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RÉGIMEN DEVOCIONAL
A la victoria permanente
Por:
WALTHER
Que alumbre los ojos de vuestro corazón, para que conozcáis la esperanza a que fuisteis
llamados, la riqueza de su gloriosa herencia en los santos...”
Efesios 1:17,18
www.heraldohispano.jimdo.com
"Si queremos ser heroicos durante la noche de horror que sufrirá el pequeño residuo, no
tenemos más que crear ahora conciencia de ello, todo descuido actual de los deberes y
las ventajas, lo pagaremos muy caro, para toda la eternidad sin fin"
Walther
Introducción
Sin duda las circunstancias geo políticas, sociales, morales y religiosas en la actualidad y
las amenazas globales retenidas por los cuatro vientos son poco percibidas por las
mayorías. Éstas circunstancias están poniendo en peligro la vida de cada miembro nominal
del así llamado remanente. Estas cosas nos dicen a todas voces que el tiempo de
preparación llega a su término. Un tiempo por lo demás despilfarrado e ignorado, un
tiempo subestimado por la gran masa de negligentes militantes de un movimiento que
abierta y groseramente está dando la espalda a aquel que una vez prometió volver y
envolver todo elemento en fuego. Al parecer las advertencias sobre destrucción o las
señales que pasean frente a nuestras narices no son suficiente para lograr una reacción, ni
individual ni colectiva que esté a la altura de las circunstancias.
Todo aquel que públicamente se ha identificado como parte integrante y activa de aquel
glorioso movimiento religioso que vio su nacimiento por el año 1844 e incluso antes, que
se identifica con los pilares que se fueron apuntalando en el trascurso de esa
“Del RÉGIMEN DEVOCIONAL a la victoria permanente”- Por: W A L T H E R - Pág. 2
extraordinaria experiencia de avivamiento y reforma espiritual, debe considerarse
miembro de la iglesia militante. El varón o dama que conoce, vive y difunde la última
amonestación para la tierra (Apoca. 14:6-12), es integrante y debe considerarse así,
miembro de la iglesia militante (compuesta por seres humanos, por ende visible), esté
donde esté y en las circunstancias más diversas, en las condiciones más variadas, en el
país más lejano, en tierra o mar, sea débil o fuerte en la fe, sea cual sea la responsabilidad
o el lugar que ocupe en la congregación de creyentes, adhieras o no a una organización
cristiana establecida y reconocida por el estado, eres miembro de la iglesias del Señor!
Eres un adventista del séptimo día!
“Apenas sientan las pisadas del Dragón, en el mismo instante que perciban su presencia,
dejen todo lo que hacen y láncense desesperadamente a la trinchera de la oración en
busca de protección”
Walther
Me gustaría compartir algunas medidas que como obrero del Señor tiempo completo en
el ministerio adventista del séptimo día MCFI, he esbozado para beneficio de la iglesia. Y
como señalaba antes, las circunstancias ameritan medidas decididas, para lograr en corto
tiempo la preparación adecuada. Éstas medidas son sencillas y requieren de un régimen
disciplinado de devoción y sumisión. La pregunta que cabe hacerse es: ¿Sumisión a que o
a quién?; ¿Devoción a que o a quién?, pero antes de responder estas y otra preguntas, voy
a contextualizar.
Una de las batallas más cruentas y fastidiosas a las cuales debemos hacer frente es a
nuestra propia naturaleza caída, seductora, insistente, rebelde, poderosa, y que por sobre
todo nos lleva años de ventaja, ganando cada vez más terreno, codo a codo , palmo a
palmo avanza sin encontrar una resistencia heroica y determinada y, como estamos
hablando de una batalla, pues corresponde y es oportuno referirnos a ésta dura
experiencia en términos militares, pues esa es la naturaleza de la situación, bélica, donde
el enemigo no escatima esfuerzos ni medios para lograr la victoria, es más, nuestra misma
naturaleza es una traidora, una infiltrada, una vendida, (Romanos 7:24) pues ella es
sumisa a nuestro enemigo, ella no está de nuestro lado, tenemos al enemigo en nuestra
propia casa, ella ha sido seducida, la han hecho sentir cómoda, confortable, está cegada
por las galanterías del enemigo!
