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DIOCESIS DE MARACAY
CENTRO DIOCESANO DE
FORMACION TEOLOGICA PASTORAL
“SAN JUSTINO “
MARACAY-VENEZUELA
Noviembre, 2018
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
DIOCESIS DE MARACAY
CENTRO DIOCESANO DE
FORMACION TEOLOGICA PASTORAL
“SAN JUSTINO “
MARACAY-VENEZUELA
Noviembre, 2018
Maracay, 13 de Noviembre de 2018
Ciudadano
Pbro. Jose Gregorio Bracamonte
Rector del Centro diocesano de formación teológica pastoral “San Justino”
Presente.-
Tengo el agrado de dirigirme a usted, en la oportunidad de consignar adjunto
proyecto de Trabajo Pastoral Especial titulado: PLAN PASTORAL PARA LA
FORMACIÓN TEOLÓGICA Y MUSICAL DE LOS MINISTERIOS DE
MÚSICA EN LA IGLESIA , con el propósito de que sea revisado por la comisión
respectiva.
Sin más que hacer referencia.
Atentamente
Ramón Alberto Estévez
2.520.886
Contacto: ramonestevez1@hotmail.com
DEDICATORIA
RECONOCIMIENTO
LISTA DE SIGLAS
RESUMEN
INTRODUCCION
PRIMER ASPECTO.
DE LA VISION, INTUICION Y EL ESCENARIO.
1. Formulación del problema.
2. Objetivo general y específicos.
3. Justificación del problema.
SEGUNDO ASPECTO.
DEL ACERCAMIENTO, LA INSERCION Y LOS EQUIPOS DE ACCION.
TERCER ASPECTO.
LOS ASPECTOS SUSTENTADORES
1. Consideraciones generales.
2. Teología pastoral
3. La Evangelización.
CUARTO ASPECTO.
DE LA ACCION TRANSFORMADORA
1. Paradigma de la investigación.
a. Cualitativo.
b. Cuantitativo
QUINTO ASPECTO
EXPERIENCIAS Y TRANSFORMACIONES
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
APENDICES
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
DIOCESIS DE MARACAY
CENTRO DIOCESANO DE
FORMACION TEOLOGICA PASTORAL
“SAN JUSTINO “
MARACAY-VENEZUELA
RESUMEN
Idea inicial
Sin duda alguna, los coros o ministerios de música, no solo son parte fundamental del
movimiento de la Iglesia, sino que también es un grupo de apostolado que llama mucho la
atención a los jóvenes, por tratarse de música que va en concordancia con la actualidad y
porque ofrece la oportunidad de aprender a tocar un instrumento y pertenecer a un grupo
con personas con el mismo deseo y que le garantizan a la Iglesia su renovación y
actualización constante.
Actualmente existe diversidad de artistas católicos, cada uno con un género particular y
un carisma diferente. La música, ya sea en pop, rock, baladas o ritmos caribeños es el
medio para atraer a personas a la Iglesia. Una vez que el joven se ha involucrado con este
ministerio, no surge por parte de la Iglesia una formación que ayude a canalizar toda esa
energía y esas ganas de trabajar de una manera que vaya acorde a los tiempos litúrgicos.
En la Parroquia Santo Tomás Apóstol, existen dos ministerios de música, con ritmos y
géneros diversos, uno integrado por mujeres donde predomina el pop, rock y las baladas, y
otro integrado por hombres, cuya base principal son los ritmos caribeños.
