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Los fármacos hipnóticos más usados

A continuación describiremos los grupos de medicamentos hipnóticos más comunes en el


presente y en la segunda mitad del siglo XX. Aunque hoy en día los análogos
benzodiazepínicos son el tratamiento farmacológico de elección para el insomnio, en
algunos lugares se siguen utilizando hipnóticos clásicos como las benzodiazepinas y los
barbitúricos.
Es importante tener en cuenta que no todos estos fármacos se utilizan para tratar el
insomnio, sino que algunos de ellos son medicamentos muy potentes y específicos para el
manejo de otras alteraciones. Incluimos estos casos en el listado a causa de la significación
de los efectos hipnóticos asociados a su consumo o de su relevancia en la historia de los
somníferos.

1. Benzodiazepinas

Las benzodiazepinas incluyen algunos de los fármacos más utilizados para tratar los
síntomas de insomnio, especialmente las variantes de vida corta. Sin embargo, el consumo
a largo plazo de estos medicamentos conlleva riesgo de dependencia y de síndrome de
abstinencia, ya que actúa de modo similar al alcohol, e igual que éste acaba alterando
el sueño.
El uso de las benzodiazepinas como hipnóticos se encuentra en declive desde los años 90,
época en que se desarrollaron los análogos benzodiazepínicos, a los que nos referiremos
en el apartado siguiente. Actualmente los fármacos de esta clase se utilizan sobre todo para
tratar síntomas de ansiedad y de abstinencia de alcohol durante periodos breves de tiempo.
Vias de administración
Oral: es la vía más utilizada para las benzodiazepinas, ya que son moléculas con buena
absorción en el tubo digestivo.
Sublingual: es una vía más directa para la llegada a la circulación sistémica. Las drogas
utilizadas en esta vía son lorazepám, alprazolám y clonazepám
Intramuscular: La benzodiazepina de elección para el uso intramuscular es el lorazepám.
También se utiliza el midazolám Hojas Clínicas de Salud Mental Nº 2 30 como hipnótico.
El resto tiene una absorción imprecisa por esta vía.
Endovenosa: Se utiliza en situaciones de agitación extrema para lograr una sedación
rápida: diazepám, lorazepám, midazolám
2. Análogos benzodiazepínicos (fármacos Z)

Los análogos benzodiazepínicos son fármacos con propiedades muy similares a las de las
benzodiazepinas, si bien no pueden ser clasificados en dicho grupo por tener una estructura
química distinta. En los últimos años se han convertido en los hipnóticos más
utilizados en muchos lugares del mundo dado que se les ha atribuido una alta seguridad.
En esta categoría destacan principalmente tres medicamentos: el zolpidem, el zaleplon y la
eszopiclona. Otro de los fármacos Z más conocidos, la zopiclona, ha sido retirado en
algunos países a causa de sus efectos secundarios, que por otra parte no son muy distintos
de los de las benzodiazepinas.

3. Antagonistas de los receptores de orexina

Diversos medicamentos recientes tienen efectos antagónicos en los receptores del


neuropéptido llamado orexina o hipocretina, que se asocia con la alerta y con la vigilia,
así como con el apetito. El grado de efectividad de estos fármacos aún está por valorar, si
bien se ha aprobado el uso del Suvorexant y la investigación en torno al Lemborexant es
prometedora.

4. Barbitúricos

Los barbitúricos eran los medicamentos más comúnmente utilizados para tratar el insomnio
hasta la aparición de las benzodiazepinas, que provocan menos efectos secundarios. En la
actualidad distintos tipos de barbitúricos se usan como anestésicos quirúrgicos y como
anticonvulsivos en casos de epilepsia, pero su aplicación como hipnóticos se ha vuelto
muy inusual.
El consumo continuado de estos fármacos conlleva un elevado riesgo de dependencia física
y psicológica, que a su vez explica el intenso síndrome de abstinencia asociado a los
barbitúricos. Otro factor que contribuyó a la pérdida de popularidad de estos medicamentos
fue el preocupante número de suicidios debidos a sobredosis.

5. Quinazolinonas

Las quinazolinonas son compuestos químicos con propiedades médicas diversas: pueden
tener efectos antiinflamatorios, analgésicos, antibacterianos, antifúngicos y
anticonvulsivos. Además se han investigado las propiedades anticancerígenas de algunas
quinazolinonas, como el Idelalisib, si bien estos estudios se han abandonado a causa de los
efectos secundarios.
En las décadas de 1960 y 1970 fue muy popular la Metacualona, más conocida por su
nombre comercial “Quaalude”. Este fármaco hipnótico era muy utilizado como droga
recreativa durante esta época, especialmente en los clubs nocturnos.

6. Anestésicos

Los medicamentos que se usan como anestésicos frecuentemente son considerados


miembros de la misma categoría que los hipnóticos y los sedantes. Dentro de este grupo
encontramos el propofol, el etomidato y la ketamina; los dos primeros se administran
con frecuencia a personas, mientras que la ketamina es más utilizada en la medicina
veterinaria.

7. Cannabinoides

Los compuestos químicos derivados del cannabis, como el tetrahidrocannabinol y el


cannabidiol, se utilizan en ocasiones como psicofármacos a causa de sus propiedades
sedantes, hipnóticas y analgésicas. En los últimos años se han desarrollado
medicamentos a partir de la marihuanaque comportan un riesgo de dependencia
relativamente bajo.

8. Melatonina

La melatonina es una hormona que interviene en la regulación de los ritmos biológicos,


especialmente en el ciclo sueño-vigilia. En la actualidad existen medicamentos basados en
la melatonina que se utilizan como tratamiento alternativo para el insomnio; no
obstante, y a pesar de la facilidad de acceso a estos productos, deben usarse con
prescripción médica

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