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MASAJE INFANTIL
“El disfrutar de la proximidad del cuerpo, le va a ayudar a entender mejor a su hijo, a darle amor y seguridad. Un niño que recibe
mucho amor puede posteriormente, con completa confianza, seguridad en sí mismo y sensibilidad, relacionarse con otras
personas y dar amor”.
El masaje es tan antiguo como el ser humano y una antigua tradición en muchas culturas del
mundo. Estudios de investigación revelan la necesidad del contacto afectivo como parte
fundamental de los primeros años de vida, y el masaje infantil es uno de los más agradables y
fáciles métodos para establecer este primer contacto.
El masaje infantil es una técnica sutil, tierna y agradable, que por medio de la estimulación táctil
nos permite comunicar de una forma intensa con el mundo corporal y emocional del niño.
Es el arte de la comunicación a través de las miradas, las sonrisas, el contacto, las palabras, el
juego, que nos acercan a cada bebé tan único.
El tacto es un poderoso medio para el desarrollo fisiológico, psicológico y emocional del bebé. Es
un nutriente que beneficia tanto al bebé, como a los padres y madres y/o personas más cercanas
a él, estimulando y fortaleciendo los vínculos afectivos y la escucha mutua.
1. Estimulación
2. Relajación
3. Alivio
Ayuda a aliviar las molestias del cólico, gas, dentición, congestión bronquial, y a bajar los
niveles de estrés emocional.
Favorece que el bebé a experimentar contacto afectivo en áreas de su cuerpo que han sufrido
traumas físicos por intervenciones médicas.
4. Interacción
MINISTERIO DE EDUCACIÓN PÚBLICA
CENTRO DE APOYO EN PEDAGOGÍA HOSPITALARIA HOSPITAL NACIONAL DE NIÑOS
DR. CARLOS SÁENZ HERRERA
Tels 2258-6960 ó 2523-3600 Ext. 4584 ó 4585
Correo electrónico ceaph1955 @gmail.com
Después de un mes de masaje diario antes de la hora de dormir, los padres muestran más
interacciones con sus bebés.
Fortalece el vínculo emocional a través del tacto.
El bebé se siente respetado y escuchado cuando sus vocalizaciones o llantos son respondidos y
respetados.
Promueve un espacio de atención individualizada y amorosa entre el padre/madre y el niño.
Es necesario que la habitación en la cual se va a realizar el masaje, sea calurosa, sin ruidos y
tenuemente iluminada.
El masaje se puede hacer en el suelo, en la cama, en una mesa, o donde se considere que el
bebé se va a sentir cómodo y seguro.
Se puede aplicar en la mañana, ya que tanto la madre como la niña o el niño han desayunado,
y se encuentran preparados para iniciar un nuevo día.
En las tardes se podría aplicar el masaje como una forma de que el niño o niña logren liberar
los últimos restos de energía.
La persona que va a realizar el masaje se debe encontrar tranquila, relajada y disponer del
tiempo necesario, ya que el masaje debe realizarse con calma, transmitiendo cariño y no
angustia o sensación de prisa.
Caliente sus manos, frotándolas con el aceite, antes de tocar a su bebé. Tenga siempre el
aceite en un envase abierto para untar los dedos de una mano, mientras que la otra
permanece en contacto con el bebé.
Comience el masaje con un tacto muy suave y gradualmente aumente la presión a medida que
usted tiene más confianza y su bebé se acostumbra a ser masajeado.
Mientras masajea al bebé, es importante que le hable suavemente, ya que es un proceso de
comunicación y de intimidad importante.
Realizar movimientos amplios, lentos y rítmicos que resulten estimulantes y agradables.
¿Qué elementos son necesarios para dar el masaje en las mejores condiciones posibles?
Se debe solicitar permiso al bebé, explicándole además, lo que se va a realizar, de manera que
éste se sienta más seguro, se recomienda indicarle al bebé que “llegó el momento del masaje”
y luego preguntarle ¿Te puedo dar un masaje ahora?
Seguidamente, se le puede mostrar las manos con aceite, para que de esta forma el bebé
relacionen la palabra masaje con la colocación de las manos (frotarlas).
Es necesario que respire profundo y cree un ambiente de tranquilidad y armonía para el bebé.
Poesías
Bibliografía:
Schneider, V. (2007). Masaje infantil. Guía práctica para el padre y la madre. Barcelona, España.
Editorial: Medici.