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LABEL¿
DELASEXUALIDAD
S,l) lii¡l,iíiirl
A
Para mi hija Lourdes,
a quien prometí una dedicatoria,
y que es parte esencial
de mi.felicidad en la tierra
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución,
comunicación pública y transformación, total o parcial, de esta obra sin contar con autorización
escrita de los titulares del Copyright, La infracción de los derechos mencionados puede ser consti
tutiva de delito contra la propiedad intelectual (Afículos 270 y ss. del Código Penal).
PnrpreRe p¡,nrn
¿MERO SEXO ANIMAL O SEXUALIDAD
PERSONAL Y PERSONALIZADORA?
¡Pongámonos en forma!
¡Alerta!
Existen muchas maneras de leer o estud¡ar un escrito, como
también las hay de observar la realidad. Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada».
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responde4 con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.
o Si la respuesta es negativa, no debes desanimarte. Te ad- Tal planteamiento, eminentemente positivo, es el que presi-
vierto desde ahora que, muy probablemente, la lectura que dirá cuanto sigue. Pero, incluso así, reducido a sus aspectos más
inicias te resultará más fácil de lo que imaginas. nobles y atrayentes, se trata de un tema muy amplio y rico, sus-
ceptible de múltiples enfoques y, en consecuencia, inabarcable.
o En caso afirmativo, si ya sabes 1o que es una antropología,
Por eso, en este escrito me limitaré a apuntar algunas cuestio-
¿piensas que este modo de estudiar la sexualidad -el antro-
nes básicas, sobre todo las que atañen a la muy estrecha relación
pológico- resulta más o menos adecuado que otros, como
de la sexualidad con lapersonay, más aún, con elamor personal,
elfisiológico, el biológico, neurológico, médico, etc.? ¿Qué
particularmente en el seno del matrimonio.
otros enfoques conoces y qué opinas de ellos?
o ¿Consideras que es lo mismo hablar de sexo que de sexua- ***
lidad? Si te parece distinto, ¿en que consistiría la diferen-
cia? Como apuntaba Viladrich a principios de los 90, la crisis que
entonces atravesaba la familia, agravada día a día, podría también
. En tu opinión, el modo como los hombres nos enfrentamos
arrojar un saldo positivo: tras haber desaparecido muchas de las
hoy día con este <<tema>>, ¿es preferible al de hace algunos
funciones atribuidas en otro tiempo a la institución familiar, sin
años? Como probablemente tengas que matizar la respues-
que formaran propiamente parte de su esencia, tal vez ahora re-
ta, señala los aspectos positivos más patentes y haz 1o mis-
sulte más sencillo esclarecer la efectiva naturaleza de la familia
mo con los negativos.
en cuanto familia y advertir que esta se encuentra determinada, en
o ¿Estimas que hoy se conoce al ser humano con más o me- última instancia, por el amor incondicional e incondicionado, que
nos hondura que en otros momentos de la historia? También lleva a tratar a cada uno de sus miembros como persona.
ahora será necesario que establezcas ciertas distinciones, e Algo parecido sucede con el ejercicio de la sexualidad y con
incluso que las pongas por escrito, para ver si estás o no de su natural consecuencia, la fecundidad, en los que en cierto modo
acuerdo con ellas unavez que hayas avanzado en la lectura se origina y crece la familia. También ellos se hallan, desde hace
de este ensayo. ya algunos lustros, en estado continuo de alerta roja. Y también
o A tu parecer, ¿cuáles son las causas por las que un matrimo- por 1o que a ellos respecta, hemos visto --entre otras cosas- des-
nio, voluntaria y conscientemente, no tiene ninguno o deja gajarse de la <<sexualidad-paternidad-maternidaÓ> elementos o
de tener más hijos? circunstancias que en otros tiempos la favorecían... sin serle ab-
solutamente esenciales.
Así lo expresaba José María Pemán, hace ya más de 50 años,
1. ¿Pon quÉ uNA ANTRoPoLoGÍA? clesde la concreta perspectiva de la madre:
Desde hace algunos años, cuando comencé a ocuparme de es- «No cabe duda de que la maternidad sufre en el mundo una
tos temas, he sentido una inclinación inesistible a unir a la palabra tremenda crisis. Es una planta que solo puede criarse bien en un
<<sexualidad» -¡ siempre !- al gún término enérgicamente pondera- clima un poco encantado y maravilloso. En un mundo regido por
tivo, hablando así del prodigio, de la grandeza, del vigor, de la urgencias materiales y económicas sufre rudos golpes, porque es un
sublimidad... de la sexualidad humana. bello sueño más que un negocio práctico. Fue negocio un día, en
18 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...?
mrno»ucctów: SEXUALIDAD...HUMANA 19
una hora ancha y feudal, donde se decía "el mundo es de las gran- beligerantes, ) muchísimas otras, experimentan de un modo muy
des familias". Lo es todavía en el orbe agícola de los pueblos poco distinto, pero no menos profundo, la nostalgia de ser madres.
poblados. No hay para la familia civilizaciones más felices que En cualquier caso, igual que para la familia, las tres décadas
aquellas donde se encuentran en el mismo camino la maravilla y el que cierran el siglo XX y los años transcurridos en el XXI han
negocio. Donde, por encima del hombro maternal que acuna su flor
introducido, teórica y vitalmente, modificaciones esenciales en la
maravillosa entre cuentos y romances, el varón recuenta gozoso un
sexualidad humana, que han puesto de relieve rasgos y caracterís-
brazo más para su tierra o un soldado más para su mesnada. Pero
en el mundo ciudadano moderno -pisos mínimos, grandes distan- ticas desconocidas hasta el momento.
cias, trabajo de la mujer, quehaceres del marido- el realismo se ha o Por todo ello, nos encontramos en una situación muy pro-
echado demasiado encima del juego maravilloso, y sin maravilla picia para abordar, de forma más directa y deflnitiva, el es-
y juego no hay maternidad posible. En Norteamérica, la familia se
tudio de lo que realmente es y debe significar la sexualidad
acaba absolutamente por las razones más duramente vulgares: por
humana, así como su ejercicio.
falta de sitio y de tiempo. Pero esto, que oopuede" concretamente
con la familia y con el hijo, no puede con la maternidad en sí. Al
apretarla, cuando cree que la ha ahogado en su estrechez de paredes
y prisa, lo que ha conseguido es que rebose haci¿ !p _9At-t.9, hacia la
Pero para eso, es imprescindible el enfoque antropológico:
vida social».
á de una antropología filosófica que hunda sus raíces en
o Sin duda, la cita contiene ciertos anacronismos y deja de la metafísica,
considerar elementos hoy fundamentales o menos claros. + acoja las aportaciones de otras disciplinas,
¿Es cierto, por ejemplo, que la maternidad ha salido ha- + incluidas las ciencias experimentales,
cia lA calle e impregna la vida social? Con todo, desde la + y que se encuentrg abierta, también, a la fe y a la teo-
perspectiva que pretendo adoptar, la conclusión que cabe logía.
extraer de ella resulta bastante neta, sobre todo si se la ilu-
mina con algunas aportaciones complementarias.
Las resumo al máximo, aun a riesgo de simpliflcarlas, pues a) Sin excluir los saberes experimentales...
serán objeto de estudio en otro momento y lugar. La <<Revolución
del68» se planteó esencialmente y ejerció su mayor influjo en los Antropología cabal e íntegra, por tanto... en masculino y en
dominios de la sexualidad. Jtnto y en conexión con ella, algunas femenino. Scheler sostenía que <<en la historia de más de diez mil
feministas radicales se movieron en la misma esfera y en una di- años somos nosotros la primera época en que el hombre se ha con-
rección muy concreta. vertido para sí mismo radical y universalmente en w ser proble-
* La de la «liberación» de la mujer, que se tradujo primero en mdtico: el hombre ya no sabe lo que es y se da cuenta de que no lo
independencia respecto al varónjusto en lo que atañe a la sexuali- sabe. Solo haciendo tabla rasa de todas las tradiciones referentes a
dad, para más tarde convertirse en «liberación» de la maternidad. este problema, contemplando con sumo rigor metodológico y con
Pero en estos ultimísimos años la naturalezafemenina ha vuel- extrema maravilla a ese ser que se llama hombre, se podrá llegar
to por sus fueros perdidos, y bastantes de las mujeres entonces nuevamente a unos juicios debidamente fundados».
20 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUAT-LDAD PERSONAL...? t¡¡rno»ucctóN : sEXU ALIDAD... HUMANA 21
Y Rassam puntualiza: .,... hoy el problema de la persona es del hombre, por muy abundantes que sean. Según explica un autor
enfocado casi exclusivamente desde un punto de vista psicológico alemán:
y ético, con preocupaciones esencialmente sociales, políticas y
económicas. Pero, a la vez, se olvida nada menos que la dimen-
'sión enfelógjcp delapersona, es decir, lo que es el soporte mismo El ser humano no descubre el significado de la vida en el
pe su originalidad psicológica, de su valor moral y de su destino análisis -incluso exhaustivo- de sus genes,
bspiritual». + sino mediante el conocimiento de su naturaleza,
Antropología con fundamento metafísico, en consecuencia. I proporcionado sobre todo por el ejercicio, estudio y
Otras consideraciones -las que solemos denominar <<científicas>>, consideración de /as relaciones sociales, personales y
entendiendo la ciencia en su acepción predominantemente experi- religiosas.
mental- serán sin duda enriquecedoras e incluso imprescindibles,
y por eso haré uso de ellas a lo largo de este escrito. Pero ningu-
no de esos saberes puede erigirse en la clave última y definitiva Pero 1o mismo habría que decir de otras muchas disciplinas,
para dirigir la conducta de las personas en su índole estrictamente como la sociología, la economía, la psicología, la demografía,
personal y, por consiguiente, tampoco en 1o que atañe al uso y ctc., a las que más tarde aludiré.
regulación de sus dimensiones sexuales.
Y no solo porque estos saberes estén sometidos a continuo
cambio y revisión y por las razones de tipo teórico a las que yá
Según sostiene Benedicto XVI, «más allá de los límites del
he aludido. Sino también por otras de naturaleza más práctica, ca-
método experimental, en el confín del reino que algunos llaman
meta-análisis, donde ya no basta o no es posible solo la percepción paces de influiren los individuos singulares... que son los únicos
sensorial ni la verificación científica,empiezala aventura de la tras- cxistentes.
cendencia, el compromiso de "ir más allá"».
acerca de q\e el hombre se niegq a sí mismo--es decir, repudia la Traer hijos al mundo requiere que el eros egoísta se realice en un
realidad incontrovertible-, cuando rehúsa trascender el laborato- agapé creativo, arraigado en la generosidad y caracterizado por la
rio con su pensamiento>>. confianza y la esperanza en el futuro. Por su misma naturaleza, el
amor tiende a lo eterno. Tal vez la falta de este amor creativo y de
Y también los juicios, más actuales y con matices añadi- altas miras sea la razón por la que muchas parejas hoy deciden no
dos, de Rhonheimer: casarse, numerosos matrimonios fracasal y ha disminuido tanto el
índice de natalidad".
«La creación de la "nueva cultura de la vida humana" [...] tiene I
que comenzar, con todo, en diversos planos. El plano políticoJegal Y esos motivos, hondos y globales a la par que muy concre-
es solo un aspecto. Las leyes desempeñan, en verdad, "un importan- tos, son los que hay que ofrecer a los cónyuges. En fin de cuentas,
te y a veces decisivo cometido en el fomento de una forma de pensar y a modo de resumen, se trata de averiguar cómo, por qué y en qué
y de una costumbre". En una sociedad marcada por la apelación a medida influye la conciencia y el ejercicio de la propia sexualidad
los derechos individuales la legislación y la jurisprudencia mantie- cn el logro de la plenitud humana y, como consecuencia, en qué
nen vivo en la esfera pública el "lenguaje de la responsabilidad" y
¡:roporción y por qué causas refierza o no la felicidad de quienes
poseen con ello una función expresiva y de conflguración de las componen un matrimonio y del conjunto de la familia.
mentalidades.
Desde semejante perspectiva habrá que considerar cuanto ex-
Sin embargo, en último término, la cresción de una cultura pongo a continuación.
de vida se decide en aquellos lugares en los que la vida surge y
experimenta su primer desarrollo: en el seno d.e lafamilia. [...] La
familia es el lugar de la formación de la conciencia, en el que es ne-
2. Le pensoNA, pRrNCIpIo y rÉRuINo DE AMoR
cesario experimentar y aprender el amor, el espíritu de servicio y las
virtudes que llevan a aceptar la vida humana en todos sus estadios
y estados como un regalo y don. La familia se convierte así en el
tr) In sexualidad humana, única e incomparable
punto focal del interés y la preocupación de todos».
Si no yerro, y a tenor de lo apuntado hasta ahora, para esta-
l:lecer unas bases sólidas sobre las que apoyar las disquisiciones
O estos otros de J. Ratzinger, ahora ya como Benedicto XVI:
que siguen, conviene empezr sentando una tesis fundamental,
«En general se coincide en afirmar que a escala planetaria. y una suerte de horizonte sobre el que se recorten las afirmacionés
especialmente en los países desarrollados, existen dos tendencias más concretas.
signiflcativas y relacionadas entre sí: por una parte, aumenta la ex-
pectativa de vida; y, por otra, disminuyen los nacimientos. Mientras
las sociedades envejecen, muchas naciones o grupos de naciones Esa convicción de fondo podría enunciarse así:
carecen de un número suficiente de jóvenes para renovar su pobla- s a pesar de las apariencias y de los planteamientos vi-
ción. gentes en nuestro entorno
Esta situación es resultado de múltiples y complejas causas, a (que a menudo nos llevan a hacernos una idea muy chata y depau-
menudo de carácter económico, social y cultural [...]. Sin embar- perada de las realidades que nos rodean y nos incumben... y de
go, srrs raíces profundas son morales y espirifuales; se deben a nosotros mismos),
una preocupante falta de fe, de esperalzay, en especial, de amor.
26 ¿:MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...? t¡rnooucctó¡¡ : SEXUALTDAD... HUMANA 27
xtnal: «Dios obra por amor, pone el amor, y quiere solo amor,
IConcluyendo: para entender la sexualidad resulta im- \ correspondencia, reciprocidad, amistad. Así, al Deus caritas est
\ orescindible Dios es amorf del Evangelista San Juan, hay que añadir el
)lrrl
y_perf"qle{Dctfe@
I
I ,. el significado de su vida y de su misión en el mun- Afirmación no del todo ajena al conocido refrián castellano:
do. «¿lmor con amor se pagp), (¡y con nada más, agrego por mi cuen-
Irr!: el amor no es sustituible); o, talvez más aún, a la antigua
Ionada que insistía en que <<el cariño verdadero [como la propia
Y esto, en el ámbito natural, corresponde a una antropología
¡rcrsona] ni se compra ni se vende>>.
filosófica (no meramente cultural, aunque también haga uso de
ella), que toma en cuenta la experiencia ordinaria y el conjunto En un contexto similar, Rafael Caldera sostiene que <<la ver-
de las ciencias y artes, y que se abre a la metafísica estrictamente dadera-graudezaiel-homhre" su+e¡feeei0q-por-tanto-su mi sión-
dicha (capaz de conocer la realidad tal como es) y a la visión su- o cgryeü4p*--esslaugL-Todo lo otro -capacidad profesional, pres-
perior proporcionada por la teología (apta para dárnosla a conocer tigio, riqueza, vida más o menos larga, desarrollo intelectual- tie-
ucomo la ve Dios>>, aunque obviamente, en comparación con É1, ne que confluir en el amor o carece en definitiva de sentido»... e
de forma muy imperfecta). incluso puede resultar perjudicial, no para determinados aspectos
de la vida, sino para su dimensión estrictamente personal y, por lo
mismo, decisivo para la felicidad de cualquier hombre o mujer.
b) ln condición del ser humano
Las citas podrían, sin duda, multiplicarse. Acudo a un par de
Al abordar el estudio del hombre -mujer y varón-, vimos que ellas, sobre todo, porque se sitúan en contextos doctrinales muy
de él se han ofrecido muchas descripciones, en buena parte equi- distintos de los vistos hasta ahora.
valentes. Teniendo todo ello en cuenta, y según advertí hace unos
momentos, me interesa ahora subrayar la que pone en estrecha Y, así, Feuerbach, antecesor inmediato del marxismo ateo, no
dependencia la condición personal y el amor. dudó en proclamgr: ..P9"d€_no_!glg.ngr, no hay verdad: y solo
Lo cual, como leeremos de inmediato en la pluma de distintos aquel es algo que al es lo
autores, equivale a sostener que el amor razonable y Íazona- mismo>>.
i do -¿inteligente!- es lo único definitivay terminalmentehtmano. Y Plauto, con una independencia relativa de cualquier cosmovi-
' Que, a fln de cuentas, cuanto el hombre realiza obtiene su catego- sión religiosa, afirmaba a su vez:
ría radical en proporción al amor con que 1o haga. Que un varón o
ry.
,
i una mujer vale lo que valen sus amores... y mil consecuencias por Dicho con palabras sencillas, pero preñadas de consecuencias
, el estilo, cristalizadas en modos de decir, a su vez, muy distintos. ¡rrhcticas:
Carlos Cardona 1o expone con decisión, tomando como Mo-
delo de las personas humanas la máxima expresión de lo Per-
mrnooucctóu: sEXUALIDAD... HUMANA 35
34 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...?
