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Muy Bueno días esta semana estamos rectificando nuestro Jesed, desarrollando en nosotros

nuestro "Abraham" interior emulando las cualidades y atributos del Patriaca ABRAHAM.

El 14 de Iyar es Pesaj Sheiní, una oportunidad para realizar Pesaj a aquellos que no pudieron
realizarlo por causas de fuerza mayor, como duelo por ejemplo.

Tambien les recuerdo que el 18 de Iyar es Lag BaOmer, día en que se manifestó una gran Luz.
Con el Hilulá de Rabí Shimi´on Bar Yojai, auto del Libro del Esplendor el Zohar, recordaremos a
este gigante de la Kabaláh quien fue alumno de Raví Akivá. Recordemos que cuando un Tzadik
sale de esta realidad su influencia sobre la humanidad es mayor. Es una buena oportunidad
para adquirir el Zohar, si es que aún no lo poseen. Ese día maneceremos estudiando el Zohar y
la Mishná.

Para poder coordinar los aspectos logísticos para el Lag BaOmer, requiero con suficiente
anticipación, que ustedes me responda a la brevedad este correo indicandome si asistira o no al
Lag BaOmer. (este año 2009 cae lunes 18 de mayo, nos reuniremos con alegria, estudiaremos
el Zohar, realizaremos la conexion con el 33 del HaOmer). Inversión Bs. 50, que agradezco
cancelar a la Prof. Zoraida Rengel.

Shalom

LAG BAOMER

El día 33 de la cuenta del omer, es llamado en hebreo "Lag Baomer". Esto se debe a que el
número 33 en hebreo es representado mediante las letras lamed - que equivale a 30, y guimel -
cuyo valor numérico es 3.

Este día, que siempre cae el 18 del mes de Iar, es considerado un día especial por varios
sucesos importantes que tuvieron lugar en él, y Rabí Moshé Iserles (n. 1530 - f. Lag Baomer
1572) en sus notas adicionales al libro Shulján Aruj, escribió que en el día de Lag Baomer
debemos incrementar un poco nuestra alegría (Ramá, Oraj Jaim 493:2).

En general, los rezos del día de Lag Baomer son similares a los del resto del año. Sin embargo,
por cuanto que Lag Baomer es un día donde incrementamos nuestra alegría, está prohibido
ayunar en él. No debemos recitar el tajanún en los rezos de shajarit (matutino) y de la minjá
(por la tarde). Y asimismo el tajanún no es recitado en el rezo de minjá de la víspera.

La pregunta es: ¿Qué ocurrió en Lag Baomer por lo cual debemos incrementar nuestra alegría
en este día?

Variadas son las respuestas que encontramos entre los distintos autores. Algunas de ellas
están relacionadas directamente con Rabí Shimón Bar Iojái (sobre el cual hemos dedicado un
texto especial), mientras que otras relacionan la alegría de este día con otros episodios de
nuestra historia:

1. Porque dejaron de fallecer los alumnos de Rabí Akivá: Según algunas opiniones, los
24000 alumnos de Rabí Akivá que fallecieron entre Pésaj y Shavuot, no fallecieron
durante todos los 49 días que hay entre estas dos fiestas, sino solamente durante un
lapso de 33 días que concluyó el día 33 del omer. Y es por eso que en Lag Baomer
debemos incrementar un poco nuestra alegría.

2. Por los nuevos alumnos de Rabí Akivá: Otra opinión sostiene que la razón para la
alegría en este día es que después del fallecimiento de sus primeros 24000 alumnos, el

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gran sabio Rabí Akivá ordenó como Rabinos a cinco importantes alumnos que formó
después de aquellos tristes sucesos y que no fallecieron como los primeros. Gracias a
ellos la Torá tuvo continuidad y no fue olvidada por el pueblo de Israel. Ellos son: Rabí
Meir, Rabí Iehudá, Rabí Iosí, Rabí Shimón Bar Iojái y Rabí Elazar Ben Shamúa.

3. En honor a Rabí Shimón Bar Iojái: Por otra parte, hay quienes opinan que en un día de
Lag Baomer, Rabí Shimón Bar Iojái y su hijo Rabí Elazar salieron de la cueva en Pekiín
donde milagrosamente estuvieron escondidos durante 13 años, escapándose del
Imperio Romano que había decretado su muerte (Talmud Shabat 33).

