Вы находитесь на странице: 1из 13

POSIBLES CAUSAS EMOCIONALES DE LA ENFERMEDAD VENOSA.

EL CÓDIGO SOMÁTICO

El ser humano es una unidad integrada por cuerpo, mente y espíritu; por eso una
enfermedad puede representar un desequilibrio en cualquiera de esos planos y no
únicamente en aquel que se vuelve visible.

El Dr. David R. Hawkins lo explica de la siguiente manera: “Como la mayoría de personas


suprimen y rehúyen sus emociones durante toda su vida, la energía reprimida se
acumula y busca expresarse a través de la aflicción psicosomática, los trastornos
corporales, las enfermedades emocionales y la conducta desordenada en las relaciones
interpersonales”.

¿Las enfermedades psicosomáticas son enfermedades invisibles?


La relación de la mente sobre el cuerpo es bien clara. Del mismo modo que
las enfermedades físicas influyen en nuestro estado de ánimo y nos provocan temor,
miedo o preocupación, muchos problemas psicológicos provocan síntomas físicos.

"Somatizar" es la explicación común que se da a un problema psíquico o emocional que


se manifiesta en el cuerpo. Desde enfermedades gastrointestinales hasta picos de
presión se suelen asociar a trastornos emocionales.

Cuando las emociones no pueden ser expresadas, son somatizadas. Dicho de otro
modo, el conflicto psicológico a veces se transfiere al cuerpo para que sea resuelto sin
sufrimiento psíquico. A las personas se les hace complicado aceptar que es nuestra
mente la que genera esa alteración.

Así que para una recuperación plena es necesario también un trabajo introspectivo
(acompañado) que permita descubrir qué emociones o conflictos están en el trasfondo de
la enfermedad. Entonces el paciente podrá tomar conciencia de ello y ese será el primer
paso en su autoayuda, ya que, si no existe el deseo consciente de curarse, ningún
tratamiento será suficiente y el sujeto volverá nuevamente a ser tratado por lo mismo,
atribuyendo la culpa a los cuidados médicos.
Veamos algunas definiciones en términos de la somática:

EL DOLOR

Todo tipo de dolor está vinculado a un desequilibrio de orden emocional o mental, a un


sentimiento profundo de culpabilidad o de pena. Es una forma de angustia interna y, al
sentirme culpable de haber hecho algo, de haber hablado o incluso de haber tenido
pensamientos “malsanos” o “negativos”, me castigo manifestando inconscientemente un
dolor de intensidad variable.

La pregunta por plantear es: ¿Soy realmente culpable? ¿Y de qué? El dolor vivido
actualmente sólo disimula la causa verdadera: la culpabilidad. Mis pensamientos son muy
poderosos y debo mantenerme abierto para identificar bien estas culpas.

EL EDEMA
Los líquidos en el cuerpo representan las emociones, puede que retenga o reprima los
sentimientos. También puede negar los impulsos o sentir limitaciones y barreras para con
las cosas que desea verdaderamente, situación que trae desánimo y disgusto. También
puede que quiera retener a alguien o a algo, o bien del pasado o del presente y se agarró
a él o ello como a un salvavidas. Si no, “me voy a ahogar en mi pena, en mi decepción,
en mi amargura frente a los acontecimientos”.

El edema trae la necesidad de reconocer y descubrir la expresión de aquellas


emociones embotelladas y encerradas.

ESCLEROSIS

La esclerosis es una inflamación que endurece el tejido conjuntivo, el cual es necesario y


está presente en el cuerpo entero. Una persona afectada de esclerosis tiene su sistema
inmunitario atacado, porque hay deterioro del tejido conjuntivo. “Se ha perdido la
elasticidad”. Es importante tomar consciencia de que, si se está siendo afectado por esta
enfermedad, hay un ataque grave hacia sí mismo, lo cual puede hacer que la esclerosis
se extienda a la mayoría de los órganos. Esta inflamación provoca una especie de
energía ardiente que hace brotar la rabia por largo tiempo reprimida. La dureza en los
tejidos, sugiere el endurecimiento de los pensamientos y actitudes, creando así un
desequilibrio en el plano energético.

TROMBOSIS
es la formacioó n de un coaó gulo en un elemento del sistema circulatorio, ya sea una vena, una
arteria o una cavidad cardiaca. Este estado demuestra que existe un bloqueo en la
liberación y en la circulación del amor. Hay un trasfondo de soledad, se siente apenado y
tiene una profunda sensación de incapacidad frente a la vida. “Parece que la vida se le
estancó”, se siente olvidado, abandonado e incomprendido.