+ algunos no perciben hasta qué extremo influye en su ajenas como respuesta automática a anuncios incitantes. o para
L
propio ser / frr: sen-
modernos y liberados, reafirmar su virilidad o ..normalidad,,,
+ y tienden a tratarla como un obieto más de bienestar
/ o simplemente
y consumo.
/ he saboreado ap-oryue
(-
no tenían nada mejor que hacer. A mí, que
Mesalina y casandra, me resultaban francamente
nauseabundosr.
Muy a menudo me veo obligado a explicar, con prof'unda pena, Todo lo cual, como sugería, no puede sino ir en detrimento de
que, para bastantes de los que hacen del fin de semana nocturno el la posibilidad de apreciar y valorar la sexualidad humana, pues los
ámbito primordial de su diversión -que a la par cs el objctivo por
títulos de su grandezaderivande su cercanía a lo que es eliombre
excelencia de su vida: vivir para divertirse-, las relacloncs ,exruie.,
en cuanto persona (a saber, amor participado) y al origen de cada
excesivamente frecuentes a !o largo de esas voladau, §¡on un simple
ser humano (una relación exquisita de amor mutuo. .. vigoi,zada
producto del aburrimiento y del comespondicnto af6n de clistracción.
por el Amor creador de todo un Dios, con el que coop-eran los
Que un buen número de jóvenes, con los metioos quo sorfan del caso
para los chicos y las chicas, y para cada perrona conoretn, sin igno_ padres en la procreación o co-creación de cada hijo).
rar del todo la profunda lesión que generan cn su ser rl utilizar de
ese modo la prcpia sexualidad, la sitúan, sin cmbnrgo, en la misma
línea de los demás instrumentos de recreo o entroton¡micnto, como d) h sexualidad: sery obrar
una especie de «añadido» a su persona, del quo podrfan disponer
a placer, y no como algo que la configura intrfnsecumclrtc y en su
totalidad.
. . El 19. piárrafos que preceden, al apuntar sobre todo al ejer-
cicio de la sexualidad humana y su nexo con el amor, he dejádo
que suelo exponer de una manera una tanto burcla y desga_ de lado algo tanto o más importante y, en cierto modo, previá: la
.Lo
rrada, pero gráfica y significativa: para ellos es como un rcti.csco condición sexuada de todo sujeto humano, su índole dá varón o
más o como un helado,,. «solo que a lo bestia». Cumplc una misión mujer.
parecida -el pasatiempo, ln huida del tedio, ciertr¡ disirute-, pcro, al
Me gustaría exponer un par de ideas al respecto.
menos en su imaginación c inicialmente, con mucha mayor e licacia
e intensidad que esos otros «productos», o El estudio sobre la persona que realizamos en módulos an_
Lo expresa con singulur ncierto C, S, Lewis en El cltablo pro- teriores nos permitió extraer una doble conclusión:
pone un brindis. En mitad del dlreurso, el diablo mayor §6 que.jn de 4)antes que nada, que el obrar sigue al ser, y el modo de
lapobrezade las motivacioner que llevun ul hombre actual'0 hucer al modo de ser;
iobrar
3'0 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUAUDAD PERSONAL,,,?
I'TTNOOUCC TÓN : SEXUALI DAD... HU MANA
31
Si un ser humano no llega a ama[ a «transformar en embargo, todas y cada una de esas acciones pueden _¡y
amor» todo cuanto realiza,
-.i .ben!-
.Sin
convertirse en amor.
de_
¿cómo?: en cuanto, al hacerlas uusáan¿o
+ lo demás resulta insignificante, vano o, meJor, dañlno I eficazmente el bien de los otros, el amor las in_forma
y,
(como una batidora en que funcionaran a la perfccclón todo¡ los
I secuencia, las trans-forma: cuando como, paseo,
trabajo o"orno "or_
descanso
elementos internos aislados, pero que de hecho no b¡tlcr¡, o un ., movido por el amor
-para consolar u un ii¡o mientrás
coche o un ordenador primorosos, pero que no rnduvlrrrn o no i preparar mejor las crases pensando en mis alumnos, "h*ñ;,
reponer fuerzas
procesaran textos... no harían sino estorbar). i pwa volver a la tarea con más bíos, recuperarme
de un enfado con
fin de no aguar er ambiente al volver u tales actividades
-"-l
"uru...-,
llegan a se¡ en sentido real, aunque derivado,
actos de annor.
c) Ser humano, amor, sqcualidgl" ,. (No solo por nzar e.l rizo, sino para hacerlo
más comprensi_
ble, el que in-formar equivalga a trans_formar puede
verse tien, por
Para entrever el sentido en que cabc sostonor quo cl ser hu_ eje,mnl9, en la asimilación de la comida: lo que
era, pongo por caso,
mano se identifica con el amor o e§tá do§tinado a tran¡form&rse en pulpa de mango o de naranja, cuando lo come y
Oigiere un cnico o
é1, basta advertir lo que he desarrollado otrai vccoo. una chica, se trans-forma en carne, músculos,
tendones... huma_
nos.
A saber, que todo su contexto os dc amon
Algo similar, no idéntico, sucede con las actividades que
+ Mce del amor, del Amor divino inflnito quo lo crea en 1uTor.
Por ejemplo, al levantarnos de un asiento en
un auiobús por
reali_
cooperación estrechfsima con ol emor humano do sus pa- deferencia hacia una o una persona de edad _y no ,i..rft"_
dres.
lño*
mente porque hemos llegado a la parada_, el gesto
fisico se trans_
forma en un acto de delicadeza,"ipe"to a esa
ó Estd destinado al amor: a am&r a Dlo¡ y B lns personas
contrario, si uno -¿una?- se pone en pie para ver
otra persona; por el
creadas, ya en esta tiena, tornilndo¡c ccdc vez más tbliz; mejór el escaparate
de la tienda de modas, ese movimientó se ransforma
y, con semejante preparación, e &fltar deñnltlvamente al en un acto
de... [ponga cada cual.lo que le evoque y parezcamás
conveniente],
Amor de los amores durante la cternldld, eln término y pero no propiamente de amor).
plena de dicha.
* Y, por lo mismo, crece, §c pcrÍGeelana §6lilo heimbre, o Asimismo, la sexualidad comienza a percibirse en
todo su
como pcrsona, gracias al arnor,,, esplendor y maravilla cuando desvelámos y por"_o,
primer término su íntima y natural conexión con "n
el amor.
Y es que, para unos ojos que sepan mirarla con tmpü,
Por todo lo cual, pucdc aflrmar¡¡ rln rrprrot qur superando los estereotipos degradados que circulan'en
ei
+ la persona humrnr a¡, prrtlclprdtmtntt, amor, ambiente, la sexualidad se revela de entroda como
el me_
dio más específ,co, como el instrumento privilegiado, para
despertar, introducir, manifestar y hacer crecer
el amoi en_
I Con el advorblo pafilelpad&ffianle qulerc lnrlnuer, Gntre otras
cosas, que, considerndo an sl ! eot sl, no todo lo que ol hombre rea_
tre un varón y una mujer precisamente en cuanto
tales, en
cuanto personas sexuadas, ,-
liza es, en su sentido már proplo, un eeto ds ¡norino lo e: el §omer,
( el pasear, el ver la tclovl¡lón o leer un llbro,,, De ahí, justamente, su_impo tínciayrelevancia en
el conjunto
de la existencia humana. y también ¿e anr la
fisteza a"t pró""so
38 I,MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL..,? LASEXUALIDAD PERSONAL 39,
o más bien observar cómo nos comportamos los varones y esbozos toscos de hechos "espirituales", inmediatamente creemos
las mujeres? ¿Por qué? disporrer de una explicación de tales hechos. Lo más bajo nos pa_
¿Existe alguna diferencia entre <<reproducirse>>, <<engen- rece lo más verdadero.Eslasuperstición de la época, d maniá
oe
drar»>, <<generar»», <<procreaD>, <<co-creaD» y otros verbos- "remitir" lo sublime a lo ínflmo, el extraño error que toma como
acciones del mismo tipo? En caso de que sea asl, exponlas causa sufuiente una condición simplemente necesaria.También
brevemente. es por escnipulo científico, se nos dice. Hacía falta eso para
liberar
al espíritu de las ilusiones espiritualistas. pero me cuesta mucho
¿Qué determina o caracteriza mejor a la sexualidad huma-
apreciar el interés de una emancipación que consiste en ..explicar',
na: el cuerpo o el alma? Extiéndete en tu respuesta lo que
a Dostoyevski por la epilepsia y a Nietzsche por la sífllis.
estimes oportuno. iuriosa
manera de emancipar al espíritu, esa que se ,oremite,, a negarlo».
Antes de seguir leyendo, y suponiendo que las haya, ¿po-
drías señalar algunas de las principales diferencias entre el
sexo animal y la sexualidad humana? En concreto, y volviendo a nuestro tema,
a) Sexualidad «humana, Y, aunque es cierto que el estudio de los animales aporta da_
tos no despreciables para la compiqnsión de nuestra seiualidad
Pero también soñalar un principio metódico fundamental, al -por eso, en las páginas que siguen, lo utilizaré a menudo como
que ya he aludido 0n vffills ocasiones, porc, quo con oxcesiva fre- término de comparación-, no habrtaque olvidar que la naturareza
cuencia se desatiendo 0n ol mundo contcmporáneo; a saber: que /o profunda de la sexualidad human¿ solo logra percibirse a la luz
inferior se entiende a la luz cle lo supador, y no viseversa. de la condición personal de todo hombre, qui constituye, a su
vez,
un reflejo o participación de la Trinidad pérsonal de Dios.
He de reconocer quo mc &gredan, aunque le¡ ontime un tanto
duras,las siguientes conviecloncr do Donh de Rougcmont: <<No-
(De ahí, entre otras abundantes consecuencias, que las inves_
sotros, los herederos dol rl¡lo XIX, eomo¡ todo¡¡ máe o menos
tigaciones al respecto realizadas en los animales no puedan trasla-
materialistas. Si se nos mug¡Eln on l¡ netureléza o en el instinto darse sin más, como a menudo se hace, a los seres humanos).
40 ¿,MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL,,,? LA SEXUALIDAD PERSONAL 41
. Permanece, por tanto, entre los hombres, con todas personas -singulares, concretas, dignas y valiosas
las consecuencias que son del caso, por sí mismas_ pertenecientes a larazahumana.
+ la orientación de su sexualidad a la conservación ó Fso es lo que Dios pretende en relación a los seres es_
de la <<especie» pirituales --el hombre lo es en función de su alma_, y
(en el sentido peculiar y un tanto problemático que tal término tie- eso es lo que los cónyuges deben hacer propio a la horá
ne para los hombres, respecto a los cuales parece preferible hablar de plantearse lo que hoy conocemo, como ,.paiernidad
de naturaleza que de especie).
responsable>> y ala de ejercer la unión íntima:
o Esto resulta innegable, y posee amplias repercusiones e aumentar, como algunavezhe sugerido, el número
a la hora de determinar el modo en que el ejercicio de
de los seres destinados a mantener con Dios un diá_
la sexualidad es verdaderamente enriquecedor:
logo de amor por toda la eternidad; abrir __en cada
+ la unión sexual humana jamás podrá ser despro- unión íntima_ nuevas e inéditas posibilidades de
vista voluntariamente de este que cabría definir una felicidad sin término: del surgimiento de una
-por ahora- como su fin original constitutivo. persona qtJe nunca vendría al mundo (esa en parti_
cular, no otra) en ausencia de tal relación.
o Pero, informando al cuerpo -y como raíz de su originali-
dad y preponderancia respecto a los animales-, el hombre b) ... con estricto significado <<personal»
posee un alma espiritual e inmortal, en virtud de la cual se
configura como persona: es decir, como un fin o unvalor ¿Y en lo que se refiere a la diferenciación sexual y ar instinto
en sí. de apareamiento?
En consecuencia, merced a su alma, el individuo humano También aquí establece la índole personar del hombre notabres
no se encuentra en absoluto subordinado a su especie, sino que, desemejanzas respeto al simple animal. Ambos
-diferenciación e
como afirma una tradición multisecular,vale por sí mismo, tiene instinto, que en este caso se configura como tendencia_ poseen
dignidad. un signifi cado rigurosamente personal.
ó Un primer corolario de esta disparidad básica, que
afecta incluso a cuanto de común hay entre la sexuali- r La razón de todo, ello acabo de exponerla:
dad animal y la humana, es el siguiente: * siendo el hombre un ser digno y valioso por sí mis_
a Lo pcrseguido a través de la generación -y de la fio,
cópula quo le da origen- no es ya la simple conser- + el sentido de su sexualidad no puede ser mera y sim_
vación del linaje humano, y ni siquiera el dar cum- pfemente específico (en función de...)
plimionto al noble afán de perpetuarse los esposos -eso equivaldría a subordinarro por compreto, en una de sus dimensio-
nes más profundas y esenciales, a la especie, ultrajando su dignidad_,
en sus hijon,
e No. Lo quo ha do procurarse, cabal e intencionada-
+ sino que ha de dejar su traza en los aspectos estricta_
mente individuales y personales de su ser.
mente, es ol lnefemento, la multiplicación, de las
48 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALIDAD ?ERSONAL...? LASEXUALIDAD PERSONAL 49
o Por tanto, lejos de quedar reducida a los estrechos límites -+ Por eso, hay que insinuar ya, en relación con la atracción
de la función reproductora, aunque tomando pie en ella, la sexual entre los hombres, que esta incluye, como es obvio,
diferenciación sexual transforma y modula --como ya he la tendertcia al apareamiento con vistas a la procreación,
insinuado- hasta los rincones más íntimos de la persona pero que de ninguna manera se limita a ella.
varón y mujer.
No constituye exageración alguna (sino que responde a la natu-
+ Es toda la persona de la mujer, en cuanto mujer, lo que
atrae (o debe atraer) al varón; y es la persona íntegra del
raleza de las relaciones constitutivas entre materia, forma y acto de
ser, según veremos más adelante) af,rmar que es el mismo ser del
varón, en cuanto tal, lo que atrae (o debe atraer) a la mu-
hombre y de la mujer el que resulta <<sexuado>>;
jer.
alegría, su fortaleza, el sujeto reacciona emocion¿índose. niflcar... observarse -pues esto contribuye atraerlaansiedad, ene-
La emoción
se configura así como la reacción ante el modo como miga mortal de la sexualidad-, sino vivir simplemente la aceptación
ra otra persona
en su masculinidad o feminidad encarna distintos valores
hú-*or, del don recíproco de la persona, como el amor sugiere».
dándoles su propia originalidad en una complementariedad.
