Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
CURSO:
ATENCION AL CIUDADANO
TEMA:
“LA DELINCUENCIA Y SUS EFECTOS
COLATERALES EN LA SOCIEDAD”
SECCIÓN: CUARTA
SEMESTRE : PRIMERO
BATALLON : PRIMERO
PRESENTADO POR:
•ALUMNO PNP. FLORES LIVISI HUGO DAVID
•ALUMNO PNP. CONDORI CONDORI JOHN
ROBINSON
•ALUMNO PNP. MIRANDA FUENTES CRISTIAN
DOCENTE: SS. PNP CASTILLO VALENCIA
EDGAR TEOFILO
PUNO – PERÚ
2018
2
DEDICATORIA:
RESUMEN
El ataque a la delincuencia pasa por soluciones o alternativas sociales. No bastan, y la
experiencia las confirma como claramente insuficientes, soluciones individuales que
reclutan o castiguen al delincuente. Este medio de defensa frente al delincuente por parte
de la sociedad provoca la continua reincidencia, convirtiendo al muchacho en una
auténtica máquina de delinquir.
Uno de los factores que se une en multitud de ocasiones a este proceso es la presión
social emanada de un medio o unas condiciones de vida atosigante, el ambiente
enrarecido del suburbio sin otras alternativas culturales o la progresiva frustración a lo
largo del desarrollo, que va generando unos niveles de respuesta violenta imposibles de
contener al llegar a la adolescencia.
Los modelos sociales, a veces presentados en la misma familia, constituyen así mismo
otra importante fuente de la delincuencia. No hay que olvidar lo susceptible que es el
muchacho a la imitación y a la influencia que está puede ejercer como método de
afirmación personal, capaz de superar al propio modelo.
Por otro lado las causas orgánicas se hallan inscritas en la anatomía del delincuente
desde su nacimiento. La herencia no siempre es decisiva, pero ejerce constantemente una
influencia más o menos favorable, confirmada por los muchos ejemplos ofrecidos por la
misma familia. También se le atribuye culpabilidad a las alteraciones física o
perturbaciones afectivas o de personalidad. Sin embargo, parece más oportuno tener en
cuenta el conjunto de los diversos factores que afectan a la conducta del delincuente, y
poner de relieve la inter-relación de todas las fuerzas y condiciones, internas y externas,
que intervienen en su desarrollo.
Es evidente que la labor de rescatar a estos niños y adolescentes, debe coordinar un buen
número de campos, para que de esta manera pueda disminuirse el problema. Entre ellos:
Los centros de formación de padres, los servicios de higiene mental, el club de ocio en el
barrio y la asistencia por medio de profesionales sociales como asistentes sociales,
psicológicos, monitores de grupo, centros excursionistas, enclavados dentro del
ambiente donde el muchacho vive. Estos son elementos validos cuyos resultados podrían
ser satisfactorios, ya que nuestras sociedades urbanas no lo han puesto en práctica.
4
Contenido
CARATULA ................................................................... Error! Bookmark not defined.
RESUMEN ....................................................................................................................... 3
CAPITULO I .................................................................................................................... 5
1.1. PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA............................................................. 5
1.2. OBJETIVOS ...................................................................................................... 6
1.2.1. Generales: ................................................................................................... 6
1.2.2. Específicos: ................................................................................................. 6
CAPITULIO II ................................................................................................................. 7
2.1. MARCO TEORICO .......................................................................................... 7
2.2. EL PERFIL DEL DELINCUENTE . ............................................................. 9
2.3. EL CONCEPTO DE FACTORES DE RIESGO ........................................ 11
2.4. LAS CONDUCTAS DE RIESGO ................................................................ 15
CAPITULO III ............................................................................................................... 17
3.1. METODOLOGIA .......................................................................................... 17
CONSLUSIONES .......................................................................................................... 18
SUGERENCIAS ............................................................................................................. 19
Bibliografía ..................................................................................................................... 20
ANEXOS ........................................................................................................................ 21
5
CAPITULO I
1.2. OBJETIVOS
1.2.1. Generales:
- Investigar las causas de la delincuencia.
