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La psicología del trabajo

La psicología es un campo de conocimiento en continua evolución desde


sus primeros días en los laboratorios de Wundt, en 1879, y de Patrizi, en
1889 (Caroy, J., Ohayon, A. y Plas, R., 2006; Malvezzi, S., 1999). Su
evolución es una respuesta a las demandas de conocimiento sobre la
conducta humana y al placer por el conocimiento mismo. La calidad de
su evolución le garantizó la consolidación como ciencia que investiga al
ser humano en su dimensión subjetiva y comparte sus fronteras e
investigaciones con otros campos del saber (Bastos y Rocha, 2007). El
conocimiento consistente y profundo de las estructuras y procesos
subjetivos en conexión con los comportamientos, contribuyó en la
construcción de la comprensión de la sociedad, de la persona y sus
relaciones y de los movimientos de ambas (Kimble, G., 1996). Habiendo
iniciado su existencia dentro de los campos de la filosofía y la biología, la
psicología fue expandiendo su territorio hasta abarcar todas las
actividades humanas, con resultados significativos en la salud, el trabajo,
la educación entre otras.

Entre los psicólogos aún no existe un acuerdo claro sobre cuál es el


origen y el campo de estudios de la psicología organizacional. Se percibe
como la disciplina que surge de la industria y se expande hacia

otras instituciones, hasta lograr su


consolidación en la década de 1970. Algunos estudios la consideran
como sinónimo de psicología industrial, otros como una parte integrante
de ella, finalmente, como una ampliación y una evolución de la segunda.

La Psicología del trabajo se desarrolló a partir del movimiento de la


relaciones humanas en la organizaciones pone más interés en el
empleado que la Psicología Industrial; la cual se ocupa de entender el
comportamiento y de fortalecer el bienestar de los empleados en su lugar
de trabajo. Los temas organizacionales incluyen las actitudes de los
empleados, el comportamiento, el estrés laboral y las técnicas de
supervisión. Sin embargo, los principales temas del área no se pueden
categorizar como estrictamente industriales u organizacionales. Por
ejemplo, la motivación es importante para los asuntos de la Psicología
Industrial en relación con la eficiencia y el desempeño de los
empleados, pero también resulta de gran relevancia en la preocupación
de la Psicología industrial por la felicidad y bienestar de los empleados.
Si bien las dos áreas no siempre se pueden diferenciar de manera clara
unidas ofrecen una visión de la extensa naturaleza de su campo de

acción.

La psicología del trabajo, lejos de centrarse en los estudios de la


organización como tal, se orienta a los individuos como integrantes de la
misma. Es a partir de la década de 1980, y gracias al avance de la teoría
orientada a la calidad total y a la reingeniería de procesos, que ha
quedado claro que es preferible considerar como parte de la empresa o
institución no solamente a quienes prestan sus servicios en ella, sino
además, a quienes son los beneficiarios de sus productos y servicios
(clientes, consumidores, usuarios, población objetivo o beneficiarios)

y a quienes actúan como sus proveedores (de recursos materiales,


económicos , humanos o intelectuales).
En esta misma perspectiva, la
psicología del trabajo se ha enriquecido con aportaciones de la
mercadotecnia y con técnicas derivadas de la búsqueda de la calidad.
Un par de casos de este tipo son los estudios de investigación de
mercados y la creación de clubes de consumidores o usuarios que
ayudan a conocer los factores que facilitan la retención de marcas y
productos en la mente de los consumidores, así como su fidelidad a los
mismos.

En un sentido diferente esta disciplina ha recibido otra valiosa aportación,


proveniente de la investigación, acerca del desarrollo de los grupos y el
manejo de los sentimientos y de la autoestima. Desde hace más de
cuarenta años, W. Schutz (1955) orientó sus trabajos a la identificación
de la persona que hace más productivos a los grupos, y llegó a descubrir
sus implicaciones en el comportamiento de los individuos de la
organización, los sentimientos y el auto concepto de los integrantes
(Schutz, 1992). Su enfoque, con invaluables aportaciones al estudio del
comportamiento de los individuos en las organizaciones, ha sido

confirmado por el nuevo campo de


la llamada inteligencia emocional, además de que cobró forma científica
a principios de la década de 1990. Sus hallazgos han arrojado una luz
acerca de los factores que impactan en la formación de equipos de
trabajo, la motivación de los empleados, los temores que bloquean o
reorientan psicológicamente el comportamiento en las organizaciones y
muchos otros temas.