4. Algunos años más tarde, Lag Baomer también fue el día en el que falleció Rabí Shimón
Bar Iojái después de revelar grandes secretos de la Torá y es por eso que festejamos
en Lag Baomer (Véase además nuestro texto "La Hilulá de Rabí Shimón").

5. En recuerdo del man: Acorde con la opinión de un Midrash citado por el Jatam Sofer
(Rabí Moshé Sofer, 1762 - 1839), cuando los hijos de Israel estaban en el desierto
después de haber salido de la tierra de Egipto, el man (maná) comenzó a caer el día 18
de Iar, es decir un Lag Baomer, y es por eso que festejamos en este día.

6. Porque han transcurrido 2/3 de los días de omer: El Maharshá (Morenu Harav Rabí
Shelomó Aidels, 1555 - 1632) opina que los 50 días que hay entre la fiesta de Pésaj y la
de Shavuot representan los 50 años de vida de la persona después de los primeros 20
años de juventud (ya que en promedio las personas vivían alrededor de 70 años de
vida). El motivo de la alegría en Lag Baomer es para señalar que, como enseñaron los
Sabios, si la persona ha vivido dos tercios de su vida sin pecar, no llegará a pecar en el
tercio de vida que le resta vivir. Al contar el día 33 del Omer, ya han transcurrido 32
días de la cuenta, es decir que pasaron dos tercios (sin contar el día 33), y sólo queda
por contar otro tercio, es decir 16 días más, y es por eso que festejamos en Lag
Baomer.

Por todas estas razones (y otras de acuerdo a la kabalá), y principalmente en honor a Rabí
Shimón Bar Iojái, el día de Lag Baomer es marcado con una gran alegría, y a pesar de que el
aniversario de la muerte de los justos es generalmente un día de tristeza y de ayuno, en Lag
Baomer nosotros recordamos con alegría a Rabí Shimón, ya que ésta fue su voluntad, y se
transformó en una costumbre desde tiempos pretéritos marcar el día de su desaparición con
una celebración.

LA VIDA DE RABÍ SHIMÓN BAR IOJÁI

Rabí Shimón Bar Iojái vivió en la tierra de Israel aproximadamente en el siglo II de la era
común. Él vivió en días en los que nuestro pueblo estaba atormentado por las persecuciones y
tribulaciones posteriores a la destrucción del Segundo Templo de Jerusalem, ocurrida en el año
68 de la era común a manos del Imperio Romano. Eran días en los que el “águila” romana -
insignia del imperio - oprimía con sus garras a las pequeñas naciones y minorías.

La rebelión de Bar Kojbá junto con todo el pueblo de Israel - apoyada por el gran Sabio Rabí
Akivá - había tenido un desastroso final. Eran días en los cuales Roma solamente podía

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conseguir sus propósitos desarraigando a todos los judíos de su fe y sentenciaba con la pena de
muerte a quien profesase la religión, ensañándose aún más con aquellos que la predicaban.

Escapándose del edicto romano que había decretado su muerte, Rabí Shimón Bar Iojái decidió
refugiarse junto con su hijo Rabí Elazar en el desierto y allí permaneció en una cueva de la zona
de Pekiín durante un total de trece años. En su aislamiento absoluto pudo desarrollar sus
conocimientos de Torá, analizándola minuciosamente. Meditando profundamente, Rabí Shimón
exploró la senda esotérica de la Torá, hasta llegar a dominar la “kabalá” (misticismo), registrada
en el famoso libro del "Zohar" (resplandor).

Rabí Shimón Bar Iojái estudió Torá de dos de los más grandes Sabios de aquella época: Rabí
Iehoshúa y Rabí Akivá. Sobre su grandeza en la Torá no es necesario extenderse, ya que
además de todas sus palabras recopiladas en el libro del Zohar, sólo en el Talmud y los
Midrashim encontramos más de 2200 de sus enseñanzas.

De entre todos sus apodos, encontramos que en el libro del Zohar, Rabí Shimón es llamado
"Botziná Kadishá", lo que significa: "chispa santa" o "luz santa". Además, tanto el profeta
Eliahu así como Rabí Iehudá lo llamaron "shabat". Esto se debe a que así como el shabat es
santo para D'os, así también lo es Rabí Shimón Bar Iojái.

