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58 ESCRITOS POLÍTICOS Parlamento y gobierno

ser tratados como culíes. En eso se convertiría en verdad el real


en el nuevo ordenamiento alemán
"peligro alemán", es decir en el de reducir a los alemanes a la
condición de parias. Todo esto depende de la guerra. ··.
Si no hubiésemos querido ~riesgar esta guerra, pues bien, en-
t~mces ha?r!amos podido renunciar a la creación del Reich y con~·
t!nuar ex1st~endo como un pueblo con pequeños estados. En rea-
lidad, la misma escasa tranquilidad que nos ha procurado, con·
respe~to a los franceses, la posesión de Alsacia, habría despun-·
tado mcluso antes de la guerra en los mismos términos. Ten:'
~ríamos guerra aunque n<?s,hubiésemos. mantenido como peque-·
nos estados: unos combat1nan por los mtereses franceses como
estados confederados, otros por los intereses rusos como satra-
pías rusas, o bien, como ha ocurrido frecuentemente en el pa- · Prefacio
sado, hubiéramos ofrecido a los otros el campo de batalla para·
luchas de las que ignoraríamos el sentido. Pero no habríamos al-· El presente tratado político es una versión corregida y aumen-
can~ado jamás la consagración de una guerra alemana. Nuestro tada de algunos artículos publicados en la Frankfurter Zeitung du-
1
destmo es que no somos un pueblo de siete millones sino una· · rante el verano de 19.17. Este ensayo no aportará ninguna
nación de setenta millones de alemanes. Este hecho ha consti- , 'información nueva a los expertos en materia constitucional; tam-
tuido esa irrevocable responsabilidad ante la historia, de la cual,· poco pretende acogerse bajo la autoridad protectora de ninguna
aunque hubiésemos querido, no podíamos sustraernos. Es esto lo · ciencia. La elección entre varios compromisos fundamentales no
que es preciso considerar permanentemente si se nos plantea hoy puede hacerse con los instrumentos de la ciencia. Los argumentos
la pregunta sobr~ el "sentido" de esta interminable guerra. El . aquí expuestos no tendrán influencia alguna sobre aquellos para
~eso de este destmo que debemos soportar ha elevado a la na-•. quienes las tareas históricas de la nación alemana no están por
c1ón, bordeando precipicios y el peligro del derrumbe, sobre el · encima de todos los problemas de las formas constitucionales, ni
e~~arpado camino del honor y de la gloria -del cual no hay posi- sobre aquellos que tienen una visión radicalmente opuesta de es-
bilidad de retorno- hacia la límpida y estimulante atmósfera tas tareas. A partir de ciertas presuposiciones, nuestros argumen-
donde opera ~a histori~ univ~rsal, en c1;1yo adusto pero poderoso
rostro ha debido y podido mirar, para imperecedera memoria de 1
Max Weber, Gesammelte politísche Schriftm, ed. Johannes Winckelmann, 2a.
la posteridad. ed., Tubinga, J.C.B.Mohr, 1958, pp. 294-394. Publicados primero en la Frankfur-
ter Zeitung, aparecieron reunidos por primera vez en la colección "Die innere Poli-
tik" editada por Siegmund Hellmann, Munich y Leipzig, Duncker & Humblot,
1918. Weber se basó en algunos pasajes de la segunda parte de Economía y socie-
.r/4d, obra en proceso de elaboración y aún inédita en ese entonces. El lector po·
drá así advertir la reiteración de ciertos desarrollos en la exposición de Weber con
relación al gobierno de los notables y los burócratas. Pero al mismo tiempo, y
dado el origen periodístico de este texto, puede observarse con mayor claridad el
nexo entre sus opiniones políticas y su percepción académica de los cambios secu-
es, aunque, como el propio Weber aclara en el prefacio; no pretende µna auto-
.dad científica para sus opiniones académicas. '-
Las notas y enmiendas en el texto, así como los subtítulos dentro de las seccio-
"es l-V, fueron hechas a partir de la edición inglesa de Economía y sociedad prepa-
da por Guenther Roth y Claus Wittich (Economy and Society, Berkeley-Londres,
,· niversity of California Press, 1978), que incluye como apéndice este texto de
eber. El lector podrá individualizarlas con facilidad porque están encerradas
tre corchetes.
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tos se encaminan a atacar a todos los que consideran a nuestra' 'ncio. Pero si "nosotros"110 tenemos escrúpulos en arruinar el
época como un medio adecuado para desacreditar el sistema par~· rgullo que sienten los soldados por su·s }<;>gros al dec!rles, como
lamentario ~n favor de otras formas de poder político. Desafor- a sucedido una y otra vez: "si, como .hal)íamos previsto, con la
tunadamente, este tipo de crítica lleva ya cuarenta años entre ' erra no alcanzamos tal y tal fin, sus ·iriüertes habrán sido en
amplios círculos de intelectuales dentro y fuera de la universidad, ano"' entonces esta posición me parece csimplemente intolerable
y se extiende hasta la época de la guerra. Con frecuencia, se ha: ·esde un punto de vista puramente huinano, así como dañina
llevado a cabo de la manera más arrogante y extravagante, con 'ara la voluntad. En lugar de ello, sena'mejor repetir sólo una
un desdén venenoso y sin ningún deseo de entender las precon- · 'i:>sa: ·Alemania_l~~h!i_.PQ.L~.l1 yi~ .con.tr.~tjJLejér..cito_d.e._africanos,
didones de los parlamentos efectivos. Es cierto que los logros po- 'hurkas y_tod~_!~~e bárb~_!()_~_!!_los p~~t.os_!llás :e.cqn_~i~os_d_el
líticos de los parlamentos alemanes no están por encima de Ja fuur}~o, gue apos~ado en nues_!ras fronteras está l1stg_E_an1 des-
crítica, pero lo que es cierto con respecto al Reichstag también lo í!!_!:fÍ!: a_ nuestro país. Esta -~firmaciói:t_!~l~<:r~a, tocio_e.!_ m.u_n~o
e~ de otras instituciones políticas, tratadas siempre por esos mis-. puede· comprenderla_ .Y_ P<?.~ría haber___f!t~'.~i::vado__ l<l: ..':!!l_iª~cl.)!:n
mos intelectuales con gran consideración y hasta con adulación .. :Vez de eso, los intelectuales se ocup~fri~''..de. elaborar: ~!\l~!:.5.ªs
Dado que tales diletantes han hecho del ataque al parlamenta-, idea? .. _or fas· cuales· los soldados debert,·derramar su· sangre y
rismo un deporte barato, es justo proceder al escrutinio de su1 orjr. No creo que esas ideas--vanas hayan>fadlitado a nuestros
agudeza política, sin tomar demasiado en cuenta sus sentimien-r Oldados el cumplimiento de su deber; ciertamente, han dañado
tos. Sería muy agradable poder entablar una lid honesta con: gravemente las posibilidades de una disc-¡.ision política seria.
