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OBJETIVOS

Objetivo general

Explorar las percepciones y signifocados sobre la sexualidad que manejan los

jóvenes de la institucion eucativa

Objetivos específicos

 Determinar los significados que otorgan los adolescentes de la institucion

educativa ------ sobre la sexualidad

 Establecer los principales conceptos sobre la sexualidad que manejan los

diversos autores

 . elaborar un manual de orientaciones para el diseño de un programa de

educación en sexualidad para adolescentes de 15 a 18 años en la

institucion educativa
MARCO DE ANTECEDENTES

A continuación se presenta una recopilación histórica de los antecedentes en

materia de proyectos de educación para la sexualidad en el país y su evolución de

acuerdo con los avances científicos y las normas constitucionales.

De los inicios a la década de los noventas

En Colombia, en la década de los sesenta, las corrientes internacionales que

fomentaban el control de la natalidad influyeron en las temáticas tratadas

ocasionalmente en la escuela, en las cátedras de Ciencias Naturales y Salud o de

Comportamiento y Salud. Pero fue hasta la década de los noventa, con la

Constitución de 1991 que se marca un hito en la educación sexual, toda vez que

contemplaba los Derechos Sexuales y Reproductivos (DHSR), tanto en los

derechos fundamentales como en los sociales, económicos y culturales (DESC).

Así, muchos de los derechos sexuales y reproductivos, propuestos por la

Conferencia Internacional sobre la Población y Desarrollo, celebrada en el Cairo,

/942 , fueron incluidos explícitamente en la Constitución Política colombiana. Como

lo expresa un documento de trabajo elaborado por el Fondo de Población de las

Naciones Unidas (UNFPA)3 , las ideas de la Conferencia Internacional de 1994

representaron un importante avance; plantearon que la cobertura y la calidad de los

servicios de salud para mejorar los niveles de salud reproductiva debían

complementarse con procesos educativos en los que las personas pudieran


apropiarse de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, que aseguraran el

ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos.

En este contexto, la Corte Constitucional emitió una sentencia que establece la

necesidad de abordar la educación sexual en el país. Fue así como el Ministerio de

Educación Nacional le otorgó carácter obligatorio a la educación sexual en las

instituciones educativas mediante la Resolución 3353 de 1993 4, fundamento del

Proyecto Nacional de Educación Sexual (PNES) formulado en 1993. Paralelamente,

la Ley General de Educación en el artículo 14, literal e), ratifica la obligatoriedad de

la educación sexual, "impartida en cada caso de acuerdo con las necesidades

psíquicas, físicas y afectivas de los educandos según su edad". El Decreto

Reglamentario 1860, de Agosto 3 de 1994, establece en el artículo 36 que: "la

enseñanza prevista en el artículo 14, se cumplirá bajo la modalidad de proyectos

pedagógicos. La intensidad horaria y la duración de los proyectos se definirán en el

respectivo plan de estudios".

El Proyecto Nacional de Educación Sexual (PNES), no obstante haberse divulgado

en diciembre de 1993, acogió la concepción de educación sexual como proyecto

pedagógico, desarrollado a través del plan de estudios, ya no como una cátedra

aislada o asignatura específica .

A pesar de que los posteriores esfuerzos nacionales no abordaron las dificultades

pedagógicas y organizacionales de la integración de la temática de sexualidad en

la construcción cotidiana propia de la misión formadora de la institución educativa,

aportaron un apreciable conocimiento sobre la caracterización de la información

acerca de la sexualidad y su percepción por parte del estudiantado:


En el año de 1999, junto con el UNFPA, el Ministerio de Educación desarrolló el

Proyecto Educación en Salud Sexual y Reproductiva de Jóvenes para Jóvenes. Se

trató de caracterizar a los/las jóvenes escolarizados y no escolarizados de los

departamentos de Bolívar, Cauca, Córdoba, Nariño y Sucre en aspectos

relacionados con sexualidad, salud sexual y reproductiva y sus relaciones de

género5.