Sin lugar a dudas, la importancia de la psicología organizacional consiste


en que nos ha permitido comprender los fenómenos humanos al interior
de la organización en sus relaciones con el resto del sistema
organizacional. Por ello, los estudios de esta rama científica deben
hacerse bajo el marco del enfoque de sistemas. Así con el propósito de
integrar a la misma Psicología de las organizaciones en una perspectiva
sistémica, nuestro interés se orienta a describir sus relaciones, roles,
insumos, productos, beneficiarios y modos de evaluar su eficacia.

Aplicaciones de la psicología del trabajo


Dadas las situaciones sociales, económicas y políticas, es necesario que
el psicólogo se enfrente a una problemática en la cual los recursos
humanos técnicamente preparados para hacer frente a la expansión del
trabajo y el crecimiento industrial, son insuficientes; es por ello que la
psicología del trabajo debe trabajar conjuntamente con otras disciplinas
afines a su campo de acción para lograr resultado óptimos, atacando con
ello los problemas que puedan surgir dentro de las organizaciones.

Actualmente, la psicología industrial, se especializa en las áreas del


personal, el consumidor, la ingeniería humana y organizacional,
abarcando todo lo que se refiere al mundo del trabajo. No importando
donde se encuentre empleado, al psicólogo industrial le interesa resolver
los problemas humanos creados por la civilización industrial.

El psicólogo: formula problemas, revisa los conocimientos anteriores,


hace observaciones preliminares, enuncia hipótesis, da cuenta de los
resultados y emplea los resultados.
En general, el psicólogo industrial aplica sus conocimientos en las

siguientes áreas:

 Selección, colocación y entrenamiento de los empleados


 Eficiencia del trabajador
 Administración de organizaciones
 Comportamiento del consumidor

Sin embargo, pienso que en realidad el trabajo del Psicólogo Laboral lo


restringimos a la selección, colocación y entrenamiento del personal, y en
específico a la aplicación e interpretación de Pruebas, Tests,
Cuestionarios e Inventarios psicológicos.

La psicología industrial y organizacional, el comportamiento


organizacional y las relaciones industriales no tienen todavía en nuestro
medio el nivel de desarrollo profesional que tienen otras especialidades
profesionales por limitaciones en la formación, la investigación y la
aplicación, pero es obvio que existe un camino recorrido por
profesionales destacados con trabajos importantes que es necesario
reconocer y alentar. En todo caso, es recién en los últimos años que se
ha avanzado de temas tradicionales hacia temas más novedosos
sustentados en una concepción del trabajador que es valorado como
potencial humano en las organizaciones.

El futuro de la psicología en el ámbito de trabajo


El constante crecimiento de la economía, junto con los adelantos
tecnológicos y una población en aumento provocaran sin duda ciertos
cambios en la naturaleza del trabajo del futuro. Y esos cambios
significaran nuevas exigencias y responsabilidades que el psicólogo
industrial habrá de afrontar. Un cambio importante atañe a las
particularidades dela fuerza de trabajo. En general, son hoy mas jóvenes,
tienen una escolaridad superior y muestran mayor resistencia a la
autoridad. Esto quiere decir que no responden ya a los incentivos ni
estilos tradicionales de liderazgo. El trabajador moderno busca empleos
más estimulantes y con mayores posibilidades, así como la oportunidad
de intervenir en las decisiones que afectan a su existencia. Además,
rechaza a los supervisores que observan una conducta dictatorial. Por
eso, muchos empleos y estructuras organizacionales empiezan a ser
rediseñados para que incorporen cierta autonomía, interés y satisfacción
en las tareas. Otro cambio se refiere a las oportunidades de empleo para
los no calificados y los que tienen poca escolaridad, cuyo número parece
disminuir cada año. Lo anterior significa que han de ser más completas la
selección y la formación de los psicólogos industriales, pues de lo
contrario no podrán descubrir nuevas capacidades y métodos de
entrenamiento que les permitan mejorar las habilidades de los que están
en desventaja.

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