Ambos grupos ofrecen sus servicios en las actividades de la parroquia, pero se ha podido
constatar que en tiempos no tan distantes, los mismos presentaban ciertas irregularidades al
momento de aplicar los diferentes cantos dentro de la celebración eucarística. En algunas
ocasiones se apreciaba que los grupos desarrollaban cantos que no estaban acordes a los
diversos tiempos litúrgicos; por ejemplo, en tiempo ordinario se llegaba a omitir el canto
del aleluya y se optaba por cantos de reflexión o cantos que hacen alusión a la Palabra, lo
cual sería más apropiado para tiempo de cuaresma o adviento. A pesar de que este hábito en
particular se ha ido corrigiendo paulatinamente, permanece la inquietud y el interés de
continuar promoviendo la utilización de canciones acordes, que optimicen la vivencia de
cada uno de los momentos que conforman la celebración eucarística.
Otro caso que llama poderosamente nuestra atención en este primer momento, es cómo
existe la preferencia en escoger un canto de reflexión al momento de la comunión por
encima de un canto eucarístico. Esto resta prominencia al sublime y peculiar hecho que se
está viviendo en ese momento, y a la experiencia espiritual en sí. Es conveniente aclarar
que el canto de reflexión en sí mismo no está del todo fuera de lugar, solo que, si fuera el
caso, éste tendría que ser interpretado preferiblemente posterior al canto eucarístico, como
complemento a dicha experiencia espiritual.
Otro aspecto que bien podría mencionarse es la utilización de música protestante dentro
de la celebración eucarística, esto para nada está relacionado con la liturgia ya que el sentir
con el que estos cantos fueron escritos, viene desde la protesta. Si bien es cierto que la
Iglesia busca siempre la unidad entre los cristianos y que actualmente se promueven
encuentros musicales entre los católicos y los protestantes, cabe destacar que éstos siempre
se hacen fuera de la liturgia, ya que la misma, busca mantener la solemnidad de los ritos,
sus cantos deben estar vinculados con el pueblo que celebra los sacramentos para que
juntos puedan perpetrar esa comunión entre Dios y el Pueblo.
Muchas de estas irregularidades son hasta cierto punto comprensibles, y podrían
justificarse en la falta de conocimiento que han tenido los miembros de los grupos en
cuanto a la liturgia. Es definitivo que para hacer música dentro de la liturgia hay que
conocer, vivir y sentir la liturgia. Por ello los investigadores consideran ¿Cómo
implementar un plan formativo para el Ministerio de Música de la Parroquia Santo Tomás
Apóstol? ¿Cómo garantizar que los dones y carismas de quienes hacen vida en el Ministerio
de Música, se coloquen al servicio de la oración comunitaria, sin desviaciones doctrinales y
pastorales?
Objetivos de la investigación
Objetivo general
Implementar un Plan Pastoral destinado a la formación teológica y musical de los
Ministerios de Música de la Parroquia Santo Tomás Apóstol de la Diócesis de Maracay
Objetivos Específicos
a) Identificar las características del actuar de los Ministerios de Música de la Parroquia
Santo Tomás Apóstol de la Diócesis de Maracay
b) Establecer los criterios teológicos y pastorales que fundamentan el ejercicio de los
Ministerios de Música en la Iglesia a la luz de las tres fuentes de la fe: Sagradas
Escrituras, Tradición y Magisterio.
c) Elaborar un Plan Pastoral destinado a la formación teológica y musical de los
Ministerios de Música de la Parroquia Santo Tomás Apóstol de la Diócesis de
Maracay
Delimitación de la Investigación
En primera instancia contamos con la ayuda del Padre Fernando Valentiner como
Párroco y al D.P Raimundo Marante como administrador parroquial, ellos nos ayudarían
con la formación en el ámbito teológico y también contamos con la valiosa colaboración
del Padre Cristian González, quien no solamente nos apoyó en la parte teológica sino
también en la parte musical.
En el equipo, también nos incluimos nosotros, los autores de este trabajo, quienes ya
teníamos una base que venía dada por los estudios en el Centro Diocesano de Formación
“San Justino” y miembros del Ministerio de Música ContraCorriente Jesús Marante, María
Marante y Laury Ramos, aunque nuestra intención fue incluirnos también en la formación.