Lo que motiva tar reacción no son los varores corporales,
sino Los cónyuges no se unen solo, por tanto,
los valores humanos ligados al hecho de ser varón o
_u¡".. Ante el
modo diferente como afronta las dificultades, o es
d" t"_u_
.) para traer a la vida a un nuevo ser personal (lo cual ya
ra, o de enfocar los problemas, o de gozarse ante lo"upul sería grandioso),
li
fositivo de la
vida, con una alegría singular, o de encontrar lo veidaderamente
l
humano... Se trata ahora no tanto de una pulsión cuanto de 4 ni para experimentar el placer orgánico que de la cópu-
un es_
lr
tado afectivo o sentimental sumamente inieresante y que la deriva (asimismo lícito y excelente),
abre di_
,
mensiones nuevas de la persona anteriormente descánácidas,
por_ * sino también para:
que desvela el mundo de la interioridad en el que
otra p"rronu ,. 1) conocer -en y gracias a esa unión, entre otros mu-
ir hace presente con su originalidad, recreando eiperiencias
vividas
gracias a la memoria o proyectando en situacionls chos modos- la entera intimidad, espiritual, psíqui-
posibles con la
imaginació»>. ca y corpórea, de la persona a la que se entregan;
2) vivir las emociones derivadas del conocimiento de
En términos más amplios, pero muy adecuados, expone esa riquísima personalid ad, integra y sexuada;
Giulia
Veronese: <<A lo largo de toda la vida de la pareja,
el sáxo [puesto 3) actualizar la ofrenda por la que cada uno de los cón-
al servicio del amorl contribuye a manteneiy ,iforr*su
urión, al yuges realiza su índole de realidad destinada al don
tiempo que el amor, a su vez, facilita la posibilidad de ,.sentirse,,
tilli o a la entrega...
y "sentir al otro" profundamente. En el intercambio de
amor de la
pareja, los gestos del cuerpo, hasta la intimidad 4) y, como más tarde apuntaré:
de la genitalidaJ,
pueden comunicar amor, forman parte de la entrega c) descubrir y madurar su propia identidad mascu-
il1
mutua, de dar
y_recibir el propio ser; en la confianza del amor, i,comunicamos,, lina o femenina, ayudando al cónyuge a hacer
al otro nuestros sentimientos, tales como deseos, placer, otro tanto.
lir dificurta-
lr des, satisfacciones, gozos y dolores». * desvelar a través del trato mutuo determinados
li caracteres de lo humano,y
li Y añade: «Por el contrario, si el sexo, en vezde proporcionar ó facilitar la encarnación en sí y en el cónyuge de
gozoy satisfacción profunda, provoca constantemente dolor en los nuevos rasgos descubiertos.
l.i uno de los dos, es muy difícil que pueda mantenerse
una verdadera
unión. Involuntariamente, en el subconsciente de la persona
afecta_ Con lo que también queda dicho que se encuentra ligada a la
ii da se formarán ciertas rescciones psicológicas que
ál nnu bndrán atracción sexual (y como vehiculado por ella) la necesidad intimí-
un efecto destructivo sobre las relaciones áe ta pie.¡a.
sima, conf,guradora, que el ser humano descubre en sí, de ofrecerse
Por lo tanto, es justo y conveniente que en Ia unión plenamente, en cuerpo y alma, a la persona de sexo complementa-
i
sexual los
I esposos se preocupen do la rexualidad propia y de rio cuyo ser ha elegido y corroborado, para ponerse al servicio de
la del otro, para
que ambos puedan disfrutar. El término..preocuparse" su proyecto perfectivo... tal como veíamos al hablar del amor.
no debe sig_
52 ¿MERO SEXO ANIMALO SEnUALTDAD \ERSINAL..? LASEXUALIDAD PERSONAL 53
. En este caso, el nuevo texto de Cardona puede servir más
c) El sexo animal a la luz de la sexualidad humana o
bien como resumen y fundamento metaf?sico (no entera_
mente inteligible pata todos: no importa en absoluto) de
lo o Todo lo apuntado, 1z algo más, lo recoge Cormac Burke en
dicho hasta ahora y en otras ocasioñes, y de parte O" to
qr" este pasaje, que remite a la consideración básica que ofre-
expondré de inmediato:
cíamos al hablar del método de conocimiento de las reali-
<<La naturaleza humana incluye un componente dades -1o inferior alaluz de lo superior-, y que darápie a
material, cor_
poral: el cuerpo. Eso nos introduce en el tiempo, en reflexiones posteriores:
el devenir his_
tórico: en parte, como los seres no espirituaies. V es aqui <<Tradicionalmente se ha tendido a explicar el instinto sexual,
aonáe
aparece propiamente la sexualidad.
colociándolo dentro de un marco demográflco; así como tenemos
Pero esta sexualidad, que en los animales sin alma espiritual un apetito de comer, para mantener la vida del individuo, tenemos
es
simplemente medio escogido por Dios para la ,,reproducc-ión,, un apetito sexual para mantener la vida de la especie.
de la
especie y su peünanencia en el tiempo, én los homtre, _"o_pr"rio,
de alma y cuerpo, de espíritu y de materia_ adquiere La explicación vale, pero se queda corta.
una diáensión
que trasciende el tiempo, una dimensión de eternidad. Si el hombre y la mujer experimentan una profunda ansia de
En el hombre, la "reproducción', es .,procreación,,: es decir, unión sexual es también porque sienten --cada uno personalmen-
algo que se pone en favor de la creaciór, qr" privilegio divino, te- un profundo anhelo de todo lo que va implicado en la verdade-
",
dar el ser. De ahí que la diferencia ,.macho_hembia,,
*il_uf qr"O" ra sexualidad: auto-donación, autocomplementariedad, auto-rea-
transflgurada en diferencia "varón-mujer": personas lización, auto-perpetuación, en una unión conyugal con el otro>>.
sexualmente
diferenciadas, con vistas sobre todo a la créación a"
nu"ru, p"r_ o Para una mirada superficial, estaríamos ante una mera cues-
sonas humanas, que es la finalidad primordial Oel
matrimonio'¡ln
cuanto que el amor conyugal, como sabemos, es normalmente ._ tión de perspectiva. Pero hay que tener muy en cuenta que,
o
gen de los hijosl. según la que se adopte, aparecen regiones de sombra, cuya
Eso explica la diferencia, anatómica y fisiológica, que explicación se toma ardua.
-
el varón y la mujer. pero.el
hay éntre
"o.por"ri"
espirilual a" f" plÁru 4 Habitualmente, durante siglos, ha predominado el pun-
humana eleva esa diferencia también a ro espirituat, originanoo ae-
terminadas cualidades anímicas distinras en Ll varón
to de vista que, partiendo de la comunidad existente
y Jn fu ,,u¡o, entre hombres y realidades infrapersonales, y poniendo
distintas pare ser complementarias.
el acento en estas últimas, descubre en el sexo la capa-
De este modo, resulta que, sobre la participación del
ser divino cidad de reproducción.
personal que es ya la persona como tal, se añade
ahora una parti_
cipación diversificada e.n.el varón y en la mujer, diversificada
para * Hoy la situación ha cambiado, aportando, como casi
complementarse; esencialmente para constituir familia: cualquier modif,cación, ventajas e inconvenientes. Un
tug_ áor_
de, según el querer de Dicls, ha áe nacer el hombre y resumen muy acertado lo ofrece Benedicto XVI:
donje puede
mlduqar como persona, Desarrollarse, alcanzar su plenitud
perso_
nal, educarse>>. @ Ventajas: «La concepción modema de la familia, entre
otras causaspor reacción al pasado, da gran importancia
al amor conyugal, subrayando sus aspectos subjetivos de
libetad en las opciones y sentimientos».
54 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL,,.? LASEXUAUDAD PERSONAL 55
t a Perjuicios: <<En cambio, existe una mayor dificultad para sentimiento que tienen con respecto a la sexualidad animal¡l
percibir y comprender el valor de la llamada a colaborar muchos biólogos contemporiíneos, que ven en ella una com-
con Dios en la procreación de la vida humana. Además, plicación onerosa, difícil de explicar desde el punto de vista
las sociedades contemporáneas, a pesar de contar con de un darwinismo ortodoxo.
muchos medios, no siempre logran facilitar la misión de
Pero si suponemos que la intención suprema de la natu-
los padres, tanto en el campo de las motivaciones espiri_
raleza es "hacer al hombre", como dice Elohim en el sexto
tuales y morales como en el de las condiciones práctlcas
día, los órdenes precedentes, no teniendo ya en sí mismos su
de vido>.
último f,n, siendo solamente etapas preparatorias, deben pre-
c) Centrándonos en los beneficios, y de acuerdo con cuan_ sentar caracteres que no pueden parecer sino absurdos al es-
to acabo de exponer, hoy la primacía corresponde a la píritu, si no se refieren al término definitivo que los explica.
consideración del hombre como persona, en cuanto Sin esta precaución, no pueden dejar de parecer irracionales,
dotado de un espíritu que lo discrimina radicalmente aberrantes, inútiles o lujosos>>.
de los animales y plantas.
Prescindiendo de las más o menos explícitas, y falvezinnece-
I juzgándola desde allí, nos dice Jean Guitton, <<la sarias, concesiones al evolucionismo, acaso sustituible con venta-
sexualidad se presenta como el medio de realizar el amor ja por el llamado «principio antrópico>>, la cuestión está clara.
[entre el varón y la mujer en cuanto tales, como he apuntado
y explicaré con calmal.
El amor ya no es considerado como una consecuencia
Solo el hombre ha sido querido «por sí mismo» en el
artiflcial y accidental de la sexualidad: al contrario, la sexua_ conjunto del universo visible.
lidad se presenta como un instrumento favorable para exci_
tar y mantener el amor en una sociedad formada por seres Solo la sexualidad humana, entre todas las que halla-
múltiples, más o menos comprometidos en la maieria y la mos en el cosmos,
corporeidad. + alcanza el estatuto y sentido definitivos de la
Esta diferencia de puntos de vista desplaza las zonas de sexualidad:
oscuridad. e englobar los mecanismos reproductivos en un
En la doctrina precedente, lo más difícil de justiñcar era clima de amoli
-la sexualidad humana, que parecía como un brote aleatorio, e hasta el punto de transform ar a ambos -amor y
como una derivación bastante sutil [que complicaba innecesa_ procreación- en dimensiones intrínsecas de esa
riamente el «mecanismo» de la reproducción].
sexualidad... obviamente enriquecida.
En lo sucesivo, la sexualidad animal es aparentemente la
más inexplicable, y desde entonces se ,os prés"rta como un
lujo inútil. Si el animal carece de interioridad,
¿qué signif,can De ahí, de la prioridad del hombre en la tierra y de la <<orienta-
esas uniones caricaturescas que no aseguran ninguna simbio_
sis de los seres, ninguna comunicación de las conciencias?
ción» a él de todo lo demás, la enorme facilidad con que se interpre-
tur, como si fueran humanos, gestos y conductas animales determi-
Es esta la imprcnión que podemos tener cuando obser_
nadas por sus instintos y carentes de un significado superior que las
vamos el apareamionto dG las bestias. Este es también el
relacione en modo alguno con el amor pleno y cabal.
0
56 ?:MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD \ERSONAL...?
LASEXUALIDADPERSqNAL 57
G En sentido estricto, en cuanto imprícitamente se los considera
formes con una simple afirmación, sino procura razonar tu r
como manifestaciones o derivados del amor personal, en relación
a los animales tampoco debe hablarse ni de témura o afecto, ni respuesta.
de
preocupación real por los otros, ni de delicadeza... ni de unión ¿Puede decirse que el alma humana es masculina o femeni-
ge_
nerada por el amor. na? ¿En qué sentido y con qué puntualizaciones?
como consecuencia, desrigadas de ese amor
-tal como estiín-, Y, si has contestado negativamente, ¿cómo puede hablarse,
las manifestaciones pseudounitivas de los animales irracionales
han entonces, de persona masculina y de persona femenina?
de presentarse como carentes de sentido, por cuanto la simple
repro-
ducción se llevaría igualmente a cabo, y economía de Con otras palabras -que lo pueden complicar más aún-:
medios, sin todo ese acompañamiento. "o, -uyo, ¿de dónde surge la sexualidad humana y dónde reside más
De lo que resulta que es el amor lo que confiere su sig_ propiamente?
niflcado último a la concreta y determináda modalidad qrie Ahora, unayez estudiado el tema, ¿ves claro por qué lo co-
el sexo adquiere en los individuos humanos (y que deja su rrecto es <<entender>> el sexo animal alaluzde la sexualidad
reflejo en la de los animales). humana, y no al contrario?
Un amor, además, que, por su intrínseca fecundidad, ase_
¿Piensas que en los ritos que acompañan o preceden a la
gura una perpetuación propiamente personal _¡amorosa!_ de unión sexual entre animales puede hablarse de sentimien-
larazahumana. tos o emociones? ¿De cariño, delicadeza, ternura...? ¿y en
la relación de una hembra animal con sus <<hijos/as»? ¿por
qué?
Tranquilidad.
¡nl"nul
Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como
también las hay de observar la realidad. Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada».
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras respondel con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.
ri
+ por participar más estrictamente
de ese tipo de alma,
y por sí, es un todo en sí y por sí, no ¿r parte de un todo del cual
derive su valor. Metafísicamente hablando, no forma parte y no pue_
+ la sexualidad se rev.iste con las prerrogativas
de "formar pafe" de ninguna serie. La especie humana existe iolo
1l
propias
de semejante espíritu, entre las qr"
acabamos de ver_ la tibertad.
áL*r., _como para la biología. Desde el punto de vista metafísico esta realidad no
ji existe: existe la"nattralezahumana,,, que no es la misma cosa. En
este sentido, cada uno de nosotros, cada persona, es un ,,unicum,,.
Esta "unicidad" debe ser reconocidaatodapersona: a la propia y
b) ta sexualidad humana, orientada a la de cualquier otro. Es el precepto ético fundament¿ o nó.má
hacia la persona singular
personalista: "ama al projimo como a ti mismo,,.
Pero lo mismo ocure con la singularidad. Sin embargo, unavez descubierta esta particularidad de la per-
sona' una vez advertido que cada persona es distinta de otra, irre-
petible e insustituible, resulta espontáneo preguntarnos:
La sexualidad humana madura ¿No exige
es, siempre, una sexuali_ esta singularidad una correspondiente forma de reconocimientá?
dad personalizada, singularizada: ¿No debeía haber una forma de reconocimiento del todo excep_
+ concentrada en una persona particular
y única.
cional y única? ¿única y excepcional porque es dada urlnu p"rronu
singular y no a otra? Ahora bien, si reflexionamos seriamenie sobre
la experiencia del encuentro sexual, vemos que implica, como su
fuente última, precisamente esto: el reconocimiento del otro. La uni-
Yen esto se diferencia también de lo que dad en la carne, en el cuerpo, apunta a este reconocimiento (es su
ocurre en las
realidades inferiores. intentio): lleva en sí mismo esta finalidad.
«En el mundo animal _nos Unicidad del otro y, por tanto, imposibilidad de sustitución:
dice de nuevo Jean Guitton_, la
selección no se rearizaatendiendo "tttyoltuya para siempre" puesto que ningún otro podrá tomar tu
a ra inÁrioridad. cuando el lo-
bo devora a la oveja o se aparce puesto. Esta es la deflnición propia del matrimonio monogámico e
con la loba, solo necesita que se
indisoluble en su íntima esencia ética>>.
66 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...? D I MEN S ION ES P ERSONALE S D E LA S EXU AI.IDAD 67
También en este caso se advierte una mayor Debido a su pertenencia a un ser espiritual, la sexualidad hu-
interiorización
de la tendencia sexual respecto a los instintos p;rq*;
inferiores. mana puede trasformarse, formalmente, en don, en culminación
prosigue Guitton, ,.cuando queremos alimentarnos
no distingui_ de la entrega propia del amor.
mos.entre tal o cual perdiz, tal o cual trucha.
El paladar _á;?;
licado distingue la cosecha y acaso el plantío,
p"ro no ;ñ"d" En relación con este extremo, conviene no olvidar lo que ya
ni el racimo. La individuaüdad de la materia "l y nos
se nos escapa, vimos: que amar era corroborar en el ser a la persona querida, con
contentamos con el pan y el vino como
el lobo ." todas las consecuencias que esa confirmación lleva consigo; y que
la oveja' Y lo mismo ocrlrriría con la generación "orániá
si el hombre "on
zo consistía también, desde una perspectiva casi coincidente con la
fuera espíritu y libertad antes de ,". anterior, en elegir el término de nuestros anhelos, ratificarlo en su
o "ír"r.
Comg lo es, por el contrario, la sexualidad puede estricta individualidad irrepetible... y entregarse a él de por vida.
ser per_
sonalizada. y ello va unido a la libertad
qri tu
inüínsecamente, en virtud de su incardinación ""*;; Víctor Frankl lo recuerda con palabras claras, que constituyen
ur".".
espiritual: ", cierto eco de cuanto estudiamos al hablar del amor.
nitalidad ni a entregar la sexualida'd a ningún anónimo de relaciones instintivas; por ejemplo, un compañero que
indi-vi_ se puede cambiar a menudo por otra persona que tenga propiedades
duo determinado
(porque no respondemos a un instinto,sino idénticas.
a una tendencia: por lo
tanto, controlable), En el caso del individuo elegido instintivamente no se busca a
+ podemos libremente escogerel término
personal, ín_
la persona, sino un tipo (...). El compañero en una relación pura-
transferible, de ese ejercicio y de ese don; mente instintiva (también el compañero en una relación social) es
c) está en nuestras manos personalizar la
sexualidad.
más o menos anónimo.
En cambio, al compañero en una relación de amor verdadero se
le trata como una persona, se le considera como un tú.
c) Libertad y singularidad «sexuales», al servicio del amor'.' Por tanto, podríamos decir que amar significa poder decirle
"tú" a alguien; pero no solo esto, sino poder decirle también "sí":
Y, como consecuencja de tal personalización, esto es, no solo aprehenderlo en toda su esencia, en su individuali-
el sexo es capaz
de participaractiva, profunda y a^bundanteÁnte dady unicidad, tal como hemos dicho anteriormente, sino aceptarlo
en el dinamismo
constitutivo del amor: en todo lo que vale.
Asípues, no consiste en ver solo el o'ser-así-y-no-de-otro modo"
Podemos amar tamblén con de una persona, sino en ver al mismo tiempo su 'poder-ser', esto es,
el sexo, ver no solo lo que realmente es, sino también lo que puede ser o lo
+ comunicarnos o entregarnos gracias a
é1, que deberá ser.
+ elevándolo infinitamente por encima del
ejercicio En otras palabras, citando una hermosa frase de Dostoievs-
que del mismo hacan los animales
irracionales. ki: "Amar significa ver a la otrapersona tal como la ha pensado
Dios"».
68 ¿MERO SEXO ANIMAL O SEXUALIDAD PERSONAL...?
DIMENSIONES PERSONALES DE LA SEXUALIDAD 69
Y, al advertirla según el boceto divino,
surge en nosotros el o
impulso razonable, sumamente generoso, Ahora bien, en la sexualidad humana -y en lo que a este
de ponernos ra¿ic¿l
mente a su servicio: tiene lugar la punto respecta- podríamos reseñar tres componentes, que
entreg4 resello conclusivo de
la corroboración del ser. por lo común act(tan de manera conjunta e indiscernible,
Pues bien, el sexo humano puede aunque en ocasiones, alguno de ellos detenta un predomi-
hacer todo eso, puede de_ nio -incluso patológico- sobre el resto:
cir un <<tú>> y un <<sí» plenos, ,"di"ab.;
prede entregarse, en la
T:.-u medida en que, por pertenec", a
,na realidad espiritual,
4 el placer que acompaña al ejercicio del sexo (y que no
obtiene la posibilidad esencial de es mero deleite sensible, sino psíquico e incluso espiri-
ser personalizado.
