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FICHAS DE TRABAJO – “PEDRO PARAMO”

Augusto Monterroso, mejor amigo de Juan Rullfo. Libro de fabulas "La oveja negra" La fábula del
zorro.
“La hojarasca”, de un entonces desconocido Gabriel García Márquez, quien confesaría mucho
tiempo después que leyó “Pedro Páramo” a instancias del también escritor colombiano Álvaro
Mutis, quien le dijo: “Lea esa vaina, carajo, para que aprenda”, y después de haberla leído su
impresión fue: “la obra de Juan Rulfo me dio, por fin, el camino que buscaba para continuar mis
libros”.

Es tan profunda su relación con el campo mexicano, se siente tan inmensa su relación con la
cultura popular, tan extraordinaria la oralidad de sus personajes que podríamos pensar a Juan
Rulfo mas bien como un antropólogo y no como el inventor, como el artífice de estructuras
literarias tan ingeniosas y originales. Cuando lees a Pedro Paramo, podríamos sorprendernos por
lo bien que están hechos los personajes. Se podría pensar que imito de manera exacta el
comportamiento, la personalidad, las expresiones, de un campesino o de un arriero o de una
mujer de pueblo. Pero no es así porque si así fuera entonces existiría cantidad de personas
dedicadas a ver o a escuchar, a grabar por ejemplo conversaciones de campesinos y después a
plasmarlas en papel. Pensar que Rulfo hizo eso sería una equivocación y le restaría la importancia
y originalidad de esta obra. A lo que se dedicó Rulfo fue a reinventar el lenguaje nacional cotidiano
creó una realidad alterna, una construcción simbólica de la realidad mexicana. “nunca un
campesino mexicano ha hablado realmente como un campesino de Rulfo en la realidad y nunca un
campesino mexicano ha sido tan genuino para nosotros como un campesino de Rulfo” (Juan
Villoro) Inventa momentos más genuinos que lo que sucede en la realidad.

Al final de cuentas la literatura buscar eso, crear una autenticidad artificial y es por ello que a
veces entendemos mejor momentos históricos a partir de novelas que no están tan apegadas a lo
que realmente ocurrió pero que nos atrapan y nos ayudan a entender mejor la realidad de los
hechos. Esta novela hace alusiones a distintos momentos de la historia de México y la guerra
cristera, son sucesos que orbitan la trama, no la constituyen. Pedro Paramo es un cacique dueño
de todas las tierras con subordinados que cometen fechorías, que no respetan la ley, al final el
padre Rentería se una a la guerra cristera. Tanto la revolución como esta guerra son un telón de
fondo que están ahí solo para contextualizar.

Como dije esta novela es una construcción simbólica, la historia comienza con Juan Preciado
llegando al pueblo de Comala en busca de su padre por ordenes de su madre justo antes de morir.
“Vine a Comala porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro Paramo”

“No vallas a pedirle nada, exígele lo nuestro. Lo que tuvo obligado a darme y nunca me dio… El
olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.

En Comala existen lugares cercanos con nombres inaccesibles, “la mina Andrómeda, los confines”

Los sucesos de desarrollan en un tiempo circular es decir ocurren de manera desordenada, pero
tienen la condición de un pasado actual, no importa que sucede primero y que después para
entender la historia, todo se relaciona al paso que lees y sigues leyendo hasta terminar. no es un
tiempo lineal como se podría estar acostumbrados a leer en esos años.

Juan Rulfo empleó un estilo de rompecabezas hasta antes no empleado en la narrativa


nacional. Como es de suponerse, este formato conlleva el riesgo de que en la propia
fragmentación de la historia los desfases cronológicos sean inentendibles o que las acciones
de los personajes se confundan en la multiplicidad de las escenas y que, por tanto, el hilo
conductor de la narración se rompa en algún momento.

Desde las primeras paginas del libro se siente una sensación de incertidumbre, Juan preciado
llegando al pueblo ve a una mujer que se desaparece se acerca a una puerta y esta se desvanece.
En cierto punto de la historia Juan se da cuenta que todo el mundo lo conoce a él, pero él no
conoce a nadie, esa sensación de extrañeza de ser o no ser, como cuando escuchamos una
grabación de nuestra voz. Eso es lo que se siente en los personajes de Comala.

Además de ello se sienten infelices, dolidos, arrepentidos, avergonzados. Juan Preciado convive
con estas personas que aparecen y desaparecen de la nada y la causan también extrañeza, pero no
tanto hasta que en un punto de la historia Juan Preciado muere y dice “Me mataron los
murmullos” Juan se dio cuenta de que esas personas con las que vivía eran almas en pena
atrapadas en ese mundo llamado Comala. Esto es un giro maestro a la trama porque el personaje
principal se da cuenta de que esta muerto y a partir de ahí la historia continua como una novela de
fantasmas.