La perspectiva del nuevo milenio

En el año 2000, y fruto de un trabajo de concertación institucional, se concretó una

alianza entre los Ministerios de Educación y Salud, el Instituto Colombiano de

Bienestar Familiar (ICBF) y la Fundación Restrepo Barco para realizar una

investigación sobre Dinámicas, ritmos y significados de la sexualidad juvenil6.

Más recientemente, en 2003, el gobierno nacional, con el apoyo del Fondo de

Población de las Naciones Unidas y a través del Ministerio de la Protección Social,

que integra los sectores de salud y trabajo, hizo pública la Política Nacional de Salud

Sexual y Reproductiva.

En ese marco y desde los inicios de la Revolución Educativa, el desarrollo de la

educación sexual en el país llevó al Ministerio de Educación para complementar los

vacíos educativos encontrados, a realizar una serie de encuentros entre personas

y organizaciones que trabajaban en educación sexual en Colombia y otros países,

que exploraron la relación entre educación para la sexualidad y el desarrollo de

competencias básicas, en especial competencias ciudadanas, y llevaron al diseño

de una propuesta pedagógica, conceptual y operativa. Dicha propuesta se validó y


ajustó entre 2006 y 2007, con el desarrollo del Proyecto Piloto de Educación para la

Sexualidad y Construcción de Ciudadanía, en conjunto con UNFPA, en 53

instituciones educativas que reúnen a 235 sedes y centros educativos de 5 regiones

del país.

Las acciones diseñadas para dicho Proyecto se desprenden de la coincidencia entre

las necesidades y propuestas de desarrollo de la Salud Sexual y Reproductiva

hechas por el país, y lo planteado en la cooperación MEN-UNFPA durante la

formulación de la política nacional y local. Esta propuesta, enriquecida con los

aportes y las experiencias de los distintos actores que participaron en el pilotaje,

nos permite hablar hoy de un Programa de Educación para la Sexualidad y

Construcción de ciudadanía, en el marco de competencias ciudadanas, que

representa una oportunidad para responder a los retos educativos en ese tema.

Recuperado de https://www.mineducacion.gov.co/1621/article-172453.html
MARCO TEORICO

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN SEXUAL Y PANORAMA EN EL

MUNDO

A continuación se abordaran algunos aspectos de la educación sexual . El análisis

se aborda desde una perspectiva educativa sin olvidar otras dimensiones. Se

describen a continuación los aspectos educativos y curriculares en relación con el

tema objeto de estudio así como las políticas llevadas a cabo por los países

elegidos. Finalizamos con una breve síntesis del mismo resaltando las

aportaciones para el tema objeto de estudio.

1.1. Trascendencia de la educación sexual

La educación para una vida sexual más plena, libre de efectos no deseados, tales

como embarazos de niñas adolescentes, menores que, si bien tienen la madurez

biológica para concebir hijos, aún no han alcanzado su plena madurez como

personas capaces de elegir y llevar adelante un proyecto de vida, así como la

exposición a enfermedades de transmisión sexual (ETS), entre las que se cuenta

el síndrome de inmuno deficiencia adquirida (VIH) como la más devastadora y que

causa numerosas muertes en el mundo (25 millones desde 1981. OMS); esta

educación constituye un desafío en todo el mundo y da lugar a controversias que

adquieren carácter ideológico y connotaciones políticas que complejizan llegar a

acuerdos entre las distintas posiciones en cada país.


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La educación sexual, por su propia naturaleza, ha sido históricamente tema de

debate en las diferentes épocas y en las distintas sociedades. Parece ser que una

razón profunda de tales controversias tiene que ver con la perpetuación de la

especie, como resultado de la actividad sexual. También con la historia del

patriarcado que ha concebido a la esposa como un objeto de propiedad del varón

y la relación sexual como expresión de dominación del hombre sobre la mujer. El

descubrimiento de la relación entre sexo y reproducción originó la subordinación

forzosa de los intereses reproductivos femeninos a los masculinos. (Tort, M, 2007,

p. 35). Se entronca así, esta función biológica, con los temas valóricos y religiosos.