Pero, para que efectivamente actúe tual);
de r
pronuncie el ,.tá, y el «sí» qr" * la atracción, fundamental aunque no exclusivamente
(en cuanto sexuada), se requiire "oooJo;;rTi"H::?"
qu,
ffix; psíquica, por la que se tiende a completar la propia in-
"*irt"-rcialmente,en la vida
diaria, se encuenrre englobado;;";;;ente digencia con la ayuda de la persona del sexo comple-
cardinal de amor
libérrimo. mentario que se ha transformado en el propio cónyu-
oé'
b-t
Solo con esa condición, la sexualidad ó y el amor hacia esa misma persona, que, por su carácter
humana se verá conyugal, inclina a hacer completa la donación a ella:
enaltecida y elevada, hasta integrrrr"
la actividad en el alma y en el cuerpo.
más noble y definitiva que puede
iealizar"n
la persona:
+ el amoL De esos tres integrantes, los dos primeros miran fundamental-
en el que el hombre y el sexo conquistan mente a la propia satisfacción y cumplimiento, mientras que solo
definitivamen_ el tercero -el amor electivo- instaura con vigor la «dialéctica del
te, y actualizan, su intrínseco y constitutivo
carácter ter_ tú>>, afirma radicalmente aI otro... y nos hace salir de nosotros
minal de don.
mismos y, así, crecer y desarrollarnos.
2. Y nxlsrnNcrAlEs o DE LA vrDA DTARTA (Curiosamente, como hemos visto en otros momentos, la gran
paradoja de la condición de la persona -que solo vive en plenitud
a) Requisitos al des-vivirse- también está presente aquí: de modo que, cuando en
la unión íntima alguien persigue el propio contentamiento -placer y
consuelo gmocional, por resumirlo en un par de expresiones- no es
I ú*
. de pregunto: ¿cuáres son,existenciarmente,en
cada día,los
er discu- cuando da pie a la propia mejora y felicidad; sino que esta tiene lu-
1nr requisito. qr" p".-iilniablar de gar, al contrario, cuando el fin de nuestros actos es el amor al otro en
una sexuali-
dad,personalizada,ejeicida po,
uáor, a" ,ru ."ruuti¿ad transfor_ cuanto otro: la búsqueda de su bien, en las diferentes modalidades
mada o capaz de trasformarse que adopta en la unión íntima.
en don?
Cabrta deducirlos, una vez más, De nuevo con palabras de Benedicto XVI, <<la promesa más
de la definición aristotélica
que nos sirvió de punto de partida profunda del "eros" puede madurar solamente cuando no solo busca-
en nuestros análisis del amor.
Amar, decía entonces, es <<querer mos la felicidad transitoria y repentina. Al contrario, encontramos
el bien para otro>>.
ll
juntos la paciencia de descubrir cadavez más al otro en la profun-
ll
70 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD zERS1NAL...?
DIMENSIONES PERSONALES DE LA SEXUALIDAD 71
didad de su persona, en la totalidad del cuerpo
y del alma, de modo Cada cual es bueno -en el sentido más cabal de este térmi-
que, finalmente, la felicidad del otro llegue
a seimás importante que
la mía. F.ntonces, ya no solo se quiere ráibir no- en su propio orden. El deseo de la propia plenitud es bueno,
algo, siro ért y
en esta liberación del propio "yo" el hombre "garre, además de inevitable; el placer derivado del coito es bueno, ade-
se éncuentra a sí mismo
y se llena de alegúa»). más de natural.
Pero ambos, para perconalizarse, han de ser reducidos a la
categoría de corolario.' esto es, subordinados al amor personal, a
Por eso «querer el bien para otro» lleva la búsqueda lúcida y voluntaria del bien del otro en cuanto otro.
consigo, en este
caso,
Por otra parte, los bienes más altos no deben someterse a los de
ó articular los tres ingredientes recién enunciados de menor calibre y entidad.
manera que, aunque no siempre con plena concien_
cia,
$ el más noble y artruista -er amor voruntario-
se consti-
b) Síntesis
t.uya en motor y Sríg del afán de complementación
y
del placer derivado de la cópula t* En consecuencia, una vida sexual ejercida bajo los auspicios
del amor, una vida sexual enriquecida por el don, por la entrega,
una vida sexualjerarquizaday ordenada, desde los puntos de vista
oY peligro que impediría la personali zación existencial ontológico, antropológico y ético, establece la siguiente gradación
-el
radica, precisamente, en que esa necesariajerarquía (un tanto esquematizada, por razones de pura didáctica):
pr"ae
desintegrarse, de modo que el placer se transforme 1) En primer término, se debe buscar el bien del cónyuge en
en úni_
co móvil de la vida conyugal o sexual, o que, cuanto persona y en cuanto cónyuge: que sea, que sea bueno,
trascendiendo
levemente esa perspectiva, en el trato matrimonial como esposo, como padre y educador, etcétera; y, pana lograr tal
se bus_
exclusiva el propio contento o incluso la propia
:u" :l per_ fin, hay que ponerse totalmente a su disposición, a su servicio: en
fección como persona. el alma y en el cuerpo.
Tranquilidad.
El conocimiento
humano es progresivo. Normalmente no se
comprende del todo lo que se lee por primera
vez. Lo medio-
entendido entonces prepara para estudiar lo que
sigue, y el
nuevo conocimiento aclara lo ya aprendido.
A menudo es
preciso «ir y venir», leer más de una
vez lo mismo. pero el
resultado final suele provocar una notable
satisfacción.
Animo.
IV
LA PERSONA.. . «SEXUADA»
¡Alertal
Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como
también las hay de observar la realidad. Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada»,
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responder, con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.
+ y sea capaz de llevar a término, en continuidad lógico, según la operación de que se trate, ponga sobre
con el alma que lo informa y prosiguiendo todo en juego unas potencias determinadas;
su im_
pulso, ese amor de donación total. - * que en el caso que nos ocupa, am&r, en su acepción
. todo ello cristaliza o toma forma
Y
más cabal, resulta del todo imposible sin que inter-
+ en la sexualidad venga la actividad propiamente intelectual, el conoci-
o, si se prefiere, miento del ser y del bien con el que en cierto modo se
+ en el carácter sexuado del varón y de la mujer. identifica: quien no conoce lo bueno-en-sí (y esto es
propio del entendimiento), sino solo el bien-para-sí, no
puede amar de veras, querer el bien del otro en cuanto
b) El cuerpo, complemento del alma y otro.. . sino que por fuerza se buscará a sí mismo.
expresión de la persona humana
o Pero ahora nos interesa descubrir, o al menos entrever,
o Tradicionalmente, sin embargo, y siguiendo algunas propiedades de la persona humana sexuada... en
en esto la
orientación aristotélrca, se ha puesto ni¿s cuanto la sexualidad se orienta al amor.
"; n;
et acento
el cuerpo está <<confeccionadó» de modo que También desde este punto de vista, la condición sexuada es un
facitite iás
operaciones intelectuales del hombre, requisito que la forma -+l alma humana- <<impone>> a la materia:
dejanáo un tanto en
sordina su relación con el amor. al cuerpo. Y, por eso, en fin de cuentas,
No es este el tema que más nos interesa, además
de que lo
hemos desarrollado en otro lugar. No
obstante, la exposició;;;;: E)
daría manca si no se hiciera también aquí el entero cuerpo humano está dispuesto
arguna referencia a esa
disponibilidad corpórea para el conocirniento (más o menos directamente, según los elementos de que se trate)
y cuanto a ér se en-
cuentra aparejado. ó de la manera más apta para hacer posible el amor
Y esto, por dos motivos coincidentes: inteligente.
+ en primer lugar, es muy cierto que el conocer intelectual,
que permite saber lo qrg ,l cada realidad,
constituye uná O, con otras palabras, todos los componentes de nuestro or-
operación propia y exclusiva de las p"r.orur, ganismo reciben su explicación última --con más o menos pasos
que en el
hombre se configura de cierto modo... qr" intermedios- del hecho de que ese varón o mujer tienen como fin
hu"" pr""isu_
mente necesaria una disposición también
muy peculiar de en la vida el amar razonadamente a los demás seres humanos y, al
su cuerpo;
término, al propio Dios.
+ además, y esto resulta todavía más pertinente,
por una de * Esto se advierte ya, para quien observa con ojos limpios,
las-ideas que deberían quedar más claras
en cualquier es_ en la misma estructura externa de los cuerpos masculino
tudio sobre la persona humana; a saber:
y femenino.
* que quien realmente.obra es la persona e
entera, y no Bien mirados, resulta bastante evidente que el uno
una u otra de sus facultades aisladas:aunque,
oDmo es está hecho para el otro,
84 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALIDAD IERSONAL...?
LA P ERSONA... « SEXUADA» 85
* para que entre ambos pueda establecerse
una íntima el funcionamiento del <<organismo sexual humano>>, compuesto por
unión de amor fecundo (como veremos después). la conjunción imprescindible de lo que. respectivamente, aportan el
varón y la mujer.
un pequeño apunte, obvio y tar vez no muy delicado: «obser-
vando,_para comprender su signiflcado, las Cuando todo ello se examina alalruz del amor-fecundo que les
eltre
dife¡encias que
hombre y la mujer en la conformación de ,,
e,l
oir*, da sentido, el asombro de una sensibilidad medianamente dotada no
," ua_ puede sino crecer y crecer... sin encontrar nunca límite, como tam-
vierte la precisa complementariedad de sus aparatos "uá.po
genitales, que poco lo tienen los descubrimientos científicos al respecto.
nos muestra en primer lugar que la finalidad primorOial
y mas evi_ Así lo expone Benedicto XVI, en relación con un aspecto con-
dente de este aparato es la unión entre los
dós sexos, me¿iante la
penetración del órgano genital masculino creto del despliegue de la sexualidad: «Queridos estudiosos, sé
en el femenino, qr"
conformado para acogerlo>>. "rra bien con cuáles sentimientos de admiración y de profundo respeto
Mássimpática y sugerente resulta esta breve descripción por el hombre realizáis vuestro arduo y fructuoso trabajo de inves-
de San_ tigación precisamente sobre el origen mismo de la vida humana:
tamaría Garai: «Si un dibujante quisiera trazat
et pocos rasgos la un misterio cuyo signiflcado la ciencia será capaz de iluminar cada
imagen corporal de la mujer, le bastaría con
esbozar p".t o"y-tu, vezmás, aunque es difícil que logre descifrarlo del todo. En efecto,
caderas' una mujer tiene muchos más rasgos "t en et",arn-
diferenciales,
bito afectivo, intelectual, o corporar. pero"al dibujante en cuanto larazón logra superar un límite considerado insalvable,
le bastaría con se encuentra con el desafío de otros límites, hasta entonces desco-
esos dos rasgos lpicos para expresar la imagen corporal de mujer.
nocidos. El hombre seguirá siendo siempre un enigma profundo e
por qué tiene l_a muje.r ese pecho? Hay una razónbiológica:
, ¿Y
alimentar a los hijos. La mujer tiene pechos porqr"
impenetrable.
es una posible
madre. Si no lo fuera, no los tendía. -Er" ,ur!o Ya en el siglo IV, San Cirilo de Jerusalén hacíala siguiente re-
característico de la flexión a los catecúmenos que se preparaban para recibir el bautismo:
imagen de mujer, que es también uno de los'motivos
que atrae al "¿Quién es el que ha preparado la cavidad del útero para la procrea-
hombre, tiene el sentido de ser madre.
ción de los hijos?, ¿quién ha animado en él al feto inanimado? ¿Quién
_ Lo mismo podemos decir de ese otro rasgo que son las caderas.
La peculiar forma femenina, se debe a la neclsidad
nos ha provisto de nervios y huesos, rodeiíndonos luego de piel y de
de llevar al crío came (cf. Job 10,11) y, en cuanto el niño ha nacido, hace salir del
dentro durante el embarazo, y alanecesidad
de darlo a luz. Volve_ seno leche en abundancia? ¿De qué modo el niño, al crecer, se hace
mos a Io mismo. La imagen corporal típica
de la mujer, po. f, lr" adolescente, se convierte en joven, luego en hombre y, por último,
se diferencia del hombre, corresponde biotógicamente
a lo que tiene en anciano, sin que nadie logre descubrir el día preciso en el que se
de posible madre>>.
realiza el cambio?". Y concluía: "estás viendo, oh hombre, al artíflce;
estás viendo al sabio Creador" (Catequesis bautismal,9,15-16)».
.) Y se percibe también, de manera asombrosa, al estudiar
la
conformación del inmenso conjunto de órganos _desde
el
propio cerebro hasta los que intervien"n áe c) Un apunte -¡mínimo!- sobre la homosexualidad
manera más
directa en la unión física- que hacen posible las
relaciones
conyugales, con el amor y la fecundiáad que Aprovechando cuanto acabo de exponer, me gustaría realizar
llevan
jadas. ? "pare_ una pequeña mención a la homosexualidad, hoy tan traída y lle-
vada.
(Es aquí, lo digo de pasada, donde encontrarían
su <<lugar an_ Lo hago de manera no sistemática -no es este el lugar-, sino
tropológico» las mil maravillas estudiadas al exponer
la f,sijogía y más bien al hilo de un par de anécdotas, sucedidas en los últimos
B6 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALTDAD qERSONAL...? LA P ERS O NA,.. << S EXU ADA » 87
tiernpos, en los que resulta casi imposible que, al abordar temas No es difícil de comprender, en cuanto la sexualidad se advierta
relacionados de un modo u otro con la sexualidad o el amor, no en toda la hondura personal que lleva consigo. No reducida, por tan-
surjan interrogantes o comentarios relativos alas person¿s homo- to, a la mera genitalidad y a lo que pueda seguirse superficialmente
sexuales. de ella; sino en su completa dimensión humana: biológico-psíquico-
+ hace imposible que el presunto amor resulte verda_ Pocos días después, en otra conferencia, la cuestión resultó
deramente sexurl, más peliaguda. Se trataba también de los alumnos de una Univer-
sidad, más algunos prot'esores.
B8 ¿MER7 SEXT ANIMAL o SEXUALIDAD PERSINAL,,J
ri
I
LA P ERSONA... « SEXUADA» 89
!, elDespués
^^ años.
23
turno de preguntas, se levanta un chico de unos
de ciertos preámbulos, dificiles ¿"
22 6 + Y lo es, por la contradicción que implica el que la natu-
¿ raleza produzca algo-ordenado-hacia-un-fin (el amor y la
dice: "nt"r¿",
margen de lo que inmediatamente iba a exponer,
lu;:,ión sexual, en este caso)...
i,l
92 ¿MERO SEXO ANIMAL o SEXUALIDAD PERSONAL...? LA P ERSONA... « SEXUADA» 93
,i aunque sin negar, lo que af,rmaraAristóteles,
.Supe11ndo, la es_
trecha unidad de la persona humana y el influjo -como la posibilidad de expresar y dar vida al amor en las relaciones
recíproco de «todo
en todo» no acaban de explicarse lu, simites categorías de for_ conyugales-,
"on
ma y materia y con su unión e interpenetracién
mutuas. No se trata + la ofrece el descubrimiento tomista del acto de ser
tan solo de que el alma humana sealo.ma (también llamado, en latín, esse).
del cuerpo, de modo que
el cuerpo resulte «animado» o <<vitalizador, y
el alrna «materiada,
(expresión que recoge el espíritu de eristóieles
y que, aplicada al
hombre, resulta incorrecta no solo desde el punto
de vista del idio_ Doctrina que, en lo que nos atañe, podrÍa resumirse con es-
ma, sino también en su significado más de fondo).
tas brevísimas palabras del Santo Doctor: <<ipsa anima habet esse
Ocurre más bien lo que sigue:
subsistens [...J, et corpus trahitur ad esse eius>>: entre todas las
formas substanciales que comunican con la materia, solo el alma
Alma (espíritu imperfecto) y cuerpo (materia), humana posee un ser subsistente, y el cuerpo es elevado hasta el
así como
el entero conjunto del obrar que la persona humana interior de semejante acto de ser.
ejerce:
+ participany manifiesta n el único y personal acto de
O, con expresión todavía más sencilla:
ser que constituye radicalmente a cada individuo
hu_ la nobleza del (ser del) alma
mano;
es comunicada íntegramente al cuerpo.
+ un acto de ser que es otorgado por Dios y recibido
propiamente en el alma, y tiene por ello la
categoría
de un espíritu, aunque imperfecto, Nobleza del alma humana. En efecto, el hecho de que, una vez
+ y que el alma a su vez comunica al cuerpo,
elevándo_
creada en el aterpo, semejante alma posea un ser que nunca ya po-
/o hasta ese mismo rango de to personát drá perder, el hecho de que sea un espíritu -aunque imperfecto-...
(el cuerpo del hombre puede considerarse _¡porque la sitúa a años luz por encima de las restantes <<almas>> (las «formas
lo es!_ un cuer_
po dotado de úoda la nobleza de la persona). sustanciales» de los animales brutos y las plantas)... que tienen el
ser no en sí mismas, sino, por decirlo de alguna manera, <<en su con-
junción» con la materia.