La literatura fantástica se apoya mucho de la escenografía. Sin embargo, Rulfo logra crear una
novela fantástica sin ello, sin efectos especiales, lo hace a partir de la realidad mexicana, de la
pobreza mexicana. De casas con el techo roto, de cuartos sin camas, etc. Por lo general los
fantasmas son elementos de contras, no personajes. Los fantasmas asustan a los personajes y en
Pedro paramo todos los personajes son fantasmas, hasta el personaje que creía no serlo.
Los personajes son almas en pena porque murieron en pecado y están en busca del perdón, de
alguien que rece por ellos y redimir sus almas y llegar al más allá, pero se encuentran en el mundo
de Comala que no es ni la vida ni la muerte. Los personajes son religiosos, la religión también es un
tema recurrente. Rulfo fue muy crítico con la religión en este libro. El padre Rentería en un
momento se encuentra acostado con insomnio y empieza a contar santos, ¿por qué lo hace? Los
santos ni siquiera le sirven para aburrirlo y dormirlo, para el la religión no le sirve de nada.

Rulfo nos plantea un dilema filosófico muy profundo que es el de la muerte, “Quizá lo más difícil
para cada uno de nosotros es aceptar la propia existencia como algo fugaz pero al mismo tiempo
la ausencia de la muerte puede ser un calvario” (Juan Villoro)

Franz Kafka (Cuento El cazador Gracchus) Un cazador profesional cae en una zanja y su agonía es
interminable, acabar con el suplicio de no morir sería una bendición para él.

Borges (Relato El inmortal) El hombre atraviesa un rio que concede la vida eterna. El podrá
disfrutar de momentos increíbles que serán repetibles porque jamás morirá, pero “si todo es para
siempre, si todo es eterno, ¿realmente todo vale la pena? ¿Podemos nosotros atesorar la dicha, el
instante si no va a perecer? La fugacidad de las cosas le da un valor extraordinario. Porque las
cosas van a terminar valen la pena para nosotros, tenemos que atesorar el instante porque el
instante es pasajero” Juan Villoro.

Relación entre Comala y Yoknapatawpha (Acciones rápidas y la lentitud de la consciencia)


Kenzaburo Oe, premio Nobel de Literatura, estudio 2 años en México en el colegio de México. Para
él el mejor escritor del mundo es Rulfo y quería entender cómo se originó en este pais.

“La madrugada fue apagando mis recuerdos. Oía de vez en cuando el sonido de las palabras, y
notaba la diferencia. Porque las palabras que había oído hasta entonces, hasta entonces lo supe,
no tenían ningún sonido, no sonaban; se sentían; pero sin sonido, como las que se oyen durante
los sueños” (Pedro Paramo).

“Las temáticas de las narraciones rulfianas se desarrollan principalmente en el campo, en ellas


plasmó la imagen de un campo agreste, violento, en donde la miseria y las injusticias iban de la
mano, donde la muerte convivía con la vida y donde las condiciones de vida de los habitantes
estaban muy impregnadas de la religiosidad y la superstición. Pero esta imagen del campo que se
presenta en la literatura de Rulfo puede ser entendida de acuerdo al contexto en el que se produjo,
definiéndose por una línea ideológica que estuvo presente en los diversos estudios sobre lo rural de
las décadas de 1930, 1940 y 1950 en México.
La muerte es tal vez el rasgo más caracterizado en la narrativa rulfiana. Muertos que hablan y
conviven con los vivos, asesinatos y muertes relacionadas a injusticias, sentimiento de soledad y
muerte en vida, y hasta naturaleza muerta y extremosa forman parte de los relatos de Rulfo. Su
narrativa está plagada de la presencia del caos y de la agresión, pues “once de los cuentos de El
llano en llamas tienen como tema central violencia y asesinato. La violencia es una pesadilla que ya
no abandona al pacífico y ensimismado escritor.” Esta falta de orden y de paz se debe a la
inexistencia de alguna figura jurídica o de gobierno que imponga su peso en pro de una
estabilidad. Esta carencia se debe a lo aislado del entorno rural, lo lejano a lo urbano, lo inhóspito.
En el campo, “para los personajes de Rulfo el gobierno es una fuerza abstracta y deshumanizada.
Los habitantes del pueblo en el cuento “Luvina” están esperando la ayuda del gobierno que nunca
llega. Cuando el profesor del pueblo explica lo que es la patria, se ríen.” La falta de gobierno hace
que surjan figuras que pretenden controlar la vida de todos los habitantes del pueblo, emergiendo
la figura del cacique.

