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Platón. Filósofo griego (428-347a.C.

) en Atenas fue discípulo de Sócrates y profesor de


Aristóteles, impartía su filosofía basada en la dialéctica, escribió diálogos (en los que hacia halar
a Sócrates). Manifestó que los buenos oradores deben tener la sutileza de los dialecticos, la
ciencia de los filósofos, la dicción de los poetas y el gesto de los cómicos.

Platón : Biografía PLATÓN (428/427 a.C -347 a.C.). Platón nació, muy probablemente el año
428-427 a.C., en el seno de uno de los linajes más distinguidos de Atenas, en el cual era
tradicional la dedicación a la política. Así, de familia de antigua nobleza, del que le ocurrió a otros
muchos jóvenes atenienses, Platón no se descubrió a sí mismo hasta que conoció a Sócrates.
Pero cuando esto acontece Platón había cumplido los veinte años y los desvíos políticos de los
atenienses le obligarían a reflexionar profundamente sobre la conducta humana. Por tanto, no
se puede entender plenamente la figura de Platón si se la separa de su maestro Sócrates y del
contexto o marco histórico de la Atenas en que le tocó vivir. Así pues, el hecho más importante
del desarrollo intelectual de Platón fue el de que en su juventud fue discípulo de Sócrates, de
quien sacó el pensamiento que fue siempre fundamental en su filosofía política: la idea de que
la virtud es conocimiento. Esto significaba la creencia en que existe objetivamente una vida
buena (tanto para los individuos como para los estados) que puede ser objeto de estudio y
definida mediante procesos intelectuales metódicos y que, por consiguiente, es posible practicar.
Durante su juventud, la búsqueda de la vocación había equivalido a optar por la actividad política:
La política, que ocupa un lugar considerable en la vida de los antiguos griegos y por tanto también
en su pensamiento y literatura, ha revestido siempre una importancia extrema a los ojos de
Platón. Tenía de la política una bella concepción, pues la consideraba la más noble de las artes.
Platón era un hombre de la polis, un hombre político: la participación activa en la vida pública
representaba para él el cometido más natural y noble del hombre. tenticidad parece firmemente
establecida El tema de la justicia, de la mejor ordenación de la vida en comunidad, era, en verdad,
el eje en torno al cual giraba su especulación. Confirma esta conclusión lo que acerca de su
itinerario o proceso de vocación filosófico-política refiere la séptima de las Cartas que bajo su
nombre han llegado a nosotros, y cuya autenticidad parece firmemente establecida. Según la
mencionada Carta VII, en su juventud Platón, como cualquier otro ateniense, pensaba dedicarse
a la vida política. El régimen de los Treinta Tiranos, entre los cuales contaba con parientes y
amigos (su tío Carmides y su primo Crítias), le invitó a participar en el gobierno. Pero las
esperanzas que Platón había concebido respecto a la obra de estos se transformaron en
desilusión pues, con sus violencias, los tiranos hicieron echar de menos el antiguo orden de
cosas. Después de la caída de los Treinta, la restauración de la democracia incitó a Platón a la
vida política; pero entonces aconteció el hecho decisivo que le separó para siempre de la política
de su tiempo: el proceso y la condena de Sócrates. Así pues, cuando la democracia recién
restaurada ejecutó a Sócrates, Platón sufrió una sacudida tan profunda que decidió alejarse
definitivamente de la política práctica y dedicarse a reflexionar Filosofía II 1 sobre sus
fundamentos desde un punto de vista filosófico o científico, con la intención de descubrir las
causas del fracaso de todos los sistemas políticos. Es necesario leer su autobiografía, contenida
en la Carta VII, para comprender cómo, desorientado por estas dos experiencias de sentidos
contrarios (el gobierno de los Treinta Tiranos y la reacción democrática), se ve conducido a
abandonar la política militante en provecho de la reflexión teórica. El programa intelectual de
Platón consiste, pues, en unir, según el deseo de Sócrates, la política y la filosofía, o en otros
términos, en instaurar una política fundada en el saber. De este modo, de las experiencias
políticas de su juventud, dedujo Platón el pensamiento que había de inspirar toda su obra: sólo
la filosofía puede realizar una comunidad fundada en la justicia. Tras la muerte de Sócrates (399
