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L ABFjLLEZA DE LA SEXUALIDAD

TOMÁS MELENDO GRANADOS

LABEL¿
DELASEXUALIDAD

EDICIONES INTERNACIONALES UNIVERSITARIAS


MADRID :

S,l) lii¡l,iíiirl
A
Para mi hija Lourdes,
a quien prometí una dedicatoria,
y que es parte esencial
de mi.felicidad en la tierra

Primera edición: Abril 2007

O Copyright 2007: Tomás Melendo Granados


Ediciones Internacionales Universitarias, S.A.
Pantoja, 14 -28002 Madrid
Tfno.: +34 91 519 39 07 - Fax: +34 91 413 68 08
e-mail: info.eiunsa@eunsa.es

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tutiva de delito contra la propiedad intelectual (Afículos 270 y ss. del Código Penal).

ISBN: 978-84-8469 -200 -3


Depósito trgal: NA l. 157-2007

Tratamiento: Pn¡rsxro, Estafeta, 60-62. Pamplona


Imprime: GnÁsc.ls At zATE, S.L. Pol. Comarca 2. Galar (Navana)

Printed in Spain - lmpreso en España


ÍNorcB

PnrpreRe p¡,nrn
¿MERO SEXO ANIMAL O SEXUALIDAD
PERSONAL Y PERSONALIZADORA?

INrnoouccróu: SpxueuoeD... HUMANA t5 ,/


1. ¿Por qué una antropología? .............. t6
a) Sin excluir los saberes experimentaleJ... ................... L9
b) ... pero dentro de una consideración global de la
persorut
(. persona, principio y término de arhor
La
' ,a) La sexualidad humana, única e incomparable ;..........
b) La condición del ser humano ................
'c) Ser humano, ctmor, sexualidad CJ
z d) I^asllyalidad: sery obrar tu
t{
II. Le spxuer-roRD pERsoNAL
' 1. ¿<<Sexon personalizado? ...................
a) Sexualidad «humana,

t-¡
' b) Sexualidad y sexo ............... :................ F.l
É
2. Sexo animal...
a) El sexo animal, al servicio de la especie...
b) ...y sin significado para el individuo
3. .... y sexualidad humana
10 LA BELLEZA DE LA SEXU ALIDAD INDICE 11

a) De la re-producción a la pro-creación... 45 e) El amor es siempre «lo primero»...y lo más defini-


b) ... con estricto significado personal .......... 47 dor............... ll2
- c) El sexo animal, a la luz de la sexualidad humana ...... 53 f) Todo ....... ll4
por amor... también las relaciones íntimtts
2. Lamanifestación específica del amor inter-sexuado ...... 116
III. DrN¡sNsloNss pERSoNALES DE LA SExUALIDAD .................... 59
a) El amor hunutno se expresa corporalmente ............... I 16
I . Esenciales o constitutivas .................. 6t
b) La mós ceñida expresión del amor entre varón y mu-
a) Libertad de la sexualidad humana
b) l,a sexualidad humana, orientada hacia la persona
.ier............... ll7
sing,ular 64
c) Unbuenapretóndemanos ll9
d) Elabrazo sincero... 120
c) Libertad y singularidad <<sexulles>>, al servício del
66
e) ...y launióníntima ......... l2l
amor ............
3. «Bañarse» en el amor de todo un Dios IZ3
2. Y existenciales o de la vida diaria ........... 68
68
a) Varón y mujer... por encima de sí mismos 123
a) Requisitos
b) la tesffican los poetas.. 124
b) Síntesis 71
ti c) ... y no pueden negarlo los intelectuales .................... 125
c) U n apéndic e fundamental ...................
d) Raaonesfilosóficas... I27
IV. La pBnsoNn... <<sExuADA>> 77 e) ... avaladas por lafe y por la experiencia cotidiana . 129
1. Persona, espíritu, amor ............ 78
f De nuevo la unidad de la persona l2g
a) La sexualidad, oconfiguración» del hombre en cuan- g) Dos consecuencias de gran calado 132
to persona 78 b) Otravezla literatura...y lavida ............. 135
b) El cuerpo, complemento del alma y expresión de la
persona humana 82 VI. Le s¡xueLroAD, AL sERvICIo DEL AMoR y I-e uNlóN cot¡-
YUGALES 139
c) IJn apunte -¡mínimo!- sobre la homosexualidad ...... 85
2. La unidad intimísima de la persona humana 9t 1. Sexualidad y perfeccionamiento humano t4t
a) El vigor unitivo de las relaciones íntimas 141
a) Unidad <<en el ser>> 91
b) la posibilidad de amar con el cuerpo 92 b) El crecimiento del amor a través de la sexualidad ..... t43
c) La necesidad de amar con el cuerpo 96 c) Ejercicio de la sexualidad, factor de unión múltiple
en y entre los esposos 150
d) Nuevos Jrentes ............. 155
2. Un modo distinto de engrandecer el amor t57
SgcuNo,q pentB
a) Integración de amores r57
EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD b) Incremento del amor <<natural>> 159
c) Y del amor <<electivo» o de amistad 161
V. VIvIR BN PLENITUD I,A PROPIA SEXUALIDAD r05
1. Amor y sexualidad t07 VII. Auon Y coNTRACEprrvos t67
a) ln sexualidad, c:readora por amor 107 1. Patemidad responsable 169
b) stión de prio ridade.§ ..................
Cue 108 a) Responsabilidad... generosa 169
c) Toda persona es un,fin, término del amor humano... . 109 b) El valor intangible y la centralidad del hijo 17O
d) ...y mds todavla del Amor de Dios 110 2. Contracepción: ¿es la «eficacia» el único criterio? ......... 173
I2 LA BELLEZA DE LA SilU ALIDAD

a) Un atentado contra el amor t73


b) La conupción de lo óptimo... es pésima 174
c) In gran contradicción 176

VIII. Los ruÉrooos NATURALES 181


l. Introducción general t82
a) Algunos métodos naturales de regulación de laferti-
lidad ............ 183 Pnrupnn pARrE
b) Los métodos mds comunes 185
2. Ventajas antropológicas de los métodos naturales .......... 187 ¿MERO SEXO ANTMAL
a) En general ................... t87 O SEXUALIDAD PERSONAL
b) Un incremento deLatnor mutuo .......... 194
Y PERSONALIZADORA?
IX. Le ecrtruo FUNDAMENTAL ANTE Los HIJos 20t
1. Contracepción y PFN: dos extremos de una antítesis ..... 202
a) Diferencia antropoló gica radical 202
205
c) Bien absoluto y bienes relativos (que comportan al'
gúnmal) 207
d) Amodo de ilustración 211
2t3
a) Los auténticos usuarios de los métodos naturales ..... 2t3
b) Amor propio o apertura a los delruis 215
I
INTRODUCCIÓN:
SEXUALIDAD... HUMANA

¡Pongámonos en forma!

¡Alerta!
Existen muchas maneras de leer o estud¡ar un escrito, como
también las hay de observar la realidad. Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada».
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responde4 con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.

¿Entiendes, al menos de forma aproximada, lo que signifi-


ca <<antropología» de la sexualidad?
16 ¿MERO SE\O ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...?
MTNOOUCCIÓ¡'I: SEXUALIDAD.., HUMANA 17

o Si la respuesta es negativa, no debes desanimarte. Te ad- Tal planteamiento, eminentemente positivo, es el que presi-
vierto desde ahora que, muy probablemente, la lectura que dirá cuanto sigue. Pero, incluso así, reducido a sus aspectos más
inicias te resultará más fácil de lo que imaginas. nobles y atrayentes, se trata de un tema muy amplio y rico, sus-
ceptible de múltiples enfoques y, en consecuencia, inabarcable.
o En caso afirmativo, si ya sabes 1o que es una antropología,
Por eso, en este escrito me limitaré a apuntar algunas cuestio-
¿piensas que este modo de estudiar la sexualidad -el antro-
nes básicas, sobre todo las que atañen a la muy estrecha relación
pológico- resulta más o menos adecuado que otros, como
de la sexualidad con lapersonay, más aún, con elamor personal,
elfisiológico, el biológico, neurológico, médico, etc.? ¿Qué
particularmente en el seno del matrimonio.
otros enfoques conoces y qué opinas de ellos?
o ¿Consideras que es lo mismo hablar de sexo que de sexua- ***
lidad? Si te parece distinto, ¿en que consistiría la diferen-
cia? Como apuntaba Viladrich a principios de los 90, la crisis que
entonces atravesaba la familia, agravada día a día, podría también
. En tu opinión, el modo como los hombres nos enfrentamos
arrojar un saldo positivo: tras haber desaparecido muchas de las
hoy día con este <<tema>>, ¿es preferible al de hace algunos
funciones atribuidas en otro tiempo a la institución familiar, sin
años? Como probablemente tengas que matizar la respues-
que formaran propiamente parte de su esencia, tal vez ahora re-
ta, señala los aspectos positivos más patentes y haz 1o mis-
sulte más sencillo esclarecer la efectiva naturaleza de la familia
mo con los negativos.
en cuanto familia y advertir que esta se encuentra determinada, en
o ¿Estimas que hoy se conoce al ser humano con más o me- última instancia, por el amor incondicional e incondicionado, que
nos hondura que en otros momentos de la historia? También lleva a tratar a cada uno de sus miembros como persona.
ahora será necesario que establezcas ciertas distinciones, e Algo parecido sucede con el ejercicio de la sexualidad y con
incluso que las pongas por escrito, para ver si estás o no de su natural consecuencia, la fecundidad, en los que en cierto modo
acuerdo con ellas unavez que hayas avanzado en la lectura se origina y crece la familia. También ellos se hallan, desde hace
de este ensayo. ya algunos lustros, en estado continuo de alerta roja. Y también
o A tu parecer, ¿cuáles son las causas por las que un matrimo- por 1o que a ellos respecta, hemos visto --entre otras cosas- des-
nio, voluntaria y conscientemente, no tiene ninguno o deja gajarse de la <<sexualidad-paternidad-maternidaÓ> elementos o
de tener más hijos? circunstancias que en otros tiempos la favorecían... sin serle ab-
solutamente esenciales.
Así lo expresaba José María Pemán, hace ya más de 50 años,
1. ¿Pon quÉ uNA ANTRoPoLoGÍA? clesde la concreta perspectiva de la madre:

Desde hace algunos años, cuando comencé a ocuparme de es- «No cabe duda de que la maternidad sufre en el mundo una
tos temas, he sentido una inclinación inesistible a unir a la palabra tremenda crisis. Es una planta que solo puede criarse bien en un
<<sexualidad» -¡ siempre !- al gún término enérgicamente pondera- clima un poco encantado y maravilloso. En un mundo regido por
tivo, hablando así del prodigio, de la grandeza, del vigor, de la urgencias materiales y económicas sufre rudos golpes, porque es un
sublimidad... de la sexualidad humana. bello sueño más que un negocio práctico. Fue negocio un día, en
18 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...?
mrno»ucctów: SEXUALIDAD...HUMANA 19

una hora ancha y feudal, donde se decía "el mundo es de las gran- beligerantes, ) muchísimas otras, experimentan de un modo muy
des familias". Lo es todavía en el orbe agícola de los pueblos poco distinto, pero no menos profundo, la nostalgia de ser madres.
poblados. No hay para la familia civilizaciones más felices que En cualquier caso, igual que para la familia, las tres décadas
aquellas donde se encuentran en el mismo camino la maravilla y el que cierran el siglo XX y los años transcurridos en el XXI han
negocio. Donde, por encima del hombro maternal que acuna su flor
introducido, teórica y vitalmente, modificaciones esenciales en la
maravillosa entre cuentos y romances, el varón recuenta gozoso un
sexualidad humana, que han puesto de relieve rasgos y caracterís-
brazo más para su tierra o un soldado más para su mesnada. Pero
en el mundo ciudadano moderno -pisos mínimos, grandes distan- ticas desconocidas hasta el momento.
cias, trabajo de la mujer, quehaceres del marido- el realismo se ha o Por todo ello, nos encontramos en una situación muy pro-
echado demasiado encima del juego maravilloso, y sin maravilla picia para abordar, de forma más directa y deflnitiva, el es-
y juego no hay maternidad posible. En Norteamérica, la familia se
tudio de lo que realmente es y debe significar la sexualidad
acaba absolutamente por las razones más duramente vulgares: por
humana, así como su ejercicio.
falta de sitio y de tiempo. Pero esto, que oopuede" concretamente
con la familia y con el hijo, no puede con la maternidad en sí. Al
apretarla, cuando cree que la ha ahogado en su estrechez de paredes
y prisa, lo que ha conseguido es que rebose haci¿ !p _9At-t.9, hacia la
Pero para eso, es imprescindible el enfoque antropológico:
vida social».
á de una antropología filosófica que hunda sus raíces en
o Sin duda, la cita contiene ciertos anacronismos y deja de la metafísica,
considerar elementos hoy fundamentales o menos claros. + acoja las aportaciones de otras disciplinas,
¿Es cierto, por ejemplo, que la maternidad ha salido ha- + incluidas las ciencias experimentales,
cia lA calle e impregna la vida social? Con todo, desde la + y que se encuentrg abierta, también, a la fe y a la teo-
perspectiva que pretendo adoptar, la conclusión que cabe logía.
extraer de ella resulta bastante neta, sobre todo si se la ilu-
mina con algunas aportaciones complementarias.
Las resumo al máximo, aun a riesgo de simpliflcarlas, pues a) Sin excluir los saberes experimentales...
serán objeto de estudio en otro momento y lugar. La <<Revolución
del68» se planteó esencialmente y ejerció su mayor influjo en los Antropología cabal e íntegra, por tanto... en masculino y en
dominios de la sexualidad. Jtnto y en conexión con ella, algunas femenino. Scheler sostenía que <<en la historia de más de diez mil
feministas radicales se movieron en la misma esfera y en una di- años somos nosotros la primera época en que el hombre se ha con-
rección muy concreta. vertido para sí mismo radical y universalmente en w ser proble-
* La de la «liberación» de la mujer, que se tradujo primero en mdtico: el hombre ya no sabe lo que es y se da cuenta de que no lo
independencia respecto al varónjusto en lo que atañe a la sexuali- sabe. Solo haciendo tabla rasa de todas las tradiciones referentes a
dad, para más tarde convertirse en «liberación» de la maternidad. este problema, contemplando con sumo rigor metodológico y con
Pero en estos ultimísimos años la naturalezafemenina ha vuel- extrema maravilla a ese ser que se llama hombre, se podrá llegar
to por sus fueros perdidos, y bastantes de las mujeres entonces nuevamente a unos juicios debidamente fundados».
20 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUAT-LDAD PERSONAL...? t¡¡rno»ucctóN : sEXU ALIDAD... HUMANA 21

Y Rassam puntualiza: .,... hoy el problema de la persona es del hombre, por muy abundantes que sean. Según explica un autor
enfocado casi exclusivamente desde un punto de vista psicológico alemán:
y ético, con preocupaciones esencialmente sociales, políticas y
económicas. Pero, a la vez, se olvida nada menos que la dimen-
'sión enfelógjcp delapersona, es decir, lo que es el soporte mismo El ser humano no descubre el significado de la vida en el
pe su originalidad psicológica, de su valor moral y de su destino análisis -incluso exhaustivo- de sus genes,
bspiritual». + sino mediante el conocimiento de su naturaleza,
Antropología con fundamento metafísico, en consecuencia. I proporcionado sobre todo por el ejercicio, estudio y
Otras consideraciones -las que solemos denominar <<científicas>>, consideración de /as relaciones sociales, personales y
entendiendo la ciencia en su acepción predominantemente experi- religiosas.
mental- serán sin duda enriquecedoras e incluso imprescindibles,
y por eso haré uso de ellas a lo largo de este escrito. Pero ningu-
no de esos saberes puede erigirse en la clave última y definitiva Pero 1o mismo habría que decir de otras muchas disciplinas,
para dirigir la conducta de las personas en su índole estrictamente como la sociología, la economía, la psicología, la demografía,
personal y, por consiguiente, tampoco en 1o que atañe al uso y ctc., a las que más tarde aludiré.
regulación de sus dimensiones sexuales.
Y no solo porque estos saberes estén sometidos a continuo
cambio y revisión y por las razones de tipo teórico a las que yá
Según sostiene Benedicto XVI, «más allá de los límites del
he aludido. Sino también por otras de naturaleza más práctica, ca-
método experimental, en el confín del reino que algunos llaman
meta-análisis, donde ya no basta o no es posible solo la percepción paces de influiren los individuos singulares... que son los únicos
sensorial ni la verificación científica,empiezala aventura de la tras- cxistentes.
cendencia, el compromiso de "ir más allá"».

b) ... pero dentro de una consideración global de la persona


o Tiempo atrás, el entonces cardenal Ratzinger establecía el
criterio de fondo en relación a este extremo: <<... si bien Ciñéndome al caso que nos ocupa, pienso que muy pocos ma-
en una perspectiva puramente científica el cuerpo humano trimonios tienen o dejan de tener hijos -¡de manera consciente
puede considerarse y tratarse como un compuesto de teji- y voluntaria!- por motivos macroeconómicos o demográflcos. Y
dos, órganos y funciones, del mismo modo que el cuerpo la prueba es que los planteamientos de la demografía están cam-
de los animales, a aquél que 1o mira con ojo metafísico y biando en los últimos lustros, que también existen 4odificaciones
teológico esta realidad aparcce de modo esencialmente dis- cn el modo de concebir la economía, que en muchos países se ha
tinto, pues se sitúa de hecho en un grado de ser cualitativa- invertido la política económico-familiar... y que esto no ha en-
mente superion>. gendrado una variación apreciable en el ritmo de nacimientos en
casi ningún lugar del mundo.
. Por eso, aun cuando ayude mucho a lograrlo, no cabe determi-
nar lo que somos realmente ni derivar el sentido de nuestra exis- Desde hace ya bastantes lustros, un nuevo plantel de demó-
tencia, por ejemplo, de los datos de Ia biología sobre la estructura grafos cuestiona y demuestra la invalidez de los otrora intocables
22 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALTDAD PERSONAL...? t¡¡rno»ucctóu : sEXrALrDAD... HUMANA 23

dogmas neomaltusianos. Apoyados en datos incontrovertibles, están


haciendo ver a todo el que lo desee que el incremento de población Cabría concluiL pues, que:
no es la causa de la pobreza del Tercer Mundo y que, en definiti- s la sexualidad y la fecundidad matrimoniales se en-
va, las personas constituyen el recurso principal con que cuenta un cuentran depreciadas debido a causas más profundas
país para impulsar su desarrollo. Pertenecen a este grupo de revisio-
y cercanas al corazón de cada persona que las citadas
nistas, entre otros, Simon Kuznets, Colin Clark, P.T. Bauer, Ester
hasta el momento;
Boserup, Albert Hirshman, Julian Simon, Richard Easterlin y Karl
Zinsmeister. + es decil a un estado general de la civilización contem-
poránea, con un conjunto de prioridades muy claras y
Por ejemplo, en un artículo publicado en The National Interest
(Washington), Zinsmeister deshace la conexión, hasta hace poco no siempre correctas,
casi sagrada, entre incremento notable de la población o <<exceso>> + que cobra vida o se traduce en motivos y decisiones
total de habitantes, por un lado, y miseria, por otro. Apoyándose en estrictamente personales... forjados en el interior de
un conjunto de investigaciones científicamente correctas, concluye, las familias.
por ejemplo:
«Hay docenas de países poco poblados que son pobres y sucios
y padecen hambre. Y hay multitud de países con población grande Esas razones íntimas, que conducen a apreciar o a huir de la
y densa, que son prósperos y atractivos. Esto no significa que la paternidad-maternidad, son las que, de forma aislada, no pueden
densidad sea una ventaja, pero sí que el número de habitantes no es desvelar las ciencias particulares, sino, más que ninguna otra dis-
la variable decisiva. ciplina, una auténtica antropología de la sexualidad y la fecun-
No existe, pues, un número apropiado de habitantes: se puede tlidad, apoyada también en tales ciencias y en el conocimiento
lograr el éxito económico tanto en países poco poblados como en cotidiano de nosotros mismos y de cuanto nos rodea.
los de elevada densidad de población. Los demógrafos revisionis-
tas gustan de señalar que ca¡[q n!ño_:1e3_e- ?].-r-¡r"UndO_cquipado no
Curiosamente, aun cuando nuestro quehacer en el día a día
solg con una boca, sino también con do.s"manos-y-"un.cerebro. Las csté tremendamente mediado y orientado por los avances técnicos
personas no solo consumen; también producen: alimentos, capital, derivados de las ciencias experimentales, lo que nos lleva a tomar
incluso recursos>>. las medidas más de fondo -las que más afectan al conjunto de
nuestra existencia- siguen siendo razones de corte antropológico
Mas, según comentaba, nada de esto incide apenas en el índi- o filosófico: o vital o existencial, por emplear términos más sig-
ce de natalidad, sobre todo en los países occidentales más desarro- nificativos.
llados (curiosamente, Estados Unidos sí que parece experimentar En este contexto podrían situarse unas nuevas palabras de Ra-
un aumento de nacimientos en estos ultimísimos años; pero no lzinger:
ocurre lo mismo con la vieja Europa).
«Quien entra en una disputa semejante debe tener claro lo si-
guiente: nuestra sabiduría acerca de Dios, el carácter personal del
hombre y su condición de comienzo nuevo no pueden ser un conoci-
miento positivamente contrastado de igual modo que los resultados
obtenidos con aparatos sobre los mecanismos de la reproducción.
Los enunciados sobre Dios y el hombre quieren llamar la atención
24 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...? UUTNO»U CC IÓ¡'I : SEX{J ALI DAD... HU MAN A 25

acerca de q\e el hombre se niegq a sí mismo--es decir, repudia la Traer hijos al mundo requiere que el eros egoísta se realice en un
realidad incontrovertible-, cuando rehúsa trascender el laborato- agapé creativo, arraigado en la generosidad y caracterizado por la
rio con su pensamiento>>. confianza y la esperanza en el futuro. Por su misma naturaleza, el
amor tiende a lo eterno. Tal vez la falta de este amor creativo y de
Y también los juicios, más actuales y con matices añadi- altas miras sea la razón por la que muchas parejas hoy deciden no
dos, de Rhonheimer: casarse, numerosos matrimonios fracasal y ha disminuido tanto el
índice de natalidad".
«La creación de la "nueva cultura de la vida humana" [...] tiene I

que comenzar, con todo, en diversos planos. El plano políticoJegal Y esos motivos, hondos y globales a la par que muy concre-
es solo un aspecto. Las leyes desempeñan, en verdad, "un importan- tos, son los que hay que ofrecer a los cónyuges. En fin de cuentas,
te y a veces decisivo cometido en el fomento de una forma de pensar y a modo de resumen, se trata de averiguar cómo, por qué y en qué
y de una costumbre". En una sociedad marcada por la apelación a medida influye la conciencia y el ejercicio de la propia sexualidad
los derechos individuales la legislación y la jurisprudencia mantie- cn el logro de la plenitud humana y, como consecuencia, en qué
nen vivo en la esfera pública el "lenguaje de la responsabilidad" y
¡:roporción y por qué causas refierza o no la felicidad de quienes
poseen con ello una función expresiva y de conflguración de las componen un matrimonio y del conjunto de la familia.
mentalidades.
Desde semejante perspectiva habrá que considerar cuanto ex-
Sin embargo, en último término, la cresción de una cultura pongo a continuación.
de vida se decide en aquellos lugares en los que la vida surge y
experimenta su primer desarrollo: en el seno d.e lafamilia. [...] La
familia es el lugar de la formación de la conciencia, en el que es ne-
2. Le pensoNA, pRrNCIpIo y rÉRuINo DE AMoR
cesario experimentar y aprender el amor, el espíritu de servicio y las
virtudes que llevan a aceptar la vida humana en todos sus estadios
y estados como un regalo y don. La familia se convierte así en el
tr) In sexualidad humana, única e incomparable
punto focal del interés y la preocupación de todos».
Si no yerro, y a tenor de lo apuntado hasta ahora, para esta-
l:lecer unas bases sólidas sobre las que apoyar las disquisiciones
O estos otros de J. Ratzinger, ahora ya como Benedicto XVI:
que siguen, conviene empezr sentando una tesis fundamental,
«En general se coincide en afirmar que a escala planetaria. y una suerte de horizonte sobre el que se recorten las afirmacionés
especialmente en los países desarrollados, existen dos tendencias más concretas.
signiflcativas y relacionadas entre sí: por una parte, aumenta la ex-
pectativa de vida; y, por otra, disminuyen los nacimientos. Mientras
las sociedades envejecen, muchas naciones o grupos de naciones Esa convicción de fondo podría enunciarse así:
carecen de un número suficiente de jóvenes para renovar su pobla- s a pesar de las apariencias y de los planteamientos vi-
ción. gentes en nuestro entorno
Esta situación es resultado de múltiples y complejas causas, a (que a menudo nos llevan a hacernos una idea muy chata y depau-
menudo de carácter económico, social y cultural [...]. Sin embar- perada de las realidades que nos rodean y nos incumben... y de
go, srrs raíces profundas son morales y espirifuales; se deben a nosotros mismos),
una preocupante falta de fe, de esperalzay, en especial, de amor.
26 ¿:MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...? t¡rnooucctó¡¡ : SEXUALTDAD... HUMANA 27

En la misma línea, los estudios sociológicos sobre este extremo


+ la sexualidad humana es única, inigualable; tienden a poner de relieve lo que hacen todos o la gran mayoría, que
no admite parangón con el simple sexo de los animales, acaba por considerarse normal (con el mattz de legitimación que
precisamente por ser humana o personal. acompaña a este vocablo), mientras que a veces solo estamos ante
lo común o habitual. . . que puede incluso ser opuesto a la condición
humana.
I
I o Eso me lleva a acuñar una terminología propia, pero que esti- La psicología, por su parte, suele atender predominantemente a
1
mo conveniente, y distinguir entre sexo y sexualidad. «lo psíquico» -instintos, pulsiones, satisfacción de las mismas...-,
,d I
4
ri r,
En relación a los animales, resulta preferible hablar de
<<sexo>>.
dejando en sordina las dimensiones espiritual-personales.
E incluso la medicina y la psiquiatría, cuyas aportaciones no de-
jan de ser valiosas e imprescindibles, corren el peligro de centrar su
c) Para los seres humanos. sin embargo, con objeto de dejar
I
! constancia de su superioridad casi infinitgy del rrédo en interés en lo patológico, en lugar de indagar y poner de manifiesto la
{ que impregna la totalidad de la persona, reservo el voca- grandeza y el gozo de una sexualidad vivida en plenitud.
blo «sexualidaó>.
Todas estas perspectivas, y bastantes otras que no he mencio-
o nado, deben sin duda tenerse en cuenta al estudiar la sexualidad,
La derivación inmediata es que, si queremos conocer algo
y englobarlas en lo posible dentro de ese análisis y sus conclu-
de la sexualidad en su sentido más estricto, es preciso es-
siones, pero en ningún caso habrán de considerarse exclusivas y
bozar una visión del hombre, donde esta manifieste sus di-
excluyentes.
ferencias respecto al mero <<sexo>> y muestre la función y
el lugar que le corresponde en el conjunto de la existencia Lo expone García-Morato:
humana.
. <<Pasamos ahora a tratar de los riesgos de una visión exclu-
Para lograrlo -como vengo advirtiende, no bastan las pers- sivamente científica de la sexualidad. Y antes que nada hay que
pectivas parcialqs, propias de las ciencias particulares. Esos enfo- recordar una cosa elemental: cualquier [correcta] descripción cien-
tíf,ca de la vida humana es real y es verdadera, peio no abarca todo.
ques, en sí mismos válidos, se tornan o insuficientes o reduccio-
La ciencia no dice todo sobre lo que es una persona. Proporciona
nistas... cuando aspiran a dar razón completa bien sea de la per-
una descripción perfecta en su género, pero es limitada. y hay que
sona humana, bien de su sexualidad: no muestran, precisamente, ( ser conscientes de esa limitación para caer en la cuenta de que la
la gran divergencia y la enorme distancia que eleva a esta segunda sexuqlidud no es soln lo que dice la Ciencia, aunque también sea
por encima del sexo... justo porque ignoran que la sexualidad, en l
lo que dice la Ciencia. Pero es mucho más, tiene un sentido humano
su estricto sentido, es personal. que abarca toda la persona. El hijo no es, sin más, fruto de la unión
de dos gametos..La unión entre varón y mujer no es simplemente
Por ejemplo, la biología, Ia fisiología, la neurología... tienen una donación de esperma, sino que es algo más: es una donación de
mucho que decirnos en relación con la sexualidad; pero si su visión sí mismos [de lo que encarna mejo¿ en el plano biológico, su índole
pretende ser total y definitiva, no es difícil que acaben por reducir personal, como veremos] y, por lo tanto, una donación de amor real
la maravilla de la atracción entre varón y mujer, y cuanto ello lleva ." y verdadero. Un hijo es fruto del amor de los padres>>.

consigo, a una suerte de mecanismos de distinto corte o, por em-


plear una de las expresiones más habituales, a <<mera química».
28 ¿,MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...? mrnooucctó¡,1: SEXUALIDAD... HUMANA 29

xtnal: «Dios obra por amor, pone el amor, y quiere solo amor,
IConcluyendo: para entender la sexualidad resulta im- \ correspondencia, reciprocidad, amistad. Así, al Deus caritas est
\ orescindible Dios es amorf del Evangelista San Juan, hay que añadir el
)lrrl
y_perf"qle{Dctfe@
I

+ determinar previa y simultáneamente lo que es el


lt/
Irombrg:. termil3tlyA
hombre, cs amor, -qo es hombre, es hombre frustrado. autorredrrcido a _

i + de modo que pueda comprenderse con mayor hondu- cosa>).

I ,. el significado de su vida y de su misión en el mun- Afirmación no del todo ajena al conocido refrián castellano:
do. «¿lmor con amor se pagp), (¡y con nada más, agrego por mi cuen-
Irr!: el amor no es sustituible); o, talvez más aún, a la antigua
Ionada que insistía en que <<el cariño verdadero [como la propia
Y esto, en el ámbito natural, corresponde a una antropología
¡rcrsona] ni se compra ni se vende>>.
filosófica (no meramente cultural, aunque también haga uso de
ella), que toma en cuenta la experiencia ordinaria y el conjunto En un contexto similar, Rafael Caldera sostiene que <<la ver-
de las ciencias y artes, y que se abre a la metafísica estrictamente dadera-graudezaiel-homhre" su+e¡feeei0q-por-tanto-su mi sión-
dicha (capaz de conocer la realidad tal como es) y a la visión su- o cgryeü4p*--esslaugL-Todo lo otro -capacidad profesional, pres-
perior proporcionada por la teología (apta para dárnosla a conocer tigio, riqueza, vida más o menos larga, desarrollo intelectual- tie-
ucomo la ve Dios>>, aunque obviamente, en comparación con É1, ne que confluir en el amor o carece en definitiva de sentido»... e
de forma muy imperfecta). incluso puede resultar perjudicial, no para determinados aspectos
de la vida, sino para su dimensión estrictamente personal y, por lo
mismo, decisivo para la felicidad de cualquier hombre o mujer.
b) ln condición del ser humano
Las citas podrían, sin duda, multiplicarse. Acudo a un par de
Al abordar el estudio del hombre -mujer y varón-, vimos que ellas, sobre todo, porque se sitúan en contextos doctrinales muy
de él se han ofrecido muchas descripciones, en buena parte equi- distintos de los vistos hasta ahora.
valentes. Teniendo todo ello en cuenta, y según advertí hace unos
momentos, me interesa ahora subrayar la que pone en estrecha Y, así, Feuerbach, antecesor inmediato del marxismo ateo, no
dependencia la condición personal y el amor. dudó en proclamgr: ..P9"d€_no_!glg.ngr, no hay verdad: y solo
Lo cual, como leeremos de inmediato en la pluma de distintos aquel es algo que al es lo
autores, equivale a sostener que el amor razonable y Íazona- mismo>>.

i do -¿inteligente!- es lo único definitivay terminalmentehtmano. Y Plauto, con una independencia relativa de cualquier cosmovi-
' Que, a fln de cuentas, cuanto el hombre realiza obtiene su catego- sión religiosa, afirmaba a su vez:
ría radical en proporción al amor con que 1o haga. Que un varón o
ry.
,
i una mujer vale lo que valen sus amores... y mil consecuencias por Dicho con palabras sencillas, pero preñadas de consecuencias
, el estilo, cristalizadas en modos de decir, a su vez, muy distintos. ¡rrhcticas:
Carlos Cardona 1o expone con decisión, tomando como Mo-
delo de las personas humanas la máxima expresión de lo Per-
mrnooucctóu: sEXUALIDAD... HUMANA 35
34 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...?

Esa <<modulación» o modo-de-ser-persona, masculina o feme-


e oocon otras palabras, que, para actuar de determina-
nina, alcanza desde el ámbito fisiológico, en todas y cada una de
do modo, cualquier realidad debe estar conformada
sus células, hasta el propiamente espiritual, pasando por el psíqui-
o <<confeccionada>> de una manera muy particular,
co; y hace de cada hombre :urra persona masculina o üna person&
tener un ser que permite y, en §u caso' provoca o
fentenina, con el sinfín de características que le son propias.
sugiere, ese tipo de actividades;
Debido a su enorrne nqueza, no es un tema que quepa abordar
á además, que ese modo de ser se encuentra básicamente en el presente escrito, máxime cuando ya ha sido estudiado en
ordenado alaoperación u operaciones que le son más otros lugares.
propias est propter operationem)>, que dirían los
-<<esse Pero sí es imprescindible dejar sentada la distinción entre
latinos: <<el ser se orienta (u ordena) al obrar»-;
e- lo sexual: las manifestaciones más externas y corporales
e por poner ejemplos sencillos y no excesivamente
de la sexualidad, de la que lo estrictamente genital es un
profundos, las aves tienen alas para volar, y los pe-
conjunto de elementos que hacen inmediatamente posible
ces aletas para nadat;
la relación íntima entre varón y mujer;
e de manera análoga y más propia, refiriéndonos a * y lo sexuado, que impregna a la persona entera del varón
la persona humana y hablando con rigor, todo su
y la mujer, dotándolos de lo que llamamos masculinidad y
ser, con los elementos en los que §e concreta, está
feminidad, muchísimo más amplias y ricas que sus meras
encaminado hacia el amor intellgente,
expresiones corpóreas.
Y también tenerlo como telón de fondo en el conjunto de re-
Bajo este prisma, flexiones que lne apresto a esbozar y que tienden a poner de ma-
+ nifiesto que la sexualidad humana es personal.
el ejercicio de la sexualidad se orienta t 3uscltar, ins-
taurar y poner de relieve el amorentre lo§ hombres,
e y los torna partícipes del Amor crcador de todo
un Dios.
tranquilidad.
o Pero, si miramos más allá de la operaclón, ha¡ta su
El conocimiento humano es progresivo. Normalmente no se
mismo fundamento,
comprende del todo lo que se lee por primera vez' Lo medio-
4 la sexualidad constituiría una determln¡clón inti-
entendido entonces prepara para estudiar lo que sigue, y el
. mísima mediante la cual se modula en ¡u totalldad
nuevo conocimiento aclara lo ya aprendido. A menudo es
el serdel hombre, gracias a una partlcular pertici-
preciso «ir y venir», leer más de una vez lo mismo, Pero el
pación en el Ser Personalde Dios (y, mál en con-
resultado final suele provocar una notable satisfacción.
cretb, en la Santfsima Trinidad),
Ánimo.
+ haciendo que cada sujeto humano posGt un §er
masculino (varón) o un ser femenlno (mulc0...
+ dirigidos, a su vez, al amor recfproco, /
36 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALTDAD PERSONAL...?

Ayuda para la reflexión personal


il
o Al hablar de «inclinación a la maternidad», ¿apelamos a LA SEXUALIDAD PERSONAL
algo que la mujer experimenta por el hecho de serlo o se
trata más bien de un mero influjo cultural, de una especie
de costumbre prolongada durante siglos?
o ¿Tienes ahora más claro cuáles son las ventajas y los límites
de una consideración científico-positiva de la sexualidad?
¿Estás realmente convencido de que es necesario ampliar
esa perspectiva? Expón los motivos a favor y en contra.
o ¿Qué estimas de las palabras de Feuerbach: «Donde no hay
amor, no hay verdad: y solo aquel es algo que algo ama, No
ser nada y no amar nada es lo mismo»?
o ¿Con qué condiciones puede el hombre -si es que puede_ Si quieres seguir en forma...
convertir en amor todo cuanto hace? ¿y lo quo le ocurre?
o El énfasis que el texto pone en el amor, ¿no llevará a en_
tender al ser humano de forma poco cientffica y objetiva, ¡Alerta!
Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como
demasiado inclinada hacia una especie do sentimentalismo,
también las hay de observar la realidad. Muy a menudo, no
que pase por alto aspectos y elementos absolutamente im_
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
prescindibles para comprender bion al varón y a la mujer?
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa...,
o ¿No te parecen exagerados los adjetivos que ol texto apli_ sencillamente, porque no los estamos buscando.
ca al sexo, considerándolo maravilloso, sublime, etc.? Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
¿No
incitarán estas expresiones a convertirlo cn el gran «ídólo» en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
que hoy es para tantas personas, que paroeon reducir toda puede enseñarnos. Sí esto no sucede, resulta bastante fácil
la vida conyugal a las relaciones sexualoc? que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
o Con lo visto hasta el momento, ¿estás do acuerdo en que claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada».
entre la sexualidad y el amor existe una rolaclón muy ér_ Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
trecha? En cualquier ca$o, desarrolla on un&§ doco o quince que intentaras responde4 con calma y, si es necesario, por
líneas lo que piensas del asunto. escrito, a estas preguntas.
o ¿Cuál o cuáles son los objetivos de la saxualidtrcl humana?
Si te parece oportuno enufner&r varior, est&blece unn.jerar_
quía entre ellos y explica los motivcls de tu deeisión, Para conocer mejor la sexualidad, ¿te parece conveniente
empezar por estudiar a fondo lo que ocuffe en los anima_
les, con los que incluso es legítimo rcalizar experimentos,
32 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXIIALIDAD \ERSONAL.,.? Nrno»ucctót¡: SEXUALTDAD... HUMANA 33
de trivialización que ha experimentado en los últimos tiempos. el mal' Y apunta, especialmente, al uso <<mediocremente marvado»
Banalización que, al alejarla de su profundo significado y dé su del sexo:
excelencia, constituye fal vez uno de los principales problemas «Sería vano, empero, negar que las almas humanas con cuya
-teoréticos y vitales- que <<la cuestión del sexo» plantea a nues- congoja nos hemos regalado esta noche eran de bastante mala caii-
tros contemporáneos. dad [...]
Después ha habido una tibia cacerola de adúlteros.
t ¿Han podido
enconüar en ella la menor huella de lujuria realmente inflámada,
Pues, al no advertir la sublimidad de que esa sexualidad )
qoza, / F9v99a$ora. rebelde e insaciable? yo no. A mí me supieron rodos
I

+ algunos no perciben hasta qué extremo influye en su ajenas como respuesta automática a anuncios incitantes. o para
L
propio ser / frr: sen-
modernos y liberados, reafirmar su virilidad o ..normalidad,,,
+ y tienden a tratarla como un obieto más de bienestar
/ o simplemente
y consumo.
/ he saboreado ap-oryue
(-
no tenían nada mejor que hacer. A mí, que
Mesalina y casandra, me resultaban francamente
nauseabundosr.

