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Cambio climático y desarrollo sostenible: dos factores que se retroalimentan

En la definición del concepto de desarrollo sostenible (aquel que permite satisfacer


las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer las necesidades
de las generaciones futuras) queda patente la necesidad de alcanzar un equilibrio
entre la variable social, económica y ambiental para que pueda darse este
crecimiento sostenible.

El cambio climático es un factor que lleva estudiándose por parte del grupo
Intergubernamental de Expertos frente al Cambio Climático de Naciones Unidas
(Grupo IPCC) desde el año 1988. Hasta la fecha los cinco estudios realizados por
este grupo de expertos han venido a confirmar que el cambio climático está
causado por las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI) producidos por
la actividad humana. Y por desgracia ya estamos viviendo en primera persona los
efectos descritos en estos trabajos, como consecuencia del cambio climático:
inundaciones, tormentas y elevación del nivel del mar en zonas costeras de poca
altitud e islas; inundaciones tierra adentro en grandes zonas urbanas; interrupción
de las redes de infraestructura debido a fenómenos meteorológicos extremos;
mortalidad y morbilidad durante los períodos de calor extremo; inseguridad
alimentaria y colapso de las cadenas de producción alimentaria; acceso
insuficiente al agua potable y falta de agua de riego para la agricultura; pérdida de
los ecosistemas marinos y costeros, de su biodiversidad y de los servicios que
proporcionan y por último, pérdida de los ecosistemas terrestres y de aguas
continentales, de su biodiversidad y de los servicios que proporcionan.

El cambio climático está causado por las emisiones de gases con efecto
invernadero (GEI) producidos por la actividad humana.

Estos problemas que ya nos están afectando de una manera directa, tienen una
repercusión, como es evidente en las tres componentes del desarrollo sostenible,
en la variable ecológica o ambiental, en la económica y en la social. Y todo ello
está interrelacionado. Un ejemplo en la componente ambiental lo tenemos en la
zona norte del país, donde ha cambiado el régimen de precipitaciones lo que ha
llevado a una disminución del polen que afecta a la alimentación de las abejas, las
cuales se ven forzadas a sustituir las proteínas que les proporciona el polen
alimentándose de sus propias crías. Esto repercute directamente en la producción
de la miel, en su calidad y por tanto en el rendimiento económico de la explotación
apícola. Los apicultores de la zona, conscientes del problema, han llevado a cabo
una estrategia de adaptación frente a este problema originado por la disminución
de precipitaciones en la zona, que es el alimentar a sus propias colmenas con
polen. Este es un ejemplo, pero se podrían poner muchísimos más.
Dentro de la componente económica del desarrollo sostenible y como objetivo de
cumplimiento del Acuerdo de París en la reducción de las emisiones de
CO2, Carlos García señala a las energías renovables como una realidad
incontestable desde el punto de vista tecnológico e incluso económico, ya que es
más barato producir con energía solar o eólica que con energías basadas en el
carbón. De hecho, las inversiones a nivel mundial se están enfocando claramente
en el campo de las renovables, invirtiéndose del orden de 300 mil millones de
euros en activos renovables. Esto es así porque se tiene el desarrollo tecnológico
para ello y porque además el factor económico acompaña, ya que en 10 años se
ha reducido el precio de producción en un factor de 10, así un megavatio solar ha
pasado de costar 7 millones de euros a 700 mil y aún no se ha tocado fondo,
señala el experto. Europa no es ajena a esta corriente y la ventaja que existe en el
viejo continente es que se tiene la infraestructura de producción de energía con los
sistemas clásicos y sólo tenemos que adaptarlo a un sistema basado en energías
renovables. Nuestro experto señala como todo esto hace prever que en un periodo
de 30 a 40 años tendremos un mundo basado al 100% en energías renovables,
con la mejora ambiental que eso conlleva en la reducción de GEI.

La variable social del desarrollo sostenible también se ve afectada por el cambio


climático, pero a la vez la sociedad tiene un papel muy importante en la lucha
frente al cambio climático. Cada día tomamos miles de decisiones pequeñas que
conllevan grandes consecuencias. Se debe motivar a la sociedad a través de una
fiscalidad que premie las buenas prácticas ambientales, se debe motivar para
comprar productos sostenibles a través de un precio justo, se debe educar a
nuestros hijos en sostenibilidad ambiental. La lucha contra el cambio climático
debe servir como oportunidad para solucionar los desequilibrios sociales que
vivimos donde los pobres no sean cada vez más pobres y los ricos cada vez más
ricos.

El cambio climático y los informes de evaluación


El cambio climático es la variación del estado del clima que persiste durante largos
períodos de tiempo, generalmente decenios o períodos más largos. La
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)
lo define como “el cambio en el clima atribuido, directa o indirectamente, a las
actividades humanas que alteran la composición de la atmósfera global y que se
suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo
comparables” (IPCC, 2013).

Desde 1988, cuando se formó el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el


Cambio Climático (IPCC), este ha preparado cinco informes de evaluación sobre
el estado de los factores determinantes del cambio climático. En el año 2013 el
IPCC presentó el Quinto Informe de Evaluación y para el año 2022 se espera
tener el sexto, en el cual cada país examinará los progresos realizados para
mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2°C, como lo establece
el Acuerdo de París (IPCC, s.f.).