1.2.2. Específicos:
- Ubicar los factores que influyen en dicho comportamiento.
- Comprobar que existen trastornos psiquiátricos y psicológicos que intervienen en la
actitud violenta de los jóvenes.
- Observar como la delincuencia está integrada principalmente por marginados sociales.
- Indicar la influencia de los medios de comunicación en los jóvenes delincuentes.
7
CAPITULIO II
Es una situación que puede surgir en periodos de rápida transformación social y política
en los que resulta difícil saber qué pautas o normas sociales y jurídicas deber ser
seguidas.
Dentro de este ámbito de anomia debe incluirse también la situación de la persona la
cual se califica como marginal, que vive entre dos o más culturas diferentes, siguiendo
unas veces las pautas de una y otras, como es el caso de las minorías étnicas.
2.2. EL PERFIL DEL DELINCUENTE.
La doctrina especializada está haciendo hincapié en los últimos años, en la importancia
de subrayar los aspectos cognitivos interpersonales en la descripción del carácter del
delincuente, como una prometedora vía tanto para establecer eficaces programas de
prevención como para elaborar modelos educacionales que permitan una eficaz
reeducación. Juntamente con ello, las mayorías de los estudios descriptivos de la carrera
delictiva señalan una serie de factores individuales y biográficos que caracterizan al
delincuente y que llevan a la conclusión de que el delincuente es una persona con un
gran conjunto de deficiencias, y una de ellas es que comete delitos.
Atendiendo a sus rasgos peculiares de personalidad o de índole psicosocial, se señala
tres categorías tipológicas de los menores delincuentes:
1. Una primera categoría de jóvenes delincuentes vendría definida por rasgos de
anormalidad patológica, fundamentalmente:
Menores delincuentes por psicopatías: aquí el punto de referencia lo constituye la
existencia de alguna de las formas de psicopatía, entendida como la patología integrada,
conjuntamente, de la incapacidad de quien la padece de sentir o manifestar simpatía o
alguna clase de calor humano para con el prójimo, en virtud de la cual se le utiliza y
manipula en beneficio del propio interés, y de la habilidad para manifestarse con falsa
sinceridad en orden a hacer creer a sus víctimas que es inocente o que está
profundamente arrepentido, y todo ello, para seguir manipulando y mintiendo.
Consecuencia de ello, es que el menor es incapaz de adaptarse a su contexto y actuar
como tal, porque el trastorno de la personalidad que sufre, le impide inhibirse respecto
de conductas o comportamientos contrarios a las normas.
El menor psicópata tiende a perpetrar actos antisociales según la orientación nuclear de
la propia psicopatía, siendo de destacar en este sentido los actos que expresan frialdad y
crueldad por parte del sujeto.
Menores delincuentes por neurosis: la neurosis consiste en una grave perturbación del
psiquismo de carácter sobrevenido y que se manifiesta en desórdenes de la conducta,
pudiendo ser su origen muy diverso como fracasos, frustraciones, abandono o pérdida
de seres muy queridos, etc.
Criminológicamente, el neurótico trata de hacer desaparecer la situación de angustia que
sufre cometiendo delitos con el fin de obtener un castigo que le permita liberarse del
sentimiento de culpabilidad que sobre él pesa, y esto es también válido para el menor
neurótico, aunque sean muchos menos que los adultos.
Menores delincuentes por auto referencias subliminadas de la realidad: aquí se incluyen
los menores que, por la confluencia de predisposiciones psicobilógicas llegan a mezclar
10
fantasía y juego de una forma tan intensa que empiezan a vivir fuera de la realidad. Es
precisamente ese estado anómalo el que puede conducirlos a cometer actos antisociales.
2. Una segunda categoría integrada por jóvenes con rasgos de anormalidad no
patológica, y en la que entrarían:
Menores delincuentes con trastorno antisocial de la personalidad: se trata de menores
cuyas principales son la hiperactividad, excitabilidad, ausencia de sentimiento de culpa,
culpabilidad con los animales y las personas, fracaso escolar, y son poco o nada
comunicativos.