a.C), marchó a Megara, junto a Euclides y, más tarde, según cuentan sus biógrafos, se fue a
Egipto y a Cirene. Nada sabemos acerca de estos viajes, si bien no son inverosímiles. Su primer
viaje seguro, que es también el primer acontecimiento importante de su vida exterior, es el que
con 40 años de edad hizo a Italia meridional. Con motivo de dicho viaje, y a través de su amigo
Arquitas, conoció las comunidades pitagóricas; y en Siracusa trabó amistad con Dión, tío de
Dionisio el Joven. Se cuenta que Dionisio el Viejo, tirano de Siracusa, temeroso de los proyectos
de reforma política expuestos por Platón, le hizo vender como esclavo en el mercado de Egina.
No se sabe con certeza si la responsabilidad del hecho correspondió o no realmente al tirano, o
a un desafortunado accidente en el contexto de la situación bélica entre Atenas y Egina, pero sí
que existe constancia de la venta de Platón como esclavo y su rescate gracias a Anniceris de
Cirene. La tradición relaciona dicho hecho con la fundación de la Academia, en la que se habría
empleado el dinero del rescate al haber sido éste rechazado al conocerse la identidad del
presunto esclavo. Así, en el 388-387 a. C, Platón fundó la primera de las grandes escuelas
filosóficas de Atenas, cerca del santuario dedicado al héroe Academo, y cuyos miembros se
reunían en el culto común a las Musas. Perduró hasta que el emperador Justiniano mandó
clausurarla en el año 529 d.C. La Academia podría ser considerada uno de los precedentes de
las universidades europeas, pues los estudios que en ella se seguían no se limitaban a los
filosóficos propiamente dichos, sino que abarcaban gran cantidad de ciencias auxiliares como
las matemáticas, la astronomía y las ciencias físicas. A la Academia acudían jóvenes de muy
diferentes ciudades, y en ella Platón trataba de formar hombres de Estado y no demagogos.
Además de dirigir los estudios de la Academia, Platón daba él mismo lecciones y sus oyentes
tomaban notas. Es importante advertir que aquellas lecciones no se publicaban, contrariamente
a lo que sucedió con los diálogos, que eran obras escritas con miras al gran público. Lo que de
Platón nos ha llegado son sus diálogos, no sus lecciones académicas. En este sentido, conviene
destacar que Platón es el único autor de la antigüedad cuyas obras nos han llegado
prácticamente en la totalidad. En el año 367 a.C., cuando Dionisio el Joven sucedió a su padre
en el trono de Siracusa, Dión llamó a Platón para dar su consejo y ayuda en la realización de la
reforma política que había sido siempre su ideal. Tras algunas vacilaciones, Platón decidió
marchar a Siracusa. Pero la posición de Dión era débil, y acabó siendo desterrado por Dionisio.
Platón permaneció allí durante algún tiempo, en calidad de huésped de Dionisio. Pero, a pesar
de que intentó impulsar al joven hacia la investigación filosófica, regresó desilusionado a Atenas,
ya que Dionisio era el tipo de aficionado presuntuoso que poco o nada podía realmente aprender
No tuvo mejor fortuna el tercero de los viajes de nuestro filósofo a tierras sicilianas: Dionisio
llamaba insistentemente a Platón a su corte; al mismo tiempo que era constantemente motivado
por el propio Dión, Platón : Biografía 2 que se encontraba entonces en Atenas y esperaba obtener
del tirano, gracias a la intercesión de Platón, la revocación de su destierro. Finalmente Platón se
decidió y partió hacia Siracusa en el 361 a.C. El resultado fue desastroso: no consiguió ejercer
ninguna influencia sobre Dionisio, quien no soportó la prueba de su enseñanza y terminó por
retenerle casi como prisionero. Fue liberado gracias a Arquitas de Tarento, quien envió una
galera con una embajada. Platón murió en el 347 a. C., a los 81 años de edad, en plena actividad
tanto como maestro como escritor. Fue enterrado en los jardines de la Academia. Un papiro de
Herculano nos ofrece la descripción de las últimas horas del filósofo: La última visita que recibió
fue la de un caldeo. Una mujer tracia estaba tocando y se equivocó en el tiempo. Platón, que ya
tenía fiebre, hizo una señal con el dedo. El caldeo observó cortésmente que sólo los griegosz
entendían de medida y de ritmo. Durante la noche siguiente la fiebre se agravó y tal vez aquella
misma noche murió el que, años más tarde, Plotino calificaría como "el divino Platón