La posibilidad de amar con el cuerpo De ahí deriva el que cualquier realidad infrapersonal (animales,
*;b) plantas, etc.) se encuentre intínsecamente sometida a la acción em-
Con un poco más de detalle y sin pretender que pobrecedora de la materia: generación y comrpción, cambio cons-
se me com_ tante, indigencia en el ser con tendencia auttlizar a los otros en su
prenda a la perfección... o siquieia qr" ,"
me comprenda: propio beneficio, sometimiento a la especie y al conjunto del cos-
mos, de los que no es sino una simple fracción, etc.
Por el contrario, y como también sabemos, en su calidad de
persona, el hombre trasciende y supera esas condiciones depaupe-
rantes. En cuanto no depende de manera intrínseca y radical de la
materia, su alma es inmortal y constituye cierto absoluto: vale por sí
misma y no se halla ontológicamente subordinada a nada ni a nadie,
94 ¿MERO SEXO ANTMALO SEX:ALTDAD \ERSONAL...?
LA PERSONA... «SEXUADA» 95
con excepción del Dios-Absoluto... que es precisamente quien
ha
hecho de ella un «absoluto», la ha queiido como un colaborar en el amor fecundo y unitivo, y en la felicidad, radical-
fin en si, y laha mente espirituales.
destinado a una felicidad imperecedera.
,] 4 Pero, a su vez, entre los hombres, el amor sólo volunta_ su particular finitud- necesita del cuerpo para desplegar el
rt
rio o espiritual, se revela insuflciente. El simple querer conjunto de operaciones que virtualmente contiene, el amor
il
l1ri
de la voluntad, aun cuando no fuere veleidoio, risulta matrimonial, anclado en la voluntad, requiere del concurso
. en la mayor parte de los casos ineficaz: tiene que con_ del cuerpo para madurar precisamente como amor (con-
tinuarse a través del imperio que la voluntad inrtuu.u yugal)... y para hacer efectiva lafecundidad virtual que lo
l
sobre las demás potencias, incluido el entendimiento, caracteriza en cuanto «tal tipo de» amor.
rli
y con las que efectivamente <(construye>> y <<confiere Gracias al concurso del cuerpo, el amor conyugal incrementa
li
el sen> a los bienes que pretende ofrecer a la persona su poder de unificación y la felicidad con él emparejada: se torna
ilri amada. más completo, y contribuye al incremento de la felicidad de los
i
esposos.
if,illf,i, Toda la grandeza del trabajo, por ejemplo, deriva de este con_
ülrli
rl figurarse como una prolongación operativa del querer amoroso _el
Lo confirman, con ciertos tecnicismos, los siguientes juicios
i trabajo es <<amor participado»- y de contribuir araveza hacer más de Caffarra:
[]l pleno, más acabado y más total el querer voluntario: sin esa eficaz
li
operatividad que elabora el bien para los demás y amorosamente se <<Ya se ha visto que una de las diferencias fundamentales entre
ilil el espíritu y la materia es que el primero "puede de alguna manera
lo brinda, el querer de la voluntad humana no alcanzaríala eminen-
1i,l
cia e integridad propias de los amores plenos y auténticos. llegar a ser todo", o sea, puede entrar en comunicación con algo
i
j
distinto de sí sin destruir la alteridad. Por el contrario, la materia
puede ser solo lo que es y es incapaz de instituir una relación con
rl Y algo análogo, aunque todavía más hondo, habría que de_
lo otro en cuanto otro. En otras palabras, solo el espíritu es capaz
rl cir del amor conyugal, del que enseguida me ocuparé. Semejante
de entrar en una relación de comunión, mientras que la materia está
I
amor, considerado como querer de ta voluntad que busca el bien inseparablemente constreñida dentro de sí misma. Se podría decir
para el cónyuge, reclama el uso u-o.bso de la séxualidad huma_ que el espíritu es universal: unumversus alii; que la materii es solo
I
na, con el que ese amor <<da vida>> a uno de los bienes más precia_ individual: dividida de cualquier otro.
dos del matrimonio -los hijos-, alapar que trasciende su índole La "paradoja ontológica" de la persona humana es que es uni-
de amor meramente voluntario y se completa, originando un dad sustancial de matena y espíritu. [...] La unidad sustancial hace
amor
'l
l
personal -de la persona toda*, un amor íntegro y cumplido. que si, por una parte, el cuerpo llega a ser capaz de expresar el don
li
t00 ¡,MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...? LA PERSONA,., « SEXUADA» 101
¡Alerta!
b) ¿Cuestión de prioridades? De nuevo con palabras de Caffarra: «El que una persona co-
mience a existir constituye sin duda el mayor acontecimiento del
Y no es que una caracterización preceda a la otra ni, mucho universo creado, después de la Encarnación det Verbo».
menos, que se sitúe al margen de ella o simplemente se le yuxta_
ponga. Ni siquiera que estén coordinadas. 4 Pero semejante posibilidad se apoya, a su vez, en la
Muy al contrario, existe una íntima conexión entre la sexua_ aptitud de la sexualidad para instituir entre ambos una
lidad como participación en el inñnito amor creador de Dios y su sublime relación de amor: es el amor el que hace posi-
condición de medio para instaurar relaciones también amorosas ble lafecundidad, y no al contrario.
entre varón y mujer. Veamos por qué.
Y si hubiera que sugerir alguna prioridad, esta correspondería
a lo señalado en segundo término.
c) Toda persona es unfin, término del amor humano...
Con otras palabras: Aunque talvez se quedara un poco corto, el viejo Kant acertó
+ al sostener que ningún ser humano debe nunca ser tratado como
la sexualidad puede configurarse como trasunto del
simple medio, sino siempre también como fin.
inefable Amor de Dros, que crea a cada hombre para
encaminarlo hacia la dicha sin fin en el interior de Su
propia vida felicísima,
Con palabras más certeras, quiere esto decir que
+ porque es capaz de establecerse como acto y expre_ + la única actitud definitivamente adecuada respecto a
sión portentosos del amor humanot y no a la inver_ una persona, a cualquiera,
sa.
+ es la de amarla,
+ buscando su bien.
Según explica Caffarra, <<el hecho de que la sexualidad humana
esté en condiciones de dar origen a una nueva vidahumaflase debe,
a su vez, al hecho de que la sexualidad está en condiciones de poner A ello he apuntado tantas veces al sostener que todo hombre
en la existencia una comunión de amor>>. es término de amor. En las circunstancias que fuere, si no lo amo,
si no persigo su bien de manera decidida, estoy atentando contra
o Me interesa subrayar este extremo, porque con relativa fre- é1, mancillando su dignidad. Siempre.
cuencia se ha pretendido que la tradición católica reduce la Con.todo, hay momentos en una biografía donde esa exigen-
sexualidad a mero instrumento de procreación. y no es así. cia se toma más perentoria.
4 Sin duda, frente a cierta mentalidad difundida en nues-
ó Por ejemplo, cuando el cónyuge, un hijo o un amigo vuelven
tros días, contribuir a la venida al mundo de una nueva
a uno, affepentidos por la injuria más o menos grave que le
persona constituye una de los más grandes prodigios hayaa podido infligir... o por cualquier barbaridad llevada a
que el varón y la mujer pueden llevar a cabo. cabo.
IlO ELEJERCICruDELASEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD 111
4 En esa coyuntura, más conforme mayores fueran la afrenta mundo de cualquier persona humana es el infinito Acto de Amor
y el arrepentimiento, nuestro amor hacia quien viene a noso- con el que Dios, volcándose sin reservas sobre ella, le conflere el
tros debe alcutzar cotas que rozan con lo inefable: ser.
c- ante un alma compungida que se acerca en busca de
perdón, deberíamos incrementar nuestro cariño hasta el 4 Con lenguaje figurado, ese Amor insondable es el <<texto>>
punto de que, con un deje de metiífora que no aleja, sin con que se escribe la concepción de una nueva vida per-
embargo, de la auténtica disposición interior, sonal.
e la única actitud coherente sería la de acogerla de rodi- 4 proporcionado a ese Amor sin 1í-
Y el único <<contexto>>
llas.
mites es justo un también exquisito acto de amor entre los
ó Algo muy similar ocure en las cercanías de la muerte o en el hombres: a saber, el que dentro del matrimonio llevan a
momento de contraer matrimonio: resultaría vil y canallesco
término un varón y una mujer cuando se entregan en una
que en tales circunstancias nuestra conducta incluyera algún
móvil distinto del más acendrado amor. Y lo mismo podría
unión sin reservas, abierta a la fecundidad.
sostenerse de casos análogos.
o Cualquier otro procedimiento provoca una ruptura insalva-
o Pero si existe un instante privilegiado en que las disposi- ble y desgalradora entre <<texto>> y <<contexto". por seguir
ciones amorosas han de llevarse al extremo, este es pre- con la imagen utilizada, y, por ese motivo, atenta contra la
cisamente el de la concepción, condición de condiciones nobleza de quien se pretende engendrar.
de todo desarrollo humano, justo por estar situada en su
mismo inicio.
De ahí la atrocidad de las tácticas que aspiran a sus-
fifuir la maravillosa expresión del amor sexual entre
varón y mujer por un acto de dominio técnico sobre la
De ahí que: persona que ha de ser procreada... y la radical ilici¡rd
+ cualquier modo de dar entrada al mundo a un hom- de todos estos procedimientos.
bre que no sea el explícito y directísimo acto de amor Pero de ahí también que, aunque cualquiera de estas
entre un varón y una mujer prácticas se opongan materialmente a la grandeza de
c) constituya, con independencia absoluta de las inten- quien va a ser concebido,
ciones subjetivas y de la imputabilidad de la acción, e la dignidad de esa persona quede radical y absolu-
+ una afrenta grave contra la dignidad de la persona a tamente salvada, ¡plenamente intacta!,
la que se va a otorgar la vida.
€ por el inconmensurable Amor de Dios en virtud
del cual siempre (fecundación artif,cial homóloga
d) ... y más todavía del Amor de Dios o heteróloga, cualquier otro procedimiento de ins-
trumentación genética, eventual clonación..') la
A la misma conclusión cabe llegar desde un punto de vista persona recién engendrada entra en el banquete de
complementario. Lo definitivamente decisivo en la imrpción al la existencia.
,,,1
,i
112 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PRIPIA SErUALIDAD 113
la frase irónica ni el puntapié o la patada en la espinilla son instru- un artefacto, que en el fondo es extrínseca y me_
mentos aptos para exteriorizar y hacer más total, hondo y jugoso ramente funcional -se limitan a <<funcionar)> como
el cariño entre dos personas. uno-,
¿Cuáles son, entonces, los gestos más pertinentes?, ¿,cómo * y la mucho más íntima y real compenetración que
pueden descubrirse?
resulta en el ámbito de lo vivo: de un injerto entre
o Engamos en cuenta que vegetales, pongo por caso, o del trasplante de ór_
ganos en un animal o en un ser humano... siempre
ó la esencia del amor, el objetivo que buscan los que se
que no sea rechazado; en estos casos, los antiguos
quieren,
elementos no solofuncionan como, sino que llegan
ó es el de establecer la más estrecha unidadrecíproca po- a constituir una unidad: ¡a ser uno!
sible: «fundirse uno en el otro>>. . . sin perder por ello su
propia consistencia y autonomía, sino, paradójicamen_ A la vista de ello, cabría formular una especie de ley general:
te, consiguiendo de este modo mayor un ser de mayor
densidad y una individualidad más pronunciada.
¡i.i + las acciones con las que los hombres intentan sincera_
También ahora me animo a copiar unas palabras de Alberoni: mente manifestar y hacer crecer su cariño
<<El enamoramiento tiende a la fusión de dos personas distintas, que + resultarán más eficaces en la medida en que mejor
conservan la propia libertad y la propia inconfundible especificidad. realicen, con sus cuerpos,
Queremos ser amados en cuanto seres únicos, extraordinarios e in- + esa unidad viva que de verdad anhelan sus respecti_
sustituibles. En el amor no debemos limitarnos, sino expandirnos,
vos espíritus.
no debemos renunciar a nuestra esencia, sino realizarla; no debemos
mutilar nuestras posibilidades, sino llevarlas a término. También la
persona amada nos interesa porque es absolutamente distinta, in_
comparable. Y así debe permanecer, resplandeciente y soberana_
c) Un buen apretón de manos
mente libre. Nosotros estamos fascinados por lo que ella es, por todo
lo que ella nos revela de sí. Por tanto, estamos dispuestos a adoptar Desde esta perspectiva, y por poner un ejemplo, el apretón
su punto de vista, a modificarnos a nosotros mismos>>. . . y, de esta de manos representa en nuestra cultura un medio excelenti para
manera, enriquecernos. acercat a las personas. cada vez que realizo con sinceridadese
gesto:
o Yrecordemos asimismo, tras las huellas de Bergson, que c) mi mano --expresión en ese momento de la vitalidad de
4 la unión más honda es la que llevan a término los seres toda mi persona- se adelanta, manifestando mis disposi-
vivos, ciones de unirme con mi interlocutor;
+) precisamente, en cuanto expanden su energía vital y la .) además, se muestra disponible para ser envuelta por la
engarzan e inter-penetran con quienes a ellos se unen: mano del amigo;
* para comprobarlo, basta atender a la diferencia de ó simultiáneamente, rodea y se funde con la de la persona a la
intensidad entre la cohesión de las piezas inertes de que saludo de manera más o menos intensa y vigorosa, en
r?
la esencia misma del amor. El amor que busca la unión debe desear (Y, por lo mismo, ¿se intuye el enorme poder destructivo de
el fruto por el que se afirma y alcanza su plena realización. Lo he- esos actos cuando se llevan a término fuera de un exquisito y acen-
mos observado ya; en el hijo, y solo en el hijo, llegan los padres a la drado contexto de amor recíproco?).
fusión completa, al reunir el hijo en sí, en su personalidad única, la
doble personalidad de su padre y de su madre, fundidas en una tal
unidad, de una manera tan armoniosa, que no solamente son insepa- 3. «BeñensE>> EN EL Auon DE ToDo uN DIos
rables de é1, sino que ni siquiera se puede discemir exactamente lo
que procede de uno o de otro>>.
a) Varón y mujer... por encima de sí mismos
También están llenos de fierzaestos versos de Miguel Hernán-
dez que, además, proyectan en la totalidad del tiempo humano la
unión viva de los esposos:
o Como ya he sugerido, otro de los títulos de nobleza de la
<<Para siempre fundidos en el hijo quedamos: / fundidos como
sexualidad humana deriva de su capacidad procreadora. O,
anhelan nuestras ansias voraces; / en un ramo de tiempo, de sangre, mejo¡ del hecho de constituir -dentro del matrimonio, que
los dos ramos, / en un haz de caricias, de pelos, los dos haces. / es donde se establece un amor de veras- el único medio
t...1 Él hará que esta vida no caiga derribada, I pedazo despren-
adecuado para dar vida a un ser humano.
dido de nuestros dos pedazos, / que de nuestras dos bocas hará una I Si la persona es lo más grandioso que existe en el uni-
sola espada / y dos brazos eternos de nuestros cuatro brazos. /
verso, lo radicalmente insustituible... ¡incluso por el
No te quiero a ti sola: te quiero en tu ascendencia /.y en cuanto propio Dios!,
de tu vientre descenderá mañana. / Porque la especie humana me
han dado por herencia / la familia del hijo será la especie humana. / =) traer una nueva persona al mundo constituye, en el ám-
Con el amor a cuestas, dormidos o despiertos, / seguiremos be- bito natural, lo más excelso que un varón y una mujer
siíndonos en el hijo profundo. / Besándonos tú y yo se besan nues- pueden llevar a cabo:
tros muertos, / se besan los primeros pobladores del mundo». e en cada acto de unión nupcial están abriendo la po-
sibilidad de una dicha inf,nita,
o Volviendo al resultado de la unión fecunda: el hijo, ¿cabe
acaso una mayor <<coincidencia con el otro>>?, ¿es pensable
e poniendo las condiciones para que alguien --el fu-
un modo más hondo y sublime de <<crear una nueva uni- turo hijo- se convierta en un felicísimo interlocutor
dad»? ¿Se entiende, entonces, por qué, en cuanto máxima del Amor divino por toda la eternidad.
expresión de la donación comunicativa, las relaciones con-
Como sostiene Leclercq, «... nada hay en el mundo más gran-
yugales no desprovistas artificial y voluntariamente de su
de que el ser humano, y haber hecho un hombre es fuente de orgu-
signif,cado natural realizan un progresivo incremento del
llo sin límites. En ninguna obra es el hombre más creador que en
amor entre los esposos?
ésta; ninguna hay que sea más suya. Salvo en casos excepcionales y
¿Se comprende también por qué me atrevía a aflrmar que, desgraciados, el hijo es el orgullo y la abgrta de sus padres>>.
siempre que se configure como manifestación auténtica de un
amor auténtico, el abrazo conyugal compone el instrumento más De ahí que, aunque los padres no hayan nunca reflexionado
adecuado -¡no el mayor!- para incrementar el amor entre un va- de forma expresa sobre la sublimidad que va unida a la condición
rón y una mujer precisamente en cuanto tales? personal del hijo, sí que suelen tener conciencia de que han puesto
124 EL EJERCICIO DE LA SEXUAUDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD
12s
por obra algo grandioso y -de forma implícita- de que en todo el golvimos al pueblo. I Jizo Dios un milagro en el camino:
proceso ha intervenido Algo-Alguien que está muy por encima podía por menos!>>.