Además para que la formación estuviera completa en todos los sentidos, incluimos en el
equipo al Técnico de Sonido Edgar Rivas, quien nos enseñaría el manejo adecuado de los
equipos para un mejor funcionamiento y desempeño.
De esta manera está constituido el equipo para la pastoral musical.
Plan de Acción
La liturgia
La liturgia cristiana es una realidad muy rica y valiosa que puede ser analizada bajo
numerosos aspectos, pero cuya definición es clara y precisa: la Liturgia es la celebración
del Misterio de Cristo y en particular de su Misterio pascual. Es el Misterio de Cristo lo
que la Iglesia anuncia y celebra en su liturgia a fin de que los fieles vivan de Él y den
testimonio del mismo en el mundo.
A través de la Liturgia, Cristo continúa en su Iglesia, con ella y por medio de ella, la
obra de nuestra redención. Está presente en el sacrificio de la misa, no sólo en la persona
del ministro, sino también, sobre todo, bajo las especies eucarísticas. El documento
Sacrosanctum Concilium, nos define a la liturgia como obra de la Santísima Trinidad, es la
acción sagrada por excelencia y “la cumbre hacia la que tiende la acción de la Iglesia y, al
mismo tiempo, la fuente de la que emana su fuerza vital”
Entre las muchísimas partes que conforman la liturgia, está también la música que
es el elemento a analizar y sustentar en la investigación. La Iglesia, ha querido también que
forme parte de la acción evangelizadora y es por ello que el Magisterio ofrece siempre
documentos en el que recalca la importancia de la música y la liturgia.
La música sagrada nace como expresión del alma, de las profundas motivaciones
que guían el caminar de las personas; por medio del contacto con lo trascendente, con lo
divino. El canto en la Biblia está precedido por el reconocimiento de la presencia de Dios
en sus obras de la creación y en sus intervenciones salvíficas en la historia.
El ejemplo más acabado son los salmos, que abarcan todas las formas de expresión
sonora, desde el grito y la exclamación gozosa hasta el cántico acompañado de la música y
la danza, un ejemplo claro, lo encontramos en el salmo 150, donde se exhorta a alabar a
Dios con instrumentos musicales de viento, de cuerda y de percusión.
Desde el principio la música estuvo unida a las oraciones de los fieles cristianos que
cantaban incluso cuando iban al martirio. Los historiadores de la época dicen que a los
cristianos los acusaban de que “solían reunirse en días determinados antes de la aurora para
cantar un himno a Cristo como a Dios, y ni siquiera en tiempo de persecución cesaba la voz
del canto de la Iglesia”.
Lejos de ser distantes y anticuadas, las palabras de los padres son actuales. En sus
Confesiones, El Padre de la Iglesia San Agustín expone el siguiente texto: “Cuando
recuerdo las lágrimas que vertí por los cantos de la Iglesia en los primeros días de mi fe
recobrada e incluso ahora, cuando me conmueven no tanto los cantos sino las palabras
cantadas -cuando son cantadas con voz fluida y una melodía absolutamente apropiada-,
reconozco el beneficio de mi experiencia”
En este pequeño fragmento se puede encontrar la esencia de aplicar las acciones
litúrgicas en la pastoral musical, que es aumentar la experiencia del feligrés para que así
pueda aumentar también su fe, si la música es acorde a los tiempos que se celebran y con
una doctrina realmente católica, se ayuda a que el alma de los feligreses y también la de los
músicos pueda elevarse al plano espiritual y tener ese contacto íntimo con Jesucristo.
Sin embargo No todos los Santos Padres fueron unos entusiastas del canto en la
liturgia. Algunos como San Juan Crisóstomo, fueron muy críticos, por entender que la
música era un factor de dispersión y un halago de los sentidos. Estas actitudes manifiestan
que en la Iglesia siempre ha existido una preocupación muy grande por el carácter
auténticamente religioso y litúrgico del canto y de la música en el interior de las
celebraciones.
