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“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACION NACIONAL”

ESCUELA DE EDUCACION SUPERIOR TECNICO


PROFESIONAL PNP-PUNO

CURSO:
ATENCION AL CIUDADANO
TEMA:
“LA DELINCUENCIA Y SUS EFECTOS
COLATERALES EN LA SOCIEDAD”
SECCIÓN: CUARTA
SEMESTRE : PRIMERO
BATALLON : PRIMERO
PRESENTADO POR:
•ALUMNO PNP. FLORES LIVISI HUGO DAVID
•ALUMNO PNP. CONDORI CONDORI JOHN
ROBINSON
•ALUMNO PNP. MIRANDA FUENTES CRISTIAN
DOCENTE: SS. PNP CASTILLO VALENCIA
EDGAR TEOFILO
PUNO – PERÚ

2018
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DEDICATORIA:

EL PRESENTE TRABAJO LO DEDICAMOS


A NUESTROS PADRES QUIENES DIA A
DIA SE ESFUERZAN PARA HACER
NUESTROS SUEÑOS UNA REALIDAD
TAMBIEN A NUESTRO DOCENTE POR SU
GRAN DEDICACION EN COMPARTIR SUS
CONOCIMIENTOS DE ESA FORMA SERVIR
MEJOR A LA SOCIEDAD.
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RESUMEN
El ataque a la delincuencia pasa por soluciones o alternativas sociales. No bastan, y la
experiencia las confirma como claramente insuficientes, soluciones individuales que
reclutan o castiguen al delincuente. Este medio de defensa frente al delincuente por parte
de la sociedad provoca la continua reincidencia, convirtiendo al muchacho en una
auténtica máquina de delinquir.
Uno de los factores que se une en multitud de ocasiones a este proceso es la presión
social emanada de un medio o unas condiciones de vida atosigante, el ambiente
enrarecido del suburbio sin otras alternativas culturales o la progresiva frustración a lo
largo del desarrollo, que va generando unos niveles de respuesta violenta imposibles de
contener al llegar a la adolescencia.
Los modelos sociales, a veces presentados en la misma familia, constituyen así mismo
otra importante fuente de la delincuencia. No hay que olvidar lo susceptible que es el
muchacho a la imitación y a la influencia que está puede ejercer como método de
afirmación personal, capaz de superar al propio modelo.
Por otro lado las causas orgánicas se hallan inscritas en la anatomía del delincuente
desde su nacimiento. La herencia no siempre es decisiva, pero ejerce constantemente una
influencia más o menos favorable, confirmada por los muchos ejemplos ofrecidos por la
misma familia. También se le atribuye culpabilidad a las alteraciones física o
perturbaciones afectivas o de personalidad. Sin embargo, parece más oportuno tener en
cuenta el conjunto de los diversos factores que afectan a la conducta del delincuente, y
poner de relieve la inter-relación de todas las fuerzas y condiciones, internas y externas,
que intervienen en su desarrollo.
Es evidente que la labor de rescatar a estos niños y adolescentes, debe coordinar un buen
número de campos, para que de esta manera pueda disminuirse el problema. Entre ellos:
Los centros de formación de padres, los servicios de higiene mental, el club de ocio en el
barrio y la asistencia por medio de profesionales sociales como asistentes sociales,
psicológicos, monitores de grupo, centros excursionistas, enclavados dentro del
ambiente donde el muchacho vive. Estos son elementos validos cuyos resultados podrían
ser satisfactorios, ya que nuestras sociedades urbanas no lo han puesto en práctica.
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Contenido
CARATULA ................................................................... Error! Bookmark not defined.
RESUMEN ....................................................................................................................... 3
CAPITULO I .................................................................................................................... 5
1.1. PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA............................................................. 5
1.2. OBJETIVOS ...................................................................................................... 6
1.2.1. Generales: ................................................................................................... 6
1.2.2. Específicos: ................................................................................................. 6
CAPITULIO II ................................................................................................................. 7
2.1. MARCO TEORICO .......................................................................................... 7
2.2. EL PERFIL DEL DELINCUENTE . ............................................................. 9
2.3. EL CONCEPTO DE FACTORES DE RIESGO ........................................ 11
2.4. LAS CONDUCTAS DE RIESGO ................................................................ 15
CAPITULO III ............................................................................................................... 17
3.1. METODOLOGIA .......................................................................................... 17
CONSLUSIONES .......................................................................................................... 18
SUGERENCIAS ............................................................................................................. 19
Bibliografía ..................................................................................................................... 20
ANEXOS ........................................................................................................................ 21
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CAPITULO I