De todas sus cualidades, una de las más admiradas era la humildad. Él llegó a afirmar que
todo aquel que tiene orgullo es considerado por D’os como si fuera idólatra, pues el hombre
debe asemejarse a una uva, que aún después de ser pisoteada en el lagar, llega a estar en
mesas de príncipes y reyes.

Al final de sus días, después de aproximadamente 80 años de vida, Rabí Shimón Bar Iojái llegó
a niveles que un ser humano normal jamás pudo llegar. El último día de su vida fue un Lag
Baomer y aquel día estuvo lleno de una gran luz de interminable alegría por la sabiduría secreta
que él reveló en ese momento a sus discípulos. Aquel día fue más largo que otros días, porque
el sol no se puso hasta que él terminó de revelarle a sus alumnos todo lo que le había sido
permitido revelar. Sólo después de que Rabí Shimón concluyera se le permitió al sol ponerse, y
cuando lo hizo, el alma pura y santa de Rabí Shimón Bar Iojái salió de su cuerpo y ascendió a
las Alturas.

LA HILULÁ DE RABÍ SHIMÓN

El día 18 de Iar , 33 de la cuenta del omer, es llamado el día de la "hilulá" de Rabí Shimón Bar
Iojái. La palabra hilulá significa: "fiesta, alegría" y denota de alguna manera la significación
especial de esta fecha.

El carácter de este día está envuelto en el misterio, en la esotérica sabiduría de los Sabios de la
kabalá de todas las generaciones. En verdad, así como esta hilulá es observada en honor de
Rabí Shimón Bar Iojái (quien falleció en este día), es también observada en honor de la Torá
que él enseñó a sus discípulos y la cual está escrita en el sagrado libro del Zohar, un libro lleno
de secretos de Torá que contiene una sabiduría a la cual no es fácil acceder.

El último día de su vida fue un Lag Baomer y aquel día estuvo lleno de una gran luz de
interminable alegría por la sabiduría secreta que él reveló en ese momento a sus
discípulos. Aquel día - tanto para el maestro como para sus discípulos - fue como el día en el
que el novio se alegra bajo la jupá, y fue más largo que otros días, porque el sol no se puso
hasta que él terminó de revelarle a sus alumnos todo lo que le había sido permitido
revelar. Sólo después de que Rabí Shimón concluyera se le permitió al sol ponerse, y cuando lo
hizo, el alma pura y santa de Rabí Shimón salió de su cuerpo y ascendió a las Alturas, como es
descripto en el libro del Zohar.

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Es por eso que en honor a Rabí Shimón Bar Iojái, el día de Lag Baomer es marcado con una
gran alegría. A pesar de que el aniversario de la muerte de los justos es generalmente un día
de tristeza y de ayuno, en Lag Baomer nosotros recordamos con alegría a Rabí Shimón, ya que
esta fue su voluntad.

Tal vez, esto se pueda explicar de la siguiente manera: cuando un justo fallece el mundo carece
de algo, pues hasta ahora los méritos y las buenas acciones de ese justo protegían al mundo y
a sus habitantes, pero ahora que ese justo falleció las personas deberían ayunar para provocar
el arrepentimiento, pues ahora carecen de la protección que ese hombre les proporcionaba.

Pero cuando Rabí Shimón falleció el mundo no perdió nada, pues a pesar de que él ya no
estaba, en el día de su fallecimiento él reveló grandes secretos de la Torá y de alguna forma el
mundo tuvo una compensación por esa pérdida.

Al comienzo, el gran kabalista Rabí Itzjak Luria (el "Arí zal", 1534 - 1572) enseñó a las personas
la gran virtud de regocijarse en este día. Luego, los maestros jasídicos - discípulos del Baal
Shem Tov - siguieron las pasos de aquellos que estaban dentro de la kabalá y fortalecieron esta
costumbre. Lag Baomer se convirtió así, en un día en el cual la memoria de Rabí Shimón Bar
Iojái es recordada, y distintos rezos y súplicas son ofrecidos para que su mérito ayude al pueblo
de Israel y su luz brille en nuestra nación.

