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CIFRAS DEL COMERCIO EXTERIOR EN BRASIL

Aunque el comercio exterior representa solo un cuarto de su PIB, Brasil se encuentra entre los 25 primeros exportadores e importadores del mundo, y el país
tiene un enorme potencial. Sus principales socios comerciales son China, Estados Unidos, los países del Mercosur y la Unión Europea. Brasil exporta
esencialmente productos agrícolas y alimentarios (soya, café, azúcar, maíz, carne), minerales, petróleo y vehículos aéreos. Importa sobre todo hidrocarburos,
vehículos, productos químicos y farmacéuticos, al igual que productos eléctricos y electrónicos.

La balanza comercial de Brasil es estructuralmente excedentaria, pero ha tenido una tendencia a la baja estos últimos años, debido a la disminución de los
precios de las materias primas, el alza de las importaciones de energía y una menor competitividad de los productos brasileños. En 2014, por primera vez
desde el año 2000, el país tuvo un déficit comercial de 3,93 mil millones USD. Debido a una caída de las importaciones, la balanza comercial mejoró en 2015,
con un excedente de 19,7 millones USD. En 2016, el excedente comercial se elevó a su nivel histórico más alto, con 47,7 mil millones USD, debido sobre todo
a una caída de las importaciones (provocada por la debilidad de la demanda interna y la baja del real con respecto al dólar americano). Esta tendencia
debiera prolongarse en 2017.

Indicadores de
2012 2013 2014 2015 2016
comercio exterior

Importación de 233.398 250.556 239.152 178.798 143.474


bienes (millones de USD)

Exportación de 242.578 242.034 225.101 191.134 185.280


bienes (millones de USD)

Importación de 75.832 81.053 85.916 68.921 63.750


servicios (millones de
USD)

Exportación de 37.393 36.482 39.047 32.989 33.300


servicios (millones de
USD)

Importación de 0,7 7,2 -1,9 -14,1 -10,3


bienes y
servicios (crecimiento
anual en %)

Exportación de 0,3 2,4 -1,1 6,3 1,9


bienes y
Indicadores de
2012 2013 2014 2015 2016
comercio exterior

servicios (crecimiento
anual en %)

Importación de 13,1 13,9 13,7 14,1 12,1


bienes y servicios (en
% del PIB)

Exportación de 11,7 11,6 11,0 12,9 12,5


bienes y servicios (en
% del PIB)

Balanza 17.260 389 -6.629 17.670 45.037


comercial (millones de
USD)

Balanza comercial -22.589 -45.984 -54.736 -19.249 14.590


(incluyendo
servicios) (millones de
USD)

Comercio 24,8 25,6 24,7 27,0 24,6


exterior (en % del PIB)
Fuente: WTO – World Trade Organisation ; World Bank , últimos datos disponibles

Principales países asociados


Clientes principales 2017
(% de las exportaciones)

China 21,8%

Estados Unidos 12,5%

Argentina 8,1%
Clientes principales 2017
(% de las exportaciones)

Países Bajos 4,2%

Japón 2,4%

Ver más países 51,0%

Principales proveedores 2017


(% de las importaciones)

China 18,1%

Estados Unidos 16,7%

Argentina 6,3%

Alemania 6,1%

Corea del Sur 3,5%

Ver más países 49,4%


Fuente: Comtrade, últimos datos disponibles

Productos principales

217,7 miles de mills. USD de productos exportados en


2017

Habas 11,8%
porotos,
frijoles,
fréjoles de
soja soya,...
217,7 miles de mills. USD de productos exportados en
2017

Minerales de 8,8%
hierro y sus
concentrados,
incl. las...

Aceites 7,6%
crudos de
petróleo o de
mineral
bituminoso

Azúcar de 5,2%
caña o de
remolacha y
sacarosa qu...

Automóviles 3,1%
de turismo y
demás
vehículos
autom...

Carne y 3,0%
despojos
comestibles
de gallos,
gallinas,...