Genera bloqueos para protegerse de ciertas situaciones. Tiene la sensación de ya no


poder transportar amor, se vuelve inflexible; cada vez resulta más firme en su modo de
actuar y pensar, lo cual provoca el endurecimiento de las arterias. Cuando aparece en las
piernas, indica un temor a ir hacia delante, una tendencia a quedarse “fijado”, sin
movimiento.

Ahora hablemos del sistema venoso…

LAS VENAS Y LA CIRCULACIÓN

Sufrir de las venas es como decir que no se puede encontrar la alegría de vivir. La sangre
circula en nuestras venas; la sangre, es la vida, la alegría. Las várices son causadas por
una dilatación excesiva y permanente de una o varias venas, acompañada de una
alteración de la pared del vaso sanguíneo.
El vaso sanguíneo es el canal por donde circula la vida.

Por lo tanto, este es un modo de decir “no” a la vida. Así, diversos esquemas de
pensamiento corren el riesgo de aflorar a la superficie (la negligencia, la indiferencia frente
a la vida, la necesidad exagerada de atención o el deseo de querer morir)

¿Qué pasa emocionalmente?

La persona que padece de várices es aquella que desea darse más libertad y tiempo libre,
pero no sabe cómo hacerlo. Es del tipo que se hace cargo de muchas labores, aunque le
resulten pesadas y penosas, a causa de que exagera la importancia de sus
preocupaciones. Al mismo tiempo le resulta difícil realizarlas con alegría.
Frecuentemente encontramos a una persona que se obliga a permanecer en una
situación que odia.
El paciente entra en constante contradicción con su voz interior y lo que hace en su vida.
Se siente decepcionado, superado. Sin darse cuenta, vive en un estado de inercia, ya no
ve siquiera las bellas cosas que le suceden. Carece de energía, se siente vacío. No se
siente apoyado por la vida ni por su entorno y pierde las esperanzas de “seguir adelante”.

Cuanto mayor sea la sensación de pesadez que aporten las várices, más fuerte es el
mensaje que dice: “la vida me parece pesada y penosa”. Es momento de saber que no
se necesita estar dirigido por los "tienes que".

Se tiene la sensación de arrastrar un peso enorme, como el preso que debe arrastrar
constantemente su peso con sus grilletes. Normalmente se trata de una carga financiera,
o de una amenaza afectiva, cuando no se vislumbra una solución a corto plazo y esto
hace que cada día se sienta más el peso. Por eso el problema se desarrolla día tras día,
mes tras mes…

Es bueno tomar un descanso temporal sin creer que, por ello, se es irresponsable.

Las varices en las piernas aparecen frecuentemente durante un embarazo, lo cual


demuestra que ciertos temores están vinculados a este estado; la mujer embarazada,
tiene miedo de compartir este amor con otra persona, perder su individualidad en el nuevo
papel de madre.

EL CONFLICTO Y LA EXPRESIÓN DEL AMOR


Los trastornos de la circulación sanguínea se manifiestan primero en las manos y las
piernas, en las partes más externas y activas de mi cuerpo, las que me dirigen en el
universo. Una mala circulación que afecta mis piernas está vinculada a mi dirección
emocional, a las emociones en las cuales puedo contar y que amo. Cuando están
afectadas mis manos, es la expresión de mis emociones y un deseo de cesar lo que estoy
haciendo. En ambos casos, se trata de una retracción en el plano interior, la retracción de
la plena participación emocional a mi universo.

¡Acepto mirarme a la cara y sobre todo observo mi actitud frente a la vida! ¿No es la vida
bastante extraordinaria como para aprovecharla plenamente? Abro mi corazón al amor,
me asumo y me dejo guiar por la vida. Siempre sucederá lo que hay mejor para mí.

Las piernas y los pies sostienen el peso del cuerpo; dan soporte, amortiguación, y son
claves para la marcha y el equilibrio. Los trastornos en cualquiera de ellos pueden generar
obstáculos en la posibilidad de que una persona se mantenga erguida o se desplace de
forma autónoma.

La pregunta para empezar es…


¿Qué es lo que le está impidiendo avanzar? ¿Mantenerse de pie o correr?

