia ejercida contra la mujer es un problema que obedece a estructuras
jerárquicas patriarcales que reproducen una cultura donde las mujeres son vistas como
objetos desechables y maltratables.
Cuando se nombra la palabra feminicidio; hablamos de un fenómeno visibilizado
durante milenios, de un hecho normalizado desde los inicios de la sociedad humana
global. El asesinato de las mujeres por el hecho de ser mujeres cometido por hombres,
la definición más básica y que debería aparecer en los diccionarios; es tan difícil de
comprender y de asimilarse socialmente que nos vemos en la necesidad fáctica de
situarlo en el centro mismo de la barbarie.
El asesinato de las mujeres no se distingue entre países del norte o del sur, ni clases
sociales, ni origen étnico. Si no es cuyo impacto planetario se manifiesta con sus
particularidades en cada sociedad y que aún hoy, en ciertos contextos, intenta ser
silenciada y desmantelada por el discurso dominante: patriarcal, androcéntrico y
misógino.
El feminicidio constituye una forma de barbarie, por actos violentos de los criminales y
yuxtaponerlos con las estructuras sociales de determinada región y las diferencias de
poder en la jerarquía del poder sexual.
DEFINICION DE FEMINICIDIO
El feminicidio es el genocidio contra mujeres y sucede cuando las condiciones
históricas generan prácticas sociales que permiten atentados contra la integridad, la
salud, las libertades y la vida de las mujeres. Es una categoría que debe abordarse como
una modalidad de violencia directa hacia las mujeres, como una alternativa a la
neutralidad del término homicidio visibilizando un trasfondo no reconocido: la
misoginia en la muerte diaria de mujeres. Es un problema social, político, cultural y es
un problema de Estado.
Es importante tener siempre presente que mientras la pareja elija darle la prioridad
apropiada a esta relación, los problemas, así como los tiempos difíciles serán más
fáciles de conquistar. Los problemas del matrimonio surgen dentro de la relación y es
allí donde se tienen que resolver. Nada ni nadie sabe mejor que la pareja que, así como
la intimidad es privada, la santidad del matrimonio también lo es. Somos parte de un
todo mayor llamado familia y compuesto por los esposos y los hijos. Los problemas no
se resuelven de un día para el otro y las dificultades de la pareja deben ser afrontadas y
resueltas dentro de la relación. La relación que no se nutre diariamente, muere.
Lamentablemente, la familia se deshace en gran parte por haberse roto la unidad del
hogar buscando afuera lo que sólo se encuentra adentro.
Feminicidio En El Perú
En el Perú, los estudios sobre el tema fueron iniciados por las organizaciones
feministas, las conclusiones y datos de los mismos fueron presentados de forma
periódica a las autoridades contribuyendo con ello a poner el tema en la agenda
pública y política. Es en el año 2009, cuando se empiezan a adoptar las primeras
políticas públicas para evidenciar y prevenir el feminicidio en el Perú.
Actualmente, en el país se cuenta con estadísticas oficiales que evidencian la magnitud
del problema. Según el Ministerio Público, entre el 2009 y 2010, se registraron 283
feminicidios; y entre enero y julio del 2011, se perpetraron. Cerca del 70% de estos
crímenes corresponden a feminicidio íntimo. Así mismo, el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables (MIMP), informa de forma periódica sobre los casos que se
presentan y los resultados pueden observarse en el siguiente cuadro:
feminicidio se constituye como un crimen de características específicas. No tiene
actores ni coyunturas determinadas estrictamente; es decir, que no existe un perfil único
de víctima. Todas las mujeres, sin importar edad ni nivel socioeconómico, están
expuestas a esta violencia; la cual se inscribe en un contexto cultural de discriminación
y violencia contra la mujer. Sin embargo, los datos señalan un mayor riesgo en mujeres
en edad reproductiva.
El 58% de víctimas se encontraba entre los 17 y 34 años de edad. En tanto que el 17%
tiene entre 35 y 52 años, mientras que un 10% está entre los 53 y 70 años de edad.
En el último informe del Observatorio de Igualdad y Género de América Latina y el
Caribe (OIG), perteneciente a la Cepal, constata que la violencia contra las mujeres
continúa golpeando a la región de manera dramática.
De esta forma, durante 2011 se registraron 466 muertes de mujeres ocasionadas por sus
parejas o exparejas en 12 países de la región, donde Perú ocupa el tercer lugar con más
casos de femicidio (61), sólo superado por República Dominicana, con 127, y
Colombia, con 105. Chile ocupa el cuarto lugar, con 40 muertes de mujeres.