Música Religiosa: es cualquier música que, ya sea por intención del compositor o
por el tema y el propósito de la composición, es capaz de estimular sentimientos piadosos y
religiosos, es de índole libre y no está delimitada a acciones litúrgicas.
Música Sagrada: es aquella que, creada para la celebración del culto divino, posee
las cualidades de santidad y bondad de formas. La música sagrada debe tener en grado
eminente las cualidades propias de la liturgia, y precisamente la santidad y la bondad de las
formas, de donde nace, espontáneo, otro carácter suyo: la universalidad. Debe ser santa y,
por lo tanto, excluir todo lo profano, y no sólo en sí misma, sino en el modo en que se
ejecuta.
La música litúrgica es, y tiene que ser, sagrada; más aún, es religiosa.
La música sagrada es religiosa, pero no automáticamente litúrgica; puede
convertirse en litúrgica si cumple con ulteriores requisitos funcionales.
La música religiosa no es ni sagrada, ni litúrgica, y por tanto, de ninguna manera
tiene el derecho a entrar en el culto.
Para los percusionistas que desean hacer música litúrgica de calidad, no hay ningún
problema en usar la percusión, mientras cumplan una función plenamente ministerial, es
decir, no hay necesidad de protagonismos excesivos con ese instrumento dentro de la
liturgia, pero si pueden ser utilizados mientras sirvan de acompañamiento a la música y que
permita la concentración de los fieles dentro de la celebración.
Sin embargo un ministerio bien educado, que a pesar de tener muchos instrumentos,
pueda ponerlos al servicio de la Palabra, lo haga con calidad, incluyendo a la comunidad y
en un volumen acorde al sitio en el que se encuentra, estará cumpliendo con los parámetros
que exige la liturgia.
El Año litúrgico está formado por distintos tiempos litúrgicos. Estos son tiempos
en los que la Iglesia nos invita a reflexionar y a vivir de acuerdo con alguno de los
misterios de la vida de Cristo. Comienza por el Adviento, luego viene la Navidad,
Epifanía, Primer tiempo ordinario, Cuaresma, Semana Santa, Pascua, Tiempo Pascual,
Pentecostés, Segundo tiempo ordinario y termina con la fiesta de Cristo Rey. Cada
tiempo litúrgico está diferenciado por colores, para que sea más sencillo diferenciarlos.
Rojo significa el fuego del Espíritu Santo y el martirio. Se utiliza en las fiestas de los
santos mártires y en Pentecostés. En Semana Santa se utiliza el Domingo de Ramos y el
Viernes Santo.
Importancia de los Tiempos Litúrgicos
Los coros o Ministerios de Música, deben conocer qué cantos son apropiados de
acuerdo a cada tiempo litúrgico. Los tiempos litúrgicos, nos ofrecen la posibilidad de variar
los cantos de la Eucaristía y sobre todo de adecuarlos al momento que vive la Iglesia. Ante
la opción entre dos cantos, es bueno escoger siempre aquel que pertenece al tiempo
litúrgico en curso.
Pero, en Venezuela, ¿por qué se canta Gloria en las misas de aguinaldo si se está en
tiempo de adviento? Pues ese es un privilegio que solo tiene la Iglesia Venezolana,
aprobado por el Papa León XIII a finales del siglo XIX. Es decir, en adviento no se canta
Gloria pero Venezuela durante la novena de aguinaldos tiene el permiso de la Santa Sede
de hacerlo.
Tiempo de Navidad: no hay ninguna fiesta cristiana, en todas las culturas y tiempos,
que haya inspirado tantos cantos como ésta. Los villancicos son himnos a Dios hecho niño,
encarnado en la historia concreta de los pueblos, cuya alma expresan magníficamente. En
las tres misas de Navidad, y en las de la octava fiesta, no deberían faltar estos cantos, que se
pueden escoger para el inicio de la eucaristía, para la comunión y como canto final.