Muy a menudo me veo obligado a explicar, con prof'unda pena, Todo lo cual, como sugería, no puede sino ir en detrimento de
que, para bastantes de los que hacen del fin de semana nocturno el la posibilidad de apreciar y valorar la sexualidad humana, pues los
ámbito primordial de su diversión -que a la par cs el objctivo por
títulos de su grandezaderivande su cercanía a lo que es eliombre
excelencia de su vida: vivir para divertirse-, las relacloncs ,exruie.,
en cuanto persona (a saber, amor participado) y al origen de cada
excesivamente frecuentes a !o largo de esas voladau, §¡on un simple
ser humano (una relación exquisita de amor mutuo. .. vigoi,zada
producto del aburrimiento y del comespondicnto af6n de clistracción.
por el Amor creador de todo un Dios, con el que coop-eran los
Que un buen número de jóvenes, con los metioos quo sorfan del caso
para los chicos y las chicas, y para cada perrona conoretn, sin igno_ padres en la procreación o co-creación de cada hijo).
rar del todo la profunda lesión que generan cn su ser rl utilizar de
ese modo la prcpia sexualidad, la sitúan, sin cmbnrgo, en la misma
línea de los demás instrumentos de recreo o entroton¡micnto, como d) h sexualidad: sery obrar
una especie de «añadido» a su persona, del quo podrfan disponer
a placer, y no como algo que la configura intrfnsecumclrtc y en su
totalidad.
. . El 19. piárrafos que preceden, al apuntar sobre todo al ejer-
cicio de la sexualidad humana y su nexo con el amor, he dejádo
que suelo exponer de una manera una tanto burcla y desga_ de lado algo tanto o más importante y, en cierto modo, previá: la
.Lo
rrada, pero gráfica y significativa: para ellos es como un rcti.csco condición sexuada de todo sujeto humano, su índole dá varón o
más o como un helado,,. «solo que a lo bestia». Cumplc una misión mujer.
parecida -el pasatiempo, ln huida del tedio, ciertr¡ disirute-, pcro, al
Me gustaría exponer un par de ideas al respecto.
menos en su imaginación c inicialmente, con mucha mayor e licacia
e intensidad que esos otros «productos», o El estudio sobre la persona que realizamos en módulos an_
Lo expresa con singulur ncierto C, S, Lewis en El cltablo pro- teriores nos permitió extraer una doble conclusión:
pone un brindis. En mitad del dlreurso, el diablo mayor §6 que.jn de 4)antes que nada, que el obrar sigue al ser, y el modo de
lapobrezade las motivacioner que llevun ul hombre actual'0 hucer al modo de ser;
iobrar
3'0 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUAUDAD PERSONAL,,,?
I'TTNOOUCC TÓN : SEXUALI DAD... HU MANA
31

Si un ser humano no llega a ama[ a «transformar en embargo, todas y cada una de esas acciones pueden _¡y
amor» todo cuanto realiza,
-.i .ben!-
.Sin
convertirse en amor.
de_
¿cómo?: en cuanto, al hacerlas uusáan¿o
+ lo demás resulta insignificante, vano o, meJor, dañlno I eficazmente el bien de los otros, el amor las in_forma
y,
(como una batidora en que funcionaran a la perfccclón todo¡ los
I secuencia, las trans-forma: cuando como, paseo,
trabajo o"orno "or_
descanso
elementos internos aislados, pero que de hecho no b¡tlcr¡, o un ., movido por el amor
-para consolar u un ii¡o mientrás
coche o un ordenador primorosos, pero que no rnduvlrrrn o no i preparar mejor las crases pensando en mis alumnos, "h*ñ;,
reponer fuerzas
procesaran textos... no harían sino estorbar). i pwa volver a la tarea con más bíos, recuperarme
de un enfado con
fin de no aguar er ambiente al volver u tales actividades
-"-l
"uru...-,
llegan a se¡ en sentido real, aunque derivado,
actos de annor.
c) Ser humano, amor, sqcualidgl" ,. (No solo por nzar e.l rizo, sino para hacerlo
más comprensi_
ble, el que in-formar equivalga a trans_formar puede
verse tien, por
Para entrever el sentido en que cabc sostonor quo cl ser hu_ eje,mnl9, en la asimilación de la comida: lo que
era, pongo por caso,
mano se identifica con el amor o e§tá do§tinado a tran¡form&rse en pulpa de mango o de naranja, cuando lo come y
Oigiere un cnico o
é1, basta advertir lo que he desarrollado otrai vccoo. una chica, se trans-forma en carne, músculos,
tendones... huma_
nos.
A saber, que todo su contexto os dc amon
Algo similar, no idéntico, sucede con las actividades que
+ Mce del amor, del Amor divino inflnito quo lo crea en 1uTor.
Por ejemplo, al levantarnos de un asiento en
un auiobús por
reali_

cooperación estrechfsima con ol emor humano do sus pa- deferencia hacia una o una persona de edad _y no ,i..rft"_
dres.
lño*
mente porque hemos llegado a la parada_, el gesto
fisico se trans_
forma en un acto de delicadeza,"ipe"to a esa
ó Estd destinado al amor: a am&r a Dlo¡ y B lns personas
contrario, si uno -¿una?- se pone en pie para ver
otra persona; por el
creadas, ya en esta tiena, tornilndo¡c ccdc vez más tbliz; mejór el escaparate
de la tienda de modas, ese movimientó se ransforma
y, con semejante preparación, e &fltar deñnltlvamente al en un acto
de... [ponga cada cual.lo que le evoque y parezcamás
conveniente],
Amor de los amores durante la cternldld, eln término y pero no propiamente de amor).
plena de dicha.
* Y, por lo mismo, crece, §c pcrÍGeelana §6lilo heimbre, o Asimismo, la sexualidad comienza a percibirse en
todo su
como pcrsona, gracias al arnor,,, esplendor y maravilla cuando desvelámos y por"_o,
primer término su íntima y natural conexión con "n
el amor.
Y es que, para unos ojos que sepan mirarla con tmpü,
Por todo lo cual, pucdc aflrmar¡¡ rln rrprrot qur superando los estereotipos degradados que circulan'en
ei
+ la persona humrnr a¡, prrtlclprdtmtntt, amor, ambiente, la sexualidad se revela de entroda como
el me_
dio más específ,co, como el instrumento privilegiado, para
despertar, introducir, manifestar y hacer crecer
el amoi en_
I Con el advorblo pafilelpad&ffianle qulerc lnrlnuer, Gntre otras
cosas, que, considerndo an sl ! eot sl, no todo lo que ol hombre rea_
tre un varón y una mujer precisamente en cuanto
tales, en
cuanto personas sexuadas, ,-
liza es, en su sentido már proplo, un eeto ds ¡norino lo e: el §omer,
( el pasear, el ver la tclovl¡lón o leer un llbro,,, De ahí, justamente, su_impo tínciayrelevancia en
el conjunto
de la existencia humana. y también ¿e anr la
fisteza a"t pró""so
38 I,MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL..,? LASEXUALIDAD PERSONAL 39,
o más bien observar cómo nos comportamos los varones y esbozos toscos de hechos "espirituales", inmediatamente creemos
las mujeres? ¿Por qué? disporrer de una explicación de tales hechos. Lo más bajo nos pa_
¿Existe alguna diferencia entre <<reproducirse>>, <<engen- rece lo más verdadero.Eslasuperstición de la época, d maniá
oe
drar»>, <<generar»», <<procreaD>, <<co-creaD» y otros verbos- "remitir" lo sublime a lo ínflmo, el extraño error que toma como
acciones del mismo tipo? En caso de que sea asl, exponlas causa sufuiente una condición simplemente necesaria.También
brevemente. es por escnipulo científico, se nos dice. Hacía falta eso para
liberar
al espíritu de las ilusiones espiritualistas. pero me cuesta mucho
¿Qué determina o caracteriza mejor a la sexualidad huma-
apreciar el interés de una emancipación que consiste en ..explicar',
na: el cuerpo o el alma? Extiéndete en tu respuesta lo que
a Dostoyevski por la epilepsia y a Nietzsche por la sífllis.
estimes oportuno. iuriosa
manera de emancipar al espíritu, esa que se ,oremite,, a negarlo».
Antes de seguir leyendo, y suponiendo que las haya, ¿po-
drías señalar algunas de las principales diferencias entre el
sexo animal y la sexualidad humana? En concreto, y volviendo a nuestro tema,

¿Es cierto que entre la sexualidad humana y el amor existe


s el sexo animal debería hacerse por completo inteligi-
una relación muy estrecha? ¿Qué ocune, entonces, en los ble
animales brutos? + a partir de la sexualidad humana.

1. ¿«Snxo» pnRsoN¡,l,zeoo? Sin embargo, r¿vones de fondo, comoJa 6n relativa-


mente acrtljLca del evolucionismo, y otras de tipo práctico, como
En las primeras páginas, establecf una distinción clave entre la mayor facilidad para anariz4r el sexo en los animales, llevan a
sexo animal y sexualidad humana o personal, Ahora querrfa escla- menudo a tomar como punto inicial de referencia a estos, y a pre_
recer algunas de las diferencias abismales que m&rcan semejante sentar la sexualidad humana como un simple s"xo animáI,
iero
divergencia. enriquecido (o sin enriquecer, lo cual resulá todavía más proble-
mático).

a) Sexualidad «humana, Y, aunque es cierto que el estudio de los animales aporta da_
tos no despreciables para la compiqnsión de nuestra seiualidad
Pero también soñalar un principio metódico fundamental, al -por eso, en las páginas que siguen, lo utilizaré a menudo como
que ya he aludido 0n vffills ocasiones, porc, quo con oxcesiva fre- término de comparación-, no habrtaque olvidar que la naturareza
cuencia se desatiendo 0n ol mundo contcmporáneo; a saber: que /o profunda de la sexualidad human¿ solo logra percibirse a la luz
inferior se entiende a la luz cle lo supador, y no viseversa. de la condición personal de todo hombre, qui constituye, a su
vez,
un reflejo o participación de la Trinidad pérsonal de Dios.
He de reconocer quo mc &gredan, aunque le¡ ontime un tanto
duras,las siguientes conviecloncr do Donh de Rougcmont: <<No-
(De ahí, entre otras abundantes consecuencias, que las inves_
sotros, los herederos dol rl¡lo XIX, eomo¡ todo¡¡ máe o menos
tigaciones al respecto realizadas en los animales no puedan trasla-
materialistas. Si se nos mug¡Eln on l¡ netureléza o en el instinto darse sin más, como a menudo se hace, a los seres humanos).
40 ¿,MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL,,,? LA SEXUALIDAD PERSONAL 41

Esto me induce a dejar constancia de dos aspectos funda-


mentales:
. En los animales brutos
S por un lado, algunos de los rasgos que contradistinguen
+ el sexo tiene una función meramente re_productora
(orientada ai mantenimiento de la especie, mediante
y cNacterizan la sexualidad humana y su ejercicio, de- la «rs_p¡66r._
ción» de ejemplares sustancialmente idénticos).
rivados de su condición personal: lo llamaré <<sexo per-
sonal o personalizado»;
o Entre los hombres, muy al contrario, la sexualidad ma_
nifiesta dos novedades:
á por otro, en absoluto independiente del anterior, ciertos
elementos de la condición sexuada de toda persona hu- a) es principio de pro-creación:
mana, masculina o femenina. e capacidad de hacer entrar en el mundo una pri-
En su momento, advertí la importancia de una afirmación micia absoluta, una persona humana, única e irre_
de gran alcance: todo en el hombre es humano. Ahora ve- petible,
remos algunos rasgos en los que se manifiesta la condición e de ningún modo pre-contenida en realidades an_
humano-personal de la sexualidad, Y, para ello, tal yez re- teriores, sino «extraída de la nada» por el infinito
sulte oportuno señalar, de un modo todavía genérico, las Poder divino,
diferencias más de bulto entre sexo (animal) y sexualidad e y destinada a introducirse en la corriente de Amor
(humano-personal), así como algunas de las razones de esta infinito que el propio Dios constituye;
radical desemejanza.
b) y todo ello como fruto de un acto exquisito de amor
entre un varón y una mujer...,
b) Sexualidady sexo e amor al que los animales son absolutamente aje_
nos.
Como punto de partida, sirva este texto de Juan Pablo II: «El
cuerpo humano, con su sexo, su masculinidad y feminidad, con-
templado a Ia luz del misterio de la creación, no solo se nos revela Las causas radicales de esta discrepancia y superioridad son
como manantial de fecundidad y procreación, tal como sucede en hondas; se sitúan, como más de una iez he considerado,
en el
el entero orden natural, sino que enciera en sí desde el principio, plano del ser.
el atributo "espons&I", es decir, la capacidad de expresar el amor:
precisamente aquel amor en virtud del cual el hombre-persona Con otras palabras-. la sexualidad personal humana ocupa un
se torna don y actualiza -a través de semejante don- el sentido
-
lugar de excepción en el conjunto de las realidades dotadas
¿e ,oo,
mismo de su ser y existir», porque también el hombre goza de una muy peculiar
constitución
-de un (acto de) ser superior y radicalmenü diu"rro_, que lo
o Amor y procroación, He aquf el doble lazo radicalmente crimina del resto.
dis_
.
constitutivo de la soxualldad humana; lo que la distingue,
en los dominios dol obrar, del sexo y la genitalidad simple-
mente animales, relacionado¡ de modo exclusivo con una
sola realidad: la reproduceién,
42 ¿MERO SEXO ANIMAL O SEXUALTDAD ?ERSONAL...? LASEXUALIDAD PERSONAL
43
2. Snxo ANTMAL. ó con palabras aflnes: es la especie la que se configura
por sí misma como cierto valor, mientias que sus
a) El sexo animal, al servicio de la especie... indi_
viduos se supeditan plenamente a ella:
Tomás de Aquino explica esas divergencias, más o menos,
e pero la especie no tiene existencia <<separada>>,
al
como sigue. modo de las Ideas platónicas, sino que solo subsiste
en sus representantes singulares;
óEntre todos los componentes del Universo, el individuo hu-
mano posee una propiedad en exclusiva: en él conviven,
e y como estos, por su índole corpórea, son tempora_
ordenados e íntimamente imbricado s, materia-y les y comrptibles, es preciso que engendren bt
-e spíritu o o,
espíritu-y-materia. individuos -también perecederós, pero padres a su
vez de nuevos exponentes de la miima familia
* Eh la materia, que lo asimila hasta cierto punto a las rea- bio_
lógica-, que aseguren el persistir de la especie.
lidades infrapersonales, encuentra el hombre el origen o
princip io -tal v ez, mejor, la c ondición- de su índole sexua-
da (que, sin embargo, como ya he indicado y veremos con b) ... y sin signfficado para el individuo t
más detalle, alcanzae impregna fodo su ser).
Por otra parte, considerada en absoluto, la sexualidad
óY el espíritu que vivifica esa materia, ausente en los sim- senta como una modaljdad imperfecta de la capacidad
se pre_
ples animales y en las plantas, determina la superioridad r"proáu"_
tora por cuanto, de ordinario, exige la cooperación
de dis expo_
del hombre en comparación con los demás organismos pro- nentes de la misma especie, de sexo complómentario: r-'l
vistos de sexo y, simultáneamente, da razón de las peculia-
ridades y de la grandezade su sexualidad. * de ahí la diferenciación sex,ar,como elemento constituti-
vo y fundamental de la mayoría de los animales superio_
o Si analizamos estos dos datos alaluz de la particularidad res;
de la persona, con su dignidad y singularidad, podremos á y de ahí, también, el denominado instinto sexual, o de
advertir que: apareamiento, que, en determinadas circunstancias,
con_
á duce inevitablemente a dos ejemplares de distinto
en el reino vegetal y animal existe un nexo indisoluble sexo a
realizat la cópula.
y biunfvoco entre sexo y reproducción: la genitalidad,
con todo lo que lleva aparejado, es función estricta y (Hablo de modalidad imperfecta dentro de
una consideración
excluslvade la necesidad que poseen los seres vivos de absoluta porque, entre otros motivos, al contrario de
lo que sucede
perpetuarse; con el Padre, que generapor Sí mismo al Hijo,
ninguna criatura áe
e todo lo cual nos recuercla algo muy conocido: lo
cierto rango es capaz de engendrar a otras siio con
er auxilio de un
ejemplar de distinto sexo.
que en verded importa entre los animales y plantas
Pero, al mismo tiempo, como se sabe, desde una perspectiva
. es la especle, a ouyo sÉrvisio sÉ encucñtrra absoluta-
relativa, referida solo a ras criaturas, la existencia de
mente subofdinado el rexo y los otros medios más sexualidad
constituye una manifestación y una prueba de grandeza,frente
simples {e reproducelénl a las
realidades que carecen de sexo y c.ryu reproducción
es asexuada.
44 ¿,MERO SEXO ANIMALO SEXUALTDAD 4ERSONAL...? LA SEXUALIDAD PERSONAL
45
Con palabras de L. R. Kass: <<La cuestión es que la reproduc-
para que llegue a cumplimientolarazónpor
ción [procreación] humana es sexual no por consenso, cultura ni la que
tradición, sino por naturaleza. En ella, un hijo es resultado de la son sexuados: la cópula fértil, que a.egurá la repio_
combinación de la naturalezay el azar. ducción, y el conjunto de actividades encaminádas
a la supervivencia de los recién nacidos.
Es más: solo encontramos reproducción asexual en formas poco
desarrolladas de vida: bacterias, algas, hongos y algunos invertebra- 4 En todo lo demás -y con las leves puntualizaciones que
dos. I¿ sexualidad trae consigo una nueva y más rica relación con serían del caso-, los animales de uno y otro sexo
re_
el mundo: para el animal sexuado, el mundo no es ya una otredad sultan prácticamente intercambiables, c-omo lo son,
homogénea, en paÍe peligrosa y en pafe comestible; es, además, de
manera más general aún, todos los individuos de
el lugar que contiene otros seres especialmente relacionados con é1. cada
familia animal.
Por eso, entre otras razones, el ser humano es el más sexual
-las
hembras no atraviesan momentos puntuales de celo, sino que son
receptivas durante todo el ciclo reproductivo- y el más social, el
más lleno de aspiraciones, el más abierto y el más inteligente»). 3. ... y sExuALIDAD HUMANA
o Ahora bien, y volviendo a los animales brutos: como estos
a) De la re-producción ct la pro-creación...
no gozan de significado por sí mismos, en cuanto indivi-
duos,tampoco la diferenciación sexual arroja apenas saldo
Como vengo repitiendo, la situación del hombre es radical_
alguno de valor estrictamente individual.
mente distinta.
La pertenencia de cada uno de esos individuos a uno u
otro sexo los marca exclusivamente en lo que ataire a La <<diferencia» podría enmarcarse dentro de este texto
de To-
su función de propagador y conservador de la especie más de Aquino, comentado por Cardona: .Éor eso, ..el
alma racio_
(con lo que implica de diversidad de funciones al ser- nal da al cuerpo humano todo lo que el alma sensible
da a los brutos
vicio de la prole); y el instinto de apareamiento, por su animales, lo que el alma vegetatiya da a las plantas y
algb más en el sentido de una mayor perfecciOn sensltiVá;
d;" ;;;:i
parte, no posee otras resonancias que la estricta atrac_
tiva -en su conjunto orgiínico- y
rü;"_
ción hacia la unión física <entrada exclusivamente en sentido de una perfécciín de
orden superior, espiritual». ", "i
los órganos genitales- con vistas a la generación de
nuevos exponentes de la misma especie,
o Sin embargo, para captar su originalidad,
ir + Con palabras distintas, y desde una per$pectiva com- consider aré de
momento lo que parece equiparar al hombre a los animales
plementaria:
brutos. A saber:
q como los animales irracionalos carecen cJe interio- 9 que el punto de partida de la sexualidad human
ridad o lntlmidad - de riqueza o de «vida interio», a es, en
ci¿rto modo y desde la perspectiva por ahora adopta_
si esta expresión un tanto figurada resulta más ex- d¿, el mismo que el de estos: la neceiidad de reproáuc_
pllcita-,
ción;
e su adscripción e uno u otro scxo no doja en ellos c) y que tal exigencia deriva, en efecto, de la componente
casi más soñal que la ebeolutemonte imprescindible
corpórea del ser humano, paralela a su carácteimortal.
46 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...?
LASEXUALIDAD PERSONAL 47

. Permanece, por tanto, entre los hombres, con todas personas -singulares, concretas, dignas y valiosas
las consecuencias que son del caso, por sí mismas_ pertenecientes a larazahumana.
+ la orientación de su sexualidad a la conservación ó Fso es lo que Dios pretende en relación a los seres es_
de la <<especie» pirituales --el hombre lo es en función de su alma_, y
(en el sentido peculiar y un tanto problemático que tal término tie- eso es lo que los cónyuges deben hacer propio a la horá
ne para los hombres, respecto a los cuales parece preferible hablar de plantearse lo que hoy conocemo, como ,.paiernidad
de naturaleza que de especie).
responsable>> y ala de ejercer la unión íntima:
o Esto resulta innegable, y posee amplias repercusiones e aumentar, como algunavezhe sugerido, el número
a la hora de determinar el modo en que el ejercicio de
de los seres destinados a mantener con Dios un diá_
la sexualidad es verdaderamente enriquecedor:
logo de amor por toda la eternidad; abrir __en cada
+ la unión sexual humana jamás podrá ser despro- unión íntima_ nuevas e inéditas posibilidades de
vista voluntariamente de este que cabría definir una felicidad sin término: del surgimiento de una
-por ahora- como su fin original constitutivo. persona qtJe nunca vendría al mundo (esa en parti_
cular, no otra) en ausencia de tal relación.
o Pero, informando al cuerpo -y como raíz de su originali-
dad y preponderancia respecto a los animales-, el hombre b) ... con estricto significado <<personal»
posee un alma espiritual e inmortal, en virtud de la cual se
configura como persona: es decir, como un fin o unvalor ¿Y en lo que se refiere a la diferenciación sexual y ar instinto
en sí. de apareamiento?
En consecuencia, merced a su alma, el individuo humano También aquí establece la índole personar del hombre notabres
no se encuentra en absoluto subordinado a su especie, sino que, desemejanzas respeto al simple animal. Ambos
-diferenciación e
como afirma una tradición multisecular,vale por sí mismo, tiene instinto, que en este caso se configura como tendencia_ poseen
dignidad. un signifi cado rigurosamente personal.
ó Un primer corolario de esta disparidad básica, que
afecta incluso a cuanto de común hay entre la sexuali- r La razón de todo, ello acabo de exponerla:
dad animal y la humana, es el siguiente: * siendo el hombre un ser digno y valioso por sí mis_
a Lo pcrseguido a través de la generación -y de la fio,
cópula quo le da origen- no es ya la simple conser- + el sentido de su sexualidad no puede ser mera y sim_
vación del linaje humano, y ni siquiera el dar cum- pfemente específico (en función de...)
plimionto al noble afán de perpetuarse los esposos -eso equivaldría a subordinarro por compreto, en una de sus dimensio-
nes más profundas y esenciales, a la especie, ultrajando su dignidad_,
en sus hijon,
e No. Lo quo ha do procurarse, cabal e intencionada-
+ sino que ha de dejar su traza en los aspectos estricta_
mente individuales y personales de su ser.
mente, es ol lnefemento, la multiplicación, de las
48 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALIDAD ?ERSONAL...? LASEXUALIDAD PERSONAL 49

o Por tanto, lejos de quedar reducida a los estrechos límites -+ Por eso, hay que insinuar ya, en relación con la atracción
de la función reproductora, aunque tomando pie en ella, la sexual entre los hombres, que esta incluye, como es obvio,
diferenciación sexual transforma y modula --como ya he la tendertcia al apareamiento con vistas a la procreación,
insinuado- hasta los rincones más íntimos de la persona pero que de ninguna manera se limita a ella.
varón y mujer.
No constituye exageración alguna (sino que responde a la natu-
+ Es toda la persona de la mujer, en cuanto mujer, lo que
atrae (o debe atraer) al varón; y es la persona íntegra del
raleza de las relaciones constitutivas entre materia, forma y acto de
ser, según veremos más adelante) af,rmar que es el mismo ser del
varón, en cuanto tal, lo que atrae (o debe atraer) a la mu-
hombre y de la mujer el que resulta <<sexuado>>;
jer.

+ y como el ser anima y da vida a todos los elementos inte-


e El varón-varón, el varón cabal, no solo desea unirse
grantes y al conjunto de las operaciones de cada individuo físicamente a la mujer, y viceversa.
humano, e Cada uno de ellos aspira a conocer, también pero no
habremos de sostener que todo en este, solo a través del trato íntimo, toda la riqueza de una
e desde lo más exquisitamente espiritual hasta Io estric- personalidad del sexo complementario, que cada cual
tamente corpóreo, por sí mismo -por su diversa constitución en cuanto
e recibe el influjo de lo que originariamente parece haber ser sexuado- no puede experimentar.
surgido -desde la perspectiva ahora adoptada- en fun- e Anhela también, en mayor o menor medida, a tenor
ción de la reproducción y de las dimensiones corpóreas del temperamento singular de cada individuo concre-
del hombre: el sexo.
to, verse envuelto y como empapado por la afectividad
de una persona del otro sexo: sentirse comprendido,
. De esta suerte, si antes afirmaba que los animales irracio- animado, estimulado, protegido e incluso orientado
nales eran y se mostraban complementarios exclusivamen- por ella, y experimentar las propias emociones sexua-
te enlo que hacía referencia a su capacidad reproductora y das que de ahí se derivan.
a cuanto se halla unido a ella; y si sostenía también que esta
pobreza era debida alafaltade interioridad de tales indivi-
duos -cn definitiva, de profundidad y plenitud de ser-; en Y si desea también fundirse corporalmente con su propio
este momento, por el contrario, habré de recordar que cónyuge,
+ la razón más profunda de ello es el arnor,
+ merced a su distinto sexo, el varón y la mujer
+ con su vigoroso poder unitivo y cognoscitivo.
4 se muestran dlferentes-y-complementarios enmuchí-
simos aspectos de su personalidad: A ello se ref,eren estas palabras de Noriega: <<Nos encontramos
+ casí, si se me apura, en toda ella. ahora ante una dimensión nueva, en que la experiencia entre el hom-
bre y la mujer adquiere mátices distintos. No es ahora el cuerpo el
que reacciona excitándose. sino la propia interioridad humana: el
afecto. Ante diferentes valores de la persona, como su simpatía, su
50 ¿MERO SEXO ANIMALo SEXUALTDAD \ERSONAL...? LASEXUALIDAD PERSONAL 51

alegría, su fortaleza, el sujeto reacciona emocion¿índose. niflcar... observarse -pues esto contribuye atraerlaansiedad, ene-
La emoción
se configura así como la reacción ante el modo como miga mortal de la sexualidad-, sino vivir simplemente la aceptación
ra otra persona
en su masculinidad o feminidad encarna distintos valores
hú-*or, del don recíproco de la persona, como el amor sugiere».
dándoles su propia originalidad en una complementariedad.
Lo que motiva tar reacción no son los varores corporales,
sino Los cónyuges no se unen solo, por tanto,
los valores humanos ligados al hecho de ser varón o
_u¡".. Ante el
modo diferente como afronta las dificultades, o es
d" t"_u_
.) para traer a la vida a un nuevo ser personal (lo cual ya
ra, o de enfocar los problemas, o de gozarse ante lo"upul sería grandioso),
li
fositivo de la
vida, con una alegría singular, o de encontrar lo veidaderamente
l

humano... Se trata ahora no tanto de una pulsión cuanto de 4 ni para experimentar el placer orgánico que de la cópu-
un es_
lr
tado afectivo o sentimental sumamente inieresante y que la deriva (asimismo lícito y excelente),
abre di_
,
mensiones nuevas de la persona anteriormente descánácidas,
por_ * sino también para:
que desvela el mundo de la interioridad en el que
otra p"rronu ,. 1) conocer -en y gracias a esa unión, entre otros mu-
ir hace presente con su originalidad, recreando eiperiencias
vividas
gracias a la memoria o proyectando en situacionls chos modos- la entera intimidad, espiritual, psíqui-
posibles con la
imaginació»>. ca y corpórea, de la persona a la que se entregan;
2) vivir las emociones derivadas del conocimiento de
En términos más amplios, pero muy adecuados, expone esa riquísima personalid ad, integra y sexuada;
Giulia
Veronese: <<A lo largo de toda la vida de la pareja,
el sáxo [puesto 3) actualizar la ofrenda por la que cada uno de los cón-
al servicio del amorl contribuye a manteneiy ,iforr*su
urión, al yuges realiza su índole de realidad destinada al don
tiempo que el amor, a su vez, facilita la posibilidad de ,.sentirse,,
tilli o a la entrega...
y "sentir al otro" profundamente. En el intercambio de
amor de la
pareja, los gestos del cuerpo, hasta la intimidad 4) y, como más tarde apuntaré:
de la genitalidaJ,
pueden comunicar amor, forman parte de la entrega c) descubrir y madurar su propia identidad mascu-
il1
mutua, de dar
y_recibir el propio ser; en la confianza del amor, i,comunicamos,, lina o femenina, ayudando al cónyuge a hacer
al otro nuestros sentimientos, tales como deseos, placer, otro tanto.
lir dificurta-
lr des, satisfacciones, gozos y dolores». * desvelar a través del trato mutuo determinados
li caracteres de lo humano,y
li Y añade: «Por el contrario, si el sexo, en vezde proporcionar ó facilitar la encarnación en sí y en el cónyuge de
gozoy satisfacción profunda, provoca constantemente dolor en los nuevos rasgos descubiertos.
l.i uno de los dos, es muy difícil que pueda mantenerse
una verdadera
unión. Involuntariamente, en el subconsciente de la persona
afecta_ Con lo que también queda dicho que se encuentra ligada a la
ii da se formarán ciertas rescciones psicológicas que
ál nnu bndrán atracción sexual (y como vehiculado por ella) la necesidad intimí-
un efecto destructivo sobre las relaciones áe ta pie.¡a.
sima, conf,guradora, que el ser humano descubre en sí, de ofrecerse
Por lo tanto, es justo y conveniente que en Ia unión plenamente, en cuerpo y alma, a la persona de sexo complementa-
i
sexual los
I esposos se preocupen do la rexualidad propia y de rio cuyo ser ha elegido y corroborado, para ponerse al servicio de
la del otro, para
que ambos puedan disfrutar. El término..preocuparse" su proyecto perfectivo... tal como veíamos al hablar del amor.
no debe sig_
52 ¿MERO SEXO ANIMALO SEnUALTDAD \ERSINAL..? LASEXUALIDAD PERSONAL 53
. En este caso, el nuevo texto de Cardona puede servir más
c) El sexo animal a la luz de la sexualidad humana o
bien como resumen y fundamento metaf?sico (no entera_
mente inteligible pata todos: no importa en absoluto) de
lo o Todo lo apuntado, 1z algo más, lo recoge Cormac Burke en
dicho hasta ahora y en otras ocasioñes, y de parte O" to
qr" este pasaje, que remite a la consideración básica que ofre-
expondré de inmediato:
cíamos al hablar del método de conocimiento de las reali-
<<La naturaleza humana incluye un componente dades -1o inferior alaluz de lo superior-, y que darápie a
material, cor_
poral: el cuerpo. Eso nos introduce en el tiempo, en reflexiones posteriores:
el devenir his_
tórico: en parte, como los seres no espirituaies. V es aqui <<Tradicionalmente se ha tendido a explicar el instinto sexual,
aonáe
aparece propiamente la sexualidad.
colociándolo dentro de un marco demográflco; así como tenemos
Pero esta sexualidad, que en los animales sin alma espiritual un apetito de comer, para mantener la vida del individuo, tenemos
es
simplemente medio escogido por Dios para la ,,reproducc-ión,, un apetito sexual para mantener la vida de la especie.
de la
especie y su peünanencia en el tiempo, én los homtre, _"o_pr"rio,
de alma y cuerpo, de espíritu y de materia_ adquiere La explicación vale, pero se queda corta.
una diáensión
que trasciende el tiempo, una dimensión de eternidad. Si el hombre y la mujer experimentan una profunda ansia de
En el hombre, la "reproducción', es .,procreación,,: es decir, unión sexual es también porque sienten --cada uno personalmen-
algo que se pone en favor de la creaciór, qr" privilegio divino, te- un profundo anhelo de todo lo que va implicado en la verdade-
",
dar el ser. De ahí que la diferencia ,.macho_hembia,,
*il_uf qr"O" ra sexualidad: auto-donación, autocomplementariedad, auto-rea-
transflgurada en diferencia "varón-mujer": personas lización, auto-perpetuación, en una unión conyugal con el otro>>.
sexualmente
diferenciadas, con vistas sobre todo a la créación a"
nu"ru, p"r_ o Para una mirada superficial, estaríamos ante una mera cues-
sonas humanas, que es la finalidad primordial Oel
matrimonio'¡ln
cuanto que el amor conyugal, como sabemos, es normalmente ._ tión de perspectiva. Pero hay que tener muy en cuenta que,
o
gen de los hijosl. según la que se adopte, aparecen regiones de sombra, cuya
Eso explica la diferencia, anatómica y fisiológica, que explicación se toma ardua.
-
el varón y la mujer. pero.el
hay éntre
"o.por"ri"
espirilual a" f" plÁru 4 Habitualmente, durante siglos, ha predominado el pun-
humana eleva esa diferencia también a ro espirituat, originanoo ae-
terminadas cualidades anímicas distinras en Ll varón
to de vista que, partiendo de la comunidad existente
y Jn fu ,,u¡o, entre hombres y realidades infrapersonales, y poniendo
distintas pare ser complementarias.
el acento en estas últimas, descubre en el sexo la capa-
De este modo, resulta que, sobre la participación del
ser divino cidad de reproducción.
personal que es ya la persona como tal, se añade
ahora una parti_
cipación diversificada e.n.el varón y en la mujer, diversificada
para * Hoy la situación ha cambiado, aportando, como casi
complementarse; esencialmente para constituir familia: cualquier modif,cación, ventajas e inconvenientes. Un
tug_ áor_
de, según el querer de Dicls, ha áe nacer el hombre y resumen muy acertado lo ofrece Benedicto XVI:
donje puede
mlduqar como persona, Desarrollarse, alcanzar su plenitud
perso_
nal, educarse>>. @ Ventajas: «La concepción modema de la familia, entre
otras causaspor reacción al pasado, da gran importancia
al amor conyugal, subrayando sus aspectos subjetivos de
libetad en las opciones y sentimientos».
54 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL,,.? LASEXUAUDAD PERSONAL 55

t a Perjuicios: <<En cambio, existe una mayor dificultad para sentimiento que tienen con respecto a la sexualidad animal¡l
percibir y comprender el valor de la llamada a colaborar muchos biólogos contemporiíneos, que ven en ella una com-
con Dios en la procreación de la vida humana. Además, plicación onerosa, difícil de explicar desde el punto de vista
las sociedades contemporáneas, a pesar de contar con de un darwinismo ortodoxo.
muchos medios, no siempre logran facilitar la misión de
Pero si suponemos que la intención suprema de la natu-
los padres, tanto en el campo de las motivaciones espiri_
raleza es "hacer al hombre", como dice Elohim en el sexto
tuales y morales como en el de las condiciones práctlcas
día, los órdenes precedentes, no teniendo ya en sí mismos su
de vido>.
último f,n, siendo solamente etapas preparatorias, deben pre-
c) Centrándonos en los beneficios, y de acuerdo con cuan_ sentar caracteres que no pueden parecer sino absurdos al es-
to acabo de exponer, hoy la primacía corresponde a la píritu, si no se refieren al término definitivo que los explica.
consideración del hombre como persona, en cuanto Sin esta precaución, no pueden dejar de parecer irracionales,
dotado de un espíritu que lo discrimina radicalmente aberrantes, inútiles o lujosos>>.
de los animales y plantas.
Prescindiendo de las más o menos explícitas, y falvezinnece-
I juzgándola desde allí, nos dice Jean Guitton, <<la sarias, concesiones al evolucionismo, acaso sustituible con venta-
sexualidad se presenta como el medio de realizar el amor ja por el llamado «principio antrópico>>, la cuestión está clara.
[entre el varón y la mujer en cuanto tales, como he apuntado
y explicaré con calmal.
El amor ya no es considerado como una consecuencia
Solo el hombre ha sido querido «por sí mismo» en el
artiflcial y accidental de la sexualidad: al contrario, la sexua_ conjunto del universo visible.
lidad se presenta como un instrumento favorable para exci_
tar y mantener el amor en una sociedad formada por seres Solo la sexualidad humana, entre todas las que halla-
múltiples, más o menos comprometidos en la maieria y la mos en el cosmos,
corporeidad. + alcanza el estatuto y sentido definitivos de la
Esta diferencia de puntos de vista desplaza las zonas de sexualidad:
oscuridad. e englobar los mecanismos reproductivos en un
En la doctrina precedente, lo más difícil de justiñcar era clima de amoli
-la sexualidad humana, que parecía como un brote aleatorio, e hasta el punto de transform ar a ambos -amor y
como una derivación bastante sutil [que complicaba innecesa_ procreación- en dimensiones intrínsecas de esa
riamente el «mecanismo» de la reproducción].
sexualidad... obviamente enriquecida.
En lo sucesivo, la sexualidad animal es aparentemente la
más inexplicable, y desde entonces se ,os prés"rta como un
lujo inútil. Si el animal carece de interioridad,
¿qué signif,can De ahí, de la prioridad del hombre en la tierra y de la <<orienta-
esas uniones caricaturescas que no aseguran ninguna simbio_
sis de los seres, ninguna comunicación de las conciencias?
ción» a él de todo lo demás, la enorme facilidad con que se interpre-
tur, como si fueran humanos, gestos y conductas animales determi-
Es esta la imprcnión que podemos tener cuando obser_
nadas por sus instintos y carentes de un significado superior que las
vamos el apareamionto dG las bestias. Este es también el
relacione en modo alguno con el amor pleno y cabal.
0
56 ?:MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD \ERSONAL...?
LASEXUALIDADPERSqNAL 57
G En sentido estricto, en cuanto imprícitamente se los considera
formes con una simple afirmación, sino procura razonar tu r
como manifestaciones o derivados del amor personal, en relación
a los animales tampoco debe hablarse ni de témura o afecto, ni respuesta.
de
preocupación real por los otros, ni de delicadeza... ni de unión ¿Puede decirse que el alma humana es masculina o femeni-
ge_
nerada por el amor. na? ¿En qué sentido y con qué puntualizaciones?
como consecuencia, desrigadas de ese amor
-tal como estiín-, Y, si has contestado negativamente, ¿cómo puede hablarse,
las manifestaciones pseudounitivas de los animales irracionales
han entonces, de persona masculina y de persona femenina?
de presentarse como carentes de sentido, por cuanto la simple
repro-
ducción se llevaría igualmente a cabo, y economía de Con otras palabras -que lo pueden complicar más aún-:
medios, sin todo ese acompañamiento. "o, -uyo, ¿de dónde surge la sexualidad humana y dónde reside más
De lo que resulta que es el amor lo que confiere su sig_ propiamente?
niflcado último a la concreta y determináda modalidad qrie Ahora, unayez estudiado el tema, ¿ves claro por qué lo co-
el sexo adquiere en los individuos humanos (y que deja su rrecto es <<entender>> el sexo animal alaluzde la sexualidad
reflejo en la de los animales). humana, y no al contrario?
Un amor, además, que, por su intrínseca fecundidad, ase_
¿Piensas que en los ritos que acompañan o preceden a la
gura una perpetuación propiamente personal _¡amorosa!_ de unión sexual entre animales puede hablarse de sentimien-
larazahumana. tos o emociones? ¿De cariño, delicadeza, ternura...? ¿y en
la relación de una hembra animal con sus <<hijos/as»? ¿por
qué?

Tranquilidad.

El conocimiento humano es progresívo. Normalmente no


se
comprende del todo lo que se lee por primera vez. Lo medio_
entendido entonces prepara para estudiar lo que sigue, y el
nuevo conocimiento aclara lo ya aprendido. A menudo es
preciso «ir y venir», leer más de una vez lo mismo. pero
el
resultado final suele provocar una notable satisfacción.
Animo.

Ayuda prrr la reflexión personal


¿Consideras que la scxualided -el hecho de tener sexo_ es
manifestación de grandoza o de precariedad? No te con_
m
DIMENSIONES PERSONALES DE LA SEXUALIDAD

Si aún me sigues leyendo...

¡nl"nul
Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como
también las hay de observar la realidad. Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada».
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras respondel con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.

