El cáncer de pulmón es un tumor maligno que nace en el
pulmón o en los bronquios, y que puede extenderse a otras localizaciones como el cerebro, los huesos, el hígado y a los ganglios. Causas del cáncer de pulmón La inmensa mayoría de los cánceres de pulmón se originan a consecuencia de la inhalación de sustancias cancerígenas (más de 3.000) que se encuentran en el humo de los cigarrillos. Estas sustancias entran en contacto con las células del pulmón, y son capaces de alterarlas de manera que comienzan a multiplicarse sin control, formando así un cúmulo de células malignas que se conoce como tumor (también bulto, lesión o nódulo). El tumor provocará complicaciones en el propio pulmón, y además puede que algunas de esas células malignas pasen a la sangre o a la linfa y se repartan por otras zonas del cuerpo humano, dando lugar a las llamadas metástasis.
Asbesto, en aquellos trabajadores de fábricas donde se
trabaja con estos materiales. El asbesto es un componente que era habitual en fibrocementos, y cuyas fibras eran inhaladas, siendo altamente cancerígenas. Por este motivo, en la actualidad este tipo de fibrocementos requieren intervención especial en su desmontaje. Contaminación o polución de grandes ciudades, derivada en gran medida de la combustión de motores diésel. Radioterapia. El tratamiento de otros tumores que hayan precisado de radioterapia torácica puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Enfermedades pulmonares como la fibrosis, la EPOC y la tuberculosis. Factores genéticos. Explicarían su aparición en casos donde no existe tabaquismo activo ni pasivo. Infección por VIH, donde el riesgo es cuatro veces superior al resto de la población, y no solo en relación con un mayor consumo de tabaco en este grupo poblacional. Tipos de cáncer de pulmón
Cáncer de pulmón de células pequeñas: también se
llama cáncer microcítico o en “granos de avena”; representa el 10-15% de todos los cánceres de pulmón. Está íntimamente relacionado con el tabaco. Este tumor suele encontrarse en la parte más central de los pulmones y es el más agresivo de todos; casi siempre invade partes del cuerpo humano muy lejanas de los pulmones. Cáncer de pulmón de células no pequeñas: se engloban en este grupo distintos tipos de cáncer que se asemejan en su tratamiento y pronóstico Adenocarcinoma: este tumor se encuentra en la periferia del pulmón y no tiene una relación muy estrecha con el tabaco. Es típico de mujeres, no fumadores, y se relaciona con antiguas cicatrices en el pulmón Carcinoma epidermoide o escamoso: es un tumor que surge en el centro de los pulmones y es el más relacionado con el tabaco. Carcinoma de células grandes: son variantes de los dos anteriores. Como su nombre indica, las células tienen un tamaño mayor al habitual. Síntomas del cáncer de pulmón
Tos: por compresión de los bronquios o la tráquea; es
el síntoma más frecuente en el cáncer de pulmón. Hemoptisis: toser sangre, cuando el tumor provoca una herida abierta en la luz de las vías aéreas. Pitos, dificultad al paso del aire, neumonías de repetición... (todo por obstrucción de las vías aéreas bajas). Dolor torácico y dificultad para inspirar aire: por afectación de la pleura y las costillas a causa del tumor. Derrame pleural maligno: líquido entre las costillas y el pulmón que impide que los pulmones se puedan expandir correctamente
Diagnóstico del cáncer de pulmón
Un diagnóstico temprano del cáncer de pulmón puede evitar que el tumor se haya extendido demasiado y resulte incurable.
Clínica: se debe estar alerta ante la aparición de tos
que no cesa u otros cambios bruscos en las vías respiratorias; esta alerta es de especial importancia en fumadores o ex-fumadores Radiografía de tórax: es capaz de detectar pequeñas manchas y lesiones hasta dos años antes de que aparezcan síntomas. TAC: la tomografía axial computarizada realiza imágenes del tórax en cortes, y ayuda a ver el tamaño del tumor y si afecta a órganos vecinos. Broncoscopia: se realiza una vez localizado el tumor y si este se encuentra cercano a un bronquio. Consiste en introducir una cámara con unas pinzas que toman muestras del tumor, para realizar un análisis al microscopio y poder diferenciar qué tipo es; de esta forma, se puede decidir cuál es el mejor tratamiento. Mediastinoscopia, videotoracoscopia. Utilizadas en algunos casos complicados de diagnosticar, necesitando de quirófano para llevarlas a cabo. Consisten en realizar una endoscopia con un tubo fino con cámara que se introduce por distintos espacios torácicos (mediastino) que se crean entre pulmones, arterias, venas y ganglios Tratamiento del cáncer de pulmón Los tipos de cirugía son más o menos agresivos según la extensión del pulmón que sea preciso eliminar: Resección en cuña: se extirpa solo una cuña del pulmón con el tumor. Lobectomía: se extirpa un lóbulo pulmonar. Neumectomía: se extirpa un pulmón entero.
La quimioterapia consiste en la administración de
fármacos que también destruyen las células tumorales pero, al igual que la radioterapia, tiene efectos nocivos sobre las células sanas del organismo y provoca efectos indeseables como náuseas, vómitos, cansancio, caída del cabello y llagas en la boca. Los más utilizados en el cáncer de pulmón, particularmente en el de células pequeñas por su buena respuesta, son carboplatino, cisplatino, etopósido y topotecán Radioterapia
La radiación dirigida a los tumores de células no
pequeñas es una opción terapéutica en los casos en los que no se puedan operar. No está exenta de complicaciones pues genera inflamación del pulmón irradiado (neumonitis) y alteraciones en la piel (radiodermitis)..
Prevención del cáncer de pulmón
La prevención del cáncer de pulmón es evitar la exposición a sus desencadenantes ambientales, siendo el principal de ellos el humo del tabaco. Abandonar el tabaco es la única forma de evitar una enfermedad que, en la mayor parte los casos, acaba con vida de los que la sufren. Es por ello que los médicos están comprometidos a ofrecer toda su ayuda a los fumadores que están motivados para dejar su hábito. La reducción del riesgo de padecer este tumor en fumadores se hace patente a los cinco años del abandono del tabaco, disminuyendo progresivamente ese riesgo a lo largo del tiempo de abstinencia. Abandonar el tabaco es realmente difícil, ya que la adicción física y psicológica a la nicotina es muy fuerte. Hay diversos métodos para ayudar a los fumadores, entre los que se incluye el asesoramiento de expertos, la terapéutica conductual, la restitución de la nicotina (chicles, parches, inhaladores) y ciertos medicamentos (bupropión y vareniclina). Sin embargo, solo se consiguen buen resultado en el 20-25% de los pacientes, por ello lo mejor es no empezar a fumar. CANCER DE PULMON ALUMNA: Isabella Farias Alejandro MAESTRO: Alejandro Enríquez GRADO: 1 GRUPO: A ESCUELA: Constitución de1857 MATERIA: Biologia