Desde tiempos antiguos hasta el presente, ha sido costumbre en Lag Baomer prender velas en
las sinagogas y formar parte de actividades festivas públicas en el poblado de Merón, cerca de
la ciudad de Tzefat (Safed) en la Galilea, donde Rabí Shimón y su hijo Rabí Elazar están
enterrados. Las personas venían de todos lados y encendían antorchas y fogatas para
conmemorar este día.

La costumbre de los niños, de jugar con arcos y flechas en Lag Baomer, tiene su origen en el
hecho de que en los días de Rabí Shimón Bar Iojai nunca se vió en el cielo el arco iris. Su
mérito personal fue tan grande que protegió al mundo de las calamidades y D'os no tuvo la
necesidad de mostrarle al mundo "la señal del arco iris", que más allá de la razón física,
aparece cuando los habitantes del mundo pecan, para recordarles el Pacto de D'os con
Su mundo, de que éste no será sometido a otra catástrofe como la del diluvio. Con la muerte
de Rabí Shimón, otra vez tenemos motivos para temer, pues si no fuese por la "señal del arco
iris", tal vez nuestros pecados verdaderamente causarían otro desastre para la humanidad y el
mundo.

LAG BAOMER: En alabanza de Rabí Shimon Bar Iojai

Sólo al Rabí Shimón bar Iojai se le otorgó el permiso para revelar los grandes misterios
contenidos en la Enseñanza Oculta (cf. Zohar III:124b)

Antes del fallecimiento del Rabí Akiva, este gran maestro del Pueblo Judío llamó a sus dos
discípulos más amados, el Rabí Shimón bar Iojai y el Rabí Meir. Le preguntaron al Rabí Akiva
cuál de los dos lo reemplazaría. El Rabí Akiva les dijo, "Rabí Meir tomará su posición como
cabeza de la Ieshivá." Entonces, volviéndose hacia el Rabí Shimón le dijo, "Es suficiente con
que tu Creador y yo sepamos del nivel de tu grandeza" (Ierushalmi, Sanedrín 2).

Dijo el Rabí Shimón, "Yo tengo el poder de corregir al mundo entero; puedo hacer que el
mundo sea exceptuado del Juicio" (Suká 45b).

El Rabí Shimón estaba dejando la cueva donde él y su hijo el Rabí Elazar habían estado ocultos
de los romanos durante treinta años. Estaban hablando sobre la rectitud que existe en el

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mundo cuando el Rabí Shimón dijo, "Es suficiente con que tú y yo estemos en el mundo." Otra
vez dijo, "Yo tengo suficiente mérito como para el mundo entero" (Shabat 33b; Suká 45b).

El Rabí Shimón bar Iojai fue el Cimiento del mundo, el Verdadero Tzadik.

Estas enseñanzas sólo revelan una muy pequeña parte de la grandeza del Rabí Shimón bar Iojai
y sólo dan un atisbo parcial del verdadero beneficio que trajo al mundo. Siendo así, pregunta el
Rabí Natán: El día 33 de la Cuenta del Omer celebramos el fallecimiento del Verdadero Tzadik
(justo), el Rabí Shimón bar Iojai.

Esto en sí mismo es algo asombroso, una evidente contradicción. ¿Cómo podemos celebrar y
disfrutar del Lag BaOmer, cuando de hecho es el recuerdo del día en que tan gran bien y
beneficio fue quitado del mundo? ¿Qué clase de celebración es ésta? Por el contrario,
deberíamos rasgar nuestras vestimentas, como con la destrucción del Templo; tal como
enseñan nuestros Sabios, "¡El fallecimiento de un Tzadik es más severo aún que la destrucción
del Templo!"

Para responder a ésto, el Rabí Natán cita el versículo, "El Tzadik perece, mas ninguno hace caso
de ello; y los hombres piadosos mueren, sin que nadie entienda que el Tzadik es quitado a
causa de la injusticia" (Isaías 57:1). Enseñan nuestros Sabios que el más grande Tzadik fallece
antes de que se presente el mal en el mundo. Para ellos ésto es una bendición; pues así no
deberán presenciar el gran sufrimiento decretado por el Cielo y sus ojos no vean la multitud de
problemas que le están por suceder al Pueblo Judío (Sanhedrín 113b).