Pasta 2,7%
química, de
madera, a la
sosa soda o
al...
217,7 miles de mills. USD de productos exportados en
2017

Tortas y 2,3%
demás
residuos
sólidos de la
extracción...

Maíz 2,1%

Café, incl. 2,1%


tostado o
descafeinado;
cáscara y...

Cerrar la
lista

150,8 miles de mills. USD de productos importados en


2017

Aceites de 7,9%
petróleo o de
mineral
bituminoso
(exc....

Partes y 3,6%
accesorios de
tractores,
vehículos
autom...

Circuitos 2,8%
integrados y
150,8 miles de mills. USD de productos importados en
2017

microestructuras
electr...

Hullas; 2,3%
briquetas,
ovoides y
combustibles
sólidos...

Medicamentos 2,1%
constituidos por
productos
mezclados...

Aceites crudos 2,0%


de petróleo o de
mineral
bituminoso

Automóviles de 2,0%
turismo y demás
vehículos
autom...

Aparatos 1,9%
eléctricos de
telefonía o
telegrafía con...

Sangre humana; 1,9%


sangre animal
preparada para
usos...
150,8 miles de mills. USD de productos importados en
2017

Abonos 1,7%
minerales o
químicos, con
dos o tres de
los...

Cerrar la lista
Fuente: Comtrade, últimos datos disponibles

Ver más productos


More imports (Intracen Data)
More exports (Intracen Data)

Para mas información, consulte nuestro servicio Flujos de Import o Export.

Principales servicios intercambiados


33,3 miles de mills. USD de servicios exportados en
2015

Otros 52,48%
servicios
empresariales
... +

Viajes + 17,53%

Transporte + 14,78%

Servicios 3,50%
informáticos
y de
información
33,3 miles de mills. USD de servicios exportados en
2015

Servicios de 2,96%
seguros +

Servicios 2,37%
prestados /
recibidos
del...

Servicios 2,23%
financieros

Regalías y 1,74%
derechos de
licencia +

Servicios de 1,30%
comunicación

Servicios 0,94%
culturales y
recreativos +

Construcción 0,16%
y ingeniería
civil +

70,5 miles de mills. USD de servicios importados en


2015

Otros 40,81%
servicios
empresariales
... +
70,5 miles de mills. USD de servicios importados en
2015

Viajes + 24,62%

Transporte + 15,06%

Regalías y 7,45%
derechos de
licencia +

Servicios 4,26%
informáticos
y de
información

Servicios 2,60%
prestados /
recibidos
del...

Servicios de 1,87%
seguros +

Servicios 1,45%
financieros

Servicios 1,38%
culturales y
recreativos +

Servicios de 0,48%
comunicación

Construcción 0,01%
y ingeniería
civil +
Fuente: División de Estadística de las Naciones Unidas, últimos datos disponibles
Sistema de cambio de monedas
La moneda local
Real brasileño (BRL)
Régimen de cambio de monedas
Tasa de cambio flotante.
Nivel de inestabilidad de la moneda
El real ha experimentado recientemente una volatilidad creciente. En 2015, cayó a su nivel más bajo con respecto al dólar en una década, debido a la
incertidumbre fiscal y a señales económicas de contracción.
Tipo de cambio06/06/2018:
1 BRL = 0.2629 USD, 1 USD = 3.8031 BRL
1 BRL = 0.2243 EUR, 1 EUR = 4.4583 BRL

Indicadores
2013 2014 2015 2016 2017
monetarios

Real brasileño 2,75 3,00 3,55 3,71 2,83


(BRL) - Tasa
de cambio
anual media
por 1 EUR
Fuente: World Bank - Ultimos datos disponibles.