I ino
de ellos. o De manera similar, aunque con un estilo muy distinto, un
O, por expresarlo con la terminología de Pascal, intuyen o al poeta que no se caracteriza precisamente por la viveza
de
menos entrevén que: su fe, no puede evitar el dejar constancia dá que Algo
inefa_
ble ha estado presente en la generación dei hijo.-Escribe
Pablo Neruda:
+ la unión íntima entre los cónyuges
«Ay, hijo, sabes, sabes / de dónde vienes? ll
+ representa uno de los momentos más claros t_..) Como una
gran tormenta / sacudimos nosotros / el árbol de la vida
+ en los que el hombre (varón y mujer) / hasta las
más ocultas / fibras de las raíces / y apareces ahora rcantando
en
+ es mucho más que hombre. el follaje, I enla más alta rama lque contigo alcanzamos>>.
efectos de esta relación [...]' Platón 1o vio claramente, y Proust ha establecido una auténtica despersonalización de los individuos,
causada sobre todo por la pérdida de su intimidad.
aún más. Pero cuando un fenómeno no guarda proporción con
el antecedente que 1o produce, cuando un polvorín salta a causa La exhibición de la unión sexual que la cultura actual lleva a
de una chispa, o cuando un imperio se disloca por el lunar de
un cabo a través de los media, está logrando un efecto despersonali-
que el antecedente no tiene dignidad de causa' zador del ser humano. Aquello que reclama una esfera de respeto y
rostro, ello prueba
discreción, porque afecta al núcleo único e irrepetible de la persona
sino que es el instrumento que pone en movimiento una fuerza
loteni", cuya existencia larazón debe suponer afin de explicar la
-y, como tal, no puede considerarse disponible al margen de una
elección personalísima-, se ha transformado en el argumento do-
magnitud del efecto". minante de la comunicación de masas; una comunicación pública e
Esa fuerza latente es la que casi todas las culturas a lo largo
de impersonal, que vacía la unión sexual de su significado más hondo
la historia han descubierto ligada a la sexualidad' y totalizador, y la convierte nada menos que en una actividad exhi-
bida, sin que semejante exhibición aporte progreso alguno al cono-
4 De ahí que en la mayoría de ellas la relación varón-mujer' cimiento del ser humano>>.
aunque no siempre interpretada de la manera más correc-
tzose encontrara ungida por el nimbo de 1o sagrado'
+ D ahí que las bodas, además de algo íntimo y personal' d) Razones filosóficas.. -
d"';;;;;"ti;'"*
dignidad de la persona funda no
Dios' que no quiso cooperado-
selroclama todas ñ;il;i;"'t
de co-creació''
de que todo i:"'T¿
mana,Pero'*'up'n"ulá"uJü;il**:1"*Xii:3;:',ffi hombre
[.H1;[1] H:n;iiJ3ffir"*:,'*'i'ii"'t'"
132 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD VNIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD 133
res cuando dio inicio al universo, quiere tener cooperadores cuando do es su directo e inmediato nexo con el creador: su constituirse
da origen a lo que es la obra maestra de todo el universo, el vértice
como <<alguien delante de Dios y para siempre>>, según la acertada
de la realidad creada, el hombre».
expresión de Cardona, inspirada en Kierkegaard... y que tantísi_
Y, previamente, había expuesto la razón metafísica primordial mas repercusiones presenta en educación.
de todo ello: la unidad de la persona humana en el ser, de la que
ya antes nos ocupamos y a la que hace un instante hemos vuelto a
aludir. Pues bien, partiendo de esa primordial afirmación metafísica En resumen, cada persona que viene a este mundo,
-rscribe Caffarra-, «comprendemos que el acto procreativo de los
esposos, en su verdad más profunda, es co-creación con la activi-
+ mucho más y antes que hijo nuestro,
dad creadora de Dios. Es 7a persona la que se genera mediante la + es hijo de Dios.
generación del cuerpo; esla persona la que es creada mediante la
creación del alma>>.
Lo mismo que, añadiendo algunas puntualizaciones, afirmaAn- á En segundo término, me gustaría insistir en que, gra_
tonio Ruiz Retegui: <<No es que Dios cree una sustancia espiritual cias al ejercicio de la sexualidad, los padres selntrodu_
que se una a la sustancia material engendrada por los padres. El cen dentro de la potencia creativa de Dios, con cuanto
término propio de la creación es la persona, y la misma persona es el lleva consigo y que empieza a vislumbrarse al consi_
término de la generación. Pero Dios la crea por su dimensión espiri- derar la simplicidad divina. pues, en virtud de ella, el
tual, mientras los padres la engendran por su dimensión somática: lo Acto con el que Dios da el ser a cada nueva criatura es
creado por Dios y lo engendrado por los padres es el mismo ser. Po- numéricamente idéntico a aquel con el que instituye el
dría decirse que los padres disponen la materia cuya forma propia es
universo entero, e idéntico a su vez al mismísimo Ser
el alma creada directamente por Dios, de modo que verdaderamente
divino... que es su Amor infinito.
causan materialmente el alma. Por esto, la generación humana se
denomina pro-creación y puede decirse con propiedad, no metafóri- o Por todo ello, y por mucho más, no puede sorprender laalta
camente, que los padres participan del poder creador de Dios».
estima en que los santos han tenido el amor conyugal.
ó San Josemaría Escrivá, por referirme a una persona que
g) Dos consecuencias de gran calado entendió a las mil maravillas el amor humano,
e no solo insistía y se recreaba en la expresión pau_
o Las consecuencias de todo ello no pueden encarecerse en lina que califica el matrimonio como sacramentum
exceso. Me limito a señalar dos de particular relevancia. magnum (grande: calificativo que, entre los siete
4 Antes que nada, que el fruto de la unión conyugal fe- existentes, solo se aplica a este sacramento);
cunda no es un simple ejemplar de la especie humana, e sino que repetía una y otra vez que el amor de sus
sino una imagen singular e inepetible -¡única!- del padres, como el de todos los esposos que actúan
Dios tres veces uno, directamente relacionada con Él y con rectitud, él lo bendecía con las dos manos...
a Él referida. por la sencillarazón de que no tenía cuatro.
Lo que implica, a su vez, que la verdad más absoluta del hijo 4 Y no dudaba en asimilar el lecho matrimonial a un aI_
no es ser <<de los padres>>, pertenecerles. Más radical y profun-
tar.
134 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD 135
. ¿Por qué esta última y tan atdaz comparación? h) Otra yez la literatura... y la vida
4 Estimo que en ella late una verdad teológica fuerte-
Thmbién ahora son muchos los poetas que han sabido expo_
mente arraigada; a saber: que justo en la unión íntima
ner ese vigor universal, cósmico, al que se encuentra aparejadó el
entre cristianos ligados en matrimonio se renueva de
trato conyugal íntimo, justamente en virtud de su potencialidad
una manera muy particular el sacramento que entrelazó
creadora.
sus vidas para siempre, con las gracias que lleva adjun-
tas. o Y, así, Rafael Morales, refiriéndolo al propio hijo, excla_
ma:
(No estaría de más que los cristianos reflexionáramos de vez en <<Rama del beso tú, que, leve y pura, ltienes raíz en
la pasión
cuando sobre este extremo: ¿existen modos más gozosos y ef,caces amante, / en una humana y sideral locura. llrlbia luna rosada y
para los cónyuges que unirse íntimamente en una relación abierta palpitante, / dulce vuelo parado en la hermosura / que ha surgidá
a la vida?).
del cielo de un instante>>.
De una manera velada, propia del lenguaje poético, estos ver_
Pero como filósofo me gusta pensar -tal vez sin funda- sos sugieren la introducción de la actividad humana en una Ac-
mento- que, ción a la que se encuentra referida, como a su Origen, la entera
realidad creada: cielos y tierras, según apuntaba antés.
+ al comparar el lecho conyugal con un alta4
+ San Josemaría apuntaba también a la especlal pre- . Algo similar expone Víctor Hugo:
sencia de Dios en el mundo que acompaña a las «Cuando se aproximan dos bocas consagradas por el amor es
relaciones matrimoniales fecundas. imposible que por encima de ese beso inefabl" ro ," produzca un
+ Una presencia que, si fuera exagerado calificar de estremecimiento en el inmenso misterio de las estrellás».
cuasi sacramental, o Y, de nuevo, Miguel Hemández:
e debe sin embargo preservar su singularidad <<La gran hora del parto, la más rotunda hora:
lestallan los
única, «s5pecialmente divina», distinta a las relojes sintiendo tu alarido, / se abren todas las puertas del mun-
restantes en el ámbito natural: do, de la aurora, / y el sol nace en tu vientre dónde encontró su
* es formalmente, al menos en potencia, creado- nido. /
ra de personas... y no simplemente conserya- t...1 Hijo del alba eres, hijo del mediodía. / y ha de quedar de
dora de otras realidades. ti luces en todo impuestas, / mientras tu madre y yo vamos a la
agonía, / dormidos y despiertos con el amor a cuestas>>.
(Personalmente, y tal yez pon el cariño que tengo a México y o Pero también lo experimentan, de manera más clara cuanto
a su Patrona, me gusta establecer cierta similitud entre el modo en más crece su afecto, los esposos que llevan a término cum_
que Dios está presente en el acto de unión fecunda y la manera, sin plida y amorosamente la unión conyugal. Se advierten en_
duda excepcional, en que la «imagen>> de la Guadalupana se halla tonces ligados a la Fuente del cosmos, con la que en cierto
plasmada en la tilma de Juan Diego: un modo radicalmente distinto modo se identifican, y, con Ella y por Ella, al universo todo
a cualquier otro que pueda darse naturalmente). y al conjunto de la humanidad.
136 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXI]ALIDAD 137
Apoyado en expresiones explícitas del Romano Pontíflce, 1o Ayuda para la reflexión personal
expuso hace ya algunos años Cormac Burke:
«Una falta de auténtica conciencia sexual caracteiza el acto si o ¿Serías capazde explicarpor qué el único modo adecuado
la intensidad del placer no sirve para despertar una comprensión de dar la vida a un ser humano es la relación íntima entre
plenamente consciente de la grandezadela experiencia conyugal: dos esposos movidos por el amor? Expón otros casos en
me estoy entregando --entrego mi capacidad creativa, mi potencia que el amor sea también el móvil principal o exclusivo de
vital- no solo a otra persona, sino a la creación entera: a la histo- determinadas acciones.
ri.a, ala humanidad, a los planes de Dios. En cada acto de unión
conyugal, enseña Juan Pablo II, "se renueva, en cierto modo, el o ¿Qué te parece la flgura del <<texto» y el <<contexto» para
misterio de la creación en toda su original profundidad y fuerza esclarecer la paradójica dignidad del niño o niña que va
vital">>. a ser engendrado? ¿Sabes por qué digo que se trata de un
Y añade, y con ello concluyo: derecho «paradójico»? ¿Qué otra imagen o metáfora se te
ocure para explicar mejor esto mismo?
o En la estela abierta por Kierkegaard, Carlos Cardona des_
«La vitalidad de sensación en el acto sexual debe corres-
cribió al ser humano como <<alguien delante de Dios y para
ponder a una vitalidad de significación [...].
siempre>>. ¿Qué opinas de esta manera de referirse al varón
l + La misma explosión de placer que comporta el acto
y a la mujer? ¿Estimas que es una <<definición» poéticá o fi_
sugiere la grandeza de la creatividad sexual.
gurada, o te parece que expresa bien lo que es el hombre?
+ En cada acto conyugal debería haber algo de la
magnificencia -de la envergadura y del poder- de o ¿Por qué cabe sostener que las relaciones íntimas son una
la Creación de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina de palabra privilegiada del lenguaje amoroso del cuerpo?
Roma...». ¿Puede afirmarse que es la máxima manifestación del amor
entre varón y mujer precisamente en cuanto tales? ¿,Con
qué condiciones?
o ¿En qué sentido podría decirse, con Barbotin, que la signi_
Tranquilidad. ficación del abrazo culmina en la unión conyugal?
El conocimiento humano es progresivo. Normalmente no se o ¿Qué término consideras más correcto, referido a los pa_
comprende del todo lo que se lee por primera vez. Lo medio- dres: el de procreadores o el de co-creadores?
¿por qué mo_
entendido entonces prepara para estudiar lo que sigue, y el tivos?
nuevo conocimiento aclara lo ya aprendido. A menudo es
preciso «ir y venir», leer más de una vez lo mismo. Pero el
o ¿Qué tipo de cooperación se establece entre Dios y los pa_
resultado final suele provocar una notable satisfacción. dres cada vez que estos dan vida a un nuevo ser humano?
No te limites a responder de manera esquemática, sino in_
Ánimo.
tenta extraer todas las consecuencias que puedas de tu afir_
mación.
VI
LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO
DELAMOR Y LA UNIÓN CONYUGALES
¡Alerta!
Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como
también las hay de observar la realidad, Muy a menudo, no
advertimos la existencia de argo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o
cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en esfado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante
fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones
claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada».
Por éso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responde4 con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.
Entre otras, estas afirmaciones tienen la ventaja de situamos b) El crecimiento del amor a través de la.sexualidad
derechamente en el núcleo mismo de lo que pretendo examinar.
4 Como telón de fondo, y con lo estudiado en otros capítulos,
Pues es frecuente que los estudios sobre el tema anali-
no es imposible percibir qtre, en virtud de la radicat unidad de
cen el papel que la atracción sexual desempeña en el
la persona humana, el amor fundamentalmente <<espiritual» de
<<descubrimiento» del futuro cónyuge y en el surgimiento
los cónyuges (el que reside o se inicia en su voluntad, que nunca
de un amor de amistad o benevolencia, preludio _tantas
puede faltar) se verá incrementado en la medida en que se exprese
veces- del amor conyugal más exquisito.
y continúe en los dominios afectivos
-¡la ternura!, por ejemplo, o
las caricias y las palabras de cariño- y, en su caso, a través de la
unión física.
144 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO DEL AMOR ... t45
a ser tolerado con dificultad por la mujer, o sufrido con repugnan- . Consecuencia inmediata:
cia) y se destruye la verdadera relación».
+ sin verdadero amorvoluntario (electivo) entre dos
personas,
El sexo, sin amo[ desintegra la pareja, + la unión afectiva o el trato físico estarían despro-
vistos de su verdad más radical, serían constituti-
+ provocando «una sensación cada vez mayor de sepa-
vamente falsos
ración,
+ y, por eso, incapaces de acrecentar el vigor de las
+ puesto que el acto sexual sin amor nunca elimina el
esferas más altas y, ni siquiera, de ejercerse cabal-
abismo que existe entre dos seres humanos, excepto mente en su propio ámbito.
de forma momentánea».
. Al margen del amor, el sexo inutiliza y desactiva el
propio mecanismo sexual. Af,rma Juan Bautista Torelló, con la autoridad que le otorgan
sus largos años de ejercicio de la psiquiatría: <<Una sexualidad se-
parada del amor, una ejercitación meramente corporal, no propor-
ii) Amor expresado a través de la sexualidad ciona ninguna experiencia verdaderamente humana. Con las prác-
ticas eróticas que una sexología de folletín popularizó sin cesar, se
aprende tan solo a separar lo que únicamenfe en el completo don de
Pero esto era, cabalmente, 1o que aflrmábamos al sostener que,
un yo a un tú, que crsa la unidad definitiva de dos seres humanos
para que reviertan en una mejora del amor espiritual y afectivo,
únicos e irrepetibles e irremplazables,que se aman, encuentra sig-
las relaciones matrimoniales tienen que ser, a su vez, expresión nificado y plenitud.
auténtica de un amor auténtico.
¡Cuánta ingenuidad y superficialidad demuestran muchos jóve-
nes que se pavonean de"expertos" en cuestiones "de amor"! Esto lo
Entre el acto de ser, el alma y el cuerpo existe una clara grada-
saben, por desgracia muy bien, psicólogos, sexólogos y sacerdotes
ción ontológica. Por ello,
de nuestro tiempo>>.
+ si en virtud del carácter rigurosamente personal de cuanto
en el hombre anida, bl amor conyugal debe afectar y ser
expresado por todos los ámbitos de la persona humana --el . Por el contrario,
estrictamente espiritual o voluntario, el psíquico o afectivo + en la medida en que expresen los modos superio-
y los dominios sensibles-,
res de quererse,
+ a causa de lajerarquía existente entre los distintos campos,
+ el amor afectivo y el físico se configüran
la manifestación amorosa en una de las esferas inferiores
quedaría radicalmente falseada si no fuera como el desbor-
+ como estímulo innegablemente eficaz para el per-
darse o el concretarse de los ámbitos superiores.
feccionamiento del amor radicado en la voluntad.