1.1. PLANTAMIENTO DEL PROBLEMA


La delincuencia abunda en todas partes, sin distinción de núcleos sociales, ciudad o
país, por ello nuestra investigación estará orientada a definir las causas o fuentes que
influyen o conllevan a un joven a convertirse en delincuente.
El incremento de los jóvenes que ingresan a una banda cada día aumenta, y como
consecuencia de esto las bandas tienen un incremento, la televisión y parte de los
medios de comunicación masiva, influyen en los jóvenes, ya que imitan las culturas de
jóvenes de países avanzados. Sumado a esto problemas personales, familiares, sociales,
económico, y sobre todo la falta de oportunidad a la educación los jóvenes que están
dispuestos a tentar contra su persona, consumiendo droga, alcohol, cometer delitos
mayores, menores, y sobre todo el daño moral que le causan a sus padres son grandes.
La gran cohesión existente, y que mantiene unida a estas bandas, suponen un estudio a
fondo de diversos factores como la búsqueda de comprensión, el sentirse apreciado,
factores sociales, psicológicos y naturales.
La perspectiva del riesgo psicosocial posibilita analizar tanto las características del
entorno inmediato o distante como las características personales que aumentan la
probabilidad de que los jóvenes manifiesten dificultades en su desarrollo. También
permite estudiar el modo en que diversas variables, (entre ellas la influencia de los
pares, las características de la familia, la comunidad y la cultura) interactúan con
vulnerabilidades individuales (por ejemplo las características cognitivas,
temperamentales), sensibilizando a las personas ante ciertos riesgos.
Debido a ello, este enfoque enfatiza la necesidad de analizar la forma en que diversos
factores de riesgo interactúan en la generación de fenómenos como la delincuencia
protagonizada por jóvenes. Este enfoque, además de poner en perspectiva la influencia
conjunta de variables macro sociales e individuales, rescata las capacidades de muchos
jóvenes que, pese a las adversidades que enfrentan, logran desarrollar trayectorias de
vida que no manifiestan este tipo de problemas.
Es muy importante ser precavido en la materia, ya que conocer los factores de riesgo a
los que se ve expuesto un niño o joven no produce certeza total de que se vaya a alterar
el desarrollo esperado del joven; más bien ayuda a estimar la probabilidad de que esto
ocurra. Considerar una probabilidad como una certeza en materias de prevención social
es un grave error, ya que se sabe que un niño o joven puede coexistir con todos los
factores de riesgo posibles, y, sin embargo, no externalizar comportamientos de riesgo.
La criminalidad se conoce como la calidad o circunstancia que hace que una acción sea
criminosa. Como también el número de delitos o crímenes cometidos en un territorio y
tiempo determinado.
A diario, podemos observar como adolescentes y hasta niños de muy poca edad
delinquen, dando alarde de violencia aparentemente gratuita e injustificada hacia los
demás.
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Los niños y adolescentes que incurren en hechos punibles se pueden distinguir en


edades comprendidas entre los 9 hasta los 17 años de edad.
Son diversas las causas que conllevan a niños y adolescentes a inducirse en este mundo,
pueden ser orgánicas, fisiológicas, patológicas, influencia externa como en el medio que
se desarrolla los primeros años de su vida, carencia de afecto y atención por parte de los
padres o simplemente mala orientación.
Por otra parte, es importante saber acerca de las razones que conducen a estos jóvenes a
actuar de tal manera, hay quienes piensan que los jóvenes se revelan como una forma de
llamar la atención o sentirse importantes ante la sociedad, pero la realidad es que existen
muchos factores de peso que conllevan a los adolescentes a cometer actos vandálicos.
Los adolescentes que cometen actos fuera de los estatutos impuestos fuera de la
sociedad es un problema que se hace más inquietante cada día, las estadísticas indican
cifras en constante progresión. La edad de los jóvenes tiende a descender cada vez más
y se incrementa hacia las adolescentes.
A la luz de la criminología, los niños y adolescentes que están inmersos en el fenómeno
de delinquir ha aumentado en los últimos tiempos pasando a ser un problema que cada
vez genera mayor preocupación social, tanto por su incremento cuantitativo como su
progresiva peligrosidad cualitativa.

1.2. OBJETIVOS

1.2.1. Generales:
- Investigar las causas de la delincuencia.

1.2.2. Específicos:
- Ubicar los factores que influyen en dicho comportamiento.
- Comprobar que existen trastornos psiquiátricos y psicológicos que intervienen en la
actitud violenta de los jóvenes.
- Observar como la delincuencia está integrada principalmente por marginados sociales.
- Indicar la influencia de los medios de comunicación en los jóvenes delincuentes.
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CAPITULIO II

2.1. MARCO TEORICO


Definir lo que constituye delincuencia resulta ciertamente problemático. Mientras en
algunos países la delincuencia es una calificación que se obtiene de aplicar definiciones
del Código Penal cuando esas infracciones son cometidas por menores de edad, en
otros, la delincuencia incluye una gran variedad de actos en adición a los que se
encuentran enumerados en sus leyes de fondo. De tal suerte, las figuras estadísticas de
ciertos países se encuentran artificialmente abultadas en lo que respecta a la
delincuencia, mientras que en otros no reflejan esas figuras, sino un limitad número de
conductas desviadas.
La cuestión sobre el concepto de delincuencia nos obliga, ante todo, a esclarecer dos
conceptos: delincuencia y.
Ante todo, siempre se ha considerado que la delincuencia es un fenómeno específico y
agudo de desviación e inadaptación. En este sentido, se ha dicho que “delincuencia es la
conducta resultante del fracaso del individuo en adaptarse a las demandas de la sociedad
en que vive”, definición que realmente significa todo y nada, en cuanto cabe
preguntarse si se refiere a todas las demandas y, si a unas cuantas, cuáles, y si realmente
puede esperarse que toda persona, sea menor o adulta, se adapte, sin más, a las
demandas de una sociedad dada.
Pese a que por influjo de la escuela clásica del Derecho penal y el positivismo
psicobiológico, ha sido frecuente considerar el fenómeno de la delincuencia como una
realidad exclusivamente individual; sin embargo, actualmente la mayoría de los
criminólogos afirman que la delincuencia es un fenómeno estrechamente vinculado a
cada tipo de sociedad y es un reflejo de las principales características de la misma, por
lo que, si se quiere comprender el fenómeno de la delincuencia resulta imprescindible
conocer los fundamentos básicos de cada clase de sociedad, con sus funciones y
disfunciones.
Las modificaciones producidas en el ámbito de la punibilidad, especialmente visibles a
través de la delincuencia de tráfico, económica y contra el medio ambiente. Pero por
muy correcta que sea esta hipótesis, en la misma medida y amplitud parece estar
necesitada de concreción, pues no permite explicar por qué y en qué dirección cambia
dentro de una época el concepto de delito, incluso tiene que cambiar, y, además, por qué
el ámbito de lo punible puede configurarse de modo muy diferente dentro de un círculo
cultural.
Teniendo en cuenta lo que ha quedado expuesto, se define la delincuencia como el
fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones, contra las normas
fundamentales de convivencia, producidas en un tiempo y lugar determinados.
Por su parte, se unen en un concepto el conjunto de delincuencia y criminalidad como
fenómeno individual y socio-político, afectante a toda la sociedad, cuya prevención,
control y tratamiento requiere de la cooperación de la comunidad al mismo tiempo que
un adecuado sistema penal.
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Visto el concepto de delincuencia, resulta necesario delimitar el adjetivo de, es decir,