Si la persona humana es digna y eminentemente singular o


única, también lo será su sexualidad. Así, de entrada, ¿qué
te <<dice» esta afirmación?
60 ¿MERO SEnO ANTMALO SEXUALTDAD \ERSTNAL...?
DIMENSIoNES PERSoNALES DE LA SEXr]ALIDAD 61
. ¿Te resultaarriesgado hablar de «libertad sexuaL>?
qué? ¿Consideras que calif,car ra sexualidad ¿por 1. EsBNcw-Es o coNsTrrurrvAs
t r-*u
«libre» puede tener algún sentido?
¿,Cuál o cu¿iles? "i-o Las primeras, las que nacen de su relación con el alma espiri-
. Parece obvio que una persona normal
puede más fácil_ tual, podemos calificarlas como propiedades esenciales o, quizá
mente no tener relaciones íntimas __en mejor, constitutivas.
un momento dado
d"_pgr vida- que dejar de comer o de
:hambriento beber ñá
o sediento... o de por vida (que, entonces,
"uur¿o
Sabemos que en el hombre la sexualidad ¿s, diferente y muy
se superior al sexo meramente animal. y que sus discrepancias y
transforma en muerte).
por qué no?
¿Estás áe acuerdoi ¿p",qré ;i;/y preeminencia se encuentran determinadas por los caracteres que
distinguen al espíritu de la materia: se configuran como cierta par-
o En la relación íntima, ticipación de tales rasgos.
¿piensas que la mujer y el varón
ticnden por naturale za á-entregarr" ¿"t
_lr*o _o¿o, Ahora bien, las notas fundamentales por las que un ser espiri-
idénticos matices y con igual iñtensidad? "o,
¿Sucede ,ri;;l; tual se eleva abismalmente por encima de cualquier realidad infe-
época presente? ¿por qué? Tienes ocasió*n
a" rior pueden reducirse a dos, bien conocidas:
¡No te prives! "^pfffi".
$ por una parte, su intrínseca y constituyente dignidad (que
la sexualidad manifiesta, como antes apunté), a la que va
ligada la libertad;

Acabamos de considera¡las dos raíces constitutivas


c) por offa, su pronunciada singularidad, su índole irrepeti-
de la supe_
rioridad del sexo humano sobre el de todas ble, que la dota, como sabemos, de mayor capacidad de
las rearidades sexua-
das. Esas dos causas radicales son: comunicación.
Como consecuencia, estas dos prerrogativas se hallan partici-
padamente en la sexualidad humana, por el hecho de ser la sexuali-
dad de un compuesto de espíritu (imperfecto) y materia: lo que a
veces se denomina, de modo no excesivamente correcto, un <<¿,§-
píritu encarnado>> (más bien: un espíitu-imperfecto y, como tal;
necesariamente auxiliado por la materia; o, mejor aún: un com-
puesto de un alma --o forma sustancial- espiritual y de un cuerpo
Analizaremos ahora brevemente algunas adecuado a ella).
de las consecuencias
que brotan, para la sexualidad humana]
incardinada en un ser espiritual y
¿el hecf,o Je;;;;;ffi;
un clima exquisito a) Libertad de la sexualidad humana
de amor interpersonal. "¡"r.á.r" "n
La libertad, en su sentido más propio, afecta al sexo (para
elevarlo) en mucha mayor proporción que a los demás instintos
-o tendencias- inscritos en el hombre.
62 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...?
DIMENSIONES PERSONALES DE LA SEXUALIDAD 63
que constituye una nueva prueba de que la esfera sexual
del ser humano se encuentra más íntima y estrechamente incor- que la <<dieta>> acabe por afectar gravemente a su
porada a las dimensiones estrictamente espirituales (o personales) salud o, incluso, le acarree la muerte;
de la persona; o más bien, que las dota de una característica
muy
q en lo que atañe a la nutrición, el ser humano par-
peculiar,.de modo que toda la persona humana es intrínseca y ticipaescasamente de la libertad de su propio espíritu,
constitutivamente sexuada, como persona masculina o femenina. quedando en parte ahenojado por las leyes que deter-
Como se explica en Saber amar con el cuerpo,libro que re_ minan el dinamismo de lo estrictamente biológico.
comiendo en extremo, «la libertad y la capacidad de amar son
Lo cual, como acabo de señalar, es un índice de que la tendencia
lo más grande e íntimo que tiene la personá humana. por eso,
la a comer y beber afecta menos a la persona en cuanto tal, en cuan-
sexualidad, en la medida en que es expresión corporal de esa
ca_ to persona, y resulta menos impregnada de «personeidad» -menos
pacidad de amar, afecta al hombre de manera íntlrna y profunda,
personal-que el ejercicio de su sexualidad... que, poreso, participa
tanto para bien como para mal». más de las condiciones estrictamente personales.
Soy consciente de que me repito en este extremo, pero resulta
imprescindible ir dejando claro hasta qué punto la condición sexua-
Y de ahí que las tendencias sexuales resulten, como aca_
da es constitutiva de la persona humana.
bo de sugerir, las formalmente más libres, por encima de
otras inclinaciones.
o Con el sexo no ocurre lo mismo: la sexualidad humana es
Como la libertad «señala» y caracteriza a la persona en
mucho mds libre que el resto de las tendencias que se dan
cuanto tal, lo más personal resulta más libre, y lo menos
en el hombre.
personal, menos libre.
á Por nattraleza, este tiene la capacidad de ejercerla con
relativa independencia de sus impulsos, sin que ello -a
o Y, así, a la hora de satisfacer las necesidades de comida y pesar de cuanto se haya dicho en contra- provoque la
bebida, el hombre puede ejercer ciertalibertad, que lo dis_ más mínima perturbación de su equilibrio vital y psí-
crimina ya de los animales inferiores. quico.
r) No solo tiene la posibilidad de elegir entre los variados + El ser humano puede conservar enteramente la plenitud
tipos de alimento, sino que, ademái, y en última instan_ de su salud y su vida, aun cuando se abstenga de llevar
cia, es capaz de sustraerse a la solicitación del apetito, a cabo la unión sexual en esta o aquella circunstancia o,
y abstenerse de probar bocado o de ingerir líquido al_ incluso, de manera absoluta: por sí misma, la renuncia
guno, aun cuando el hambre o la sed sean acuciantes. completa al uso de la genitalidad no constituye la más
4 mínima traba para su desarrollo físico y psíquico.
Pero esta libertad, relacionada con el instinto de con_
servación, es relativamente escasa, pues tiene unos lí_
Utilizando adrede términos de origen freudiano. para que sus
mites muy clar«¡s: afirmaciones resulten más netas, sostiene un experimentado psi-
e el hombre no puede decidir dejar de sustentarse más quiatra, con muchos años de vuelo en la Europa Central: «La ob-
allá de un dctorminado lapso de tiempo, so pena de servación libre de prejuicios del comportamiento humano ha hecho
posible que la psicología más reciente reconozca que la represión
64 ¿MERO SExo ANIMAL o SEXUALIDAD PERS1NAL...?
ii DIMENSIONES PERSONALES DE LA SEXUALIDAD 65
del instinto es tan humana y natural
como la satisfacción del mismo,
y que Ia una y la otra son causa hayan cruzado en su camino. Es la oveja general la que le interesa,
de salud o enfermedad, de sereni_
dad o de inquietud, de placer o y no esta determinada oveja, la loba y no una cierta loba. y así su_
de disgusá, ü0, la relación que
mantienen con la entera escala de cedería en el hombre si este fuera solo un animal más refinado».
,¿"rá humanos.
Respecto al llamado .,instinto', "rp""iticamente
sexual, tierre
sivo; la continencia ..por amor,,p-¿r""
ii;;or,, un papel deci_ Al no serlo, el sujeto humano tiene la posibilidad _y el deber_
de personalizarel uso de su sexualidad: singulunizarloy ejercerlo
lo mismo que la relación sexualllevada "utÁu ftU"nua ,.por a" espíritu,
a caboiambién amor,,. en un exquisito clima de amor, que culmina en la entrega para
La disposición ínrima de la persona,
q;";i;;; y colorea el mundo siempre a una sola persona del sexo complementario (ñasá el
entero, se traduce en las relaciones
inürpársonA", y, especialmente, punto de que, hablando en rigor, para quien estií verdaderamente
en el modo de ser y de existir_con_"t_Ot
o_J"i*orr. enamorado, las demás personas de ese otro sexo acaban subjeti-
vamente por «desaparecer>>... en cuanto sexuadns: en cuanto tal,
Conclusión: solo existe zza).
I

+ por estar más estrechamente


asociada al dinamismo Se trata de una cuestión explicada con gran profundidad, junto
lli espi ritual del individuo humano, con otras, en la cita que sigue: «La persona es un ser que vale en sí
ij

ri
+ por participar más estrictamente
de ese tipo de alma,
y por sí, es un todo en sí y por sí, no ¿r parte de un todo del cual
derive su valor. Metafísicamente hablando, no forma parte y no pue_
+ la sexualidad se rev.iste con las prerrogativas
de "formar pafe" de ninguna serie. La especie humana existe iolo
1l
propias
de semejante espíritu, entre las qr"
acabamos de ver_ la tibertad.
áL*r., _como para la biología. Desde el punto de vista metafísico esta realidad no
ji existe: existe la"nattralezahumana,,, que no es la misma cosa. En
este sentido, cada uno de nosotros, cada persona, es un ,,unicum,,.
Esta "unicidad" debe ser reconocidaatodapersona: a la propia y
b) ta sexualidad humana, orientada a la de cualquier otro. Es el precepto ético fundament¿ o nó.má
hacia la persona singular
personalista: "ama al projimo como a ti mismo,,.
Pero lo mismo ocure con la singularidad. Sin embargo, unavez descubierta esta particularidad de la per-
sona' una vez advertido que cada persona es distinta de otra, irre-
petible e insustituible, resulta espontáneo preguntarnos:
La sexualidad humana madura ¿No exige
es, siempre, una sexuali_ esta singularidad una correspondiente forma de reconocimientá?
dad personalizada, singularizada: ¿No debeía haber una forma de reconocimiento del todo excep_
+ concentrada en una persona particular
y única.
cional y única? ¿única y excepcional porque es dada urlnu p"rronu
singular y no a otra? Ahora bien, si reflexionamos seriamenie sobre
la experiencia del encuentro sexual, vemos que implica, como su
fuente última, precisamente esto: el reconocimiento del otro. La uni-
Yen esto se diferencia también de lo que dad en la carne, en el cuerpo, apunta a este reconocimiento (es su
ocurre en las
realidades inferiores. intentio): lleva en sí mismo esta finalidad.
«En el mundo animal _nos Unicidad del otro y, por tanto, imposibilidad de sustitución:
dice de nuevo Jean Guitton_, la
selección no se rearizaatendiendo "tttyoltuya para siempre" puesto que ningún otro podrá tomar tu
a ra inÁrioridad. cuando el lo-
bo devora a la oveja o se aparce puesto. Esta es la deflnición propia del matrimonio monogámico e
con la loba, solo necesita que se
indisoluble en su íntima esencia ética>>.
66 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...? D I MEN S ION ES P ERSONALE S D E LA S EXU AI.IDAD 67
También en este caso se advierte una mayor Debido a su pertenencia a un ser espiritual, la sexualidad hu-
interiorización
de la tendencia sexual respecto a los instintos p;rq*;
inferiores. mana puede trasformarse, formalmente, en don, en culminación
prosigue Guitton, ,.cuando queremos alimentarnos
no distingui_ de la entrega propia del amor.
mos.entre tal o cual perdiz, tal o cual trucha.
El paladar _á;?;
licado distingue la cosecha y acaso el plantío,
p"ro no ;ñ"d" En relación con este extremo, conviene no olvidar lo que ya
ni el racimo. La individuaüdad de la materia "l y nos
se nos escapa, vimos: que amar era corroborar en el ser a la persona querida, con
contentamos con el pan y el vino como
el lobo ." todas las consecuencias que esa confirmación lleva consigo; y que
la oveja' Y lo mismo ocrlrriría con la generación "orániá
si el hombre "on
zo consistía también, desde una perspectiva casi coincidente con la
fuera espíritu y libertad antes de ,". anterior, en elegir el término de nuestros anhelos, ratificarlo en su
o "ír"r.
Comg lo es, por el contrario, la sexualidad puede estricta individualidad irrepetible... y entregarse a él de por vida.
ser per_
sonalizada. y ello va unido a la libertad
qri tu
inüínsecamente, en virtud de su incardinación ""*;; Víctor Frankl lo recuerda con palabras claras, que constituyen
ur".".
espiritual: ", cierto eco de cuanto estudiamos al hablar del amor.

+ porque no estamos obtigados a ejercer


nuestra ge_
<<El amor -nos dice- no tiene nada que ver con un compañero

nitalidad ni a entregar la sexualida'd a ningún anónimo de relaciones instintivas; por ejemplo, un compañero que
indi-vi_ se puede cambiar a menudo por otra persona que tenga propiedades
duo determinado
(porque no respondemos a un instinto,sino idénticas.
a una tendencia: por lo
tanto, controlable), En el caso del individuo elegido instintivamente no se busca a
+ podemos libremente escogerel término
personal, ín_
la persona, sino un tipo (...). El compañero en una relación pura-
transferible, de ese ejercicio y de ese don; mente instintiva (también el compañero en una relación social) es
c) está en nuestras manos personalizar la
sexualidad.
más o menos anónimo.
En cambio, al compañero en una relación de amor verdadero se
le trata como una persona, se le considera como un tú.
c) Libertad y singularidad «sexuales», al servicio del amor'.' Por tanto, podríamos decir que amar significa poder decirle
"tú" a alguien; pero no solo esto, sino poder decirle también "sí":
Y, como consecuencja de tal personalización, esto es, no solo aprehenderlo en toda su esencia, en su individuali-
el sexo es capaz
de participaractiva, profunda y a^bundanteÁnte dady unicidad, tal como hemos dicho anteriormente, sino aceptarlo
en el dinamismo
constitutivo del amor: en todo lo que vale.
Asípues, no consiste en ver solo el o'ser-así-y-no-de-otro modo"
Podemos amar tamblén con de una persona, sino en ver al mismo tiempo su 'poder-ser', esto es,
el sexo, ver no solo lo que realmente es, sino también lo que puede ser o lo
+ comunicarnos o entregarnos gracias a
é1, que deberá ser.
+ elevándolo infinitamente por encima del
ejercicio En otras palabras, citando una hermosa frase de Dostoievs-
que del mismo hacan los animales
irracionales. ki: "Amar significa ver a la otrapersona tal como la ha pensado
Dios"».
68 ¿MERO SEXO ANIMAL O SEXUALIDAD PERSONAL...?
DIMENSIONES PERSONALES DE LA SEXUALIDAD 69
Y, al advertirla según el boceto divino,
surge en nosotros el o
impulso razonable, sumamente generoso, Ahora bien, en la sexualidad humana -y en lo que a este
de ponernos ra¿ic¿l
mente a su servicio: tiene lugar la punto respecta- podríamos reseñar tres componentes, que
entreg4 resello conclusivo de
la corroboración del ser. por lo común act(tan de manera conjunta e indiscernible,
Pues bien, el sexo humano puede aunque en ocasiones, alguno de ellos detenta un predomi-
hacer todo eso, puede de_ nio -incluso patológico- sobre el resto:
cir un <<tú>> y un <<sí» plenos, ,"di"ab.;
prede entregarse, en la
T:.-u medida en que, por pertenec", a
,na realidad espiritual,
4 el placer que acompaña al ejercicio del sexo (y que no
obtiene la posibilidad esencial de es mero deleite sensible, sino psíquico e incluso espiri-
ser personalizado.
Pero, para que efectivamente actúe tual);
de r
pronuncie el ,.tá, y el «sí» qr" * la atracción, fundamental aunque no exclusivamente
(en cuanto sexuada), se requiire "oooJo;;rTi"H::?"
qu,
ffix; psíquica, por la que se tiende a completar la propia in-
"*irt"-rcialmente,en la vida
diaria, se encuenrre englobado;;";;;ente digencia con la ayuda de la persona del sexo comple-
cardinal de amor
libérrimo. mentario que se ha transformado en el propio cónyu-
oé'
b-t

Solo con esa condición, la sexualidad ó y el amor hacia esa misma persona, que, por su carácter
humana se verá conyugal, inclina a hacer completa la donación a ella:
enaltecida y elevada, hasta integrrrr"
la actividad en el alma y en el cuerpo.
más noble y definitiva que puede
iealizar"n
la persona:
+ el amoL De esos tres integrantes, los dos primeros miran fundamental-
en el que el hombre y el sexo conquistan mente a la propia satisfacción y cumplimiento, mientras que solo
definitivamen_ el tercero -el amor electivo- instaura con vigor la «dialéctica del
te, y actualizan, su intrínseco y constitutivo
carácter ter_ tú>>, afirma radicalmente aI otro... y nos hace salir de nosotros
minal de don.
mismos y, así, crecer y desarrollarnos.

2. Y nxlsrnNcrAlEs o DE LA vrDA DTARTA (Curiosamente, como hemos visto en otros momentos, la gran
paradoja de la condición de la persona -que solo vive en plenitud
a) Requisitos al des-vivirse- también está presente aquí: de modo que, cuando en
la unión íntima alguien persigue el propio contentamiento -placer y
consuelo gmocional, por resumirlo en un par de expresiones- no es
I ú*
. de pregunto: ¿cuáres son,existenciarmente,en
cada día,los
er discu- cuando da pie a la propia mejora y felicidad; sino que esta tiene lu-
1nr requisito. qr" p".-iilniablar de gar, al contrario, cuando el fin de nuestros actos es el amor al otro en
una sexuali-
dad,personalizada,ejeicida po,
uáor, a" ,ru ."ruuti¿ad transfor_ cuanto otro: la búsqueda de su bien, en las diferentes modalidades
mada o capaz de trasformarse que adopta en la unión íntima.
en don?
Cabrta deducirlos, una vez más, De nuevo con palabras de Benedicto XVI, <<la promesa más
de la definición aristotélica
que nos sirvió de punto de partida profunda del "eros" puede madurar solamente cuando no solo busca-
en nuestros análisis del amor.
Amar, decía entonces, es <<querer mos la felicidad transitoria y repentina. Al contrario, encontramos
el bien para otro>>.
ll
juntos la paciencia de descubrir cadavez más al otro en la profun-
ll
70 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD zERS1NAL...?
DIMENSIONES PERSONALES DE LA SEXUALIDAD 71
didad de su persona, en la totalidad del cuerpo
y del alma, de modo Cada cual es bueno -en el sentido más cabal de este térmi-
que, finalmente, la felicidad del otro llegue
a seimás importante que
la mía. F.ntonces, ya no solo se quiere ráibir no- en su propio orden. El deseo de la propia plenitud es bueno,
algo, siro ért y
en esta liberación del propio "yo" el hombre "garre, además de inevitable; el placer derivado del coito es bueno, ade-
se éncuentra a sí mismo
y se llena de alegúa»). más de natural.
Pero ambos, para perconalizarse, han de ser reducidos a la
categoría de corolario.' esto es, subordinados al amor personal, a
Por eso «querer el bien para otro» lleva la búsqueda lúcida y voluntaria del bien del otro en cuanto otro.
consigo, en este
caso,
Por otra parte, los bienes más altos no deben someterse a los de
ó articular los tres ingredientes recién enunciados de menor calibre y entidad.
manera que, aunque no siempre con plena concien_
cia,
$ el más noble y artruista -er amor voruntario-
se consti-
b) Síntesis
t.uya en motor y Sríg del afán de complementación
y
del placer derivado de la cópula t* En consecuencia, una vida sexual ejercida bajo los auspicios
del amor, una vida sexual enriquecida por el don, por la entrega,
una vida sexualjerarquizaday ordenada, desde los puntos de vista
oY peligro que impediría la personali zación existencial ontológico, antropológico y ético, establece la siguiente gradación
-el
radica, precisamente, en que esa necesariajerarquía (un tanto esquematizada, por razones de pura didáctica):
pr"ae
desintegrarse, de modo que el placer se transforme 1) En primer término, se debe buscar el bien del cónyuge en
en úni_
co móvil de la vida conyugal o sexual, o que, cuanto persona y en cuanto cónyuge: que sea, que sea bueno,
trascendiendo
levemente esa perspectiva, en el trato matrimonial como esposo, como padre y educador, etcétera; y, pana lograr tal
se bus_
exclusiva el propio contento o incluso la propia
:u" :l per_ fin, hay que ponerse totalmente a su disposición, a su servicio: en
fección como persona. el alma y en el cuerpo.

(Más adelante matizaré este extremo).

2) A continu ación, se puede procurar el propio bien personal,


sin anteponerlo nunca al de la persona con quien se está unido en
matrimonio; más aún, según acabo de sugerir, hay que tener de
¿Cuándo, por el contrario, puede establecerse fundadamen_ nuevo en cuenta que lo que perfecciona al hombre como persona,
te esa afirmación? Antes de avanzar una
respuesta, querría hacer lo que hace de él un ser plenamente humano, es la búsqueda del
una observacióncasi innecesaria: Ios dos integrantes del uso
del bien ajeno y la entrega amorosa que esa solicitud lleva consigo.
matrimonio que el amor ha de supeditar a sí,lersonalizan¿otos,
en modo alguno deben ser calificado. 3) En tercer lugar, cabe establecer como meta el proporcio-
ilegítimos ni, ei -' nar el placer de la unión al propio cónyuge: semejante deleite es
consecuencia, han de quedar excluidos "o-o
de la vida ónyugal- antropológica y éticamente bueno, y puede y debe ser procurado,
72 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALTDAD \ERSONAL...? DIMENSIONES PERSONALES DE LA SEXT]ALIDAD 73
il
siempre que no se anteponga o, menos todavía, elimine adaptándose a la intencionalidad del amor, es decir, en una relación
la conse-
cución de bienes más artos, como podrían ser el auténtico profunda y activa, de comunicación del ser de la persona con el de la
amor o
ilt
Ir
la fecundidad conyugal, los hijos. persona amada, aquella desarrolla entonces toda su fuerza positivar).
4) Por fln, en última instancia, y supeditado a los otros tres
bienes, resulta legítimo andar en po, d"l-p.opio placer;
instalado En definitiva, todo resulta cuestión de orden.
en el lugar que le corresponde --el que señaia una
correcta antropo_
logía de la vida sexual- es también algo bueno y deseable. Y es el orden que acabo de esbozar el que permite
existencialmente, en la vida vivida,
(Aunque, como es esta especie de <<complicada jerar_ + elevar la sexualidad a la noble categoría de expre-
-obvio,
quía» no se plantee explícitamente en iada relación, qu" e, _u"t o sión y ejercicio del amo[ del don personal genuino;
más natural y espontrinea, sino que constituya
la disptsición habi- + a esa condición cuya conquista ha sido esencialmente
tual del buen amor entre los esposos... que se unen íntimamente, posibilitada por la incardinación del sexo en un ser
<<sin tener que pensar más>>, cuando er conjunto de ras
circunstancias dotado de espíritu.
los conduce a ello.
Por otra parte,
tampoco estimo necesario detenerme a explicar
que la especie de fragmentación de elementos que
he llevado a cabo c) Un apéndice fundamental
es el resultado de una «abstracción» o separáción
de hechos que
en la realidad se interpenetran mutuamente y en los Y todo ello, puesto al servicio del engrandecimiento personal-
que ," pon"
juego, como me gusta repetir, toda la biografía "n
¡en este ir¿l_ humano de cada uno de los cónyuges, que es la manifestación más
vidual y de los cónyugesl. "u*, clara del amor.
Recojo un par de citas al respecto: «... ,,subjetivamente,,,
los
estados psíquicos que acompañan este comportamiento Según sostiene Alberoni, conflrmando ideas que he expuesto en
se sitúan
[...] en muchos otros momentos y situaciones psíquicas de la vida otros lugares: «Para que haya amor, es preciso que el amante haga
afectiva y emotiva de la persona y de la pareja. UtranOolo germinar posibilidades latentes o contenidas de nuestro ser».
Uien, ia
"psicología", es decir, la vida interior que en el individuo Y, también: <<Todo enamorado se esfuerza por poner en eviden-
,rUyá""
en la relación sexual, va siempre más aitá del tiempo cia aquello que considera lo mejor de sí mismo. Y hace de todo para
y A"f
del momento dado, llevando consigo el .,pasado,,yLl ifrtr.o,,, "rpu"io adecuarse, para estar a la altura de esta imagen ideal. En síntesis,
urn_
plirándose a toda la relación entre rás dos personas se esfuerza por ser lo que quisiera ser. De ello brota un formidable
y, en ese instante,
al "modo" en que er individuo está viviándo esa especial empuje hacia el mejoramiento de sí mismo>>.
reración,
que quedará después grabada en é1. Además, po,
*u"ho que se quie-
ra describir esta realidad en términos generdés, En lo que ahora nos atafie, y como antes apunté, a través del
en cada parej uy,,"n
su presente histórico" será siempre distinta y trato mutuo -también del íntimo- la mujer descubre y hace crecer
único>.
<<Enla pareja enamorucla, es evidente que el placer, por todo
lo ulteriormente su feminidad, de manera análoga a como el varón
que el sexo brinda en la relación de amor, va percibiendo e incrementando su masculinidad... que son la
-u"ho más'amplio que
el placer meramente físico que Ies puede"iofrecer el forma propia en que una y otro pueden desplegar su condición
acto sexual en
sí. Cuando la sexualidad se exprera, en el momento personal (masculina o femenina, pues la persona-humana sin mds
oportuno, bus_
cando "también" el placer de la relacién sexual y,
al rnismo ,il;;, -ni mujer ni varón- constituye una abstracción inexistente).
74 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALTDAD \ERSONAL...?
DIMENSIONES PERSONALES DE LA SEXUALIDAD 75
Según estudié en otro lugar:
Ayuda para !a reflexión personal
^ l) La mujer acaba de desvelar y desarrolla su personeidad
femenina en contacto y relación.on ál varón en cuanto tal;
2) de maneraanáloga,el varón pone al descubierto ¿Entiendes ahora mejor cómo afecta la singularidad per-
lanqueza sonal a la sexualidad humana? ¡Pues explícate, hombre (o
de su m¿sculinidad y es capazde engrandecerla
gracia, fáfr"_ mujer)!
sencia de las mujeres y,dj fgrma muy particuUrl¿e "
quien especialmente se relaciona "queilr'";; ¿Qué requisitos ha de reunir la unión sexual entre dos per-
3) En ese juego de complementariedad irremplazable: sonas para que se pueda calificar y efectivamente sea hu-
mana, personal?
d van saliendo alaluz y tomando forma todas las preffo_
gativas y atributos de lo humano, suscitados ¿Es éticamente incorrecto buscar el placer en las relaciones
cada uro Á
ellos preferentemente por la mujer o por íntimas? Matiza todo lo que tengas que matizar... ¡que no
el varón...
es poco! (pero tampoco te pases).
c) para hacerlo cenocer al otro cónyuge y
ayudar a que lo
encarne a su manera, ¿Cuándo puede sostenerse con verdad que las uniones
sexuales expresan y hacen crecer el amor personal, y cuán-
4 con el fin de llevar a su (relativa) plenitud
la perfección de do no? También aquí puedes <<desmelenarte» escribiendo.
<<lo humano>>,
eue, como sabernoa, ,rrg" y sé implementa
solo en la complementariedad sinérgiá.í" De acuerdo con lo que estudiamos al hablar de la persona,
f"_"rir"
f" V ¿te sientes capaz de establecer un nexo relativamente claro
lo masculino: es dual, según suele Jecirse.
entre el ejercicio correcto de la sexualidad y la condición
(Como anunciaba, este extremo constituye de persona, por un lado, y entre el abuso de las dimensiones
el tema de reflexión
en otro libro). sexuales y el individuo entendido como función, por otro?

Tranquilidad.

El conocimiento
humano es progresivo. Normalmente no se
comprende del todo lo que se lee por primera
vez. Lo medio-
entendido entonces prepara para estudiar lo que
sigue, y el
nuevo conocimiento aclara lo ya aprendido.
A menudo es
preciso «ir y venir», leer más de una
vez lo mismo. pero el
resultado final suele provocar una notable
satisfacción.
Animo.
IV
LA PERSONA.. . «SEXUADA»

¡Por si te hubieras descuidado!

¡Alertal
Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como
también las hay de observar la realidad. Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada»,
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responder, con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.

¿Consideras que referirse a Dios es propio de la filosofía,


o más bien un tema reservado a quienes han recibido de un
modo u otro una revelación sobrenatural?
78 ¿MERO SEXO ANIMALO SEXUALTDAD \ERSONAL...?
LA P ERSO N 4... « S EXU AD A» 7g
o ¿Qué se pretende sostener al decir que la sexualidad hu_
mana y su ejercicio (<expresan y completan>> En el instante, por tanto, en que intentaremos compren-
la condición
personal del varón y de la mujer? No te preocupes der la sexualidad del modo más correcto posible:
si, de
momento, tienes la impresión de que tu respuesia
resulta * observándola desde lo alto..., en cierto modo desde el
poco clara y definida. Confío en que la lectura propio Dios.
de las pá_
ginas que siguen te ayude a comprender
con ,,¿, rron¿uru
este asunto.
o Al hablar de la persona, vimos que puede describirse como
o Aclaro de entrada, aun cuando me desvíe un tanto de nues-
un-ser-para_el_amor. Siendo el cuerpo un componente tro tema, que el referirse a Dios entra de lleno en las posi-
im_
prescindible de las personas humanás, bilidades, e incluso en las obligaciones, del filósofo como
¿de qué'modo pien_
sas que se maniflesta en él la orientación tal. Si la filosofía es un <<saber de ultimidades>>, como en
al amor recíiroco
entre varón y mujer? ocasiones se la ha descrito; si pretende descubrir, median-
. te el uso de la inteligencia, la respuesta más deflnitiva de
¿Te atreverías a sostener que el cuerpo humano goza de cualquier realidad o suceso, al término tendrá que encon-
idéntica dignidad que el alma que lo anima?,1C0_íiurau_
trarse con Dios... a no ser que su caminar haya errado el
mentarías tu respuesta, tanto si es afirmativa
éuanto negati_ rumbo.
va, o de qué manera tendías que matizarla?
o ¿En qué sentido consideras que los gestos corpóreos cons_ Y también resulta legítimo, en un escrito concreto, dar por su-
tituyen parte integrante del amor humano? puesto el conocimiento de Dios que en offos momentos se ha alcan-
¿Á qué tipo de zado y considerado.
gestos te refleres y a qué tipo de amor (de
u_irtud,
gal, patemo-f, lial, fraterno. . . Establece y Ciertamente, la filosofía genuina parte de la experiencia: y Dios,
)? desarroíf "áryr_
u ioáu,
las distinciones que estimes pertinentes. hablando con propiedad, no es objeto de experiencia para ningún ser
humano.
Pero, como en todos los demás saberes, no es neces&rio -¡ni
1. PBnsoue, ESpÍRrru, AMoR posible!- abordar el estudio de cada asunto comenzando absoluta-
mente desde el principio, como si nada se hubiera todavía aprendi-
'a) La sexualidad, «configuración» del do.
lhombre en cuanto persona Ninguna cicncia actúa de este modo, sino que se apoya en los
conocimi.entos adquiridos con anteri.ori.dod.
No: encontramos en uno de los momentos-clave,
f mas
_ . arduos,
de nuestro ensayo:
y también De manera análoga, el filósofo tiene todo el derecho --e incluso
aquel en que nos toca considera¡ el deber, pues de lo contrario resultaría muy difícil seguir avanzando
, cómo y.por qué la sexualidad expresa y d.a vi.da u tu en el saber de la realidad- de indagar sobre una cuestión tomando en
i personal de todo ser humano. "onJi"lá cuenta adquisiciones anteriores propias (o de otros filósofos, en la
medida en que uno, al comprenderlas, se las ha apropiado).
En concreto, si ya ha obtenido cierta noticia de Dios -de su
existencia y de su modo de Ser-, puesto que ese saber, aunque mí-
nimo, será lo que más ilumine cualquier realidad que pretenda exa-
USAT
lf-i'F pf-
80 ¿.MERO SEXO ANIMALO SEXUALTDAD 1ERSONAL...?
LA P ERSONA... « SEXUADA» 8t
minarse hasta sus últimas consecuencias, es perfectamente
que intente comprender su objeto de indagación
legítimo o ¿Razones?
con ras ruceslue el
conocimiento de lo divino le aporta. En la Trinidad, gracias al conocimiento brindado por la fe,
(De ahí que los clásicos sostuvieran que la mejor es donde mejor se advierte que toda persona es. por emplear una
de las filoso_
fías es la que se realiza in via iudicii __en-el camint expresión conocida, un-ser-para-el-amor... y para un amor que
en que ." ¡ur_
ga algo con los criterios últimos y de más calibre consiste-culmina en la plena entrega de sí mismo.
alcanzados hásta
aquel momento-, complemento necesario de la via inventionis, Resumiendo lo que he comentado otras veces, y según nuestra
o
camino de hallazgo de esos principios superiores. pobre comprensión de lo sobrenatural, el Padre es Persona per-
Y por 1o mismo, estas palabras tajantes de Cardona: <<podemos fecfa entregando iodo su Ser al Hijo, que libremente lo recibe
y debemos hablar clara y directamente de Dios, en un ámbito o acoge; y el Espíritu Santo vendría a ser la síntesis Personal de
de
estricta teología naturar, de metafisica der ser. para esa Entrega-Aceptación, en la que el Amor (así correspondido) se
esa metafísica
-que es la de Santo Tomás de Aquino, pero no ciertamente la de la cumple cabalmente.
Escolástica decadente y del racionalismo subsiguiente_,
Dios no es Para iluminar desde esta concepción la sexualidad humana,
simplemente un Ser supremo, una especie de primum
inter pares conviene recordar que todo hombre es una persona flnita, limita-
dentro de una serie causal. para la metafísica del acto de
ser, Dios da, y que en buena medida esa limitación se concreta en el hecho
es el mismo Ser Subsistente o Acto puro de Ser; personal,
inflnito, de que el alma espiritual que le da vida es un espíritu imperfecto
absoluto, esencialmente bueno y verdadero y libre. solo
esta no- (por emplear una expresión aproximada, pero suficiente).
ción de Dios puede fundar una ética objetiva, universalmente
válida
siempre... El cristiano debe tener er valor inteligente (sin
a*iére- O, dicho con otras palabras, y según la sugerencia de Tomás
pensées) de hablar de Dios. y el metafísico debe de Aquino, que el alma humana necesita del cuerpo (para empe-
saber del ser lo
suficiente para poder hablar también filosóficamente de zar aseÍ y, sobre todo,) para realizar incluso aquellas operaciones
Dios. El
abstracto y desvaído "Dios de los filósofos,,es el Dios que le son más propias: el conocimiento intelectual y el amor de
del raciona_
lismo: y de ninguna manera el Dios al que la inteligencia benevolencia, que es el que ahora más nos interesa.
natural,
bien conducida, puede llegar. y es Dios úni"o porqué definitivo
de toda norma ética»). "1 o Consecuencia:

Otra cosa muy distinta es partir delos datos obtenidos y


_
tados por la fe. En tal circunstancia, el conocimiento que
acep_ . El cuerpo es el <<elemento>» imprescindible a través del
se obten- cual el ser humano
ga, si se actúa con corrección, será sin duda cierto, p"-
no debería ' + expresa o da a conocer su condición de persona
encuadrarse en los dominios de la ñlosofía. + y realiza (o, mejori completa) su operación más
propia: la del amor inteligente, que culmina en la
No obstante, en las páginas que siguen haré uso de ambos entrega.
ti_
pos de procedimientos' por un motivo que considero
suficiente: el . Lo cual, visto desde «el otro extremo», significa que
hecho de que resulte bastante difícil enténder a fondo
la sexualidad ese mismo cuerpo
personal del hombre sin hacer una mínima referencia
de Personas divinas, donde la lndole personal se
a la Trinidad + está constituido de modo que exponga la orienta-
da en toda su ple_ ción del varón y de la mujer al amor recíproco,
nitud.
82 ¿:MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...? LA P ERS ONA.,, << S EXUADA >I 83

+ y sea capaz de llevar a término, en continuidad lógico, según la operación de que se trate, ponga sobre
con el alma que lo informa y prosiguiendo todo en juego unas potencias determinadas;
su im_
pulso, ese amor de donación total. - * que en el caso que nos ocupa, am&r, en su acepción
. todo ello cristaliza o toma forma
Y
más cabal, resulta del todo imposible sin que inter-
+ en la sexualidad venga la actividad propiamente intelectual, el conoci-
o, si se prefiere, miento del ser y del bien con el que en cierto modo se
+ en el carácter sexuado del varón y de la mujer. identifica: quien no conoce lo bueno-en-sí (y esto es
propio del entendimiento), sino solo el bien-para-sí, no
puede amar de veras, querer el bien del otro en cuanto
b) El cuerpo, complemento del alma y otro.. . sino que por fuerza se buscará a sí mismo.
expresión de la persona humana
o Pero ahora nos interesa descubrir, o al menos entrever,
o Tradicionalmente, sin embargo, y siguiendo algunas propiedades de la persona humana sexuada... en
en esto la
orientación aristotélrca, se ha puesto ni¿s cuanto la sexualidad se orienta al amor.
"; n;
et acento
el cuerpo está <<confeccionadó» de modo que También desde este punto de vista, la condición sexuada es un
facitite iás
operaciones intelectuales del hombre, requisito que la forma -+l alma humana- <<impone>> a la materia:
dejanáo un tanto en
sordina su relación con el amor. al cuerpo. Y, por eso, en fin de cuentas,
No es este el tema que más nos interesa, además
de que lo
hemos desarrollado en otro lugar. No
obstante, la exposició;;;;: E)
daría manca si no se hiciera también aquí el entero cuerpo humano está dispuesto
arguna referencia a esa
disponibilidad corpórea para el conocirniento (más o menos directamente, según los elementos de que se trate)
y cuanto a ér se en-
cuentra aparejado. ó de la manera más apta para hacer posible el amor
Y esto, por dos motivos coincidentes: inteligente.
+ en primer lugar, es muy cierto que el conocer intelectual,
que permite saber lo qrg ,l cada realidad,
constituye uná O, con otras palabras, todos los componentes de nuestro or-
operación propia y exclusiva de las p"r.orur, ganismo reciben su explicación última --con más o menos pasos
que en el
hombre se configura de cierto modo... qr" intermedios- del hecho de que ese varón o mujer tienen como fin
hu"" pr""isu_
mente necesaria una disposición también
muy peculiar de en la vida el amar razonadamente a los demás seres humanos y, al
su cuerpo;
término, al propio Dios.
+ además, y esto resulta todavía más pertinente,
por una de * Esto se advierte ya, para quien observa con ojos limpios,
las-ideas que deberían quedar más claras
en cualquier es_ en la misma estructura externa de los cuerpos masculino
tudio sobre la persona humana; a saber:
y femenino.
* que quien realmente.obra es la persona e
entera, y no Bien mirados, resulta bastante evidente que el uno
una u otra de sus facultades aisladas:aunque,
oDmo es está hecho para el otro,
84 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALIDAD IERSONAL...?
LA P ERSONA... « SEXUADA» 85
* para que entre ambos pueda establecerse
una íntima el funcionamiento del <<organismo sexual humano>>, compuesto por
unión de amor fecundo (como veremos después). la conjunción imprescindible de lo que. respectivamente, aportan el
varón y la mujer.
un pequeño apunte, obvio y tar vez no muy delicado: «obser-
vando,_para comprender su signiflcado, las Cuando todo ello se examina alalruz del amor-fecundo que les
eltre
dife¡encias que
hombre y la mujer en la conformación de ,,
e,l
oir*, da sentido, el asombro de una sensibilidad medianamente dotada no
," ua_ puede sino crecer y crecer... sin encontrar nunca límite, como tam-
vierte la precisa complementariedad de sus aparatos "uá.po
genitales, que poco lo tienen los descubrimientos científicos al respecto.
nos muestra en primer lugar que la finalidad primorOial
y mas evi_ Así lo expone Benedicto XVI, en relación con un aspecto con-
dente de este aparato es la unión entre los
dós sexos, me¿iante la
penetración del órgano genital masculino creto del despliegue de la sexualidad: «Queridos estudiosos, sé
en el femenino, qr"
conformado para acogerlo>>. "rra bien con cuáles sentimientos de admiración y de profundo respeto
Mássimpática y sugerente resulta esta breve descripción por el hombre realizáis vuestro arduo y fructuoso trabajo de inves-
de San_ tigación precisamente sobre el origen mismo de la vida humana:
tamaría Garai: «Si un dibujante quisiera trazat
et pocos rasgos la un misterio cuyo signiflcado la ciencia será capaz de iluminar cada
imagen corporal de la mujer, le bastaría con
esbozar p".t o"y-tu, vezmás, aunque es difícil que logre descifrarlo del todo. En efecto,
caderas' una mujer tiene muchos más rasgos "t en et",arn-
diferenciales,
bito afectivo, intelectual, o corporar. pero"al dibujante en cuanto larazón logra superar un límite considerado insalvable,
le bastaría con se encuentra con el desafío de otros límites, hasta entonces desco-
esos dos rasgos lpicos para expresar la imagen corporal de mujer.
nocidos. El hombre seguirá siendo siempre un enigma profundo e
por qué tiene l_a muje.r ese pecho? Hay una razónbiológica:
, ¿Y
alimentar a los hijos. La mujer tiene pechos porqr"
impenetrable.
es una posible
madre. Si no lo fuera, no los tendía. -Er" ,ur!o Ya en el siglo IV, San Cirilo de Jerusalén hacíala siguiente re-
característico de la flexión a los catecúmenos que se preparaban para recibir el bautismo:
imagen de mujer, que es también uno de los'motivos
que atrae al "¿Quién es el que ha preparado la cavidad del útero para la procrea-
hombre, tiene el sentido de ser madre.
ción de los hijos?, ¿quién ha animado en él al feto inanimado? ¿Quién
_ Lo mismo podemos decir de ese otro rasgo que son las caderas.
La peculiar forma femenina, se debe a la neclsidad
nos ha provisto de nervios y huesos, rodeiíndonos luego de piel y de
de llevar al crío came (cf. Job 10,11) y, en cuanto el niño ha nacido, hace salir del
dentro durante el embarazo, y alanecesidad
de darlo a luz. Volve_ seno leche en abundancia? ¿De qué modo el niño, al crecer, se hace
mos a Io mismo. La imagen corporal típica
de la mujer, po. f, lr" adolescente, se convierte en joven, luego en hombre y, por último,
se diferencia del hombre, corresponde biotógicamente
a lo que tiene en anciano, sin que nadie logre descubrir el día preciso en el que se
de posible madre>>.
realiza el cambio?". Y concluía: "estás viendo, oh hombre, al artíflce;
estás viendo al sabio Creador" (Catequesis bautismal,9,15-16)».
.) Y se percibe también, de manera asombrosa, al estudiar
la
conformación del inmenso conjunto de órganos _desde
el
propio cerebro hasta los que intervien"n áe c) Un apunte -¡mínimo!- sobre la homosexualidad
manera más
directa en la unión física- que hacen posible las
relaciones
conyugales, con el amor y la fecundiáad que Aprovechando cuanto acabo de exponer, me gustaría realizar
llevan
jadas. ? "pare_ una pequeña mención a la homosexualidad, hoy tan traída y lle-
vada.
(Es aquí, lo digo de pasada, donde encontrarían
su <<lugar an_ Lo hago de manera no sistemática -no es este el lugar-, sino
tropológico» las mil maravillas estudiadas al exponer
la f,sijogía y más bien al hilo de un par de anécdotas, sucedidas en los últimos
B6 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALTDAD qERSONAL...? LA P ERS O NA,.. << S EXU ADA » 87
tiernpos, en los que resulta casi imposible que, al abordar temas No es difícil de comprender, en cuanto la sexualidad se advierta
relacionados de un modo u otro con la sexualidad o el amor, no en toda la hondura personal que lleva consigo. No reducida, por tan-
surjan interrogantes o comentarios relativos alas person¿s homo- to, a la mera genitalidad y a lo que pueda seguirse superficialmente
sexuales. de ella; sino en su completa dimensión humana: biológico-psíquico-