Tiempo de Cuaresma: es el gran tiempo penitencial de la Iglesia, los cuarenta días
de conversión y purificación interior que nos preparan a la mayor fiesta cristiana del año, la
Pascua de Resurrección. Desde el miércoles de cenizas hasta la vigilia pascual calla el
Aleluya como signo penitencial. El Gloria tampoco se reza ni canta en todo ese lapso,
excepto en la misa del Jueves Santo (y en la Solemne de S. José). La Cuaresma no es un
tiempo triste, sino más bien serio, recogido, meditativo. Los cantos de la eucaristía deberían
favorecer la atmósfera de recogimiento e interioridad que se nos convida durante este
tiempo litúrgico.
Enseguida, un esquema y una breve descripción de lo que deben ser los cantos en
cada una de estas etapas.
Ritos Iniciales: están comprendido por: canto de entrada, Señor ten piedad (Kyrie Eleison),
Gloria.
Señor Ten Piedad (Kyrie Eleison): a través de este canto, confesamos tanto el amor
misericordioso de Dios como nuestra condición de pecadores necesitados de su
perdón. Debe ser una canción con un ritmo tranquilo, se debe estar ubicados en el
momento, si se está pidiendo misericordia, no es acorde ir con una canción en un
ritmo agitado. Debe tener una melodía sin mayores intervalos, al alcance de la
asamblea y de una duración corta considerando que le sigue el Gloria que es de
mayor extensión.
Gloria: es un himno de alabanza y adoración a Cristo y a la Santísima Trinidad, se
entona después del Ten Piedad en las misas dominicales del tiempo ordinario, las
solemnidades y las fiestas litúrgicas. En este canto, la asamblea se une a los ángeles
que glorifican al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Debe ser con un ritmo alegre, enérgico. Con una melodía gozosa, con al menos un
estribillo al alcance de la asamblea. La duración va acorde al contenido de la
totalidad del texto.
Aclamación del Evangelio (aclamación del aleluya): este canto prepara a la escucha
de la palabra de Jesucristo. No se canta en el tiempo de Cuaresma. Es un canto que
acompaña a la procesión del diácono o del sacerdote que proclamará el evangelio.
La música debe ser de carácter gozoso con un ritmo y una melodía alegre.
En los tiempos en que no se canta aleluya, las canciones deben hablar directamente
sobre la palabra, deben ser reflexivos y con melodías no tan agitadas.
Aclamación después del Evangelio: es ideal cantar “Gloria y honor a ti, Señor
Jesús”. Podría también cantarse algo similar, con un ritmo y melodía libre y de
duración corta.
Canto de Comunión: expresan la unidad con Cristo y entre los fieles que se acercan
al altar y el gozo de participar en el anticipo del banquete del reino de Dios. Ayudan
a crear un ambiente festivo, reflexivo y fraterno. En este momento la participación
del coro es muy importante porque la asamblea está moviéndose para la comunión.
Se recomienda la escogencia de un canto eucarístico en primera instancia para este
momento y posterior un canto reflexivo, es muy importante también recordar que se
debe dejar un tiempo de silencio para la oración personal después de la comunión.
Canto de Despedida: este canto solo tiene sentido si la asamblea está presente. Los
cantos a la virgen son especialmente adecuados, pero éstos podrían ser de acción de
gracias, de envío o relacionados con el tiempo litúrgico en curso. La música y la
melodía para este canto deben ser alegres y al alcance de la asamblea.
Cantos del Ordinario y Propio de la Misa
El Gradual, el libro que contiene los textos y cantos usados con mayor frecuencia
durante la misa y los oficios, agrupa los cantos que corresponde a toda la asamblea en dos
grupos: los que corresponden al Ordinario y los que corresponden al Propio de la Misa. Sin
embargo, cuando hablamos de cantos del Ordinario o del Propio de la Misa, normalmente
no se entiende bien a qué se refiere si no se está familiarizado con la terminología litúrgica.