Una de las principales causa de este trastorno es la ausencia o la figura distorsionada de
la madre, aunque tampoco ha de infravalorarse la disfuncionalidad del rol paterno, pues
según algunos trabajos, el crecer sin padre acarrea al niño nocivas consecuencias que
afectan al campo de la delincuencia.
En muchos casos se trata de menores que viven en la calle, en situación de permanente
abandono, porque nos encontramos con menores que, a su edad, acumulan graves
frustraciones, rencores y cólera contra la sociedad, y que tienen un mismo denominador
común: el desamor, la falta de comprensión y de cariño, así como de atención y cuidado
de sus padres.
En definitiva, son jóvenes con una desviada socialización primaria que acaba por
abocarles a la delincuencia.
Menores delincuentes con reacción de huida: En este caso se trata normalmente de
menores que han sufrido maltrato en el hogar y por ello abandonan el mismo. Son
menores psicológicamente débiles, y que en lugar de responder a la agresión, eligen la
huida sin plazos, y casi siempre sin rumbo.
Ese alejamiento les hace propicios al reclutamiento por parte de los responsables de la
delincuencia organizada, que les escogen para llevar a cabo actuaciones simples pero de
gran riesgo como el transporte de drogas en su propio cuerpo.
3. En una tercera categoría incluye se incluye a aquellos menores delincuentes que
presentan rasgos de personalidad estadísticamente normales o próximos a la
normalidad.
Son aquellos afectados por situaciones disfuncionales que no perturban de manera
especialmente anormal, ni la conciencia, ni la capacidad espontánea de decisión ni la
emotividad o afectividad. Esta sería la categoría que englobaría a la mayor parte de los
menores delincuentes, entre los que podemos incluir, sin ánimo exhaustivo, los
siguientes:
Aquellos que llevan a cabo simples actos de vandalismo, ataques al mobiliario urbano,
etc., como consecuencia de las perturbaciones psicobiológicas que producen la pre
adolescencia y la adolescencia por motivos de desarrollo y cambio.
Los que cometen pequeños hurtos, robos o fraudes por motivos de autoafirmación
personal frente a compañeros, creyendo suscitar en ellos admiración.
Los que cometen delitos contra el patrimonio o la indemnidad sexual por puro placer,
siendo incapaces de resistir a sus estímulos seductores.
Los que delinquen para satisfacer meras apetencias consumistas.
11
rechazo en las personas que los rodean (padres, profesores, etc.), quienes tienden a
distanciarse del niño o actuar de modo coercitivo con él. Este tipo de interacciones son
un antecedente que determina una larga historia de desajustes conductuales que, a su
vez, contribuyen a agudizar el cuadro8. En el ejemplo anterior se ilustra cómo estos
factores, además, pueden presentar efectos interactivos que se refuerzan mutuamente.
Los factores de riesgo pueden influir de modo directo o indirecto en el desarrollo de
conductas problemáticas. Del mismo modo, pueden actuar de modo próximo o distante
en el tiempo. Por ejemplo, los factores de riesgo con una ocurrencia próxima en el
tiempo pueden tener una incidencia directa sobre el desarrollo de problemas
conductuales. Asimismo, los factores de riesgo que operan de modo distante en el
tiempo pueden echar a andar mecanismos que exponen a las personas a otros factores de
riesgo que tienen una acción más directa. Por ejemplo, el hecho de que una familia viva
hacinada puede llevar a que un joven prefiera pasar mucho tiempo en la calle, conducta
que lo expone a otros riesgos asociados a la vida en la calle.
El fenómeno de la aparición de bandas de delincuentes es típico en los grandes núcleos
urbanos, y más propio de las barriadas periféricas y suburbios marginales, donde se
alcanza un alto grado de desorganización social frente al mundo de valores considerados
normales.
Entre las fuentes del comportamiento de niños y adolescentes que cometen hechos
punibles podemos mencionar que uno de los factores que se une en multitud de
ocasiones a este proceso es la presión social emanada de un medio o unas condiciones
de vida atosigante, el ambiente enrarecido del suburbio sin otras alternativas culturales o
la progresiva frustración a lo largo del desarrollo, que va generando unos niveles de
respuesta violenta imposibles de contener al llegar a la adolescencia.
