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SECUNDARIOS Y OLIGOELEMENTOS?
Los bioelementos son los elementos de la Tabla Periódica que son empleados
para formar a los seres vivos. Algunos bioelementos son muy escasos en el ser
humano, pero a pesar de ello, son necesarios para el normal funcionamiento o el
desarrollo de los órganos. Las alteraciones ocasionadas por deficiencia de estos
bioelementos son consideradas como enfermedades carenciales, y entre las más
importantes debemos mencionar:
-cobre, -hierro, -zinc, -yodo, -selenio, -níquel, -manganeso, -cromo, -flúor, -litio,
-silicio, -cobalto, -fosforo, -aluminio, -magnesio, -potasio
MECANISMO DE DEFENSA
En la teoría psicoanalítica freudiana, los mecanismos de defensa son estrategias
psicológicas inconscientes puestas en juego por diversas entidades para hacer
frente a la realidad y mantener la autoimagen. Las personas sanas normalmente
utilizan diferentes defensas a lo largo de la vida. Un mecanismo de defensa
del yo deviene patológico solo cuando su uso persistente conduce a un
comportamiento inadaptado tal que la salud física y/o mental del individuo se ve
afectada desfavorablemente. El propósito de los mecanismos de defensa del yo es
proteger la mente/sí mismo/yo de la ansiedad o sanciones sociales y/o para
proporcionar un refugio frente a una situación a la que uno no puede hacer frente
por el momento.1
Los mecanismos de defensa son referidos con mayor exactitud como mecanismos
de defensa del yo, y así pueden ser categorizados aconteciendo cuando los
impulsos del ello están en conflicto unos con otros, cuando los impulsos del ello
entran en conflicto con los valores y creencias del superyó, y cuando una amenaza
externa es planteada al yo.
El término "mecanismo de defensa" es entendido a menudo refiriéndose a un
término característico de rasgos de personalidad que surgen debido a la pérdida o
experiencias traumáticas, pero con mayor precisión se refiere a diferentes tipos de
reacciones que se identificaron durante y después de la época de Anna Freud, hija
del padre del psicoanálisis.
Los métodos más usados por las personas habitualmente para vencer, evitar,
circundar, escapar, o ignorar las frustraciones y amenazas incluyen los siguientes:
FASE DE DESARROLLO
En la psicología freudiana, el desarrollo psicosexual es un elemento central de la
teoría psicoanalítica de las pulsiones sexuales que sostiene que el ser humano,
desde el nacimiento, posee una libido instintiva (energía sexual) que se desarrolla
en cinco etapas. Cada etapa – oral, anal, fálica, de latencia y genital está
caracterizada por una zona erógena que es la fuente de la pulsión libidinal durante
esa etapa. Freud creía que si durante cualquiera de estas fases el niño
experimentaba frustración sexual en relación a cualquier estado de desarrollo
psicosexual, el/ella podía experimentar ansiedad que podría persistir en la edad
adulta como una neurosis, un trastorno mental funcional.
Fase oral
La primera etapa del desarrollo psicosexual es la fase oral, la cual dura desde el
comienzo de la vida hasta el primer año. Durante la misma, el foco de la
satisfacción está en la boca y el placer se obtiene por los cuidados, pero también a
través de la exploración del entorno (los pequeños tienden a llevarse objetos
nuevos a la boca). En esta etapa el Ello es el que domina ya que ni el Yo ni
el Superyó están totalmente desarrollados. A causa de esto el bebé no tiene noción
de sí mismo y todas sus acciones están basadas en el principio de placer. El yo, sin
embargo, está bajo formación durante esta primera fase. Hay dos factores que
contribuyen a la formación de la misma. El desarrollo de una imagen corporal, la
cual implica que el niño reconozca que su cuerpo se diferencia del mundo exterior.
Por ejemplo, comenzará a darse cuenta que uno siente dolor solamente cuando
éste se aplica al propio cuerpo. A través de la identificación de los límites de su
cuerpo, uno comienza a desarrollar el sentimiento del yo; experiencias implicadas
en el retraso de la satisfacción que conducen a la comprensión de que conductas
específicas pueden satisfacer algunas necesidades.