Utilizando una metodología científica, que cada vez es mejorada de acuerdo al


conocimiento actual de las ciencias del clima, el Quinto Informe de Evaluación del
IPCC muestra los cambios en el sistema climático, donde se incluyen distintas
variables, en períodos y lugares determinados de: temperatura, energía,
variabilidad, precipitación, ciclo del agua, nivel del mar, acidificación de los
océanos (Figura 1), ciclo del carbono y otros ciclos biogeoquímicos; los cuales en
general incrementan las condiciones favorables al cambio climático (IPCC, 2013).

Incremento de las concentraciones de dióxido de carbono


y aumento de la acidez de las aguas superficiales de los océanos

Además, este informe analiza las causas de la emisión de gases de efecto


invernadero, mientras estudios de paleo clima que describen los cambios en el
clima a través de millones de años, y presenta algunos escenarios de lo que
podría suceder en el futuro; la mayoría desalentadores por las variaciones que se
pronostican (IPCC, 2013).

Países desarrollados se unen para apoyar compromisos


Posteriormente, grupos de países desarrollados se unieron para apoyar el
Acuerdo de París y confirmar su deber e interés en desarrollar sus objetivos y
metas. Así, durante la reunión de ministros de Ambiente del Grupo de los Siete
(G7) y la Unión Europea, realizada en Bologna, Italia, el 11 y 12 de junio de 2017,
los participantes ratificaron su compromiso con el Acuerdo de París y llamaron a
aumentar la financiación sostenible, fundamental para cumplir con las metas del
Acuerdo y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), (UNFCCC, s.f.).

Además señalaron que el Acuerdo de París es irrevocable y su total integridad es


clave para la seguridad y prosperidad del planeta, las sociedades y las economías.
Los ministros de ambiente invitaron a posibles financiadores a unir esfuerzos para
lograr y superar el compromiso de Copenhague (el cual fue reafirmado) para
movilizar conjuntamente 100 mil millones de dólares anualmente para el año 2020,
de fuentes públicas y privadas, para apoyar la acción climática en países en
desarrollo (UNFCCC, s.f.).

A manera de complemento, el 8 de julio pasado, en la Cumbre de Hamburgo, 19


jefes de Estado de países industrializados y emergentes del Grupo de los 20
(G20) afirmaron que el Acuerdo de París es “irreversible” y acordaron el Plan de
Acción sobre Clima y Energía para el Crecimiento.

Agenda ODS
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) orientaron el trabajo de las
Naciones Unidas entre los años 2000-2015 y a partir de la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río +20), realizada en el año
2012, se inició el proceso para definir la agenda de desarrollo para los años 2016-
2030.

De esa cuenta, en septiembre de 2015 en la ciudad de New York, luego de ocho


rondas de negociaciones intergubernamentales y el aporte de una amplia variedad
de actores, la 70ª Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS,
Figura 2), durante la Cumbre de Desarrollo Sostenible de 2015 (CEPAL, s.f.).

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible

Estos 17 objetivos globales y sus metas específicas deben alcanzarse en el año


2030 y fueron adoptados por los líderes mundiales para erradicar la pobreza,
proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de esa nueva
agenda de desarrollo sostenible. Los ODS se orientan hacia (CEPAL, s.f.; UN,
s.f.):

Objetivo 1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo.

Objetivo 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la


nutrición y promover la agricultura sostenible.

Objetivo 3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las
edades.

Objetivo 4. Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover


oportunidades de aprendizaje permanente para todos.
Objetivo 5. Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las
niñas.

Objetivo 6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el


saneamiento para todos.

Objetivo 7. Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y


moderna para todos.

Objetivo 8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el


empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

Objetivo 9. Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización


inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.

Objetivo 10. Reducir la desigualdad en los países y entre ellos.

Objetivo 11. Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean
inclusivos, seguros, recipientes y sostenibles.

Objetivo 12. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.

Objetivo 13. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus
efectos.

Objetivo 14. Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los
recursos marinos para el desarrollo sostenible.

Objetivo 15. Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas


terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación,
detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de
biodiversidad.

Objetivo 16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo


sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles
instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas.

Objetivo 17. Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza


Mundial para el Desarrollo Sostenible.

RECICLAJE COMO ACCIÓN MITIGANTE


¿Qué consecuencias tiene el calentamiento global? Principalmente que la
temperatura media de la Tierra aumente. Se calcula que para el 2050 haya
aumentado grados respecto a la media actual! esto hace que"

Siguiendo las dos R anteriores está ya se cumple, pero aún hay más que puedes
hacer:

Piensa dos veces antes de comprar un producto, lo ideal es pensar en cuando lo


usarás y si realmente te hace falta. De esta manera también reduces las compras
compulsivas ahorrando a final de mes.

Limita el uso de productos de usar y tirar: Como por ejemplo las servilletas de
papel.

Cierra bien el grifo al terminar: Recuerda también apagar las luces que ya no uses.
Reducir no solo se centra en los objetos sino también en los recursos.

Reciclaje

Contenedores para distribuir los residuos en plástico (contenedor amarillo),


vidrio(contenedor verde) y papel o cartón (contenedor azul), para su posterior
reciclado.