Los modelos sociales, a veces presentados en la misma familia, constituyen así mismo
otra importante fuente del comportamiento de niños y adolescentes. No hay que olvidar
lo susceptible que es el muchacho a la imitación y a la influencia que ésta puede ejercer
como método de afirmación personal, capaz de superar al propio modelo.
Por otro lado las causas Orgánicas se hallan inscritas en la anatomía del delincuente
desde su nacimiento. La herencia no siempre es decisiva, pero ejerce constantemente
una influencia más o menos favorable, confirmada por los muchos ejemplos ofrecidos
por la misma familia.
También se le atribuye culpabilidad a las alteraciones física ó perturbaciones afectivas o
de personalidad. Sin embargo, parece más oportuno tener en cuenta el conjunto de los
diversos factores que afectan a la conducta del adolescente, y poner de relieve la
interrelación de todas las fuerzas y condiciones, internas y externas, que intervienen en
su desarrollo.
La influencia de las teorías afecta, en definitiva, a un reducido o irrelevante número, de
individuos, y en ningún caso sirve para explicar las complejas causas que conducen a
ciertos jóvenes a la delincuencia. Aunque sea cierto que el niño nace con unas
características genéticas muy concretas que determinan su grado de agresividad,
introversión, actividad, etc. lo cierto es que los estímulos maternos y la interacción que
15
crean son muy importantes para la posterior relación del niño con el medio en que se
desenvuelve.
2.4. LAS CONDUCTAS DE RIESGO
Los factores de riesgo son situaciones o características que disminuyen la probabilidad
de lograr un desarrollo pleno, mientras que el término “conducta de riesgo” se refiere al
resultado sobre el comportamiento que tienen dichos factores.
Los diversos comportamientos de riesgo pueden ser clasificados en 4 grandes grupos:
a) Abuso de alcohol y drogas.
b) Relaciones sexuales no protegidas.
c) Bajo rendimiento, fracaso o deserción escolar.
d) Delincuencia, crimen o violencia.
A continuación se desarrollarán someramente estos cuatro tipos de comportamiento de
riesgo. Más adelante se tratarán en mayor detalle los factores de riesgo asociados a la
generación del comportamiento delictivo.
a. Uso y abuso de alcohol y drogas
Durante la adolescencia se suele experimentar con una gran variedad de drogas legales,
ilegales o controladas. El consumo de drogas se asocia a una amplia gama de variables
individuales y contextuales de riesgo. La investigación ha asociado esto con
antecedentes como problemas de adaptación a la escuela, una pobre relación con los
padres y el consumo de drogas de los padres o de los pares, entre otros.
Entre los factores que protegen contra el consumo de drogas se cuentan los controles
personales tales como creencias religiosas o buen auto-concepto, y controles sociales
como el apoyo social y estilos parentales adecuados.
b. Relaciones sexuales no protegidas o precoces
El que los jóvenes tengan relaciones sexuales precoces o riesgosas se asocia a variables
cognitivas tales como actitudes poco claras hacia la maternidad adolescente, actitudes
de rechazo hacia normas sociales convencionales y estrés emocional. También se han
asociado a ellas variables biológicas, como vivir una pubertad temprana, y de
comportamiento, como el oposicionismo y los trastornos de conducta.
Ciertas características familiares como la baja preocupación y una estructura familiar
autoritaria han sido asociadas con este comportamiento de riesgo.
c. Bajo rendimiento, fracaso y deserción escolar
Actualmente se considera que la permanencia escolar es el factor que más influye en el
mejoramiento de las posibilidades futuras de inserción social y desarrollo personal
pleno.