Platón fue un filósofo de la Grecia Antigua que se estima vivió entre los años 428 a
347 a.C. Es reconocido como una de las figuras más importantes de la filosofía
occidental; incluso las prácticas religiosas deben mucho a su pensamiento.

Fue el fundador de la Academia, el primer instituto de enseñanza superior de aquella


época. Algunas de los aportes de Platón más importantes a la filosofía fueron la teoría
de las ideas, la dialéctica, la anamnésis o la búsqueda metódica del conocimiento.

Platón fue alumno de Sócrates, y a su vez, maestro de Aristóteles, quien fue su más
destacado estudiante en la Academia. Plasmó sus pensamientos en forma de
diálogos, utilizando elementos dramáticos que facilitaron la lectura y comprensión de
sus ideas, recreando y ejemplificando con bastante efectividad las situaciones
tratadas.

A través de sus trabajos, Platón no solo logró brindar uno de los retratos y
descripciones socráticas más referenciadas hasta el día de hoy; sino que también
dejó entrever sus cuestionamientos y su posición idealista y dualista frente al mundo;
abordó y reflexionó también sobre las estructuras políticas y legales de entonces.
Al igual que Sócrates antes de él, Platón sentó las bases de la filosofía, política y
ciencias occidentales. Fue considerado uno de los primeros que lograron concebir y
explotar todo el potencial de la filosofía como práctica, analizando temáticas desde
puntos de vista éticos, políticos, epistemológicos y metafísicos.

Platón, cuyo nombre verdadero era Arístocles de Atenas, nació alrededor del año 428
antes de Cristo en Atenas, aunque hay algunas fuentes que indican que pudo haber
nacido en Aegina. Su apodo, nombre por el que finalmente fue conocido hasta la
actualidad, significa “el de anchas espaldas”.

Familia

La familia de Platón era adinerada. Incluso, su padre —de nombre Aristón— se


consideraba a sí mismo como descendiente del último rey que tuvo Atenas: el rey
Codro.

Por su parte, la madre de Platón llevaba por nombre Períctiona y entre sus
ascendientes se encontraba el antiguo legislador de Grecia llamado Solón.

Períctona también estaba emparentada con dos personajes importantes para Grecia:
Critias y Cármines, dos tiranos que habían participado en un golpe de Estado de
carácter oligárquico junto con 28 tiranos más, durante el año 404 antes de Cristo.

Platón tuvo dos hermanos y una hermana: Glaucón, Adimanto y Potone. Aristón
murió y Períctona se casó con Pirilampo, quien era amigo de Pericles, político muy
influyente en Grecia. De la unión entre Períctona y Pirilampo nació Antifón, otro
hermano de Platón.

Educación

La educación de Platón fue amplia y profunda. Se dice que fue instruido por diversos
personajes nóveles de su época. Algunas fuentes informan que es muy probable que
sus primeros estudios vinculados con la filosofía fueran de la mano de Cratilo, quien
era considerado seguidor de las enseñanzas del filósofo Heráclito.

En el año 407 antes de Cristo, cuando Platón tenía 20 años, coincidió con Sócrates.
Este encuentro fue absolutamente determinante para Platón, puesto que Sócrates se
convirtió en su maestro. En ese momento Sócrates tenía 63 años y las enseñanzas
se extendieron durante 8 años, hasta que Sócrates murió.

Participación en la política

Por las características de Platón y de su linaje familiar, por un momento de su vida


este personaje consideró dedicarse a la política.

Sin embargo, las vinculaciones que tuvo con los gobiernos —primero junto con sus
parientes oligárquicos Critias y Cármines, y luego con los demócratas que
sustituyeron a los oligarcas en el gobierno— le hicieron desilusionarse de los sistemas
existentes y buscar la forma de crear una nueva plataforma a través de la cual ir en
busca de la justicia.
Para Platón ese camino para encontrar la justicia era justamente la filosofía. De
hecho, alegaba que solo habría real justicia en los gobiernos cuando los filósofos
fueran gobernantes, o cuando los gobernantes se dispusieran a filosofar.