Casa ecológica, ubicada en la localidad de El Alfarcito, Salta. Construida con


materiales reutilizados, sus paredes son de botellas de plástico rellenas con otros
materiales (plásticos y papeles), botellas de vidrio unidas entre bocas para
lograr el ancho exacto de las paredes y su techo de torta de barro (paja, cañas y
barro).El

Reciclaje

Es un proceso cuyo objetivo es convertir desechos en nuevos productos o en


materia para su posterior utilización. Gracias al reciclaje se previene el desuso de
materiales potencialmente útiles, se reduce el consumo de nueva materia prima,
además de reducir el uso de energía, la contaminación del aire (a través de
la incineración) y del agua (a través delos vertederos), así como también disminuir
las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la producción
de plásticos. El reciclaje es un componente clave en la reducción de desechos
contemporáneos es el tercer componente de las 3R («Reducir, Reciclar y
Reutilizar»).Los materiales reciclables son muchos, e incluyen todo el papel y
cartón, el vidrio, los metales ferrosos y no ferrosos, algunos plásticos, telas y
textiles, maderas y componentes electrónicos. En otros casos no es posible llevar
a cabo un reciclaje debido a la dificultad técnica o alto coste del proceso, de modo
que suele reutilizarse el material o los productos para producir otros materiales y
se destinan a otras finalidades, como el aprovechamiento energético. También es
posible realizar un salvamento de componentes de ciertos productos complejos,
ya sea por su valor intrínseco o por su naturaleza peligrosa. Vectores
contaminantes

Para hablar sobre el reciclaje es importante conocer sobre cuáles son los vectores
contaminantes en los cuales debemos tener conciencia para al igual cuidar y
acabar con la contaminación mundial. De los cuales nos referimos:

Aire:

En donde se acumula todos los olores y los contaminantes de las fábricas, el


tráfico y entre otras Cosas.

Agua:

En donde la sociedad contamina con más frecuencia ya que ahí, la sociedad es


causante por tirar sus residuos, tirar productos contaminantes y hacer sus trabajos
de industria.

Utilización de la energía:

En los cuales conforme va creciendo la sociedad se van generando fabricaciones


de cualquier tipo de los cuales contaminan el medio ambiente. Cadena de
reciclaje[editar] La cadena de reciclado consta de varias etapas:

Recuperación o recogida:

Que puede ser realizada por empresas públicas o privadas. Consiste únicamente
en la recolección y transporte de los residuos hacia el siguiente eslabón de la
cadena. Se utilizan contenedores urbanos de recogida selectiva (contenedores
amarillo, verde, azul, gris y marrón).

Plantas de transferencia:

Se trata de un eslabón o voluntario que no siempre se usa. Aquí se mezclan los


residuos para realizar transportes mayores a menor costo (usando contenedores
más grandes o compactadores más potentes).

Plantas de clasificación (o separación):


Donde se clasifican los residuos y se separan los valorizables. Residuos que sí
pueden reciclarse de los que no. La fracción que no puede reciclarse se lleva a
aprovechamiento energético o a vertederos.

Reciclador final (o planta de valoración):

Donde finalmente los residuos se reciclan (papeleras, plastiqueros, etc.), se


almacenan (vertederos) o se usan para producción de energía (cementeras,
biogás, etc.).Para la separación en origen doméstico.

Para tomar más conciencia en cuanto al cuidado que debemos darle al


medio ambiente, PITOQUITO te explica, las 5 R:

1- Reutilizar: Esta técnica se emplea al momento en que decides darle otro


destino, a un producto que ya utilizaste. Por ejemplo, si sólo necesitas
recortar la mitad de una cartulina, aprovecha la parte restante para realizar,
otra manualidad.

2- Reducir: Analizar y pensar muy bien, antes de malgastar la energía o


realizar una compra. Para ello, pueden hacerse la siguiente pregunta a modo
de reflexión: “Cuántos enlatados y botellas formaron parte de mi
alimentación este mes? ¿Fue necesario comprar esa cantidad, cuando pude
haber ingerido productos naturales?, indicó Mercadante.

3- Reparar: Si algo se te dañó, no te preocupes, que con ayuda de un


profesional puedes solucionar el detalle que presentó tu objeto.

4- Reciclar: Lo que te ayudará a ser un mejor niño. “Las tapas de las botellas
plásticas, puedes llevarla a las fundaciones de los niños con cáncer. Lo que
ya no uses, llévalo a una institución que que se encargue de reciclar y así
notarás, los productos que derivarán de esa prenda”, señaló la creadora de
la fundación el Zulia recicla.

5- Rechazar: Ser conscientes del daño que le causa al ambiente, el consumir


exageradamente, un producto. También, razonar qué es necesario comprar,
ya que no todo lo que está en el mercado, e vital para la vida humana.

El reciclaje es un proceso por el cual recuperamos total o parcialmente materia


prima reutilizable de un producto ya elaborado.
La necesidad de reciclar surge de la mano del consumismo desenfrenado del
último siglo. Los profundos cambios sociales que ha producido la Revolución
Industrial han afectado directamente al estilo de vida, sobre todo al occidental y a
la forma en que consumimos, surgiendo toda una variedad de productos
elaborados y diseñados para el consumo individual.

Gracias al reciclaje se previene el desuso de materiales potencialmente útiles, se


reduce el consumo de nueva materia prima, además de reducir el uso de energía,
la contaminación del aire (a través de la incineración) y del agua (a través de
los vertederos), así como también disminuir las emisiones de gases de efecto
invernadero en comparación con la producción de plásticos.

El reciclaje es un componente clave en la reducción de desechos contemporáneos


y es el segundo componente de las 3R («Reducir, Reciclar y Reutilizar»).