oponentes de mente justa -sin duda existen algunos-, pero el · ·r Me parece que nuestra _p_ri.!.llera -~ar~_é!_.. eñ ca~~--~()I!~~~e en hacer
mostrar respeto por círculos desde los cuales el autor y otros han¡. kósible _gue l<?,~-~oldados regresen ~ .!-~_fonstrui_r.__l~_:t\lem~nia gue
sido calificados una y otra vez de "demagogos", "antialemanes'', º"· . ·an salva~º-- <:'2.~ ~l..P_'?.d.er. de!.Y~to_~!!__Sjl_!> níal!_()S Y. a ~i:-aves cl_e. SIJ_S
"agentes extranjeros", iría en contra de la rectitud alemana. Sin . rffii_:~sentan~(!S .~l~c_t.9~· Por lo tanto, debemos ehmmar los obs-
duda, la mayoría de los intelectuales en cuestión pecan de inge-. · Jáculos que oponen las condiciones presentes, de modo tal que
nuidad, y éste es uno de los aspectos más vergonzosos de tales· .los soldados puedan empezar la reconsfrücción inmediatamente
excesos. Hespués de la guerra, en vez de verse involucrados en controver-
Se ha dicho que ahora no es el momento para abordar asuntos·o ''ias estériles. Ni~una sofistería puede· hacer desapar~J:ey_ _~U:1~­
internos porque estamos ocupados con problemas más importan-! 'tho de que unsu r~g!()_[e_quítaiívcify u~_ gg!J.it:rno pa_rlamentario
tes. ¿"Nosotros"? ¿Quiénes somos nosotros? Seguramente ese. .'son los ún_IC()~ med1os_.E.él:!:.'!J()grar esta!l!~ta. La queja de que se
término se refiere a los que nos quedarnos ~n casa. ¿Y qué es lo· planeaba u-ña reforma "sin consultar a los soldados" es falsa y
que nos mantiene tan ocupados? ¿El lanzamiento de diatribas en,· escandalosa -la reforma, de hecho, les brindaría la oportunidad
contra de los enemigos? Así no se ganan las guerras. En el frente. de participar de manera más decisiva en los asuntos políticos.
los soldados no elaboran discursos contra el enemigo, además de·.' · Se ha dicho, además, que Cl!..alquier crítica a nu~stra forma de
que tales peroratas, que aumentan con la distancia desde las trin-( gobierno significa dar ~rm~ <l. nu_e_~~...!!~i:_migos. Este argu-
cheras, son indignas de una nación orgullosa. ¿O es que debemo~" 'mento ha sido usado a IOlargo de vemte anos para tratar de
hacer discursos y aprobar resoluciones sobre lo que "nosotros"'.. ·sifenc1arnos:nasta que fue aemasfaaoTaroe:-¿<Jué püdemos per-
debemos anexarnos antes de que "nosotros" firmemos la paz?,: ·. der ya enefextranjero con talescríticas? Los enemigos podrían
Sobre este punto es preciso decir, en principio, lo siguiente: si el• regocijarse si los antiguos males p~rsistieran, y precisamente
ejército, que es el que libra las batallas alemanas, tomara la posi ·ahora, cuando la gran guerra ha llé~ado al punto donde la di-
ción según la cual "lo que nosotros hayamos conquistado con nues . lomada vuelve a entrar en juego, es el momento adecuado para
tra sangre debe permanecer bajo control alemán", nosotros, 1 , tentar cualquier cosa que prevenga los viejos errores. Por el
que nos quedamos en casa, tendríamos el derecho de replicar: momento, las perspectivas son desafortunadamente muy limita-
"consideren que, políticamente, eso no sería prudente". Sin em ~as. Pero los enemigos saben, o lleg_~án__a saberlo, que la__4~.r.n.Q­
bargo, si el ejército insistiera, nosotros tendríamos que guardar si~. crac1a alemana nQ_p~de .~.~mcerta.r una paz de.~~_rg_illosa si pre-
62 .ARLAMENTO Y GOBIERNO 63

tende ten.er ~!gún futuro. Sólo puede hacerlo abiertam~nte .vencido hace ya tiempo de gue cualgui~.!:_P-Olítica alem'!!:@i.inde-
aquel cuyas creencias últimas anteponen cualquier forma de go~ ~~!_e.!!teIE_c:_nte_ c:I~-su~me~~~t e~~á.... i::<Jndef!a_~a al _fo1¡::a15_Q_si_ ~e
foerno autoritario a todos los intereses políticos de la nación; con tien~~I1 ~:uen ta el_m_<l:f.:CO c:onst_i!_!!cionat_yig~me y J'!. ~-ªtur;ileza de
el no se puede discutir. No obstante:- no queremos -escuchar-~ nu~tra mag1:!!narL<!..eolítica, y que esto2~g!!_irá ~iendo ~! _Ill_ien-
surdos referidos al contrastér entre las ideas "europeas occiden- tras las condiciones no cambien: más aun considera muy impro-
tales" y las ideas "alemanas" sobre el estado. Aquí se trata d~ ,bable que sie~__!:!:!___Euedan e~ist~r_!!deres militares caP-ac~s de
simples cuestiones de técnicas [constitucionales] para la form .1 rar a Iaiiac1ón de la ca,l:é!~!!:.~f~_J?9l(ti_c:ª·ª tr?vés_q!'; <1_cto_Lrr!_ilita-
!ación de políticas nacionales. En el caso de un estado de ma~ res, al recio de tremendos cruentos sacrificios.
sas existe un limitado número de al!ernª~__yas. fi!E1-l1!LP.9Jítico. Por sí mismos, los cambios técnicos en la forma de gQbernªrr1g
racional, la ÍO!!!iél..ª_c:l_ecuad~ue debe asumir un gobierno en un .onducen a ue u,na nación sea vigo_:rQ~~-'- feliz o_y_aji~~: s(>.lo pue-
mQmento dado es ~11..J?.roblema técnico 9!:!..~_deP-ende de la.~té:lI~as . en remover obstáculos técnicos,_.}'...._..e.l]_e..~nti_do, se trata de
políticas de la nación. Cl_:!__~l!.~2.s~_a.fi~fil!~-~I e~píri~~-!llem~n~~· .. ero~__1!1.C?.~i~s para ak;:mzar determinado fin. Es lamentable que
pondría en peligro si compartié_!~f!lº~-~~I±i~::i.s_.útiles e institucia; Jr06lemas tanourgueses y prosaicos como los que aquí discuti-
nes gubernamentales con otfOLP.º-~ºlº-~-·- ~~rnmos frente a mg emos, con deliberadas limitaciones de nuestra parte y dejando
lamentable fal~ª-c;le _fu__e.!!..1~---P-ºt~Qc;L<!Hd<!Q~-~--<;l~-·~Jefi!ª~ia. Por e lado los grandes temas culturales sustantivos que enfrentamos,
otra parte, el parlamentarismo no ha· sido a "eno a la historia de leguen a ser importantes; pero así es, como se ha podido com-
Alemania, como tampoco ha sido privativo de este P-aís nin ung robar en asuntos de más· o menos importancia a lo largo del
de los sistemas alternativos. Circunstancias imperativas converti- esarrollo político de las décadas recientes, así como, hace muy
rán a una Alemania parlamentaria en un estado único. No s~ ,oco tiempo, en el fracaso total del caudillaje político de un bu-
trataría de política seria, sino de política al estilo de los intelectua~, :ócrata excepcionalmente capaz y decente [Georg Michaelis], lo
les, si este punto se convirtiera en un objeto de vanidad nacional_... ual fue una especie de prueba para el análisis realizado p.oco
Ignoramos hoy si podrá realizarse en Alemania una reconstruc,·. ntes del suceso en los artículos que ahora reditamos. 2 Quien
cióri parlamentaria efectiva; ella podría verse obstaculizada por I¡¡. o haya sido convencido por estos hechos no quedará satisfecho
derecha o invalidada por la izquierda. También esto último es por' pn ningún tipo de prueba. Si un político modifica la forma de
sible. Desde luego los intereses vitales de la nación están por el_!; obierno, lo hace teniendo en cuenta las generaciones venide-
cima de la democracia y del 12arlamentarismo... Pero si éste fallanl as; en cambio, este pequeño fragmento de literatura ocasional
y nos viéramos retrotraídos al antiguo sistema, las consecuenci ·ene la humilde intención de contribuir al debate de los proble-
serían trascendentes. Hasta en ese caso podría uno agradecer . as contemporáneos. .