Huida

Su maestro Sócrates fue inculpado de un crimen de forma injusta, y por ello fue
condenado a muerte. En medio de este contexto Platón decidió huir hacia la ciudad
de Mégara, en Ática, por temor a ser también juzgado, dado el vínculo tan cercano y
profundo que este tenía con Sócrates.

Se estima que Platón permaneció en Mégara durante unos 3 años, en los que logró
relacionarse con Euclides de Mégara y con la escuela que este tenía en esa ciudad.
Este primer traslado fue el comienzo de varios viajes que hizo Platón.

Tras quedarse en Mégara, Platón viajó a Egipto, y posteriormente se trasladó hasta


la región Cineraica, ubicada en el nororiente del actual territorio de Libia. Estando en
esta región tuvo oportunidad de relacionarse con el matemático Teodoro y con el
filósofo Arístipo de Cirene.

Algunas fuentes indican que tras su estadía en Cineraica, Platón viajó hacia Italia, a
donde fue con la intención de conocer a Arquitas de Tarento, matemático, estadista,
astrónomo y filósofo. Por el contrario, otras fuentes establecen que Platón regresó
directamente a Atenas luego de su visita a Cineraica.

Sicilia

En algún momento cercano al año 388 antes de Cristo, Platón fue hacia la isla de
Sicilia. En la ciudad de Siracusa tuvo contacto con el cuñado de Dionisio I, rey de
esta ciudad. El cuñado de Dionisio I, llamado Dión, era admirador de los filósofos que
seguían las enseñanzas de Sócrates y le permitió llegar hasta el rey; incluso, el rey
mandó llamar a Platón para que conversaran.

Por razones desconocidas, Dionisio I terminó expulsando a Platón, por lo que este se
vio obligado a salir de Siracusa a bordo de una nave espartana. En esta época estaba
el contexto de la guerra entre Aegina y Atenas, y el barco espartano en donde iba
Platón hizo una parada en Aegina.

Esta parada fue desfavorable para Platón, pues allí fue hecho esclavo.
Afortunadamente, fue rescatado por Anníceres, un filósofo de la escuela cirenaica
que este había conocido cuando estuvo en Cirene.

La Academia

Tras el acontecimiento anterior, Platón regresó a Atenas aproximadamente en el año


de 387 antes de Cristo. Esa fue la época en la que creó la que fue la primera escuela
de filosofía con un orden claro y una organización específica; se trató de la Academia.

Fue un periodo de cultivo del pensamiento y de práctica de la enseñanza, creado


tomando como inspiración las sedes pitagóricas. Platón estuvo inmerso en esta
dinámica durante los siguientes veinte años de su vida.
Regreso a Siracusa

En el año 367 antes de Cristo murió Dionisio I y su hijo, Dionisio II, fue quien heredó
el trono. En este momento Dión consideró hacer que Platón se convirtiera en el tutor
del recién coronado rey, y contactó a Platón invitándolo de nuevo a Siracusa.

Platón tenía reservas, pero igualmente viajó hasta esta ciudad siciliana para aceptar
el ofrecimiento. Mientras tanto, fue Eudoxo quien quedó a cargo de la Academia.

Una vez Platón llegó a Siracusa, Dionisio II sintió desconfianza tanto de él como de
Dión. Consideró que estos eran competencia para él, y muy pronto tomó acciones;
ambos fueron desterrados sin negar por completo el eventual regreso: primero fue
expulsado Dión y luego Platón.

Platón volvió a Atenas, y allí se quedó hasta el año 361 antes de Cristo, cuando
Dionisio II volvió a invitarlo. Esta vez Platón fue en compañía de algunos discípulos,
y a cargo de la Academia quedó Heráclides Póntico. Como era de esperarse, Dionisio
II lo volvió a atacar, esta vez incluso apresándolo.