La deserción escolar se ve influida por factores de riesgo como pobreza, bajo apoyo
social para el aprendizaje, dificultades cognitivas, falta de motivación, necesidad de
aprobación por parte de pares con problemas, estilos parentales inadecuados, y,
finalmente, características de la malla curricular y una estructura poco atractiva de
clases.
d. Delincuencia, crimen y violencia
De todos los problemas en los que se pueden ver envueltos los jóvenes, uno de los que
concita mayor preocupación y temor por parte de la opinión pública es la delincuencia y
16
CAPITULO III
3.1. METODOLOGIA
El presente trabajo se basó en la tarea de buscar información existente de instituciones
que trabajan con niños, niñas y adolescentes privados de su libertad. En primer término,
el trabajo se basó en una investigación de investigación, complementada con el apoyo
bibliográfico, se contó con el respaldo de profesores versados en el tema. A partir de
esta realidad y con el objetivo de recabar datos que se hallaban dispersos, se decidió
llevar a cabo esta búsqueda de información. Se trató con un cuestionario personalizado.
Se utilizaron variables tanto de individuos como de instituciones. Las variables de
individuos variaron entre sexo, edades (adolescentes, jóvenes-adultos y nacionalidad).
Un tema muy importante que causa gran imparto en nuestro país, es la delincuencia, por
ello en este documento destacaremos los puntos más esenciales para demostrar así el
incremento con respecto a los delitos cometidos por los jóvenes
La delincuencia hace referencia a los delitos cometidos por los menores de edad. La
mayoría de los sistemas jurídicos, al abordar tales conductas, utilizan órganos judiciales,
como los tribunales de menores, prevén determinadas especialidades procesales para su
enjuiciamiento y cuentan con medios coercitivos específicos para su represión, como los
centros es de detención.
Los delitos es suelen recibir gran atención de los medios de comunicación y políticos.
Esto es así porque el nivel y los tipos de crímenes es pueden ser utilizados por los
analistas y los medios como un indicador del estado general de la moral y el orden
público en un país y, en consecuencia, pueden ser fuente de alarma y de pánico moral.
Como la mayoría de los tipos de delitos, los crímenes cometidos por jóvenes se han
incrementado desde mediados del siglo XX. Existen múltiples teorías sobre las causas
de los crímenes es, considerados especialmente importantes dentro de la criminología.
Esto es así, porque el número de crímenes cometidos crece enormemente entre los
quince y los veinticinco años. En segundo lugar, cualquier teoría sobre las causas de la
delincuencia deberá considerar los crímenes es, ya que los criminales adultos
probablemente habrán tenido un comienzo en la delincuencia cuando eran jóvenes.
18
CONSLUSIONES
SUGERENCIAS
1) Al salir de su hogar a arrojar la basura, hablar con un vecino, tender la ropa, hacer
compras y/o ver a los niños; Tenga la precaución de cerrar totalmente la puerta con
llave, no dejarla entreabierta o aparentemente cerrada, ya que corre el peligro de que al
regresar hayan robado.
2) Cierre la puerta con doble llave cada vez que entre y salga de su casa o apartamento.
Además coloque la cadena seguridad y si tiene una segunda cerradura utilícela también.
3) Asegúrese de que la cadena de la puerta de su casa sea lo suficientemente fuerte y esté
correctamente instalada, para evitar ser violentada, ya que es un seguro protector.
4) Nunca quite la cadena de seguridad al abrir la puerta, para atender a quien no conozca
ampliamente. No importa que sea hombre o mujer o un niño.
5) Revise cuidadosamente, las puertas y ventanas cada noche antes de irse a la cama.
Asegurase usted mismo de que están bien cerradas.
6) Revise la puerta y la cerradura cada vez que regrese a su casa. Si observa señales de
violencia, llame inmediatamente a la policía (sin tocar absolutamente nada) e incluso no
entre confiadamente a ningún lugar.
7) No deje la llave de su casa en un escondite fuera de ella, pues los delincuentes también
conocen ese truco.
8) Al mudarse a una casa o apartamento instale nuevas cerraduras en las puertas que den a
la calle, balcón o patio. Algunas veces resulta más económico cambiar las
combinaciones, pero debe procurar que lo haga un cerrajero de confianza.
9) Nunca cargue las llaves de su casa o negocio junto con la dirección, ya que si las pierde
el ladrón muy bien puede llegar antes que usted.
10) Relaciónese con sus vecinos, le conviene conocerlos e interrelacionarse con ellos. De
esta manera será más fácil darse cuenta de la presencia de personas ajenas a su entorno,
o sospechosas en el vecindario.
20
Bibliografía
ANEXOS