destino ser un alemán. Pero_ tendría uno que abandonar entonz El gran retraso de esta publicación, que obedece .a una suge-
ces cualquier esP-eranza de un gran fu!uro P-ara Alemaqja, ind~¡. encia de varios de mis amigos, se debe a una serie de proble-
pendientemente del tipo de paz que lográramos. as, y luego, a partir de noviembre, a los problemas técnicos
El autor, que votó por los conservadores hace ya casi tres déca.; ~omunes a cualquier publicación.
das y luego por los demócratas, a quien se le concedió después un.
escaño en el [archiconservador] Kreuz.zeitung y que actualmente
colabora en periódicos liberales, no es un político activo, y f!unca
lo será. A modo de precaución, cabe añadir que no posee cone, 2
xiones de ningún tipo con ningún estadista alemán. Tiene bue;:_ Las secciones 1 a 111 fueron publicadas originariamente en la Fra11kf111ter Zei-
mg del 27 de mayo, 5 y 6 de junio y 24 de junio de 1917, bajo el título Deutscher
nos motivos para creer que ningún partido, ni siquiera de iz¡ rlamentarismus in Vergangenheit u11d Zukueft [El parlamentarismo alemán en su
quierda, se identificará con lo que tiene que decir [véase secció sado y en su futuro]. Véase la bil:liografía en Eduard Baumgarten (comp.),
. 1v, hifra]: éste es un punto sobre el cual los partidos no tiene ax Weber - Werk u11d Person, Tubinga, J. C. B. Mohr, 1964, p. 711. Con relación
opimones divergentes. El autor sostiene sus opiniones polític · la caída del canciller Bethmann-Hollweg el 14 de julio de 1917 y el cono pe-
do del canciller Michaelis (hasta el 30 de octubre de 1917), véase, iefra, las
porque Jos acontecimientos de las décadas recientes lo han· con_ tas 24 y 26 ..
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I. El legado de Bismarck dríamos calificar de pangermano escribió: "Pomposo en el con-


ido y pueril en la forma." Este comentario se refiere a un
anuscrito que solicitó como muestra de un hombre que se dife-
Las actuales ·condiciones de nuestra vida parlamentaria son nciaba de los actuales representantes de ese tipo en que había
legado de la•_larga dominación del príncipe Bismarck y de la a vido valerosamente a la patria, no sólo con palabras. La opi-
tud que la nación asumió con respecto a él a partir de la últí . ón de Bismarc~ con respecto a sus pares conservadores se en-
década. de,~~. cancillería. Dicha act!tud no en~uentra paralelo' entra en sus memorias.
la de nmgun otro gran pueblo hacia un estadista de esa estatti Tenía suficientes razones para despreciar a sus pares. ¿Quizás
En ni~gún otro lugar del mundo ha ocurrido que una adulad r lo que le sucedió cuando fue despedido de su cargo en 1890?
tan désmedidá hacia un político haya llevado a una nacióri't · hecho, no podía esperar ninguna simpatía del partido de cen-
orgullosa a sacrificar sus convicciones sustantivas de modcH: , , al que había tratado de imputar conexiones con el asesino
total. Por otro lado, las diferencias con las políticas de un Ú ullmann; 4 tampoco del P-artido d~_ Jos soci~Jg~mócratas, a los
dista de esa magnitud rara vez han desencadenado una canti .e había perseguido con la eliminación del párrafo de la legisla-
de odio tan grande como el que surgió en esa época entr . , ' n antisocialista; ni_~, a quienes había estigma-
extrema izquierda y el partido de centro. ¿Cuáles fueron las ra' ado como "enemigos del Reich". ¿Pero qué fue lo que hicieron
nes? uellos que habían aplaudido todas estas medidas? Los lacayos
. Acontecimientos como los de 1866 y 1870 tuvieron un gt onservadores ocupaban las curules de los ministros prusianos y
1r:npacto sobre aquella generación para la cual las guerras vicf 'articipaban en la burocracia federal. ¿Qué hicieron? Lo sopor-
nosas fueron una experiencia indeleble de juventud, pero qti aron. "Sólo se trata de un nuevo superior" -y dieron por con-
·carecía de una clara comprensión de las serias tensiones intern¿i ' uido el asunto. Los políticos conservadores se sentaron en las
consiguientes. Sólo cuando esta generación alcanzó la madurez' illas presidenciales de los parlamentos en el imperio y en Prusia.
leyenda de Bismarck tomó cuerpo. La generación de intelectu Qué palabras de simpatía tuvieron para con el creador saliente
les políticos que ingresó a la vida pública aproximadamente· del Reich? No articularon ni una sola palabra. ¿Cuál de los gran-
partir de 1878 se dividió en dos bandos. El grupo más num des partidos en que militaban sus·seguidores exigió razones de su
roso admiraba no la grandeza. ª-e.ljl}te(~c~t:uofütic;ado y domi: ' nunda? No se perturbaron, simplemente se volvieron hacia el
n~l_!~e ae-Bísfüarck, ~si~o "esa mezcla de vi?l~nd_~.Y.-~<!-g_~<:ld.-ª<:Í1 eS'' nuevo sol. Este acontecimiento no tiene paralelo en los anales de
~_p~i:~!?:!_e_'?.r~a_l_ brutall(lad de su· enfoque político. El otro grupd ''n pueblo orgulloso. El desprecio que merece tal acción sólo
que reacaonó con un débil resentimiento, desapareció rápida · uede ser superado por el entusiasmo hacia Bismarck que
mente después de su muerte, pero el primero ha crecido cad os mismos partidos adoptaron después. Durante medio siglo los
vez más. Desde hace tiempo esta actitud dominante ha confor~ conservadores prusianos han fallado cuando pretendieron mos-
mado no sólo la metodología histórica de los políticos conserva trar "carácter" en su compromiso con las grandes metas políticas
dores, sino también la de intelectuales genuinamente entusiastas, y otros ideales, como el que a su modo poseían hombres tales
y, desde luego, la de aquellos literatos plebeyos que al imitar lo
gestos de Bismarck buscan, participando de su espíritu, su propi 4
Luego de las medidas iniciales dispuestas por Bismarck en su lucha por con-
legitimación. S~bemos que Bismarck sentía un fuerte despreci _.olar a la iglesia católica (la así llamada Kulturkampf. apoyada fuertemente por los
por este grupo mfluyente, pese a que no se oponía a sacar vent artidos liberales), un tal Kullmann, tonelero católico desempleado. atentó contra
jas políticas de aquellos cortesanos, tal como lo hizo con el seño vida en Bad Kissingen. en julio de 1874. En 1878, cuando se imputó a los
'cialdemócratas la responsabilidad de los atJ°füados de Hodel y Nobling contra la
Busch y sus secuaces. 3 Al margen de un mcmorandum que ho da del emperador, Bismarck trató inmediatamente de transformar este inci-
nte en una ventaja política con relación a su conflicto con el partido de centro.