1.2. La educación sexual en el currículum escolar

La educación sexual a los adolescentes, como parte del curriculum escolar, es una

tarea asumida hace pocos años en los diferentes países. Tradicionalmente, se ha

dado por establecido que este tipo de educación se debe dar en la familia, como

parte de su responsabilidad natural.

No obstante, los esfuerzos desarrollados por diferentes países en todas partes del

mundo, no han dado los resultados esperados en términos de disminuir los

embarazos a tempranas edades o las tasas de enfermedades de transmisión

sexual entre los jóvenes. El conocimiento por sí solo no basta para cambiar
conductas incorporadas en la cotidianeidad de la vida. Es así como aquellos

programas de educación sexual que se basan, principalmente, en entregar

información sobre la fisiología de los aparatos reproductores y los preceptos

morales ligados a la función sexual, han fallado. En cambio, aquellos programas

donde se ha puesto el foco en producir cambios conductuales usando estrategias

metodológicas diversas, tales como: juegos de roles, dramatizaciones, ejercicios

de apoyo al proceso de socialización y otras actividades en esta línea, han

mostrado señales de efectividad.

La historia de la educación sexual y su instalación en los diferentes países, es la

historia de las fuerzas políticas, desde conservadoras a progresistas, que han

tratado de frenar, prohibir, limitar la enseñanza de la sexualidad a través de los

sistemas educativos formales, por un lado, y las tendencias progresistas que han

pugnado por poner los conocimientos científicos producidos en este campo, a

disposición de los jóvenes desde los primeros años de escolaridad, reconociendo

que así se complementa la tarea de la familia en este aspecto de la vida humana.

Se puede considerar que todas estas posiciones son legítimas y se relacionan con

el esfuerzo por construir un determinado modelo de sociedad, así, es posible

señalar que lo sexual, en este sentido, no es neutro ni ajeno al quehacer mismo de

la política. (Instituto Nacional de la Juventud. 2009,p.24).


El resultado de tales pugnas de tipo ideológico, ha conducido a la generación de

programas de estudio diversos, heterogéneos, en cuanto a los contenidos teóricos

y a los objetivos, todo ellos normados por diferentes instrumentos legales en cada

país.(Navarro, I.1990,p.1)

Los valores como fundamento de la conducta

Desde la perspectiva pedagógica: Según W. Hammel (citado en Quintana,

1998,p.214), los valores “son aquellas pautas y normas que hay en una sociedad

cultural para orientar el comportamiento”, o bien como dice R. Rezsohazy, (citado

en Quintana, 1998,p.214) cuando escribe:

“Los valores son el estandarte que moviliza a las personas para la acción. Tienen

una carga emotiva. Ocurre que los conflictos en valores son los más duros. Es en

virtud de los valores, y de las ideologías que los racionalizan, que las multitudes se

lanzan a la realización de un proyecto en común” (OIEC, citado en Quintana,

1998, p. 214).

Diferencias y relaciones entre actitudes, normas y valores:

En primer lugar, “los valores son principios de orientación de la conducta,

basados en ideas y afectos que finalizan en unas preferencias motivadoras de

esas conductas.

Las normas son reglas operatorias basadas en valores; y las actitudes son un

constructo operatorio personal que, para lograr esos valores, debe atenerse a las

normas” (Quintana.1998,p.215). Por lo tanto, los valores, son el fundamento de las

actitudes y de las normas.


Mediante los valores, cada quien aprende a diferenciar lo que le parece digno de

ser considerado y aquello que se considera valioso. (Quintana, 1998, p.320).

La antropología considera los valores como resultado de la interacción individuo-

sociedad. Se determinan los criterios de lo deseable que influyen en el

comportamiento colectivo, como resultado de dicha interacción.

Por otra parte, “el preferir y rechazar ciertos bienes son acciones en torno a los

cuales se organiza, en cada persona, una jerarquía de valores, dominada por un

bien supremo respecto al cual los demás adquieren una significación instrumental

o se le incorporan como aspectos sociales” (Quintana, 1998, p.166), es decir,

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dependen de la formación que tiene cada individuo lo que considera adecuado o

no. Pero, los valores están presentes en cada uno de los grandes sistemas de la

acción humana, abarcan la personalidad y la cultura. (op.cit.).