Los materiales reciclables son muchos, e incluyen todo el papel y cartón, el vidrio,
los metales ferrosos y no ferrosos, algunos plásticos, telas y textiles, maderas y
componentes electrónicos. En otros casos no es posible llevar a cabo un reciclaje
debido a la dificultad técnica o alto coste del proceso, de modo que suele
reutilizarse el material o los productos para producir otros materiales y se destinan
a otras finalidades, como el aprovechamiento energético.

También es posible realizar un salvamento de componentes de ciertos productos


complejos, ya sea por su valor intrínseco o por su naturaleza peligrosa.

Es una regla para cuidar el medio ambiente, específicamente para reducir el


volumen de residuos o basura generada. En pocas palabras, las 3R te ayudan a
tirar menos basura, ahorrar dinero y ser un consumidor más responsable,
así reduciendo tu huella de carbono. Y lo mejor de todo es que es muy fácil de
seguir, ya que sólo tiene tres pasos: reducir, reutilizar y reciclar.
Algunas acciones que deberíamos de tomar para promover el reciclaje podrían
ser:

1. Reutilizar los componentes físicos que ya no utilicemos que no sean


biodegradables.
2. Opta por el uso de productos que no dañen al medio ambiente.
3. Ayudar desde nuestros hogares a la disminución de productos inorgánicos para
el bienestar del medio ambiente, entre otros.

Efectos positivos del reciclaje

En este segundo apartado del artículo sobre el reciclaje, veremos el impacto


positivo que tiene el hecho de reciclar papel, envases de plástico, vidrio, etc. así
como algunos consejos fáciles de realizar, que ayudan al reciclaje y al ahorro del
consumo energético o material.

Como curiosidad, ¿sabías que el origen del símbolo del reciclaje llamado círculo
de Möbius, viene de un concurso de diseño organizado por Cont

ainer Corporation of América en el año 1970. El ganador fue Gary Anderson y las
tres flechas representan las tres fases principales del reciclaje:

La recogida de los residuos,

El procesamiento de los mismos

La vuelta de nuevo a su proceso productivo.

Dicho esto, ahora veremos qué efectos positivos tenemos si hacemos uso de los
contenedores de reciclaje y de cómo podemos disminuir el consumo energético.
La acción de reciclar, que es tan fácil como separar y tirar la basura que
producimos diariamente en un contenedor u otro, tiene un gran impacto positivo,
como por ejemplo:

Ahorrar energía y reducción de la contaminación, lo que se traduce menos


generación de CO2 para crear nuevo material y así se reducen los gases que
provocan el efecto invernadero.

Disminución del consumo de recursos naturales, por ejemplo tanto el vidrio


como el metal se puede reciclar infinitas veces ya que no pierden sus propiedades
al reciclarse, permitiendo crear nuevos materiales disminuyendo el uso de
recursos naturales.

Reciclar evita el uso de vertederos, estos son muy contaminantes para el medio
ambiente y muy molestos para las personas.

El reciclaje permite la creación de nuevos puestos de trabajo.

Si todo el mundo reciclara de manera correcta disminuiría el coste del reciclaje.

Consejos para reciclar o reducir el consumo

 Habilitar cubos que permitan la clasificación de la basura.


 Usar siempre que se pueda papel reciclado o borradores cuando no se trate
de documentos importantes.
 Utilizar la comunicación electrónica antes que el papel.
 A la hora de imprimir documentos, imprimirlos en calidad de borrador.
 Existen programas que permiten imprimir con letra ecológica.
 Desconectar los aparatos electrónicos y no dejarlos en suspensión cuando
se dejan de utilizar.
 El uso de focos fluorescentes que gastan 13w o bien los focos LED que
consume 3w y proporciona la misma luz.
 En el trabajo usar una taza propia.
 Aplastar los envases antes de tirarlos ya que ahorra más espacio en la
basura.

Estos son algunos consejos que podemos hacer en nuestra vida diaria y hay
muchos más. Como podemos observar a la mínima que reciclemos materiales, ya
generamos un impacto positivo sobre el medioambiente. Sobre todo en cuanto al
ahorro de recursos naturales, consumo de energía y la disminución de la
contaminación. Con los ejemplos que hemos visto, podemos ver que con muy
poco esfuerzo, se puede conseguir mucho. Por eso es importante ser conscientes
de la importancia del reciclaje y su impacto positivo que conlleva.

También recordar que el reciclaje tiene que ser la última opción, si recordamos el
modelo de las tres R, tenemos las erres de reducir y reutilizar. Éstas han de ser
nuestras dos erres prioritarias y cuando no se puedan cumplir, aplicar la última R,
reciclar.

Ya que las dos primeras erres, permiten incrementar aún más el ahorro de
recursos y consumo de energía para producir nuevos materiales. Ya que aunque
uno recicle, a veces para producir material nuevo no solo basta con el material
reciclado. Por ejemplo en el caso del papel reciclado, para crearlo se necesita
crear pasta de papel nueva, que junto a la pasta del papel usado, se crea el papel
reciclado.

El reciclaje como economía comunal

El reciclaje beneficia a la economía y el medio ambiente

La Mayoría de nosotros hemos escuchado hablar del reciclaje, pero pocos saben
que el reciclaje beneficia a la economía y al medio ambiente. Es esa cosa que las
personas hacen cuando están intentando ser sostenibles con o sin intención. Sin
embargo, el reciclaje no es sólo para los amantes de los árboles, es algo
que todos debemos tener en cuenta por infinitas razones.

No, no te va a hacer millonario y mucho menos de inmediato y no, no te va a hacer


la vida más fácil, sino que te mantendrá alejado de los problemas y serás capaz
de decir que estás contribuyendo a la mejora de nuestra comunidad global. El
reciclaje ahorra energía y la energía es cara, y se está agotando rápidamente.