3
Moritz _Busch (1821-1899) fue el principal agente de prensa de Bismarck y ueden negar este atentado tanto como quieran -exdamó en el siguiente debate
propagandista oficial. Sus memorias, Bismarck: So11U' Secret Pages of his Histo esupuestal- pero está adherido a vuestras ropas: es a ustedes a los que él llama
Londres. Macmillan, 1898, fueron publicadas primero en Inglaterra debido · partido." Véase Karl Bachem, Vorgeschichte, Geschichte und Politik der deutschen
previsible problema de libelos en Alemania. entrumspartei, 111, Colonia, Bachem. 1927, pp. 219 y ss.
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corno Stahl y Gerlach y otros miembros del viejo movimiento ~. es y a la mayoría de los extr~njer?s. En el n:ejor de los casc:is un
cialcristiano. 5 Sólo cuando vieron jaqueados sus intereses fin;tjí genio aparece una vez en vanos siglos. Po.dnamos da.r gracias al
áeros, su monopolio de las ventajas administrativas, su poder l?tt pestino si hoy, y en el futuro, ~uestro gobierno, 7stm:1era en ma-
rocrático, o bien -lo que es lo mismo- sus privilegios electoral~~ _os de políticos del calibre de Bismarck. Los pohucos mtelectuales
pusieron en marcha, sin ~amientos, su maquinaria gubern·~ .pretenden convencer al paí_s de que hasta hoy el .parlamen~o ale-
mental, aun en contra del rey. Fue entonces cuando todo el 1 .ruán no ha podido producir grandes· talentos. Sm duda, esta es
tirnoso aparato de fraseología "cristiana", "monárquica" y "naci 1 .una de las mayores distorsiones de la verdad. Resulta escandaloso
nal" cobró actualidad -la misma fraseología que esos. mism" . ue la dependiente moda actual niegue el estatt~s de representan-
caballeros condenan ahora como "tendenciosa" cuando es utiliza tes del "Geist" alemán a líderes parlamentanos de la talla. de
por los pólíticos anglosajones. Varios años después de la destit Bennigsen, Stauffenberg y Volk, o a demócratas como el patnota
ción de Bismarck, cuando sus intereses materiales se vieron afe prusiano Waldeck; 6 después de todo, el "espíritu alemán" era tan
tados, especialmente por problemas de impuestos, entonces,. fuerte en la iglesia de San Pablo [en Frankfurt durante 1848]
sólo entonces, recordaron que Bismarck era su hombre, y sól, ·como lo ha sido en la burocracia, y ciertamente mucho más
desde entonces han pretendido muy seriamente ser los guardi~ fuerte que en los tinteros de estos caballeros.
nes de su tradición. Existen buenas razones para creer que B" _ . Estos hombres del primer período del Reichstag tenían una
marck sólo sentía desdén hacia esas manipulaciones; es posib!, gran ventaja: conocían sus propias Iimitacione~ Y. rec~nocían
probarlo a través de varias afirmaciones privadas. ¿Quién pueQ,,1 tanto sus errores pasados como la tremenda supenondad mtelec-
culparlo por eso? Sin embargo, pese a la vergiienza que n tual de Bismarck. En ningún otro ámbito éste contó con más apa-
provoca la caricatura de madurez política ofrecida por la naci · sionados admiradores que en estos círculos, ni siquiera entre los
en 1890, es necesario reconocer el hecho de que, de este compo Posteriores secesionistas [ala izquierda liberal]. Exi~te un hecho
tamiento indigno por parte- de sus seguidores, Bismarck rec · 'particular que habla de su· estatura personal: carecmn de resen-
_!r_ágicamente su .propia cose~b·ª' porque deseaoa -y_Jg)gg~Q-; timientos frente a la superioridad de Bismarck. E~ que los ha co-
impotenc_i~EQ!í!jca del _parlame~.,t~.Y-.~~155-Tíoere~p~_r.~i~arios .. nocido debe absolver totalmente a las figuras más importantes de
--Ningún estadista que haya tomado éf'póder ·sin mayoría pa esta falta. A aquellos que conocen el desarrollo de los acon~e~i­
lamentaria contó con la cooperación de un parlamento alia mientos, la sospecha de Bismarck de que estos ho1:1bres acanc1~­
[entre los liberales nacionales] y compuesto de tantos talentos p ron alguna vez la idea de derrocarlo les parecera cercana a Ja
líticos como Bismarck, entre 1867 y 1878. Se puede disentir c aranoia. Una y otra vez escuché a los líderes 7 afirmar que con-
la visión política de los líderes nacional-liberales de esa épo .
Desde luego, no se los puede comparar con Bismarck en cuantq !· & Rudolph \'on Bc11nigsen (1824-1902),joseph Volk_ (1819-1_882) y Franz ~u­
habilidad diplomática y energía intelectual; después de él, es p, gust Freihell' Schenk von Stauffenbcrg (1834-1!101) _fueron hdcres del parud1'.
sible describirlos, en el mejor de los casos, como mediocres, pe. !nadonal-liberal. Bennigsen cslurn a la cabeza del pa1:11?0 desde. 1866 hasta 1898.'
esta calificación también se aplica al resto de los políticos alem rechazó un puesto en el gobierno en 1877 y se relJro de~ Re1chstag de 188.3 a
1887, porque consideraba que ya no podía coop~rar con Bismarck: El ?.ercclu.sta
Volk dejó el partido en ocasión de la primera d1sp1~ta sobre la leg1s~acmn de 1~_1-
:puestos en 1878; el alemán del sur Stauffenbcrg lue uno de los lideres de~ 1z-
5
Friedrích Julius Stahl (1802-1861) y Ludwig van Gerlach (1795-1877), am ·,quierdoso Se¡rssion en 1881. Benedikt Fram; Leo .wal?cck (_1802-1870) fue el hd_er
consejeros del romántico rey prusiano Federico Guillermo IV, fueron lideres ]a izquierda democrática en la Asamble~ nanona~ pr~1s1ana de 1848 y nue,a-
conservadurismo protestante agrario de mediados de siglo en Prusia. Uno de ente en la dicta prusiana durante el conllICto cons11tu~1o~al de 1861-1869 . .
voceros más eficientes del derecho divino reál, luego de la revolución de 18 1 El padre de Weber, Max Weber, jugó_ un papel s1gn~ficauvo ~n el Parudo
Stahl influyó en la conformación de Ja.constitución prusiana de 1850, bajo lín acional-liberal de Berlín de la era bismarckiana como magistrado, aiputado en la
conservadoras. Cofundador del Kreuzzeitung, Gerlach se opuso a Bismarck ·h _ieta prusiana y diputado en el Reichstag. Bennigs~1.1, Miquel_,r o.u·os lí~eres del
el final, al punto de sentarse con los delegados de C!!nlro en el Reichstag poster )anido fueron visitas asiduas a su casa, y "se pernutJ¡¡ a los huos Jm'e11C1tos [ · · .]