Por fortuna para Platón, fue rescatado por medio de la intervención que realizó
Arquitas de Tarento. A partir de entonces, se dedicó por completo a la Academia,
institución que dirigió hasta su muerte, aproximadamente en los años 348 o 347
antes de Cristo.

Filosofía (pensamiento)

El pensamiento de Platón estuvo muy influenciado por la filosofía pitagórica desde


sus inicios. Para Platón era el alma y no el cuerpo lo que era la verdadera esencia del
ser. De hecho, el cuerpo era un estorbo en la búsqueda de la verdad y de la amplia
expresión del ser en su faceta más esencial.

Platón estimaba que el alma venía de una dimensión más elevada en donde habría
estado en contacto con la verdad. En algún momento, el alma se entregó a placeres
bajos y, como consecuencia de ello, se vio obligada a reducirse al mundo conocido,
quedando aprisionada dentro del cuerpo.

Teoría de las tres partes

Una de las nociones que desarrolló Platón fue la llamada Teoría de las tres partes.
Estas partes eran la impulsividad, la racionalidad y el elemento pasional. Platón
consideraba que estos elementos eran las facultades del alma.

El elemento impulsivo estaba vinculado con la capacidad de ordenar a otros, así como
con la propia fuerza de voluntad. Estaba relacionado con la fortaleza y el ímpeto, y a
la vez con la ambición y la rabia.

La racionalidad era la que Platón consideraba como la facultad superior de entre todas
las demás. Se relacionaba con la inteligencia y la sabiduría, y según Platón eran los
filósofos quienes poseían esta facultad más desarrollada.
Por último el elemento pasional era el más inferior de todos los demás y estaba
vinculado con el impulso natural a evitar el dolor, así como con la búsqueda del
placer. Platón indicaba que este elemento promovía el gusto por los bienes de
carácter material, lo que obstaculizaba la búsqueda de la verdad y la esencia de las
cosas.

Concepción de lo verdadero

Platón estableció dos tipos de realidades, por así llamarlas: el ámbito real, formado
por el mundo de las ideas; y el ámbito semirreal, conformado por el mundo de lo
material, de la sensibilidad.

Para Platón el mundo de las ideas es eterno y no está supeditado a ningún espacio y
a ningún tiempo; por eso lo considera el ámbito real. Por el contrario, el mundo
semirreal es imperfecto, ambiguo, cambiante y tiene límites.

Platón otorgaba al concepto de ideas una noción relacionada con aquellos elementos
universales, modelos que constituyen verdades que se mantienen en el tiempo. Por
ejemplo, para Platón eran ideas las nociones de virtud, belleza, igualdad y verdad,
entre otras.

Mito de la caverna

Este es quizá la alegoría que mejor explica el concepto de dualidad que expuso Platón.
Según el mito de la caverna, existe un ámbito vinculado con las ideas que es
ininteligible, y existe otro netamente asociado al mundo sensible, a lo que
experimentamos los seres.

La vida dentro de la caverna corresponde al mundo sensible, mientras que la vida


fuera de la caverna está relacionada con el mundo de las ideas.

Para Platón, vivir dentro de la caverna implica vivir en oscuridad y al sometimiento


absoluto a los placeres mundanos. Salir al exterior de la caverna es representación
de dejar atrás la búsqueda de placeres e ir en búsqueda del conocimiento. Cuanto
más nos acercamos al conocimiento, más fuera estamos de la caverna y más cerca
estamos de la verdad.

Aportes de Platón a la filosofía

Diálogos y dialéctica

La narrativa utilizada por Platón permitió poner de manifiesto los pensamientos


socráticos y posteriormente los platónicos. A diferencia de otras formas de desarrollo
del pensamiento filosófico, el método dialógico permitía la discusión de los puntos
temáticos para al final revelarse la verdad.

Esta técnica confrontaba un poco el carácter idealista de Platón con la minuciosidad


en el análisis de los temas que se planteaba.
Funcionó para brindar al pensamiento filosófico una base dialéctica y narrativa que
no se enfrascara en la simple exposición de postulados e ideas abstractas, sino que
pudiesen transferirse a un plano real.

