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ORIGEN DEL ESCUDO NACIONAL DE CHILE

El Escudo Nacional de nuestro país, sello de soberanía y emblema de la libertad alcanzada el 18 de septiembre de 1810. Este
símbolo ha experimentado en su composición heráldica varias transformaciones, hasta alcanzar su actual forma.
Durante el gobierno de José Miguel Carrera, en 1812, se estableció el primer escudo. Fue diseñado sobre un óvalo; en el centro
tenía una columna que representaba el árbol de la libertad; sobre la columna se observaba un globo terráqueo; sobre el globo, una
lanza y una palma cruzadas, y sobre éstas una estrella. De pie junto a la columna, a un lado un hombre y al otro una mujer,
ambos indígenas.
Este escudo llevaba en la parte superior el siguiente lema: “Después de las tinieblas, la luz”, y en la parte inferior, otro, que decía:
“O por consejo o por espada”.

NUEVOS ESCUDOS
Surgen dos nuevos escudos en 1817. El primero en junio, conserva la columna, el globo y la estrella sobre un óvalo, y en su parte
superior la palabra “Libertad”. El segundo en octubre, y es semejante al anterior, al que se le agrega dos banderas cuyos mástiles se
entrecruzan, y desaparece la palabra “Libertad”.

El Senado aprobó un proyecto el 23 de septiembre de 1819, en que el escudo estaría formado en campo azul oscuro, ubicando en
su centro una columna de tipo cónico sobre un pedestal de mármol blanco, encima el nuevo mundo americano, submontado un
letrero que dice “Libertad”, y sobre éste una estrella de cinco puntas, representando a la provincia de Santiago.
A los dos lados de la columna, se veían otras dos estrellas iguales por Concepción y Coquimbo. Este conjunto iba rodeado de dos
ramas de laurel, atados sus cogollos con una cinta tricolor.
En el circuito de la cinta aparecía toda la armería en orden: caballería, infantería, dragones, artillería y bombardería, “con los
demás jeroglíficos alusivos a la vil cadena de la esclavitud que supo romper la América”. Para completarlo, un indígena sostenía
en alto el escudo, tomándolo con sus manos por sobre su cabeza y sentado sobre un caimán americano. Uno de los pies del
aborigen se apoyaba en el llamado cuerno de Analtea, o de la fortuna. El caimán apretaba entre sus mandíbulas al león de Castilla,
cuya corona estaban caída a un lado y que sujetaba la bandera española destrozada entre sus patas delanteras. Este escudo despertó
críticas que indujeron a reemplazarlo.
El Senado aprobó un proyecto el 23 de septiembre de 1819, el escudo estaría formado en campo azul oscuro, ubicando en su centro
una columna de tipo cónico sobre un pedestal de mármol blanco, encima el nuevo mundo americano, submontado un letrero que
dice “Libertad”, y sobre éste una estrella de cinco puntas, representando a la provincia de Santiago.

ESCUDO NACIONAL ACTUAL


El nacimiento del escudo nacional se remonta al año 1832, con la firma del Presidente de la República, José Joaquín Prieto, y su
ministro Joaquín Tocornal, se envió el proyecto al Congreso que establecía la existencia y las características del Escudo Nacional.
Dos años más tarde, el 24 de junio de 1834, fue aprobada esta moción legislativa que determinó el actual Escudo Nacional. El
diseño, se basó en la propuesta del artista inglés, Carlos Wood Taylor, presenta los mismos colores de la bandera.
El emblema heráldico nacional se compone de ocho piezas de gran significado. El campo del Escudo está dividido en dos esmaltes
iguales; el superior azul turquí y el inferior rojo de púrpura, colores que son atributo de la naturaleza del país y del carácter de sus
habitantes, y en el centro una estrella de plata de cinco puntas, que al igual que la bandera representa la calidad de República
Unitaria de nuestro país.
Sostiene el Escudo un Cóndor, el ave más fuerte, animosa y corpulenta que puebla nuestros aires, y un Huemul, raro y singular
ejemplar de la familia del venado que habita en libertad en las cordilleras australes. La corona naval de oro que lucen en la cabeza
ambos animales, recuerda el triunfo de nuestras fuerzas marítimas en las aguas del Pacífico. Un penacho de tres plumas, cuyos
colores son azul, blanco y rojo corona el Escudo.
Antiguamente se usaba este penacho en el sombrero del Presidente de la República como característica de su dignidad suprema.
Debajo del escudo y sobre el conjunto que forma el pedestal, hay una cinta blanca con el lema “Por la razón o la fuerza”.
En 1920 se incorporó al escudo nacional el lema “Por la razón o la fuerza”. Y finalmente, el 18 de octubre de 1967, por Decreto
Supremo se especificaron en forma definitiva las características de nuestro actual Escudo y se lo define como emblema patrio.

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