Para entender esto se describen muy brevemente qué significan exactamente y en qué se
diferencian unos cantos de otros.
Los Propios de la Misa son los cantos que varían según la fecha “propia” del día en el Año
Litúrgico o algún otro evento, como la fiesta de un santo. Contrasta con el Ordinario de la
Misa, parte que no cambia según el día. Los textos de estos cantos pueden ser variables
Desde el punto de vista doctrinal se puede considerar a los protestantes como unos
cristianos auténticos pero con ciertos límites en cuanto a la revelación y la doctrina. Esto se
refleja también a nivel de las producciones musicales. Al tener esta consideración estamos
entendiendo que lo que ellos producen a nivel musical no es intrínsecamente malo, no lo
hacen con mala intención sino que tiene un valor, un don de parte de Dios. Pero que puede
quedar limitado en cuanto al valor doctrinal, litúrgico o eclesial, es decir, la profundidad
que se requiere en la música cristiana no es fácil de alcanzar y a los católicos no les
conviene pensar que la producción protestante es la de mayor profundidad y amplitud para
ser imitada o utilizada indiscriminadamente.
Dentro de nuestra experiencia eclesial a veces se utilizan cantos que han nacido en
los protestantes, sobre todo los carismáticos, otras veces en los católicos, pero que ya son
universales, ya son de todos, como por ejemplo “Alabaré”, “Como corre el río”, etc,
¿Quién realmente los ha producido?, ¿Quién los usa?
Hay que también resaltar otro aspecto histórico importante, los protestantes desde el
comienzo dieron menor densidad a los sacramentos, a la Iglesia y a la liturgia y
desarrollaron más la música, justamente para llenar ese vacío. Una misa sin cantos vale
igual que una con cantos, la misa del Padre Pío era totalmente silenciosa, pero los fieles
salían llenos de Dios. En cambio un culto de predicación sin música al perder la Eucaristía
y dejar solamente la Palabra debe llenarse con una experiencia que toque los sentidos, que
motive el alma, y lo que más se acerca a la experiencia del espíritu es la música.
Por lo tanto lo mejor es no utilizar música protestante dentro de la liturgia, son cosas
que sencillamente no van de la mano, además en todo caso se quedaría corta. Si el miembro
del coro o Ministerio de música busca apegarse a lo que dice la liturgia, el reto es
componer, crear, producir, es sacar la inmensa riqueza de la gracia y la doctrina que tiene la
Iglesia católica. La producción de música católica tiene un norte que es la evangelización.
ASPECTO IV
Los aspectos metodológicos
Modelo de investigación
Investigación-acción en la Comunidad, Investigación-acción en la institución.
Diseño de la investigación
El investigador debe planificar con mucho cuidado y anticipación cada uno de los pasos
requeridos para lograr que se cumpla la idea inicial. Sin embargo, en la investigación-
acción esta planificación jamás representa una “camisa de fuerza”; ella está sujeta a las
necesidades prioritarias de la situación objeto de estudio y a las constantes sesiones de
autoevaluación que los involucrados realizan, como reflexión, para encauzar debidamente
el proceso. Todo esto con la idea central de ser congruentes con el tipo de investigación
asumida. Esto es, el investigador se involucra con los investigados en un proceso de teoría
y práctica o práctica y teoría. El diseño de investigación que mejor se adapta a las
condiciones de un trabajo pastoral de acuerdo a la metodología propuesta es el ver-juzgar-
actuar.
El primer momento Ver, incluye luces, sombras, causas y tendencias. No es un mero
acercamiento a la realidad, incluye el análisis de la situación y de sus causas. Este análisis
de la realidad puede hacerse también en atención a otros esquemas: aspectos positivos y
negativos, matriz FODA, logros y fallas. En la presente investigación se asumirá el
esquema XXXXXXXXXXXXXXX.