¿cuándo la delincuencia es? Vaya por delante que no podemos emplear al objeto de este
trabajo el significado etimológico de tal adjetivo, pues desde este punto de vista, quiere
decir lo relacionado con la juventud. Y no es aplicable, decimos, este concepto
etimológico, porque dentro del campo de las ciencias penales viene entendiéndose por
delincuencia la llevada a cabo por personas que no han alcanzado aún la mayoría de
edad, mayoría de edad evidentemente penal, pues no en todos los países coincide la
mayoría de edad penal con la mayoría de edad política y civil, y que supone una
frontera o barrera temporal que tanto la conciencia social como la legal han fijado para
marcar el tránsito desde el mundo de los menores al mundo de los adultos.
Lo expuesto, permite afirmar que el término delincuencia es un concepto
eminentemente socio-histórico. Y en este sentido, se define al delincuente como una
figura cultural, porque su definición y tratamiento legal responde a distintos factores en
distintas naciones, reflejando una mezcla de conceptos psicológicos y legales.
Técnicamente, el delincuente es aquella persona que no posee la mayoría de edad penal
y que comete un hecho que está castigado por las leyes.
En el ámbito de la criminología el concepto de joven debe ser entendido en un sentido
amplio, abarcando las edades comprendidas entre los 14 y los 21 años, haciendo dentro
de este tramo de edades una subdivisión entre jóvenes y adultos.
En definitiva, y teniendo en cuenta todo lo expuesto, podemos definir la delincuencia
en España como el fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones
penales cometidas por los mayores de 14 años y menores de 18 años.
Sentado el concepto de delincuencia, debemos diferenciarlo de otros conceptos
próximos o afines, fundamentalmente de aquellos que por tener un terreno común con la
delincuencia como es la noción de conflicto social, entendido como la lucha por los
valores y por el status, el poder y los recursos escasos en cuyo proceso las partes
enfrentadas optan por anular, dañar o eliminar a sus contrarios; se prestan con
frecuencia a la confusión. Tales conceptos son los de desviación, marginación y anomia.
Pero se han definido la desviación como el comportamiento o conducta que viola el
código normativo observado por un grupo y que éste espera sea cumplido por el
individuo, que ahora se convierte en sujeto activo de la citada trasgresión. Todo ello es
fruto del rompimiento, por parte de este individuo, con el sistema establecido.
La marginación social puede ser entendida como la situación psicosocial en la que se ve
envuelta una persona en virtud de la insuficiencia de recursos, la precariedad o total
ausencia de status social y la exclusión total o parcial de las formas de vida
mínimamente próximas a las del modelo prevalente en la comunidad.
La marginación no puede confundirse con situación delincuencial, aunque sí es cierto
que, con gran frecuencia conduce a ella.
La anomia, que etimológicamente significa sin ley, es en realidad un caso específico de
desviación, porque los comportamientos disconformes tienen origen, en muchas
ocasiones, en un contexto anímico.
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Es una situación que puede surgir en periodos de rápida transformación social y política
en los que resulta difícil saber qué pautas o normas sociales y jurídicas deber ser
seguidas.
Dentro de este ámbito de anomia debe incluirse también la situación de la persona la
cual se califica como marginal, que vive entre dos o más culturas diferentes, siguiendo
unas veces las pautas de una y otras, como es el caso de las minorías étnicas.
2.2. EL PERFIL DEL DELINCUENTE.
La doctrina especializada está haciendo hincapié en los últimos años, en la importancia
de subrayar los aspectos cognitivos interpersonales en la descripción del carácter del
delincuente, como una prometedora vía tanto para establecer eficaces programas de
prevención como para elaborar modelos educacionales que permitan una eficaz
reeducación. Juntamente con ello, las mayorías de los estudios descriptivos de la carrera
delictiva señalan una serie de factores individuales y biográficos que caracterizan al
delincuente y que llevan a la conclusión de que el delincuente es una persona con un
gran conjunto de deficiencias, y una de ellas es que comete delitos.
Atendiendo a sus rasgos peculiares de personalidad o de índole psicosocial, se señala
tres categorías tipológicas de los menores delincuentes:
1. Una primera categoría de jóvenes delincuentes vendría definida por rasgos de
anormalidad patológica, fundamentalmente:
Menores delincuentes por psicopatías: aquí el punto de referencia lo constituye la
existencia de alguna de las formas de psicopatía, entendida como la patología integrada,
conjuntamente, de la incapacidad de quien la padece de sentir o manifestar simpatía o
alguna clase de calor humano para con el prójimo, en virtud de la cual se le utiliza y
manipula en beneficio del propio interés, y de la habilidad para manifestarse con falsa
sinceridad en orden a hacer creer a sus víctimas que es inocente o que está
profundamente arrepentido, y todo ello, para seguir manipulando y mintiendo.
Consecuencia de ello, es que el menor es incapaz de adaptarse a su contexto y actuar
como tal, porque el trastorno de la personalidad que sufre, le impide inhibirse respecto
de conductas o comportamientos contrarios a las normas.
El menor psicópata tiende a perpetrar actos antisociales según la orientación nuclear de
la propia psicopatía, siendo de destacar en este sentido los actos que expresan frialdad y
crueldad por parte del sujeto.
Menores delincuentes por neurosis: la neurosis consiste en una grave perturbación del
psiquismo de carácter sobrevenido y que se manifiesta en desórdenes de la conducta,
pudiendo ser su origen muy diverso como fracasos, frustraciones, abandono o pérdida
de seres muy queridos, etc.
Criminológicamente, el neurótico trata de hacer desaparecer la situación de angustia que
sufre cometiendo delitos con el fin de obtener un castigo que le permita liberarse del
sentimiento de culpabilidad que sobre él pesa, y esto es también válido para el menor
neurótico, aunque sean muchos menos que los adultos.
Menores delincuentes por auto referencias subliminadas de la realidad: aquí se incluyen
los menores que, por la confluencia de predisposiciones psicobilógicas llegan a mezclar
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fantasía y juego de una forma tan intensa que empiezan a vivir fuera de la realidad. Es
precisamente ese estado anómalo el que puede conducirlos a cometer actos antisociales.
2. Una segunda categoría integrada por jóvenes con rasgos de anormalidad no
patológica, y en la que entrarían:
Menores delincuentes con trastorno antisocial de la personalidad: se trata de menores
cuyas principales son la hiperactividad, excitabilidad, ausencia de sentimiento de culpa,
culpabilidad con los animales y las personas, fracaso escolar, y son poco o nada
comunicativos.
Una de las principales causa de este trastorno es la ausencia o la figura distorsionada de
la madre, aunque tampoco ha de infravalorarse la disfuncionalidad del rol paterno, pues
según algunos trabajos, el crecer sin padre acarrea al niño nocivas consecuencias que
afectan al campo de la delincuencia.
En muchos casos se trata de menores que viven en la calle, en situación de permanente
abandono, porque nos encontramos con menores que, a su edad, acumulan graves
frustraciones, rencores y cólera contra la sociedad, y que tienen un mismo denominador
común: el desamor, la falta de comprensión y de cariño, así como de atención y cuidado
de sus padres.
En definitiva, son jóvenes con una desviada socialización primaria que acaba por
abocarles a la delincuencia.
Menores delincuentes con reacción de huida: En este caso se trata normalmente de
menores que han sufrido maltrato en el hogar y por ello abandonan el mismo. Son
menores psicológicamente débiles, y que en lugar de responder a la agresión, eligen la
huida sin plazos, y casi siempre sin rumbo.
Ese alejamiento les hace propicios al reclutamiento por parte de los responsables de la
delincuencia organizada, que les escogen para llevar a cabo actuaciones simples pero de
gran riesgo como el transporte de drogas en su propio cuerpo.
3. En una tercera categoría incluye se incluye a aquellos menores delincuentes que
presentan rasgos de personalidad estadísticamente normales o próximos a la
normalidad.
Son aquellos afectados por situaciones disfuncionales que no perturban de manera
especialmente anormal, ni la conciencia, ni la capacidad espontánea de decisión ni la
emotividad o afectividad. Esta sería la categoría que englobaría a la mayor parte de los
menores delincuentes, entre los que podemos incluir, sin ánimo exhaustivo, los
siguientes:
Aquellos que llevan a cabo simples actos de vandalismo, ataques al mobiliario urbano,
etc., como consecuencia de las perturbaciones psicobiológicas que producen la pre
adolescencia y la adolescencia por motivos de desarrollo y cambio.
Los que cometen pequeños hurtos, robos o fraudes por motivos de autoafirmación
personal frente a compañeros, creyendo suscitar en ellos admiración.
Los que cometen delitos contra el patrimonio o la indemnidad sexual por puro placer,
siendo incapaces de resistir a sus estímulos seductores.
Los que delinquen para satisfacer meras apetencias consumistas.
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Respecto a la procedencia social de los delincuentes es, los investigadores han