Esta figura fuerte aparece frente a nosotros en el libro de Pedro Páramo¸ ante el personaje del
mismo nombre. Es un cacique en franca decadencia, que los fantasmas del pasado lo atormentan
causando que muestre su cara más cruel ante la gente. Esta figura de poder ejerce su voluntad
sobre la gente por medio de la carencia. Claudio Esteva Fabregat, antropólogo catalán, lo expresa
de la siguiente manera: Son muchos los temas que articulan la obra de Rulfo (…) El del poder es
inherente a la persona de Pedro Páramo. Rulfo describe los elementos que integran la persona del
cacique en forma de relatos cortos, de pincelada episódica fugaz (…) Una de estas es el
aprovechamiento táctico de la maniobra que resulta de la debilidad de sus contrarios, cuando
estos, faltos de recursos materiales, más que competir individualmente contra otro individuo, en
realidad definen un enfrentamiento donde el acceso al poder suele tener como adversario
principal, paradójicamente, la cooperación de las clientelas. Es ahí cuando se manifiestan otras de
las presencias rurales en la obra de Rulfo: su predilección por lo popular, por lo campesino, por
explicar su situación. En una entrevista Juan Rulfo declaró que entendía más a lo popular que a la
clase alta o la media, a la cual pertenecía. Esta presencia del campesino puede ser entendida como
una continua lucha en su medio social, ya sea ante las injusticias que propicia el cacique con sus
decisiones, o el despojo de tierras, la carencia de oportunidades laborales, la pobreza y el hambre.

Ante todas estas desventuras hay que sumar el azar al que se ven sometidos ante las fuerzas de la
naturaleza, las cuales propiciarían su alegría o su desgracia. Marie Palaisi explica el fenómeno de
la naturaleza en la obra rulfiana de la siguiente manera: La mayoría de los personajes de Pedro
Páramo son campesinos que viven al ritmo de la naturaleza. Así, encontramos indicaciones sobre la
luminosidad antes que horarios fijos y precisos. A menudo son sólo largas descripciones de paisajes
las que indican muy precisamente la hora. (…) Es la naturaleza la que impone al mundo rulfiano la
única dinámica que éste conoce. Este hábitat que significa el entorno agrario en condiciones
desfavorecedores propician la pobreza del campesino, pues al no poder explotar la tierra debido a
sus características, como lo recrea en el cuento “Nos han dado la tierra”, prácticamente propician
la pobreza del ejidatario, aun cuando posee un pedazo de parcela que trabajar y verse beneficiado
con el reparto agrario. Además “la naturaleza que describe Rulfo es inhóspita y triste. El campesino
lucha continuamente con la falta de agua. Y cuando él habla de un río, éste carece de atractivo”.
Ante este panorama de incertidumbre al que se ven sometidos los campesinos en el mundo de Juan
Rulfo surgen las explosiones de emociones, ya sea en la fiesta o en la soledad. La fiesta, declara
Esteva Fabregat, “sacuden, por desborde del control social, la personalidad normal del sujeto. De
hecho, acuden a guarecer la irresponsabilidad y el exceso dentro de los códigos contrarios a la
realización apolínea de la personalidad. Sofocan ésta y desvían sus potenciales de actividad a la
liberación dionisíaca del instinto.” El contraste de la fiesta es la soledad, y en la obra de Rulfo, está
presente en cada rincón.

Los elementos literarios que resaltan en su obra resultaron una contribución a las letras mexicanas
y universales. Él planteó una forma innovadora de contar historias, en donde el tiempo no fuera
estático ni lineal, en donde los recuerdos se entremezclarán con las vivencias del hoy y las penurias
del mañana. Si bien su raíz temática se puede remontar a la novela costumbrista mexicana del
siglo XIX y principios del XX, con autores como López Portillo y Rojas o Mariano Azuela, Rulfo
plasma la visión de los campesinos, los cuales se ven azotados y humillados por las diversas
penurias que atosigan al campo mexicano. En pocas palabras “lo que diferencia a Rulfo de sus
precursores costumbristas es una nueva técnica para describir los problemas del campo mexicano
causados por el choque entre las estructuras tradicionales y la modernización de la vida económica
y social.”(Francisco Joel Guzman, LO RURAL EN LA OBRA DE JUAN RULFO: ORÍGENES, CONTENIDO
Y TRASCENDENCIA)

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