La creciente complejidad de la mano de obra en Brasil


11 de julio de 2012

 Recursos Humanos

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Brasil se enfrenta a una paradoja. Los rápidos aumentos de los salarios y el nivel bajísimo de desempleo —un récord histórico— han
fortalecido la clase media y han hecho que se disparara el consumo. Pero esos factores son también los principales responsables de los
daños causados al sector manufacturero. La reducción de la base industrial de Brasil ha llevado a algunos analistas a preguntarse si el
país no estaría enfrentándose al "mal holandés", en que la economía se desequilibra debido a las exportaciones de commodities, que
aprecian la moneda local y reducen la competitividad. Según Felipe Monteiro, profesor de Gestión de Wharton, todavía es pronto para
sacar esta conclusión, aunque no descarta esa posibilidad.

Las quejas de los líderes de las industrias locales son contundentes. Benjamin Steinbruch, presidente de la Compañía Siderúrgica
Nacional (CSN) y ex presidente de la poderosa Federación de las Industrias del Estado de São Paulo (FIESP), dijo recientemente que es
más barato fabricar acero en Alemania, donde los costes son altísimos, que en Brasil.

La contribución de la industria al PIB se ha desinflado: representa actualmente el 14,6% de la economía, el menor índice desde 1956,
frente a un 30% a mediados de los años 80, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), órgano que integra el
ministerio de Planificación, Presupuesto y Gestión. En otras palabras, la industria brasileña no se ha beneficiado de la expansión del
consumo que ha aumentado los gastos del consumidor.

Son varios los problemas que afectan a la industria brasileña, pero la cuestión salarial es una de las áreas donde los industriales tienen
mayor control. La FIESP señala la apreciación del real, las tasas de interés considerables, una débil logística y una carga fiscal elevada,
principalmente los impuestos a la mano de obra, como los principales obstáculos.

El lobby de la industria ha cosechado resultados en las dos primeras áreas, y ahora el Gobierno está intentando mejorar la logística,
pero eso lleva tiempo. El Banco Central redujo las tasas de interés en un 4% desde agosto del año pasado —actualmente están en un
8,5%— y señaló que podría haber más recortes. Las tasas reales están descendiendo y pueden llegar al porcentaje razonable del 3%. Los
recortes en las tasas de interés además de una serie de medidas de control de capitales han ayudado a frenar la moneda brasileña
desincentivando las inversiones en los mercados de renta fija. El real se ha depreciado cerca de un 30% en los últimos 12 meses,
pasando de R$ 1,60, hace un año, a R$ 2,06 actualmente respecto al dólar. La presidente Dilma Rousseff también ha recurrido cada vez
más a adoptar medidas proteccionistas. Ella está renegociando, por ejemplo, un acuerdo de libre comercio con México en el sector de
automóviles y piezas.

Salario mínimo y fuerzas de mercado


Aunque esas áreas estén recibiendo atención, los salarios y los costes relacionados con ellos están subiendo. Los costes de mano de obra
están siendo impulsados por dos factores: fuerzas de mercado y políticas gubernamentales.

Brasil necesitaba aumentar de forma urgente el salario mínimo para corregir la distribución de riqueza en una de las sociedades que es
de las más desiguales del mundo. El salario mínimo se ha elevado ocho veces en los últimos 16 años, de 1994 a 2010, observa José
Márcio Camargo, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro. Los aumentos ahora son obligatorios tras una
decisión del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Hay un mecanismo que indexa el salario mínimo a la inflación sumándose a
continuación a ese índice el crecimiento del PIB en los dos años anteriores, dijo Camargo. Eso sella de forma permanente e irreversible
las ganancias obtenidas, dejando poca cosa sobre la mesa para los dueños del capital, observan los analistas. A principios de año hubo
un aumento sustancial (un 13%), elevando el mínimo hasta los R$ 622,00 gracias al aumento del 7,5% del PIB en 2010.

El mecanismo de aumento del salario mínimo tiene un efecto desproporcionado sobre la economía, ya que es utilizado como parámetro
para una serie de otros pagos. Según Marcelo Neri, profesor de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), el salario mínimo afecta de forma
significativa a los municipios, donde los salarios son bajos, ya que es la base de cálculo para cerca de un 60% del valor de la seguridad
social, del seguro social privado y pensiones no contributivas, inclusive para los pobres incapacitados y ancianos.