convenido, por lo general, en que las personas de la clase social ínfima están supe
representadas, y las de las clases medias sub representadas en los grupos de
delincuentes, pero la verdadera magnitud de la propensión de cada clase no está clara
del todo.
En este sentido uno de los factores importantes que tienen probabilidad de poner en
marcha el mecanismo que puede llevarnos a cualquiera a ser delincuente, es la baja
categoría en el sistema de las clases sociales, la deficiencia en la educación, la pobreza,
un ambiente familiar inadecuado o perturbado, la residencia en un mal vecindario y
pertenencia a una familia numerosa. Así, destacaba que entre las familias de la clase
más baja, muchas residían en barrios miserables, no limitaban el número de hijos y
sufrían pobreza y falta de educación. Dicho con otras palabras, los factores adversos
tendían a presentarse todos juntos y a actuar recíprocamente uno sobre otros hasta el
punto de crear una situación generadora de delitos.
Sin embargo, ya por entonces, algunos desafiaban la opinión de que el comportamiento
delictivo es más preponderante entre jóvenes de clase inferior, y explicaban el hecho de
que estuvieran más representados ante los Tribunales en mayor número diciendo que las
clases bajas están más expuestas a ser detenidas y llevadas ante la justicia por malas
acciones que serían juzgadas de otro modo si fueran cometidas por personas de la clase
media o alta.
A continuación enumeraremos los conceptos relacionados con la delincuencia:
Criminalidad: Calidad o circunstancia, que hace que una acción sea criminosa.
Numero de crímenes o delitos cometidos en un territorio y tiempo determinado.
En esta segunda acepción la criminología y la criminalística tienen gran importancia
social, por cuanto sirven para determinar estadísticamente la cuantía total o clasificada
de los delitos y su diferenciación, por sexo, edad, raza, religión y otras circunstancias de
interés.
Criminología: Ciencia complementaria del derecho penal, que tiene por objeto la
explicación de la criminalidad y de la conducta delictiva individual, a fin de lograr un
mejor entendimiento de la personalidad del delincuente y la adecuada aplicación de una
política criminal y de las sanciones penales.
Delincuencia: Se conoce como el fenómeno de delinquir.
Delincuente: Aquel que comete actos tipificados como delitos.
Adolescente: Todo joven de ambos sexos que se halle en la edad comprendida entre los
12 y 17 años de edad.
Trastorno: Desorden del sistema, puede ser mental, psicológico. Patológico, etc.
Marginado: Apartado de todo lo que le rodea.
Marginarse: Significa “Apartarse de algo” “Salirse de lugar”.
Marginado Social: Es aquel que rompe las normas establecidas por la sociedad.
Precario: Algo o alguno de poca posibilidad, así como de poca estabilidad, inseguro.
2.3. EL CONCEPTO DE FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo son variables que pueden afectar negativamente el desarrollo de
las personas.
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En términos más específicos, cuando se habla de factores de riesgo se hace referencia a


