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ESCARLATINA

La escarlatina, se define como una enfermedad de naturaleza contagiosa, que,


aunque puede afectar a personas adultas, mayoritariamente damnifica a jóvenes de
entre los 2 y los 15 años. Se le denomina también como “fiebre escarlata” y está
generada, por la infestación transmitida comúnmente por vía respiratoria de la bacteria
o germen denominado Estreptococo pyogenes.

La bacteria Estreptococo del grupo A, es un germen que se desarrolla en cadenas


de hasta 10 células, cuyo patógeno infeccioso, provoca enfermedades tales como la
escarlatina mencionada en el artículo en cuestión, a otros padecimientos como son la
faringitis, la otitis, la fiebre reumática, la mastitis e incluso, la formación
de granulomas de avanzada gravedad.

Gracias a los avances médicos y a la incorporación de nuevos antibióticos, las


escarlatinas han pasado a ser una infección poco frecuente, pero que se debe tratar
con suma urgencia, puesto que, sin un diagnóstico y tratamiento adecuado puede
llegar a provocar problemas muy significativos que, en antaño, provocaron una gran
tasa de fallecimiento.

¿Cómo es la fiebre escarlatina en niños y adultos?


¿Cómo puedo saber si alguien cercano a mi sufre la fiebre escarlatina?, ¡¡fácil!!
Relativamente sencillo. El principal síntoma aparente de esta afección es un claro
sarpullido dérmico de carácter superficial y rojizo, que afecta a todo el cuerpo,
teniendo su máxime especialmente en la franja del rostro, la lengua y el cuello,
desplegando posteriormente su germen hacia el pecho, el torso, los codos e incluso
las axilas, con una clara posibilidad de descamación de la piel.

Además, se pueden presentar otros escarlatina síntomas como una fiebre


alta (superior a 38ºC) con su consecuente pesar de cabeza, constantes escalofríos,
náuseas y vómitos, dolor de garganta con una pronunciada inflamación de la lengua
de color blanquecina, dolor en los músculos y en la región del vientre y en definitiva,
un cristalino malestar e indisposición general asociados a los síntomas mencionados
anteriormente.

La escarlatina suele tardar de 2 a 4 días en ser incubada por el niño desde el


momento de la infección, no obstante, con los medicamentos prescritos por el médico,
en el periodo próximo a una o dos semanas, la infección debería poder paliarse casi
en su totalidad.

¿Es contagiosa?
¿La fiebre escarlata es contagiosa?, por desgracia, ¡¡sí!! Dicha bacteria se transmite
sin mayor remordimiento a través de la respiración, de la fricción con la piel, de la
evacuación de las fosas nasales o incluso, mediante un simple estornudo; ¡¡Las
posibilidades de contagio son elevadas!! Así que no lo dudes en demasía, y en la
medida de lo posible, protégete del germen que la provoca.

1. Lávate bien las manos con jabón y agua caliente.


2. Límpiate las manos y la cara de manera constante.
3. No utilizar los mismos utensilios de cocina que la persona afectada por la
escarlatina.
4. Mantener una distancia (en la medida de lo posible evita el contacto) de seguridad.
5. No compartas alimentos ni bebidas con quién padece escarlatina.
6. Procura taparte al estornudar (o que tu niño se familiarice con esa función)

Evolución de esta enfermedad cuando la padecemos


Conocemos que es la fiebre escarlata, entendemos los síntomas y su
pertinente contagio escarlatina, no obstante, ¿cómo se manifiesta la escarlatina?, De
principio a fin, ¿Cómo se desarrolla la fiebre escarlata?