Los aumentos del salario mínimo también tienen un efecto cultural, en la medida en que los brasileños de clase media tienden a medir
su salario respecto al número de salarios mínimos que reciben, en un esfuerzo por preservar sus ganancias respecto a los aumentos
concedidos. Este año, los salarios nominales medios deberían aumentar un 7,4%, o un 2,2% por encima de la inflación del 5,2% prevista
por el FMI, según una investigación de la empresa de servicios de consultoría ECA International. Los salarios más elevados son
responsables de la expansión de la clase C en Brasil, es decir, aquella franja de la población que gana entre R$ 1.064 y R$ 4.561 al mes, y
que hoy incluye a 105,5 millones de brasileños, según datos de la FGV, que recoge datos estadísticos sobre gastos por clase social. El
salario medio en Brasil fue de R$ 1.202 el año pasado, según informaciones del IBGE.

Dentro de algunos años, 13 millones más de brasileños deberían incorporarse a la clase C, lo que corresponde a un aumento del 12% de
esa franja de la población. La industria necesita vender a esos consumidores. Los trabajadores de ese segmento también están, cada vez
más, obteniendo beneficios adicionales como planes de salud y financiación para la educación, dicen los empresarios, aumentado la
presión existente.

Mientras, Brasil se ha convertido en uno de los lugares más atractivos del mundo para el empleo a nivel ejecutivo. En la encuesta de
comparación de salarios hecha por Mercer y que sirve de referencia mundial, se analizan los salarios de 807 ejecutivos de 40 países
empleados en empresas de gran tamaño con ingresos de, como mínimo, US$ 1.000 millones. Los ejecutivos brasileños aparecen entre
los mejor pagados en ese ranking. Los presidentes de las empresas brasileñas que trabajan para grandes empresas internacionales
reciben, de media, R$ 5,16 millones, frente a una media global de R$ 2,17 millones. Los presidentes de las principales empresas
brasileñas ganan R$ 6,81 millones frente a una media de R$ 5,18 millones en el resto de países, lo que corresponde a un 68% de la
remuneración total frente a un 55% de la media mundial.

Dificultades para contratar buenos profesionales


Hay pocas señales de que esa época de salarios elevados esté llegando a su fin, ya que persiste la presión sobre los salarios tanto en lo
alto como en la base de la pirámide jerárquica.

En los niveles medios y más altos, la falta significativa de profesionales explica, en parte, los aumentos de salarios. Según la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Brasil tiene uno de los niveles más bajos de educación superior
del mundo industrializado: sólo un 11% de los adultos tienen formación universitaria. No es una sorpresa, por tanto, que encuentren
trabajo fácilmente. En ese grupo, un 86% están empleados, un porcentaje bastante más elevado que la media de la OCDE.

En la base de la pirámide salarial, el mecanismo de aumento del salario mínimo permanecerá inalterable hasta 2015, dice Alessandra
Ribeiro, jefe de análisis económico de Tendencias Consultoría de São Paulo. El ministerio de Planificación prevé más aumentos
elevados de salarios: en su última Ley de Directrices Presupuestarias, que trata de los gastos estimados, se prevé que el salario mínimo
llegue a R$ 803,93 en 2015, es decir, un aumento del 29,4% respecto al salario actual.

Inmiscuirse en los aumentos del salario mínimo es veneno político, y no hay prácticamente oposición política al mecanismo de
aumento, cuyos efectos son muy positivos, como la disminución de la desigualdad y el estímulo al consumo, dice Camargo. En vez de
oposición, hay presión para que haya flexibilidad en la realización de reajustes ocasionales.

El mercado de trabajo es muy competitivo, según muestra el bajo índice de desempleo y los niveles elevados de rotación, dice Ribeiro. El
desempleo ha caído de forma sistemática desde hace algún tiempo: en febrero de este año, estaba en un 5,6% frente a un 12,2% a finales
de 2002, aunque haya aumentado un poco desde el final del año, cuando alcanzó la baja histórica del 4,7%. "El desempleo está próximo
a su nivel natural. Eso presiona los salarios y obliga a las empresas a pagar caro por contratar y conservar a sus profesionales", dice
Ribeiro. Otra característica de ese mercado de trabajo sobrecalentado es el elevado índice de rotación.