La carne irregenerada, el cuerpo mortal es como una yegua salvaje, quiere ser libre y huye
del lazo restrictivo, ella busca y desea insaciablemente la propia satisfacción que
encuentra en recorrer valles y montes y galopar a la velocidad del viento. Su reacción
puede ser violenta si no se logra frenar su loca carrera, luchará por su libertad, cada fibra
de su cuerpo resistirá a muerte, no considerará los daños físicos que puedan acarrearle la
violenta lucha, la desesperación y ansias inhibirán el dolor, la libertad bien vale la pena la
resistencia frontal, a ver si con algo de perseverancia logra cortar el lazo, o ganar en fuerza
a sus capturadores. No soporta la idea de vivir rodeada de un cerco, someterse a un
tratamiento de adiestramiento. Razona ella: “Si me logran encerrar, no será por mucho
tiempo, al primer descuido comienzo mi loca carrera nuevamente”. Siempre guardara esa
esperanza e incluso rencor, porque su naturaleza es salvaje. Ella no sólo presentará batalla
en el plano consiente, sino que si es necesario también en el inconsciente…
El campo de batalla
Walther
La segunda área es la más sorprendente de todas, y prueba que aun no teniendo noción
de lo que hacemos (estado consiente), la carne sí! ¿Cómo es esto? Atreves del recurso
más cobarde e inescrupuloso de la naturaleza caída, un ataque sin razonamiento, un golpe
bajo, que nos sorprende en total estado de vulnerabilidad, y es precisamente cuando
dormimos. En efecto, el estado de inconciencia que experimentan todas nuestras
facultades cognitivas, sumado a la absoluta inactividad voluntaria del cuerpo físico,
ofrecen al enemigo el botín del alma sin ninguna resistencia. Ella recurrirá a todas las
imágenes del recuerdo pasado o presente y hasta confeccionará innovadoras
reproducciones con todo el material a su disposición en las bóvedas de la memoria. Sabe
que paisajes, vistas y recuerdos son los más acariciados, por ende se confecciona un
historial de vida y puede tener antecedentes suficientes, para desplegar el sueño más
añorado y delicioso, es así que en un estado de total inconciencia nos esclaviza al fin y al
cabo. ¿Cómo hacerle frente en este terreno? La batalla debe ganarse en la primera área o
estado de combate, es decir en el consiente. Debemos procurar, mediante el RÉGIMEN
DEVOCIONAL proponernos una disciplina personal radical y épica. Decidir no proporcionar
más pertrechos al enemigo, de no suministrar información vital ni códigos que la
En ésta batalla contra la naturaleza caída rebelde, con tendencia o inclinación a lo malo,
no hay lugar para el descuido, cada día, cada minuto cuenta para la sumisión de ésta al
nuevo y verdadero lazo dominador, es a saber, la VOLUNTAD HUMANA fortalecida por el
poder de lo alto y respaldada por la eterna Deidad. Voluntad humana que mediante
acciones estratégicas decididas, buscando el aliado preciso y las armas disponibles
(Régimen devocional), puede mantener en sujeción constante la mente rebelde y terca.
Proposición
Como obrero del Señor en ésta etapa final de la obra evangelizadora, me he propuesto
practicar una serie de acciones que tienden a crear nuevos hábitos, hábitos que
disciplinan y orientan, que crean nuevos surcos mentales y físicos, que tienden
radicalmente a contrarrestar la indisciplina y malas costumbres, vicios y antojos que los
pensamientos desbocados acostumbrados a hacer lo que quieren nos han destinado a una
vida de constantes derrotas.
Nuestra mente y nuestro cuerpo requieren de rigor, disciplina y sacrificio, son como el
niño rebelde acostumbrado a que se le dé el gusto en todo, como el árbol mal plantado
que crece torcido. En el orden natural de las cosas podríamos concluir que el niño mal
educado, lo seguirá siendo hasta grande, que el árbol torcido seguirá torcido, porque lo
que no se corrigió a tiempo ya no tiene remedio. Pero déjenme decirles, que no estamos
hablando de un orden natural o una naturaleza torcida o caída sin solución, la
intervención divina prometida desde el mismo trono de Dios puede cambiar el orden
natural establecido, para la regeneración de lo degradado. Si la voluntad individual así lo
En éste breve escrito, sólo are referencia a nuestra parte del “negocio” de esta empresa
bélica. Si tomamos la decisión radical de hacer algo por lo que ya es tan repetido y poco
entendido como la “salvación individual” debemos estar dispuestos a hacer todo cuanto
esté a nuestro alcance, por más poco ortodoxo que parezca el método. Alguien dijo por
ahí: “A situaciones desesperadas, soluciones igualmente desesperadas”. La condición de
auto engaño, o de presunción de fe en la que vivimos por años, consolándonos, o mejor
dicho justificándonos, debe terminar ya! El tiempo que llamamos “tiempo de gracia”
llegará a su fin algún día, previa ejecución del “juicio de los vivos” y es en esas
circunstancias que se determinará nuestro destino eterno.