En una de las ocasiones más recientes en que esto se produ_ espiritual.


jo, un joven de unos 30 años, probablemente caiado, intenumpió
mi exposición pÍ*a interrogarme, con especial intención, sobré el Y, así entendido, lo sexuúl es necesariamente consecuencia
(<¿unor de la unión de dos personas sexuadas complementarias. Incluso
homosexualr.
desde el punto de vista biológico, el organismo sexual completo
Con plena conciencia de lo que hacía,y sabiendo que la cues_ no es cosa de uno... ni de dos personas del mismo sexo, sino que
tión volvería a plantearse al final, le contesté: <<es inviable>>, y solo existe como resultado de la fusión íntima de una mujer con
proseguí con la conferencia.
un varón.
Al terminarla, ese mismo chico levantó un par de veces la mano Y algo análogo sucede en la esfera psíquica o en la del espíritu
con insistencia. Me las aneglé para contestar antes a otros que tam- (aunque a algunos les cueste descubrirlo o aceptarlo).
bién la alzaron, con la excusa de que se trataba de chicas, dé que no
se habían <<colado», etcétera. Por eso, y no hay aquí afán de ofender, sino de precisión termi-
nológica, a lo más podría hablarse de personas homo-genitales, pero
No trataba en absoluto de eludir la respuesta, sino de dar algu_
no propiamente homo-sexuales: porque, en su relación recíproca, la
nos elementos de juicio que permitieran una mejor comprensién:
como los motivos por los que las relaciones llamadas pre-matrimo- sexualidad en cuanto talno puede hacer acto de presencia.
niales resultan más bien anti-matrimoniales, pues difióultan la con- Y, por lo mismo, tampoco puede darse ese tipo preciso de amor,
vivencia... antes y después de casados. el amor sexual, que es el único capaz de situarse en la base del ma-
trimonio... y fundamentar una legislación al respecto
(sobre todo por su virtual fecundidad, pues es la venida de los
i) Amor homo... na-sexual y no-legislable hijos al mundo lo que muestra más claramente sus repercusiones
sociales y reclama una legislación ad hoc).
¿Por qué un amor inviable?
Con lo que también resultan «antropológicamente>> claros los
absurdos aparejados a la pretensión de equiparar legalmente el
No porque niegue a las personas homosexuales la capa_ matrimonio con la unión (por fierza no-sexual ni conyugal) de
cidad de amar. En absoluto. dos personas homosexuales.
+ Lo que rechazo de plano, justificadamente, es que
pueda haber un amor homo-sexual...
+ porque elengañoso prefijo (homo-)
li) « Personas.» homosexuales

+ hace imposible que el presunto amor resulte verda_ Pocos días después, en otra conferencia, la cuestión resultó
deramente sexurl, más peliaguda. Se trataba también de los alumnos de una Univer-
sidad, más algunos prot'esores.
B8 ¿MER7 SEXT ANIMAL o SEXUALIDAD PERSINAL,,J
ri
I
LA P ERSONA... « SEXUADA» 89

!, elDespués
^^ años.
23
turno de preguntas, se levanta un chico de unos
de ciertos preámbulos, dificiles ¿"
22 6 + Y lo es, por la contradicción que implica el que la natu-
¿ raleza produzca algo-ordenado-hacia-un-fin (el amor y la
dice: "nt"r¿",
margen de lo que inmediatamente iba a exponer,
lu;:,ión sexual, en este caso)...

que, como apunté, no puede alcanzar ese objetivo (nada


«Hace un par de meses, por la noche,
había bebido de de <<orientación», por tanto; más bien «des-orientación»).
más, besé en la boca a un hombre...
+ y desde-entonces ya no me atraen las
mujeres, inclui_ o Añado de inmediato que la tendencia en sí, al margen de su
oa ta mia:
origen, aunque des-ordenada, no es intrínsecamente mala.
+ solo me gustan los varones>r.
Que lo malo sería dar rienda suelta a esa tendencia (siem-
pre, por la desviación que implica)... igual que, al menos
en algunos casos, a muchas otras.
Desconozco si se trata de algo real o de una
mera represen_
tación, pero le digo que, fuera lo que fuere,
mi respuesta * lUu u Y ejemplifico, en consonancia con lo que antes había expuesto:
cambiar. Y empiezo advirtiéndol" qr", mi exposición, yot uUiu <<yo estoy enamoradísimo de mi mujer, pero, gracias a Dios, me si-
puntualizado más y mejor. ",
eue, di ordinario, ha¡ia naúu¿o ¿e guen gustando todas las demás. Cosa que me alegra enormemente,
persona masculina y persona femenina. también por mi mujer. Pero que no hace legítimo el que acepte y
prosiga esa atracción con cualquier otra, justo porque debo y quiero
defender la libertad de ser fiel alamia, tal como le prometí gozosa
Por tanto, ahora me tocaba hablar de persona homo_ y libérrimamente en el día en que nos casamos (¡ese <<sí» es libertad
sexual. que genera libertades !).
+ Y, ante la grandeza del sustantivo persona, En tal sentido -solo en ese- tu situación no es muv distinta de
+ cualquier añadido pierde casi toda su capacídad
de
la mía.
sumar o restar valía a la maravilla de cualquiera
de
ellas: ¡la excelsa «dignidad personal»!
Los dos experimentamos una inclinación a la que no nos
es lícito atender:
. Agrego, porque lo he aprendido de santos muy
santos, que, + tú, nunca;
con la gracia de Dios y si la situación lo requiriera
, + yo, excepto en los casos en que, gracias a ella, mani-
dispuesto a dar mi vida por cualquier otro sei
humano, ";;;i;
con fiesto e incremento el amor hacia mi esposa».
independencia absoluta de lo que hoy se llama
su «oriánta_
ción» sexual.
Asiente sin agresividad, pero se empeña en que
me pronuncie
iii) Igual que yo
«antropológicamente» sobre la homoseiualidad.
Tampoco ahora hay la más mínima agresividad por su parte.
.. Después de explicarle lo que resumí hace algunos piírrafos, le
digo que se trata De hecho, cuando concluyo, se sienta en la primera fila, en un
claramente d-e una desviación.
extremo.
90 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALIDAD )ERSONAL...?
LA P ERSO NA... « S EXU AD A>> 9t
Mientras prosiguen.las preguntas y los comentarios,
le digo
con gestos que, al terminar, querría darle un abrazo. Mi alegría fue grande.
Después áe
tres o cuatro intentos, logro que me entienda.
Asiente con ia cabe- + lnicié un fuerte abrazo, que él correspondió con la
2a... sin que yo sepa todavía si todo ha sido un bluff misma o más energía.
o realmente
lo que me ha contado es cierto (luego me enteré de que
dad).
era ver_ + Era un abrazo sincero de amigos sinceros... aunque
recientes.
pasado por momentos tensos _los dos y el resto
_- -Hemos del
público-, pero también nos hemos divertido. un rati
serio, no d"
tirantez, trascurrió mientras contaba la vida de
aquel Uu"n u_igo El momento y la situación más oportunos para que él comen-
de un buen amigo mío, con fuertes y muy arraigidas zara un breve diálogo, al que también yo respondí muy sucinta-
tendencás
homosexuales. mente y con una sonrisa en los labios:

- <<Y,entonces, ¿qué hago?».


Una persona que está tratando por todos los medios
to, y que lucha -como cuantos nos empeñamos
de ser san_ - <<Pues igual que yo:
¡luchar!>>.
en esa empresa_ no
solo ni principalmente a causa de su téndencia
sexual, sino, much<¡
antes, por tratar al Señor en la Eucaristía después
de confesarse 2. Ll, LTNIDAD mrruÍsuraa DE LA pERSoNA HITMANA
siempre que es necesario; por ser buen trabajador,
acabando su la_
bor a conciencia; buen amigo de sus amigos, buen
ciudadaro... y a) Unidad .<en el ser>>
también -¡como yo!, pero con manifestu"ior",
tener íntegra su dignidad personal, no ahogándola
distintas_ po. _#
ni ofuscándola Para advertir con mayor profundidad la verdad de lo expuesto
con un uso irrespetuoso del propio cuerpo.
antes de este breve paréntesis y poder extraer algunas consecuen-
La seriedad se trocó en risa cuando les comenté
lo que mi ami_ cias ulteriores, resulta conveniente ahondar en el fundamento de
go, bromista, le había dicho en cierta ocasión
a este otro al qr"
bo de referirme. Más o menos fueron sus palabras:
;;; la íntima unidad constitutiva del sujeto humano, que hace que en
..me entrisiasma
el que esté-s batallando tan a fondo po, ,". santo. cierto modo, en el hombre -mujer y varón-, <<todo se encuentre
. Así, cuando te
mueras, te harán el patrono... de los varones homosexuales». e influya en todo>>: y este fundamento, contra lo que normalmen-
te se expone, no es solo lo que suele llamarse unión sustancial,
aunque la incluya, sino algo de mucho más calado, que me gusta
o Lo del abrazo iba asimismo en serio. Al acabar las
distintas denominar unidad en el ser.
intervenciones, ya bien entrada la noche, se
me acercaron Estamos ante una cuestión delicada y no fácil de entender.
un buen número de personas, para hacerme comentarios,
intentar que les resolviera sus dudas, contarme La expondré, no obstante, del modo más inteligible que pueda,
algo que les dejando muy claro, como he hecho otras veces, que su plena com-
parccía pertinente...
prensión no es imprescindible para seguir el hilo del escrito; y
Yo seguía pensando en el autor de la pregunta. pasó
como un que, por tanto, quien no la alcanzara no debe preocuparse ni por
cuarto de hora. Cuando ya salía del recintó, me
estaba aguardando considerar que su preparación es insuficiente... ni, mucho menos,
en la puerta.
porque ello le impida entender lo que se desarrolla más adelante.
i

i,l
92 ¿MERO SEXO ANIMAL o SEXUALIDAD PERSONAL...? LA P ERSONA... « SEXUADA» 93
,i aunque sin negar, lo que af,rmaraAristóteles,
.Supe11ndo, la es_
trecha unidad de la persona humana y el influjo -como la posibilidad de expresar y dar vida al amor en las relaciones
recíproco de «todo
en todo» no acaban de explicarse lu, simites categorías de for_ conyugales-,
"on
ma y materia y con su unión e interpenetracién
mutuas. No se trata + la ofrece el descubrimiento tomista del acto de ser
tan solo de que el alma humana sealo.ma (también llamado, en latín, esse).
del cuerpo, de modo que
el cuerpo resulte «animado» o <<vitalizador, y
el alrna «materiada,
(expresión que recoge el espíritu de eristóieles
y que, aplicada al
hombre, resulta incorrecta no solo desde el punto
de vista del idio_ Doctrina que, en lo que nos atañe, podrÍa resumirse con es-
ma, sino también en su significado más de fondo).
tas brevísimas palabras del Santo Doctor: <<ipsa anima habet esse
Ocurre más bien lo que sigue:
subsistens [...J, et corpus trahitur ad esse eius>>: entre todas las
formas substanciales que comunican con la materia, solo el alma
Alma (espíritu imperfecto) y cuerpo (materia), humana posee un ser subsistente, y el cuerpo es elevado hasta el
así como
el entero conjunto del obrar que la persona humana interior de semejante acto de ser.
ejerce:
+ participany manifiesta n el único y personal acto de
O, con expresión todavía más sencilla:
ser que constituye radicalmente a cada individuo
hu_ la nobleza del (ser del) alma
mano;
es comunicada íntegramente al cuerpo.
+ un acto de ser que es otorgado por Dios y recibido
propiamente en el alma, y tiene por ello la
categoría
de un espíritu, aunque imperfecto, Nobleza del alma humana. En efecto, el hecho de que, una vez
+ y que el alma a su vez comunica al cuerpo,
elevándo_
creada en el aterpo, semejante alma posea un ser que nunca ya po-
/o hasta ese mismo rango de to personát drá perder, el hecho de que sea un espíritu -aunque imperfecto-...
(el cuerpo del hombre puede considerarse _¡porque la sitúa a años luz por encima de las restantes <<almas>> (las «formas
lo es!_ un cuer_
po dotado de úoda la nobleza de la persona). sustanciales» de los animales brutos y las plantas)... que tienen el
ser no en sí mismas, sino, por decirlo de alguna manera, <<en su con-
junción» con la materia.
La posibilidad de amar con el cuerpo De ahí deriva el que cualquier realidad infrapersonal (animales,
*;b) plantas, etc.) se encuentre intínsecamente sometida a la acción em-
Con un poco más de detalle y sin pretender que pobrecedora de la materia: generación y comrpción, cambio cons-
se me com_ tante, indigencia en el ser con tendencia auttlizar a los otros en su
prenda a la perfección... o siquieia qr" ,"
me comprenda: propio beneficio, sometimiento a la especie y al conjunto del cos-
mos, de los que no es sino una simple fracción, etc.
Por el contrario, y como también sabemos, en su calidad de
persona, el hombre trasciende y supera esas condiciones depaupe-
rantes. En cuanto no depende de manera intrínseca y radical de la
materia, su alma es inmortal y constituye cierto absoluto: vale por sí
misma y no se halla ontológicamente subordinada a nada ni a nadie,
94 ¿MERO SEXO ANTMALO SEX:ALTDAD \ERSONAL...?
LA PERSONA... «SEXUADA» 95
con excepción del Dios-Absoluto... que es precisamente quien
ha
hecho de ella un «absoluto», la ha queiido como un colaborar en el amor fecundo y unitivo, y en la felicidad, radical-
fin en si, y laha mente espirituales.
destinado a una felicidad imperecedera.

. Lo importante, ahora, es al menos intuir que todas estas


o En resumen, cuanto he esbozado:
excelencias del alma humana, y bastantes otras que cabrta .) hace posible concebir que el cuerpo del hombre partici-
enumerar, se encuentran como «condensadas» en y deri_ pa de la mismísima dignidad que su alma;
van del acto de ser por y en el que Dios crea a cada una.
4 explica también cómo la condición personal sexuada
Pues el es.§e es el acto primordial, la energía primigenia puede comunicarse hasta los extremos más lejanos de
en la
que se contiene y de la que nace todalareahdád, li la propia materia y hasta el acto en apariencia más in-
riqu-eza entita_
tiva y operativa (del ser y del obrar), de cada existente. significante realizado <<a través de>> o <<con» el cuerpo;
ó En nuestro caso, por encontrarse recibido en una forma
es_
4 y, 1o que todavía goza de mayor relevancia, según vere-
piritual y subsistente, el acto personal de ser constituye mos al contemplar el ejercicio de la sexualidad, permite
el
origen y fundamento de la dignidad del alma humana, cán
h discernir por qué las actividades y los gestos corporales
sublimidad que le corresponde.
poseen la capacidad de revertir sobre los dominios del
ó Y el alma da a participar ese mismo e inefable acto de ser espíritu, incrementando, por ejemplo, la intensidad y
al cuerpo: el mismo ser, exactamente el mismo, que ella po_
el temple del amor voluntario y de la felicidad propia-
see.
mente humana.
4 Luego el cuerpo humano es del mismo rango o calidad (la
de
la persona) que el alma.
Con el añadido de que semejante acto de ser, por el hecho O, dicho de otra manera:
de
comunicarse <<posteriormente» a la materia, no solo no
decae de su + precisamente porque e/ ser es único y da vida y uni-
nivel ontológico, sino que en cierto modo lo refuerza: pu"s, fica a todos los elementos constitutivos y a todas las
,egún
ya.vimos, el cuerpo viene a colmar las deficiencias,
sobie toáo oip"_ acciones de cada hombre,
rativas, que para el alma derivan de su ínf,ma situación _po.
de los ángeles- en la escala de los espíritus.
AeUl;o + la voluntad, la afectividad y la actividad estrictamen-
Por eso afirma Tomás de Aquino que el cuerpo <<trahitur>> __es
te física actúan en perfecta continuidad e interde-
pendencia:
atraído o introducido- hasta el acto de ier del alma: que
resulta su-
blimado y encumbrado, hasta verse implantado en iáéntico
graáo
+ de manera que el ejercicio de cada una de esas fun-
de realidad, en la misma excelsitud o dignidad, que ciones se ve favorecido por el desarrollo equilibrado
cor.esporide al
alma humana. de las restantes y, cuando existe esa armonía, revier-
Se intuye, entonces, que ese grandioso organismo físico, te sobre ellas, perfeccionándolas.
vi_
vificado en último término por el mismo y dignísimo acto
de ser
del que participa «primero» el alma, sea-capaz de repercutir
con Volveré sobre estos temas. Ahora querría simplemente citar es-
extraordinariapujanza en la consolidación y en la fecundidad
del tas palabras de Noriega, referidas a las dimensiones espiritual, psí-
amor básicamente espiritual de las p"rronui, que el cuerpo
pueda
quica y corpórea del ser humano: <<... se da una mutua interrelación
96 ¿MERO SEXO ANTMALO SEXUALTDAD IERSONAL...? LA PERSONA... «SEXUADA» D 97
y enriquecimiento entre elas, que hace posible una paulatina inte-
gración de sus reacciones y finalidades
4 Por tanto, el cuerpo, lejos de añadirse como un apén-
[...]. por otro lado, es preciso dice que adviniera de forma extrínseca, se encuentra
tener en cuenta que "lo que está en lo alto se sostiene en lo que
está
abajo", y alavez, "fo que está en alto equilibra lo que está d"bu¡o,,. exigido por el alma --es propter ea.tn: para ella-, y la
Es decir, la originalidad del amor entre hombre y mujer, en sirve con el fln de que esta supere su relativa debili-
su nivel
espiritual, se funda en los niveles afectivo y de tal modo dad y pueda ejercer todas aquellas acciones que le son
que, si lo que está debajo se resquebraja, lo que"o.poráI,
eitá en alto peligra, propias, pero que no lograría ejecutar sin ayuda de la
y viceversa. Así, la pérdida de atracción erótica, por la falta de"un materia.
cuidado afectivo mutuo, puede hacer peligrar el dón de sí; y la falta
del don de sí puede hacer perder la arnronía afectiva ,
deseo sexual» "i -ir-o El cuerpo no solo constituye la manifestación visible del
a/ma que lo anima,
c) La necesidad de amar con el cuerpo + sino también el complemento requerido por ese es-
píritu-menos-perfecto
si hasta el momento he intentado fundamentar que el cuerpo + para poder desplegar toda su actividad y componer
humano es capaz de amar, empleando dicho verbo én su sentiáo así una persona (esencialmente) completa.
más propio y elevado, en este nuevo parágrafoexplicaré el rever_
so de semejante af,rmación: que el alma ñumana .esulta incapaz
de amar plenamente sin el auxilio del cuerpo. Resulta lógico, entonces, que coopere en todas las actividades
de las personas y, de manera muy especial, en aquellas por las
Según explica Ruiz Retegui, «la donación personal se hace fe- que expresan y consolidan ese amor recíproco en el que consis-
a cunda a través de la mediación de la corporaridád, que es condicióh
te su operación más propia. Aun dotada de más categoúa que el
il
de posibilidad, de modo aniílogo a como ra alegría der alma se
ex- cuerpo, el alma requiere ineludiblemente del apoyo que este le
:
presa en el rostro personal a través de la mediación material
del proporciona.
músculo adecuado».
ill La razón más de fondo, de estricta índole ontológica, es que el Para entender esta que suelo llamar «ley primordial de la parti-
amor humano resulta doblemente participado y, po. pu.u cipación», y que ya nos es conocida, la relación entre sensibilidad e
plirse como amor, requiere de la cooperaiión o ayuda "ilo, "u__
de iealidades inteligencia resulta esclarecedora.
y funciones... inferiores y, en cierto modo, derivadas de é1.
* También en este ámbito lo inferior se pone al servicio de
lo superior, pero ofreciéndole un auxilio tan indispensable
o Estamos ante una consecuencia de lo que afirmaba páginas que, sin é1, el elemento más noble seríaincapaz de ejercer su
atrás, y que ahora prosigo brevemente. propia operación.
+ El alma humana es, entre todas las realidades espiritua_
.) En efecto, a pesar de su indiscutida superioridad, ni en su ad-
quisición ni en su ejercicio posterior puede el entendimiento
les, la que ocupa un rango más bajo en la escalá de los
humano pasar al acto de conocer sin el auxilio de la sensibi-
seres, la que posee menor densidad o categoría ontoló_
lidad (al menos, de la interna): es decir, de algo que, siendo
gica.
claramente de menor categoría que él desde el punto de vista
I

lri 98 ¿MERO SEX7 ANIMALo SEXUALIDAD PERSINAL.,.? LA P ERSONA... « SEXUADA» 99

ontológico y operativo, completa, sin embargo, su relativa


I
indigencia. En condiciones normales, si no se expresa y consuma físi-
ir
I
camente mediante las relaciones íntimas,
l
o Pues una cosa muy parecida sucede con la voluntad huma_
+ el amor conyugal -que confiere a ese trato todo su
l
na.
sentido- I
ri
il
+ no alcanza a conquistar la plenitud unitiva, ni la fe-
,l + El acto de querer, como afirmación del ser y búsqueda cundidad, a que se encuentra llamado.
lii
de la plenitud del otro, constituye el núcleo del amor
ilI
1
humano, y el fln de la persona toda, puesto que sin ese
lr
<(querer>> las obras externas se tornan vanas.
i; o Pienso que no es difícil de entender: igual que el alma -por
r11

,] 4 Pero, a su vez, entre los hombres, el amor sólo volunta_ su particular finitud- necesita del cuerpo para desplegar el
rt
rio o espiritual, se revela insuflciente. El simple querer conjunto de operaciones que virtualmente contiene, el amor
il

l1ri
de la voluntad, aun cuando no fuere veleidoio, risulta matrimonial, anclado en la voluntad, requiere del concurso
. en la mayor parte de los casos ineficaz: tiene que con_ del cuerpo para madurar precisamente como amor (con-
tinuarse a través del imperio que la voluntad inrtuu.u yugal)... y para hacer efectiva lafecundidad virtual que lo
l
sobre las demás potencias, incluido el entendimiento, caracteriza en cuanto «tal tipo de» amor.
rli
y con las que efectivamente <(construye>> y <<confiere Gracias al concurso del cuerpo, el amor conyugal incrementa
li
el sen> a los bienes que pretende ofrecer a la persona su poder de unificación y la felicidad con él emparejada: se torna
ilri amada. más completo, y contribuye al incremento de la felicidad de los
i
esposos.
if,illf,i, Toda la grandeza del trabajo, por ejemplo, deriva de este con_
ülrli
rl figurarse como una prolongación operativa del querer amoroso _el
Lo confirman, con ciertos tecnicismos, los siguientes juicios
i trabajo es <<amor participado»- y de contribuir araveza hacer más de Caffarra:
[]l pleno, más acabado y más total el querer voluntario: sin esa eficaz
li
operatividad que elabora el bien para los demás y amorosamente se <<Ya se ha visto que una de las diferencias fundamentales entre
ilil el espíritu y la materia es que el primero "puede de alguna manera
lo brinda, el querer de la voluntad humana no alcanzaríala eminen-
1i,l
cia e integridad propias de los amores plenos y auténticos. llegar a ser todo", o sea, puede entrar en comunicación con algo
i
j
distinto de sí sin destruir la alteridad. Por el contrario, la materia
puede ser solo lo que es y es incapaz de instituir una relación con
rl Y algo análogo, aunque todavía más hondo, habría que de_
lo otro en cuanto otro. En otras palabras, solo el espíritu es capaz
rl cir del amor conyugal, del que enseguida me ocuparé. Semejante
de entrar en una relación de comunión, mientras que la materia está
I
amor, considerado como querer de ta voluntad que busca el bien inseparablemente constreñida dentro de sí misma. Se podría decir
para el cónyuge, reclama el uso u-o.bso de la séxualidad huma_ que el espíritu es universal: unumversus alii; que la materii es solo
I
na, con el que ese amor <<da vida>> a uno de los bienes más precia_ individual: dividida de cualquier otro.
dos del matrimonio -los hijos-, alapar que trasciende su índole La "paradoja ontológica" de la persona humana es que es uni-
de amor meramente voluntario y se completa, originando un dad sustancial de matena y espíritu. [...] La unidad sustancial hace
amor
'l
l
personal -de la persona toda*, un amor íntegro y cumplido. que si, por una parte, el cuerpo llega a ser capaz de expresar el don
li
t00 ¡,MERO SEXO ANIMALO SEXUALIDAD PERSONAL...? LA PERSONA,., « SEXUADA» 101

de la persona en su subjetividad espiritual (el cuerpo "lenguaje de la


de Dios puede fundar una ética objetiva, universalmente
persona"), por otra, el espíritu (humano) encuentra exclusivamente
válida siempre... El cristiano debe tener el valor inteligen-
en el cuerpo la posibilidad de expresar el don de la persona. Re-
te (sin arriére-pensées) de hablar de Dios. Y el metafísico
flexionemos atentamente sobre este segundo aspecto de la comu-
nión entre las personas humanas: el cuerpo base imprescindible del debe saber del ser 1o suficiente para poder hablar también
don>>. filosóficamente de Dios. El abstracto y desvaído "Dios de
los fllósofos" es el Dios del racionalismo: y de ninguna ma-
nera el Dios al que la inteligencia natural, bien conducida,
puede llegar. Y es Dios el único porqué definitivo de toda
norma ética».
Tranquilídad.
r ¿Cuál es tu parecer respecto al amor entre personas homo-
El conocimiento humano es progresivo. Normalmente no se sexuales? ¿Por qué motivos es preferible hablar siempre de
comprende del todo lo que se lee por primera vez. Lo medio- personas homosexuales -{ con tendencias de este tipo- que
entendido entonces prepara para estudiar lo que sigue, y el simplemente de <<homosexuales>> (omitiendo el sustantivo
nuevo conocimiento aclara lo ya aprendido. A menudo es <<personas>>)?
preciso «ir y venir», leer más de una vez lo mismo. pero el
resultado final suele provocar una notable satisfacción.
o Tras 1o que has leído, ¿consideras que las inclinaciones ho-
mosexuales son una traba para el perfeccionamiento de la
Animo.
persona, o más bien, como en tantos otros casos en que
existe un déficit inicial, pueden y deben convertirse -con
esfuerzo- en trampolín pata alcanzar cotas más altas?
o ¿Comprendes la diferencia entre la unión sustancial
y 1o
Ayuda para la reflexión personal
que he llamado «unidad en el sen>?
o ¿Vislumbras ahora con mayor claridad hasta
qué extremo
o ¿Existe algún sentido correcto en que se pueda af,rmar que imprescindible para el amor humano?
el cuerpo es ¿Con-
el filósofo adopta en cierto modo <<la perspectiva del propio
sideras que existen excepciones a esta aflrmación? ¿Por
Dios»? Explica lo que te sugiere esa expresión. qué?
o En relación con este extremo, me gustaría que comentaras
estas convicciones de Carlos Cardona: <<Podemos y debe-
mos hablar clara y directamente de Dios, en un ámbito de
estricta teologÍa natural, de metafísica del ser. para esa
metafísica [...], Dios no es simplemente un Ser supremo,
una especie de primum inter pares dentro de una serie cau-
sal. Para la metafísica del acto de ser, Dios es el mismo Ser
Subsistente oActo Puro de Ser; personal, infinito, absoluto,
esencialmente bueno y verdadero y libre. Solo esta noción
Srcuxoa pARTE
EL EJERCICIO
DE LA SEXUALIDAD
V
VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD

Para que recomiences con nuevos bríos

¡Alerta!

Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como


también las hay de observar la realidad. Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada».
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responder, con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.

Con el fln de realizar con éxito el estudio de este nuevo


apartado, ¿podrías resumir con las menos palabras posibles
en qué consiste la sexualidad?
106 ELEJERCICTDELASEXUALIDAD
VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXI]ALIDAD t07
o En tu opinión, ¿cuál es la relación entre amor y fecundi_ l. Auon Y sExUALTDAD
dad? ¿Estimas más conveniente aflrmar que la iexualidad
humana está orientada a la procreación que al amor a) La sexualidad, creadora por amor
o vice-
ll. versa? ¿Por qué?
o Según tu modo de ver, ¿cuáles son los motivos por los
que
Al abordar el análisis del ejercicio de la sexualidad, tal vez
puede hablarse de grandeza o sublimidad de la sexualidad convenga repetir que:
humana? Enumera al menos tres razones y fundamenta
tu * lejos de esas visiones empobrecedoras que pretenden re-
respuesta. ducirla a mera genitalidad o a sentimentalismo o difuso o
1l
o ¿Con qué clave puede decidirse si un acto en que se pone apasionado,
enjuego la sexualidad de un ser humano resultá legítimo 4 lejos también de las aberraciones que tienden a anima-
o
ilegítimo? Aunque no dieras con una respuesta que te deje lizarla mediante representacion"s gráficas de varones o
i tranquilo/a, vale la pena que indagues e intentesiespondár mujeres con denigrantes y provocadoras posturas infrahu-
con la mayor hondura y precisión posibles. manas,
o ¿Cómo interpretarías estas palabras de Víctor Hugo: <<Dios $ la caracterización fundamental de la sexualidad, desde el
plenitud del cielo; el amor es la plenitud del ñombre»?
es la punto de vista que ahora nos ocupa, que es el de s¿ ejerci-
También ahora vale la pena que lo intentes, aun cuando cio, puede realizarse mediante dos afi rmaciones.
de
entrada te sientas incapaz de responder.
o ¿Qué significa para ti que toda persona es <<principio y tér_
mino de amor>>? ¿eué conclusiones tiene en la viáa vivida o Por un lado, se configura como
esta aflrmación? + una participación inefable en el poder creador e
o ¿Consideras correcto o te parece exagerado sostener que el infinitamente amoroso de Dios;
varón y la mujer son, en fin de cuenlas, amor? Razona tu + algo, por tanto, que nos identifica notablemente
respuesta. con Él y nos torna más amables y más amantes.
o ¿Con qué criterios estableceías la capacidad de los gestos
. Por otro, compone
corpóreos para expresar e incrementar el amor huráano? + un medio privilegiado, tal vez el más específico,
Pon algunos ejemplos que avalen tu respuesta. + para desperta[ instaurar; acrece[ consolidar, ma-
o C_omenta, si te parece oportuno, estas palabras de
Miguel
durar y hacer fructificar
Hernández: «para siempre fundidos en el hijo quedarios: (los verbos no están escogidos arbitrariamente)
/ fundidos como anhelan nuestras ansias voraces; / en un + el amor entre un varón y una mujer
ramo de tiempo, de sangre, los dos ramos, / en un haz + precisamente en cuanto tales, en cuanto sexua-
de
caricias, de pelos, los dos haces>>. dos.
I0B EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD 109

b) ¿Cuestión de prioridades? De nuevo con palabras de Caffarra: «El que una persona co-
mience a existir constituye sin duda el mayor acontecimiento del
Y no es que una caracterización preceda a la otra ni, mucho universo creado, después de la Encarnación det Verbo».
menos, que se sitúe al margen de ella o simplemente se le yuxta_
ponga. Ni siquiera que estén coordinadas. 4 Pero semejante posibilidad se apoya, a su vez, en la
Muy al contrario, existe una íntima conexión entre la sexua_ aptitud de la sexualidad para instituir entre ambos una
lidad como participación en el inñnito amor creador de Dios y su sublime relación de amor: es el amor el que hace posi-
condición de medio para instaurar relaciones también amorosas ble lafecundidad, y no al contrario.
entre varón y mujer. Veamos por qué.
Y si hubiera que sugerir alguna prioridad, esta correspondería
a lo señalado en segundo término.
c) Toda persona es unfin, término del amor humano...

Con otras palabras: Aunque talvez se quedara un poco corto, el viejo Kant acertó
+ al sostener que ningún ser humano debe nunca ser tratado como
la sexualidad puede configurarse como trasunto del
simple medio, sino siempre también como fin.
inefable Amor de Dros, que crea a cada hombre para
encaminarlo hacia la dicha sin fin en el interior de Su
propia vida felicísima,
Con palabras más certeras, quiere esto decir que
+ porque es capaz de establecerse como acto y expre_ + la única actitud definitivamente adecuada respecto a
sión portentosos del amor humanot y no a la inver_ una persona, a cualquiera,
sa.
+ es la de amarla,
+ buscando su bien.
Según explica Caffarra, <<el hecho de que la sexualidad humana
esté en condiciones de dar origen a una nueva vidahumaflase debe,
a su vez, al hecho de que la sexualidad está en condiciones de poner A ello he apuntado tantas veces al sostener que todo hombre
en la existencia una comunión de amor>>. es término de amor. En las circunstancias que fuere, si no lo amo,
si no persigo su bien de manera decidida, estoy atentando contra
o Me interesa subrayar este extremo, porque con relativa fre- é1, mancillando su dignidad. Siempre.
cuencia se ha pretendido que la tradición católica reduce la Con.todo, hay momentos en una biografía donde esa exigen-
sexualidad a mero instrumento de procreación. y no es así. cia se toma más perentoria.
4 Sin duda, frente a cierta mentalidad difundida en nues-
ó Por ejemplo, cuando el cónyuge, un hijo o un amigo vuelven
tros días, contribuir a la venida al mundo de una nueva
a uno, affepentidos por la injuria más o menos grave que le
persona constituye una de los más grandes prodigios hayaa podido infligir... o por cualquier barbaridad llevada a
que el varón y la mujer pueden llevar a cabo. cabo.
IlO ELEJERCICruDELASEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD 111

4 En esa coyuntura, más conforme mayores fueran la afrenta mundo de cualquier persona humana es el infinito Acto de Amor
y el arrepentimiento, nuestro amor hacia quien viene a noso- con el que Dios, volcándose sin reservas sobre ella, le conflere el
tros debe alcutzar cotas que rozan con lo inefable: ser.
c- ante un alma compungida que se acerca en busca de
perdón, deberíamos incrementar nuestro cariño hasta el 4 Con lenguaje figurado, ese Amor insondable es el <<texto>>
punto de que, con un deje de metiífora que no aleja, sin con que se escribe la concepción de una nueva vida per-
embargo, de la auténtica disposición interior, sonal.
e la única actitud coherente sería la de acogerla de rodi- 4 proporcionado a ese Amor sin 1í-
Y el único <<contexto>>
llas.
mites es justo un también exquisito acto de amor entre los
ó Algo muy similar ocure en las cercanías de la muerte o en el hombres: a saber, el que dentro del matrimonio llevan a
momento de contraer matrimonio: resultaría vil y canallesco
término un varón y una mujer cuando se entregan en una
que en tales circunstancias nuestra conducta incluyera algún
móvil distinto del más acendrado amor. Y lo mismo podría
unión sin reservas, abierta a la fecundidad.
sostenerse de casos análogos.
o Cualquier otro procedimiento provoca una ruptura insalva-
o Pero si existe un instante privilegiado en que las disposi- ble y desgalradora entre <<texto>> y <<contexto". por seguir
ciones amorosas han de llevarse al extremo, este es pre- con la imagen utilizada, y, por ese motivo, atenta contra la
cisamente el de la concepción, condición de condiciones nobleza de quien se pretende engendrar.
de todo desarrollo humano, justo por estar situada en su
mismo inicio.
De ahí la atrocidad de las tácticas que aspiran a sus-
fifuir la maravillosa expresión del amor sexual entre
varón y mujer por un acto de dominio técnico sobre la
De ahí que: persona que ha de ser procreada... y la radical ilici¡rd
+ cualquier modo de dar entrada al mundo a un hom- de todos estos procedimientos.
bre que no sea el explícito y directísimo acto de amor Pero de ahí también que, aunque cualquiera de estas
entre un varón y una mujer prácticas se opongan materialmente a la grandeza de
c) constituya, con independencia absoluta de las inten- quien va a ser concebido,
ciones subjetivas y de la imputabilidad de la acción, e la dignidad de esa persona quede radical y absolu-
+ una afrenta grave contra la dignidad de la persona a tamente salvada, ¡plenamente intacta!,
la que se va a otorgar la vida.
€ por el inconmensurable Amor de Dios en virtud
del cual siempre (fecundación artif,cial homóloga
d) ... y más todavía del Amor de Dios o heteróloga, cualquier otro procedimiento de ins-
trumentación genética, eventual clonación..') la
A la misma conclusión cabe llegar desde un punto de vista persona recién engendrada entra en el banquete de
complementario. Lo definitivamente decisivo en la imrpción al la existencia.
,,,1
,i
112 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PRIPIA SErUALIDAD 113

Ese Amor divino -el «texto» de nuestra metáfora-


o Y algo similar hay que aflrmar respecto a la actividad hu-
mana.
+ sana de raíz las circunstancias y disposiciones más ad-
versaS,
c) En contra de una opinión muy extendida en otros tiem-
+ de modo que la persona surgida por los medios me- pos y de la que todavía quedan residuos, debe sostener-
nos convenientes posee una dignidad absoluta... se sin reparos que la sexualidad entre los hombres se
liga de manera inmediata, primaria y formalmente, ala
+ como fruto inmediato de la amorosa acción divina
posibilidad de establecer entre ellos relaciones auténti-
creadora.
cas de amor.

Se entiende entonces que San


Agustín, en uno de los más entra- Como explica Marta Brancatisano, <<... efl el ethos social del
ñables momentos de sus Confesiones, elevando su corazón a Dios, pasado (tomado superficialmente en bloque), la unión sexual era
le dé gracias sincerísimas por su hijo Adeodato, surgido como se considerada más en su función social de reproducción que como
sabe de una relación extramatrimonial «en la que yo -confiesa el el aspecto peculiar de la relación entre los cónyuges: es decir, ese
santo- no puse sino el pecado». modo especialísimo mediante el que la mujer y el varón se comu-
nican una vida nueva, entran en una dimensión de unidad, capaz
de darles mutuamente una existencia que los conduce -juntos y en
e) El amor es siempre <<lo primero»... y lo más definidor reciprocidad- a descubrir en plenitud el sentido de la vida.
La relación de amor, factor de crecimiento y realizaci1nde! ser
Pero hay más. humano, pasaba a un segundo plano, y de esta suefe, también Ia
dimensión de la unión mutua, dejando al varón y la mujer a la deri-
o Incluso del propio Dios podría aflrmarse que, al crear a va de un destino dividido, que podría sintetizarse, para la mujer, en
cada persona humana, el Amor precede en cierto modo a una matemidad vivida en ausencia -o en una presencia muy margi-
Su poder infinito: que es el Amor el que <<pone en marcha>> nal- del padre y compañero, y para el hombre en el trabajo y en el
tal Poder. compromiso social».
4 Dios crea porque ama, porque quiere comunicar su d Y como todo amor es fecundo, efusivo, creativo..., y
bien, en una medida inimaginable, a esas realidades a como aquel que pone en juego las dimensiones genési-
las que pretende conducir hacia una plenitud y una feli- cas goza de una fecundidad peculiar, capaz de introdu-
cidad sin límites: a las personas. cir en el mundo un nuevo ser humano,
á Por eso, al asociar a los hombres al surgimiento de lo e más que un objetivo que se busque de forma ex-
que representa el fin de su obra creadora --el incremento presa, aunque de ningún modo pueda lícitamente
del número de personas destinadas a gozar de Él por rechazarse,
toda la eternidad-, la sexualidad se relaciona más di- e la procreación es la consecuencia natural y al tiem-
recta e íntimamente con el Amor que con el vigor crea-
po gratuita del amor inter-sexuado.
dor... aun cuando la manera de expresarnos sea muy
imperfecta y necesariamente traicione la simplicidad Con expresión decididamente poética y femenina, 1o aflrma
de la Vida y del Obrar divinos. también Brancatisano: «En este sentido la llegada de un hijo es el he-
114 EL EIERCICIO DE LA SEXUALIDAD VIvIR EN PLENITUD LA PRoPIA SEXI]ALIDAD 11 5
cho más natural y sobrenatural que pueda existir. Cuando amamos, Aprimera vista, semejante afirmación no puede sino despertar
rebosamos de vida, somos creativos: deseo de hacer, de emprender,
cierta extrañeza.
que vence las dificultades, el dolor y el miedo. Es imparable como
el viento, al que no puedes detener cerrando las verjasr. á Pues, en sentido estricto, Dios es Todo el cielo, la perfec-
ción suma e indivisa, a la que nada falta, origen de la más
plena felicidad. No obstante, en Él se incluyen asimismo
Por eso, -aunque identif,cadas con el Ser divino, sin establecer
+ la categoría constitutiva y la calidad existencial de la distinción ni ruptura alguna- la integridad del cosmos in_
sexualidad y de su ejercicio -¡su grandeza y su belle_ frahumano y de las personas, en especial (la nuestra pro_
zal- pia y) las que más hemos amado y más nos han que.ido,
+ toda la realidad.
se encuentran determinadas por la relación que, en
sí misma y en cada acto concreto, 4 De manera similar, también el amor -como operación
+ instaure con e/ amor (humano y, a través de él pero particular- es solo la plenitud el hombre, lo más alto y
como incluido en su misma naturaleza, con el divino). noble que puede llevar a cabo. Mas esto no quita que ese
mismo amor constituya en cierto modo otodo» el hÁmbre,
o Cuanto mayor sea el amor det que deriva ta unión y el varón o mujer, por cuanto uno y otra pueden hacerlo todo
gue se estab/ece en ella, por amor y, de este modo, humanizar o personalizar todas
+ más fabuloso y bello es el ejercicio de la sexuali_ y cada una de esas actividades o tareas.
dad entre /os esposos.