Por otra parte, “los valores particulares de una persona individual (criterio

subjetivo) están siempre en la relación con valores sociales (criterio social), pues

cada persona se enfrenta a las demás en la satisfacción de sus necesidades” (op.

Cit, pp.130 - 134).


Se puede afirmar también que, mediante los valores: (Quintana, 1998.p 215). “el

individuo aprende a distinguir lo que le parece estimable y lo que debe considerar

valioso” (Quintana, 1998), por lo tanto los valores se refieren al modo de ser o de

actuar que un individuo o un grupo juzga ideal y que, por lo mismo, hace

estimables a las personas y conductas a las que se atribuye dicho valor”

(Quintana, 1993). Pero “tampoco cabe confundir los valores con las normas de

conducta: los primeros son los criterios de lo deseable, mientras que los segundos

son ya concreciones o directrices prácticas” (Quintana, 1998.p.217).

Así mismo, se debe considerar que “las normas sociales son leyes de conducta

explícitamente definidas a partir de un patrón consensuado. Las leyes añaden a

las normas sociales su carácter de promulgación jurídica” (Quintana, 1998).

Los valores consensuados en los grupos sociales, constituyen reglas obligatorias

de conducta para cada integrante, su aceptación da lugar al reconocimiento

grupal, en tanto, la condición contraria, da lugar al castigo. (Quintana.1998,p.217).

Esta condición es sumamente importante en el caso de los adolescentes, ya que

para ellos, lo más importante es la aprobación del grupo, cuestión que no siempre

es cabalmente comprendida por las familias.

Los valores y la educación

La educación sin valores no existe, pues la razón de la existencia de las escuelas

es precisamente, para los educadores, la educación en valores, además,

respetando y apoyando las normas y creencias que los alumnos traen desde sus
familias. Se ve el valor desde el punto de vista sociológico, se propone la

descripción que hace Benoit (en Quintana 1998, p.213):

“Entendemos por valores culturales un criterio que permite evaluar la bondad de

las cosas. Este criterio es aprendido; forma parte de la cultura de las personas.

Así, los criterios, como las cosas evolucionan con el tiempo y varían según las

sociedades”

Como complemento a lo anterior se puede decir que: “los valores se hallan

presentes en la educación por dos razones. Por un lado, forman parte de los

contenidos culturales que el educador ha de proporcionar al educando, a fin de

capacitarlo para vivir; y, por otro lado, el propio educador necesita de valores

como premisa racional para su actividad pedagógica”. ( F.O.Schmaderer citado en

Quintana, 1998.p.217).

En tal sentido, Luis Piscoya (Quintana.1998.p.217) considera que: “los objetivos

curriculares no son sólo descriptores de conductas observables posibles sino,

fundamentalmente, valoraciones compatibles con el sistema ideológico

considerado vigente”.

Generalmente, es en las escuelas públicas o privadas donde se cultiva una

riqueza y variedad cultural frente a principios comunes que orientan a las nuevas

generaciones. Es allí donde se vincula al alumno con los valores de respeto por la
unidad y también ´por la diversidad cultural y el consenso moral básico de la

nación.

La crisis de valores en nuestra sociedad

Según Quintana (1998,p.45) existe “una crisis cuando no se cumplen los

requisitos para la reproducción de un sistema”, considerando que la sociedad tiene

una tendencia intrínseca a autoreproducirse y, al surgir nuevas ideas, actitudes,

nuevos valores, entonces la sociedad entra en crisis; se generan así las

condiciones para producir el cambio social que, por cierto, también es inherente a

la vida. Las razones de las crisis pueden deberse fundamentalmente a la idea de

libertad y autonomía de los individuos”. (Wagner citado en Quintana, 1998,p. 254).