Les comparto lo que he definido como: RÉGIMEN DEVOCIONAL, que por supuesto la
considero urgente y de aplicación inmediata. Sólo para aquellos que han llegado a un
estado en sus vidas en que anhelan desprenderse de lo viciado, sucio, distorsionado e
inmundo, aprecian la vida piadosa y la quieren vivir aquí en la tierra. Vivir cada día con una
conciencia capturada por la devoción a Dios y pensamientos que no tienen tiempo para
argüir lo malo.
Walther
Proponte avanzar por la fe, siendo perseverante, decidido, sin mirar atrás, todos
tus sentidos deben estar comprometidos a entender y discernir, nada a tu
alrededor importa tanto como avanzar, no importa el ritmo que lleves, avanza! A
veces detente y reflexiona el tiempo que sea necesario, de lo poco bueno. Como
dije una vez: "Enciérrate! enciérrate! y luego sal a enseñar lo que Dios te ha
enseñado! Dilo al mundo! Si hiciésemos esto, no tendría poder sobre nosotros el
mundo, con sus pasiones y deseos...".
Tu mente debe ser llena de la palabra viva de Dios, debe creer que cada versículo
es una joya invaluable que el Espíritu Santo incrustara en cada célula cerebral, que
toda declaración divinamente inspirada se convertirán en poderosas vigas que
reemplazaran las antiguas ya enmohecidas y deterioradas en el templo del alma.
Avanza! Cada rayo de luz recibido, le dará más y más claridad a las profundas
cavernas mentales donde por años sólo reinaron las densas tinieblas, al ver todo
más nítido, desarrollaras optimismo, seguridad y gozo inefable por querer saber
que hay más allá, simplemente perderás la noción del tiempo. Por la fe podrás
estar en la misma presencia de Dios cerca de su trono. Saborearas el pan de vida
amasado y cocido por ti mismo, descubrirás que tiene un saber original, único, un
sello personal. Descubrirás las gemas de salvación por ti mismo.
Walther
Walther
Walther
Cada disciplina estudiada, cada área profundizada con los elementos pedagógicos
que una institución de educación nos entregue, debe estar subordinada a las
verdades absolutas de la palabra de Dios. La razón, los sentidos y toda capacidad
intelectual otorgada por Dios, debe ser iluminada y orientada por el Espíritu Santo.
Es el Espíritu Santo el profesor por excelencia. Cada medio es puesto a disposición
de él, éste se valdrá si así lo estima oportuno de esos medios técnicos e
intelectuales para transmitir con poder la verdad de manufactura divina. Es el
Espíritu Santo quién nos guía en la senda hermenéutica si usamos honestamente
los principios de interpretación bíblica, él proporcionará los medios divinos (dones
espirituales) para ejercer de manera arrolladora la transmisión de cada enseñanza
extraída.
“Debemos disciplinar la mente, para que ésta esté en una alerta dependencia del
poder de Dios. Acudiendo constantemente al trono del Altísimo por medio de la
oración oportuna e inoportuna. Cada una hora como mínimo…”
Walther
El Esfuerzo humano tiene un límite más allá del cual ya no tiene la potencia para
hacer frente a un enemigo interno y externo que a ratos lo supera
estratégicamente (consiente e inconsciente).
La oración que realicemos debe ser breve y al punto, y tan seguida como rebelde e
insistente sea nuestro enemigo. Si debemos poner el rostro a tierra cada un
minuto debe hacerse (literalmente) Las palabras dirigidas al Padre serán directas,
simples, y desesperadas. Debemos expresar nuestra incapacidad y deseo de
mantenernos firmes. Abrir completamente el corazón, sin miedos ni reservas,
declarar el pecado y la debilidad que acosa. Admitir que hay en nosotros cierta
complicidad ocasional con el enemigo, que a ratos rondamos en la neutralidad y la
cobardía hipócrita.
“Llegaremos al punto en que nuestra mente estará tan absorta en los negocios
del Padre, que nos olvidaremos del pecado, y cuando nos acordemos de él, nos
resultará ajeno”
Walther
“El estar bajo el dominio del Espíritu Santo, ve su manifestación más sorprendente en
nuestra propia mente, induciendo a ésta a una innata actitud de reflexión. Es así como la
tercera persona de la Deidad enseña, habla, convence, impulsa, persuade, guía, etc. Es
así, como nos aparta de éste mundo”
Walther
El pecado y práctica del mismo nos parecerá extraño, nuestra mente será la de
Cristo y podremos ser partícipes de la naturaleza humana sin caída aquí y ahora!
No decaiga vuestra fe, queda tan poco, para el encuentro con nuestro Maestro y
Rey Jesús, vuélvete determinado, es por tú propia salvación. No tengas miedo al
ridículo, a las burlas, a la heterodoxia, rompe con el statu quo, es la vida eterna la
que está en juego.