 Así pues; en los primeros 2 días de contagio, podrás observar un evidente aumento
de la temperatura corporal que provocan altos indicios de fiebre elevada, dolor de
cabeza, constantes y repentinos temblores, náuseas acompañadas de vómitos e
incluso, un principio de amigdalitis y un impetuoso dolor de garganta, con una
consecuente hinchazón de la lengua y los ganglios del pescuezo.
 A partir del 3 día, los famosos puntos rojizos entran en acción; esta erupción cutánea
suele originarse en la zona de la cara (tan sólo se libra la región que rodea a la boca) y
se extiende paulatinamente a través de la espalda, las axilas, la entrepierna, los
codos… en definitiva, por gran parte de la superficie corporal.
 La lengua sufre una hinchazón bastante arraigada que inclusive, puede provocar
un agrandamiento de las papilas gustativas y una composición de tonalidad violeta
(lengua de frambuesa) en la mayor parte de la superficie del órgano en cuestión,
provocando a su vez, una clara inapetencia y dolor constante en el individuo.
 Al finalizar la semana, es muy posible que los síntomas se empequeñezcan, es decir,
la fiebre disminuye, se reducen los vómitos, los temblores y en definitiva, el pequeño
de la casa debería encontrarse mucho mejor que en días anteriores.
 Cada niño es un mundo, pero si los fármacos recetados han sido los adecuados, el
pequeño empezará en los días o semanas venideras, un proceso de
desprendimiento o descamación de la superficie cutánea empezando por el rostro
y prosiguiendo por el resto de las partes del cuerpo afectadas. La evolución de
la escarlatina en bebés puede ser diferente.

¿Cómo diagnosticar el patógeno de la escarlatina?


Para poder determinar, diagnosticar y dictaminar la enfermedad de la escarlatina,
es necesario que el médico que te va a tratar de esta afección realice una serie de
ensayos bacterianos del cultivo de los mencionados anteriormente estreptococos del
grupo A, realizando una determinada prueba diagnóstica que reconocerá la infección
perniciosa a tratar.

Debido a que los síntomas emergentes son muy comunes en gran variedad de
enfermedades, la realización de dicho frotis es de vital importancia, para poder
dictaminar las soluciones necesarias a emplear para paliar la enfermedad que se ha
originado.

¿Qué tratamiento escarlatina debo seguir para contrarrestar los efectos de la


enfermedad?
La receta médica para paliar las consecuencias generadas por el contagio
escarlatina están sumamente claros; completo descanso, abundante hidratación y
muchos… antibióticos. Así pues, es necesario que tu hijo se sitúe en un largo periodo
de reposo, bien acompañado de constantes líquidos (agua, leche, zumos…) que
puedan eliminar la mucosidad, las flemas y esputos de una manera adecuada, e
ingerir de forma regulada, aquellos antibióticos que el médico ha recetado (penicilina,
roxitromicina, cefalosporinas…) dependiendo de las necesidades o alergias del
paciente.

Aunque no lo he definido dentro de las preferencias necesarias (recetas médicas) para


contrarrestar a la escarlatina (descanso, hidratación y antibióticos) es de máxime
necesidad intentar en la medida de lo posible y… aunque sé que cuesta, mantener
una especie de aislamiento con el niño, es decir, evitar durante el proceso infeccioso el
contacto (besos) con el pequeño de la casa.

La evolución en mi hijo. ¿Pueden surgir complicaciones?


Por supuesto que pueden aparecer complicaciones; Sobre todo, si no se ha
desarrollado un proceso curativo acertado en base a los antibióticos recetados; Así
pues, por norma general a la par que inusual, si la escarlatina no se ha solucionado
correctamente, pueden generarse 4 tipos principales de enfermedades; La
glomerulonefritis primaria, la fiebre reumática, la meningitis y la neumonía.

1. La Glomerulonefritis primaria: Esta enfermedad se gesta debido a una clara


inflamación de los riñones, que traerán como consecuencia un posible fallo renal
debido a la imposibilidad de filtrar correctamente los deshechos y el riego sanguíneo
del sistema circulatorio.
2. La fiebre reumática: Este tipo de afección (inflamatoria) se origina debido a la No
curación de la bacteria del estreptococo, pudiendo causar problemas clínicos en
órganos vitales como el cerebro, la dermis (piel), el corazón y las articulaciones (puede
provocar artritis).
3. La Meningitis: Esta enfermedad se origina debido a la inflamación o hinchazón de las
meninges, debido a la afección de gérmenes o agentes patógenos (hongos,
bacterias…) que pueden dañar peligrosamente elementos tan importantes como el
centro del sistema nervioso, es decir, el cerebro.
4. La neumonía: Este tipo de inflamación afecta claramente al aparato respiratorio,
ofreciendo su do de pecho en la región de los pulmones y los bronquios. La neumonía
puede ser muy grave si no se trata con rapidez e incluso, puede que aparezcan
secuelas en el paciente a lo largo de su vida.
5. De forma menos peligrosa, puede llegar a detectarse síntomas cercanos a dolencias
como la otitis, la aparición de forúnculos de baja gravedad o alguna infestación
en la piel.