En definitiva, este es el sentido más propio en que el


Dentro de este contexto, no es difícil advertir que la sexuali- hombre, a pesar de su complejidad,
dad, profundamente considerada, <<se resuelve>> en amor: que toda es amor:
su valía y su maravilla derivan del amor al que sirve de vihículo
a) por un lado, el amor es el ápice del ser humano;
y al que ayuda a crecer.
b) por otro, todo lo que realiza un varón o una mujer
obtiene validez propiamente humana en la medida en
que se relaciona con el amor:
f) Tbdo por amor... también las relaciiones íntimas
+ en cuanto, in-formado por él -como antes veía_
Que el ser humano es amor lo he apuntado ya, en este y otros mos-, es o se convierte, en la acepción más propia
escritos y desde distintas perspectivas. pero ahora querríá hacer de estos términos,
una puntualización hasta el momento solo implícita, que muestra + en un acto de amor.
un interés especial para la plena comprensión de la vida de rela-
ción íntima entre varón y mujer.
De ahí, que a la hora de establecer relaciones personales es_
Según sostiene Víctor Hugo, <<Dios es la plenitud del cielo; el trictas y benef,ciosas para nuestro interlocutor, la pregunta clave
amor es la plenitud del hombre». sea siempre: lo que le propongo o sugiero, le impido o prohíbo, el
116 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD
VIVIR EN PLENITUD LA PRoPIA SEXUALIDAD 1 17
modo en que lo hago... ¿favorece o impide que esa persona ame,
dos personas. Precisamente en cuanto unión de cue{pos sexuados es
que se olvide de sus propias ventajas y beneficios y esté más pen_
unión de personas por razóndel significado sacramental del cuerpo.
diente del bien real de los otros?
La expresión procede de las célebres catequesis de Juan pabto tt
Pues así hay que enfocar también todo lo relativo a la sexuali_ sobre la teología del cuerpo: "El cuerpo efectivamente, y solo el
dad, modificando un poco los términos de la cuestión, que podría cuerpo, es capaz de hacer visible lo que es invisible',. En el lenguaje
quedar como sigue: ¿con mi actitud o mi modo de obrar, rn del cuerpo humano, del que el acto conyugal es una..palabra,;fun_
"orrigo
bien real parala persona a quien digo que quiero, le facilito el que damental, se expresa la totalidad de la persona porque la trascen_
ame más y mejor? dencia de la persona humana está inscrita hasta dentro de su mismo
Apuntaré ahora dos o tres detalles en los que la relación cuerpo. De forma que la unión de los cuerpos es signo (sacramento)
amor-sexualidad se pone particularmente de relieve y mani_ de la communio personarum, de la unión de las personas, del hom_
fiesta la enoÍne posibilidad de convertir el trato íntimo en un bre y la mujer».
auténtico medio para incrementar el amor entre los cónyuges.
o Para entender mejor este asunto conviene recordar algo ya
visto. A saber:
2. Lt MANIFESTACIóN BspBcfRcA DEL AMoR rNTER-sExuADo ó la unidad intimísima que en el hombre forman el alma
y el cuerpo,
a) El amor humano se expresa corporalmente
á el carácter estrictamente personal del cuerpo humano,
El primero de ellos podría resumirse con pocas palabras: la 4 y la necesidad de que el amor, que en fin de cuentas
fusión conyugal de los cuerpos --cuando deriva de un amor au_ radica en la voluntad y de ella dimana, se manffieste y
téntico- constituye la más adecuada exfeiorización visible de la complete a través de los sentimientos y de los gestos
unión y del amor unitivo de esos espíritus encarnados que son el que lo <<encarnan>> y llevan a cumplimiento.
varón y la mujer.
Entre los hombres, ningún amor es pleno si no va acompaña_
do de cariño, ternura, compasión, consuelo.. ., así como de mira-
Con otras palabras: das afectuosas y comprensivas y, cuando sea el caso, de abrazos,
caricias, besos, etc.
+ dentro del lenguaje amoroso del cuerpo
Estas y otras manifestaciones similares resultan imprescindi-
-del cuerpo como expresión de la persona-,
bles no solo para expresar, sino para despertar, establecer plena-
+ el abrazo conyugal íntimo compone una privilegiada mente, completar, incrementar y hacer fecundo el amor.
palabra de amor,
+ tal vez la más conforme con la naturaleza espíritu-
corpórea y sexuada, de dos sujetos humanos. b) La más ceñida expresión de amor entre varón y mujer

Pero no todas gozan de la misma capacidad de llevarlo a cabo.


Así lo expone Angelo Scola: <<Elacto conyugal, en efecto, con_ Parece claro que, por muy recta y sincera que fuere la intención
siste en la unión de los cuerpos, que expresa, significala unión de las
de agradar de quienes las ponen por obra, ni la palabra grosera o
118 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXIJALIDAD 119

la frase irónica ni el puntapié o la patada en la espinilla son instru- un artefacto, que en el fondo es extrínseca y me_
mentos aptos para exteriorizar y hacer más total, hondo y jugoso ramente funcional -se limitan a <<funcionar)> como
el cariño entre dos personas. uno-,
¿Cuáles son, entonces, los gestos más pertinentes?, ¿,cómo * y la mucho más íntima y real compenetración que
pueden descubrirse?
resulta en el ámbito de lo vivo: de un injerto entre
o Engamos en cuenta que vegetales, pongo por caso, o del trasplante de ór_
ganos en un animal o en un ser humano... siempre
ó la esencia del amor, el objetivo que buscan los que se
que no sea rechazado; en estos casos, los antiguos
quieren,
elementos no solofuncionan como, sino que llegan
ó es el de establecer la más estrecha unidadrecíproca po- a constituir una unidad: ¡a ser uno!
sible: «fundirse uno en el otro>>. . . sin perder por ello su
propia consistencia y autonomía, sino, paradójicamen_ A la vista de ello, cabría formular una especie de ley general:
te, consiguiendo de este modo mayor un ser de mayor
densidad y una individualidad más pronunciada.
¡i.i + las acciones con las que los hombres intentan sincera_
También ahora me animo a copiar unas palabras de Alberoni: mente manifestar y hacer crecer su cariño
<<El enamoramiento tiende a la fusión de dos personas distintas, que + resultarán más eficaces en la medida en que mejor
conservan la propia libertad y la propia inconfundible especificidad. realicen, con sus cuerpos,
Queremos ser amados en cuanto seres únicos, extraordinarios e in- + esa unidad viva que de verdad anhelan sus respecti_
sustituibles. En el amor no debemos limitarnos, sino expandirnos,
vos espíritus.
no debemos renunciar a nuestra esencia, sino realizarla; no debemos
mutilar nuestras posibilidades, sino llevarlas a término. También la
persona amada nos interesa porque es absolutamente distinta, in_
comparable. Y así debe permanecer, resplandeciente y soberana_
c) Un buen apretón de manos
mente libre. Nosotros estamos fascinados por lo que ella es, por todo
lo que ella nos revela de sí. Por tanto, estamos dispuestos a adoptar Desde esta perspectiva, y por poner un ejemplo, el apretón
su punto de vista, a modificarnos a nosotros mismos>>. . . y, de esta de manos representa en nuestra cultura un medio excelenti para
manera, enriquecernos. acercat a las personas. cada vez que realizo con sinceridadese
gesto:
o Yrecordemos asimismo, tras las huellas de Bergson, que c) mi mano --expresión en ese momento de la vitalidad de
4 la unión más honda es la que llevan a término los seres toda mi persona- se adelanta, manifestando mis disposi-
vivos, ciones de unirme con mi interlocutor;
+) precisamente, en cuanto expanden su energía vital y la .) además, se muestra disponible para ser envuelta por la
engarzan e inter-penetran con quienes a ellos se unen: mano del amigo;
* para comprobarlo, basta atender a la diferencia de ó simultiáneamente, rodea y se funde con la de la persona a la
intensidad entre la cohesión de las piezas inertes de que saludo de manera más o menos intensa y vigorosa, en
r?

120 EL EJERCIAO DE LA SEXUAUDAD vIVIR EN PLENuUD LA PRoPIA SErUALIDAD 12 I


dependencia exacta de mi modo de ser y, sobre todo y por Para contestarla, conviene recordar algo ya insinuado. A sa-
encima de ello, de lo que en realidad procura mi espíritu. ber:
+ que el amor es cierta vis unitiva, una fuerza que origina
Es decir; comunión o identificación... entre seres yiyos y difusivos;
4 realiza en el plano corpóreo v
+ la fusión que pretende la totalidad de la persona y, en + que los gestos corporales manifiestan ese afecto en la me-
particulaq su voluntad. dida en que realicen la compeneffación físicaviva y abier-
ta alafecundidad, a la expansión.

Por eso, un buen apretón de manos, efusivo y no rutinario,


constituye por sí solo un instrumento eflcacísimo para iniciar una e) ... y la unión íntima
amistad o para consolidar la que ya estaba incoada.
o Como consecuencia, la cópula es capaz de representar y
Con una condición, ya apuntada: que se trate de un gesto sin- realizar en proporción sublime la personal unión amorosa
cero, capaz de transmitir, mediante el ardor entrañable del contacto por tres motivos:
entre las manos, la vida y el amor que laten en los corazones de
quienes se saludan. + El primero, porque en ninguna otra manifestación sen-
En caso contrario, como tantas veces hemos experimentado, sible del cariño la penetración recíproca de los cuerpos
semejante acción no produce efecto alguno e incluso, si advertimos es mds interna, alcanzando tan íntima profundidad: te
cierto fingimiento o simulación o una intención oculta, puede llegar doy lo más mío y personal que poseo, aquello que guar-
a generar el sentimiento contrario: repulsa y repugnancia. do en el fondo de mi ser y que jamás daré aotro u otra.
c) Después, porque en ninguna otra ocasión el espacio
personal compartido es tan vivo, tan inmediatamente
d) El abrazo sincero...
en contacto con las fuentes de la vida.
Pues bien: la cuestión es todavía más clara en el abrazo. á Por fin, y como culminación de los anteriores, porque
En é1, como escribe Barbotin, <<mis brazos se tienden hacia jamás como en el caso que estamos considerando, las
adelante y se abren para prolongar mi lugar corporal; ofrezco un <<porciones del propio cuerpo>> puestas en contacto
-los
espacio vivo que es mío, que soy yo, donde el otro está invitado a gérmenes vitales- pueden llegar a compenetrarse tan
entrar. El abrazo, cuyo significado culmina en la unión conyugal, entrañablemente, y a identiflcarse, hasta el punto de
expresa la intención esencial del amor: coincidir con el otro, crear fundirse en una sola realidad viva --el hijo, al que as-
entre ambos una nueva unidad». Y, al manifestarla, añado yo, ine- pira naturalmente la tendencia a la unión de los espo-
vitablemente la <<realiza>>: la aumenta, la consolida. sos-, que sintetiza en un único sujeto el espíritu vital
de los padres.
o La pregunta clave es ahora la que sigue: ¿por qué, como se
nos acaba de decir, «la significación del abrazo culmina en Según explica Leclercq, <<el niño es el fruto de la unión; es la
la unión conyugal»? bendición del matrimonio, elfin de esta búsqueda de unidad que es
122 EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIASEXUALIDAD 123

la esencia misma del amor. El amor que busca la unión debe desear (Y, por lo mismo, ¿se intuye el enorme poder destructivo de
el fruto por el que se afirma y alcanza su plena realización. Lo he- esos actos cuando se llevan a término fuera de un exquisito y acen-
mos observado ya; en el hijo, y solo en el hijo, llegan los padres a la drado contexto de amor recíproco?).
fusión completa, al reunir el hijo en sí, en su personalidad única, la
doble personalidad de su padre y de su madre, fundidas en una tal
unidad, de una manera tan armoniosa, que no solamente son insepa- 3. «BeñensE>> EN EL Auon DE ToDo uN DIos
rables de é1, sino que ni siquiera se puede discemir exactamente lo
que procede de uno o de otro>>.
a) Varón y mujer... por encima de sí mismos
También están llenos de fierzaestos versos de Miguel Hernán-
dez que, además, proyectan en la totalidad del tiempo humano la
unión viva de los esposos:
o Como ya he sugerido, otro de los títulos de nobleza de la
<<Para siempre fundidos en el hijo quedamos: / fundidos como
sexualidad humana deriva de su capacidad procreadora. O,
anhelan nuestras ansias voraces; / en un ramo de tiempo, de sangre, mejo¡ del hecho de constituir -dentro del matrimonio, que
los dos ramos, / en un haz de caricias, de pelos, los dos haces. / es donde se establece un amor de veras- el único medio
t...1 Él hará que esta vida no caiga derribada, I pedazo despren-
adecuado para dar vida a un ser humano.
dido de nuestros dos pedazos, / que de nuestras dos bocas hará una I Si la persona es lo más grandioso que existe en el uni-
sola espada / y dos brazos eternos de nuestros cuatro brazos. /
verso, lo radicalmente insustituible... ¡incluso por el
No te quiero a ti sola: te quiero en tu ascendencia /.y en cuanto propio Dios!,
de tu vientre descenderá mañana. / Porque la especie humana me
han dado por herencia / la familia del hijo será la especie humana. / =) traer una nueva persona al mundo constituye, en el ám-
Con el amor a cuestas, dormidos o despiertos, / seguiremos be- bito natural, lo más excelso que un varón y una mujer
siíndonos en el hijo profundo. / Besándonos tú y yo se besan nues- pueden llevar a cabo:
tros muertos, / se besan los primeros pobladores del mundo». e en cada acto de unión nupcial están abriendo la po-
sibilidad de una dicha inf,nita,
o Volviendo al resultado de la unión fecunda: el hijo, ¿cabe
acaso una mayor <<coincidencia con el otro>>?, ¿es pensable
e poniendo las condiciones para que alguien --el fu-
un modo más hondo y sublime de <<crear una nueva uni- turo hijo- se convierta en un felicísimo interlocutor
dad»? ¿Se entiende, entonces, por qué, en cuanto máxima del Amor divino por toda la eternidad.
expresión de la donación comunicativa, las relaciones con-
Como sostiene Leclercq, «... nada hay en el mundo más gran-
yugales no desprovistas artificial y voluntariamente de su
de que el ser humano, y haber hecho un hombre es fuente de orgu-
signif,cado natural realizan un progresivo incremento del
llo sin límites. En ninguna obra es el hombre más creador que en
amor entre los esposos?
ésta; ninguna hay que sea más suya. Salvo en casos excepcionales y
¿Se comprende también por qué me atrevía a aflrmar que, desgraciados, el hijo es el orgullo y la abgrta de sus padres>>.
siempre que se configure como manifestación auténtica de un
amor auténtico, el abrazo conyugal compone el instrumento más De ahí que, aunque los padres no hayan nunca reflexionado
adecuado -¡no el mayor!- para incrementar el amor entre un va- de forma expresa sobre la sublimidad que va unida a la condición
rón y una mujer precisamente en cuanto tales? personal del hijo, sí que suelen tener conciencia de que han puesto
124 EL EJERCICIO DE LA SEXUAUDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD
12s
por obra algo grandioso y -de forma implícita- de que en todo el golvimos al pueblo. I Jizo Dios un milagro en el camino:
proceso ha intervenido Algo-Alguien que está muy por encima podía por menos!>>.
I ino
de ellos. o De manera similar, aunque con un estilo muy distinto, un
O, por expresarlo con la terminología de Pascal, intuyen o al poeta que no se caracteriza precisamente por la viveza
de
menos entrevén que: su fe, no puede evitar el dejar constancia dá que Algo
inefa_
ble ha estado presente en la generación dei hijo.-Escribe
Pablo Neruda:
+ la unión íntima entre los cónyuges
«Ay, hijo, sabes, sabes / de dónde vienes? ll
+ representa uno de los momentos más claros t_..) Como una
gran tormenta / sacudimos nosotros / el árbol de la vida
+ en los que el hombre (varón y mujer) / hasta las
más ocultas / fibras de las raíces / y apareces ahora rcantando
en
+ es mucho más que hombre. el follaje, I enla más alta rama lque contigo alcanzamos>>.

Las referencias a ras más ocurtas fibras y a ra más alta rama


b) Lo testifican los poetas... dejan suponer, por una paÍe, un Origen trascendente al se¡ humano
y, por otra, un enriquecimiento _¡la mds altarama!_
que muy pocas
Ciefamente, no estamos ante algo universal ni ante una espe- entre las restantes actividades del hombre consiguen propoi"iorr*.
cie de ley matemática.Lapercepción de cuanto acabo de esbozar
depende en buena manera, y entre otras condiciones y circunstan- o Las alusiones al Origen resultan ya del todo explícitas _y
cias, de la finura humana de quienes conciben al hijo... y no es como algo más que alusiones_ en estos versos complemen_
necesariamente proporcional a la instrucción ni, mucho menos, al tarios, de Alfonso Albala
rango social de los protagonistas. («Y sigue siendo esposa: I alta mar en su pecho I baja
, mar
Por eso, encontramos manifestaciones del hecho en gentes de en su vientre / sazonado de Dios, / sazonado dé madre hacia
mis
muy diverso origen y condición. brazos>>)

o Luis Chamizo, por ejemplo, pone en boca de un campesino y de Miguel D'Ors


a quien el parto de su mujer ha sorprendido en medio de1 («Ser madre es lo que nunca se termina, / lo que parece
Dios
campo, mientras andaban en busca de un médico que la de tan tan madre>>).
atendiera, y cuyo hijo ha nacido, por tanto, sin ayuda algu-
na:
«Toíto lleno de tiena I le levanté del suelo; I le miré mu des-
c) ...y no pueden negarlo los intelectuales
pacio, mu despacio,l con una miaja de respecto. / Era un hijo,
¡mi Prescindiendo ahora del lenguaje poético, con términos más
hijo!, / hijo de dambos, hijo nuestro... t...1 Icen que la nacencia bien filosóficos, lo expresa Jean Guitton: <<Lo que sin duda llama_
es una cosa / que miran los señores en el pueblo: / pos pa mí que ría la atención de un observador extraño al hómbre, si existiera
mi hijo I latié mejor que ellos, / que Dios jizo en presona con mi algún Micromegas venido de un planeta sin amor, sería sin
duda
hana lde comadre y de méico. [...] Dos salimos del chozo; / tres la desproporción entre la relación del hombre y la mujer y los
126 EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD 127

efectos de esta relación [...]' Platón 1o vio claramente, y Proust ha establecido una auténtica despersonalización de los individuos,
causada sobre todo por la pérdida de su intimidad.
aún más. Pero cuando un fenómeno no guarda proporción con
el antecedente que 1o produce, cuando un polvorín salta a causa La exhibición de la unión sexual que la cultura actual lleva a
de una chispa, o cuando un imperio se disloca por el lunar de
un cabo a través de los media, está logrando un efecto despersonali-
que el antecedente no tiene dignidad de causa' zador del ser humano. Aquello que reclama una esfera de respeto y
rostro, ello prueba
discreción, porque afecta al núcleo único e irrepetible de la persona
sino que es el instrumento que pone en movimiento una fuerza
loteni", cuya existencia larazón debe suponer afin de explicar la
-y, como tal, no puede considerarse disponible al margen de una
elección personalísima-, se ha transformado en el argumento do-
magnitud del efecto". minante de la comunicación de masas; una comunicación pública e
Esa fuerza latente es la que casi todas las culturas a lo largo
de impersonal, que vacía la unión sexual de su significado más hondo
la historia han descubierto ligada a la sexualidad' y totalizador, y la convierte nada menos que en una actividad exhi-
bida, sin que semejante exhibición aporte progreso alguno al cono-
4 De ahí que en la mayoría de ellas la relación varón-mujer' cimiento del ser humano>>.
aunque no siempre interpretada de la manera más correc-
tzose encontrara ungida por el nimbo de 1o sagrado'
+ D ahí que las bodas, además de algo íntimo y personal' d) Razones filosóficas.. -

se hayan vivido a 1o largo de los siglos como un fausto


acontecimiento religioso- social' Todo lo contrario de lo que expresan los testimonios antes
aducidos y otros muchos que cabría traer a colación y que la fe
4 Y de ahí también el triste y tan profundo signifrcado que cristiana y la fllosofía acorde con ella resumen en una verdad ra-
acompaña al hecho de que en nuestros tiempos las rela- dical:
cionei sexuales se hayan visto sometidas a un tan intenso
proceso de desacralización, hasta transformarlas en algo
trivial e intrascendente. '. que degrada pot fiierza al mis- la creación inmediata de cada alma humana por el infi-
mo ser humano, y limita o elimina el sentido de su dig- nito Amor de Dios.
nidad:
Cuestión que nos acefca de nuevo a la tan estrecha relación
Oigamos de nuevo a Brancatisano: «Destituida de cualquier
que enlaza, entre los hombres, amor y sexualidad (o, si se preflere,
fundamento antropológico --en el sentido de que no responde a la
huma- con los matices del caso, los aspectos unitivo y procreador de las
esencia y el fin de la persona- la unión sexual pierde su valor
la posibilidad de explicar su sentido como elemento relaciones conyugales).
no y, eliminada
constitutivo de la humanidad, acaba por empobrecer el valor de la
persona humana.
¡ Pues el perfeccionamiento del amor que lleva consigo
Estemododevalorarlauniónsexuallaconvierteen..algo''_sin la procreación como resultado de la unión sexual
duda, indefinible_ completamente marginal respecto a la identidad
delapersona'comosisetrataradeunameracapacidaddehqcer
+ se encuentra estrechamente ligado al hecho de
que el hijo es persona,
y no á" wobrar con el que se perfecciona el propio ser' Resulta
ínnegable que el actual clima cultural, al banalizar la unión sexual,
128 EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD 129

+ dotada de un alma inmortal que solo puede «en-


e) ... avaladas por lafe y la experiencia cotidiana
trar» en este mundo como efecto de un acto crea-
Me interesa mucho dejar claro que no me estoy moviendo en
dor de Dios.
el terreno de la metáfora.
Y, como consecuencia, que en la unión íntima fecun-
da,
+ los cónyuges se han hecho partícipes del Amor y Los padres cooperan real e íntimamente con Dios
Poder creadores del Absoluto, + en la venida al mundo de cada nuevo ser humano
+ de una acción formal y exclusivamente creadora, + en su total integridad: como personas completas.
singularísima, en la que Dios se expresa plena-
mente como Dios,
+ en cuanto Amor-creador. o Son, en este sentido, pro-creadores o incluso co_creadores.
No se limitan a engendrar el cuerpo, mientras que Dios crea
el alma. Aunque tales af,rmaciones no puedan calificarse como
¿Cómo no habría de multiplicarse el amor matrimonial cada falsas, más correcto es sostener que
vez que, como resultado de una unión conyugal fecunda, se trans- + tanto los padres como Dios, aunque de manera y con
forma en una prolongación del Amor del Absoluto, se <<baño> o intensidad distintas,
se sumerge y queda íntimamente impregnado por ese Amor sin
fronteras?
4 dan origen a toda la persona del hijo:
. Aunque solo pueda apuntarlo, este es uno de los motivos
e los padres, a través del cuerpo,
que mejor explican por qué, en un matrimonio normal y e y Dios directamente, otorgando el ser con el alma.
sano, la venida de cada nuevo hijo incrementa el amor y la
atracción de todo tipo entre marido y mujer. Por eso la Virgen Santísima es verdadera Madre de Dios (en
su segunda Persona y según la Humanidad) y no simplemente del
cuerpo de Jesucristo.
Más que dar muchas explicaciones, quisiera aquí aducir un tes-
timonio personal, un soneto -bastante mediocre, pero sincero- que Y por lo mismo cualquier mujer que tiene la desgracia de abor_
escribí, exclusivamente para mi mujer, cuando dio a luz nuestro tar involuntariamente afirma con todarazónque ha perdido a su hijo
séptimo hijo, pero que luego me decidí a publicar: «Siete veces, y no simplemente el cuerpo de este.
mujer, has transcendido, / siete veces con Dios te has tuteado, / siete
ri veces mi amor has condensado, / siete veces el mundo has resumi-
do. // Siete veces, mujer, he presentido / siete abismos que en carne I De nuevo ln unidad de la persona
has substanciado, I y en las siete, al nacer, he comprobado / que
mi pasión por ti había crecido. // No fue solo cariño lo ganado, / ni Desde el punto de vista fllosófico, y referido ya a cualquier
i
fue hondura de amor comprometido, / materia del espíritu señero; sujeto humano, el asunto puede entreverse con solo reflexionár en
ll también mi ardor rugió multiplicado, / también vibró mi cue{po que el cuerpo y el alma, si se consideran aislados, constituyen
una
enardecido: / fue exaltación total del hombre entero>>. abstracción, algo que no puede existir.
I
131
vIVtRENPLENITUDLAPRoPIAsExuALtDAD
LA SEXU ALIDAD en esa de-
EL E]ERCICIO DE no se apoyara.esencialmente
t30 merece un respeto absoluto implicada por la creación
pendencia y relación;;'¡;;;"í.to
las cosas'
o Tal como Dios ha establecido haya de cada alma»'
humano sin que allí
á no puede hacerse un cuerpo no sería humano); talnpoco ahora' ante actividades
independien-
alma espirituat ientonces o No estamos'
coordinadas' Dios siempre
sino en el cuerpo tes ni yuxtapo"*ut il tiqoiera
á ni tampoco Él puede crear un alma está presente u"-t" de las criaturas' como el Funda-
corresPondiente' "n "t con ellas' penetra y hace
mento que, en
a ser -lo mismo ""t";;;;;unidad
oosible tal actividad' Pero en este caso el obrar
divino es
veces: para empezar
(Lo he dicho multitud de alma humana nece-
que para desarrollar to¿"i
t"
"p"'ution"t-
el iormalmente creador'
sita del cuerPo)'
que' en cierto sentido'
intimísima' y Cabe afirmar entonces
Todo hombr e estJfir;personatufiaconjunción in.trodwe:::::'#:.t'
de alma y cuerpo' +
+ la virtud creadora de
Diosse
orisen der nuevo hijo;
no una mera yuxtaposición'
a esa misma y única
persona' Dios ll'::§; ilÜ;;;nar q19 es la fecundi-
á' Sesún he apuntado' + y en otro, todavia más definitivo'
i.-:;", los Padres la engendran'
(la dad de tos paaÁ'i;;;;
t" desarrolla <tdento»» del
de unos Y-Otro es jusamente
á El término de Ia acción acto creador de Dios'
t iiii'¿de) la Persona concebida'
directa y
es infinitamente más es simplemente tal' ni
á Aunque la acción divina generación de los hijos no
limitan a generar el cuer- Por eso, pto-creación' por cuan-
constitutiva,l"' ;;;;;;o
se
sino
de é1 a Ia persona toda' mucho menos'a,"-p'oo'""iOn' "ttti"tu humano
po: alcanzan a trlvás a Dios en el universo
to actúa a favor ¿" ""u V-ü"nttudu de una realidad
de una manera p""ot#'ii;''j;* 9"t".creador
vendríamuvbien'HJ,*¿t;'fl3:#,'.:r|}iiffi persona!- surgida de la nada'
"Tl"Titfl
p*i"n' de que comu- -¡cada nueva
calificarse con todo rigor
flff*T:fffiH"'"ol1l';t"ntes ;;*;-"Ét
rormas' Y de ahí que los pu¿'"'puedan una
qrá to suyo es, participadamente'
nica su propio"'' "o"'*1"[;; ninguna otra "tTH: :: ffii['ff como co_creadores, poá*o del
no proviene de rt-unaopáraciOn conjunta- con el acto inaugural
,ft .ááp"ti.ión' ;t;;; directamente por
Dios' "solus Deus co-operació
áe h es decir' ser al
nada, "' Di'os instaura en el Absoluto. preocu-
humanam pro;;;;;;'Jit"i" para todos' ni haya que
animam Aunque no sean.inteligibles de testimonios'
liÁu nu*unul (C'G' II' 87)' razón de la única e parse por ello, con're;;;;; '
lolación-un par
Este origen ¿iuino
á"í alma humana es la cuanto acabo de aflrmar'
[u" .un"ionen y expliquen
i".;;;;Énour"'u.a]ino*"ü'll":::::TiJ:ü:Ti:.,:f ;;t:i Caffana: «En su verdad
más pro-
er arma' Hov A los efectos' sostiene Carlo
ff;í}ifffiporlil[l,'áH;;:il;;' v directamente' procreación' sino
hu- ," o"u"¡u'iuüi*J pt::""ivo o de

d"';;;;;"ti;'"*
dignidad de la persona funda no
Dios' que no quiso cooperado-
selroclama todas ñ;il;i;"'t
de co-creació''
de que todo i:"'T¿
mana,Pero'*'up'n"ulá"uJü;il**:1"*Xii:3;:',ffi hombre
[.H1;[1] H:n;iiJ3ffir"*:,'*'i'ii"'t'"
132 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD VNIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD 133

res cuando dio inicio al universo, quiere tener cooperadores cuando do es su directo e inmediato nexo con el creador: su constituirse
da origen a lo que es la obra maestra de todo el universo, el vértice
como <<alguien delante de Dios y para siempre>>, según la acertada
de la realidad creada, el hombre».
expresión de Cardona, inspirada en Kierkegaard... y que tantísi_
Y, previamente, había expuesto la razón metafísica primordial mas repercusiones presenta en educación.
de todo ello: la unidad de la persona humana en el ser, de la que
ya antes nos ocupamos y a la que hace un instante hemos vuelto a
aludir. Pues bien, partiendo de esa primordial afirmación metafísica En resumen, cada persona que viene a este mundo,
-rscribe Caffarra-, «comprendemos que el acto procreativo de los
esposos, en su verdad más profunda, es co-creación con la activi-
+ mucho más y antes que hijo nuestro,
dad creadora de Dios. Es 7a persona la que se genera mediante la + es hijo de Dios.
generación del cuerpo; esla persona la que es creada mediante la
creación del alma>>.
Lo mismo que, añadiendo algunas puntualizaciones, afirmaAn- á En segundo término, me gustaría insistir en que, gra_
tonio Ruiz Retegui: <<No es que Dios cree una sustancia espiritual cias al ejercicio de la sexualidad, los padres selntrodu_
que se una a la sustancia material engendrada por los padres. El cen dentro de la potencia creativa de Dios, con cuanto
término propio de la creación es la persona, y la misma persona es el lleva consigo y que empieza a vislumbrarse al consi_
término de la generación. Pero Dios la crea por su dimensión espiri- derar la simplicidad divina. pues, en virtud de ella, el
tual, mientras los padres la engendran por su dimensión somática: lo Acto con el que Dios da el ser a cada nueva criatura es
creado por Dios y lo engendrado por los padres es el mismo ser. Po- numéricamente idéntico a aquel con el que instituye el
dría decirse que los padres disponen la materia cuya forma propia es
universo entero, e idéntico a su vez al mismísimo Ser
el alma creada directamente por Dios, de modo que verdaderamente
divino... que es su Amor infinito.
causan materialmente el alma. Por esto, la generación humana se
denomina pro-creación y puede decirse con propiedad, no metafóri- o Por todo ello, y por mucho más, no puede sorprender laalta
camente, que los padres participan del poder creador de Dios».
estima en que los santos han tenido el amor conyugal.
ó San Josemaría Escrivá, por referirme a una persona que
g) Dos consecuencias de gran calado entendió a las mil maravillas el amor humano,
e no solo insistía y se recreaba en la expresión pau_
o Las consecuencias de todo ello no pueden encarecerse en lina que califica el matrimonio como sacramentum
exceso. Me limito a señalar dos de particular relevancia. magnum (grande: calificativo que, entre los siete
4 Antes que nada, que el fruto de la unión conyugal fe- existentes, solo se aplica a este sacramento);
cunda no es un simple ejemplar de la especie humana, e sino que repetía una y otra vez que el amor de sus
sino una imagen singular e inepetible -¡única!- del padres, como el de todos los esposos que actúan
Dios tres veces uno, directamente relacionada con Él y con rectitud, él lo bendecía con las dos manos...
a Él referida. por la sencillarazón de que no tenía cuatro.
Lo que implica, a su vez, que la verdad más absoluta del hijo 4 Y no dudaba en asimilar el lecho matrimonial a un aI_
no es ser <<de los padres>>, pertenecerles. Más radical y profun-
tar.
134 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXUALIDAD 135

. ¿Por qué esta última y tan atdaz comparación? h) Otra yez la literatura... y la vida
4 Estimo que en ella late una verdad teológica fuerte-
Thmbién ahora son muchos los poetas que han sabido expo_
mente arraigada; a saber: que justo en la unión íntima
ner ese vigor universal, cósmico, al que se encuentra aparejadó el
entre cristianos ligados en matrimonio se renueva de
trato conyugal íntimo, justamente en virtud de su potencialidad
una manera muy particular el sacramento que entrelazó
creadora.
sus vidas para siempre, con las gracias que lleva adjun-
tas. o Y, así, Rafael Morales, refiriéndolo al propio hijo, excla_
ma:
(No estaría de más que los cristianos reflexionáramos de vez en <<Rama del beso tú, que, leve y pura, ltienes raíz en
la pasión
cuando sobre este extremo: ¿existen modos más gozosos y ef,caces amante, / en una humana y sideral locura. llrlbia luna rosada y
para los cónyuges que unirse íntimamente en una relación abierta palpitante, / dulce vuelo parado en la hermosura / que ha surgidá
a la vida?).
del cielo de un instante>>.
De una manera velada, propia del lenguaje poético, estos ver_
Pero como filósofo me gusta pensar -tal vez sin funda- sos sugieren la introducción de la actividad humana en una Ac-
mento- que, ción a la que se encuentra referida, como a su Origen, la entera
realidad creada: cielos y tierras, según apuntaba antés.
+ al comparar el lecho conyugal con un alta4
+ San Josemaría apuntaba también a la especlal pre- . Algo similar expone Víctor Hugo:
sencia de Dios en el mundo que acompaña a las «Cuando se aproximan dos bocas consagradas por el amor es
relaciones matrimoniales fecundas. imposible que por encima de ese beso inefabl" ro ," produzca un
+ Una presencia que, si fuera exagerado calificar de estremecimiento en el inmenso misterio de las estrellás».
cuasi sacramental, o Y, de nuevo, Miguel Hemández:
e debe sin embargo preservar su singularidad <<La gran hora del parto, la más rotunda hora:
lestallan los
única, «s5pecialmente divina», distinta a las relojes sintiendo tu alarido, / se abren todas las puertas del mun-
restantes en el ámbito natural: do, de la aurora, / y el sol nace en tu vientre dónde encontró su
* es formalmente, al menos en potencia, creado- nido. /
ra de personas... y no simplemente conserya- t...1 Hijo del alba eres, hijo del mediodía. / y ha de quedar de
dora de otras realidades. ti luces en todo impuestas, / mientras tu madre y yo vamos a la
agonía, / dormidos y despiertos con el amor a cuestas>>.
(Personalmente, y tal yez pon el cariño que tengo a México y o Pero también lo experimentan, de manera más clara cuanto
a su Patrona, me gusta establecer cierta similitud entre el modo en más crece su afecto, los esposos que llevan a término cum_
que Dios está presente en el acto de unión fecunda y la manera, sin plida y amorosamente la unión conyugal. Se advierten en_
duda excepcional, en que la «imagen>> de la Guadalupana se halla tonces ligados a la Fuente del cosmos, con la que en cierto
plasmada en la tilma de Juan Diego: un modo radicalmente distinto modo se identifican, y, con Ella y por Ella, al universo todo
a cualquier otro que pueda darse naturalmente). y al conjunto de la humanidad.
136 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD VIVIR EN PLENITUD LA PROPIA SEXI]ALIDAD 137

Apoyado en expresiones explícitas del Romano Pontíflce, 1o Ayuda para la reflexión personal
expuso hace ya algunos años Cormac Burke:
«Una falta de auténtica conciencia sexual caracteiza el acto si o ¿Serías capazde explicarpor qué el único modo adecuado
la intensidad del placer no sirve para despertar una comprensión de dar la vida a un ser humano es la relación íntima entre
plenamente consciente de la grandezadela experiencia conyugal: dos esposos movidos por el amor? Expón otros casos en
me estoy entregando --entrego mi capacidad creativa, mi potencia que el amor sea también el móvil principal o exclusivo de
vital- no solo a otra persona, sino a la creación entera: a la histo- determinadas acciones.
ri.a, ala humanidad, a los planes de Dios. En cada acto de unión
conyugal, enseña Juan Pablo II, "se renueva, en cierto modo, el o ¿Qué te parece la flgura del <<texto» y el <<contexto» para
misterio de la creación en toda su original profundidad y fuerza esclarecer la paradójica dignidad del niño o niña que va
vital">>. a ser engendrado? ¿Sabes por qué digo que se trata de un
Y añade, y con ello concluyo: derecho «paradójico»? ¿Qué otra imagen o metáfora se te
ocure para explicar mejor esto mismo?
o En la estela abierta por Kierkegaard, Carlos Cardona des_
«La vitalidad de sensación en el acto sexual debe corres-
cribió al ser humano como <<alguien delante de Dios y para
ponder a una vitalidad de significación [...].
siempre>>. ¿Qué opinas de esta manera de referirse al varón
l + La misma explosión de placer que comporta el acto
y a la mujer? ¿Estimas que es una <<definición» poéticá o fi_
sugiere la grandeza de la creatividad sexual.
gurada, o te parece que expresa bien lo que es el hombre?
+ En cada acto conyugal debería haber algo de la
magnificencia -de la envergadura y del poder- de o ¿Por qué cabe sostener que las relaciones íntimas son una
la Creación de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina de palabra privilegiada del lenguaje amoroso del cuerpo?
Roma...». ¿Puede afirmarse que es la máxima manifestación del amor
entre varón y mujer precisamente en cuanto tales? ¿,Con
qué condiciones?
o ¿En qué sentido podría decirse, con Barbotin, que la signi_
Tranquilidad. ficación del abrazo culmina en la unión conyugal?
El conocimiento humano es progresivo. Normalmente no se o ¿Qué término consideras más correcto, referido a los pa_
comprende del todo lo que se lee por primera vez. Lo medio- dres: el de procreadores o el de co-creadores?
¿por qué mo_
entendido entonces prepara para estudiar lo que sigue, y el tivos?
nuevo conocimiento aclara lo ya aprendido. A menudo es
preciso «ir y venir», leer más de una vez lo mismo. Pero el
o ¿Qué tipo de cooperación se establece entre Dios y los pa_
resultado final suele provocar una notable satisfacción. dres cada vez que estos dan vida a un nuevo ser humano?
No te limites a responder de manera esquemática, sino in_
Ánimo.
tenta extraer todas las consecuencias que puedas de tu afir_
mación.
VI
LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO
DELAMOR Y LA UNIÓN CONYUGALES

por si te flaquean las fuerzas

¡Alerta!
Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como
también las hay de observar la realidad, Muy a menudo, no
advertimos la existencia de argo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o
cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en esfado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante
fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones
claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada».
Por éso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responde4 con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.