El Rabí Natán continúa explicando que los poderes de "los Tzadikim son mayores luego de su
fallecimiento que cuando estaban con vida" (Berajot 18a). Si examinamos el propósito esencial
del Tzadik en esta vida, vemos que todos sus esfuerzos están dirigidos a corregir a los Judíos y
traer el bien, tanto físico como espiritual. Es a través del Tzadik que llegan la abundancia de
riquezas y el sustento, la abundancia de Torá y el arrepentimiento. Sin embargo, mientras el
alma del Tzadik habita en un cuerpo, ella se encuentra restringida. Esto es debido a que, por
definición el cuerpo constituye una limitación física. De modo que el Tzadik se encuentra
impedido de elevarse a los niveles más elevados y la abundancia que trae está gobernada por
esta restricción. Y hasta que su alma se libere del cuerpo que la encierra, su influencia sólo
puede llegar hasta allí.

Y ésta es la causa por la cual se celebra en Lag BaOmer. Es verdad que este es el día en que el
Rabí Shimón bar Iojai dejó este mundo. Pero el Rabí Shimón está en el cielo; el Rabí Shimón es
espiritual. Si durante su vida tuvo el suficiente mérito como para mantener la existencia del
mundo, ¿cuánto más ahora que ya no está restringido por lo físico? Ahora sus poderes pueden
alcanzar alturas y niveles incomprensibles para nosotros, de modo que la abundancia y el
beneficio que puede traer al mundo sobrepasa en mucho todo aquello que le hubiera sido
posible en vida.

Esta es la explicación del versículo, "El Tzadik perece... a causa de la injusticia..." Todo el ser
del Tzadik está dedicado a destruir y combatir el mal. Sin embargo, su habilidad para hacerlo se
encuentra limitada por su cuerpo físico. De modo que Dios quita a este Tzadik del mundo antes
de la llegada del mal.

Esto es para que el cuerpo del Tzadik ya no siga restringiendo sus esfuerzos para ayudar a los
Judíos. En el cielo, él está libre para mitigar los duros decretos. Y es esta la verdadera razón
para la gran celebración de Lag BaOmer. El Día 33 del Omer, muchos, muchos años atrás, los
poderes del Rabí Shimón bar Iojai para traer ayuda y salvación a todo Israel fueron
multiplicados (Likutey Halajot, Hejsher Keilim 4).

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El Día 33 de la Cuenta del Omer celebramos la festividad llamada Lag BaOmer. Relata el
Talmud que el Rabí Akiva tenía 24.000 discípulos, todos los cuales eran muy grandes rabinos. El
mismo Rabí Akiva era uno de los más grandes rabinos del Talmud. Pero, durante este período
de 33 días, los 24.000 discípulos fallecieron debido a que no se trataban respetuosamente entre
sí. Al morir ellos, el mundo quedó desolado, hasta que el Rabí Akiva le enseñó la Torá a cinco
nuevos discípulos: el Rabí Meir, el Rabí Shimón bar Iojai, el Rabí Iosi, el Rabí Nejemías y el Rabí
Iehuda. Fueron estos grandes Tzadikim los responsables de restaurar, más tarde, toda la Torá.
Ellos son precisamente los rabinos de la Mishná (Iebamot 63a).

Explica el Rabí Natán que durante los Días del Omer, trabajamos para purificarnos y poder así
recibir la Torá. La Torá fue recibida originalmente a causa de la unidad imperante entre los
Judíos al llegar al Monte Sinaí, donde se presentaron como con un solo corazón (Rashi, Exodo
18:1). Los discípulos del Rabí Akiva no tenían esa amistad ni unidad y murieron durante este
período de la Sefirá. Los siguieron el Rabí Shimón bar Iojai y sus discípulos, un grupo muy
cercano y unido.

El gran amor y unidad manifestados entre el Rabí Shimón bar Iojai y sus discípulos, de lo cual
encontramos referencias todo a lo largo del Zohar, es lo que trajo la rectificación de los
primeros 24.000. La grandeza de Lag BaOmer reside en el hecho de que representa la
finalización del período de duelo. Mediante la fuerza espiritual y el poder del Rabí Shimón bar
Iojai y gracias a la unidad y paz que reine entre los Judíos, será posible rectificar hasta las más
grandes pérdidas y tragedias ocurridas al Pueblo Judío (Likutey Halajot, Rosh Jodesh 6).