La escarlatina adultos. ¿Pueden los mayores contraer la fiebre escarlata?

Aunque como comentamos anteriormente, la enfermedad de las escarlatinas afecta


principalmente a los niños de la casa con una edad inferior a los 15 años,
nosotros, los adultos, también podemos vernos damnificados por esta ingrata infección
de la piel (sobre todo si no la hemos sufrido de pequeños).
Asimismo, tenemos que tener en cuenta que tanto los peques de la casa como los que
ya estamos en una edad más madura, tenemos mayormente un mismo examen clínico
causante de esta enfermedad, afecta por igual tanto al sexo femenino, como a la
sección masculina.

La enfermedad de la escarlatina puede llegar a ser algo más grave en edades


adultas (sobre todo en las mujeres embarazadas) por lo que se aconseja acudir al
médico sin pensárselo dos veces para que te trate de la dichosa dolencia. Para saber
más puedes ver nuestra página de escarlatina y embarazo.

Por norma general, todo aquel individuo que se ve afectado por la escarlatina,
generará una especie de anticuerpos que reduzcan de manera notable una segunda
posibilidad de verse afectado por la enfermedad en cuestión.

¿Dónde se pueden producir brotes de escarlatina contagio?


Por norma general, las guarderías y colegios saturados de niños son un foco
iluminador de una más que posible infección de la escarlatina (la tos, los
estornudos, las babas, la saliva…). Teniendo este problema en la conciencia, tanto las
familias como de los educadores, profesores y personas al cargo de los más
pequeños, deberán actuar en consecuencia y con la mayor brevedad posible ante la
probabilidad o riesgo de enfermedad.

¿CU ÁNTO DEBEMOS ESPE RAR ANTES DE QUE EL NIÑO


VUELV A AL COLEGIO?
Una vez empezado el tratamiento antibiótico recetado por el médico en cuestión, tu
hijo debe esperar como mínimo unas 48 horas (la medicación se hace práctica a partir
del segundo día) aproximadamente antes de volver a revolotear con sus compañeros
de clase.

¿Cómo debemos cuidar a nuestro hijo si sufre de fiebre escarlata?


Tu hijo ha tenido que abandonar temporalmente sus “estudios”, va a estar en casa
unos cuantos días, y vuestra función como papis es cuidarlo para que pueda mejorar
lo antes posible; Así pues, es de suma importancia que tu niño siga el tratamiento de
antibióticos al pie de la letra, es decir, se lo tienes que dar a las horas estipuladas por
el médico que lo está tratando; además, durante al menos unos días da por cerrado el
cajón de los abrazos y besos, puesto que las gotitas infecciosas de la escarlatina
pueden entrar en juego sin previo aviso.

Procura tomarle la fiebre cada cierto tiempo, visualizando con ello, si la


temperatura le va bajando, consigue a toda costa que descanse como nunca lo ha
hecho y facilita, que este correctamente hidratado durante todo el día.

¿La fiebre escarlata produce picores?

Depende de la sensibilidad de cada piel; Pero en la mayoría de los casos la sensación


de picor es mínima o inexistente.
¿La escarlatina contagiosa puede repetirse a lo largo de nuestra vida?

Correcto, la enfermedad de la fiebre escarlata puede incluso repetirse hasta 3 veces


en la vida de las personas, puesto que la bacteria del Estreptococos del grupo A, es un
patógeno formado por tres diferentes toxinas que pueden provocar dicha infección
cutánea.

¿Cómo diferenciar las escarlatinas de la varicela, el sarampión, la rubeola o la


viruela?