El reciclaje beneficia y además es el acto de la reutilización de algo. Hay


diferentes maneras de interpretar esto, reciclaje de muebles que ha sido usado por
otra persona, o el reciclaje de aparatos electrónicos, y luego está el reciclaje de
plásticos, papel y latas para ser reutilizado por la empresa. Mientras que los dos
primeros ejemplos son cosas que realmente nos hacen ahorrar unos cuando
billetes, nos vamos a centrar en los últimos.
Es este método de reciclaje el que está activo en los países más desarrollados de
todo el mundo. Depende de dónde viva, pero algunos distritos ofrecen agilizar el
reciclaje, que básicamente significa que no tienes que hacer nada. Puedes dar la
basura llena de todos los materiales reciclables y las personas de instalaciones de
gestión de residuos preciosos se encargan de todo.

Otros lugares exigen separar sus bienes por su cuenta, el papel en una bandeja,
las latas o plásticos en otro, o alguna combinación de estos.

1- Ahorra dinero:

No agites la cabeza sin antes de saber. El reciclaje beneficia a la economía e


incluye una serie de beneficios para los que reciclan. En algunos lugares la gente
está recibiendo incentivos para reciclar, y así conseguir una compensación
monetaria por entregar sus materiales. No te vas a hacer rico a cinco centavos
una lata, pero se puede ganar un poco de dinero extra para pagar los servicios y
otras cositas solo por guardar las botellas de agua o latas, por ejemplo.

En segundo lugar, una instalación de gestión de residuos es muy cara. Hay un


montón de campanas necesaria para mantener las operaciones funcionando sin
problemas y con eficacia. Una planta de reciclaje, sin embargo, es mucho más
rentable que la gestión llevar botar en un vertedero o incineración de basura.

Por último, las empresas estadounidenses, por ejemplo ahorran dinero por ser
parte de un programa de reciclaje. Cuanta más gente reciclar, menos empresas
tienen que dedicar a vender sus productos, y por lo tanto los productos costarán
menos. En teoría, por supuesto.

2- Crea Empleo:

En 2011 se estimó que más de 2,3 millones de personas trabajaron en y alrededor


del negocio de reciclaje. Esto incluye personas que diseñan las etiquetas para el
reciclaje de todo el camino hasta los explotadores de las instalaciones. Sí, hay una
gran cantidad de industrias que también crean puestos de trabajo.
Sin embargo, las estadísticas muestran que por cada 1 puesto de trabajo en la
gestión de residuos, hay 4 puestos de trabajo en la industria del reciclaje. Esto
hace sentir que el reciclaje es mucho más de una victoria. Además de las
personas que participan directamente en el proceso de reciclaje, no son las
personas involucradas después del proceso de reciclaje. Esto significa puestos de
trabajo para más personas que se pagan para fabricar algo nuevo a partir de los
artículos reciclados.

3- Elimina el Vertedero de Residuos:

No sólo son los vertederos monstruosidades totales que huelen muy mal. Es un
asco para las comunidades que tienen que vivir en las proximidades de una de
estas montañas de basura, que sólo sigue creciendo y creciendo y que rezuma
olores y residuos potencialmente peligrosos.

Gracias a las necesidades nació una ola de conciencia ambiental que ahora está
sobre nosotros. Las personas ya no están de acuerdo con poner la basura en un
agujero en el suelo. Ellos quieren ver que toda la comida se utiliza para el
compost, las latas se utilizan para hacer más latas, la electrónica está siendo
despojada y se utilizan para las piezas, el papel se recicla en más papel y así
sucesivamente.

4- Beneficios del medio ambiente:

Lo creas o no, el reciclaje tiene un impacto positivo sobre el medio ambiente y este
es el por qué:

El reciclaje reduce la contaminación, porque la basura no se quema y los


fabricantes pueden reutilizar materiales en lugar de crear otros nuevos, que es
más eficiente energéticamente.

Si ni siquiera la mitad de las personas en los Estados Unidos recicla regularmente,


las emisiones de gases de efecto invernadero se reducen a la equivalente a
sacar 25 millones de coches de la carretera.
Si una empresa de sodio tiene los recursos para producir latas de aluminio a partir
de material reciclado, va a reducir su consumo de energía en un 95%. Para las
botellas de plástico, el reciclaje ahorra a la empresa hasta el 70% en el consumo
de energía.

El reciclaje de residuos peligrosos impide entrar en el vertedero donde se filtra en


el suelo y daña el ecosistema local y abastecimiento de agua.

La economía del reciclaje

Una preocupación actual es la del cuidado de nuestro entorno y la preservación de


los recursos naturales. Particularmente de unos años para acá, las personas,
empresas y todo tipo de instituciones han comenzado a comprender la importancia
de salvaguardar nuestro planeta. Es el sitio donde vivimos y a todos nos preocupa
nuestra calidad de vida.

Por otra parte, también se ha venido entendiendo cómo al cuidar los recursos que
nos ofrece la Tierra, se reduce el dispendio económico y se ahorra dinero, no sólo
en la sociedad en su conjunto, sino también en el ámbito familiar y personal.

Un concepto que se ha vuelto muy popular es el reciclaje. Sin embargo, este


término se ha convertido en una palabra genérica que se utiliza para designar una
serie de acciones que impliquen un beneficio ecológico. Por esta razón es que,
gracias a la difusión que la organización internacional Greenpeace le ha dado, la
regla de las tres "r": reducir, reutilizar reciclar, se ha convertido en una manera
más completa de entender y poner en práctica el cuidado del planeta.