la presencia de situaciones contextuales o personales que, al estar presentes,
incrementan la probabilidad de desarrollar problemas emocionales, conductuales o de
salud. Estos problemas promueven la ocurrencia de desajustes adaptativos que
dificultarían el logro del desarrollo esperado para el joven en cuanto a su transición de
niño a adulto responsable y capaz de contribuir y participar activamente en la sociedad
El desarrollo de los individuos no se da en forma aislada, ya que viven y se relacionan
con una compleja red de sistemas interconectados, como la escuela, la familia, los
grupos de pares y otras instituciones o situaciones que influyen en forma directa o
indirecta en el desarrollo de las personas, y cuyas características pueden convertirse
tanto en factores protectores (ver más adelante) como de riesgo. Es así como
actualmente se considera la situación de “estar en riesgo psicosocial” como un estado
complejo, que es definido por la intervención de múltiples situaciones.
Las causas de la conducta delictiva de niños y adolescentes se deben a diferentes
factores, entre los cuales se pueden señalar los siguientes:
A) Factor Personal: consiste en la anormalidades mentales (idiocia, imbecilidad y
retardo), las psicopatía, la psicosis, las desviaciones psíquicas y demás enfermedades
mentales, que se encuentran en la mayor parte de los jóvenes delincuentes y que
provienen de alteraciones pre concepciones del germen, que pueden determinarse mejor
así:
1. Padres anormales, en quienes existen neuropatías fijadas en la familia, engendran hijos
predispuesto a las mismas neuropatías o que sufren de tensiones en el desarrollo
intelectual.
2. Padres alcohólico, sifilíticos o tuberculosos, tienen descendientes degenerado, que
resultan epilépticos, neurasténicos, histéricos, débiles mentales o anómalos del sentido y
del carácter.
3. Concurrencia en ambos padres de una condición anormal neuropatía con una infección
toxica, que agrava los caracteres de degeneración del descendiente.
B) Factores Sociales: estos resultan del ambiente familiar o extra familiar; esto es, hogar y
medio social.
Acerca del hogar adecuado e inadecuado se señalan los hogares incompletos miserables
e incompetentes como causa del abandono del niño y jóvenes.
Se hace referencia al medio escolar y al medio profesional a tratar de los derechos del
niño, bien a ser educado, y a no ser sometido a trabajos ni empleos que destruyan su
salud físicas y su moralidad.
C) Factores Extra familiares: Se han estimado como tales: el urbanismo, que desintegra
la familia, porque aleja los obreros de su casa obligados a trabajar todo el día en fabrica
y talleres distantes.
D) El Cinematógrafo: que es una clase de dos horas, por lo menos, acerca de los temas
frecuentes de las películas: Crímenes, adulterios, seducciones, amores ilícitos,
enseñanza sobre caricias, obscenidades, desarrollo de pasiones innobles como el odio, la
venganza, el rencor. El Artículo 79 de la Ley Orgánica de la Protección al Niño y al
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Adolescente prohíbe a los menores de dieciocho años la entrada a espectáculos