En el sector de la construcción, por ejemplo, uno de los más calientes de la economía, hay historias de empresas que van a buscar
profesionales a la competencia, dice Monteiro. Los camiones de una constructora van a las obras de la competencia y ofrecen empleo a
las personas proponiéndoles aumentos y seguro inmediatos, dice.

Los salarios elevados traen consigo costes sociales excesivos e impuestos elevados. Impuestos directos e indirectos, inclusive
contribuciones sociales e impuestos industriales que pueden incidir sobre toda la cadena de producción convierten a Brasil en un
mercado complejo de negociación para las empresas. Dependiendo de la industria y del tamaño de la empresa, los beneficios pueden
prácticamente duplicar el coste de cada trabajador, observa Luiz Cláudio, socio del área de financiación de proyectos de Ernst & Young
Terco, en Río de Janeiro.

Monteiro, que se reúne de forma frecuente con muchos consejeros delegados brasileños y altos directivos, dice que la cuestión salarial y
la escasez de profesionales se han vuelto una prioridad en la agenda de esos empresarios. "En el pasado, nosotros nos preocupábamos
de la situación macroeconómica y la inflación. Hoy, todo gira en torno a salarios y la búsqueda de buenos profesionales".
El coste de la mano de obra es un factor significativo en las esferas inferiores de la competencia de la industria manufacturera de Brasil,
añade Ribeiro. El aumento elevado de los salarios no se ha visto acompañado por mejoras de productividad, y la industria no puede
pasar el aumento de los costes al consumidor, porque las importaciones no lo permiten. Esa exposición a la competencia de los
productos externos es típica de los bienes manufacturados. El sector de servicios no negociables continúa creciendo rápidamente, dice
Ribeiro.

La explosión en el sector servicios


El crecimiento de la clase media ha contribuido al aumento de las empresas de servicios, cuyo porcentaje en la economía crece de forma
rápida. Los brasileños están comenzando a abrir negocios en las áreas de belleza (Brasil es el tercer país del mundo que más gasta en
cosméticos después de EEUU y Japón), establecimientos de comida rápida y mantenimiento de coches para atender al crecimiento
exponencial de la flota brasileña. Las ventas de automóviles en Brasil crecieron un 2,9% alcanzando el récord de 3,4 millones de
unidades en 2011, según datos de la Federación Nacional de la Distribución de Vehículos Automotores (Fenabrave).

De igual manera, el negocio agrícola brasileño, en franca expansión, también cuenta con salarios elevados. Aunque los costes salariales
hayan aumentado de forma sustancial, la industria ha conseguido compensarlos elevando rápidamente la producción por medio, por
ejemplo, de la mecanización del cultivo. Eso ha permitido al sector suplantar el aumento de salarios, dice Ribeiro.

La industria manufacturera, sin embargo, está soportando todo el peso de los salarios más altos y la apreciación de la moneda, y está a
merced de la globalización. Según el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), que integra al Secretariado de Asuntos
Estratégicos de la presidencia, la industria manufacturera de Brasil ha perdido parte significativa de su productividad calculada de la
siguiente forma: se divide el número de horas trabajadas por el número de trabajadores. En el transcurso de los últimos 30 años, la
productividad en Brasil cayó un 15%. Mientras en China ha habido un aumento del 808% en el mismo periodo.

