La siguiente obra que se presenta es un problema en cuanto a las categorías de autor-narrador-

personaje principal. Se trata la novela “secuestro y capucha” de Salvador Cayetano Carpio (1919-
1983). Esta obra circulaba ya, de forma clandestina en el año 1954 y es en el año de 1980 que se
publica como libro. Consta de tres partes: torturas, secuestro y peregrinar.

La obra pertenece al género novela y en específico al género novela de testimonio. Éste género se
define como la narración que brota de la experiencia directa que presenta sujetos en
representación de un grupo social involucrado en una situación histórica específica y relevante.
Algunas de las características de esta novela son: presenta hechos sociales que marcan la historia.
Esto se evidencia, claramente en el siguiente fragmento:

“y con los actuales dirigentes del movimiento sindical han tenido suficiente dignidad para
no dejarse corromper por los ofrecimientos de ventajas personales, ni intimidar por las
amenazas y las presiones de toda índole desplegadas por el gobierno de Osorio y
especialmente por su Ministerio de Trabajo con Mario Héctor Salazar al frente…” (Carpio,
pág. 55)

También, tiene importancia la sustitución de un “yo” por un “nosotros”. Esto le da un valor social a
la obra, se busca hacer saber al lector que el protagonista está representando un grupo social:

“pero no, no estaos escondidos, ni ignorados. Se equivocan los verdugos y sus jefes si creen
que encontrarán un lugar en donde tenernos ocultos del pueblo. Se equivocan si creen que
sus celas y sótanos serán capaces de escondernos. ¡No!, ni aunque nos llevaran a las
entrañas de la tierra.” (Carpio, pág. 58)

Por su parte, el lenguaje utilizado en este tipo de novela se deriva de la acción de contar, testificar
sobre algo en específico, por eso, una característica es que el lenguaje está apoyado en la lengua
hablada. En toda la novela se evidencia dicha característica, desde el uso de diálogos hasta el uso
de palabras o frases o construcciones lingüísticas propias de la oralidad, como ejemplo, el
siguiente fragmento:

“-pelón, vení.
el pobre se levanta espantado.
-¿vos sos el que trajeron ayer en la mañana desde San Salvador?
-sí
-Mirá, encomendate a Dios. Fijate que anoche sacaron al otro pelón que venía con vos…” (Carpio,
pág. 108)

Habiendo expuesto y justificado el género de la obra, puede adentrarse en el plano del contenido.
Para eso es imprescindible el encasillamiento justificado de la obra en un género literario. En este
caso, el movimiento que permea la novela es el realismo socialista, ya se ha mencionado dicho
concepto en el segundo ensayo de esta serie, sin embargo, vale la pena rememorar, lo más
puntualmente posible dicho concepto. Así que se tiene que, surge en 1934 acuñada por la unión
soviética que se impuso a la unión de escritores soviéticos. Se concebía como el modo más idóneo
de creación literaria propugnado por los escritores comprometidos con la revolución rusa. Con
esta literatura se quiere abrir paso, desde la estética, al nuevo modelo de sociedad que propone el
socialismo. Se pretende hacer una representación crítica de la realidad y un análisis crítico de las
tensiones y relaciones de poder que se establecen entre clases sociales. En palabras de Abram
Terz, “El poeta no escribe simplemente versos, sino que ayuda con sus versos a la construcción del
Comunismo.” (Terz, 1960, pág. 76)

Entre las características que forman parte del movimiento en estudio, se encuentran las
siguientes: abonar al socialismo desde la enseñanza a los lectores por medio de la narración lo cual
se evidencia en el siguiente fragmento:

“El valor que podrán tener estas letras es mostrar con realismo tales procedimientos
antidemocráticos, a fin de estimular la lucha de los sectores progresistas por su total
abolición y por la puesta en práctica de los derechos democráticos y humanos… Que estas
páginas contribuyan a la lucha por la democratización definitiva del país, son los deseos
del autor.» (Carpio, págs. 3-4 prólogo )

La siguiente característica responde a la actitud del revolucionario en la sociedad, la actitud de

denunciar las injusticias de las que es objeto y el grupo que representa. Sirva como ejemplo el
siguiente fragmento: “Están excitados, saben que ha sido decretado el Estado de Sitio y eso les
parece un cheque en blanco para cometer los peores atropellos” (Carpio, pág. 12). Como puede
observarse, Cayetano Carpio, hace una denuncia desde su punto de vista hacia los problemas
sociales de su momento.

La tercera característica es la que tiene que ver propiamente con la concepción de justicia del
socialismo. Dicha característica toma forma con la presentación de un ideal para la situación
social. En la obra se hace palpable en el siguiente fragmento en el cual se expresa el deseo de
libertad, de paz y justicia:

“compañeros, hermanos, todos los que sufriendo están la explotación, la injusticia, la

miseria y la ignorancia: si este es el último instante de mi vida, ¡qué viva la justicia, qué
viva la libertad! ¡Qué viva el nuevo mundo de paz y de amor que está construyendo la
humanidad que se levanta” (Carpio, pág. 15)

A modo de conclusión, esta obra representa claramente la novela de testimonio en El Salvador.

Cumple con las características a pesar de haber sido escrita sin las expectativas de constituir una
obra literaria. Cayetano Carpio logra expresar el sentir de un colectivo salvadoreño en una época
particular y lo más importante es que revela aspectos escondidos por la historia oficial y
concientiza al lector de la situación que se vive. Esta es una de las obras que a mi criterio tendrá
vigencia siempre ya que cuenta con el valor realista y contrasta con lo que comúnmente se conoce
sobre la época de la que narra. Además, cuenta con una serie de temas que permiten conocer lo
que pasaba por la mente de cierto grupo de personas de la época. Entre esos temas se encuentran
la represión, la falta a los derechos humanos, la manipulación de los medios, la prostitución y la
pobreza. Muchos de esos temas todavía tienen vigencia en la actualidad.