a 187.0. Sobre el viejo movimiento socialcristiano ·en general, véase W. O. S ' uchar las disputas políticas y absorber lo que pudieran comprender" (~a­
nahan, Gennan Protestants Face the Social Question: The Consematitie Phase, JJ~ ·anne Webei-, Max Weber, Tubinga. Mohr. 1926. p. 42). Pese a que Weber_ ~ufo
JB'JJ, Notre Dame, University of Notre Dame Press, 1954. enía 14 años en J 878, los intereses del precoz jm·en incluían ya asuntos poh11cus
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68 ESCRITOS POLÍTIC:

siderarían aJ_sesarism_o -tl_gobierno a carg.Q_de un genio-_g¡m' •estableció el Reichsbank (moción de Hamberger}; ciertamente,
el mejQ!..J:ip_cuk orga_njzag~!!_p()líticª_pªr_él_d-l~!Ilªniasi_~~-llivie hemos a este partido la mayoría de la~ gra!1des instituciones
la garantía de contar siempre con un nuevo Bismarck. Ésta era el Reich, que aún hoy manttenen su v1genaa. ~asado el m.o-
convicción más sincera. Desde luego, en efPasado se batiero ento es fácil criticar las posiciones tácticas, que s1e1"!1pre deb1e-
vigorosamente con él y por esta misma razón conocían sus limit : n tener en cuenta su delicada posición frente a Btsmarck. Se
dones, y no estaban dispuestos a hacer ningún sacrificio intele ede explicar su decadencia, entre ~tros factores, apuntando a
tual de poca hombría. Es cierto que tendían a transar con él has s. dificultades naturales de un parado que pese a tener una
el punto de la autoanulación con tal de evitar una ruptura; rientación política tan pura debía soportar ~l peso de su adhe-
hecho, fueron mucho más allá de las meras consideraciones tác lón a doginas económicos obsoletos con relación a los problemas
cas hacia los electores, quienes amenazaban con repudiarlos po ' onómicos y al bienestar público de la época; sin em~argo, en
esta razón. Los líderes nacional-liberales se apartaron tímida te aspecto los partidos conservadores no eran mejores. Las
mente de un enfrentamiento para obtener mayores derech eas del partido nacional-liberal con res~ecto a las re~ormas
parlamentarios no sólo-porque preveían que el partido de centr nstitucionales chocaron con las metas de Btsmarck posteriores a
sería el beneficiado, sino también porque se percataban de qu 866 no por una falta de visión, como se ha pretendido, sino debido
un ,c~:mflicto ~e tal índole paralizaría por un largo período las, ideales "unitarios" -en el sentido de Treitschke-, que por el mo-
8
poht1cas de Bismarck, así como la labor del parlamento. " dá ento hemos abandonado no sólo por razones políticas. De cual-
P_1:1~-~~-_!:~!!g é.~!!:g_y<('. era eJ.h1mento normaLenJa.década_d.e_Jos , uier manera, el desarrollo posterior ha vindicado completamente las
ocnenta. El último intento pg.r-r-arte de est.osJkleres, frecuent remisas políticas básicas de los nacional-liber~~es. .
.m.ente._manifes.tado en .. s.us círculo.s....ín.timo.s.,_er:a eLsaly¡tgl:lafd.a. · Al no poder cumP-Jir con _su.s ta:e?-_!__p~)it1_cas l_()S nacI!Jnél_l-
ch~r:ªm~-~Lgol?i_~rn_()_ <;!.~-~!1!1.$I:•!Il~i9~_a_fj_gyra, ~a.s instituciones d berale§_se desim~grfil:Q_Q,_s!!! ult!lll...~ IIJ..§.!ªº-Q::l QQ_J.!Q.!" razones d~
@.§... <:.1.!.ª'1~§. d.(!p_enciia la continuidad del liderazgo del imperio des· esQ~~ÍQQ_pm:.que Bismarck no toleró nin_gi!n poder aut~nomo n1
pués de los.~~stes. a_Jg~ __ pol!_~i<:o..s_ds_<:!:J.alidades más nor¡:nale~~ ntre los ministerios ni en el seno del parlamento. -Es aerto que
Entt~est<1.§_jn.s_titudone.a....se contaba_eL .parlamento .. ::-:un. . .parlª~ .ofreció algunos ministerios a varios lidere~ p~r~am~ntarios,yero
I!l_e.!1..~<?.. ~~p~z d~.. P.f.l:!:Ü9P-ªX..ª.c;:ti.Y.'!-Inente en~.Lgobierno y .de .atrn~r '.todos ellos advirtieron que, desde un prmap10, este hab1a to-
<:!._grandes talentos políti~os_;_t_a_IJ.lbién deseé).bél~ partidos f1:lertes. ' :mado medidas sagaces que le permitirían derrocar a su nuevo
Los líderes nacional-liberales sabían que el logro de esta météi colega en cualquier momento, desacr~ditándolo en un terre~~
no dependía sólo de ellos. Durante la gran reforma de Bismarck puramente personal. En última instanc1~, esto fue lo qu_e en:ipuJO
en 1878 frecuentem~nte escuché en sus círculos lo siguiente: "Nd a Bennigsen a declinar una oferta sem~Jante. L¡is p~lít1cas mter-
se r~quiere de gr_~!"tabiJidad política para degru!J::_9..!.1.rntilar un nas de Bismarck s~µün.ª-ºªn e~~l_u_,filyam~~te. h,acia l.!i_~_even­
earudo quµ!:.h::i.!!~~n...E_n_a sit~_a_ció~ tl:l:!l..precaria C!Jl!l~__la nues- ción de la consolidación de cualgmer partido mdepend1ente Y
~!:e.~. P~-..§!.~!Q..§.1,1cede, no será P-os1b1e crear o~i:-º-gran part1 . fuerte. Su..!_P-rincif!ales_medios para ello fueron el pres~puesto
inter~~.9.g__~!! UIJ~_p::i,()peración r?:cio,riaJ~_gobi_erno te_ri_dría ~­ _militar yJ_~_l~_g~.1'~?~9!1_.<l_n ~!~Qs.lal!~!.~. !!1-ª~- -ªJI.ª- de q1,1_(! mam f!!!.lªº-ª
~g~L~!"._él.Ji!:!!_ROs_gH~re~?-do.s. Y.F._~curri_r .a.J.sis.t._~~ de pci~.r~c:_inio e_o..;
Ig1_c:_9~1,1_p_~gg_~~S§..~alé!.i_y aun en ese caso podrian psodudrs.~las !
i:upturas poüticas más serias." Como afirmamos anteriormente¡ , s Bismarck estableció el Reich como una federación de las dinastías reinantes
se puede discrepar con algunos de los lineamientos políticos ·representadas en el Bundesrat (Consejo feder~~); formalment.e controlaban toda la
legislación y "gobernaban" a través de su pres~me. el c~nc1ller .nc;imbrado por.el
de e~te p~rtido, pero fue por su iniciativa que se creó el cargo de, emperador y que normalmente era al mismo tiempo pnmer mm1stro de Prusia.
canciller imperial en la constitución (moción de Bennigsen) y qui:; El Reichstag era la única instituc;ión "unitaria", es decir, la q_ue representaba al
pueblo alemán como un todo, pero sólo tenía poderes de~1bera~1vos y presu-
puestales y ningún control sobre el gobierno federal. Muchas f~nc10nes estat~l;s
(véanse las cartas escritas a los 14 y 15 años. reimpresas en Baumgarten, Max' ..-iglesias. educación, ferrocarriles, correos, y en el ca~o ~e. Bav1era has~a i::I '"'~r-
Weber, op. cit., pp. 6-13); es probable entonces que éstos y los siguientes juicios' ; cito- permanecían bajo la jurisdicció_n de los estados md1VJduales. Las mst1tuc10-
políticos estén basados en sus memorias persona1es de esa época. ' . nes centrales existentes estaban dommadas por Prusia.
