Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
1. Benzodiazepinas
Las benzodiazepinas incluyen algunos de los fármacos más utilizados para tratar los
síntomas de insomnio, especialmente las variantes de vida corta. Sin embargo, el consumo
a largo plazo de estos medicamentos conlleva riesgo de dependencia y de síndrome de
abstinencia, ya que actúa de modo similar al alcohol, e igual que éste acaba alterando
el sueño.
El uso de las benzodiazepinas como hipnóticos se encuentra en declive desde los años 90,
época en que se desarrollaron los análogos benzodiazepínicos, a los que nos referiremos
en el apartado siguiente. Actualmente los fármacos de esta clase se utilizan sobre todo para
tratar síntomas de ansiedad y de abstinencia de alcohol durante periodos breves de tiempo.
Vias de administración
Oral: es la vía más utilizada para las benzodiazepinas, ya que son moléculas con buena
absorción en el tubo digestivo.
Sublingual: es una vía más directa para la llegada a la circulación sistémica. Las drogas
utilizadas en esta vía son lorazepám, alprazolám y clonazepám
Intramuscular: La benzodiazepina de elección para el uso intramuscular es el lorazepám.
También se utiliza el midazolám Hojas Clínicas de Salud Mental Nº 2 30 como hipnótico.
El resto tiene una absorción imprecisa por esta vía.
Endovenosa: Se utiliza en situaciones de agitación extrema para lograr una sedación
rápida: diazepám, lorazepám, midazolám
2. Análogos benzodiazepínicos (fármacos Z)
Los análogos benzodiazepínicos son fármacos con propiedades muy similares a las de las
benzodiazepinas, si bien no pueden ser clasificados en dicho grupo por tener una estructura
química distinta. En los últimos años se han convertido en los hipnóticos más
utilizados en muchos lugares del mundo dado que se les ha atribuido una alta seguridad.
En esta categoría destacan principalmente tres medicamentos: el zolpidem, el zaleplon y la
eszopiclona. Otro de los fármacos Z más conocidos, la zopiclona, ha sido retirado en
algunos países a causa de sus efectos secundarios, que por otra parte no son muy distintos
de los de las benzodiazepinas.
4. Barbitúricos
Los barbitúricos eran los medicamentos más comúnmente utilizados para tratar el insomnio
hasta la aparición de las benzodiazepinas, que provocan menos efectos secundarios. En la
actualidad distintos tipos de barbitúricos se usan como anestésicos quirúrgicos y como
anticonvulsivos en casos de epilepsia, pero su aplicación como hipnóticos se ha vuelto
muy inusual.
El consumo continuado de estos fármacos conlleva un elevado riesgo de dependencia física
y psicológica, que a su vez explica el intenso síndrome de abstinencia asociado a los
barbitúricos. Otro factor que contribuyó a la pérdida de popularidad de estos medicamentos
fue el preocupante número de suicidios debidos a sobredosis.
5. Quinazolinonas
Las quinazolinonas son compuestos químicos con propiedades médicas diversas: pueden
tener efectos antiinflamatorios, analgésicos, antibacterianos, antifúngicos y
anticonvulsivos. Además se han investigado las propiedades anticancerígenas de algunas
quinazolinonas, como el Idelalisib, si bien estos estudios se han abandonado a causa de los
efectos secundarios.
En las décadas de 1960 y 1970 fue muy popular la Metacualona, más conocida por su
nombre comercial “Quaalude”. Este fármaco hipnótico era muy utilizado como droga
recreativa durante esta época, especialmente en los clubs nocturnos.
6. Anestésicos
7. Cannabinoides
8. Melatonina