El segundo momento corresponde al Juzgar, que tiene al menos dos situaciones: la
presentación del estado ideal, el marco referencial de la situación que se aborda
formalmente en los aspectos sustentadores de la investigación y una segunda situación, el
diagnóstico que se refleja en el análisis de información de la experiencia en estudio. En este
diagnóstico emerge la comparación entre lo que se es y lo que debería ser. Es un momento
de discernimiento espiritual que plantea los desafíos pastorales a asumir.
El tercer momento es el Actuar. El producto de este momento se presenta al final de
cada experiencia. Allí se expresa lo que hay que hacer para dar respuesta a la situación
observada y transformar esa realidad. Se trata de dar respuestas pastorales, sugerencias
prácticas y elementos que permitan una cierta transformación hacia lo que debe ser la
situación. Esto se traduce en una propuesta de acción pastoral, que al concatenarse con
otras, derivadas de las otras experiencias, genera un Plan de Acción Pastoral, que es el
producto principal de esta investigación.
Participantes: Pbro. Cristian González, D.P Raimundo Marante, Janner Aguirre, Rosana
Escobar, Jesús Marante, María Marante y Laury Ramos.
Análisis de la Información: en vista a lo planteado al Padre y al Diácono, se pudo constatar
que ésta no era solo una preocupación nuestra, sino que también la inquietud la tenían ellos
y otros sacerdotes, por lo tanto nos sentimos encaminados a hacer un trabajo que haga
crecer nuestra doctrina, nuestra teología y permita tener una mayor experiencia de fe. Por lo
cual se nos concedió el permiso para trabajar con la comunidad y los Ministerios de
Música.
EXPERIENCIA N°02 Reunión con los Ministerios de Música
Decidimos también informar a los Ministerios de Música que hacen vida en la Parroquia
Santo Tomás Apóstol primeramente sobre la inquietud del equipo de la pastoral musical, y
en segundo lugar, que ellos serían nuestro objeto de estudio y además quienes recibirían las
formaciones. Los puntos a tratar en la agenda serían:
La agenda fue muy similar a la que tuvimos con los ministerios de música, las dos ideas
básicas eran presentar la propuesta y esperar las inquietudes de la comunidad en cuanto a
este tema.
NO
SI
SI
NO
A VECES
SI SI
NO
NO
A VECES
A VECES
Análisis de la Información: tras evidenciar los resultados obtenidos por ambos ministerios
de música de la comunidad, quedó evidenciado que era más que necesaria la implantación
de un proyecto formativo, si bien los ministerios poseían un pequeño conocimiento al
respecto, afianzar esos conocimientos en base a doctrina y teología era prioridad.
Ya con todas las partes informadas al respecto, nos reunimos con el Pbro. Cristian
González quien nos ha ayudado mucho en este punto de las formaciones, él sería el
encargado de llevar a cabo el taller sobre la música y la liturgia. La formación fue abierta,
no solo para los miembros de los ministerios de música de nuestra comunidad, sino que fue
abierta a otras comunidades de nuestro arciprestazgo.
La agenda del Pbro. Cristian para este día consistía en dos momentos, una parte
teórica en la que se comentarían los aspectos básicos de la música en la liturgia, su historia
y una segunda parte práctica en la que retomaríamos los cantos básicos para una
celebración eucarística.
Análisis de la Información: esta charla dictada por el Pbro. Cristian fue enriquecedora para
los ministerios, ya que dio luces a la hora de la escogencia de las canciones para el
momento de la eucaristía y no solo eso, sino que nos dio las bases de lo que debe contener
una canción bien sea de entrada o de ofertorio, entre otros, lo cual motivo a nuestro
Ministerio de Música (ContraCorriente) a la hora de la composición de las canciones
pertenecientes al disco “Cantamos”, entonces podemos decir que la formación dejó muy
buenos frutos.