Con respecto al criterio de selección de los países analizados, se sostiene en que éstos
cuenten con algún tipo de tipificación del feminicidio como delito.
CASOS DE FEMINICIDIO
Golpes uno tras otro hasta dejarla al borde de la muerte, Milagros Remache fue
hallada en la calle, con la nariz y la mandíbula fracturadas. Su agresor era su
expareja y padre de su hijo, Carlos Feijoo Mogollón, un agente de seguridad de
la Municipalidad de Tumbes, que fue capturado el 30 de noviembre.
Caso Lady y Arlette. Este año, increíblemente, fue liberado Adriano Pozo Arias,
el hijo de un regidor de Huamanga que arrastró de los cabellos y golpeó a Cindy
Arlette Contreras en un hotel en Ayacucho. La joven pareja mantuvo solo dos
meses de relación.
En julio último, Rony García, agresor de Lady Guillén, fue condenado a cuatro
años de prisión suspendida por los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud. A
la bailarina no le pareció justa esta sentencia, pues estuvo a punto de convertirse
en una de las diez mujeres que mueren por violencia de género. Tras revisar el
recurso de nulidad presentado por la defensa legal de la joven, el 05 de
diciembre la Sala Penal Permanente de la Corte Superior de Justicia ordenó la
captura y el internamiento en un centro penitenciario del cantante.
En Trujillo, en la zona del Porvenir, aparecieron los cuerpos de tres mujeres.
Según las investigaciones, el móvil sería pasional, en el crimen estarían
involucrados los hermanos Luis y Julio Siccha.
Otro caso que conmocionó Tumbes fue la muerte de Natalia Córdova Peña, la
joven de 23 años fue asesinada por su pareja, recibió dos disparos en la cabeza.
Ella tenía nueve meses de relación con el suboficial de segunda de la Policía,
Alex Carhuavilca Flores.
Los casos aumentan. La agresión a mujeres durante el 2016 se incrementó en
13% con relación al 2015, donde se registraron 95 feminicidios y 198 tentativas
de feminicidio, según el Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y
Sexual del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).
CONCLUSIONES
Una de cada 3 mujeres sufre violencia física en América Latina. El tipo de violencia
más común es la psicológica (50%), seguido de la física (41%) y de la sexual (9%) y
son las mujeres entre los 15 y los 45 años tienen una mayor probabilidad de ser
asesinadas por hombres. La mayor parte de estos crímenes están cometidos por parejas
o exparejas y están ocasionados mayormente por celos y perdida del dominio que el
hombre quiere mantener contra la mujer.
Cabe destacar que, ninguna ley por si sola es la solución para luchar contra el
feminicidio, aunque el hecho que se incorpore dentro del ordenamiento penal es una
medida fundamental. Lamentablemente, las políticas orientadas a garantizar cambios
culturales son limitadas, evidencia de ello es que el Objetivo Estratégico del Plan
Nacional contra la Violencia hacia la mujer (PNCVHM) 2009-2015, referido al cambio
de patrones socio-culturales, es el menos desarrollado en el país. Ello es debido a que
las políticas se construyen e implementan desde una perspectiva asistencial, poniendo
énfasis en la atención lo cual es una acción importante, pero descuidando el eje de la
prevención.
El Plan Nacional contra la Violencia hacia la mujer (PNCVHM) 2009-2015 es la
herramienta de gestión más importante para implementar políticas nacionales y
regionales a favor del derecho a una vida sin violencia, por tanto, es desde este espacio
que deben impulsarse políticas para la atención y prevención del feminicidio. Las
campañas contempladas en el Plan contra la violencia deben adecuarse a las realidades
de las mujeres y prevenir el riesgo que significa la permanencia de cualquier forma de
violencia contra la mujer junto con su prevalencia en una sociedad machista.
Se debe reeducar la mirada masculina sobre la visión del cuerpo de la mujer. Tratemos
de entender y de ser conscientes de este mal que se da en la sociedad. Saber que la
igualdad entre el hombre y la mujer debe forjarse de dos modos: uno devolviéndoles su
autoestima y seguridad a las mujeres para que así tengan la valentía de defenderse y
denunciar cuando sea el momento. La otra manera es que los hombres estén conscientes
y dispuestos a cambiar y mejorar; que nosotros mismos ayudemos a mujeres a que
prevalezcan sus derechos e igual ayudemos a hombres equivocados que comenten
violencia contra la mujer para que puedan ser conscientes de su error y puedan
reflexionar con nosotros para un hogar saludable y así una sociedad que progrese hacia
la igualdad del hombre y la mujer.