Fase anal
Fase fálica
La tercera etapa del desarrollo psicosexual es la etapa fálica, que abarca desde los
tres a seis años, en los cuales los genitales del niño son su principal zona erógena.
Es en esta tercera etapa de desarrollo infantil que los niños se vuelven conscientes
de su propio cuerpo, los cuerpos de los otros niños, y los cuerpos de sus padres, y
satisfacen la curiosidad física por desnudarse y explorarse entre sí y los genitales, y
así aprender la física (sexual), las diferencias entre lo "masculino" y lo "femenino"
y las diferencias de género entre el "niño" y la "niña". En la etapa fálica, la
experiencia psico-sexual decisiva de un niño es el complejo de Edipo, su
competencia es el padre por la posesión de la madre. Este complejo
psicológico deriva del personaje mitológico griego del siglo V A.C. de Edipo, que sin
querer, mató a su padre, Layo, y poseía sexualmente a su madre, Yocasta.
Análogamente, en la fase fálica, la experiencia psicosexual decisiva de una niña es
el complejo de Electra, su competencia es la madre por la posesión psicosexual del
padre.
Período de latencia
Por lo tanto, como dijo que se retrasan las pulsiones latentes (ocultas) y la
gratificación - a diferencia de en la fase oral, anal, y fálica anteriores - el niño debe
derivar el placer de la gratificación del proceso de pensamiento secundario, que
dirige los impulsos libidinales hacia las actividades externas, tales como la
educación, las amistades, los pasatiempos, etc. Cualquier neurosis establecida
durante la cuarta etapa, la latente, del desarrollo psicosexual pueden derivar de la
resolución inadecuada, ya sea en el conflicto de Edipo o de la falta del Ego para
dirigir sus energías hacia actividades socialmente aceptables.
Fase genital
Aprendizaje y condicionamiento
Condicionamiento clásico
Aunque esto pueda parecer un procedimiento simple aplicable solo a los animales,
el condicionamiento clásico se utiliza en clínica para modificar ciertas conductas
no deseables. Además, este modelo ha servido para explicar como las personas
llegan a adquirir fobias y miedos.
LEYES DE GESTALD
Las "Leyes de la percepción" o "Leyes de la Gestalt" fueron enunciadas por los
psicólogos de la Gestalt (Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka en
Alemania a principios del siglo XX) quienes, en un laboratorio de psicología
experimental, demostraron que el cerebro humano organiza los elementos
percibidos en forma de configuraciones (gestalts) o totalidades; lo hace de la mejor
forma posible recurriendo a ciertos principios. Lo percibido deja entonces de ser
un conjunto de manchas o de sonidos inconexos para tornarse un todo coherente:
es decir: objetos, personas, escenas, palabras, oraciones, etc. El cerebro transforma
lo percibido en algo nuevo, algo creado a partir de los elementos que percibe para
hacerlo coherente aún pagando a veces el precio de la inexactitud. Así, las tareas
del cerebro consisten en localizar contornos y separar objetos (figura y fondo) unir
o agrupar elementos (similaridad, continuidad, destino común) en comparar
características de uno con otro (contraste - similaridad) en destacar lo importante
de lo accesorio (figura y fondo) en rellenar huecos en la imagen percibida para que
sea íntegra y coherente (Ley de cierre). Algunas percepciones se “resisten” a las
leyes, por ejemplo el humo, la bruma, la oscuridad, etc. No hay bordes, no hay
aristas no hay figura y fondo, no hay contraste por lo tanto estos estímulos no
pueden organizarse como configuraciones familiares más o menos estables. Esto
provoca sensación de malestar, temor, o rechazo. Al no poder identificarlo no
sabemos si lo percibido representa o no una amenaza.
Leyes de la percepción:
Ley de la proximidad
Ley de la similitud
Nos dice que si una línea forma una figura cerrada, o casi cerrada, tendemos a ver
una figura superficial encerrada por una línea, en lugar de ser simplemente una
línea.
Ley de la inclusividad