Tanto los pies como las piernas están formados por huesos, articulaciones, músculos,
cartílagos y tendones. Cada parte puede expresar un conflicto específico, y su verdadero
significado es personal y se vinculará con la vida de cada uno. Pero a nivel general es
posible señalar que:

El pie

Representa emocionalmente la conexión con la madre tierra, nuestra posición en el


mundo. Los problemas en el pie pueden significar conflictos no resueltos en relación a la
madre o con aquello que cumpla con su función simbólica de proveer seguridad,
contención y alimento. También puede representar conflictos para avanzar en la vida, para
emprender un camino determinado, para autosostenerse, para dar un salto. Del mismo
modo también podrían revelar problemas de equilibrio emocional, seguridad o dirección.

JOB 13: 26 “¡Tú me dictas contra mí sentencias amargas y me imputas las culpas de
mi juventud, 27 tú que pones mis pies en el cepo, tú que vigilas todos mis senderos y
cercas las plantas de mis pies! 28 Así este hombre se deshace como madera
carcomida, como ropa devorada por la polilla”.
Por ejemplo: el dolor de pies puede significar la necesidad de detención, de ir más
despacio, de sanación; el "pie plano" puede manifestar la rigidez ante la vida;
las callosidades pueden expresar el temor a caminar hacia lo desconocido; o
los esguinces o torceduras pueden simbolizar desequilibrio emocional, sobre todo a la
hora de tomar decisiones.

Las piernas

Representan, la capacidad de avanzar, de tomar cambios, de seguir adelante. Los


problemas en ellas pueden señalar un miedo o dificultad para seguir andando hacia
determinada dirección; se relacionan con nuestra manera de relacionarnos con el futuro y
la capacidad de tomar impulso para ir hacia donde deseamos.

Por ejemplo: problemas de circulación pueden significar conflictos para sentir y


expresar emociones de forma positiva; o "piernas cansadas" pueden manifestar el
sentido de carga que implica hacer o no determinadas cosas en la vida.

¿Qué conflicto emocional se está viviendo?

En todos los síntomas en que exista “sangre”, deberemos irnos inmediatamente a revisar
a la familia, las relaciones familiares, comunicación familiar, estabilidad familiar, todo.

Para comprender el origen del conflicto miremos ahora lo que representan estos órganos:

 Sangre: Familia, Amor Familiar


 Venas o Arterias: Relaciones Familiares
 Corazón: Amor conyugal, Amor Familiar
El significado simbólico general podría ser entonces…

“ME SIENTO INCAPAZ DE RETENER EL AMOR”

De aquí podríamos esperar que las frases que expresan la situación emocional del
paciente serían de este tipo:

 No cuento con mis hijos, no existo para ellos


 No cuento con mis padres, no existo para ellos
 Mi familia me impide hacer cambios que yo deseo, me impide lograr mis sueños,
me limita.
 Mi familia se niega a perdonarme por aquello que hice.
 Mi vida corre peligro.
 Deseo ser reconocido por mi familia
 Mi familia, me desvaloriza constantemente
 Mi familia tiene la sangre sucia (historias familiares de crímenes, violaciones,
asesinatos, etc…
 Le he fallado a mi familia, perdí los valores que me inculcaron
 No soy digno de pertenecer a esta familia, hice algo muy malo.

¿Y POR QUÉ NO SE SANAN LOS PACIENTES?

El origen de estas heridas como vemos viene a ser el desencadenamiento de una


situación familiar difícil, al punto que el mismo paciente dura años para asistir a una
consulta, sin permitirse un buen diagnóstico y finalmente optar por un tratamiento que en
la mayoría de los casos está influenciado por sus familiares más directos.

Por el mismo abandono en que se siente, dejarse ayudar es algo muy difícil de
comprender.

Si las piernas “no han encontrado el camino” para sanarse, entonces volverán a
enfermarse, puesto que este resulta ser el estado más cómodo para el paciente, así se
puede castigar y de paso darle una lección a su familia.
Aquí es donde el médico debe ser lo suficientemente observador logrando la empatía
necesaria para entender lo que pasa y darle al paciente la confianza para salir adelante.

Es importante detectar las condiciones emocionales del paciente puesto que son
amenazas para el tratamiento que se realice.

Si la situación es difícil, es conveniente remitirlo a psicología para dar el acompañamiento


adecuado.

Вам также может понравиться