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La definición más líquida, pero más reducida de dinero, es el dinero

legal; que está compuesto por el efectivo en manos del público (EMP) y
las reservas bancarias. Es decir, se trata de todos los billetes y monedas
emitidos por las autoridades monetarias nacionales, ya estén en manos
del público o en las cajas fuertes de la banca y del banco central, en forma
de reserva.

Dinero bancario (M1, M2 y M3)

M1: Es la definición de oferta monetaria más líquida, ya que incluye el


efectivo en manos del público (EMP), que es una parte del dinero legal,
más el dinero depositado en cuentas bancarias a la vista, también
llamadas cuentas corrientes.

Es el agregado más líquido porque incluye monedas y billetes así como el


dinero que tenemos depositado en cuentas que pueden transferirse para
hacer pagos de manera inmediata y sin coste. Estas cuentas no devengan
interés alguno al depositante pero, a cambio, sabe que puede ir a retirar
su dinero o hacer uso de él de manera inmediata.

Así, cuando hacemos una transferencia, pagamos con una tarjeta de


débito o domiciliamos un pago, estamos haciendo uso de este tipo de
dinero.

M2: Esta es una definición algo más amplia de oferta monetaria ya que
añade a M1 el dinero que tenemos en otros depósitos bancarios. ¿Cuáles?
Aquellos depósitos con un plazo de vencimiento menor a 2 años, así como
los que puedan retirarse (o “rescatarse”) con un preaviso al banco de 3
meses.

Aquí ya estamos añadiendo muchos otros depósitos de ahorro y de plazo


que sí que generan rentabilidad al depositante (un tipo de interés fijo al
final del período de vencimiento) pero que, a cambio, no pueden ser
retirados a demanda del cliente de manera inmediata y, por ello, no se
pueden utilizar directamente para hacer pagos.

Si queremos utilizarlos para hacer una compra, primero hemos de


cancelar el contrato de depósito a plazo correspondiente e incurrir en un
coste.

M3: Esta es la definición más amplia de dinero que se utiliza en la


Eurozona. Añade a M2 el dinero invertido en otros instrumentos
financieros (no ya en depósitos bancarios). ¿En qué instrumentos?
Fundamentalmente el dinero invertido en:
(1) fondos del mercado monetario

(2) cesiones temporales de activos

(3) títulos de deuda privada o pública de vencimiento menor a dos años.

Vayamos por partes. Nuestro dinero lo podemos depositar en cuentas


bancarias y ya hemos visto que, dependiendo del tipo de depósito,
podremos recibir alguna remuneración. Ahora bien, ésta suele ser muy
reducida.

Por ello, podemos optar mejor por invertir el dinero en otros activos
financieros, como son los llamados fondos de inversión monetarios o en
la compra de títulos de deuda pública (como las letras del Tesoro) o
privada (pagarés de empresas) de vencimiento a corto plazo.

Obtendremos en estos casos un mayor tipo de interés que en los


depósitos, pero eso sí, caso de querer disponer de nuestro dinero, no
podremos hacerlo de manera automática. Es más, habremos de pagar una
comisión por ello. Esto hace que M3 sea la definición de dinero más
amplia, pero también menos líquida. Y es de hecho la definición de oferta
monetaria amplia que se utiliza en la Eurozona.

En mi próximo artículo explicaré los porqués de la decisión de la Fed


(Reserva Federal) de dejar de publicar M3 en 2006, así como la del BCE
de dejar de publicar el valor de referencia de M3, que utilizaba hasta 2003
de manera expresa en sus decisiones de política monetaria.

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