Puede llegar el caso en que tú o tu hijo sufráis la infame enfermedad de la escarlatina,


pero, ¿estás seguro de que la enfermedad que estáis padeciendo es la fiebre
escarlata? Así pues, atentos a los dictámenes diferenciadores de estas enigmáticas
afecciones en forma de sarpullido incontrolable.

Síntomas de la escarlatina en niños


Hagamos un breve pero conciso resumen de todo lo que la escarlatina o fiebre
escarlata puede provocar en aquellas personas que lo padecen. Así pues, desde un
comienzo sintomático hasta una total recuperación, vayamos a ello.

1. La escarlatina síntomas y contagio es un padecimiento (enfermedad) de carácter


infeccioso y contagioso (respiratorio por gotitas o por contacto) que está provocado
por la bacteria denominada Estreptococo pyogenes del grupo A, pudiendo aparecer
hasta tres veces en las personas debido a la triple toxina que lo forma.
2. Si sufres de escarlatina, verás como empiezan a emerger síntomas escarlatina tales
como una fiebre elevada (es muy raro sufrir escarlatina sin fiebre), dolores de
garganta (inflamación de la lengua), cabeza y estómago, posibles náuseas,
vómitos y sobre todo, empezará a surgir una especie de sarpullido de tonalidad roja
que se iniciará en la cara y descenderá posteriormente al resto del cuerpo.

En el supuesto de que notes algunos de estos síntomas (no hace falta llegar al
sarpullido) ve inmediatamente al médico, Para los más curiosos…
La historia de la escarlatina
La historia de la escarlatina o fiebre escarlata está asociada a lo largo de la historia al
terror de la muerte infantil. En el siglo XIX, en pleno auge de la época Victoriana, se
calcula que llegó a afectar directamente la muerte de un tercio de todas las muertes de
niños ingleses de esa época. Era muy habitual en la Londres de hace dos siglos, ver
pasar pequeños ataúdes con el lema “fiebre escarlata”, para evitar que nadie se
acercara y se contagiara. Las familias afectadas eran vistas como los famosos
leprosos, y muchos consideraban que era algún tipo de castigo divino, por lo que
además del calvario de la enfermedad, tenían que soportar el estigma social aún
después de haberse curado.

Las bajas condiciones de higiene que afectaba al continente en el siglo XIX, y el poco
conocimiento médico ayudaron a propagar la enfermedad por toda Europa. Sin
remedios para poder atacarla, una vez una persona se contagiaba solo quedaba rezar
y esperar su destino. Algunos ungüentos y un paño caliente era lo único que se
suministraba al enfermo, y, aun así, de manera increíble algunos consiguieron vencer
la temible fiebre escarlata. Se calcula que en este período la mitad de los niños que
adquirían esta enfermedad fallecían a causa de la bacteria Estreptococo pyogenes.
3. que constatará la enfermedad que estas padeciendo tu o tu hijo (diferenciarlas de
otras afecciones como el sarampión o la varicela) y te recetará en el caso de sufrir
escarlatina, los antibióticos necesarios para eliminarla del cuerpo (no existe vacuna
escarlatina).
4. Tu hijo deberá prescindir durante al menos dos o tres días (después de la ingesta del
antibiótico e inicio de la curación) de ir a la escuela, puesto que es el principal núcleo
de contagio de esta enfermedad.
5. Durante los días de reposo, tanto tu como el niño debéis llevar un control inequívoco
de la toma del antibiótico (al menos 10 días), procurar descansar bastantes horas al
día, comprueba la temperatura del pequeño, mantén a toda costa un total aseo de las
manos y la cara, hidrata a tu hijo para que el dolor se apacigüe e impide en la medida
de lo posible, el contacto con diferentes utensilios, ropa o cualquier elemento que haya
estado utilizando el paciente.
6. Si el tratamiento ha sido el correcto en todos sus aspectos, la escarlatina periodo de
contagio debería desaparecer en su totalidad en un plazo de 2 semanas (aunque
veas que aún hay restos de descamación); En caso contrario, pueden generarse
enfermedades del tipo neumonía, fiebre reumática, glomerulonefritis… que deben ser
tratadas por el médico de manera inmediata (aunque este hecho es poco común) con
el objetivo de reducir estas complicaciones que se pueden agravar con el tiempo.