contrarios a la moral y a las buenas costumbres.
Entre los lugares de moralidad dudosa pueden incluirse, además de los locales de cine,
los night clubes, bares, botiquines, juegos prohibidos, galleras, carrera de caballo,
apuesta, casa de citas y espectáculos de obscenos.
E) Las Malas compañías, que se explican por varias causas: espíritu de asociación; una
vida desagradable en un hogar frío, donde no exista compresión, la influencia que
ejercen en los niños los jóvenes depravados y de costumbre perniciosa una vez el
espíritu errabundo; la pandilla; la vida callejera; el espíritu de burla a la policía y a la
vigilancia, y la inasistencia escolar.
F) El vicio en las ciudades, que propicia el libertinaje.
Este se presenta en los adolescentes por desenfreno en las obras y en las palabras. Niños
que juegan, beben licor, fuman cigarrillos, insultan a los demás, cometen irrespetos
frecuentes o malas acciones. Niñas entregadas prematuramente a la prostitución, que se
emborrachan y bailan en el cabaret, gritan y cantan canciones inmorales y ofenden a la
moralidad pública con sus expresiones, gestos y actos indecentes.
G) La vagancia, que en los adolescentes, es distinta de la del adulto. Sus causas pueden
situarse en el propio carácter vicioso, en sus tendencias nomádicas, deportivas o
aventureras; en sus defectos mentales, como la fuga del epiléptico y el anhelo
ambulatorio; en la atracción al riesgo, que se han denominado causas endógenas. O
bien, en el hogar desecho la pobreza, la insuficiencia escolar, el comercio callejero de
venta de billetes, granjerías, limpieza de zapatos, etc., la atracción de las pandillas, que
son causas erógenas, y originan frecuentes fugas de la casa y de la escuela.
H) La mendicidad, estado habitual que presenta al joven ambulando por calles o
lugares públicos. La mendicidad se divide en tres periodos: el primero, cuando va en
brazo del padre o explotador que lo presenta en estado lastimoso para excitar a la
compasión; el segundo, de la escuela, cuando la vida de mendigo le priva de una
educación por inasistencia escolar; y el tercero, del aprendizaje, en que se usa de
mentiras denigrantes y condescendencias peores.
I) Los errores educativos, La ausencia de reglas y control puede producir indecisión e
inseguridad, y la ansiedad de éste proceso puede producir también en el niño
agresividad e inadaptación; de ahí la búsqueda ulterior de compensación y el refugio en
la banda.
Como se puede apreciar, la multiplicidad de orígenes de los factores de riesgo
contribuye a la complejidad del estudio de la génesis y mantención de determinados
comportamientos problemáticos. Antiguamente, se pensaba que ciertos factores podían
tener una influencia causal directa sobre el desarrollo de algunos problemas, sin
embargo, al avanzar la investigación se ha ido descubriendo que los factores coexisten,
interactúan y son mediados por una gran variedad de otras variables que intervienen en
la cadena causal del desarrollo de los comportamientos problemáticos. De este modo,
características individuales pueden interactuar con características contextuales. Por
ejemplo, el hecho de que un niño presente hiperactividad no implica que éste iniciará
una inminente carrera delictiva. Niños hiperactivos e impulsivos generalmente evocan
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rechazo en las personas que los rodean (padres, profesores, etc.), quienes tienden a
distanciarse del niño o actuar de modo coercitivo con él. Este tipo de interacciones son
un antecedente que determina una larga historia de desajustes conductuales que, a su
vez, contribuyen a agudizar el cuadro8. En el ejemplo anterior se ilustra cómo estos
factores, además, pueden presentar efectos interactivos que se refuerzan mutuamente.
Los factores de riesgo pueden influir de modo directo o indirecto en el desarrollo de
conductas problemáticas. Del mismo modo, pueden actuar de modo próximo o distante
en el tiempo. Por ejemplo, los factores de riesgo con una ocurrencia próxima en el
tiempo pueden tener una incidencia directa sobre el desarrollo de problemas
conductuales. Asimismo, los factores de riesgo que operan de modo distante en el
tiempo pueden echar a andar mecanismos que exponen a las personas a otros factores de
riesgo que tienen una acción más directa. Por ejemplo, el hecho de que una familia viva
hacinada puede llevar a que un joven prefiera pasar mucho tiempo en la calle, conducta
que lo expone a otros riesgos asociados a la vida en la calle.
El fenómeno de la aparición de bandas de delincuentes es típico en los grandes núcleos
urbanos, y más propio de las barriadas periféricas y suburbios marginales, donde se
alcanza un alto grado de desorganización social frente al mundo de valores considerados
normales.
Entre las fuentes del comportamiento de niños y adolescentes que cometen hechos
punibles podemos mencionar que uno de los factores que se une en multitud de
ocasiones a este proceso es la presión social emanada de un medio o unas condiciones
de vida atosigante, el ambiente enrarecido del suburbio sin otras alternativas culturales o
la progresiva frustración a lo largo del desarrollo, que va generando unos niveles de
respuesta violenta imposibles de contener al llegar a la adolescencia.
Los modelos sociales, a veces presentados en la misma familia, constituyen así mismo
otra importante fuente del comportamiento de niños y adolescentes. No hay que olvidar
lo susceptible que es el muchacho a la imitación y a la influencia que ésta puede ejercer
como método de afirmación personal, capaz de superar al propio modelo.
Por otro lado las causas Orgánicas se hallan inscritas en la anatomía del delincuente
desde su nacimiento. La herencia no siempre es decisiva, pero ejerce constantemente
una influencia más o menos favorable, confirmada por los muchos ejemplos ofrecidos
por la misma familia.
También se le atribuye culpabilidad a las alteraciones física ó perturbaciones afectivas o
de personalidad. Sin embargo, parece más oportuno tener en cuenta el conjunto de los
diversos factores que afectan a la conducta del adolescente, y poner de relieve la
interrelación de todas las fuerzas y condiciones, internas y externas, que intervienen en
su desarrollo.
La influencia de las teorías afecta, en definitiva, a un reducido o irrelevante número, de
individuos, y en ningún caso sirve para explicar las complejas causas que conducen a
ciertos jóvenes a la delincuencia. Aunque sea cierto que el niño nace con unas
características genéticas muy concretas que determinan su grado de agresividad,
introversión, actividad, etc. lo cierto es que los estímulos maternos y la interacción que
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crean son muy importantes para la posterior relación del niño con el medio en que se
desenvuelve.
2.4. LAS CONDUCTAS DE RIESGO
Los factores de riesgo son situaciones o características que disminuyen la probabilidad
de lograr un desarrollo pleno, mientras que el término “conducta de riesgo” se refiere al
resultado sobre el comportamiento que tienen dichos factores.
Los diversos comportamientos de riesgo pueden ser clasificados en 4 grandes grupos:
a) Abuso de alcohol y drogas.
b) Relaciones sexuales no protegidas.
c) Bajo rendimiento, fracaso o deserción escolar.
d) Delincuencia, crimen o violencia.
A continuación se desarrollarán someramente estos cuatro tipos de comportamiento de
riesgo. Más adelante se tratarán en mayor detalle los factores de riesgo asociados a la
generación del comportamiento delictivo.
a. Uso y abuso de alcohol y drogas
Durante la adolescencia se suele experimentar con una gran variedad de drogas legales,
ilegales o controladas. El consumo de drogas se asocia a una amplia gama de variables
individuales y contextuales de riesgo. La investigación ha asociado esto con
antecedentes como problemas de adaptación a la escuela, una pobre relación con los
padres y el consumo de drogas de los padres o de los pares, entre otros.
Entre los factores que protegen contra el consumo de drogas se cuentan los controles
personales tales como creencias religiosas o buen auto-concepto, y controles sociales
como el apoyo social y estilos parentales adecuados.
b. Relaciones sexuales no protegidas o precoces
El que los jóvenes tengan relaciones sexuales precoces o riesgosas se asocia a variables
cognitivas tales como actitudes poco claras hacia la maternidad adolescente, actitudes
de rechazo hacia normas sociales convencionales y estrés emocional. También se han
asociado a ellas variables biológicas, como vivir una pubertad temprana, y de
comportamiento, como el oposicionismo y los trastornos de conducta.
Ciertas características familiares como la baja preocupación y una estructura familiar
autoritaria han sido asociadas con este comportamiento de riesgo.
c. Bajo rendimiento, fracaso y deserción escolar
Actualmente se considera que la permanencia escolar es el factor que más influye en el
mejoramiento de las posibilidades futuras de inserción social y desarrollo personal
pleno.
La deserción escolar se ve influida por factores de riesgo como pobreza, bajo apoyo
social para el aprendizaje, dificultades cognitivas, falta de motivación, necesidad de
aprobación por parte de pares con problemas, estilos parentales inadecuados, y,
finalmente, características de la malla curricular y una estructura poco atractiva de
clases.
d. Delincuencia, crimen y violencia
De todos los problemas en los que se pueden ver envueltos los jóvenes, uno de los que
concita mayor preocupación y temor por parte de la opinión pública es la delincuencia y
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la violencia. Se han estudiado un sinnúmero de variables de riesgo que anteceden al