En estas tres acciones se condensan los principios básicos del cuidado ambiental.
Puesto que no sólo basta con ahorrar o con separar los desperdicios para su
reciclaje, sino que es necesario combinar los tres para poder lograr un cambio
verdaderamente perceptible.

Reducir

La primera acción–reducir–se refiere específicamente al ahorro de recursos.


Quiere decir que cuando disminuimos el uso indiscriminado de energía eléctrica,
gas, combustibles fósiles, agua, papel, entre otros, reducimos el índice de
contaminantes que se van a la atmósfera, prevenimos el exceso de deforestación
y en general contribuimos a evitar la sobreexplotación de los recursos terrestres.
También disminuimos el volumen de desechos sólidos que tanto dañan el suelo, el
agua y el aire.

Asimismo, este paso es crucial para las finanzas del hogar y lugar de trabajo.
Como lo hemos visto en otros artículos de esta sección, al consumir menos
electricidad (implementando sencillas acciones cotidianas) logramos ahorrar un
buen porcentaje del gasto mensual al momento de pagar la factura de luz; al
reducir el consumo de agua prevenimos el futuro incremento de sus precios; al
utilizar el gas con moderación (siguiendo algunas recomendaciones fáciles)
terminamos pagando menos por este servicio sin afectar nuestro estilo de vida.

Por otra parte, también se puede ahorrar reduciendo el consumo de ciertos


productos cotidianos como: detergentes y jabones de baño, toallas de papel
desechables, papelería, entre otros.

Si hacemos un ejercicio de reflexión y observación, cada uno de nosotros puede


notar en qué aspectos de su hogar y lugar de trabajo puede implementar la
primera "r": reducir, con la finalidad de cuidar el planeta y el bolsillo.

Reutilizar

La segunda acción–reutilizar–es también de vital importancia tanto para el planeta


como para nuestras economías domésticas.

Reutilizar se refiere a usar una misma cosa tantas veces como nos sea posible, o
bien darle diferentes usos a un mismo producto, con el objetivo de evitar el
desperdicio.

La reutilización requiere de un buen grado de ingenio por parte de las personas,


por lo que puede convertirse en una actividad divertida, que le dé variedad a
nuestra vida cotidiana.

Una de las formas más comunes de reutilización es guardar las hojas que se han
utilizado para imprimir algo que ya no se necesita, para después volver a usarlas
escribiendo notas o documentos que no requieran de presentación formal. Esta
acción sencilla nos ahorra dinero en gastos de papel y previene la deforestación
excesiva.

Otros ejemplos cotidianos de reutilización son: guardar las envolturas de regalos


en buen estado para futuras ocasiones; aprovechar envases y contenedores de
vidrio y plástico para guardar y organizar objetos en la casa; donar la ropa y
juguetes (en buen estado) de nuestros hijos a sus hermanos más pequeños o a
organizaciones altruistas; conservar los artículos escolares de un año para el ciclo
siguiente; fabricar composta para las plantas caseras a partir de los desechos
orgánicos, etcétera.

Reciclar
Finalmente, la tercera acción–reciclar–consiste en fabricar un producto nuevo a
partir del material desechado. Por lo general, este proceso se lleva a cabo en la
industria. Son pocas las personas que pueden reciclar productos en su propia
casa. Sin embargo, todos podemos participar en el reciclaje, clasificamos los
desechos cotidianos en categorías que faciliten su identificación para ser llevados
a sitios especializados en reciclaje.

Además, también podemos ubicar centros de reaprovechamiento para llevar


nosotros mismos los elementos a ser reciclados. En dichos lugares se compran
materiales reciclables como papel (cartón, periódico, hojas sueltas), metal (cobre,
fierro, aluminio), vidrio (botellas, cristales rotos), plástico (envases, cajas, botellas),
etcétera. Allí nos pagarán una cierta cantidad de dinero (dependiendo del volumen
y tipo de material), que nos puede resultar útil para otros gastos del hogar.

Por lo general, el vidrio es uno de los materiales mejor pagados, puesto que su
proceso de reciclaje es directo, es decir, simplemente se funde con calor y se
moldea de nuevo. Mientras que otros materiales deben depurarse y procesarse
antes de poder ser fundidos y reprocesados

La economía de los residuos y el reciclaje

El progreso de la sociedad de consumo ofrece muchas ventajas, pero también trae


aparejados algunos inconvenientes, siendo uno de los principales la gestión de los
residuos que se producen. En general, existe una relación entre el volumen de
desechos que se originan y la renta del país. En España se generan 449
kilogramos por habitante y año, según el informe publicado en julio de 2015 por
Eurostat, ligeramente por debajo de la media de la Unión Europea (481), y lejos de
países como Dinamarca (747) o Alemania (617).

Un mejor uso de los medios con los que contamos y una adecuada gestión
de los residuos son aspectos que contribuyen a la conservación del medio
ambiente, con efectos incluso en la salubridad, ya que hay muchos materiales
y componentes que pueden resultar tóxicos o contaminantes si no se procesan
adecuadamente.

Pero, además, existe un componente económico claro, porque, ¿qué es


la economía, sino la ciencia que se ocupa del mejor aprovechamiento de los
recursos?

Tipos de residuos

Según su origen, se puede distinguir entre:

Residuos industriales.
Residuos agrícolas.