¿En qué sentido puede y debe afirmarse que el amor volun_


tario del ser humano crece o se prosigue á través de los sen_
timientos y gestos adecuados? ¿Cuál sería el fundamento o
la causa de esa necesidad de prolongarse?
t40 EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO DEL AMOR ... 141

o Enumera alguna de las consecuencias del ejercicio de la 1. SsxueI-nAD y pERFECCToNAMTENTo HUMANo

sexualidad humana cuando no es resultado o expresión del


amor. Intenta, dentro de lo posible y prudente, ser concre- Como decía en los inicios de este escrito, el asunto que en él
tola. vengo esbozando es de tanta envergadura que, por mucho que lo
alargara, siempre quedarían más cuestiones por tratar
Te agradecería que comentaras estas palabras de una auto- -y con bas-
tante mayor hondura- de las que han hecho acto de presencia.
ra italiana (que luego encontrarás en el texto): <<La expe-
riencia que nos aportan las parejas que han comprendido la Por eso, lo aquí expuesto deberá completarce con otro conjun-
importancia de "vivir el amor" nos confirma que, cuando to de ensayos sobre temas aflnes, que indicaré en la bibliografía.
la pareja se ama, el acto sexual en la vida de matrimonio En cualquier caso, llegados a este punto, desearía recoger
invade, intensificando su sentido, toda la vida afectiva de ciertas observaciones que podrían <<redondear>> algunos de los te-
la persona y de la pareja, rcfuerza su vínculo, la ayuda a mas ya enunciados.
super¿il las crisis y con ello a abrirse en la renovación. Se
puede afirmar que en el placer de vivir, que experimen-
tamos a través de nuestro cuerpo, el placer del sexo "es a) El vigor unitivo de las relaciones íntimas
dado" al matrimonio como un don especial para reforTar
su unión>>. Con lo mostrado en las últimas páginas, quedan sugeridos la
dirección y el sentido en que el espíritu, y el amor electivo que de
¿Cuál es la función del placer en la unión conyugal? ¿Con- él surge, enaltecen las relaciones sexuales. De pura función bio-
sideras lícito que dos esposos se unan buscando ese delei-
lógica -aunque con inevitables armónicos personales-, de medio
fe? Matizatu respuesta todo lo que estimes necesario.
casi egoísta para el propio perfeccionamiento -¡que todo podía
Casi todas las personas con cierto grado de madurez con- ser!-(_el ejercicio de la sexualidad p9 transforma en acción g9-
cuerdan en que existen distintos tipos de amor: fraterno, de nuinamen_te hurya4a, personal, ¡generosal: en aquello que cabal-
amistad, y otros. Hazla enumeración más exhaustiva que m€nte englolamos.!ajQ "el nombre de amor de donación.rr
se te ocurra e intenta ver en qué o por qué se distinguen
unos amores de otros. Lo define bien Santamarí a|Gryl:l,Et amor personal [el que se
Tras haber realizado esa lista, ¿qué se te ocurre que puede alcanza y madura en el niáffrmoniol és mucho más que el enamora.
miento. No es solo un proceso espgntáneo, sino que se transforma
signif,car la <<integración de amores>>? ¿Es posible «inte-
gran> todos los tipos de amor, o algunos excluyen a otros
en una actitud libremente asumtda#lamor. que ha surgido sin interl
vención de la voluntad. se convie?te en una decisión. tomada libre-
y viceversa? Si no se te ocurre nada al respecto, basta con |

que te lo hayas preguntado, para que. al estudiarlo dentro


mente, de entregarse al otro. amándolo tal y como es y como será,
"en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad"r/
{'
de unos momentos, la respuesta se te grabe de manera más )
Es un amor con el que acepto a la persona entera, no ,olt .on
sencilla y duradera.
las cosas buenas que me enamoran, sino también con los defectos
que me molestan. Y la acepto como alguien que va a compartir y
condicionar toda mi vtda.fi,a Wiero, no por ser así o de la otra ma-
_,nera, sino por sí mi,sma- /,
142 EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD
LA SEXUALIDAD, AL SERVICrc DEL AMOR .,. 143
.--.- La_quiero a ellg. sin más, y para siempre. y le entrego todo, me
entregoyomismo,,c-oñ7§a;cue-r?ov-¡m-aente-ñ;:--"-.---''-.--"-.-'..-..---...-".---."".--""-.-.-*
Y asimismo es normal que señalen cómo la atracción
sexual mutua constituye la ocasión y el estímulo para
o Pero ahora me encantaría exponer, de formá todavía más el florecer del afecto estrictamente personal:
sucinta, la otra cara de la moneda: el modo y el grado en
que las relaciones matrimoniales personalizadas __el uso
6 no en el sentido de que exista una prioridad tem-
poral del impulso del sexo respecto al amor
amoroso del sexo- favorecen el engrandecimiento y la con_
solidación del amor conyugal... y el crecimiento perfectivo también pudiera haberla-,
-que
de las personas de ambos cónyuges. ,e sino en el de hacer ver cómo la incitación recípro-
Unas palabras de Plutarco, frescas y desenvueltas como de ca proveniente de la sexualidad sirve de apoyo y
costumbre -y, también como de costumbre, necesitadas de algún
alimento para el cariño
matiz-, pueden servirnos de introducción y marco de referencia. e y cómo este afecto interpersonal, al desarrollarse,
hace más penetrante e intensa Ia estricta atracción
Leemos en su escrito Sobre el amor: f ísica,
<<La vida con la propia
esposa es fuente de amistad, como si se t'atara de una iniciación en q sirviendo esta a su vez, enriquecida, de nuevo cebo
común a los grandes misterios. pues aunque el placer dura poco por para el amor...
sí mismo, de él brota día a día un aprecio, una estima, un afectó y e en una especie de «círculo virtuoso» o, mejor; de
una confianza recíproca. Y no podemos acusar a los delfios de que
espiral crecientemente más a/ta, que no tiene fin.
llamen equivocadamente a Afrodita ..Armonía,,, ni de que HomÁro
califique de "amistosa" una tal unión. y es una prueba de que Solón
fue un legislador muy experto en leyes matrimoniales el que pres-
cribiese que el hombre tuviera relaciones sexuales con su mujér no á Pero ya no es tan común que se pongan de manifiesto los
menos de tres veces al mes; y ello no solo por razones de puro dis_ <<mecanismos>> relativamente concretos que sitúan el ejer_
frute sexual, sino que, al igual que las ciudades renuevan sus pactos cicio del sexo al servicio del amor electivo entre loe espo_
de tiempo en tiempo, también quería él que hubiera una renovación sos. Y son precisamente esos resortes antropológicos los
del matrimonio mediante tales pruebas de ternura, liberándose así que pretendo examinar.
de las recriminaciones que surgen con la diaria convivencia>.

Entre otras, estas afirmaciones tienen la ventaja de situamos b) El crecimiento del amor a través de la.sexualidad
derechamente en el núcleo mismo de lo que pretendo examinar.
4 Como telón de fondo, y con lo estudiado en otros capítulos,
Pues es frecuente que los estudios sobre el tema anali-
no es imposible percibir qtre, en virtud de la radicat unidad de
cen el papel que la atracción sexual desempeña en el
la persona humana, el amor fundamentalmente <<espiritual» de
<<descubrimiento» del futuro cónyuge y en el surgimiento
los cónyuges (el que reside o se inicia en su voluntad, que nunca
de un amor de amistad o benevolencia, preludio _tantas
puede faltar) se verá incrementado en la medida en que se exprese
veces- del amor conyugal más exquisito.
y continúe en los dominios afectivos
-¡la ternura!, por ejemplo, o
las caricias y las palabras de cariño- y, en su caso, a través de la
unión física.
144 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO DEL AMOR ... t45

Y prosigue: «Si aparte de la observación diaria fueran necesa-


Estos tres planos (espíritu, psique, cuerpo) no son inde- rias más pruebas en apoyo de esta tesis, podían encontrarse en el
pendientes: vasto material de los datos psicoanalíticos. El estudio de los pro-
+ el amor ejercido y expresado en cualquiera de ellos, blemas sexuales más frecuentes -frigidez en las mujeres y las for-
incluso en los inferiores -cuando es verdadero y ge- mas más o menos serias de impotencia psíquica en los hombres-,
nuino-, demuestra que la causa no radica en una falta de conocimiento de
+ arrastra consigo los otros dos, la técnica adecuada, sino en las inhibiciones que impiden amar. El
temor o el odio al otro sexo están enlaraíz de las dificultades que
+ que ven casi automáticamente incrementada su pro-
impiden a una persona entregarse por completo, actuar espontánea-
pia capacidad de amar. mente, confiar en el compañero sexual, en lo inmediato y directo de
la unión sexual. Si una persona sexualmente inhibida puede dejar
de temer u odiar, y tornarse entonces capaz de amar, sus problemas
El amor exteriorizado corporalmente, por tanto, no solo re- sexuales están resueltos. Si no, ningún conocimiento sobre técnicas
vierte sobre el campo de la afectividad, que de ningún modo debe sexuales le servirá de ayudo>.
encontrarse ausente de tales relaciones, sino que también agranda
la misma capacidad voluntaria de querer al otro en cuanto otro: Evidentemente, no puedo sino concordar con cuanto af,rman
el amor de amistad o benevolencia, el que suelo llamar amor elec' las consideraciones que acabo de reproducir, aunque, también es
tivo y sobre el que enseguida volveré. evidente, se refieran tan solo a un sector determinado de proble-
mas y soluciones dentro del amplio m¿rco de la sexualidad.
i) Sexo sin amor Pero ¿y 1o que niegan? ¿No parece rechazar Erich Fromm 1o
que vengo sosteniendo: que el ejercicio cumplido de la sexuali-
Un buen número de los principales tratadistas contemporá- dad favorece e incrementa el amor voluntario en su acepción más
neos ha insistido, sin embargo, en el binomio estrictamente in- genuina?
verso del que acabo de enunciar: en lugar de exponer cómo las
Talvez no. Lo que el pasaje aducido asegura, como fácilmen-
relaciones conyugales incrementan el amor voluntario, advierten
te podría deducirse por el contexto, es que la mera relación sexual,
-no sin razón- que es el acto de la voluntad, el amor en su sentido desligada de toda actitud amorosa, no solo no incrementa el amor
más genuino, el que facilita o incluso toma posible el trato sexual
entre los interesados, no solo no estrecha e intensiflca sus lazos
cumplido.
mutuos, sino que incluso torna imposible el mismo ejercicio aca-
bado del sexo.
Al respecto, sostiene Erich Fromm, nada sospechoso al
respecto: Que es, también, lo que sostiene Veronese, con alguna puntua-
lizaciín muy pertinente: <<Se puede obsewar que la causa primera
«El amor no es el resultado de la satisfacción sexual ade-
de los distintos males y dolores que provienen del sexo es siempre
cuada; el egoísmo, que trata de separar el sexo del amor. Cuando el acto
+ por el contrario, la felicidad sexual [...] es el resultado que debería expresar la miíxima unión entre el hombre y la mujer y
del amor». proporcionar alegría se hace por egoísmo, la persona se envilece, se
apagael gozo esperado (y poco a poco, este encuentro puede llegar
146 EL EJ ERC IC I O DE LA S EXU ALIDAD
LA S EXU ALI DAD, AL S ERV IC IO D EL AMO R 147

a ser tolerado con dificultad por la mujer, o sufrido con repugnan- . Consecuencia inmediata:
cia) y se destruye la verdadera relación».
+ sin verdadero amorvoluntario (electivo) entre dos
personas,

El sexo, sin amo[ desintegra la pareja, + la unión afectiva o el trato físico estarían despro-
vistos de su verdad más radical, serían constituti-
+ provocando «una sensación cada vez mayor de sepa-
vamente falsos
ración,
+ y, por eso, incapaces de acrecentar el vigor de las
+ puesto que el acto sexual sin amor nunca elimina el
esferas más altas y, ni siquiera, de ejercerse cabal-
abismo que existe entre dos seres humanos, excepto mente en su propio ámbito.
de forma momentánea».
. Al margen del amor, el sexo inutiliza y desactiva el
propio mecanismo sexual. Af,rma Juan Bautista Torelló, con la autoridad que le otorgan
sus largos años de ejercicio de la psiquiatría: <<Una sexualidad se-
parada del amor, una ejercitación meramente corporal, no propor-
ii) Amor expresado a través de la sexualidad ciona ninguna experiencia verdaderamente humana. Con las prác-
ticas eróticas que una sexología de folletín popularizó sin cesar, se
aprende tan solo a separar lo que únicamenfe en el completo don de
Pero esto era, cabalmente, 1o que aflrmábamos al sostener que,
un yo a un tú, que crsa la unidad definitiva de dos seres humanos
para que reviertan en una mejora del amor espiritual y afectivo,
únicos e irrepetibles e irremplazables,que se aman, encuentra sig-
las relaciones matrimoniales tienen que ser, a su vez, expresión nificado y plenitud.
auténtica de un amor auténtico.
¡Cuánta ingenuidad y superficialidad demuestran muchos jóve-
nes que se pavonean de"expertos" en cuestiones "de amor"! Esto lo
Entre el acto de ser, el alma y el cuerpo existe una clara grada-
saben, por desgracia muy bien, psicólogos, sexólogos y sacerdotes
ción ontológica. Por ello,
de nuestro tiempo>>.
+ si en virtud del carácter rigurosamente personal de cuanto
en el hombre anida, bl amor conyugal debe afectar y ser
expresado por todos los ámbitos de la persona humana --el . Por el contrario,
estrictamente espiritual o voluntario, el psíquico o afectivo + en la medida en que expresen los modos superio-
y los dominios sensibles-,
res de quererse,
+ a causa de lajerarquía existente entre los distintos campos,
+ el amor afectivo y el físico se configüran
la manifestación amorosa en una de las esferas inferiores
quedaría radicalmente falseada si no fuera como el desbor-
+ como estímulo innegablemente eficaz para el per-
darse o el concretarse de los ámbitos superiores.
feccionamiento del amor radicado en la voluntad.
(Aunque en otro lugar expliqué que existe también una afectivi-
dad espiritual, y, por considera¡lo de capital importancia, incluso in-
o Todo ello puede verse más claro enfocando el asunto desde
sistí machaconamente en ello, en estos momentos sigo el uso común
que tiende a encuadrar la afectividad en los dominios psíquicos). el punto de vista de la unión.
t48 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO DEL AMOR ... t49

+ Como sabemos, unir o identificar de manera recíproca o ,',Por qué motivos?


a las personas que se quieren constituye el efecto más
noble e inmediato del amor; es, en cierto sentido, su
misma esencia. Por el que ya he señalado, y ahora vuelvo a recordar:
+ Por otra parte, en virtud de la índole plena y acabada- + la expresión sincera del amor; necesariamenúe lo re-
mente humana del amor entre los esposos, esa identi- fuerza, lo incrementa, lo acrisola.
dad tiende a establecerse en la totalidad de los ámbitos
que componen el entero ser humano: el espiritual, el c) Mas, en una persona como la humana, compuesta de
psíquico o afectivo y el corpóreo.
espíritu (imperfecto) y materia,lo que sucede en el es-
píritu se reviste tantas veces con los caracteres de lo
sensible: el lenguaje del cuerpo es manifestación de las
Con palabras más comprensibles:
disposiciones más hondas del alrna.
ó los esposos no aspiran solo a identificar sus volunta-
des, su propio querer espiritual, 4 En consecuencia, las exteriorizaciones sensibles del ca-
riño redundan en la esfera de los sentimientos y en el
+ sino también el corazón (los afectos)
amor electivo: los acrecientan.
+ y el propio cuerpo.
Aunque traídas un poco por los pelos, quiero dejar constancia
de un par de observaciones, especialmente relevantes para los recién
Y, en la proporción misma en que, sin falsía y respetando la casados y para los esposos con poco tiempo de vuelo.
gradación de planos a que me acabo de referir, van consiguiendo Explica Veronese: «En la pareja, la experiencia se hace poco a
mayor identificación en cada uno de esos tres dominios, aumenta poco; y también el sexo se va aprendiendo así. La experiencia sexual
también la capacidad -fácilmente actualizable- de unión e identi- es un hecho dinámico, que se agrega al movimiento de la vida, pero

dad en los otros dos. eso es siempre nueva, "en la pareja siempre se ha de construir"; en
esa pareja única, es decir, formada por dos personas únicas, el sexo
+ La identificación de voluntades --elquerer con, de que ha- encontrará su propia
o'norma"
-que es la que conviene a esa pare-
blaba ya Miguel Hernández- favorece la unión de cora- ja- en el respeto del amorr.
zones (de afectos, emociones, sentimientos) e, incluso, la Y añade, con un poco más de hondura y dificultad: «La vida, y
estricta unión física, corpórea: la cópula. el sexo, que es vida, no se pueden encenar solamente en el conoci-
miento de la objetividad de los detalles del cuerpo y de un momen-
I La sintonía afectiva, por su parte, facilita la instauración to determinado de la sexualidad, aunque también sea todo esto. Es
de un idéntico querer y torna más fácil y jugosa la unión "también" todo esto en la relación seiual íntima entre el ,arón yL
corporal. mujer, donde se cumple la finalidad de la función unitiva o sexual.
+ Pero, para pasar de la sexualidad del individuo a la unión de dos
Y esta última unión, cuando es auténtica, cuando está res-
personas con un acuerdo entre ambas, incluso también en la sexua-
paldada por un verdadero amor electivo, incrementa ese
lidad, hay todo un camino que tienen que recorrer a lo largo de la
mismo amor y refuerza la concordia afectiva. vidq, en el estilo único de cada pareja, indescriptible, y que hablan-
150 ELE]ERCICrcDELASEXUALIDAD LASE*IALIDAD, ALSERVICI1 DELAMIR ... 151

do todavía objetivamente, podemos definir como comportamiento Este, abandonado a su tendencia natural, persigue más direc-
amoroso. tamente la culminación del coito, y tiende a dar por terminada la
relación en cuanto ha alcanzado el punto cumbre.
En esta relación de amor que une a las dos personas y se re-
fierza, se produce una intercomunicación hecha de palabras, pero La mujer, por el contrario, posee una cadencia más acompasada;
también de gestos y de actos; y, en este caso, 1a comunicación tiene está más necesitada de ternura, de caricias que preparen el paroxis-
lugar, sobre todo, a través del cuerpo». mo de la unión, y mantiene el estado de excitación física y afectiva
durante ciefo lapso de tiempo, con posterioridad al cumplimiento
de la cópula.

c) Ejercicio de la sexualidad, factor de unión


múltiple en y entre los esposos Sin embargo, es muy conveniente que esa diferencia
inaugural sea anulada:
Y no todo acaba aquí. En las relaciones conyugales en las que + que los casados acomoden recíprocamente su ritmo
prima la búsqueda del bien del otro en cuanto otro, se lleva a cabo al de su cónyuge,
repetidamente tal identiflcación de las distintas esferas implicadas + hasta obtener la más plena compenetración posible.
en ese enlace, que por fuerza ha de crecer -junto con la unidad
que constituye su esencia- el amor de los esposos.
Lo sostiene, en gener&/, Giulia Veronese: <<La experiencia En un contexto más amplio y con distintas intenciones, escribe
que nos aportan las parejas que han comprendido la importancia un autor español: «Por ser un amor total, el amor entre hombre y
mujer no puede ser más que de uno con una y para siempre. Porque
de "vivir el amor" nos confirma que, cuando la pareja se ama, el
supone incluso la adaptación de las dos personalidades, de los ca-
acto sexual en la vida de matrimonio invade, intensiflcando su
racteres y los gustos de cada uno, que procuran evitar 1o que hace
sentido, toda la vida afectiva de la persona y de la pareja, refuerza daño o le molesta al otro, reconociendo agradecidos que el otro está
su vínculo, la ayuda a superar las crisis y con ello a abrirse en haciendo lo mismo para que la vida sea agradable, y el amor vaya
la renovación. Se puede aflrmar que en el placer de vivir, que aumentando sin encontrar obstáculos.
experimentamos a través de nuestro cuerpo, el placer del sexo De esta manera, las personalidades de 1os dos cónyuges se van
"es dado" al matrimonio como un don especial para reforzar su influyendo y compenetrando. La vida del uno forma parte real de la
uniónrr. vida del otro. Romper esa unión significaría mutilar la vida interior
de cada uno de los cónyuges, y supondía el fracaso rotundo en la
¿A que me refiero yo, en concreto? De entrada, al hecho bas-
tante común y comprobable de la inicial falta de armonía sexual aventura personal más honda que puede emprender un ser huma-
no>).
entre los cónyuges en el momento de la unión.

o Lo que ahora querrÍa destacar es que, en la lucha por conse-


Prescindiendo incluso de las diferencias estrictamente indivi-
guir la armonía de las relaciones íntimas, se favortce tam-
duales, que hacen de cada persona un caso singular, sin apenas pa-
rangón con ningún otro, de todos es sabido que -por lo común- el bién la múltiple y más dilatada identidad necesaria para los
ritmo sexual de la mujer es naturalmente más lento y modulado que cónyuges, y que no puede sino agrandar la unión de amor
el del varón. entre los esposos.
t52 EL EJERC IAO DE LA SEXUALIDAD LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO DEL AMOR .,. 153

En relación al marido, estimo muy pertinentes los siguientes co-


Pues, para que elequilibrio se instaure, mentarios de Santamaría Garai: <<La constitución sexual del hombre
+ cada uno de ellos debe abandonar toda suerte de está encaminada ala patemidad. Y la paternidad es fruto del amor.
egoísmo El acto sexual no es un simple medio para la procreación, sino que
+ y, con el esfuerzo y vencimiento requeridos en cada ha de expresar corporalmente toda la temura de amor que la mu-
caso, buscar decididamente el bien del otro en cuan- jer necesita. Habría que preguntarse si el ambiente y la imagen de
to otro. hombre y de mujer que le ofrece nuestra cultura permiten al hombre
vivir su propio sexo como instrumento y expresión de la delicadeza
. Yendo exclusivamente en pos de la propia satisfac- y temura propias de un amor total>>.
ción,
Y también, aunque resulten un tanto repetitivos: <<El sexo del
+ iamás se lograría la afinidad sexual, hombre está hecho para expresar la temura del amor. Dicho así,
€ tan necesaria para la buena marcha del matri- choca. Y ese choque nos hace reflexionar sobre el sentido pleno del
monio. sexo, y sobre el modo en que el hombre ha de cuidar y vivir el
propio cuerpo. Ha de ser un cuerpo que sepa amar, que sirva para
expresar la enfega plena y total de la propia persona, que sepa ser
1) Con lo que hemos llegado a una primera e importantísima. tierno y fuerte a la vez, que sepa expresar corporalmente los matices
identiflcación entre los esposos: tal vez a la más relevante, por profundos y delicados de un alma enamorada. Pero eso será impo-
cuanto que se encuentra enlaraíz de todas las demás. sible si la imagen habitual del propio sexo no es la de instrumento
de amor. Un alma enamorada tiene algo de artista. Y necesita un
Marido y mujer se hermanan en una actitud radical y fuerte-
cuerpo que sea instrumento bien af,nado, para poder expresar toda
mente conflguradora de sus respectivas personalidades: la firme
la riqueza de su amop>.
determinación de atender con prioridad absoluta al bien del otro
cónyuge, de buscar con plena conciencia ese bien, de instaurar el
3) Por fin, y en la misma proporción en que el placer fí-
amor electivo... y la consiguiente unión de voluntades Qrimera
sico constituye un bien deseable, cada uno de los esposos se
esfera).
esfuerza en proporcioniárselo al otro cónyuge en la forma más
2) Pero, enriquecidos y potenciados por la voluntaria solici- noble y jugosa en que los seres humanos pueden comunicarlo:
tud del bien ajeno, uno y otra van conquistando --en cada una de acompañado y enriquecido por su propio deleite.
las relaciones íntimas- una mutua atemperación de la afectivi-
Pues la experiencia lleva a comprobar gozosamente que, en
dad:
un matrimonio sano, incluso la propia delectación corporal se ve
4 el marido se esfuerza por mostrar sinceramente a su mujer incrementada y enriquecida más por la constatación de que se la
el cariño que siente por ella, envolviéndola con caricias de está proporcionando a la persona amada, que por la egocéntrica
ternura, y sin correr en busca de la propia satisfacción; experiencia del disfrute individual.
á y la esposa, a medida que va penetrando mejor en el mun- En cualquier caso, la pretensión de que los dos esposos gocen
do psíquico de su esposo, se empeña en ofrecer a este lo físicamente en la cópula, unida al deseo de que ambos alcancen
que él desea, envuelto también en la propia ternura, que simultáneamente su punto culminante, constituye una armoniza-
en ella nace tal vez con menos esfuerzo: armonía, por tan- ción del sistema nervioso y, en general, de las facultades sensibles
to, de los sentimientos (segunda esfera). puestas- en juego (tercera esfera).
t54 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO DEL AMOR ... 155

Las relaciones conyugales se


No cabe duda [...] que una sexualidad satisfactoria, que produce
'
configuran, pues, como una placer físico, alegría espiritual, crecimiento y madurez, exige este
escuela inmejorable para conquistar la identificación
acuerdo mutuo, es decir, se basa en el acuerdo acerca del "signifi-
plena entre los esposos:
ilii cado" que se le da al acto sexual, en la aceptación y valoración no
+ para instaurar un amor que une íntimamente... sin solamente genital, sino también del compañero como individuo,
li
pérdida de la propia singularidad. como persona>>.
rl

tl Y es que, como sugería Erich Fromm, el trato íntimo solo in_


d) Nuevos frentes
crementa el amor electivo cuando é1, a su vez, es fruto y
expresión
de ese amor.
Señalo todavía, sin ningún afán de exhaustividad, un par de
En tal sentido, podría decirse que es el mismo amor volunta_ circunstancias en virtud de las cuales el trato íntimo se presenta
rio el que se engrandece a sí mismo a través de su manifestación como un auxilio para el amor conyugal, también en su dimensión
física: espiritual o voluntaria.
A estas alturas, sería ingenuo ignorar que la vida matrimonial
<<Loque se requiere y se desea pam que el acto de unión sea ofrece su zona de sombras. Aunque también sería injusto y poco
verdaderamente una acción de unidad --comenta Jean
Guitton-, es humano -y señal de inmadurez- no advertir que tales sufrimien-
que ninguno de los dos seres pase por estados demasiado
diferentes tos compartidos se transforman inmediatamente en algo gozoso,
y que lo que es alegría para uno no sea pena y humillación para
el por cuanto representan -¡junto con la capacidad de advertir y ha-
otro. vemos claramente que esto no puede realizarse sino con
la de-
licadezaque tiene algo de sacriflcio y es fruto del amor. De cer acopio de las alegrías y satisfacciones que el matrimonio lle-
manera
que la unidad física de la pareja, más que la causa, es va consigo!- un elemento insustituible para incrementar el amor
un efecto del
amoD>. mutuo: y la felicidad no es más que una consecuencia ¡ casi casi
Y, de nuevo con palabras de Veronese: <<En este proceso una manifestación, un <<termómetro>>, de la calidad e intensidad
de cre_
cimiento y maduración individual que experimenta la relación de nuestros amores.
de
pareja, durante el ciclo vital, la relación sexual, en las Con todo, las sombras resultan a veces penosas y desgastan
modalidades
de la relación sexual en cada uno de los actos del repertorio psíquicamente... por más que el espíritu quiera petmanecer fuerte
sexual
d9 la pareja, se carga de signiflcados que trascienden el acuerdo y, en efecto, lo consiga.
o
el desacuerdo en el plano estrictamente erótico. Todo aquello que
complace más o menos al dar o al recibir el sexo, las peticiones Pues bien, como sugeúa Plutarco, cuando se enfoca del modo
hechas y denegadas, los requerimientos concedidos correcto, el regocijo derivado de la unión física contribuye en
con presteza y
entusiasmo, o los atendidos con esfuerzo.y de mala guru, cierta medida a sobrellevar tales cargas.
,or, _o-
dalidades de la relación sexual que, en su conjunto, Ionsiituyen
el En este sentido, Carnot ha podido asegurar a los esposos: el
estilo peculiar de cada pareja, mientras cada una de por
si iirige amor corporal, aun cuando no lo sea todo, se presenta «en cierto
de forma más o menos encubierta, a menudo simbólicámente,
peio modo, como la recompensa del amor. El placer que sentiréis juntos
siempre significativamente, a la conformidad o a la discrepancia
de será merecido por vuestra fidelidad. Cada cual lo pedirá al otro y
la pareja en cuestión que no son en sí estrictamente genitaies.
cada cual gozará del placer del otro tanto como del suyo propio».
t5ó EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD LA SEXUAI-IDAD, AL SERVICIO DEL AMOR ., 157

r Ningún escúpulo para asumir tal convicción: tegrante del amor propiamente humano y conyugal- contri-
1) Primero, porque a estas alturas debería estar más que claro buyen a incrementar tal amor.
que nuestro cuerpo es también estricta y rigurosamente humano- 4 Hay ocasiones en que los esposos no saben expresar
personal, y merece participar, lo mismo que en los dolores, en el «espiritual e inteligentemente>> --en particular, con la
júbilo que proporciona el amor. palabra- el afecto que sienten hacia su cónyuge.
2) Después, porque el regalo corpóreo no se presenta nunca * En esos casos, la exteriorización sensible del afecto se
como un elemento aislado ni, en los matrimonios vividos huma- convierte en vehículo insustituible para mostrar e in-
namente, se busca por sí mismo:
crementar el amor más hondo y más puro.
á la fruición física, unida siempre a las más nobles emociones
de la afectividad satisfecha y a los anhelos cumplidos de la
voluntad, y como envuelta por ellos, es un corolarlo que se Recordaba de nuevo Carnot:
ofrece por añadidura a quienes, también en el trato íntimo,
procuran el bien del otro en cuanto otro; ¡No lo olvidéis los casados!
+ pero un corolario qrue debemos aceptar, agradeciéndolo a El amor corporal «no es todo el amor, pero contribuye
Dios, que ha querido ligarlo al don recíproco pleno. en gran parte a fortalecer el dulce lazo de vuestros co-
razones.
3) Por fin, y con esto no hago más que insistir en lo mismo,
porque el hombre es también, efectivamente, su cuerpo,.y acoger Todo lo que vuestros labios no saben decic todo lo que
lo que este pueda aportar a la vida humana en su conjunto, y a la desborda de vuestros corazones, lo expresarán vuestros
vida conyugal en concreto, instaura una actitud de esticta justicia besos».
para con el Creador: Dios obra maravillas de eternidad
-¡la pro-
creación!-, también a través del cuerpo. ¡Y hay que regocijarse
por ello! 2. UN MODO DISTINTo DE ENGRANDECER EL AMoR

Lo expresan, con ciertos anacronismos en la expresión, las a) Integración de amores


siguientes palabras de Mauricio Alegre: «Es legítimo y santo el
atractivo del comercio sexual entre los esposos. Es como un salarlo Inicio ahora un conjunto de reflexiones un poco más enreve-
providencial de las cargas, con frecuencia penosas, de la paternidad
sadas, pero que considero interesantes y dignas de unos minutos
y maternidad. Es como una señal de reconocimiento de la grandeza
de atención.
del matrimonio y, en el matrimonio, de la obra de la carne, para
aquellos que saben mirar con ojos limpios y con rectitud de espí- Recordando lo ya tratado a este propósito, y sin referirlo to-
ritu". davía expresamente al matrimonio, la cuestión podría plantearse
como sigue: si el amor constituye <<la vocación fundamental e in-
o Añado una última observación, sin olvidar que la clave del nata de todo ser humano>>, el hombre crecerá como persona en la
presente apartado y de casi todo el escrito se resume así: misma proporción en que instaure efectivas, intensas y eficaces
por la especial constitución sensible espiritual del hombre, relaciones de amor. Con cada una de ellas dilata su condicién per-
las manifestaciones corporales del amor electivo -parte in- sonal.
158 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD LASEXUALTDAD, ALSERVICTo DELAMoR... 159

Pero, precisamente porque estamos ante una realidad flnita, en amor conyugal, y dota de una tonalidad propia a cuanto en él se
el universo humano existe un sinnúmero de subespecies del amor, incluye.
distintas e incompletas, si se las considera en sí mismas. El incre-
mento de la categoría personal del varón y de la mujer se juega, ó La razón es sencilla:
entonces, no solo en lo que cabrta calificar como una progresiva
intensificación delos distintos arnores, sino en el enriquecimiento
* por naiuraleza, el eros solo se establece entre dos per-
que deriva de integrarloJ en un todo unitario. sonas de sexo diferente y complementario;

oMas ¿qué es 1o que hay que ensamblar?


e o, apurando pero sin exagerar, entre dos personas
complementarins, particularmente aptas para compo-
En concreto, y dejando de lado el amor a Dios o caridad, las
ner una unidad (que no hace desaparecer la personali-
diversas especies de amor humano se reducen a tres fundamen-
tales: dad propia de cada una).

1) lo que algunos denominan <<afecto>>, que coincide substan- Ahora bien, el ¿ros constituye la condición de posibilidad de
cialmente con el amoÍ natural, en virtud del cual quiero algo en esa integración, pero no su realización en acto. Para lograrla, es
cuanto en cierto modo es mío o se asemeja a mí', imprescindible empeñarse por aunar las diversas clases de amo-
2) la amistad, encarnación suprema -por máximamente li- res, bajo la acción primordial y globalizante de un auténtico amor
bre- del amor electivo, que nos lleya a querer al otro en cuan- electivo, que persigue el bien del otro... por el otro. Solo entonces
to otro, por Ju bien intrínseco y constitutivo, configurándose así encontrarán los cónyuges la total realización como persona den-
como el más elevado género de amor; y tro del matrimonio, y la felicidad que de esa plenitud deriva.
3) el eros, en su más noble acepción, resultado de la atracción Y en todo ello, desempeña un gran papel el que suele ser efec-
mutua entre varón y mujer, que compone habitualmente el inicio to de la unión íntima: los hijos.
y la fuente del amor entre los esposos.
Dentro del matrimonio, y sea cual fuere el origen histórico
de su amor recíproco, los esposos han de luchar por alimentarlo, b) Incremento del amor <<natural»>
hasta hacer confluir en él las distinfas variedades de amor.
Más de una vez he explicado que, cuando surge de un cariño
auténtico, el hijo se introduce en la misma corriente amorosa esta-
Al eros, que representa su núcleo diferenciado4 blecida entre los esposos. Y, desde este punto de vista, favorece el
+ tienen que saber sumar todas las manifestaciones incremento y la integración de <<¿unores>> con los que se aquilata
+ del amor natural, o afecto, la categorta personal de uno y otra.
+ y del amor electivo o amistad. Y, antes que nada, del amor natural. Pues, si cada hijo es fru-
i
to efectivo del amor conyugal -como una suerte de derivación
espontánea de él-, el amor con que los padres lo quieren cons-
La presencia del eros, inadecuada en cualquier otro contextor tituirá también una prolongación del cariño que mutuamente se
confiere una especial posibilidad de plenitud a la integración del obsequian.
160 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD LA SEXUALIDAD, AL SERVICIO DEL AMOR .,. t61

siempre inéditos, y en el que -¡siempre también!- se superan las


En este sentido, querer a cada nuevo vástago es amar expectativas.
doblemente al otro consorte. Siempre. Incluso cuando la multiplicación de los hijos lleva a
+ Y como el afecto que a este se le endereza es, en prever que el próximo alumbramiento aventajará con creces al au-
cierto modo, una manifestación privilegiada del mento del aprecio, la cordialidad, el atractivo... que una experiencia
' amor de cada cónyuge hacia sí reiterada permite lógicamente esperar.
-ya que el marido se configura como el más ade- (Lo cual lleva también a afirmar, con toda la comprensión del
cuado complemento del yo de la mujer, y vicever- mundo, hasta qué punto los celos del marido o la mujer hacia el hijo
Sá_, por cuya <<culpo> él o ella se sienten desplazados y «menos queri-
dos>> por el otro cónyuge manifiesta, junto con una notable inmadu-
+ resultará que a los hijos, igual que al esposo o a la
rezy falfa de hondura en la percepción de lo que supone el hijo...
esposa, se los quiere no corno a uno mismo,
el que, probablemente, algo anda mal en la atención recíproca y
+ sino con un amor numéricamente idéntico al que directa de los esposos entre sí).
cada uno se profesa.

c) Y del amor <<electiyo>> o de amistad


Nos encontramos ante un exponente originalísimo y particu-
larmente intenso del amor natural, el de los padres a szrs hijos (en Pero el crecimiento de la familia gracias a los hijos tiene tam-
cuanto suyos), qtue reduplica tarrtbién, por las razones apuntadas, bién otro efecto posible, y talvez de mayor envergadura: instaurar
el afecto entre marido y mujer. relaciones exquisitamente amistosas entre los esposos.
Y que, además, hace confluir ambos afectos --el paterno o ma- Según recuerda una tradición ya antigua, los hijos componen
terno y el de los esposos- en un mismo e idéntico amor, que, de el bien común de los cónyuges. Y, de acuerdo con la famosísima
esta suerte, se torna mucho más cabal, completo, unitivo y perfec- dedicatoria de Miguel Hernández en la elegía a Ramón Sijé, la
cionador de las personas de los cónyuges. amistad se caracteriza precisamente como un querer con el arm-
go, que engloba y trasciende, sublimándolo, al simple quererlo a
La experiencia de tantísimos matrimonios bien avenidos podía é1, propio de cualquier amor.
servir como confirmación de cuanto vengo refiriendo. El hecho in-
controvertible es que la llegada de cada nueva criatura incrernenta
de forma prácticamente automática -y casi casi tangible- el amor En consecuencia, cada vástago constituirá un apoyo in-
recíproco de los desposados; lo que a su vez es una prueba de que sustituible
existe una estricta identidad entre el afecto de los esposos en cüanto + para enriquecer el amor entre los cónyuges
tales y el que tienen a quien es síntesis viva y resultado de ese mis- + con las propiedades específicas de una auténtica y
mo querer. genuina amistad.
Son muchos los padres que podrían refrendar hasta qué punto
cada nueva concepción y cada nuevo nacimiento supone un aqui-
lata¡se y un tomarse más intenso del amor matrimonial. Se trata Más despacio. Se advierte a menudo, con expresiones más o
de un acontecimiento que reviste el mutuo cariño con armónicos menos idénticas, que el eros y la amistad se diferencian porque
LA SEXUALIDAD, AL SERVICrc DEL AMOR ... 163
t62 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD

los amantes no cesan de contemplarse uno a otro, mientras los Y, de resultas, se acrisola hasta 1o indecible la solidez y el
amigos acostumbran amirar juntos en una misma dirección. Pues temple del amor entre los esposos.
bien: en el caso de los esposos que llegan a ser padres, ambas
<<Los esposos que se aman, aman todo lo que les acerca y les
perspectivas se aúnan y se potencian de manera recíproca. Y lo
une. Nada les es común en el mismo grado que el hijo. Pueden po-
hacen, justamente, en virtud de ese bien común constituido por
ner sus bienes bajo el régimen de la comunidad; pueden llevar el
los hijos. mismo nombre; pueden concordar sus caracteres; pueden unirles la
* Cuando marido y mujer dirigen hacia la prole una mi- inteligencia más cordial; sin embargo, nada les es tan común y nada
les une como el hijo. [...] Los esposos unidos continúan amándose
rada conjunta, descubren en ella -en la común descen-
uno a otro en su hijo; encuentran en él no solo a sí mismos, sino su
dencia, y por los motivos que acabo de esbozar- a la
unión, la unidad que ellos se aplican arealizar en toda su vida. Cada
persona del cónyuge y se vislumbran a sí mismos: pues-
uno de ellos reconoce en el hijo el ser que él atna en un ser nuevo
to que cada hijo constituye la síntesis que resume,'en que se lo debe todo y que él ama también con un amor que no se
conjunción original y autónoma, la realidad bipersonal separa de aquel al que el hijo debe el haber nacido. El matrimonio
de los esposos. encuentra así, en la paternidad y la maternidad, su florecimiento per-
+ fecto. El niño remata el enriquecimiento del alma que los esposos
Al mismo tiempo, el hijo es un ser consistente, autárqui-
buscan en su unión>>.
co, otro, que conduce la vista de sus progenitores más allá
del propio yo de cada uno.
o A modo de añadido imposible de desarrollar, también por-
De ahí que afirme Thibon: «El hijo, este fruto del amor tan que sería impropio de nuestro contexto, me gustaría agre-
exterior a los dos seres que lo han creado, este fruto que solo existe gar lo siguiente. Tomás de Aquino, reflexionando sobre los
verdaderamente a partir de la hora en que se sepata de la rama, datos revelados, aflrma tajante que Dios no podía ser sino
rompe el exclusivismo de la pareja: sustituye la adoración recípro- Trino: dos Personas, incluso divinas, no resultarían <<sufi-
ca, que encadena, por un fin común, que libero>. cientes>>. Y no lo serían, sostiene, porque sin el surgimiento
de una Tercera no se podrían realizar en plenitud las de'
Consecuencia: cuando se lo acoge de la manera adecuada, licias del amor: hacer partícipes del mutuo cariño a otras
cada nacimiento hace más fácil que el afecto y el eros conyugales, personas.
sin desaparecer ni menguar en 1o más mínimo, se enaltezcan hasta
¿Se entiende, entonces, cómo el advenimiento de la prole con-
alcanzar las cotas de uno de los más nobles amores de amistad, fiere un resello deflnitivo y hace madurar la estima de los espo-
dotado de gran vigor unitivo. sos?

Se trata de una verdad reconocida desde antiguo. Con exprel


siones de Tomás de Aquino, <<la causa de una unión firme y estable
entre los padres son los hijos (...), ya que estos constituyenelbien
común de ambos, del varón y la mujer, cuya unión está ordenada a
la prole. Pero lo que es común contiene y conserva la amistad,la
cual, como antes se dijo, consiste también en comunión y comu-
nicación».
t64 EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD LA S EXU ALI DAD, AL S ERVIC IO D EL AMO R ... 165

. Ayuda para la reflexión persona!