Cerca del 20% de los bienes industriales consumidos en Brasil son producidos fuera del país, según un estudio hecho por la
Confederación Nacional de la Industria (CNI). Se trata de un récord, así como un 21,7% de insumos externos incorporados a los bienes
producidos en el país en 2010. Los salarios están subiendo aún más rápidamente en dólares, gracias a la apreciación prolongada del
real, que puede estar menos apreciado desde hace un año, pero que ha estado al alza en periodos de cinco y diez años. Además, la
inflación brasileña es más elevada que en buena parte del mundo desarrollado. El índice Big Mac de Economist muestra que un Big Mac
cuesta hoy en Brasil US$ 5,68, o sea, es un 32% más caro que la media de US$ 4,20 en EEUU.
Las inversiones externas directas (IED) continúan siendo fuertes y alcanzaron la cifra récord de US$ 66.700 millones en 2011, según
datos del Banco Central de Brasil, lo que representa un aumento de US$ 48.500 millones respecto al año anterior. Para algunos, sin
embargo, está teniendo lugar una desaceleración. Ribeiro cree que algunas empresas internacionales, sobre todo del sector de
manufactura, se lo están empezando a pensar dos veces antes de venir a Brasil. "La apreciación del real, impuestos elevados,
infraestructura frágil, salarios altos y los costes de mano de obra asociados están encareciendo la producción en el país. Eso ha llevado a
las empresas extranjeras a pensar en invertir en otros países de la región", dice ella.

Mirada puesta en el extranjero


¿Anta la falta de una profunda reforma estructural tributaria, de las leyes laborales y de la logística, qué puede hacer Brasil para
aumentar su productividad?

Una manera sería aliviar la escasez de mano de obra permitiendo la entrada de inmigrantes preparados. Los reclutadores señalan que
reciben una avalancha de currículos de españoles y portugueses, pero raramente los contratan debido a las restricciones para obtener
un visado. El Gobierno piensa emitir un volumen mayor de visados de trabajo temporal para extranjeros, pero esa es otra patata
caliente, y los analistas discrepan en cuanto a la posibilidad de que eso suceda de verdad.

"Podríamos aumentar la oferta de mano de obra permitiendo la entrada de más trabajadores de Europa y de EEUU. Eso ayudaría a este
mercado escaso. Pero no hay voluntad política en ese sentido", dice Ribeiro. Monteiro también cree que, a corto plazo, será difícil
vislumbrar alguna flexibilidad por parte del Gobierno en ese sentido, sin embargo considera los cambios ineludibles a largo plazo, ya
que la enseñanza del país necesitará años para producir los ingenieros, los profesionales de TI y de administración que Brasil necesita.

La culpa del estado lamentable de la industria no es sólo del Gobierno. Las empresas brasileñas han dejado de buscar y adoptar mejores
prácticas en el extranjero, y muchas están muy por detrás en benchmarking, dice Monteiro. Sus pares coreanos, japoneses y chinos
conocedores de las tendencias internacionales se esfuerzan para adaptarse a ellas, mientras que las empresas de São Paulo tienden a
mirar hacia dentro del país, resalta.
Dadas la falta de flexibilidad observada en Brasil, así como la tendencia de mirar siempre hacia dentro, la industria brasileña ha
reaccionado a su decadencia buscando protección y exenciones fiscales especiales, y ha recibido respuesta en ese sentido. La utilización
de exenciones fiscales especiales en varios sectores proseguirá, pero todo indica que el ritmo estará fragmentado, prevé Ribeiro. "En
nuestra evaluación, no hay voluntad política de llevar adelante una reforma fiscal más profunda, esa idea no está sobre la mesa. Las
políticas son muy específicas", dice ella. Además, no se puede hacer mucho con las tasas de interés sin el riesgo de que la inflación
reaparezca.

Aún es muy pronto para decretar el fin de la industria brasileña, porque el país continúa siendo uno de los destinos de inversión más
alabados de entre los mercados emergentes, dicen los analistas. Sin embargo, persiste el temor de que el retroceso continuo de la
industria pueda culminar con una economía desequilibrada, es decir, una economía dominada por minerales, petróleo y gas y que
importa bienes de consumo. "No hemos venido a Brasil para tener pérdidas", dijo en marzo el gerente de producción de BMW, dejando
caer con eso que la empresa puede no concretar la instalación de una nueva fábrica en el país. Esa observación puede ser una señal de lo
que puede deparar el futuro.

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