Los pensamientos originales de Torá proveen de una gran luz espiritual al mundo. Pero a esta
luz, que emana del Ein Sof (el Infinito), sólo puede hacérsela descender y traer a este mundo
mediante restricciones y limitaciones. De otro modo, es algo demasiado abrumador para que el
hombre pueda apreciarla. Pues el hombre simplemente carece de la "fuerza" espiritual
adecuada. Una forma de adquirir esta "fuerza" es uniéndose a otros Judíos. Esto en sí mismo es
una forma de auto restricción en aras del grupo. Así podemos entender por qué fallecieron los
24.000 discípulos del Rabí Akiva. Cada uno de ellos eran extraordinarios por sí mismo y recibió
muchos pensamientos de Torá de su ilustre maestro. Estos pensamientos de Torá les trajeron
una gran luz pero ellos fueron incapaces de mantenerla. ¿Por qué? Pues no había amor ni
armonía entre ellos. Les faltaban los lazos que les hubieran dado la "fuerza" para absorber la
gran luz de la Torá y recibirla como una bendición. Fue como resultado de ello, que fallecieron.
Y su muerte tuvo lugar precisamente durante el período de la Sefirá, momento en el que
deberíamos estar tratando de rectificarnos para poder recibir la Torá.

El Rabí Shimón bar Iojai y su grupo de discípulos eran muy diferentes a los discípulos del Rabí
Akiva. Su mismo modo de relacionarse era una rectificación. Y mediante la "fuerza" que sus
lazos de amor hubieron creado, el Rabí Shimón fue capaz de hacer descender una gran luz.
Esta fue la revelación del Zohar, la fuente básica de la Kabaláh tal como la conocemos hoy en
día. Y estos discípulos no sólo fueron capaces de recibir la brillante luz de los pensamientos de
Torá de su maestro sin ser dañados, sino que las revelaciones de la Grandeza de Dios traídas
por el Rabí Shimón constituyeron una rectificación tan increíble que incluso hoy en día, no
importa dónde haya caído espiritualmente una persona, siempre puede retornar a Dios. Es por
ésto que el Profeta Eliahú le dijo al Rabí Shimón que sus enseñanzas - el Zohar - sacarían del
exilio a los Judíos

(Likutey Halajot, Minja 7).

LAG BAOMER Y SUS LEYES Y COSTUMBRES

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1. El 18 de Iyar, día 33 del Omer, en Hebreo Lag Baomer, es el aniversario del fallecimiento
(Petirá) de Rabí Shimón Bar Yohay, autor del Zohar Hakadosh. Se celebra como día de la Hilulá
(ascensión al Cielo) de Rabí Shimón, que significa casamiento y unión de este gran justo con su
Creador.

Aunque los días de la desaparición de los Tsadikim (justos) de este mundo sean días que
deberían ser acompañados más bien por ayunos, la voluntad de Rabí Shimón Bar Yohay fue
que el día de su Petirá fuese observado cada año con manifestaciones de alegría y de fiesta en
un ambiente de Mitsvá y de Kedushá (santidad). La tradición cuenta que en ese día una luz
resplandeciente iluminó la casa de Rabí Shimón en presencia de sus prestigiosos discípulos y, a
la puesta del sol, este gran Maestro rindió su alma al Creador.

2. Según la tradición es en Lag Baomer que tuvo fin el período de gran rigor Divino durante el
cual murieron veinte y cuatro mil discípulos de Rabí Akivá, por lo cual se observa un cierto
duelo hasta esa fecha.

No se dice Tahanún en Lag Baomer, y a partir de ese día se pueden celebrar bodas. Se permite
cortarse el cabello y la barba desde el día siguiente por la mañana.

3. La noche de Lag Baomer, se suele alumbrar las sinagogas con muchas luces y velas.

4. Después de la oración de Arbit, se acostumbra estudiar el Zohar y leer en particular el trozo


relativo a la desaparición de Rabí Shimón Bar Yohay, seguido del canto místico en su honor: Bar
Yohay Ninuhahta Ashreja.

5. En Erets Israel, se celebra Lag Baomer con cantos y bailes alrededor de fogatas encendidas
en honor de Rabí Shimón Bar Yohay.