Teoría de las ideas

Platón negaba la realidad absoluta del mundo que habitamos; por lo tanto la mayor
parte de sus contribuciones se sustenta en la teoría de las ideas. Platón establecía
que cada palabra denominación de algo no se refería específicamente a eso, sino a
su versión ideal.

Era deber del hombre, a través del conocimiento, acercarse al estado ideal de las
cosas y el entorno.

Para una mejor comprensión de este supuesto, Platón desarrolla el Mito de la


Caverna, en el cual los hombres se encuentran encadenados dentro de una cueva,
viendo frente a ellos las sombras que representan las cosas. Como son lo único que
conocen, las toman como reales.

La Alegoría de la cueva de Platón. Jan Saenredam (1565–1607)


Solo cuando el hombre rompe sus cadenas y sale de la caverna, es cuando verá el
estado ideal de todo lo que le rodea. El deber del filósofo es volver a la caverna y
enseñarles a los ciegos todo lo que yace afuera, aunque no sea una tarea sencilla.

Anamnesis

Platón introdujo la anamnesis (término aplicado también en las ciencias de la salud)


en la filosofía como la capacidad del alma para recordar experiencias y conocimientos
previos que se olvidan al dejar el cuerpo y entrar en otro.

Para Platón, el conocimiento son recuerdos que el alma ha adquirido en etapas


previas, y que deben ser despertados en cada hombre para su fácil acceso.

Esta forma de conocimiento representaría un acercamiento a la forma ideal de cada


elemento existente.

La búsqueda metódica de conocimiento

Escultura de Platón en la moderna Academia de Atenas


La Academia fundada por Platón no era un centro de enseñanza abstracta. Las
ciencias manejadas hasta el momento (geometría, aritmética, astronomía, armonía)
eran los campos fundamentales de investigación dentro del recinto. Platón desarrolló
y mejoró las técnicas didácticas existentes hasta el momento.

La teoría y aplicación de la hipótesis fue mejorada por Platón, hasta brindarle un nivel
de fuerza necesaria para ser parte fundamental de toda investigación.

Para el griego, una hipótesis debe explicar los hechos; de no lograrlo, se debe buscar
otra. A través de la demostración de hipótesis el hombre se acerca al conocimiento
de la verdad.
División del alma humana

Platón separa lo real en dos mundos opuestos: Lo positivo (representado por el alma,
lo inteligible, el cielo) y lo negativo (el cuerpo, la tierra, lo sensible).

A partir de estas bases, y en sus reflexiones acerca del Estado ideal, Platón estableció
una división en cuanto a la conformación del alma humana.

En el hombre están presentes la razón (ubicado a la altura de la cabeza), el coraje


(en el pecho) y los apetitos (zona baja del torso). Son estas estructuras las que
mueven al hombre y los inclinan hacia sus decisiones.

Para el hombre que debe gobernar, Platón abogaba por aquel que dominara la razón
y la sabiduría por sobre otros impulsos. Aquel que siempre estuviese en búsqueda
de la “verdad”.

Concepción de un Estado ideal

Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla


En su obra La República, Platón comienza a discernir sobre los elementos que
conformarían un modelo de Ciudad-Estado ideal; la madre de las utopías.

Platón divide la estructura del Estado en tres clases principales: los guardianes de la
élite, los militares y las masas; así como tres formas de gobierno: monarquía,
oligarquía y democracia.

Para Platón, el nivel de instrucción de las élites debe ser el ideal para poder gobernar,
y no se debería dejar el poder en mano de las masas.

Permite cierta flexibilidad social, ya que lo propuesto por Platón sería el escenario
ideal, y la realidad manifestaba una estructura de Estado distinta. Platón no abolía,
sino que consideraba necesarios, aspectos como la esclavitud.

Crítica frente a las artes

Al igual que Sócrates, que establecía las nociones de belleza que brindaban las artes
(en especial la poesía), como distractoras y faltas de sabiduría, Platón mantuvo una
posición crítica frente a las bellas artes de entonces, condenándolas como falsas
representaciones de la realidad, que no hacían sino alimentar los apetitos más
negativos del hombre.

En su concepción de Estado ideal, Platón abogaba por expulsar a poetas y artesanos,


ya que estos oficios poco sumaban en la búsqueda del conocimiento y de la verdad
por parte del hombre.

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