1
71
70 RLAMENTO Y GOBIERNO

deliberada y hábilll!.ente el cf!ogt1~- .de lo~_ inJer~~es eco11!.'múco litares ya enterrados del conflicto constitucio~~l prusiano, fue-
con relación a lª_.E.Q_líJ:i~~ il!!E~~Q~ª· .: trasladados a nivel federal, y el papel del ejercito quedo su-
En materia militar, la posición básica de los políticos nacional o a la política del· partido. . . .,
liberales cons~stía, según mi información, en lo siguiente: dese . ;Es preciso reconocer que ést_a ~ra ~rec1sam;nte la m~enc1on de
ban mantener el_P-Qderío aUtorizadq_!!_eLaj~_[fito con tanta ampli· ismarck: en ese lema demagogico vislumbro un m~d10 para _!o-
tud como fuera ne~esari9, y por esta razón consideraban esto; rar que el emperador, que había vivido el .confl~cto constitu-
como un mero problema técnico. pe este'modo, se enterrarían lasí. '. nal, sospechara que el Rei~hstag y. los p~rudos liberales. eran
viejas cuestiones del conflicto constitucional prusiano y al menos; stiles al ejército, y desacreditar al mismo tiempo a los nac10nal-
esta fuente de agitación demagógica sería eliminada en beneficio\ erales frente a sus propios electores, presentá~dolos como
del Reich. 9 T..o.d.o_Joque se nece&!taba era· la simple determina~·­ raidores a los derechos presupuestales parlamentar~os en_la me-
ci~E ci.el pog_~r autori_za.Q.9 en l~~<li~pg~!~!Qll.~.~-¡,inuale§_p_resuP-ue~J~' ida en que habían aceptado el presupuesto de siete ª?os .. ~e
les. ~i11gunQ_~~~§tos líder~~<;!!:!..c:ló d~ql!.~.d~~~te !IlOdo la nece_§_ari~ ;uede afirmar exactamente lo mismo con resp~cto a la leg1slac1on
e.:i:1:p.!l.JJ.~iÓ!L.d~L~j~r!;iW_~º!J.!in!:!..a.ríª .~in tprb.~1li9os ni L~ercusio-:. ·n:tisocialista. Los nacional-liberales estaban dispuestos a tra~sar
nes __Í!l:t~~-11-~_s o__int~r!1.!!_<;igE.~1~~i. .. ~n_ partic::;ular.i.l<>.~ __rp.ifüªre~~: cm Bismarck más allá de lo conveniente, y hasta los progresistas
ci!"!.é!!LP-~g!r.._!!!ªYQr~s_prestac;iones de una man.era .. m!td!.Q.. ll1e112s,' ·adían llegar a tomar disposiciones que convertirían lo que ~ll~s
<!!!:!~~y~~ que si este problema técnico se mezclara con los intere- :amaban una "instigación al odio de clases'.' en. ~ma ofensa cnm.1-
ses internos de poder de la burocracia, con el resultado de que. ·a1 general. Pero Bismarck quería_ m~a leg1slacion de emergencia
1" cuanto tal. Durante el furor publico provoca?o por el ~egu?~
cada siete años las cuestiones militares harían eclosión en una
manifestación política con consecuencias catastróficas para la es- 0 atentado contra la vida del emperador, -~~smarc~ disolv!o
tabilidad nacional instrumentada mediante una campaña electo-, · Reicl}s_t]!g,..§Ín i!!te.1!!ª-L.§.~quiera r~~Qb:'~:_~_!,!~__d1ki:~noas co_~_~l.
ral salvaje bajo el lema: "El ejército imperial contra el ejército, lemen~__ pJn::g1:!.~vi~!!1~bró J_<!___<:po!:tum~~-d de. des~ruir al
parlamentario." Este lema era bastante engañoso, ya que el ejér-., ico artido wderoso de-aguella ~poca.U
cito no se convertiría en una institución parlamentaria por el solo y tuvo éxito~Cuáles ftiel-o-n las consecuencias? En lugar ~e
hecho de tener un presupuesto para un año o para siete, tanto. er que efectuar un compromis<? ~?n un partido parlamentano
más dado que el presupuestq de siete años era un planteamiento, ·ue, a pesar de militar en la opos1c1on se i~rnntu~o muy cerc~ Y
puramente utópico. El Reichsfag fue disuelto ed 1887 debido · ·Óoperó con él desde la fundación del Re1ch, Bismarck devmo
únicamente al problema de sLel poderío militar autorizado, con: 'ermanentemente dependiente del partido de centro, que lo
relación al cual todos los partidos biirgerliche concordaban, debía: ·mó hasta su muerte y cuyo poder .ele base.fuera _del parlame~to
replantearse cada tres o siete años; el presupuesto de tres años;; · ra inexpugnable a sus ataques. T1e~11po des pues, cuan~o. pi o-
fue definido como "un asalto a los privilegios de la corona". Pero. unció su famoso discurso sobre el fm de la .1uventud de la na-
tres años más tarde, en 1890, fue presentado al parlamento un, 'ión (Vo/ller/riihling), Windhorst replicó sarcást.icamente, pero
nuevo proyecto de ley en relación al poderío militar autorizado; • . e nuevo con justeza. que él mismo había destnud? al gr:an par-
Windhorst [el líder del partido de centro]1° no tuvo reparos en. do que lo apoyara en el pasado. Cuando los nac10nal-hberales
censurar a sus oponentes por esta inconsistencia, de manera des- . icieron proposiciones _tendientes a _salvaguarda~- el d~recl:o del
pectiva pero justificada. De este modo, los antiguos problemas ; eichstag ele elevar los. nnp:~esto~. Bismarck las i echa~o po~ con-
idcrarlas un paso hacia el gobierno del parlamento , peio co'.1
, tiempo se vio forzado a conceder .la misma pi~opuesta ~! pai.~
9 Para antecedentes del conflicto constitucional prusiano, que llevó a Bismarck•
do de centro ele la peor manera posible -en el parrafo de cese 1
al poder, véase Eugene N. Anderson, The Social and Political Conflict in Prussia:'.
1858- 1864, Lincoln, The University of Nebraska Press, 1963. .
10
Ludwig Windhorst (1812-1891), un antiguo ministro de justicia de Hanno- '11 ·Sobre 13ismarck y la legislación antisocíalista, véase' Giilllher Roth, .Th_e, Social
· · ¡ Ge1111any, 1·otowa. N . J ·: 1'1 Je, Bedminstcr
mocra/s m !111/1er1<1 Press • 1963, ca P·
ver, fue el líder del partido católico de centro y, por consiguiente, el mayor anta- .
gonista parlamentario de Bismarck, aunque algunas veces cooperó con él durante· iI; \'crnon L. Lidtkc, The 011tlmued Party: Socwl Demucracy 111 Ger111a11y, 1878-1890,
su presidencia. . rincdon, Prin~cton Univcrsity Press, 1966.