¡¡Más información!

Mamás, no os atormentéis, la escarlatina puede provocar graves problemas, lo


sabemos, pero mientras sea tratado por un especialista y una medicina avanzada en
el tiempo que estamos, esta “enfermedad” es como una chuche para aquellos que
protegen nuestra salud a diario.

Si sois amantes de la buena literatura, a lo mejor y solo digo a lo mejor, os habéis


parado a pensar cuando la pobre Beth de la novela “Mujercitas” caía enferma de
escarlatina…Que miedo, ¿verdad?, pero gracias dios, estamos ante una novela en la
que la curación de estas infecciones era un arduo trabajo, casi imposible de sanar, que
a día de hoy, se ha convertido en uno más de los muchos problemas que nos pueden
afectar en nuestro día a día.

Veréis a vuestro hijo dolorido y con una tonalidad bastante rojiza, no obstante, el
peligro de esta enfermedad está en desuso, por lo que pasareis unos días un poco
fastidiados “alrededor” del pequeño de la casa, pero, en breves, volverá a convertirse
en ese torbellino que alimenta el hogar.

La escarlatina en el mundo
En la actualidad gracias al avance de los antibióticos, los antisépticos y la higiene,
parecía que el tormento había quedado en las oscuras sombras de la historia, pero
parece que el problema está volviendo a aparecer, aunque no con la fuerza de antaño.

En 2015 se han encontrado 18.000 casos de escarlatina a lo largo del mundo. Esta
cifra es la mayor desde el año 1967 y países como el Reino Unido ha alzado la voz de
alarma con un aumento drástico de casos reportados en su sanidad pública. Los más
afectados son los tramos de edad de entre 5 y 13 años, y las autoridades desconocen
el motivo de este aumento.
El profesor Mark Walker, del Centro de Enfermedades infecciosas de Australia afirma
que durante los últimos 5 años ha habido más de 5.000 casos en Hong Kong, y un
aumento de 10 veces en China, llegando a los 100.000 afectador por la escarlatina. Se
calcula que solo en Inglaterra existen 600 nuevos casos por semana, y todavía no ha
llegado a su pico que se estima entre mayo y junio.

Pero lo que más preocupa a los científicos es que estas nuevas cepas de la
enfermedad parecen haber desarrollado algún tipo de resistencia a los antibióticos
convencionales y a un número de medicamentos que se recetan normalmente para
afecciones respiratorias.

¿Por qué resurge la escarlatina?


Esta pregunta es la que se plantean todos los médicos y científicos del mundo ¿por
qué esta enfermedad que se creía superada resurge?, en realidad todavía no se tiene
una respuesta convincente.

Las causas hoy son un misterio, pero si se sabe que en realidad no se ha creado una
nueva cepa de escarlatina, ni ha habido una mutación de la célula original. Pueden
según opinan algunos científicos que simplemente se trate de un ciclo natural de
enfermedades que cada cierto tiempo tienen un período en el que brotan con más
fuerza. Esto ya ha ocurrido con anterioridad en varios casos, quizás el más reciente es
el mundialmente conocido del ébola entre el año 2014 y 2016 que llegó a causar
12.000 muertes directas en todo el mundo.

Otra opinión es que la causa está relacionada directamente con las bacterias, el
entorno natural en el que se cultivan, y los factores ambientales como la lluvia o la
temperatura. Al igual que el estado físico e inmunológico de todas aquellas personas
que la adquieren.

Esta última teoría puede tener su lógica, ya que se han detectado muchos más casos
en Asia que en América, es decir, que la enfermedad puede desarrollarse con más
fuerza en determinadas zonas geográficas con unas condiciones más amigables para
el desarrollo de la bacteria.

También por el nivel de vida de los habitantes de la zona, aquellos países más
avanzados tendrán más defensas contra la enfermedad que en países más pobres
donde el estado físico e inmunológico de sus habitantes será peor. Aunque el caso de
que una nación del primer mundo como Reino Unido sea uno de los países más
afectados por la enfermedad puede descartar en parte esta teoría.

¿Hay motivos para tener miedo?