En últ¡ma instancia, ni siquiera quien aprende a con_
jugar el tú ha conquistado la decisiva perfección del
amor: En lo que atañe al amor, ¿qué relaciones se establecen entre
+ esta solo se instaura cuando dos personas, conjun_ lo que podrían denominarse la esfera física, la psíquica y
tamente, hacen fructificar su cariño en bien de un la propiamente espiritual? ¿Cómo influye cada una en las
tercero. otras dos, para bien o para mal? ¿Cuál de ellas es la más
c No yo: esto es obvio; radicalmente importante y por qué motivos?
+ pero tampoco simplemente tú; El amor crece en la medida en que aumenta la unidad entre
+ el él constituye la clave resolutiva del más alto y quienes se aman (y viceversa: la unión genera a su vez un
enriquecido de los amores. incremento del amor mutuo). Con esta perspectiva, ¿qué
papel ocupa en el matrimonio la identidad de actitud que
consiste en estar más pendiente del bien del otro que del
propio? ¿Cómo se maniflesta todo ello en las relaciones ín-
timas?
Tranquilidad,
¿Qué piensas de los celos que a veces se dan entre los cón-
El conocimiento humano es progresivo. Normalmente no se yuges por el hecho de que uno de ellos dedique más aten-
# comprende del todo lo que se lee por primera vez. Lo medio_
entendido entonces prepara para estudiar lo que sigue, y el
ción a los hijos que al otro miembro del matrimonio? ¿Por
qué, según tu opinión, pueden darse este tipo de fenóme-
nuevo conocimiento aclara lo ya aprendido. A menudo es
nos? ¿Cómo se podrían evitar... si es que consideras que
preciso «ir y venir», leer más de una vez lo mismo. pero el
deben evitarse?
resultado final suele provocar una notable satisfacción.
Ánimo. ¿Te parece que los esposos, además de quererse con el amor
específ,camente conyugal, deben ser mutuamente amigos?
¿Cuál sería el fundamento de esa amistad? ¿Qué factores la
hacen más fácily qué otros la dificultan?
A tu parecer, ¿los hijos son una ayuda o más bien un estor-
bo para el amor mutuo entre los cónyuges? Como la reali-
dad no está «dibujado> en blanco y negro, ni tan siquiera en
escala de grises, probablemente necesites matizar y perfilar
tu respuesta. Es importante que realices una lista en la que,
en relación con el amor mutuo de los padres, expongas lo
que piensas que aportan los hijos y lo que pueden más bien
<<roba»> a ese cariño.
VII
AMOR Y CONTRACEPTIVOS

Tal vez lo que contiene este cuadro sea lo más importante de


cuanto me queda por exponer.
Al tratar sobre todo de los contraceptivos, en ningún
momento pretendo establecer un juicio rnoral sobre las
personas concretas que puedan hacer, o ya están haciendo, o
hayan hecho en algún momento, uso de ellos.
Por honradez intelectual y humana, y teniendo en cuenta
antes que nada la felicidad del lectol expongo con plena
sinceridad lo que, tras larga y pausada reflexión, pienso de
estos asuntos, así como su calificación moral.
Pero, repito, sin juzgar ni descalificar a nadie -¿quién sería,
para hacerlo?-, sino con la sola pretensión de que, si lo
estiman conveniente, acomoden su conducta a unos criterios
de los que, sin duda, se derivará, para cada uno, mayor
plenitud y dicha.
168 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD AMOR Y CONTRACEPTIVOS t69
Comenzar con nuevos bríos o ¿No te parece que, en el fondo, los contraceptivos y los
métodos naturales están buscando lo mismo? ¿Por qué, en-
¡Alerta I tonces, tanta oposición a los primeros y tanta manga ancha
Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como con los segundos? ¿O no?
también las hay de observar la realidad. Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa..., 1. PerenNIoAD RESPoNSABLE
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente De acuerdo con el plan que me tracé desde el principio, es el
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro momento de abordar una cuestión clave, que en buena parte hace
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante fácil de la familia un ambiente más o menos idóneo para el crecimiento
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y interior de cuantos la componen: para la mejora de su amor y el
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada». aumento de su dicha.
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responder, con calma y, si es necesario, por
Me refiero a la paternidad responsable,
escrito, a estas preguntas.
entendida en toda la amplitud que esta expresión recla-
ma.

o Así, de entrada y sin pensarlo mucho más,


¿qué signiflca la
«patemidad responsable»? a) Responsabilidad... generosa
o De manera espontánea, ¿tiendes a unir la paternidad res_
ponsable con limitar el número de hijos? Sea cual fuere tu A propósito del número de hijos, la recta razón comprende
respuesta, intenta determinar si es la adecuada. buscando
y la Iglesia recuerda que se tratade una decisión en la que debe
respetarse absolutamente la responsabilidad de los cónyuges.
argumentos a favor y en contra.
o Y ambas aclaran también que procreación responsable no
Si tuvieras que optar entre estas dos afirmaciones tajantes
equivale solo ni principalmente a limitar el número de hijos; pue-
-«los padres son para los hijos>> o <<los hijos son para los de significar asimismo mayor generosidad (palabra emparentada
padres>>-, ¿por cuál de ellas te inclinarías? piensas
¿eué con <<generar») para aceptan nueva descendencia. Por eso propon-
que está sucediendo en el mundo actual?
¿por qué? go hablar, más que de simple procreación responsable, de <<pro-
o Como nadie te obliga a elegir, expón tu opinión razonada creación responsable generoso>.
respecto a este extremo: ¿cómo debe configurarse la rela_ Al respecto, deben tenerse en cuenta multitud de factores, sin
ción entre padres e hijos? La pregunta pu"á" dar origen a dejarse dominar por una mera visión materialista y egoísta de la
todo un tratado sobre la familia y la educación. Cuantómás vida, aunque el ambiente empuje de manera sensible a ello.
consigas descubrir y desarrollar con tus propias fuerzas,
Hay quien dice: <<por ahora un hijo -u otro hijo- no nos lo pode-
mejor asimilarás lo que más tarde leas o escuches. mos permitir». En verdad, la expresión <<podérselo permitir» no parece
170 EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD AMOR Y CONTRACEPTIVOS 171

la más adecuada para el caso: uno puede permitirse un abrigo


de piel, un valores olvidados, de la pobreza que se abate sobre los pueblos
viaje a América o un nuevo automóvil;
¡pero un hijo... ! desarrollados. ..

Los sabios del momento se asemejan a un consejo de ancianos


. Un hijo, una persona, es lo más grande que existe en que se sientan por las tardes para lamentarse de los males que los
el universo. afligen, y que miran al futuro con un sentido de aprehensión y de
Un hijo, uno no «se lo permite», terror. Inventan remedios, pergeñan soluciones, levantan trinche-
+ sino que acoge, entre enamorado, pasmado y agra_ ras defensivas, se acor¿van contra el enemigo.
decido, Pero, entre todos los remedios, no saben apreciar el único ver-
+ esta magnífica dádiva, tal vez exigente, pero honda_ dadero: la vida. ¡La vida se defiende con la vida! La humanidad
mente enriquecedora. volverá a mirar hacia el porvenir con confianza no a fuerza de
acumular bienes, de crear barreras con el fin de conservarlos, mi-
rando con recelo a los semejantes y difundiendo miedo..., sino
Una manera de librarse del compromiso que enaltece y preferir
con la vida.
la propia y puntiforme comodidad o seguridád consiste en preten_
der que para tener un hijo -u otro hijo_ se requieren unas condi_
ciones ideales. con ese planteamiento, muy pocos aumentarían
su Parece absurdo que el hombre no haya comprendido
descendencia.
esta verdad elemental.
Es de Saint-Exupéry esta hermosa frase: <<El amor entre los + De esta suerte, su sabiduría [...] ha logrado convencer
cónyuges no significa estar mirándose uno a otro, sino mirar jun_ a los demás
tos en la misma dirección». + de que el hijo es un peso, un estorbo;
Como apunté, la dirección en la que los padres dirigen sin + de que la vida es una amenaza contra la vida;
esfuerzo su vista, superando ese <<egoísmo u áo.r, al quJ ya he + y de que los creadores de vida se tornan irrazonables
también aludido, es naturalmente la que atiende al don oé tos tr¡os y comprometen el bien de la humanidad».
y a su futuro.
La paternidad o maternidad implican, pues, una donación y
una responsabilidad no tanto para evitar la prole, sino para pro_ Así, la sabiduría de los hombres degenera en una suerte de ce-
crearla y educarla y hacerla feliz. i guera muy poco lúcida. Precisamente contra esa falta de penetra-
ción, se levantó repetidamente la voz de Juan Pablo II; por ejemplo,
con ocasión de las conferencias de El Cairo y Pekín sobre pobla-
b) El valor intangible y la centralidnd ción y desarrollo, en las que se pretendía imponer a los pueblos
det hijo
del tercer mundo programas de limitación de los nacimientos sin
respetar como se debe la dignidad humana.
En nuestros días se discute mucho sobre el progreso y el desa_
rrollo de los pueblos y sobre los métodos contrace[tivos.
Los padres son ministros de la vida humana: servidores, no
Pero -según observa G. Muraro_ «... del hijo ya no se ha_ dueños. Por eso antes insistÍa en que, como una exigencia de su
bla. se habla de recursos insuficientes, de sociedaáes en crisis, de dignidad, la procreación humana debe ser siempre el fruto y el
t72 EL EJ ERC IAO D E LA S EXU ALI DAD AMOR Y CONTRACEPTIVOS 173

término del amor esponsal: toda persona gozadelderecho a entrar años) y recuffen a los distintos métodos de fabricación de
en la existencia como resultado de un acto de amoq recíproco y un ser humano con el fin de colmar sus ansias de patemidad-
exquisito, de sus padres. Fuera de ese contexto, se está vulnerando matemidad o el vacío sentimental que una vida de pareja
su dignidad. poco entregada origina en ellos...;

En realidad, la situación presente respecto a los temas que á en todos estos casos, la nueva criatura o viene considerada
venimos tratando es todavía más compleja. Sin desmentir en áb- como un simple instrumento parala satisfacción de quienes
soluto lo que afirma Muraro, no es que no <<se hable» de los hijos no la desean o la anhelan a toda costa, atentando también en
hoy, sino que se tiende cadavez más a considerarlos .,en función la segunda de las circunstancias contra la dignidad del crío,
que solo logra salvar radicalmente la intervención de Dios:
de los padres>>, de la satisfacción emocional y de los caprichos de
un Dios que, pese a todo, le confiere el ser como consecuen-
estos últimos.
cia de su Amor infinito, exactamente idéntico al que oftenda
a quienes entran en este mundo como resultado de un acto
De este modo, no solo se inviefe la relación natural entre los
de exquisita donación amorosa en el seno del matrimonio.
progenitores y la prole, sino que se la falsifica y pervierte.
Atendiendo a la natoxaleza de las cosas, puede afirmarse que
los padres son <<para los hijos», que se deben a ellos. pero esto no Cuanto estoy apuntando constituye una de las distorsio-
implica ningún tipo de esclavitud o servidumbre, como a veces se nes más profundas que pueden darse en el conjunto de
pretende que pensemos.
las relaciones humanas.
, He explicado en este mismo escrito que los hijos constituyen la
prolongación natural del amor y de la entrega recíproca de los cón_
yuges. Por tanto, solo podrá hablarse de sometimiento envilecedor Sus consecuencias resultan difíciles de anticipar. Con todo, se-
del padre o de la madre a su descendencia cuando la relación entre mejantes casos ocupan con frecuencia las portadas de los periódi-
los esposos admitiera también semejantes calificativos. cos, telediarios y revistas del corazón. No pasa mucho tiempo sin
Mas sugerí en su momento que la donación mutua de los cón_ que se nos informe de que un famoso o una famosa -o alguien que
yuges, lejos de configurarse como una subordinación forzada,repre_ empieza a serlo justo como resultado de esta acción- acuden por
senta el fruto más genuino y enaltecedor de la libertad enamorada ejemplo a un banco de embriones para seleccionar aquel con el que
y constantemente mantenida. La llegada de cada nuevo vástago no piensa paliar sus carencias afectivas.
hace sino ampliar e intensificar ese acto de amor libérrimo y g.átuito
y, claro estií, también sacrificado... como todo amor.
Por el contrario, 2. CoNrnecEpcróN: LA <<EFICACIA>> EL úNICo cRITERIo?
¿ES
4 cuando los progenitores se erigen en iírbitros absolutos de la
vida del hijo, rechazrándolos por el presunto daño que a ellos a) Un atentado contra el amor
pudiera reportarles (medido en ocasiones por parámetros tan
banales como el deseo de disfrutar de la juventud, el éxito Todo lo dicho en el texto ayuda a entender por qué el sano
profesional incontrolado o el simple sexo de la criatura); sentido común, al igual que la Iglesia, se han opuesto desde siem-
d o cuando se empeñan a toda costa en tener descendencia (a pre a la contracepción. Las dificultades para comprender y aceptar
veces después de haberla repudiado violentamente durante este repudio suelen venir de enfocar mal la cuestión, simplifican-
174 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD AMOR Y CONTRACEPTIVOS 175

do las cosas como si únicamente se dijera: métodos naturales, sí;


Cuestión que puede explicarse, más o menos, como sigue.
métodos artificiales, no.
Si leemos con atención la encíclica Humanae vitae (1967),
vemos que el rechazo de la contracepción no deriva de contrapo- Precisamente porque, llevadas a término en el respeto a
ner lo <<natural>> a lo «artificial»; se la considera ilegítima porque su cualidad natural, las relaciones matrimoniales incre-
excluye un amor cabal y una paternidad responsable. mentan notablemente el amor conyugal,
+ justo porque constituyen un instrumento específito
y maravilloso para acrecentar la unión...
En efecto, y aunque una mirada superficial no consiga + cuando se elimina violentamente su constitutiva rec-
captarlo, titud, se transforman de elemento inigualable de
+ la contracepción, además de oponerse a la vida, perfeccionamiento en seguro factor de desorden y
+ impide la plenitud del amor entre los esposos. muerte.
+ Porque en sí mismas son excerentes,
+ cuando se las desvirtúa, infligen un grave periuicio:
Con independencia absoluta de las intenciones subjetivas de * un beso, como herramienta de traición, es el más
estos, que pueden ser muy nobles, el uso contraceptivo del matri-
letal de los engaños.
monio no constituye un medio adecuado para expresar y acrecentar
el amor recíproco, como no lo serían, en otros ámbitos, la mirada
airada, lazancadilla, el puntapié o el puñetazo... por más que quien
así obrara quisiera mostrar con ello, sincera pero equivocadamente,
o Pues bien, por su misma estructura interna, las relaciones
el aprecio por la otra persona. contraceptivas se configuran como la falsiflcación radical
del amor entre los cónyuges.
+ El gesto, aparentemente, es idéntico al de las relaciones
La contracepción, como ha recordado Juan Pablo ll, con-
abiertas a la vida: hay el mismo contacto intimísimo de
tradice la verdad del amor y disminuye o, incluso, puede
los cuerpos.
llegar a anular la felicidad que de ese amor deriva.
4 Pero todo acaba ahí: los otros dos elementos -de los
tres a que aludía cuando estudiamos la maravilla de la
b) La corrupción de lo óptimo... es pésima unión conyugal- se encuentran del todo ausentes: están
adulterados.
Hemos visto con detalle que la unión corporal, cuando es au- e El espacio vital que se comparte ya no es vivo ni
téntica, cuando está respaldada por un amor verdadero, incremen- se halla en contacto con el hontanar de la vida; son
ta y acrisola el amor del que dimana. justo esas fuentes las que han sido cegadas.
Y también que ese mismo frato, privado de su virtualidad na- e Y la posibilidad radical de comunión, la persona
tural, de la entrega real al cónyuge o de la apertura hacia la vida, del hijo, síntesis viva de los padres, se torna asimis-
lesiona de forma irreparable el amor entre los cónyuges. mo inviable.
176 EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD
AMOR Y CONTRACEPTIVOS 177

No cabe una mayor falsificación, aunque no se tenga sostendúa: <<te quiero, sí, pero te quiero estéril; me
conciencia ni culpa de ello. entrego enteramente ati, con excepción de mi capaci-
+ Y toda la fuerza expresiva de la unión corpórea,
todo
dad de engendrar>>.
su vigor compenet¡ador, 2) En 1o que afecta al segundo punto, sostienen: <<deseo y
+ se vuelve irreparablemente contra quienes actúan de busco tu plenitud como persona, tu desarrollo perfectivo,
forma contraceptiva. @ pero no el engrandecimiento que en ti puedan suponer
o La relación contra-ceptiva contra-dice de forma impla_ la paternidad, la maternidad»;
cable el amor que pretende manifestar.
4 «anhelo gozosamente que entres en mi vida, para perfec-
cionada...
@ pero me reservo el derecho de mantener infecundas,
c) l.a gran contradicción
de no desplegar las facultades que me llevarían a ser
Calría dar un paso más y preguntarse: padre, o madre, de tus hijos».
¿dónde radica real_
mente la contradicción? 3) Por fln, aseguran: <<soy todo tuyo, eres toda mía,
4 Y la respuesta sería, más o menos: una contradicción es
@ menos nuestra capacidad de generar, que debe perma-
tal porque aflrma y niega, simultáneamente, la necer en barbecho».
misma rea_
lidad.
4 Pues esto es lo propio del amor contraceptivo.
¿No son todas estas restricciones prueba palpable,
e Et él se rechazan drásticamente los tres elementos puesto que se sitúan en un plano casifísico, de la falsía
constitutivos del amor que subjetivamente y, a veces, real -no necesariamente advert¡da ni culpable- de las
con sinceridad, pretenden confirmarse. relaciones contraceptivas?
e Se aflrman y niegan, de manera simultánea, la
corro_
¿No es evidente que, a pesar de todas las teóricas con-
boración mutua en el ser, los deseos de plenitud y fesiones verbales de amor -probablemente sinceras-,
la se rechaza de hecho una dimensión esencial de la
entrega recÍproca.
persona querida, una dimensión que constituye parte
o En efecto, ¿qué se dicen los esposos que utilizan tales
mé_ fundamental de su índole sexuada y, por tanto de su
todos, en relación con cada uno de estos tres integrantes
del mismo ser personal?
amor?
+ 5e acoge teóricamente a la persona amada, y se
1) Respecto al primero, si pretenden en verdad amarse, entrega uno a ella,
no
pueden sino afirmar con el espíritu: <<te quiero,
"rtoy "r"antuJo
con que existas, acepto y confirmo tu persona íntegrá»
+ repudiando al mismo tiempo algo fundamental
(en virtud de uno y de otro, una porción del propio ser per-
de su superlativa unidad, si no ," u"og" la persona
íntegra... de sonal.
ningún modo se acepta ala persona);
De amor, de entrega incondicionada, ni rastro:
e pero con el uso de su genitalidad, a través de
+
sus rela_ todo son distinciones, salvedades.
ciones íntimas, niegan lo que en principio su espíritu
178 ELEJERCICrcDELASEXUALIDAD AMORY CONTRACEPTNOS 179

oPor el contrario, desde el punto de vista moral y antropo_ Ayuda para la reflexión personal
lógicó, es muy distinto el comportamiento de los cónyules
que, cuando existen motivos gmves que aconsejun pt.po_
¿Piensas que los métodos naturales están permitidos justo
ner o evitar una nueva concepción, se abstienen dá tener
por ser <<naturales>>? ¿Signiflca eso que los <<artiflciales»
relaciones íntimas en los períodos fecundos de la mujer
no son legítimos precisamente por su carácter artificial?
(métodos naturales o continencia periódica)
Te pongo sobre aviso de que en las preguntas hay algo de
- En ese caso sí que maniflestan y estimulan el amor conjunto,
además de no hacer nada positivo que impida la transmisián
trampa, y que es bueno que intentes descubrirlo.

la vida.
de Comenta esta frase, inspirada en Juan Pablo II: La con-
tracepción contradice la verdad del amor y disminuye o
Juan Pablo II ha observado: «De este modo la sexualidad incluso puede llegar a anular lafelici.dod que de ese amor
es
respetada y promovida en su dimensión verdadera y plenamente deriva.
humana, no "usada", en cambio, como un..objeto,, que,'rompiendo
¿Qué entiendes por <<contradicción»? ¿En qué sentido se-
la unidad personal de alma y cue{po, contradice la misma creación
rían contradictorias las relaciones contraceptivas y por qué?
de Dios en la trama más profunda entre naturaleza y persona>>.
Para acertar con la respuesta, intenta calibrar la relación en-
tre la unión conyugal y el amor del que deberían derivar o,
Obrando así, los cónyuges adaptan su comportamiento sexual
de hecho, derivan.
a las exigencias provenientes de la responsabilidad procreativa.
Por el contrario, en el caso de la contracepción haóen justo lo Suponiendo hipotéticamente que, en el fondo,los usuarios
opuesto: alteran el proceso procreativo para no tener que modifi_ de los métodos naturales y los de anticonceptivos busca-
car su comportamiento sexual. ran lo mismo, ¿cuáles son las diferencias entre su modo de
obrar a la hora de mantener relaciones íntimas?; ¿te parece
que esas diferencias bastan para legitimar los primeros y
declarar ilícitos los segundos? También ahora debes mati-
zar lo suficiente, si no quieres incurrir en error.
Tranquilidad.

El conocimiento humano es progresivo. Normalmente


no se
comprende del todo lo que se lee por primera vez. Lo medio_
entendido entonces prepara para estudiar lo que sigue, y dl
nuevo conocimiento aclara lo ya aprendido. A menudo es
preciso «ir y venir», leer más de una vez lo mismo. pero
el
resultado final suele provocar una notable satisfacción.
Animo.

I-
I
USAT
nrq LTOI'FCA
VIII
LOS MÉTODOS NATURALES

Ya queda muy po(o

¡Alerta!
Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como
también las hay de observar la realidad, Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa...,
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. 5i esto no sucede, resulta bastante fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada».
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responder; con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas preguntas.

!
¿Qué signiflcado darías a la palabra <<eflcacio» en el con-
; texto del uso de los métodos naturales de regulación de la
i
I
fertilidad?
182 ELEJERCICrcDELASEXUALIDAD
Los uírooos NATURALES t83
o ¿Teparec" qu" mejor caracteizaa los métodos
lg.gl"
turares es ra posibilidad na_
la de lograrlorn el
dé posponer o evitar un embarazo, + pongan su entendimiento al servicio de los desig-
más de fondo? En
-o-"rto opoauro u otras propiedades nios divinos,
:st: último caso, ¿podría, + e intenten descubrirlos y obrar del modo más con-
na de esas caracterÍsticas? "r;r;;;;ür_ forme para darles cumplimiento.
. ¿Qué es lo más relevante en la planificación .
familiar na_ Por eso pueden recurrir, cuando haya causas para ha-
tural, el conocimiento científico
de las técnic;;l;#, cerlo, a procedimientos aptos y lícitos para regular la
del hombre y del mundo que llerra
aparejada? Razona tu concepción.
respuesta.
. antagonismo dominio_respeto,
.E,
blos"lunirías al uso correoo a" ¿cuálde los dos voca_ a) Algunos métodos naturales de regulación de lafertilidad
_eto¿o. ,"*"i"ri
de los contraceptivos? "rii"r
No pretendo exponer con detalle el modo de obtener un em-
barazo o, al contrario, el de eludirlo o distanciarlo del precedente,
1. Ix-rnoouccróN cnNsRer cuando existen causas proporcionadamente graves. No es ese el
f,n de estas páginas, y de ahí que la cuestión se trate en otro lu-
Los gestos de amor personal deben gar. Aquí aludiré solo, y con brevedad, al comportamiento que la
lleva¡se a término como
naturalezapersonal Oe quienes razón y la Iglesia consideran correcto adoptar en tales casos: la
l1i8e.la
apreciando ese íntimo gozo que
tes dan vida, sin frau¿esl
el uso sincero y recto de la sexua_ regulación natural de la fecundidad.
lidad en el matrimonio contiene
en abundancia.
Los cónyuges se unen para manifestarse
, el recíproco
cariño v Es decin la adaptación de la propia conducta sexual a las
sobre et fondo de la alegría de
na, que testimoniará con su presencia
p"d;;i;_*;l;;ü"";",ó#"1 reglas que dicta la naturaleza.
el amor común.
Resulta indudabre que uno de los
objetivos connaturales de ra
sexualidad humana es lá fec¡ndi¿"¿-fli¡fr,
una bendición' y procurando
por tanto, si pues son o El óvulo, que abandona el ovario hacia un par de sema-
darres. áJr¿ ¿" nuestras posibiri- nas antes de la menstruación, resulta fecundable durante
siempre con l" ,"il;ñ;ivina, to m"Jo, paru un período aproximado de veinticuatro horas. Transcurri-
#ffrrl"*rrando
do este tiempo, degenera. Por consiguiente, la concepción
solo puede tener lugar en ese día X, situado con frecuencia
r Los esposos deben, por tant;,
estar dispuestos a reci_
casi en el centro del intervalo entre una menstruación y la
bir con alegría la descendencia que sucesiva.
orloll",
+ Pero es perfectamente legítimo que, mande. La pareja que desee concebir un hijo procurará mantener re-
como en las
restantes circun3tancias de la laciones sexuales en la época cercana a ese día con objetp de que
vida,
el espermatozoide, cuya vida es más dilatada que la del óvulo,
alcance a este cuando todavía es fecundable; por el contrario, se
184 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD tos uÉrooos NATURALES 185

abstendrá de establecer tales relaciones en ese mismo período, macias. En cualquier caso, es imprescindible que, antes de llevar a
si existieran razones suficientes para evitar el embarazo (de ahí cabo cualquier procedimiento de regulación natural de la fertilidad,
la denominación de <<continencia periódica» con que se califican los futuros usuarios reciban la formación antropológica y técnica
también -y para algunos, más adecuadamente- los métodos natu_ adecuada.
rales de regulación de la fecundidad). En el caso de los métodos a que nos hemos referido li), ii) e

o iü)f, formación no puede obtenerse con la simple consulta de


esa
La ovulación no tiene lugar con regularidad matemática.
folletos o incluso libros o material audiovisual, sino que requiere la
Por eso, el métotlo basado en el calendario (el Ogino_Knaus) intervención de personal especializado, que transmita las nociones
es bastante inseguro, y hoy se encuentra sustituido por otros pro- y comportamientos básicos, y enseñe a la mujer a conocer su fecun-
cedimientos mucho más exactos, que permiten diagnosticai el didad.
momento de la fertilidad en la mujer. La certezade infecundidad De lo contrario, es muy probable que, con la expresión tan poco
en el segundo período del ciclo menstrual es casi absoluta, puesto feliz que suele utilizarse, elmétodo falle.
que no suele darse más que una ovulación al mes, y esa ya ha
tenido lugar. Solo en algunos casos
-poco frecuentes- se verif,ca
una doble ovulación, a distancia no superior a las cuarenta y ocho b) Los métodos mds comunes
horas: en semejantes circunstancias, si tiene lugar la concepción,
existirián gemelos biovulares, del mismo o distinto sexo. Precisamente porque lapráctica de cualquier método natural
requiere una capacitación expresa, imposible de alcanzar con solo
la lectura incluso de las explicaciones más detalladas, nos limi-
Actualmente, los métodos naturales que permiten esta- taremos aquí a apuntar la naturaleza de los procedimientos más
blecer los confines del período de fecundidad para cada comunes, llamando de nuevo la atención sobre la necesidad de
mujer concreta se han multiplicado, alcanzando gran va_ informarse y formarse con mayor amplitud si fuera aconsejable
riedad y eficacia. su uso:
En lo substancial, y por lo que respecta a este escrito, po_ El método Billings, o de la ovulación, se basa principal-
drían reducirse a dos, y a la combinación de ambos: mente en la identiflcación de los cambios que ocurren en el
moco cervical. Ese moco ejerce una función importantísi-
ma, haciendo posible o impidiendo el ascenso de los esper-
i) El método del moco cervical, conocido como método Bj_ matozoides y, con ello, la fecundación. Cualquier persona
llings. con un mínimo de preparación puede leer, a través de la
ii) El método de la temperatura basal. observación de ese moco, su estado actual de fertilidad.
iii) El que resulta de la unión de los precedentes, denominado El método delatemperaturabasal tiene como fundamento
sintotérmico. la subida térmica que se produce tras la ovulación. Tomán.
dose la temperatura a diario, antes de levantarse, tras vari$§
Como decía, existen también otras posibilidades de determi_ horas de reposo, cualquier mujer puede determinar el dfa
nar el día de la ovulación, algunas de ellas mediante dispositivos en que ha tenido lugar la ovulación, y reconocer el perÍodo
comercializados de fácil empleo, que pueden adquirirse en las far- infértil postovulatorio.
t86 EL EJERCICrc DE LA
SEXUALIDAD
LOS MÉToDoS NATURALES 187
o El método sintotérmico es
en la actualidad uno de Según recordaba ya Pablo VI, «... una práctica honesta de la re-
completos. Añade los más
il"_r^-11.. ga.i"á, ü"porcionados por
la medición de Ia temperatura gulación de la natalidad exige, sobre todo, a los esposos, adquirir y
los conocimientos que pro_ poseer sólidas convicciones sobre los verdaderos valores de la vida
porcionan otros medio..¿"
áiugnáJr'ü.'u. y de la familia, y también una tendencia a procurarse un perfecto do-
combinar el método a".fu_t"_fErr",r.""""" muy clásico
el estudio del minio de sí mismos. El imperio sobre el instinto, mediante larazón
moco cervical. pero también
hay qri"r". *uden a esto y la voluntad libre, impone sin ningún género de duda una ascética,
cálculos del ogino paralaprirnáu'Á1uá los para que las manifestaciones afectivas de la vida conyugal estén en
además en cuenta lás características iet ciclo, y tienen conformidad con el orden recto y particularmente para observar la
del cárrix, observadas
T¡{*p la autopatpación,.la
que suele aparecer en
il;;;;;; amaria,et dolor
continencia periódica. Esta disciplina, propia de la pureza de los
esposos, lejos de perjudicar el amor conyugal, le conflere un valor
"i;;. ;;;^
mitad d"l
o humano más sublime. Exige un esfuerzo continuo, pero, en virtud
Frente a la denigración
tendenciosa a que se somete de su influjo beneficioso, los cónyuges desarrollan íntegramente su
nudo a ,", ,U::1:: narurates, a me_
er"irip."..iraible insistir en personalidad, enriqueciéndose de valores espirituales: aportando a
la calidad de los valores
humanos qrl U"uu, consigo, la vida familiar frutos de serenidad y de paz y facilitando la solución
podían compendiarse hablanáo y que
áJi,i de otros problemas; favoreciendo la atención hacia el otro cónyuge;
do del amor conyugal,
,r.r.renro acrisola_
como *r""i"n"ia del ayudando a supera.r el egoísmo, enemigo del verdadero amor, y en-
autodominio, que mejora aumento del
u ,, u", ruzando más su sentido de responsabilidad».
de ra entrega.
"irigor
al escepticismo difuso en
ne -I f'":"
-^ recordar que. cuando.. torno a su eficacia, convie-
upr"na", ;;;ti; 2. VBNrR¡es ¡NrRopolóGICAs DE Los uÉrooos NATURALES
« e fi c aci a»
", "además
ceptrvos. que.
o rp-, u r

"
i;:;ñ ".i
r"il Í: T.T:Tffi ll,,i;,l:
tan desde distinros
de ser rúp;;;;m"rt" ilícitos, presen_ En total conformidad con el contenido de esta última cita, ex-
or::: pongo a continuación algunas de las ventajas antropológicas del
rndeseables o incluso 1"
nocrvos. "ir;;;^;;;;: efectos secundarios uso legítimo --con causas proporcionadas- de la regulación natu-
ral de la fecundidad, conocida hoy también como Planificación
Familiar Natural (PFN).
fo que
parece imponerse es
!-uando.
progresivo el envilecimiento
de la sexualidaj,
+ la promoción inteligente de los a) En general
métodos naturales,
+ si existen causas justificadas para o Mas antes conviene dejar claro que esos indudables bene-
+ puede representar un camino parasu utilización, ficios humanos no pueden ni siquiera vislumbrarse cuando
nivel humano, mantenerla en un
la planificación natural se considera como un simple medio
+ a tas justas expectativas para posponer o eludir los embarazos.
;jf;rd:o det hombre y

Porque, en realidad, no es nada de ««eso»,


188 ELEJERCICrcDELASEXUALIDAD LOS MÉTODOS NATURALES 189

¿Perplejidad? Intentaré eliminarla. o Por todo lo cual, habría que sostener:


c) Es cierto que los métodos nafurales de regulación de la
fertilidad permiten lícitamente retrasar o evitar por tiempo En cuanto llevan consigo una manera muy precisa de en-
indefinido una concepción, si existen causas graves para tender y vivir el amor humano y el ejercicio de la sexua-
ello. lidad
se coloca en las antípodas de la mentalidad anti-life pro-
c) Pero no¿s esa su esencia constitutiva. -estilo que
pia de los contraceptivos-,
+ los beneficios de los métodos naturales se agrupan
en torno a los dos grandes principios que configuran
Lo radicalmente configurador de la planificación Natural y hacen posible su uso:
es
r) un mayor y más delicado conocimiento de la ad-
+ la inestimable posibilidad que ofrece a los cónyuges mirable sexualidad femenina (y, en general, de la
para mejorar sus relaciones íntimas, mujer... y delvarón); y
+ ayudando a establecer en el seno del matrimonio un lr) el enriquecimiento que deriva de la práctica de la
trato estrictamente personal -entre persona y perso_ continencia periódica (aunque de entrada suene
na, consideradas como tales-, asombroso).
+ presidido por el amor.

1) El conocimiento cabal del maravilloso organismo sexual


femenino genera, entre otras cosas:
á De ahí que las ventajas esenciales de la planificación Fa- - Un incremento de la autoestima de la mujer, admirada ante
miliar puedan obtenerse al margen de toda intención de el esmerado primor con que ha sido creada, también por lo que
limitar el número de hijos y, por consiguiente, cuando respecta a esta dimensión tan íntimamente personal del propio
existe la decisión generosa y ponderada de traer al mundo cuerpo.
una familia numerosa.
- Un aumento paralelo de la comprensión de sí misma y de
* y
su psique, que la lleva en muchos casos a explicarse situaciones
(Y por tanto, por expresarlo de algún modo, cuando no se
estados de iánimo que hasta entonces la desconcertaban.
utiliza procedimiento alguno regulador y, de acuerdo con
el común modo de decir de hace unos años, <<se abandona
(En este sentido, resultan muy sugerentes los prárrafos de una
en manos de Dios» todo lo relativo a la concepción de los
carta recogida por Mónica de Aysa, en los que una chica le cuenta
hijos).
los beneficios que le ha proporcionado el simple conocimiento de
los métodos naturales, incluso antes de ponerlos en práctica, puesto
que todavía no se había casado: <<Me sirven los métodos naturales
en el noviazgo para controlar mis estados de iírúmo [...]. La obser-
vación de los síntomas ligados a cada fase del ciclo me ha servido
muchas veces para conocer el porqué de mis estados anímicos. Ob-
190 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAD
tos twÉro»os NATURALES 191
seryando,he aprendido, entre otras cosas, que en ros días de ra ovu-
lación estoy más activa; en los días previos a la menstruación se volvió a establecer un diiálogo fluido entre nosotros y aunque du-
más
cariñosa y del día que comienza el período me encuentro..fatal,, rante unos días al mes no podíamos tener relaciones, los dos sabía-
[...] mos por qué, y que eso tenía al final una bonita recompensa. Hablá-
me doy cuenta de cómo efectivamente se relacionan mi estado
de
ránimo y mi estado físico con el momento del ciclo menstrual bamos de cómo seían esas noches, de lo que haríamos y mientras
en el
que me encuentro [...]. Consigo con menos esfuerzo el dominio tanto las caricias, la comprensión y el dirálogo fluían entre nosotros.
de
mí misma [...] me parece un tema apasionante conocer con profun_ Empezábamos a vivir un amor sereno. Yo estaba feliz porque mi
didad cómo funcionan el cuerpo del hombre y de la mu¡er y marido entendía que había días de abstinencia y sabía que después
su apa_
rato reproductor. También esto me ha ayudado u de esto vendría una entrega completa y sin barreras por parte de los
la psicología masculina y femenina»). "ompi"rd"r."3o. dos [...]. Después de siete meses, en los que mejoró nuestra comuni-
cación, me di cuenta de que los miedos y reparos que tenía al princi-
La consiguiente intensificación del conocimiento, aprecio y pio sobre si mi matrimonio duraría mucho o si seríamos capaces de
- educar'un niño, desaparecieron. Tenía al lado a un hombre cariñoso,
respeto hacia la esposa por parte del marido.
comprensivo y entregado»).
(Al respecto, Evelyn Billings contaba en una ocasión dos
anéc_
dotas simpáticas. - La supresión de cierto grado de ansiedad -a veces nada des-
preciable-, que, como apunta el testimonio recién citado, acom-
en primer lugar, lo que le comentó en un país de
. - .Recor{aba, paña a la esposa ante <<el riesgo>> de quedarse embarazada.
Africa un hombre de color de tamaño impresionante: ,,Antes de
practicar los métodos naturales _decía este_, pegaba con mucha
(También ahora, y a pesar de su longitud, vale la pena copiar
frecuencia a mi esposa; después de ponerlos por obra durante
unos írtegra una cita de M. Brancatisano:
meses, la trato con mucha más delicade za y me siento infinitamen-
te feliz». [La mujer, menuda y vivaracha, asistía a la entrevista y, «A la mujer que retorna a la maternidad porque "no se ve" sin
según comentaba la Doctora Billings, miraba a su marido ser madre, deberíamos preguntarle el porqué de esa vuelta, tras un
oiás
tiernos y llenos de admiraciónl. "on abandono plenamente consciente respecto a la maternidad "concre-
ta", y casi total en relación con la matemidad psicológica.
La otra es más breve. un mexicano de bajísima extracción
social, que antes buscaba constantemente «expansiones>> fuera de Con estos dos modos de calificar la matemidad, me ref,ero, por
casa, le decía también a Evelyn: <<Desde que estamos practicando una parte, al hecho de generar al hijo y, por otra, al modo de rela-
su método, me encuentro mucho mejor. Antes me creía en cionarse con o de concebir la matemidad. En lo que atañe al primer
la obliga_
ción de demostrar que era muy macho; pero ahora estoy aprendiJn_ punto, es patente la crisis demográfica de aquellas regiones del mun-
do de verdad a ser hombre>>). do acordes con esta cultura; en lo que se reflere al segundo, conviene
advertir que la maternidad hoy ya no se vive con naturalidad ecoló-
gica, sino con una actitud progresivamente más problemática, que
- un aumento de la comunicación interpersonar en ro rerativo se acerca mucho o desemboca en ansiedad e incluso en terror.
al ejercicio de la sexualidad, que mejora también, por lo común,
el diálogo en torno a otros aspectos de la vida matrimonial y fa_ Habiendo dejado de ser un evento natural, consecuencia es-
miliar. pontánea de la vida sexual de la mujer, la maternidad se parece
más y más a una enfermedad que debe prevenirse -mediante la
(En relación a este extremo, una usuaria de métodos naturales contracepción- o "monitorizar" con atención obsesiva mediante el
escribía: «Durante todo el tiempo que duró el curso, curiosamente, entero curso de su preparación, el embarazo. El terror se refiere
más que nada, sin embargo, a una especie de habitus -a menudo
192 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD tos uÉrooos N,ATURALES t93
inconsciente- que se forma en la psique de la mujer durante todos
los años (entre 15 y 25,por término medio) en que decide tener Como antes sugería, todos estos beneficios Ii) e ii)|,
una
vida sexualmente activá, pero prescindiendo áe forma categórica
de la maternidad. + nada tienen que ver con el propósito de restringir el
número de hijos,
En estos años, los más fértiles desde cualquier punto de vista,
la actitud de la mujer respecto a su propia capácidaá de engendrar + y pueden -¡y deben!- ser vividos por todo matrimo-
resulta -consciente o inconscientemente- no iolo negativa-porque nio que aspire a conquistar una mayor categoría y
así lo plantea y lo desea, sino orientada de continuo contraiu madurez de su amor recíproco, también cuando no
pori_
bilidad de quedarse embarazada: en la psique femenina se insinúa hagan uso de la PFN.
un sentido de terror respecto a un acontecimiento temido y que,
no
obstante, la ametaza... por el hecho de que, por naturaleza, se
en_
cuentra inseparablemente unido a las relaciones sexuales. o Por el contrario, en relación con lafutura prole,los méto-
Un fenómeno tan prolongado y profundo no puede sino dejar dos naturales permiten:
una huella en el modo de pensar, de vivir y de afróntar la mateÁi-
dad, cuando la mujer se decide a tener hijos. Huellas todavía no
- Querer con una intencionalidad redoblada -inaccesible para
del quienes no dominan los <<secretos>> de estos métodos- a todos y
todo determinadas, pero sin duda alguna importantes>>).
cada uno de los hijos que Dios tenga a bien conceder;

+ puesto que los que practican la planif,cación natural dispo-


- La asunción conjunta, en plano de absoluta igualdad y jus_
nen de los medios para evitar la concepción de una nueva
ticia, de todas las decisiones referentes al trato íntimo y,
criatura, cuando deciden acogerla agradecidos,
creto, a la gozosa responsabilidad ante el inapreciabreiegalo", "on_
de S ese hijo o esa hija entran en el mundo como fruto de un acto
los hijos.
de voluntad -de amor- en cierto modo más directo y expre-
so que el de quienes ignoran los métodos naturales.
ii) Por su parte, el ejercicio de la continencia penódica trae
como consecuencia: - Determinar, dentro de ciertos límites, el momento y las
circunstancias de cada concepción y nacimiento, de forma que
- Un incremento del autodominio, con lo que este implica pueda atenderse con mayor dedicación y efectividad a las necesi-
de acrisolamiento de la verdadera entrega
-nudi" da lo que no dades del hijo.
posee realmente- y, como consecuencia, del amor exquisitamente
conyugal. - Enriquecer con el regalo de la maternidad a algunos matri-
monios, en los que la esposa se encuentra aquejada por una infer-
- Una ayuda inestimable para salir de uno mismo y adoptar tilidad subsanable a través de estos métodos.
la perspectiva del otro -el cónyuge y el posible hijo-, óondióion
ineludible para que se instaure el más genuino ámor, def,nido (Lo que constituye la prueba más palpable -aunque no n€géra.
ya por Aristóteles como un <<querer el bien para otro en riamente la más profunda- de que la Planificación Familinr Naturnl
cuanto
otro>>. no debe reducirse a un conjunto de técnicas para retra§&r o eludlr tle
por vida la concepción, puesto que en algunos caso§, cAd& véz mát*
- Una menor dependencia del placer puramente corpóreo, numerosos, se utiliza justo para lo contrario: para hacer porlble ltr
que por eso se torna más pleno y más acendradamente personal. digna venida al mundo de un ser humano).
t94 EL EJERCICIO DE LA SEXUALIDAD tos uÉrooos NATURALES 195

- Cuando existan causas suficientemente graves que aconse_ ficarse como satisfactorias, desde ol punt() de vista antro-
jen posponer un embarazo, seguir manifestandó y
acrecentando el pológico, cuando incrementen y apriáalcn el umor mutuo
amor'conyugal también a través de los encuentros íntimos. entre marido y mujer.