73
72 ESCRITOS POLÍTIC. · RLAMENTO Y GOBIERNO

de l~ cláusula llamada de Franckenstein, a la q;ue. se agregó 'litados y los ancianos; ciertamente, éstas eran metas deseables,
Prusia la aun pf7or lex Huene (que posteriormente fue elimin~ 'éro no obtuvimos las garantías necesarias para preservar la sa-
con grandes dificultades). 12 Más aun, Bismarck debió soport ~d física y mental y para permitir a l?s person~s s~nas de mente_ y
[como p~rte del precio por estos -Ímpuestos] la mayor derrota' 'rpo defender sus intereses con seriedad y d1gmdad; e.s, decir,
la autoridad del estado en la lucha contra la iglesia católica,, ecisamente la arte. olíticamente im ortante de la oblacion tra-
KulturkamP.f~ que había lidiado con medios totalmente ina. ·adora fue de"ada de lftdo,
cuados y po~ la cual rechazó toda responsabilidad, sin éxito y c' Como en el caso de la Kulturkampf, Bismarck pasó aquí por
poca mo?est~'!· Por otra parte, con sus leyes antisocialistas brin4 t cima de todas las consideraciones psicológicas más importan-

a. los .socialdemócratas el punto más espléndido con relación a [ . ·especialmente en lo concerniente a los sindicatos, haciendo a
~le.cci~nes. En ,manos de Bismarck, el destino de la legislaciq. ' 'lado un punto que hasta hoy muchos ~~líticos no ~~. com-
imperial sobre se~r~dad soci~l fue convertirse en demagogia,,'. r.endid9: u. n. estado que .busca_~!.--~l_ e.SWX!Ll!. de_s_u..ejerClto.:de
de la peor especie, mdepend1entemente de lo valiosa que es: asas en el hQJJor~y_Jª-~glidai:idad. no. qel?._~_.Q!.Y.}c!;a.~_ql!~~~ la Vlda \\
legislación pudiera ser en sí misma. Con argumentos increíbl.e1 oüdiarta asf como en lª~ luchas eco11ómicas de)e>.~. t!.élº-ªJª-QQ,res,
mente triviales rechazó la legislación de protección del sector i S"..~~ñtf~l~:QiQ.&~.dé...h-;n·9r--y....Solidarida~:LsQD~-1ªs. _ún!~~~_!:_u_e.r.~~.s 1
boral, que, después de todo, era indispensable para la preservl ..orales. de_0siyas para-educai:-a.las. !11 as.~.&. _y._ po:. ~llo. ~.e...!ll:J:>e._Qª;f
ción de los recursos de la población de la nación, en la medida e ª__
· rida s\1e.\W. estos .. sentimientos. Este es P!:~q~ªm.ente el :filgn~-
que interfería con los derechos del amo. Por la misma razón u 1cado político c!_t:_.~~é!-'..'._cl~ffiQCféJ,CÍa socfül':e~. U?_~--~E_~q_u~~~ne~~~.
lizó l~s_m~~idas de la legislación_.'!f:lJ!§.gci@sta con el fin de lo afil~menre-; seguirá. siendo capitalista por u~ l~rg;o tH!mpo. Au13
que la política destrl!)'._~a los sindicatos, los únicos ortador hoy sufrimos las consecuencias de esta políuc~. BismarcK se creo
f?OSibles_ de un.a rer.rest;!!...~<:i<?_I!_ real d~_s_ill!~r~s..~s_9e la da ·una atmósfera política que en 1890, pa~a ~ont1m~ar en s~ .puesto,
tr~ora, con lo cual empujó a los miembros de dicha-clase le ofreció dos alternativas: un rendimiento mcond1c10nal a
radicalismo más extremo de una política puramente partidariá Windhorst o un c01PA~eftg,_t. Por lo tant~, no f~e casual que. la
Por otro lado, imitando ciertas prácticas norteamericanas, Bis~ nación reaccionará con una completa indiferencia ~ s~ renuncia.
marck creía en la posibilidad de crear una actividad positiva que , En vista de la glorificación acrítica y, sobre ~odo, md1gna que se
generaría cierta gratitud política, a través de la concesión de bé~ le ha rendido a Bismarck, creo que ya es uempo de llamar la
neficios sociales a partir de los fondos públicos o de fondos pri-. atención, para variar, sobre este aspecto de la cuestión. La pa_~e,
vados obligatorios. Grave error político: "Han perdido el derecho más influyente de la literatura popular sobre Bismarck se !1ª.. es- j1
a sus salarios." Obtuvimos beneficios para los enfermos, los inh~~ ,crítü.pira la mesa de _I_lavidad del filisteo que prefiere ese upo.de¡¡
,. cÜTto apolítico al h_~E9.~! ~é:!..~~n .ªl:!Q!_<l__~!!_tr~_I.!9~º~!.<:>S. La bte- (
12
Cuando en 187~ Bismarck se propuso aumentar los impuestos aduanale.. .ratura de este tipo escntél SC)~"..~- B!_SJ!l(,l~ck -~-<t-~·~X<t~t!__e~a .~J~!~~~ 1
para lograr que el Re1ch fuera menos dependiente de las contribuciones financie:· ·Sensibilidad y pretende honrar al fiéroe ve}ancfo SUS h~1taf_l.Q!les.:
T~s de los estados miembros, el partido dt> .::entro, particularista pero proteccio: ; ··maldiciendo a sus oponentes. Pero dt::_~sta m~~él _f!_<?_~~- P!:!.~!:1~.
nista, cuyos votos le eran necesarios, insistió en que cualquier excedente de lci~ .e ucár a la nación para qµe desarrolle eífilifi.1.~o t:l~.yn_r-~nsa~..
nuevos mgresos que sobrepasara los 130 millones de -marcos fuera transferido de
los estados; si el ~eich deseaba una parte de esa suma, la cuestión sería planteada
miento polít!c() independiente.. El que se haga _jusuaa con. sus
nuevamente en e1 parlamento, que votaba anualmente en relación a las contribuc ,opoñentes y se señale sin rodeos las consecuenc~as de su ~1san­
done~ matriculares. Georg von und zu Franckenstein (1825-1890), miembro tropía no disminuye la grandiosa estatura de Btsmarc~., m tam-
prominente del partido de Baviera, fue el autor de esta cláusula. En Prusia f · poco el que se señale el hecho de qU-e desde 1878 la nac1on no ha
complementada con el proyecto de ley Huene (1885-1893), producto del dip estado acostumbrada a compartir, a través de sus representantes
tado de centro y terrateniente silesiano Karl Hue11e Baron von Hoininge
(1837-1900), que requería que el estado prusiano cediera todo salvo 15 millones electos, la determinación de los asuntos políticos. Después de
de marcos de las ganancias de Franckenstein a los condados v municipalidades .todo, tal _p(:l,:t:tic:ipació1L~~ la precm1dición p_ara_..el..d.esarrollo del
"para eliminar un estímulo de gastos excesivos del presupuesto' estatal prusiano" ·'uicio oütico.