Residuos sanitarios.

Residuos sólidos urbanos.

Ésta última es una categoría muy importante, ya que sobre ella todos tenemos
cierto potencial de actuación. Dentro de los residuos sólidos urbanos podemos
encontrar:

Vidrio.

Papel y cartón.

Basura orgánica.

Plásticos.

Textiles.

Metales.

Madera

Escombros.

Aproximadamente un 60% de los residuos sólidos urbanos son materia orgánica.

Por qué es importante el reciclaje

También se ahorra en el uso de materias primas, tanto a través del reciclaje


como mediante el rediseño de envases, más ligeros y sostenibles, lo que ha
permitido una reducción de 440.000 toneladas de materiales.

La economía circular

La concienciación hacia el cuidado del medio ambiente tiene un apoyo importante


en otra vigorosa tendencia que existe en la actualidad. Hemos pasado en unos
años de la obsolescencia programada (aparatos con fecha de caducidad
proyectada en su software), de los cuales nos deshacíamos sin más (impresoras,
móviles…), hacia la economía circular: se trata de extender el ciclo de vida de
los productos mediante las reparaciones, la reutilización y la re fabricación
de artículos viejos. También surgen de ahí nuevos modelos de negocio, basados
en alquilar, compartir y en productos de segunda mano. La Euro cámara debatió
en diciembre de 2015 diversas propuestas para promocionar la economía circular.

Hace tan solo 20 años, la economía verde era únicamente una actividad con un
gran potencial de crecimiento y de creación de empleo. Se consideraba como un
nicho económico o un yacimiento de generación de puestos de trabajo mediante
pequeñas empresas que daban respuesta a la incipiente preocupación por el
medio ambiente.

Ahora, la semilla sembrada ha dado frutos en forma de un sector económico que


en Catalunya suma 28.000 puestos de trabajo en más de 1.000 empresas
dedicadas a la gestión de residuos, frente a las 23 que existían en 1993. La fuerza
del sector, que suma el 6% del producto interior bruto (PIB), tiene todavía mucho
potencial de expansión gracias a la creciente concienciación social sobre la
necesidad de cuidar el medio ambiente a la hora de gestionar los residuos y en
la producción sostenible de los bienes de consumo. Es lo que se conoce
como economía circular, en la que el reciclaje emerge como un motor de la
economía verde.

En el nuevo paradigma económico, la producción está enfocada a reducir los


residuos y facilitar su reciclaje para reutilizarlos como materiales para volver a
iniciar el ciclo de producción en las fábricas. La velocidad de desarrollo e
implantación de ese nuevo modelo de economía circular se está acelerando
gracias a la mayor exigencia de la sociedad en cuanto a respeto al medio
ambiente y, en consecuencia, también de las legislaciones reguladoras, tanto las
de la Unión Europea, como las del conjunto de España, las autonómicas y las
municipales. Pero la verdadera palanca de desarrollo de la nueva economía verde
será la generación de una demanda social y económica a medida que la
educación ambiental va calando en la sociedad.

Los residuos convertidos en materia prima

El reciclaje es una parte fundamental de la cadena de la economía circular, el


último eslabón. Se ha avanzado mucho, pero también queda mucho por hacer.
"En Ecoembes llevamos 17 años trabajando en el cuidado del medio ambiente a
través del reciclaje, con el que se han alcanzado tasas del 72% de los envases
que van al contenedor amarillo o azul y que gestionamos", asegura Antonio
Barrón. "En reciclaje total -añade- la tasa llega al 32% en España y al 40% en
Catalunya. El reciclaje evita la emisión de 14 toneladas de CO2 y ahorra energía,
agua y materias primas. Todo ello ha llevado a desarrollar la infraestructura con
más de 550.000 contenedores, 94 plantas de clasificación, rutas de recogida...y
todo eso mueve 42.000 empleos alrededor de la cadena de reciclaje".

“No importa si es por cultura o negocio, lo que importa es que se empiece a ver el
reciclaje como algo cotidiano”.

Papel, vidrio, plástico, pet, aluminio, cartón son desechos fácilmente ubicables en
el entorno diario sea en el hogar, la oficina, en el sitio de recreo o de trabajo y su
correcta separación constituye parte de una cultura de protección al ambiente
aunque, para muchos, es fuente de ingresos que complementa o constituye la
base de su economía.

Contribuir a la conservación del medio ambiente, recuperar materia prima, producir


nuevos artículos, generar empleos, ingresos económicos e incluso energía
eléctrica, son algunos de los beneficios que conllevan el adecuado manejo de
basura y la cultura del reciclaje.

El presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac), Luis


Gerardo Álvarez Espinoza, explicó que el reciclaje además de ser un proceso
amigable con el medio ambiente es sustentable.

Aprovechar los recursos disponibles y maximizarlos “sin comprometer nuestras


reservas futuras es lo que cuenta, no importa si es por cultura o negocio, lo que
importa es que se empiece a ver el reciclaje como algo cotidiano”, válido y viable,
expuso el dirigente sectorial.

La industria del reciclaje es fuente importante de ingresos para una extensa


cadena productiva, desde aquellas personas que realizan el acopio hasta las
empresas que venden la materia prima derivada de los productos reciclables.

Sin embargo, la carencia de un esquema fiscal que dé certeza a las compras de


residuos propicia que millones de pesos salgan del país, principalmente con
dirección al continente Asiático, para regresar en una gran variedad de productos
terminados que son consumidos por los mexicanos.