desarrollo del comportamiento delictivo como factores sociales, familiares, las
influencias de los pares, y ciertas características cognitivas.
En general, la prevalencia de comportamientos de riesgo antes descritos tiende a ser más
frecuente en los jóvenes que en la población general. Ello debido a que durante la
adolescencia, más que en cualquier otra etapa de la vida, las personas exploran y
experimentan diversos comportamientos. Por ello, es esperable que los jóvenes
aumenten su incursión en conductas de riesgo.
1. El Concepto de síndromes de riesgo
Se ha observado que estos 4 grupos de comportamientos de riesgo no parecen ser
problemas aislados, sino que tienden a manifestarse en conjunto. Por ello, hoy se
considera más correcto hablar de síndrome de riesgo que de comportamientos de riesgo
puntuales. Ello también se debe a que hay gran similitud entre los factores asociados a
los 4 grupos antes nombrados.
2. Concepto de factores protectores
Se podría pensar que una situación personal o ambiental que se caracteriza por la
ausencia de factores de riesgo constituye una situación protegida. Sin embargo, de
acuerdo a diversas investigaciones extranjeras, la presencia de factores de riesgo es más
común de lo que se pudiera pensar, y no siempre influye en el desarrollo de
comportamientos de riesgo.
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CAPITULO III

3.1. METODOLOGIA
El presente trabajo se basó en la tarea de buscar información existente de instituciones
que trabajan con niños, niñas y adolescentes privados de su libertad. En primer término,
el trabajo se basó en una investigación de investigación, complementada con el apoyo
bibliográfico, se contó con el respaldo de profesores versados en el tema. A partir de
esta realidad y con el objetivo de recabar datos que se hallaban dispersos, se decidió
llevar a cabo esta búsqueda de información. Se trató con un cuestionario personalizado.
Se utilizaron variables tanto de individuos como de instituciones. Las variables de
individuos variaron entre sexo, edades (adolescentes, jóvenes-adultos y nacionalidad).
Un tema muy importante que causa gran imparto en nuestro país, es la delincuencia, por
ello en este documento destacaremos los puntos más esenciales para demostrar así el
incremento con respecto a los delitos cometidos por los jóvenes
La delincuencia hace referencia a los delitos cometidos por los menores de edad. La
mayoría de los sistemas jurídicos, al abordar tales conductas, utilizan órganos judiciales,
como los tribunales de menores, prevén determinadas especialidades procesales para su
enjuiciamiento y cuentan con medios coercitivos específicos para su represión, como los
centros es de detención.
Los delitos es suelen recibir gran atención de los medios de comunicación y políticos.
Esto es así porque el nivel y los tipos de crímenes es pueden ser utilizados por los
analistas y los medios como un indicador del estado general de la moral y el orden
público en un país y, en consecuencia, pueden ser fuente de alarma y de pánico moral.
Como la mayoría de los tipos de delitos, los crímenes cometidos por jóvenes se han
incrementado desde mediados del siglo XX. Existen múltiples teorías sobre las causas
de los crímenes es, considerados especialmente importantes dentro de la criminología.
Esto es así, porque el número de crímenes cometidos crece enormemente entre los
quince y los veinticinco años. En segundo lugar, cualquier teoría sobre las causas de la
delincuencia deberá considerar los crímenes es, ya que los criminales adultos
probablemente habrán tenido un comienzo en la delincuencia cuando eran jóvenes.
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CONSLUSIONES