Según Quintana (1998,p. 255), esta tendencia a la “liberación”, en la década de

los sesenta y setenta, marcó un cambio respecto de los valores de la sociedad de

los cincuenta y de las generaciones anteriores. Tanto así, que la adaptación y

disposición de las personas a servir y sacrificarse por el otro, fueron ideales

sustituidos por el egoísmo, egocentrismo, individualismo, hedonismo,

autogobierno, satisfacción de los deseos, distensión, espontaneásemos y

desvinculación entre las personas. Surgió el descrédito de las instituciones, de las

normas y de las virtudes.


JUSTIFICACIÓN

En la etapa juvenil la sexualidad adquiere una importancia central en el desarrollo


biológico, psíquico y emocional, siendo determinantes las primeras prácticas sexuales en
las conductas que se asumirán en las etapas posteriores de la vida. dada la complejidad
del tema, constituye una fuente importante de investigación que puede permitir capturar y
comprender la sexualidad juvenil y entregar elementos en las transformaciones que se
presentan en nuestra sociedad sobre estos temas. el sentido común permite observar que
la excesiva permisibilidad, promiscuidad y descuido, imperantes en este aspecto, lleva a
los jóvenes a asumir conductas de riesgo que conducen a las enfermedades de
transmisión sexual (ets), siendo el sida la más catastrófica de ellas. es un dato relevante
que “la principal vía de transmisión (del sida) sigue siendo a través de
relaciones sexuales no protegidas” (95% de los casos notificados), (fuentes, m.e.;lobos.r .
1993,p.67).

si bien en los colegios se realizan programas de educación sexual, parece que ellos
llegan tardíamente no logrando las expectativas previstas. la información disponible
señala que antes de cumplir los 13 años es necesario proveer a los preadolescentes de
competencias en el plano de la educación sexual, ya que la edad promedio de quienes
han tenido prácticas previas se sitúa en 16,7 años. sin embargo, el 14,6% se inició antes
de los 15 años. (vi encuesta nacional de juventud.2010,p. 261)

desde la mirada de la reproducción, los datos disponibles señalan que antes de cumplir
los 20 años el 60,5% de mujeres ha tenido un embarazo no planificado, dentro de esta
cifra, el 3,7% tiene entre 12 y 14 años (vi encuesta nacional de juventud. 2010, p. 275).

a pesar de las serias repercusiones a nivel individual y social que provoca el embarazo
adolescente, existe escasa investigación sistemática sobre el efecto del embarazo precoz
en la deserción escolar. sin embargo, se ha encontrado que en el año 2000 la deserción
escolar en la enseñanza básica y media fue de 11,3%, correspondiendo de este
porcentaje, 9,9 a la enseñanza media con 106.000 adolescentes entre 14 y 17 años y 1,4
a la enseñanza básica. es decir, la deserción se produce precisamente al inicio de la
etapa adolescente y está cruzada por el efecto embarazo, así lo revelan los resultados de
la encuesta casen (2000), que muestran las diferencias entre hombres y mujeres con
relación a las razones para no asistir a un establecimiento educacional; en los hombres la
causa principal es la difícil situación económica (23,6%), en cambio en las mujeres, es la
maternidad o embarazo (28,7%). (molina et al., 2004, p. 12).
las reacciones de los padres y madres ante el embarazo de una niña que hace evidente
ya su inicio en la vida sexual, son en general poco positivas para enfrentar la situación.
cuando la niña o el joven inician su vida sexual, sería el mejor momento para conversar
sobre todo lo relativo a la sexualidad, pero ahí ya están las barreras que impiden generar
las confianzas necesarias para conversar. los adultos piensan que los adolescentes no
deben tener relaciones sexuales y con eso, se cierra la puerta a hablar de esos temas.
no hay realismo para enfrentar las situaciones que se producen de todas formas, al
margen de los deseos y voluntades. (aravena, a. y fritz, h. 2011,p. 234).

si la familia (padres, fundamentalmente) no están en condiciones de proporcionar la


debida formación en sexualidad a los jóvenes, se espera que lo

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