Ernst Rudolf Huber, Deutsche V erfassungsgeschichte seít 1789, 111, Stuttg.in. Koht,l
1 , ¿Cuál füe entonces el legado de Bismarck, en el sentido en que
hammer, 1963, p. 951; Bachem, Zentrumspartei, op, cit., 1JI, pp. 294 y ss.
7-t
ESCRITOS POLÍTICOS . 75

a i:i~sot~?s no~. interesa? Dejó tr~s de .>Í. una nación~~ ningi~rya :t II. Burocracia y caudillaje político
sef!~ü.cqq_o_!':_P,olztzca_, muy por debajo del mvel que había alcanzaaol•. ''f;
e!!__es_te sentido vemtc años antes (es deCii·; éri 1870] y,sobretodo;h -r..~~l
¡¡

nos legó una _nación s~n n~ngyna volun_ta!f:._Pg!í!i:!?!.. p~opia, acostum~ .I' 1!:,, [l. Burocracia y política]
~·:
brada a sufrir con fatahsmo~das las decisiories tomadas enl ' ,¡~:
n<?IllQ[~. ele U~ "g.obierno_ l!~Ollá!°q_uic<J", porque utilizó los senti-c~ /' n el estado...!!!_<;>derno, el_y~n:l<,!gero do_r1:üniq 1 _g!!t;. no consiste ni
1!11~11tos monarqmcos como coartada para sus intereses de poder ' ~en JQ~.. ctiscursos parlam~n..~¡¡ri()s ni en las proclamas de monarcas
e~ .Jél 11.!~h¡i ~ntre.y~rtidos; legó una nación incapaz ae-júzgar1 · o ~!! ~l m~n<:!jo _c:Ua.r_iq__ci~Ja administnu::i_ón, se encuen.~ra nece-
cnucamente los mcntos ?e los que se sentaron en su silla vacía y' r.ia.me.n..te....en ..mmw.s .de J<!....b.urocrac;iq., télnto militar corno. ciyil,
c~m una sorpre!1dente .falta_ c!e. ":(!rgº~r.!2'.'!. s~_~p1:9.E~~i:-.on de ,las J orque taml>i~t1.. el moderno oficial superior dirige las batallc1s
l'lt:nda~ c!-!-!l _gobierno. f UC en este sentido que se hizo er
mayor! esde SJ!.Q~pacho [Bureau]. De la misma manera que el llamado
d~ño. ~ra.p e~tª-~ist<!_1¡º ?~jó detrás ningunª_Jr.adkión pPJítka,' :ogreso hacia e! capitalismo constiu~ye ~, partir de la Eda? me-,
n~ atrajo hacia s1, 01 soporto, a las mentes políticamente indepen- · 1a la escala umvoca de la modermzac1on de la econom1a, ast
d1e~tes, para no hablar de personalichtd~§ PQ!ítkas.Jµ~r_t~s. y, p9f! mbién ~LP..!.QgI.e.~o hª-rjª_sLf~nc:ion_ario burocrático, basado. en
encima d~ todo, la mala suerte de la nación permitió que fornen-· l e!!lpleo, el sueldo, la pensión_ y ~Lª-~C.:~_nso·; en l~ preparación
tara una mmensa desco!1fiam.a hacia cualquiera de sus posibles:' rofesional y la división del trabajo, en competencias fuas, en el
sucesores, y que sob~·esumara_ a un hijo con talento p°-lfti~C>_ex- 1 rmalismo documental y en la subordinación y la superi_ori~~d
tremadamente mediocre. 13 El resultado puramente negativo· rárquica, ~la.: _escél.Jél.. _!g_1:1:al1!1ef!t~_l:.1~~Y.?.C~. de .~é! . .!1.!~9.:~r-~1z_act()_?
Jle su tre1~endo prestigio fue m1_ parlamento --~o!ñfil~~m!iente. ·iiiipo-: el estado, tanto del monárquico como del democrat1co.:_J:!_~s1_,
te~~e_; es bien sab1~0 que una vez que abandonó su ptieifo ·y su-'. :n todo caso, cuando el estado no(fili un pequeño cantón de ad-
fno en carne propia las consecuencias de esta nueva situación se;· . inistración por turno, sino 1::!!!._gran ~s.!_a,ºo de m<!_s_as. La demo-
acusó de. hab~r comc:;ti~o este error. Pero la impotencia del par-' acia elimina la administración en la misma medida en que lo ha
!~mento m1phca?a asmusmo un nivel intelectual bastante bajo. Si 1 echo el estado absoluto y en favor de funcionarios empleados
bien la leyenda mgcnuamentc moralizadora de nuestros literatos ~ or medio de honoratiores, ya sean éstos feudales, patrimoniales ?
políticos r~,vierte I~ relación ~-.n1sal y sostiene que el parlamento!'. 'atncios, o actúen en virtud de otros títulos honoríficos o hered1-
P.ermanec10 mer~c1damcnte 1mpot~ntc debido al bajo nivel de la;< rios. Funcionarios a sueldo deciden acerca de las necesidades y
vida parlamentana, hechos y consideraciones simples revelan eP s quejas de cada día. En el aspecto decisivo a tal efecto, el titular
vercl~d~1:0 estad.o de cosas, evidente para cualquier persona en su:,, el dominio militar, o sea el oficial, no se distingue del funciona-
s<~no .JU1c10. El_ll!\_'~l <:l<!l_pé!-_l~!llC_!!to depende no sólo de si en él se 1 º
administrativo burgués. En efecto, también el ejército moder-
~1s_~~1_te11 g~·ari_~l_es ;p1·o~le1m~s, ~~~~o ':!_e_J'i~~In~1~~f1~!~ .9.~~ ~e~~~-¡~:~· o de masas es un ejército burocrático y el oficial una categoría
s?JJ1 e_:e!T~~·-- es d_eur! s11 c:1~1d:_1d dep_ende de s1 lo que ahí sucede pedal de funcionario, en contraste con el noble, el ~ondot­
~1ene 1mp~1ta11c1a, o de s1 el parlameniO....es.siiiiplerrieilte el séfféi. 'ere, el cabecilla o los héroes homéricos. La fuerza efectiva del
111 \'olu!1:_tan~ qc_ una bm_()cracia domfoante: ·· ·· ·· ·-·- - - ..·------,:
~ército descansa en la disciplina, y en la administrac!ó_n muni,ci-
al el avance del burocratismo se produce en condiciones solo
geramente distintas. Cuant~_ n~<:J:Y.Or sea,.!!! ml!_nicir-io.. Q .. ~l!anto
ás inevitablemente se--vaya despojando, en virtud de la forma-
.' n de asociaciones de fines específicos condicionadas técnica o
onómicamente, de sus rasgos autóctonos orgánicos locales,
nto_l!1fa_S_!~pid()_~~ a,ql1el ª-vª_nce. Del mismo modo, tamp.oco ~u.e
la Iglesia, por ejemplo, el. tan cacareado dogm~ de la mfa~1?1-
13
_Herbert von Bismarck ( 1849-1904) fue secretario de estado de rclacionesH ad, sino el episcopado umversal, el que elaboro la conclus1on,
exteriores de su padre desde 1886 hasta la caída del mismo en 1890. ', portante desde el punto de vista del principio, de 1870. Fue él,

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