(Aunque en otro lugar expliqué que existe también una afectivi-
dad espiritual, y, por considera¡lo de capital importancia, incluso in-
o Todo ello puede verse más claro enfocando el asunto desde
sistí machaconamente en ello, en estos momentos sigo el uso común
que tiende a encuadrar la afectividad en los dominios psíquicos). el punto de vista de la unión.
t48 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO DEL AMOR ... t49
dad en los otros dos. eso es siempre nueva, "en la pareja siempre se ha de construir"; en
esa pareja única, es decir, formada por dos personas únicas, el sexo
+ La identificación de voluntades --elquerer con, de que ha- encontrará su propia
o'norma"
-que es la que conviene a esa pare-
blaba ya Miguel Hernández- favorece la unión de cora- ja- en el respeto del amorr.
zones (de afectos, emociones, sentimientos) e, incluso, la Y añade, con un poco más de hondura y dificultad: «La vida, y
estricta unión física, corpórea: la cópula. el sexo, que es vida, no se pueden encenar solamente en el conoci-
miento de la objetividad de los detalles del cuerpo y de un momen-
I La sintonía afectiva, por su parte, facilita la instauración to determinado de la sexualidad, aunque también sea todo esto. Es
de un idéntico querer y torna más fácil y jugosa la unión "también" todo esto en la relación seiual íntima entre el ,arón yL
corporal. mujer, donde se cumple la finalidad de la función unitiva o sexual.
+ Pero, para pasar de la sexualidad del individuo a la unión de dos
Y esta última unión, cuando es auténtica, cuando está res-
personas con un acuerdo entre ambas, incluso también en la sexua-
paldada por un verdadero amor electivo, incrementa ese
lidad, hay todo un camino que tienen que recorrer a lo largo de la
mismo amor y refuerza la concordia afectiva. vidq, en el estilo único de cada pareja, indescriptible, y que hablan-
150 ELE]ERCICrcDELASEXUALIDAD LASE*IALIDAD, ALSERVICI1 DELAMIR ... 151
do todavía objetivamente, podemos definir como comportamiento Este, abandonado a su tendencia natural, persigue más direc-
amoroso. tamente la culminación del coito, y tiende a dar por terminada la
relación en cuanto ha alcanzado el punto cumbre.
En esta relación de amor que une a las dos personas y se re-
fierza, se produce una intercomunicación hecha de palabras, pero La mujer, por el contrario, posee una cadencia más acompasada;
también de gestos y de actos; y, en este caso, 1a comunicación tiene está más necesitada de ternura, de caricias que preparen el paroxis-
lugar, sobre todo, a través del cuerpo». mo de la unión, y mantiene el estado de excitación física y afectiva
durante ciefo lapso de tiempo, con posterioridad al cumplimiento
de la cópula.
r Ningún escúpulo para asumir tal convicción: tegrante del amor propiamente humano y conyugal- contri-
1) Primero, porque a estas alturas debería estar más que claro buyen a incrementar tal amor.
que nuestro cuerpo es también estricta y rigurosamente humano- 4 Hay ocasiones en que los esposos no saben expresar
personal, y merece participar, lo mismo que en los dolores, en el «espiritual e inteligentemente>> --en particular, con la
júbilo que proporciona el amor. palabra- el afecto que sienten hacia su cónyuge.
2) Después, porque el regalo corpóreo no se presenta nunca * En esos casos, la exteriorización sensible del afecto se
como un elemento aislado ni, en los matrimonios vividos huma- convierte en vehículo insustituible para mostrar e in-
namente, se busca por sí mismo:
crementar el amor más hondo y más puro.
á la fruición física, unida siempre a las más nobles emociones
de la afectividad satisfecha y a los anhelos cumplidos de la
voluntad, y como envuelta por ellos, es un corolarlo que se Recordaba de nuevo Carnot:
ofrece por añadidura a quienes, también en el trato íntimo,
procuran el bien del otro en cuanto otro; ¡No lo olvidéis los casados!
+ pero un corolario qrue debemos aceptar, agradeciéndolo a El amor corporal «no es todo el amor, pero contribuye
Dios, que ha querido ligarlo al don recíproco pleno. en gran parte a fortalecer el dulce lazo de vuestros co-
razones.
3) Por fin, y con esto no hago más que insistir en lo mismo,
porque el hombre es también, efectivamente, su cuerpo,.y acoger Todo lo que vuestros labios no saben decic todo lo que
lo que este pueda aportar a la vida humana en su conjunto, y a la desborda de vuestros corazones, lo expresarán vuestros
vida conyugal en concreto, instaura una actitud de esticta justicia besos».
para con el Creador: Dios obra maravillas de eternidad
-¡la pro-
creación!-, también a través del cuerpo. ¡Y hay que regocijarse
por ello! 2. UN MODO DISTINTo DE ENGRANDECER EL AMoR
Pero, precisamente porque estamos ante una realidad flnita, en amor conyugal, y dota de una tonalidad propia a cuanto en él se
el universo humano existe un sinnúmero de subespecies del amor, incluye.
distintas e incompletas, si se las considera en sí mismas. El incre-
mento de la categoría personal del varón y de la mujer se juega, ó La razón es sencilla:
entonces, no solo en lo que cabrta calificar como una progresiva
intensificación delos distintos arnores, sino en el enriquecimiento
* por naiuraleza, el eros solo se establece entre dos per-
que deriva de integrarloJ en un todo unitario. sonas de sexo diferente y complementario;
1) lo que algunos denominan <<afecto>>, que coincide substan- Ahora bien, el ¿ros constituye la condición de posibilidad de
cialmente con el amoÍ natural, en virtud del cual quiero algo en esa integración, pero no su realización en acto. Para lograrla, es
cuanto en cierto modo es mío o se asemeja a mí', imprescindible empeñarse por aunar las diversas clases de amo-
2) la amistad, encarnación suprema -por máximamente li- res, bajo la acción primordial y globalizante de un auténtico amor
bre- del amor electivo, que nos lleya a querer al otro en cuan- electivo, que persigue el bien del otro... por el otro. Solo entonces
to otro, por Ju bien intrínseco y constitutivo, configurándose así encontrarán los cónyuges la total realización como persona den-
como el más elevado género de amor; y tro del matrimonio, y la felicidad que de esa plenitud deriva.
3) el eros, en su más noble acepción, resultado de la atracción Y en todo ello, desempeña un gran papel el que suele ser efec-
mutua entre varón y mujer, que compone habitualmente el inicio to de la unión íntima: los hijos.
y la fuente del amor entre los esposos.
Dentro del matrimonio, y sea cual fuere el origen histórico
de su amor recíproco, los esposos han de luchar por alimentarlo, b) Incremento del amor <<natural»>
hasta hacer confluir en él las distinfas variedades de amor.
Más de una vez he explicado que, cuando surge de un cariño
auténtico, el hijo se introduce en la misma corriente amorosa esta-
Al eros, que representa su núcleo diferenciado4 blecida entre los esposos. Y, desde este punto de vista, favorece el
+ tienen que saber sumar todas las manifestaciones incremento y la integración de <<¿unores>> con los que se aquilata
+ del amor natural, o afecto, la categorta personal de uno y otra.
+ y del amor electivo o amistad. Y, antes que nada, del amor natural. Pues, si cada hijo es fru-
i
to efectivo del amor conyugal -como una suerte de derivación
espontánea de él-, el amor con que los padres lo quieren cons-
La presencia del eros, inadecuada en cualquier otro contextor tituirá también una prolongación del cariño que mutuamente se
confiere una especial posibilidad de plenitud a la integración del obsequian.
160 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO DEL AMOR .,. t61
los amantes no cesan de contemplarse uno a otro, mientras los Y, de resultas, se acrisola hasta 1o indecible la solidez y el
amigos acostumbran amirar juntos en una misma dirección. Pues temple del amor entre los esposos.
bien: en el caso de los esposos que llegan a ser padres, ambas
<<Los esposos que se aman, aman todo lo que les acerca y les
perspectivas se aúnan y se potencian de manera recíproca. Y lo
une. Nada les es común en el mismo grado que el hijo. Pueden po-
hacen, justamente, en virtud de ese bien común constituido por
ner sus bienes bajo el régimen de la comunidad; pueden llevar el
los hijos. mismo nombre; pueden concordar sus caracteres; pueden unirles la
* Cuando marido y mujer dirigen hacia la prole una mi- inteligencia más cordial; sin embargo, nada les es tan común y nada
les une como el hijo. [...] Los esposos unidos continúan amándose
rada conjunta, descubren en ella -en la común descen-
uno a otro en su hijo; encuentran en él no solo a sí mismos, sino su
dencia, y por los motivos que acabo de esbozar- a la
unión, la unidad que ellos se aplican arealizar en toda su vida. Cada
persona del cónyuge y se vislumbran a sí mismos: pues-
uno de ellos reconoce en el hijo el ser que él atna en un ser nuevo
to que cada hijo constituye la síntesis que resume,'en que se lo debe todo y que él ama también con un amor que no se
conjunción original y autónoma, la realidad bipersonal separa de aquel al que el hijo debe el haber nacido. El matrimonio
de los esposos. encuentra así, en la paternidad y la maternidad, su florecimiento per-
+ fecto. El niño remata el enriquecimiento del alma que los esposos
Al mismo tiempo, el hijo es un ser consistente, autárqui-
buscan en su unión>>.
co, otro, que conduce la vista de sus progenitores más allá
del propio yo de cada uno.
o A modo de añadido imposible de desarrollar, también por-
De ahí que afirme Thibon: «El hijo, este fruto del amor tan que sería impropio de nuestro contexto, me gustaría agre-
exterior a los dos seres que lo han creado, este fruto que solo existe gar lo siguiente. Tomás de Aquino, reflexionando sobre los
verdaderamente a partir de la hora en que se sepata de la rama, datos revelados, aflrma tajante que Dios no podía ser sino
rompe el exclusivismo de la pareja: sustituye la adoración recípro- Trino: dos Personas, incluso divinas, no resultarían <<sufi-
ca, que encadena, por un fin común, que libero>. cientes>>. Y no lo serían, sostiene, porque sin el surgimiento
de una Tercera no se podrían realizar en plenitud las de'
Consecuencia: cuando se lo acoge de la manera adecuada, licias del amor: hacer partícipes del mutuo cariño a otras
cada nacimiento hace más fácil que el afecto y el eros conyugales, personas.
sin desaparecer ni menguar en 1o más mínimo, se enaltezcan hasta
¿Se entiende, entonces, cómo el advenimiento de la prole con-
alcanzar las cotas de uno de los más nobles amores de amistad, fiere un resello deflnitivo y hace madurar la estima de los espo-
dotado de gran vigor unitivo. sos?
término del amor esponsal: toda persona gozadelderecho a entrar años) y recuffen a los distintos métodos de fabricación de
en la existencia como resultado de un acto de amoq recíproco y un ser humano con el fin de colmar sus ansias de patemidad-
exquisito, de sus padres. Fuera de ese contexto, se está vulnerando matemidad o el vacío sentimental que una vida de pareja
su dignidad. poco entregada origina en ellos...;
En realidad, la situación presente respecto a los temas que á en todos estos casos, la nueva criatura o viene considerada
venimos tratando es todavía más compleja. Sin desmentir en áb- como un simple instrumento parala satisfacción de quienes
soluto lo que afirma Muraro, no es que no <<se hable» de los hijos no la desean o la anhelan a toda costa, atentando también en
hoy, sino que se tiende cadavez más a considerarlos .,en función la segunda de las circunstancias contra la dignidad del crío,
que solo logra salvar radicalmente la intervención de Dios:
de los padres>>, de la satisfacción emocional y de los caprichos de
un Dios que, pese a todo, le confiere el ser como consecuen-
estos últimos.
cia de su Amor infinito, exactamente idéntico al que oftenda
a quienes entran en este mundo como resultado de un acto
De este modo, no solo se inviefe la relación natural entre los
de exquisita donación amorosa en el seno del matrimonio.
progenitores y la prole, sino que se la falsifica y pervierte.
Atendiendo a la natoxaleza de las cosas, puede afirmarse que
los padres son <<para los hijos», que se deben a ellos. pero esto no Cuanto estoy apuntando constituye una de las distorsio-
implica ningún tipo de esclavitud o servidumbre, como a veces se nes más profundas que pueden darse en el conjunto de
pretende que pensemos.
las relaciones humanas.
, He explicado en este mismo escrito que los hijos constituyen la
prolongación natural del amor y de la entrega recíproca de los cón_
yuges. Por tanto, solo podrá hablarse de sometimiento envilecedor Sus consecuencias resultan difíciles de anticipar. Con todo, se-
del padre o de la madre a su descendencia cuando la relación entre mejantes casos ocupan con frecuencia las portadas de los periódi-
los esposos admitiera también semejantes calificativos. cos, telediarios y revistas del corazón. No pasa mucho tiempo sin
Mas sugerí en su momento que la donación mutua de los cón_ que se nos informe de que un famoso o una famosa -o alguien que
yuges, lejos de configurarse como una subordinación forzada,repre_ empieza a serlo justo como resultado de esta acción- acuden por
senta el fruto más genuino y enaltecedor de la libertad enamorada ejemplo a un banco de embriones para seleccionar aquel con el que
y constantemente mantenida. La llegada de cada nuevo vástago no piensa paliar sus carencias afectivas.
hace sino ampliar e intensificar ese acto de amor libérrimo y g.átuito
y, claro estií, también sacrificado... como todo amor.
Por el contrario, 2. CoNrnecEpcróN: LA <<EFICACIA>> EL úNICo cRITERIo?
¿ES
4 cuando los progenitores se erigen en iírbitros absolutos de la
vida del hijo, rechazrándolos por el presunto daño que a ellos a) Un atentado contra el amor
pudiera reportarles (medido en ocasiones por parámetros tan
banales como el deseo de disfrutar de la juventud, el éxito Todo lo dicho en el texto ayuda a entender por qué el sano
profesional incontrolado o el simple sexo de la criatura); sentido común, al igual que la Iglesia, se han opuesto desde siem-
d o cuando se empeñan a toda costa en tener descendencia (a pre a la contracepción. Las dificultades para comprender y aceptar
veces después de haberla repudiado violentamente durante este repudio suelen venir de enfocar mal la cuestión, simplifican-
174 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD AMOR Y CONTRACEPTIVOS 175
No cabe una mayor falsificación, aunque no se tenga sostendúa: <<te quiero, sí, pero te quiero estéril; me
conciencia ni culpa de ello. entrego enteramente ati, con excepción de mi capaci-
+ Y toda la fuerza expresiva de la unión corpórea,
todo
dad de engendrar>>.
su vigor compenet¡ador, 2) En 1o que afecta al segundo punto, sostienen: <<deseo y
+ se vuelve irreparablemente contra quienes actúan de busco tu plenitud como persona, tu desarrollo perfectivo,
forma contraceptiva. @ pero no el engrandecimiento que en ti puedan suponer
o La relación contra-ceptiva contra-dice de forma impla_ la paternidad, la maternidad»;
cable el amor que pretende manifestar.
4 «anhelo gozosamente que entres en mi vida, para perfec-
cionada...
@ pero me reservo el derecho de mantener infecundas,
c) l.a gran contradicción
de no desplegar las facultades que me llevarían a ser
Calría dar un paso más y preguntarse: padre, o madre, de tus hijos».
¿dónde radica real_
mente la contradicción? 3) Por fln, aseguran: <<soy todo tuyo, eres toda mía,
4 Y la respuesta sería, más o menos: una contradicción es
@ menos nuestra capacidad de generar, que debe perma-
tal porque aflrma y niega, simultáneamente, la necer en barbecho».
misma rea_
lidad.
4 Pues esto es lo propio del amor contraceptivo.
¿No son todas estas restricciones prueba palpable,
e Et él se rechazan drásticamente los tres elementos puesto que se sitúan en un plano casifísico, de la falsía
constitutivos del amor que subjetivamente y, a veces, real -no necesariamente advert¡da ni culpable- de las
con sinceridad, pretenden confirmarse. relaciones contraceptivas?
e Se aflrman y niegan, de manera simultánea, la
corro_
¿No es evidente que, a pesar de todas las teóricas con-
boración mutua en el ser, los deseos de plenitud y fesiones verbales de amor -probablemente sinceras-,
la se rechaza de hecho una dimensión esencial de la
entrega recÍproca.
persona querida, una dimensión que constituye parte
o En efecto, ¿qué se dicen los esposos que utilizan tales
mé_ fundamental de su índole sexuada y, por tanto de su
todos, en relación con cada uno de estos tres integrantes
del mismo ser personal?
amor?
+ 5e acoge teóricamente a la persona amada, y se
1) Respecto al primero, si pretenden en verdad amarse, entrega uno a ella,
no
pueden sino afirmar con el espíritu: <<te quiero,
"rtoy "r"antuJo
con que existas, acepto y confirmo tu persona íntegrá»
+ repudiando al mismo tiempo algo fundamental
(en virtud de uno y de otro, una porción del propio ser per-
de su superlativa unidad, si no ," u"og" la persona
íntegra... de sonal.
ningún modo se acepta ala persona);
De amor, de entrega incondicionada, ni rastro:
e pero con el uso de su genitalidad, a través de
+
sus rela_ todo son distinciones, salvedades.
ciones íntimas, niegan lo que en principio su espíritu
178 ELEJERCICrcDELASEXUALIDAD AMORY CONTRACEPTNOS 179
oPor el contrario, desde el punto de vista moral y antropo_ Ayuda para la reflexión personal
lógicó, es muy distinto el comportamiento de los cónyules
que, cuando existen motivos gmves que aconsejun pt.po_
¿Piensas que los métodos naturales están permitidos justo
ner o evitar una nueva concepción, se abstienen dá tener
por ser <<naturales>>? ¿Signiflca eso que los <<artiflciales»
relaciones íntimas en los períodos fecundos de la mujer
no son legítimos precisamente por su carácter artificial?