La respuesta es no, o por lo menos no todavía. Aunque es cierto que ha habido un
aumento considerable de los casos en los últimos años, no se puede hablar ni de
epidemia ni de plaga ni de nada parecido. El número de afectados mundialmente por
la escarlatina sigue siendo muy pequeño en porcentaje, sobre todo si lo comparamos
con otras épocas de la historia donde la escarlatina llegaba casi a todos los hogares y
familias.

Además, y siendo sinceros, no es la primera vez que el mundo científico da la voz de


alarma por un aumento de enfermedades antiguas que rebrotan, como casos en los
últimos años podemos nombrar la gripe aviar o el dengue entre muchos otros. Lo
mejor que podemos hacer es simplemente tomar las medidas de prevención
adecuadas contra la enfermedad, estar atentos a los síntomas y tan pronto
detectemos algún rasgo acudir de urgencia al médico para una correcta revisión. La
vacuna es el mejor de los métodos para la correcta prevención de tus hijos, debes
inyectársela para que su sistema inmunológico sea inmune a esta patología y de esta
manera poder estar más tranquilo.

Nadie se debe llevar por el pánico, pero lo que sí tenemos claro es que la escarlatina
no se ha ido, y conviene prestarle una gran importancia sobre todo en nuestros hijos
menores de 13 años. La historia siempre es un vivo ejemplo de lo que puede producir
una enfermedad descontrolada si no se toman las medidas adecuadas.

4 consejos para prevenir el contagio de la escarlatina:

 Debemos de tener claro que una de las formas del contagio de la escarlatina es a
través de la saliva o de esas pequeñas gotas de saliva que expulsamos al
hablar. Debemos de tener cuidado de no entrar en contacto con estas pequeñas gotas
o de mantener relaciones con ningún adulto (incluidos los simples besos) que esté
padeciendo la escarlatina en esos momentos, aun cuando la fiebre esté remitiendo.
 Lo mejor a la hora de estar en presencia de un enfermo de escarlatina, ya sea en un
centro de salud o en nuestro propio hogar, es el empleo de mascarillas para prevenir
el contacto de la saliva.

Debemos mantener nuestras defensas y nuestro cuerpo sano y en forma… por este
motivo no debemos desprevenir nuestras dosis diarias de vitamina C, la cual se
puede encontrar en muchas de las frutas que acompañan la dieta mediterránea, tales
como las naranjas, l Para los más curiosos…
La historia de la escarlatina
La historia de la escarlatina o fiebre escarlata está asociada a lo largo de la historia al
terror de la muerte infantil. En el siglo XIX, en pleno auge de la época Victoriana, se
calcula que llegó a afectar directamente la muerte de un tercio de todas las muertes de
niños ingleses de esa época. Era muy habitual en la Londres de hace dos siglos, ver
pasar pequeños ataúdes con el lema “fiebre escarlata”, para evitar que nadie se
acercara y se contagiara. Las familias afectadas eran vistas como los famosos
leprosos, y muchos consideraban que era algún tipo de castigo divino, por lo que
además del calvario de la enfermedad, tenían que soportar el estigma social aún
después de haberse curado.

Las bajas condiciones de higiene que afectaba al continente en el siglo XIX, y el poco
conocimiento médico ayudaron a propagar la enfermedad por toda Europa. Sin
remedios para poder atacarla, una vez una persona se contagiaba solo quedaba rezar
y esperar su destino. Algunos ungüentos y un paño caliente era lo único que se
suministraba al enfermo, y aun así, de manera increíble algunos consiguieron vencer
la temible fiebre escarlata. Se calcula que en este período la mitad de los niños que
adquirían esta enfermedad fallecían a causa de la bacteria Estreptococo pyogenes.

 Por último, hemos de mantener a nuestros hijos alejados de corrientes y aires


acondicionados que estén excesivamente fuertes y que puedan hacer recaer a
nuestros hijos en una segunda o tercera crisis de fiebre escarlatina. No es muy común
pero sí posible que un niño padezca en más de una ocasión la enfermedad de la
escarlatina. Por ello Sobretodo en invierno hemos de abrigar a nuestros hijos y
mantenerlos a salvo de corrientes de aíre frío.

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