Tomado de Creciendo con TORÁH. (Torah.org)

LOS SIETE ASPECTOS DE SANTIDAD

Examinemos ahora los vínculos con D'os que nos hacen humanos - los siete aspectos
expresivos de santidad. Cada uno de estos siete aspectos se relaciona con una de las siete
semanas de la sefirat haomer.

El primero es jesed, "benevolencia".

Mientras que los impulsos del cuerpo están dirigidos hacia uno mismo, aquellos del
alma están dirigidos hacia afuera, hacia otros. Nosotros amamos a quien damos
porque ellos confirman la existencia de nuestra espiritualidad. Nosotros vemos nuestro
más alto "yo" reflejado en ellos.

1. El segundo es guevurá, "fuerza" o "poder".

Esto se refiere específicamente a fortalecer el alma de uno para sobrepasar los


obstáculos que están delante de ella. Nosotros tenemos la capacidad de vivir por
nuestras metas, y hacer sacrificios para obtenerlas. La meta final de cada judío es ser
una fuente de luz. En función de llegar a esto, debemos someter nuestro ego y deseos
a la inspección minuciosa de la Torá de D'os.

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2. El tercero es tiferet, "belleza".

La belleza es creada a través de la armonía y el contraste - eso es cuando nosotros


hacemos una "unión". Cuando nos convertimos en personas con el valor de la verdad,
nuestras palabras, pensamientos y acciones se unen. Sólo los humanos pueden
mentir. La razón para esto es que sólo los humanos tienen la posibilidad de crearse a
sí mismos de alguna manera. Usando las palabras del Maharal de Praga: "nosotros nos
damos a luz a nosotros mismos". Cuando nosotros mentimos caemos en nuestro deseo
animal de la comodidad y la facilidad. Cuando nosotros decimos la verdad, nos
reconectamos con la realidad trascendental de D'os y elegimos ser auténticos como
seres humanos.

3. El cuarto es netzaj, "infinidad".

Cualquiera que alguna vez haya resistido el deseo de obtener gratificación inmediata ha
tocado esta cualidad. Es la fuente de la esperanza y la aspiración de crecimiento.

4. El quinto es hod, "esplendor".

En hebreo hod es un sustantivo que significa literalmente "esplendor", pero como verbo
significa "confesar" y "agradecer". Como seres humanos nosotros podemos ser
movidos por el esplendor, ya sea que su fuente sea espiritual o física. Nuestra
habilidad para ser verdaderamente sensibles en este sentido es lo que nos inspira a
expresar agradecimiento. Frecuentemente nosotros nos resistimos a permitirnos ser
agradecidos por la fragilidad de nuestra autoestima. Cuando nosotros comenzamos el
día con las palabras Modé Aní - Te agradezco", estamos expresando nuestro
agradecimiento a D'os, y simultáneamente nos vemos a nosotros mismos como
creaciones merecedoras de vida.

5. El sexto es iesod, "fundación".

Esto se refiere a nuestra habilidad para vincularnos. Este aspecto es llamado


"fundación" porque es la fundación misma de todas las interacciones. Lo que nosotros
buscamos finalmente en las relaciones es bondad. Inevitablemente si tendríamos que
elegir una característica en una futura pareja, sería una característica espiritual. Para
algunos de nosotros sería compasión, para otros sería honestidad o sensibilidad. Si
nosotros vemos nuestro propio bien reflejándose hacia nosotros, nosotros amamos a la
otra persona aún más. Lo que esto nos está diciendo es que lo que estamos buscando
es un análisis final, es un vínculo espiritual. Nosotros estamos buscando la cara de
D'os.

6. El atributo final es maljut, "reinado".

Esto se refiere a nuestra habilidad de hacer existir el reinado de D'os en el mundo más grande
y en nuestros propios corazones. La manera de hacer esto es mediante el reconocimiento de
que nuestras misiones son de significado infinito; al mismo tiempo nosotros mantenemos la
humildad que viene como resultado de saber qué pequeño trozo de infinidad podemos
individualmente llamarnos a nosotros mismos.

Las siete semanas entre Pésaj y Shavuot tienen el potencial espiritual de darnos la habilidad de
hacer que nuestras historias se d. Nosotros podemos hacer que cada día cuente, y ser más
humanos de lo que jamás hubiésemos imaginado.

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Material de Tora. Org. recopilado por el CEDIH 2005

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