“Hay gente que dice ‘qué bueno que se estén llevando basura’”, pero si los
asiáticos están dispuestos a pagar es porque tienen valor para la industria, que
pudieran aprovecharse en México como materia prima, para la generación de
empleos y de riqueza que el país necesita, señaló.
El presidente de la sección de Recicladores de la Anipac, Carlos Saldate Paton
coincidió, en entrevista por separado, en la necesidad de un reforma fiscal porque
el actual régimen no les permite deducir el gasto por la compra de “basura” para
su reutilización.

A falta de este esquema la inversión privada se aleja, y sólo en 2011 dejaron de


ingresar al país inversiones por unos cinco millones de dólares, que servirían para
la apertura de plantas y dar salida a las mil 200 toneladas de residuos plásticos
que se generan a diario y que hasta hoy se van a la basura.

Tan solo en el Distrito Federal, abundó Saldate Paton, se requieren inversiones


por alrededor de 400 millones de pesos, suficientes para instalar unas 10 plantas
recicladoras donde podrían procesarse las 400 mil toneladas anuales de PET
(tereftalato de polietileno, con el que se fabrican bolsas de supermercado y los
envases de agua y refrescos) que ahora se exportan y después son importadas
como ropa, zapatos y artículos decorativos.

De acuerdo con la Anipac, además de los recursos económicos por la cadena


productiva, resulta preocupante la conservación del medio ambiente, ya que
reutilizar los materiales reciclables lleva a reducir en forma considerable la emisión
de carbono y de gas metano.

Moisés García Rodríguez es propietario de una bodega, en una superficie de unos


30 metros cuadrados acopia desde hace dos años y medio material reciclable. Ahí
recibe cada día a unas 30 personas que llegan a venderle cartón, pet, papel,
aluminio, y hasta pilas. Revisa los productos, los pesa y paga de acuerdo con su
propia tabla de precios.

Por un kilogramo de PET entrega tres pesos; el de cartón, papel de revista y


periódico a 1.40 pesos; la lata de aluminio o refresco a 17 pesos (unas 67
completan un kilo), y la lata de comida a un peso por kilogramo.

“Los que nos beneficiamos del reciclaje somos muchos, entre recolectores
(pepenadores), compradores fijos como yo, vendedores ocasionales como
algunos clientes, transportadores y empresas recicladoras, vemos el negocio en la
basura que la gente tira”, dijo en entrevista.

“La chatarra también es un buen negocio, pero eso se da especialmente en el


norte (del país). Con esta se hacen tubos, y varillas. Las personas creen que todo
lo que desechan es basura pero no, todo tiene un precio”, y es el caso del papel
que se desecha en oficinas, que puede transformarse en servilletas, papel
higiénico, para fotocopiadoras, entre otros.
“Todo se puede volver a utilizar después de su debido proceso. Por ejemplo, con
el vidrio molido se pueden elaborar botellas, vasos, jarros, vidriería en general”,
explicó Moisés García, quien lamentó que en el país no haya una cultura del
reciclaje, más cuando “un poco de dinero extra no le caerá nada mal a nadie”.

Moisés inició su negocio a propuesta de un primo quien después de haber sido


deportado de Estados Unidos decidió abrir en Chihuahua un local de acopio “a él
le llega más chatarra, allá hay mucho fierro”.

Por cada tonelada de papel que se recicla se salvan 17 árboles, se ahorran 28 mil
litros de agua, sin contar la energía que se gasta para su producción, de acuerdo
con la página electrónica biodegradable.com.mx. Por tanto, reciclar redunda en
ahorros energético, de agua, de materias primas, tiempo, dinero y cuidado
ambiental que se reflejará en el futuro.

Cada familia mexicana genera en promedio un metro cúbico de basura al mes,


entre papel, cartón, vidrio, metal, plásticos y materia orgánica; si separa la basura
en forma adecuada será posible reducir hasta 80 por ciento el espacio, además de
que obtendría ingresos económicos adicionales.

Reciclar el papel no es difícil. El material recolectado y empacado se envía a


fábricas, ahí es revisado, debe estar seco y sin moho. Pasa a un molino donde se
combina con agua para extraer la fibra; la mezcla pasa por coladeras industriales y
luego por rodillos que alisan la pasta hasta formar hojas listas para
comercializarse.

En el caso del vidrio, reciclar un frasco significa ahorrar energía suficiente para
alimentar un foco de 100 watts por cuatro horas, y la mayoría de los productos son
reciclables, aunque lo recomendable es no mezclarlos (vasos, ventanas, espejos,
cristal de mesa o automotriz)

Producir latas con aluminio reciclado reduciría en 95 por ciento la contaminación


del aire ocasionada por su producción, de acuerdo con la misma fuente. El
aluminio es el metal más ligero y tiene miles de usos industriales, médicos y en la
construcción, y por su maleabilidad y características es apto para envasar bebidas
y alimentos.

Estos productos solo son un ejemplo de muchos susceptibles de reciclaje. Cartón,


PET, plástico, latas (de comida o refresco), libros, chatarra, papel, metales, pilas,
celulares, aparatos electrónicos, madera, son otros más que pueden alargar su
vida útil transformarlos en materias primas para nuevos productos.
El reciclaje es sustentable, es cultura, es negocio, es educación. La “basura” es
opción de crecimiento, de ingresos económicos, de desarrollo, y su correcto
manejo un beneficio para el entorno ambiental.

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