Para poder prevenir eficazmente la delincuencia es necesario que toda la sociedad


procure un desarrollo armonioso de los adolescentes, y respete y cultive su personalidad
a partir de la primera infancia.
A los efectos de la interpretación de las presentes Directrices, se debe centrar la
atención en el niño. Los jóvenes deben desempeñar una función activa y participativa en
la sociedad y no deben ser considerados meros objetos de socialización o control.
En la aplicación de las presentes Directrices y de conformidad con los ordenamientos
jurídicos nacionales, los programas preventivos deben centrarse en el bienestar de los
jóvenes desde su primera infancia.
Deberá reconocerse la necesidad y la importancia de aplicar una política progresista de
prevención de la delincuencia, así como de estudiar sistemáticamente y elaborar
medidas pertinentes que eviten criminalizar y penalizar al niño por una conducta que no
causa graves perjuicios a su desarrollo ni perjudica a los demás. La política y las
medidas de esa índole deberán incluir:
La creación de oportunidades, en particular educativas, para atender a las diversas
necesidades de los jóvenes y servir de marco de apoyo para velar por el desarrollo
personal de todos los jóvenes, en particular de aquellos que están patentemente en
peligro o en situación de riesgo social y necesitan cuidado y protección especiales;
La formulación de doctrinas y criterios especializados para la prevención de la
delincuencia, basados en las leyes, los procesos, las instituciones, las instalaciones y una
red de servicios, cuya finalidad sea reducir los motivos, la necesidad y las oportunidades
de comisión de las infracciones o las condiciones que las propicien;
Una intervención oficial que se guíe por la justicia y la equidad, y cuya finalidad
primordial sea velar por el interés general de los jóvenes;
La protección del bienestar, el desarrollo, los derechos y los intereses de todos los
jóvenes;
El reconocimiento del hecho de que el comportamiento o la conducta de los jóvenes que
no se ajustan a los valores y normas generales de la sociedad son con frecuencia parte
del proceso de maduración y crecimiento y tienden a desaparecer espontáneamente en la
mayoría de las personas cuando llegan a la edad adulta;
La conciencia de que, según la opinión predominante de los expertos, calificar a un
joven de “extraviado”, “delincuente” o “pre delincuente” a menudo contribuye a que los
jóvenes desarrollen pautas permanentes de comportamiento indeseable.
Deben crearse servicios y programas con base en la comunidad para la prevención de la
delincuencia, sobre todo si no se han establecido todavía organismos oficiales. Sólo en
última instancia ha de recurrirse a organismos oficiales de control social.
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SUGERENCIAS

1) Al salir de su hogar a arrojar la basura, hablar con un vecino, tender la ropa, hacer
compras y/o ver a los niños; Tenga la precaución de cerrar totalmente la puerta con
llave, no dejarla entreabierta o aparentemente cerrada, ya que corre el peligro de que al
regresar hayan robado.
2) Cierre la puerta con doble llave cada vez que entre y salga de su casa o apartamento.
Además coloque la cadena seguridad y si tiene una segunda cerradura utilícela también.
3) Asegúrese de que la cadena de la puerta de su casa sea lo suficientemente fuerte y esté
correctamente instalada, para evitar ser violentada, ya que es un seguro protector.
4) Nunca quite la cadena de seguridad al abrir la puerta, para atender a quien no conozca
ampliamente. No importa que sea hombre o mujer o un niño.
5) Revise cuidadosamente, las puertas y ventanas cada noche antes de irse a la cama.
Asegurase usted mismo de que están bien cerradas.
6) Revise la puerta y la cerradura cada vez que regrese a su casa. Si observa señales de
violencia, llame inmediatamente a la policía (sin tocar absolutamente nada) e incluso no
entre confiadamente a ningún lugar.
7) No deje la llave de su casa en un escondite fuera de ella, pues los delincuentes también
conocen ese truco.
8) Al mudarse a una casa o apartamento instale nuevas cerraduras en las puertas que den a
la calle, balcón o patio. Algunas veces resulta más económico cambiar las
combinaciones, pero debe procurar que lo haga un cerrajero de confianza.
9) Nunca cargue las llaves de su casa o negocio junto con la dirección, ya que si las pierde
el ladrón muy bien puede llegar antes que usted.
10) Relaciónese con sus vecinos, le conviene conocerlos e interrelacionarse con ellos. De
esta manera será más fácil darse cuenta de la presencia de personas ajenas a su entorno,
o sospechosas en el vecindario.
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Bibliografía

CEA Martinez M., Determinantes de la Criminalidad, Chile, año 2006, Pag. 3, 4.


HEIN W. Andreas, Factores de Riesgo y Delincuencia Juvenil, Santiago, Año 1999, Pag
1, 4, 5, 6.
HEIN W. Andreas, Implicancias para la prevención de la violencia de y contra niños,
niñas y adolescentes, Santiago, Año 2005 pag, 14, 16, 17, 18.
WERTH Francisca, Prevención social del delito: Pautas para una intervención temprana
en niños y jóvenes, Santiago, Año 2006, Pag. 5, 6, 7
FUNDACION PAZ CIUDADANA, Prevención social del delito y la violencia en
jóvenes, Santiago, Año 2004, Pag. 10, 11
FUNDACION PAZ CIUDADANA, Delincuencia Juvenil en Chile, Tendencias y
Desafíos, Santiago, Año 2003, Pag. 3
WIKIPEDIA, La Enciclopedia Libre, Definiciones, Año 2010, es.wikipedia.org
ARNALDO FERRARI GARCIA
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ANEXOS

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