(Al contrario de lo que sucede con los contraceptivos. que.


4 Con lo que resulta que la Planificacién Frmiliar Natural
constitutivamente y con independencia de Ia intención sru¡"trvá beneflciará la vida de los cónyugeo rl y en la medida en
ae
quienes los utilizan, tornan radicalmente contra-dictorio que genere un aumento de la categorfa de su amor recípro-
el amor
que pretenden expresarse sus usuarios). co.

Ciertamente, cabría adoptar otras pergpoctivus. Pero ninguna


- Aceptar gozosamente la llegada de un hijo <<no planeado>>
tan fundamental como esta.
cuando, en contra de lo que honradamente habían descu_
"r"ído
brir los cónyuges, es esa la voluntad de Dios para ellos.
La raízterminal de la dignidad del sujeto humano reposa
en su capacidad constitutiva de amar;
o Este último extremo Io considero de una relevancia + y el índice de su desarrollo, de su plenltud como per-
clave, decisiva: sona, viene dado por el grado de madurez de su fa-
+ como los auténticos usuarios de la planificación cultad amorosa.
Natural . Como sabemos, un hombre y una muter valen lo que
+ jamás excluyen activamente a los hijos, valen sus amores.
+ ninguno de estos llegará nunca a su familia como
«no-querido».
l) Fundamentos

b) En consecuencia, habría que recordar dos cosas: en primer


Un incremento del amor mutuo
término, los motivos por los que las relaciones matrimoniales
presididas por el amor promueven el engrandecimiento y la con-
Entre las sugerencias apretadamente apuntadas en las líneas
que preceden, hay una que presenta un especial interés... solidación de ese mismo amor; en segundo, por qué la práctica
y con_ justificada de los métodos naturales no rompe ni disminuye esa
viene destacar' aun a riesgo de incurrir en alguna repeticián.
se virtud perfectiva, sino que, según los casoso puede incluso llegar
trata de la mejora del amor recíproco que, utilizadu
a intensificarla.
"o, "uu.u,
graves, IaPFN puede llegar a instaurar entre los cónyuges.
Los dos extremos han sido suficientemente tratados.
4 Un par de veces ha aparecido en nuestro escrito este inte_
rogante: ¿favorece la regulación natural de la fertilidad la o Respecto al primero, recordaré tan solo que:
calidad de las relaciones íntimas entre los esposos?
1) el núcleo de un amor verdaderamente humano es esp¡ri-
4 Y también el criterio que se debe asumir para responderlo: tual: amar es sustancialmente un acto de la voluntad con el que
en última y radical instancia, tales relaciones podrán cali_ queremos el bien para otro;
196 ELEJERCICrcDELASEXUALIDAD to s uÉ|r¡ pt¡ s N ATU RALES 197

2) pero, en la misma medida en que ese amor finito y partici_ Más adelante intentaré llegar hasta el núcleo del problema.
pado se prosigue y manif,esta auténtióamente a
través dir iuerpo, Pero ya ahora cabía resumir en un par de términos antagónicos
recibe un claro incremento, se engrandece;
la mentalidad que impera en la contracepción y la que dirige la
3) y como las relaciones conyugales íntimas representan la regulación natural de la fertilidad: se trata de la antinomia <<domi-
manifestación física mds adecuai"áaamor entre nio-respeto>>.
un hombre y
una mujer en cuanto tales, contibuyen de una
manera excepcio_
nal a desarrollar el amor (voluntario y afectivo) de los
) Dominio arbitrario y manipulador de la sexualidad huma-
cónyu'ges na, para quienes propugnan el uso de contraceptivos;

¿Razones?
4 y respeto total de la naturaleza, para los que utilizan, con
Precisamente porque cada hombre es tremendamente causa proporcionada, la Planificación Familiar Natural.
-
el sentido de unitario), la voluntad en que radica en
uno (en
fin de En este sentido, y puesto qu.e el respeto ha sido expresamente
el amor, la afectividad donde reside lá mayor parte de los"u"rtu,
senti- incluido desde mediados de este siglo en la casi totalidad de los
mientos, y la actividad física en que concluye ia relación
conyu_ códigos deontológicos vigentes en nuestra cultura, me atrevería a
gal' actúanen perfecta continuidad e interdependencia:
de manlra afirmar que la dispensación de contraceptivos con fines antinatalis-
que el ejercicio de cada una de esas funciones tas se opone a la esencia misma de la condición y práctica médicas,
se ve favorecido
por el desarrolro equilibrado de las restantes y, cuando mientras que la enseñanza y recomendación de la regulación natu-
existe esa
armonía, revierte sobre ellas, perfeccionándolas. ral no solo concuerda maravillosamente con las exigencias de una
correcta preocupación ecológica o de la medicina naturista, sino
que hunde sus raíces en ese profundísimo núcleo de humanidad que
ii) Actitudes radicalmente contrapuestas legitima y engrandece a la profesión médica en cuanto tal.

En lo que atañe ala segunda cuestión, surge una especie Pero si la esencia de los métodos naturales de autodiagnóstico
de
<<pega». Tras dejar claro que las relaciones
conyugales ad-ecuadas reside en el respeto reverencial por la naturaleza -¡
más en con-
incrementan el amor del que provienen, he aflrmádo creto, por la delicada y maravillosa sexualidad femenina-, tampo-
con la mis_
ma o más fuerzaque los contraceptivos lesionan hondamente co violentará los elementos naturalmente constitutivos del amor,
ese
mismg amor. ¿Por qué no habría áe ocurrir igual con al contrario de lo que ocurre con el uso de contraceptivos.
los métodos
naturales?

pregunta solo tiene sentido para quienes piensen


,Semejante Desde esta perspectiva,
que la Planificación Familiar Natural presentá
alguna ,"^eiun u i, ó la regulación natural de la fertilidad conserva intrcta,
fondo con el uso de contraceptivos. pero, en realidad, ya há Oe¡aao
constancia del abismo insalvable que ras separa. La
áiferencia entre
todas las virtualidades enriquecedoras
ellas no puede, ni remotamente, reducirse a simple
cuestión de mé_ * inscritas en las relaciones conyugales no desprovlrtü
todo, sino que lleva aparejada una distinta e incluso de su recta orientación.
contrapuesta
concepción no solo de la sexualidad, sino del mismo
hombre y de
la realidad en su conjunto.
198 EL EJERCICrc DE LA SEXAALIDAD
t"o§ M É'tY )t r( ),\ N A' t' U R ALES 199
Y hay más. El uso adecuado de
los medios naturales no solo
mantiene la pujanza originaria,
.rro lu" *"¡ora _desde diversos Ayuda p¡rr lr rrflcxión personal
puntos de vista_
la calidad del trato fniirno.
Como acabamos de ver, uno
el incremento del señoríc ."0.*
de esos extremos lo constituye ¿Cuáles son los beneficios nrrtropológicos que lleva con-
J O-r;;o"..", , sobre la propia sigo el uso adecuado cle lu l'lurrif icación Familiar Natural?
exigido y provocado po.iu ántrnencia
111u{l{aA,
potestad periódica: una ¿De dónde derivan tales ventuias'?
que acrecienta, de formá rnuy náiuur"
tegoría y la intensidad del u,,o.
y necesaria, la ca_ ¿Estimas que la continencin ¡rcri<idica es positiva, o más
.rrr.'lo, al perfeccio_ bien una especie de mal mcnot'que es necesario soportar
de_su entrega mutua, "inyrg.r,
:::^|1"^lldf
proplo autodominio. erá"im a un incremento del en determinados casos'l Procr¡r¿r argumentar a favor y en
conffa de ambas posibilidadcs.

¿Cuál es la frase más brevc con la que te sientes capaz de


el recurso a los medios de autodiagnós_ resumir el beneficio que pucdc originar el uso legítimo de
f,;oconclusión: los métodos naturales? Dentro dc esa breve oración, subra-
+ al aumentar el dominio de la persona ya o destaca la palabra clave.
sobre sí mis_
ma, ¿Por qué es necesario unir un td jctivo (correcto, adecuado,
+ aquilata la categoría de la entrega, legítimo...) al empleo de los métodos naturales, mientras
+ mejora eltemple delamor que no es ni posible ni necesario cuando nos referimos a los
+ anticonceptivos?
y, finalmente, favorece y perfecciona
_desde la pers_
pectiva más honda en que cabe advertirro- Si en lugar de simple dominio, habláramos de autodomi-
ras rera_
ciones conyugales. nio, ¿estaríamos en la esfera de la Planificación Familiar
Natural o en la de los contraceptivos? ¿Cómo influye el
autodominio en la capacidad de amar'/

Tranquilidad.
El conocimiento humano es progresivo.
Normalmente no se
comprende del todo lo que
se leá por pr¡r.rr'r.r. Lo
entendido entonces prepara,para medio-
estudiar lo que sigue, y el
nuevo conocimiento aclara lo ya
aprendido. Á-menudo es
preciso «ir y venir», leer
más dL una ,". tá ,irro. pero
resultado finaI suete el
or"i;ffi::r" r"üOl" r.,irracción.
Ix
LA ACTITUD FUNDAMENTAL ANTE LOS HIJOS

¡Un último esfuerzo!

¡Alerta!

Existen muchas maneras de leer o estudiar un escrito, como


también las hay de observar la realidad. Muy a menudo, no
advertimos la existencia de algo o dejamos sin percibir ciertas
propiedades o caracteres de una persona, animal o cosa..',
sencillamente, porque no los estamos buscando.
Con los libros sucede algo parecido. Es preciso poner la mente
en estado de búsqueda para encontrar todo lo que el libro
puede enseñarnos. Si esto no sucede, resulta bastante fácil
que nos quedemos sin ni siquiera advertir cuestiones claras y
claramente expuestas, pero que «no nos dicen nada»'
Por eso, antes de comenzar el presente apartado, me gustaría
que intentaras responder, con calma y, si es necesario, por
escrito, a estas Preguntas'

palabras, la oposición en
¿Cómo expondrías, con una o dos i
el modo de entender al hijo propia de quienes utilizan ade- ,,J

cuadamente los métodos naturales y de quioncr reculren a lúi


ii;H
la contracepción?
',i,'

irl
202 ELEJERCICrcDELASEXUALIDAD LA ACT|T|D FUTYBáiíE Ea L AN'l't': t ,os HIJos r6s
o ,'Podrías describir ra diferencia más de fondo entre lo que la actitud más profunda que unE: y otruH udoptan resp6cüü'l 16;
habitualmente se han llamado preceptos negativos y pre_ posibles descendientes.
ceptos positivos?
o ¿Qué es lo que «justifica» las relaciones íntimas entre los
esposos en días o temporadas que se sabe con certeza Con las salvedades y matlcQt dUl I Gontinuación estabhl¡
son infecundos?
que ceré, es preciso afirmar quc l

o Al + la contracepción y la regulrelón natural de la fertllF


recordar la descripción clásica del amor como búsque_
dad se enfrentan en su ml¡ma tlonela,
da del bien para otro, ¿quién o quiénes serían ese o
<<otros>> ".o,
que resultan perjudicados con el empleo de contra_
+ precisamente, porque la pflmlrr eonsidera al hlJO
como un mal que hay que ¡vltl,r ! toda costa,
ceptivos?
+ mientras los usuarios convencldo¡ de los métodos na*
turales ven en el hijo futuro un Enn blen, 1{

1. ConrnecspcróN y pl_eNr.lcecróN Farrau_mR + cuya ausencia, por motivos proporcionadamenté


Nerunel: Dos ExrREMos DE uNA eNrÍrpsls graves, se ven constreñidos a soporter, i

La última observación del capítulo precedente nos permitirá


adentrarnos en la que es, quizá p*u Maticemos ambas cuestiones. El hecho dc quo quienes ptr¡g'
-rihos, la cuestión más de_
licada en torno a los temas que venimos tratando: la comprensión tican la anticoncepción estimen la posible ¡rnrlc como un mal qul
debe ser suprimido no ha de entenderse como unr cspecie ¿e oddq
de las radicales diferencias que separan e incluso
opor", la con- cerval, emotivo e incondicionado al hijo futuro. sitto como el resürl'
tracepción y el uso justificado de la planificación familiar.
tado de un erróneo cálcu1o en virtud del cual, trtu so¡rcsar incorrec.
No es infrecuente que quienes utilizan de manera habitual tamente los pros y los contras, el niño acaba por cngkrbarse en la
contraceptivos intenten equiparar su conducta a la de los categoría de 1o que hay que impedir.
usuarios
de los métodos naturales argumentando más o menos Javier Echevarría lo ha expuesto certera y tlclicudamente, ape-
qr", li
fondo, unos y otros buscan lo mismo: eludir la llegada "n lando a una actitud que «... pone en duda el valor dc la paternidad
A"f ú¡o.
o de la matemidad en sí mismas: generar un hijo no se considera
. _ tn," semejante planteamiento, y superando una superf,ciali_
dad bastante extendida a ra hora de abordar estas cuestiones, ya algo indiscutiblemente bueno y deseable, sino una opción entre
es otras muchas posibles. Se admite que dar la vida a otro cs algo in-
menester dejar muy clara la diferencia abismal
-¡antitética!- entre comparable; pero se considera que generar y educar a un hijo más
la anticoncepción y la práctica adecuada de los métodos
natura_ comporta una tarea compleja y arriesgada, ante la que se hace un
les.
balance de satisfacciones que proporciona y sacriflcios que exige,
para concluir a menudo que no vale la pena».

a) Diferencia antropoló gica radical Semejante <<no valer la pena>, que en el piárrafo recién citado
manifiesta una exquisita comprensión y respeto hacia los esposos
Y, al respecto, lo primero que conviene decir es que que así concluyen, se traduce sin embargo, con frecuencia en un
las dos
pautas de conducta se oponenjz stamente en
elfondo,ás ¿ecir, en conjunto de actividades -las de la contracepción- que justif,can
204 ELEJERCICDDELASEXUALIDAD
LA ACT ITU D F U NDAMENTAL ANTE LO S H 1 J O S 205
plenamente, con las puntualizaciones ya señaladas y
sin entrar en
ningún caso a calibrar ras intencion"r, él¡ri.io de qul en El hijo futuro es para ellos un gran bien al que, por razo-
la base de
todas ellas se sitúa el rechazo der hijo advertido como nes graves y justificadas, no pueden dar vida.
un mar.
o Los usuarios de anticonceptivos quieren que no venga al + Han de soportar, como antes decía, la carencia -para
mundo una nueva criatura; y en conformiáad con ellos, para el mundo y, sobre todo, para la posible
ro_
luntad, aunque a veces contrariando sus sentimientos,".i po* criatura- de esa maravilla que sería una nueva perso-
nen los medios necesarios para eludir esa concepción na.
o,
en algunas circunstancias, para suprimir la vida.""ién pro_ + IVo hacen nada positivo que se oponga a ello,
creada. + pero dejan de poner los medios para que ese ser hu-
mano entre en el banquete de la existencia.

Reducida a su esencia más nucleaL la actitud que adop_


tan podría resumirse en estas dos breves expresiones: b) Oposición también en el modo de obrar
i) quieren impedir la concepción, y
ii) actúan en consecuencia con ese querer. Y esta sería la segunda gran diferencia entre las dos conductas
que estamos analizando.
* Los anticonceptivos ponen positivamente los medios para
o Por el contrario, la actitud paradigmática de los usuarios impedir la vida posible,
de
métodos naturales quedarÍa reflejada en esta anécdota
hace algunos años. Guadalajara, México. Al término
de á mientras que la Planif,cación Familiar Natural deja de uti-
de un lizar los recursos que podrían hacer surgir esa vida, sin
curso sobre «Antropología del amor y de la sexualidad>>,
se establecer obstáculo alguno para la misma.
nos acerca una madre todavía joven. Nos cuenta que tiene
doce hijos, que el primero nació discapacitado, Y aunque ante una mirada epidérmica ambos procedimientos
i"ro qu"
ello no fue obstáculo para traer a este mundo a loi restán_ se asemejen, quien sabe adentrarse hasta elcorazónde los asuntos
tes, motivos todos, incluido el primogénito, de profundas advierte una oposición de ruz entre ellos, que se suma a la tanto o
más radical que estableceyalaconffapuesta actitud de fondo (hijo
alegrías. Añade que ahora, por un cúmulo de causas
de como mal que debe evitarse o como bien que, desgraciadamente,
diversa índole, tiene necesidad de recurrir a la regulación
natural con el fin de evitar un posible embarazol y con_ no se puede traet alahtz).
cluye exponiendo, con lágrimas en los ojos, los tremendos La distinta valoración moral y antropológica que coffesponde
sacrificios que le está costando la renuncia a engendrar a los dos casos no es difícil de ver acudiendo a las claves de la
más
criaturas. ética natural. En concreto, basta con recordar una distinción bas-
tante neta:
Modificando cuanto fuera menester las circunstancias, sin
duda excepcionales, ra actitud profunda del auténtico
usuario de i) Los preceptos negativos -no matar, no robar, no calum-
métodos naturales debe ser anároga a la de la madre
de nuestra niar...- no admiten nunca excepción. No existe motivo alguno,
anécdota.
en ningún caso, que justif,que los comportamientos comprendi-
206 ELEJERCICrcDELASEXUALIDAD
LAACTITUDFUNDAMENTALANTELoSHIJos 207
dos dentro-de tales prohibiciones. Siempre está
vedado matar, precepto que compendia toda la moral es eminentemente
sustraer la fama a una persona, desproveerla
de un bien legitimal positivo: haz el bien.
mente adquirido, etc.; o, de modo paralelo, obstaculizar
persona se cure y conserve la vida, que se
q;;;"
def,enda en un ¡uicio o Pero eso no signiflca que tenga el deber de hacer efectivos
anteTa opinión pública para dejar aialvo su todos los bienes que hipotéticamente, considerando la cuestión
honor, qr" uáqul".u
-sin perjuicio para nadie- un beneficio rícito de or¿en material o en abstracto, podrían existir; en contra de lo que afirmaba el co-
espiritual... nocido personaje de Shakespeare, ningún ser humano viene a este
mundo con la obligación de salvarlo, resolviendo todos los pro-
blemas que en él se plantean.
Como consecuencia, jamás quedará justificado
ningún Tampoco exige semejante principio realizar todo el bien que
tipo de actuación destinada directamánte a impedír
ese cada individuo concreto, atendiendo a sus circunstancias particu-
bien grandioso que es la concepción de un ser
humano;
lares y a sus determinadas aptitudes, podría llevar a término;
+ dicho a modo de paradoja:
+ nunca será legítimo sustraer la vida a alguien «an_ * entre otros motivos, y no de los de menor peso, porque
tes» o «en el momento» en que esta comenzaría. nuestra libertad se actualiza casi siempre mediante la op-
ción entre distintos miembros de una alternativa,

i|) Los preceptos afirmativos tampoco admiten


4 y la preferencia por uno de ellos deja por flerzafuera los
excepciones, restantes, muchos de ellos también buenos:
en el sentido de que no cabe obrar directamente
en contra de ellos;
nunca es lícito, pongamos por caso, faltar al
respeto o ¿"rt orru,
e si decido estudiar medicina como medio de servir a
voluntaria y conscientemente a los propios padres. mis semejantes, no estaré preparado para construir
Pero la fuerzade estos mandatos es tal que las fábricas o las carreteras que también los benefi-
no obligan a obrar
constantemente y en todas las circunstancias ciafian1'
realizandó d" -un"_
ra formal y expresa el bien que imperan. e si dedico parte de mis posesiones a ayudar a los enfer-
. - Pol volver al ejemplo citado, es obvio que ningún hijo tiene el mos de SIDA, es muy probable qtJe carezca de recur-
deber de estar poniendo por obra en todo momento sos para atender a los damnificados de un terremoto,
y lugar, y a lo
largo de su entera existencia, actos explícitos -y etc.
de tronra uá"ru-
ción hacia sus progenitores; de
-ur"rá análoga,a ningún médico
le constriñe el deber de curar hasta er punto
de que en Jada uno de
los momentos de su biografía haya de dedicar
ia totalidad de sus
c) Ben absoluto y bienes relativos (que comportan algún mal)
esfuerzos a sanar a sus semejantes, descuidando
sus obligaciones
familiares o de amistad o, incluso, en circunstancias Además, y esto presenta especial relevancia para nuestro pro-
norÁales, el
merecido descanso. blema, cualquier bien flnito es limitado: a é1 se encuenÍan unidos,
. Art.rmativosy negativos... Sin duda, para cualquier perso_
en todos los casos, de manera derivada, males de mayor o menor
na que aspire ilusionada a llevar uná existencia calibre. Solo Dios, en sí mismo, es la Bondad suprema, sin mezcla
pláa, el alguna de mal.
208 EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD LAACTITIJD FUNDAMENTALANTE LOS HIJOS 209

fo.]t dir"",u-"nte a nuestro tema, pa.rece innegable que la llega-


da de qn¿ nueva criatura, empezando por la posible criatura, el que una mujer se quedara
que en sí misma es in biengrandioso, embarazada:, hay circunstancias en que el peligro de enfermedad
se^ve ecompañada por
un conjunto de inconvenientes, casi siem- física o psíquica grave para la futura prole está claramente proba-
pre menudos, pero en
ocasiones de notable envergadura. do...
+ Enfte los cotidianos se cuentan, por
comprobadas. junto con las
ref-erirme a cuestiones + En tales coyunturas, cabe arrostrar las consecuencias del cre-
molestias y sufrimientos del em_ cimiento de la familia, poniendo en primer plano la valía de
Darazo y del pa.to, cierta
conmoción en ra vida del matri- cualquier persona, incluso profundamente infradotada'
monio: qor ejemplo, la dependencia
de la madre respecto al
norario del recién nacido, que
le resta agilidad para dádicarse
tr) Pero también es legítimo, con el fin de evitar males mayo-
a otras cuestiones; las casi res, dejar de poner los medios para ese incremento; e incluso
seguras perturbaciones en el sue-
cabría que esto último fuera estricta obligación, como en el
fo de ambos esposos, obligados a atender al crío también
qurante caso vez menos frecuente entre nosotros- de una ma-
la noche; cuando el chico crece, el cuidado en los -cada
momentos de enfermedad, las preocupaciones dre de familia con hijos pequeños que 1a necesitan vital e
por los pro_
blemas_de diversa índole que
plantea... Como decía, seme- imperiosamente y para quien una nueva gestación supusiera
Jaltes desventajas suelen ser de ordinaria administración un riesgo mortal.
y
9uedan pagadas con creces por la
fresencia y existencia del
nUo. que es un bien inefable:
«lo más perfecto que existe en En resumen, la obligación de hacer el bien puede verse ate-
toda la naítraleza>>, según
decían los ciásicos. nuada, por decirlo de algún modo, por los males de mayor tras'
+ Pero con relativa frecuencia
los trastornos que acarrearía la cendencia que acompañan en determinadas condiciones a esos
coQcepción y el nacimiento
de un nuevo vástago adquieren beneficios.
proporciones muy considerables...
hasta el pinto d'e que,
Para evitar tales males, puede ser aconsejable prescindirio- o Volviendo al tema que nos ocupa, y por más que pueda
lorosamente de Ia criatura, ' sonar como <<fanatismo>> a algunos oídos contemporáneos'
* ,o, como es obvio, suprimiéndola inclusos repletos de buena intención:
o impidiendo de ma_
nera positiva su entrada en el mundo,
* pero sí dejando de poner los medios para que
la eventual
concepción se lleve a cabo. Todo matrimonio está obligado a:
!n luevo embarazo o nacimiento puede poner en serio peligro + acoger gozosamente la Prole,
la madre; puede, en casos excepcionales en la porción
lii*:.a: + que se derive de la expresión de su amor recíproco a
ifl llnd" en que nos desenvolvemos, pero nada infricuente través de la sexualidad.
capas menos favorecidas ¿"
::ji: ]^ subdesarrolladas,
reglones "ru -trr.ra
sociedad o en
comprometer el normal despliegue de
familia: por falra det cobijo u¿""rráo o simplemenre
1:
y demás medios de primera necesidad; en algunos Mas es de sentido común que esto no se traduce en el deber
==
ll.l1r^*ln1or
hoy se persigue i los matrimonios que ,,"[..un de dirigir toda su vida hacia la consecución del máximo númenl
llll.li"Or.ría
ínfimo de hijos (a veces uno o dos), a los que u u...*
Xlll-j.:dar-muerre, de hijos que las leyes biológicas harían teóricamente posible. Ni
:i:.9.3,:
§rruaclot)ss
en especial si el neonaio es una niña; en siquiera, por decirlo de alguna forma, toda su vida de esposos,
de guerra. podría suponer una amenaza para todos,
En cuanto tales, a lo que se han comprometido es a amarse y a
211
210 EL EJERCICrc DE L4 SEXUALIDAD LA ACTITUD FUNDAMENTAL ANTE LOS HIJOS

incrementar el afecto mutuo sin poner ninguna traba a cuanto d) Amodo de ejemPlo
ese amor pueda surgir. Entre los frutos de tal cariño se
del
obviamente,los hijos. Pero no solo. Dentro de los límites de cualquier analogía' la situación
a aclarat un tanto el
Por eso, y midiendo mucho cada palabra, les estará permiti médico que antes bosquejé podríaiontribuir
dejar de atender a la obligación de traer nuevas personas a el asunto.
mundo -¡nunca impedirlas ni suprimirlas!-, cuando ese bien lograda' y
+ Ya hemos dicho que, a causa de la competencia
oponga frontalmente a los otros deberes que también les incum. obtenida por sus servicios' el pro-
no solo de la retribución
ben: conservación de la propia vida y de la del cónyuge, de la do la medicina está obligado a intentar sanar a los
fesional de
los restantes hijos a su cargo, etc., tal como he insinuado. que acudan a él o con los que incidentalmente se
enfermos
En concreto, si existe un motivo de suficiente peso, como lo0 toPe (PrecePt o afirmativ o)'
señalados anteriormente, los esposos pueden dejar de tener rela. á Asimismo, parece claro que nunca le será lícito
utilizar vo-
ciones íntimas en los días fecundos, justo para cumplir con autén. posee pala poner término a una
luntariamente el saber que
una persona o' simple-
tica dedicación sus otros compromisos. existencia humana, infligir un daño a
cualquiera
(Muy en particular, han de suplir entonces el déficit de la entrega mente, impedir el desarrollo normal de la vida de
física personal mediante los mil y un detalles que un alma enamoraáa de sus semejantes (precepto negativo)'
encuentra para que el amor recíproco no merme). 4 Pero también vimos que su deber de curar no goza de un
carácter absoluto -en el sentido de obligarle a
dedicar día
o Actuando de esta manera consiguen: también porque
y noche a la atención de sus pacientes-" '
c) En primer término, que no se produzcan algunos do ii"n" qu" cumplir con otras obligaciones'
los graves perjuicios aparejados a la concepción a que
nos hemos referido; y ese no-surgir-del-m4l tiene, o Situemos a nuestro protagonista en un estado de urgencia'
a dejar de
como es patente, razón de bien, es algo que hay que similar a la de los esposos que se ven forzados
procurar. poner los medios pu,á ttu"t al mundo nuevos.posiltes f!3s
d Y logran evitarlo, además, sin atentar para nada ni con. (ya señalamos que si no se da esa «emergencra»' sl no exls-
ten causas p.oiorcionadamente graves' tal omisión
sería
tra la posible vida futura ni contra el crecimiento del
amor mutuo: atentados que, también está claro, consti. ilícita).
durante el desa-
tuirían en sí mismos un mal no justiflcable. Por ejemplo, el cuidado de un hospital de campaña
guerra, cuando el tiempo y las medicinas resultan insufl-
4 rrollo de una
Más aún, y como antes sugerí, el esfuerzo motivado
para atlnder a las necesidades de todos los heridos'
para distanciar las relaciones y para suplir con ternur4 "i"nt",
y delicadezas esa ausencia compone un instrumento do 4 A nuestro doctor no le estará permitido, como es
lógico' su-
primera categoría para aquilatar y hacer más hondo el primir positivamente vida alguna, ni siquiera con la sincera
de pacientes para poder
cariño que se deben como marido y mujer. intención de disminuir el número
auxiliar con mayor eficacia a los restantes'

* circunstancias
Pero sí que le será lícito, también porque en
a algunos
desesper'adas resulta inevitable, dejar de atender

,/
212 ELEJERCICrc DE LASEnUALIDAD LAACTITUD FUNDAMENTAL ANTE LOS HIJOS 21 3

días' en contra tan-


de ellos, precisamente para sacar adelante a los demás, o efectivamente de tener relaciones determinados
distribuir entre los que den más esperanzas de salvación los tas veces de lo que dictan sus impulsos sensibles);
medicamentos convenientes, y no dispensarlos a los otros, iii) que el deleite tiene, curiosamente' cierta razón de mal (lo
siempre que el reparto entre todos, al disminuir la dosis más antepone a los otros
cual solo ocuffe cuando desordenadamente se
allá de lo preciso, trajera como consecuencia inesquivable la íntimo' excluyendo positiva-
elementos que intervienen en el trato
imposibilidad de sanar a ninguno. mente los hijos e ignorando asimismo el amor)'
4 Justo para salvar el mayor número posible de vidas, se verá Pero si se superan estos falsos espejismos'
y como conside-
obligado, muy a su pesa.r y con dolor, a dejar de prestar la no existe motivo alguno que torne ilegítima
raremos enseguida,
ayuda teóricamente deseable al resto de los enfermos. del amor entre los cónyuges en los días
la manifestación cotporal
los últimos Pontíflces
Aunque se trate de una situación delicadísima y aparentemente infecundos; más aún, hemos visto sugerir a
muy alejada del supuesto que nos ocupa, se intuye con cierta faci- del matrimonio mejora con esas pruebas de sincero
que la calidad
lidad la diferencia erttre obrar positivamente en contra de un bien afecto.
o simplemente dejar de actuar a su favor cuando la situación así lo
reclama. Y asimismo se adviefte, retomando nuestra hipótesis, que
las acciones encaminadas a devolver la salud a quienes los recursos
2. Aruon AL orRo Y EGocENTRISMo
lo permitan no pierden nada de su valor por el hecho de que otros
pacientes no puedan ser atendidos. A nadie se le ocurre proponer
a) Los auténticos usuarios de métodos naturales
que, puesto que no es hacedero cuida¡ de todos, se deje sin atender
a ninguno.
excesivas
Me parece que cuanto acabo de apuntar no presenta
he comprobado que
o dif,cultades de comprensión. Sin embargo'
Como veremos de inmediato, el caso de la regulación natu- las verdades que
son muchas las personas que no logran captar
ral parece menos claro.
encieffa.
Normalmente, se acepta sin reservas la conveniencia de sus-
pender el trato íntimo en los días fecundos; pero cuesta más admi- ¿Por qué motivos?
Y no 1o
tir la licitud y la conveniencia de mantener relaciones en los días Talvezporque no adoptan el punto de vista correcto'
infértiles. hacen porqü ambiental se 1o impide' llevándoles a en'
"íinflu¡o con la vida human4'
frentarse cin la realiáad Y, más en concreto'
¿Por qué? con unos presupuestos que cabría calificar
como utilitaristas'
lleguofl
Pienso que porque la cuestión se enmaraña con tres falsos su- No esinfrecuente que quienes enfocan así la existencia
naturales de hipocrci'
puestos: incluso a acusar a los usuarios de métodos
y guardal la ropa' Lo
i) que los usuarios de los métodos naturales consideran al po- .s sía. serían estos unos especialistas en nadar
t*
que pretenderían es <<aprovechart"" 1: las
relaciones conyugAF¡
sible hijo como un mal (cosa que quedó descartada en el apartado
& no muy afortunada- odl
anterior); iL
--¿, ¿" una vez he oíio esta expresión
algo ilegítimo' pp
ii) que la unión se encamina más directamente a provocar el § la conciencia tranquila de no estar realizando
la 0{$
placer que a expresar e incrementar el amor (aserto a su vez rebatido evitando, igual que los consumidores de contraceptivos'
por el hecho innegable de que los esposos en cuestión se abstienen de los hijos. ' i#t
214 EL EJERCICrc DE LA SEXUALIDAD
LA Ac't't't (JD FUNDAMENTAL ANTE Los Huos 215

iNo!, me he visto tentado a grifar en más de una ocasión...


aungue b) Amor propio o apertura a los demás
el respeto y el cariño -á huyun llevado a exponer mis
razor§¡ con toda la
calma y la serenidad posibles. Para entender mejor las últimas aflrmaciones, conviene recor-
dar que:

Quienes practican de forma auténtica y


motivada la re-
9ttl¿6i[¡ natural de la fertilidad no se aprovechan para La contracepción y los métodos naturales no constituyen
nada del privilegio que dos prácticas aisladas en la vida íntima de una pareja.
les otorga su conocimiento.
lVuy al contrario, Se configuran más bien como uno de los exponentes -tal
este les sirve para expresar sinceramen-
te el amor a su cónyuge, vez de los más significativos- de la propia manera de
acogiendo agradecidos -¡cómo
nol- la satisfacción íntima y el deleiie que concebir
el ejercicio
cohyugal de ese cariño
lleva aparejados. + la sexualidad humana,
Y por lo mismo, como sabemos, se privan con esfuerzo + el amor entre varón y mujer,
oe semejante gozo cuando
la unión íntima no sería ex_
Presión de amor, sino de egoísmo.
+ la misma condición personal,
+ y, en fin de cuentas, el sentido de la vida
+ y del conjunto del universo.
j^o-. ooo lado. esas personas no consideran en ningún momen-
_^
t? ,la Posible descendencia
como una carga ni ponen iápedimento
Simplificando cuanto exigen las dimensiones y el tono de este
119:,:.0*" eludirla. Aun a riesgo de re"sultar pesado, repiro que
escrito, cabría aflrmar que la difusión de anticonceptivos es una
los hijos siguen siendó un gran bien, cuya taÁentaite
rlr llll."J"r
c'arencla se ven expresión bastante coherente de la actitud de exaltación incondi'
obligados a tolerar con el fin de evitar males ma_
sin que ello les lteve en ningún momento a poner trabas cionada del yo que caracteriza en buena medida a la civilización
ir
Illi.l:.I
Posltlvas a la concepción. actual.
Y Por en cuanto desaparecen las causas que exigían esa Además, con independencia de las intenciones de quienes los
"so,
de nuevo los medios -a través de la propia utilizan -sobre las que en ningún caso está permitido juzgar-,la
::::,1].,.insrauran
planrncq6i¿i¡ natural mentalidad y las prácticas contraceptivas fomentan y reafirman la
o sin regulación alguna de las relaciones-
para da¡ vida misma postura egotista que las origina.
a las criaturas que antes anhelaban, pero una fuerza
maYor les impedía promover. Se trata, normalmente, de un <<egoísmo a dos>>, según escri-
biera ya en el siglo XIX Kierkegaard, y que, por eso -y porque la
I ^^ IOo lo que se aleje de estas disposiciones
t"ul de la voluntad -
mayoría de las veces se vive de forma inconsciente e involunta-
fueren los sentimientos qúe las acompañen_ y de este
modo"uul"r
c^oncreto de compoltarse, ria-, resulta más difícil de descubrir y reconocer.
se distancia también e incluso se
frontalmente a li actitud personal
I

:p91" más honda que no solo


Con palabras aparentemente duras, Paul Chauchard se arriesga
sino que puede hacer antropológicamenre muy prove-
i 1""*lll,
cnoso el recurso a los métodos naturales. - a calificar la unión contraceptiva como <<... un acto de masturba-
ción para el que se uilliza a la mujer» (o al varón, como es obvio).
216 EL EJERCIAO DE LA SEXUALIDAT) 2t7
LA ACTITU D F U N D AMENTAL ANTE LO S HIJ O S

Aunque fuertes y un tanto parciales si tenemos en- cuenta


la
complejidad de cualquier nexo interpersonal, estos términos pueden . Cualquier unión conyugal cobra fuerzas
encerrar un fondo de verdad, ya que, en un buen número
quienes establecen una relación de tal tipo no tienen
de casos, + en la exacta proporción en que cada uno de los
eficazmente cónyuges sale de sí mismo, se identifica con su pa-
en cuenta al otro: ni la dignidad, los sentimientos y el
destino del
cónyuge ni, como es evidente, la suerte del posibie hijo. reja y, así unidos, ambos conjugan decididamente
En bas_
tantes ocasiones, aunque no siempre, tienden tan solo á el nosotros.
satisfacer
su deseo físico y se comportan de una forma infantil y
poco o nada . Más en concreto, para quienes viven de verdad los mé-
responsable. todos naturales, con el modo de entender la realidad
Desde este punto de vista, el uso de contraceptivos que llevan consigo:
inclina a
encerrar la sexualidad en su dimensión excrusivamente
subjetiva y + la fecundidad jamás será un peso que habría de
puede dar lugar a un acentuado egocentrismo en
cada ,ró ¿" los soportar una Persona aislada;
esposos. Ma¡ido y mujer viven separadamente el «problema
traceptivo» -a veces sin conocimiento del cónyuge_, y,
con- + se transforma, por el contrario, en un don maravi-
en lo que lloso que /os esposos comparten y administran
atale a su vida más íntima, entre ellos no se insiauia ningún
tipo de
comunicación. según lo que honradamente piensan que es la voluntad de Dios'
En ocasiones, el único punto de encuentro de esa pareja
acaba
siendo, tristemente, el placer. Con lo que, en fin de cuentas,
no solo El resultado, como ya he sugerido, es la mejora de la vida
tiende a desaparecer er más genuino yrico sentido de
la sexualidad
-reducida tantas veces a una genitaridad patorógicamente sobreva- intraconyugal y de todas las relaciones familiares.
lorada-, sino que puede perecer también él u-or.

Algo totalmente ajeno al ejercicio justificado de la planifica-


ción familiar natural, que se encuenfa en las antípodas de Iranquilidad.
cuar-
quier tipo de reservas de corte individualista.
En efecto, los métodos naturales, de manera casi obligatoria, El conocimiento humano es progresivo. Normalmente no se
por su misma nattraleza intrínseca, llevan a adopt4r comprende del todo lo que se lee por primera vez. Lo medio-
la peispecti_
va del otro. Cosa que, como ha ido quedando cláro en tó¿o entendido entonces prepara para estudiar lo que sigue, y el
nues- nuevo conocimiento aclara lo ya aprendido. A menudo es
tro escrito, es la clave del verdadero amor... y de la existencia
y preciso «ir y venir», leer más de una vez lo mismo. Pero el
el éxito del matrimonio.
resultado final suele provocar una notable satisfacción.
Animo.
2tB EL EJERCICIO DE LA SEXT]ALIDAD
TÍTULOS PUBI-ICADOS

Ayuda para la reflexión personal


modernidad
Arquitectura y proyecto moderno' La pregunta por 1a

o Al hablar de catsas proporcionadas o suficientemente gra_ Juan M. Otxotorena


ves parajustificar el uso de métodos naturales, Gombrich: una teoría del arte
¿cuál es el
punto de referencia de esa «proporción» y de esa <(grave* Joaquín Lorda
dad»? real
Capitalismo y tópicos afines' Discurso ético y economía
o ¿Existe alguna diferencia entre la contracepción y el uso no Juan M. Otxotorena
justificado de los métodos naturales? En caso afirmativo, orden intema-
Reflexiones jurídicas para un tiempo de crisis' Nuevo
¿oráles serían? ¿Implica eso que contracepción y uso injus_ cional, constitución erropeu y proceso autonómico español
tificado de los métodos naturales vengan a ser 1o mismo? I gnac io G r anado Hij e lmo

¿Hasta qué punto y con qué matices? Metafísicadeloconcreto.Sobrelasrelacionesentrefilosofíayvida


o Si toda persona humana (y, en consecuencia, cualquier hijo) Tomás Melendo
es en sí misma un gran bien, ¿cómo puede estar permitido Los Moralistas. Anthony Ashley Cooper, Conde de Shaftesbury
no poner los medios para aumentar la propia descendencia? Jorge V. Arregui y Pablo Arnau (eds')
¿No es eso lo mismo que impedir que surja un bien de tal Persona y género. Ser varón y ser mujer
calibre? Blanca Castilla Y Cortázar
o ¿En qué sentido puede hablarse de la planificación Fami_ La antropología de Feuerbach y sus claYes
liar Natural justificada como de un
<<mal menor»? Blanc a C a s t illa Y Co rttízar
o ¿No te parece exagerada la frase con que concluye el últi_ Iguales y distintos. Introducción a la antropología cultural
mo capítulo de este libro, al sostener que la práctica justifi_ Rafael Gómez Pérez
cada de los métodos naturales mejora no solo la vida de los Los paraísos encontrados
cónyuges, sino de toda la familia? Razona tu respuesta, por Javier Aranguren
favor. de la religión
Permiso para creer. La ofensiva laicista y el futuro
Juan M. Otxotorena
melodía
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¿Vale ta pena casarse?


Tbmtís Melendo Granqdos
La belleza de la sexualidad
lomds Melendo Granados
tsBN 978-84-8469-200-3

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