(métodos naturales o continencia periódica)
Te pongo sobre aviso de que en las preguntas hay algo de
- En ese caso sí que maniflestan y estimulan el amor conjunto,
además de no hacer nada positivo que impida la transmisián
trampa, y que es bueno que intentes descubrirlo.
la vida.
de Comenta esta frase, inspirada en Juan Pablo II: La con-
tracepción contradice la verdad del amor y disminuye o
Juan Pablo II ha observado: «De este modo la sexualidad incluso puede llegar a anular lafelici.dod que de ese amor
es
respetada y promovida en su dimensión verdadera y plenamente deriva.
humana, no "usada", en cambio, como un..objeto,, que,'rompiendo
¿Qué entiendes por <<contradicción»? ¿En qué sentido se-
la unidad personal de alma y cue{po, contradice la misma creación
rían contradictorias las relaciones contraceptivas y por qué?
de Dios en la trama más profunda entre naturaleza y persona>>.
Para acertar con la respuesta, intenta calibrar la relación en-
tre la unión conyugal y el amor del que deberían derivar o,
Obrando así, los cónyuges adaptan su comportamiento sexual
de hecho, derivan.
a las exigencias provenientes de la responsabilidad procreativa.
Por el contrario, en el caso de la contracepción haóen justo lo Suponiendo hipotéticamente que, en el fondo,los usuarios
opuesto: alteran el proceso procreativo para no tener que modifi_ de los métodos naturales y los de anticonceptivos busca-
car su comportamiento sexual. ran lo mismo, ¿cuáles son las diferencias entre su modo de
obrar a la hora de mantener relaciones íntimas?; ¿te parece
que esas diferencias bastan para legitimar los primeros y
declarar ilícitos los segundos? También ahora debes mati-
zar lo suficiente, si no quieres incurrir en error.
Tranquilidad.
I-
I
USAT
nrq LTOI'FCA
VIII
LOS MÉTODOS NATURALES
¡Alerta!
Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como
también las hay de observar la realidad, Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. 5i esto no sucede, resulta bastante fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada».
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responder; con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.
!
¿Qué signiflcado darías a la palabra <<eflcacio» en el con-
; texto del uso de los métodos naturales de regulación de la
i
I
fertilidad?
182 ELEJERCICrcDELASEXUALIDAD
Los uírooos NATURALES t83
o ¿Teparec" qu" mejor caracteizaa los métodos
lg.gl"
turares es ra posibilidad na_
la de lograrlorn el
dé posponer o evitar un embarazo, + pongan su entendimiento al servicio de los desig-
más de fondo? En
-o-"rto opoauro u otras propiedades nios divinos,
:st: último caso, ¿podría, + e intenten descubrirlos y obrar del modo más con-
na de esas caracterÍsticas? "r;r;;;;ür_ forme para darles cumplimiento.
. ¿Qué es lo más relevante en la planificación .
familiar na_ Por eso pueden recurrir, cuando haya causas para ha-
tural, el conocimiento científico
de las técnic;;l;#, cerlo, a procedimientos aptos y lícitos para regular la
del hombre y del mundo que llerra
aparejada? Razona tu concepción.
respuesta.
. antagonismo dominio_respeto,
.E,
blos"lunirías al uso correoo a" ¿cuálde los dos voca_ a) Algunos métodos naturales de regulación de lafertilidad
_eto¿o. ,"*"i"ri
de los contraceptivos? "rii"r
No pretendo exponer con detalle el modo de obtener un em-
barazo o, al contrario, el de eludirlo o distanciarlo del precedente,
1. Ix-rnoouccróN cnNsRer cuando existen causas proporcionadamente graves. No es ese el
f,n de estas páginas, y de ahí que la cuestión se trate en otro lu-
Los gestos de amor personal deben gar. Aquí aludiré solo, y con brevedad, al comportamiento que la
lleva¡se a término como
naturalezapersonal Oe quienes razón y la Iglesia consideran correcto adoptar en tales casos: la
l1i8e.la
apreciando ese íntimo gozo que
tes dan vida, sin frau¿esl
el uso sincero y recto de la sexua_ regulación natural de la fecundidad.
lidad en el matrimonio contiene
en abundancia.
Los cónyuges se unen para manifestarse
, el recíproco
cariño v Es decin la adaptación de la propia conducta sexual a las
sobre et fondo de la alegría de
na, que testimoniará con su presencia
p"d;;i;_*;l;;ü"";",ó#"1 reglas que dicta la naturaleza.
el amor común.
Resulta indudabre que uno de los
objetivos connaturales de ra
sexualidad humana es lá fec¡ndi¿"¿-fli¡fr,
una bendición' y procurando
por tanto, si pues son o El óvulo, que abandona el ovario hacia un par de sema-
darres. áJr¿ ¿" nuestras posibiri- nas antes de la menstruación, resulta fecundable durante
siempre con l" ,"il;ñ;ivina, to m"Jo, paru un período aproximado de veinticuatro horas. Transcurri-
#ffrrl"*rrando
do este tiempo, degenera. Por consiguiente, la concepción
solo puede tener lugar en ese día X, situado con frecuencia
r Los esposos deben, por tant;,
estar dispuestos a reci_
casi en el centro del intervalo entre una menstruación y la
bir con alegría la descendencia que sucesiva.
orloll",
+ Pero es perfectamente legítimo que, mande. La pareja que desee concebir un hijo procurará mantener re-
como en las
restantes circun3tancias de la laciones sexuales en la época cercana a ese día con objetp de que
vida,
el espermatozoide, cuya vida es más dilatada que la del óvulo,
alcance a este cuando todavía es fecundable; por el contrario, se
184 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD tos uÉrooos NATURALES 185
abstendrá de establecer tales relaciones en ese mismo período, macias. En cualquier caso, es imprescindible que, antes de llevar a
si existieran razones suficientes para evitar el embarazo (de ahí cabo cualquier procedimiento de regulación natural de la fertilidad,
la denominación de <<continencia periódica» con que se califican los futuros usuarios reciban la formación antropológica y técnica
también -y para algunos, más adecuadamente- los métodos natu_ adecuada.
rales de regulación de la fecundidad). En el caso de los métodos a que nos hemos referido li), ii) e
"
i;:;ñ ".i
r"il Í: T.T:Tffi ll,,i;,l:
tan desde distinros
de ser rúp;;;;m"rt" ilícitos, presen_ En total conformidad con el contenido de esta última cita, ex-
or::: pongo a continuación algunas de las ventajas antropológicas del
rndeseables o incluso 1"
nocrvos. "ir;;;^;;;;: efectos secundarios uso legítimo --con causas proporcionadas- de la regulación natu-
ral de la fecundidad, conocida hoy también como Planificación
Familiar Natural (PFN).
fo que
parece imponerse es
!-uando.
progresivo el envilecimiento
de la sexualidaj,
+ la promoción inteligente de los a) En general
métodos naturales,
+ si existen causas justificadas para o Mas antes conviene dejar claro que esos indudables bene-
+ puede representar un camino parasu utilización, ficios humanos no pueden ni siquiera vislumbrarse cuando
nivel humano, mantenerla en un
la planificación natural se considera como un simple medio
+ a tas justas expectativas para posponer o eludir los embarazos.
;jf;rd:o det hombre y
- Cuando existan causas suficientemente graves que aconse_ ficarse como satisfactorias, desde ol punt() de vista antro-
jen posponer un embarazo, seguir manifestandó y
acrecentando el pológico, cuando incrementen y apriáalcn el umor mutuo
amor'conyugal también a través de los encuentros íntimos. entre marido y mujer.
2) pero, en la misma medida en que ese amor finito y partici_ Más adelante intentaré llegar hasta el núcleo del problema.
pado se prosigue y manif,esta auténtióamente a
través dir iuerpo, Pero ya ahora cabía resumir en un par de términos antagónicos
recibe un claro incremento, se engrandece;
la mentalidad que impera en la contracepción y la que dirige la
3) y como las relaciones conyugales íntimas representan la regulación natural de la fertilidad: se trata de la antinomia <<domi-
manifestación física mds adecuai"áaamor entre nio-respeto>>.
un hombre y
una mujer en cuanto tales, contibuyen de una
manera excepcio_
nal a desarrollar el amor (voluntario y afectivo) de los
) Dominio arbitrario y manipulador de la sexualidad huma-
cónyu'ges na, para quienes propugnan el uso de contraceptivos;
¿Razones?
4 y respeto total de la naturaleza, para los que utilizan, con
Precisamente porque cada hombre es tremendamente causa proporcionada, la Planificación Familiar Natural.
-
el sentido de unitario), la voluntad en que radica en
uno (en
fin de En este sentido, y puesto qu.e el respeto ha sido expresamente
el amor, la afectividad donde reside lá mayor parte de los"u"rtu,
senti- incluido desde mediados de este siglo en la casi totalidad de los
mientos, y la actividad física en que concluye ia relación
conyu_ códigos deontológicos vigentes en nuestra cultura, me atrevería a
gal' actúanen perfecta continuidad e interdependencia:
de manlra afirmar que la dispensación de contraceptivos con fines antinatalis-
que el ejercicio de cada una de esas funciones tas se opone a la esencia misma de la condición y práctica médicas,
se ve favorecido
por el desarrolro equilibrado de las restantes y, cuando mientras que la enseñanza y recomendación de la regulación natu-
existe esa
armonía, revierte sobre ellas, perfeccionándolas. ral no solo concuerda maravillosamente con las exigencias de una
correcta preocupación ecológica o de la medicina naturista, sino
que hunde sus raíces en ese profundísimo núcleo de humanidad que
ii) Actitudes radicalmente contrapuestas legitima y engrandece a la profesión médica en cuanto tal.
En lo que atañe ala segunda cuestión, surge una especie Pero si la esencia de los métodos naturales de autodiagnóstico
de
<<pega». Tras dejar claro que las relaciones
conyugales ad-ecuadas reside en el respeto reverencial por la naturaleza -¡
más en con-
incrementan el amor del que provienen, he aflrmádo creto, por la delicada y maravillosa sexualidad femenina-, tampo-
con la mis_
ma o más fuerzaque los contraceptivos lesionan hondamente co violentará los elementos naturalmente constitutivos del amor,
ese
mismg amor. ¿Por qué no habría áe ocurrir igual con al contrario de lo que ocurre con el uso de contraceptivos.
los métodos
naturales?
Tranquilidad.
El conocimiento humano es progresivo.
Normalmente no se
comprende del todo lo que
se leá por pr¡r.rr'r.r. Lo
entendido entonces prepara,para medio-
estudiar lo que sigue, y el
nuevo conocimiento aclara lo ya
aprendido. Á-menudo es
preciso «ir y venir», leer
más dL una ,". tá ,irro. pero
resultado finaI suete el
or"i;ffi::r" r"üOl" r.,irracción.
Ix
LA ACTITUD FUNDAMENTAL ANTE LOS HIJOS
¡Alerta!
palabras, la oposición en
¿Cómo expondrías, con una o dos i
el modo de entender al hijo propia de quienes utilizan ade- ,,J
irl
202 ELEJERCICrcDELASEXUALIDAD LA ACT|T|D FUTYBáiíE Ea L AN'l't': t ,os HIJos r6s
o ,'Podrías describir ra diferencia más de fondo entre lo que la actitud más profunda que unE: y otruH udoptan resp6cüü'l 16;
habitualmente se han llamado preceptos negativos y pre_ posibles descendientes.
ceptos positivos?
o ¿Qué es lo que «justifica» las relaciones íntimas entre los
esposos en días o temporadas que se sabe con certeza Con las salvedades y matlcQt dUl I Gontinuación estabhl¡
son infecundos?
que ceré, es preciso afirmar quc l
a) Diferencia antropoló gica radical Semejante <<no valer la pena>, que en el piárrafo recién citado
manifiesta una exquisita comprensión y respeto hacia los esposos
Y, al respecto, lo primero que conviene decir es que que así concluyen, se traduce sin embargo, con frecuencia en un
las dos
pautas de conducta se oponenjz stamente en
elfondo,ás ¿ecir, en conjunto de actividades -las de la contracepción- que justif,can
204 ELEJERCICDDELASEXUALIDAD
LA ACT ITU D F U NDAMENTAL ANTE LO S H 1 J O S 205
plenamente, con las puntualizaciones ya señaladas y
sin entrar en
ningún caso a calibrar ras intencion"r, él¡ri.io de qul en El hijo futuro es para ellos un gran bien al que, por razo-
la base de
todas ellas se sitúa el rechazo der hijo advertido como nes graves y justificadas, no pueden dar vida.
un mar.
o Los usuarios de anticonceptivos quieren que no venga al + Han de soportar, como antes decía, la carencia -para
mundo una nueva criatura; y en conformiáad con ellos, para el mundo y, sobre todo, para la posible
ro_
luntad, aunque a veces contrariando sus sentimientos,".i po* criatura- de esa maravilla que sería una nueva perso-
nen los medios necesarios para eludir esa concepción na.
o,
en algunas circunstancias, para suprimir la vida.""ién pro_ + IVo hacen nada positivo que se oponga a ello,
creada. + pero dejan de poner los medios para que ese ser hu-
mano entre en el banquete de la existencia.
incrementar el afecto mutuo sin poner ninguna traba a cuanto d) Amodo de ejemPlo
ese amor pueda surgir. Entre los frutos de tal cariño se
del
obviamente,los hijos. Pero no solo. Dentro de los límites de cualquier analogía' la situación
a aclarat un tanto el
Por eso, y midiendo mucho cada palabra, les estará permiti médico que antes bosquejé podríaiontribuir
dejar de atender a la obligación de traer nuevas personas a el asunto.
mundo -¡nunca impedirlas ni suprimirlas!-, cuando ese bien lograda' y
+ Ya hemos dicho que, a causa de la competencia
oponga frontalmente a los otros deberes que también les incum. obtenida por sus servicios' el pro-
no solo de la retribución
ben: conservación de la propia vida y de la del cónyuge, de la do la medicina está obligado a intentar sanar a los
fesional de
los restantes hijos a su cargo, etc., tal como he insinuado. que acudan a él o con los que incidentalmente se
enfermos
En concreto, si existe un motivo de suficiente peso, como lo0 toPe (PrecePt o afirmativ o)'
señalados anteriormente, los esposos pueden dejar de tener rela. á Asimismo, parece claro que nunca le será lícito
utilizar vo-
ciones íntimas en los días fecundos, justo para cumplir con autén. posee pala poner término a una
luntariamente el saber que
una persona o' simple-
tica dedicación sus otros compromisos. existencia humana, infligir un daño a
cualquiera
(Muy en particular, han de suplir entonces el déficit de la entrega mente, impedir el desarrollo normal de la vida de
física personal mediante los mil y un detalles que un alma enamoraáa de sus semejantes (precepto negativo)'
encuentra para que el amor recíproco no merme). 4 Pero también vimos que su deber de curar no goza de un
carácter absoluto -en el sentido de obligarle a
dedicar día
o Actuando de esta manera consiguen: también porque
y noche a la atención de sus pacientes-" '
c) En primer término, que no se produzcan algunos do ii"n" qu" cumplir con otras obligaciones'
los graves perjuicios aparejados a la concepción a que
nos hemos referido; y ese no-surgir-del-m4l tiene, o Situemos a nuestro protagonista en un estado de urgencia'
a dejar de
como es patente, razón de bien, es algo que hay que similar a la de los esposos que se ven forzados
procurar. poner los medios pu,á ttu"t al mundo nuevos.posiltes f!3s
d Y logran evitarlo, además, sin atentar para nada ni con. (ya señalamos que si no se da esa «emergencra»' sl no exls-
ten causas p.oiorcionadamente graves' tal omisión
sería
tra la posible vida futura ni contra el crecimiento del
amor mutuo: atentados que, también está claro, consti. ilícita).
durante el desa-
tuirían en sí mismos un mal no justiflcable. Por ejemplo, el cuidado de un hospital de campaña
guerra, cuando el tiempo y las medicinas resultan insufl-
4 rrollo de una
Más aún, y como antes sugerí, el esfuerzo motivado
para atlnder a las necesidades de todos los heridos'
para distanciar las relaciones y para suplir con ternur4 "i"nt",
y delicadezas esa ausencia compone un instrumento do 4 A nuestro doctor no le estará permitido, como es
lógico' su-
primera categoría para aquilatar y hacer más hondo el primir positivamente vida alguna, ni siquiera con la sincera
de pacientes para poder
cariño que se deben como marido y mujer. intención de disminuir el número
auxiliar con mayor eficacia a los restantes'
* circunstancias
Pero sí que le será lícito, también porque en
a algunos
desesper'adas resulta inevitable, dejar de atender
,/
212 ELEJERCICrc DE LASEnUALIDAD LAACTITUD FUNDAMENTAL ANTE LOS HIJOS 21 3
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9 1788484t692003"