EXPERIENCIA N°06 Charla Formativa sobre el uso adecuado de los Equipos de Sonido.
La agenda pautada para esta reunión fue la evaluación de las charlas formativas y nuevos
proyectos para la música católica y música en la liturgia.
La agenda para ese día tendría solo un punto en común para todos los invitados: concierto
de música católica en la calle.
La agenda para ese día estaba centrada en enseñar a los cadetes los cantos adecuados a cada
momento de la celebración Eucarística.
Análisis de la información: Por petición del Pbro. Rafael Indave, capellán de la Escuela
Técnica del Ejército, nos dimos a la tarea de formar a estos jóvenes cadetes que animan las
celebraciones eucarísticas, en cuanto a los cantos dentro de la liturgia, ya que ellos no
tenían ningún conocimiento e incluso utilizaban música protestante dentro de la Eucaristía.
El taller formativo dio buenos resultados y los cadetes consecutivamente usaron los
consejos que dio el equipo pastoral al momento de planear los cantos para sus misas
semanales.
La agenda del día se centraba en un punto clave, la utilización de música protestante dentro
de las actividades de la Hermandad de Emaús, no solo dentro de la eucaristía sino también
en actividades propias de la hermandad.
Análisis de la Información: después de que el equipo pastoral evidenciara con base el por
qué no se debe utilizar la música protestante dentro de las actividades de la hermandad, se
llegó a un consenso y se determinó que no se utilizará más este tipo de música, además se
encargó a los diferentes ministerios de música de Emaús a promover la música católica e
incluso crear y componer música católica de calidad.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La música dentro de la liturgia no es algo que se hace al azar, de hecho nada dentro
de la Iglesia puede hacerse al azar, ya que Dios es un Dios de orden y nos ha dado la
doctrina y la teología para encaminarla pastoralmente.
Realizar este trabajo significó mucho estudio y conocer más sobre la Iglesia que es
rica en doctrina en todos los sentidos y dejó la responsabilidad para dar a conocer todo lo
investigado a cada uno de los rincones que conforman la Diócesis de Maracay.
Utilizar la música para darle más amenidad a la celebración, para intercalarla entre
los textos, sin pensar que da lo mismo una cosa que la otra.
No pensar que si el sacerdote no sabe de música, el director del coro, o quienes
tocan la guitarra pueden cantar lo que les dé la gana, todo debe ir enmarcado en la
liturgia.
Es importante reconocer que cantar es una de las cosas que se deben promover en las
celebraciones, para crear un clima colectivo, un ambiente de oración y alabanza, para que
los sentimientos de todos entren en el corazón. Además los cantos deben ser hechos de
calidad, preocuparse por practicar el instrumento que se ejecuta, querer ser siempre mejor
por Cristo.
No se trata tampoco de cantar todo y todos bajo la premisa de que cuanto más se cante
mejor, se trata más bien de que la celebración también necesite espacios de silencio,
espacios para escuchar. Esto mismo aplica al volumen que se en los instrumentos, no se
trata de tocar al máximo sino de que cada persona que va a la celebración, pueda disfrutar
no solamente la Palabra de Dios que se renueva, sino también de los cantos que la
acompañan.
Si bien es cierto, nuestra formación no termina ahí, como interesados en que no solo los
ministerios de música de nuestra parroquia se formen en este aspecto, sino todos los
ministerios que forman nuestra diócesis y por qué no, de otras diócesis, hemos ampliado la
formación a un nivel que nos permite estar desde la comodidad de nuestras casas, pero a la
vez llegar a muchas personas y es por eso que hemos decidido usar la plataforma de
internet para hacer llegar nuestro mensaje.
Utilizando las redes sociales, se hace más efectivo hacer llegar el mensaje, de
formación de aprendizaje, de cultura, porque nuestra Iglesia está llena de cultura y tradición
y son valores que no deben perderse.