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Moniciones para el Sábado Santo Vigilia

Pascual Ciclo B
Moniciones

Sábado Santo Ciclo B

Primera lectura Génesis 1, 1-2, 2


Segunda lectura: Génesis 22, 1-18
Tercera lectura: Éxodo 14,15-15,1
Cuarta lectura (Isaías 54, 5-14)
Quinta lectura: Isaías 55, 1-11
Sexta lectura Baruc 3, 9.15.32,4-4
Séptima lectura Ezequiel 36, 16-28
Primera Lectura: Romanos 6, 3-11
Evangelio Mateo 28, 1-10

"NO ESTÁ AQUÍ. HA RESUCTIADO"

LAS LECTURAS DE HOY

(Todo lo que está en letra cursiva no es para ser leído en voz alta, es
una guía para el monitor)

I.-Lucernario y Pregón Pascual

(Se comienza la Vigilia Pascual fuera de la Iglesia para allí hacer la


Liturgia de la Luz).

Hermanos y hermanas, ¡buenas noches! Nuestra comunidad cristiana se


regocija ante la presencia de todos ustedes.

El Miércoles de Ceniza parece ya muy lejano. Fue entonces cuando


comenzamos a recorrer el largo camino cuaresmal. Juntos hemos vivido
días de oración, de penitencia, de privaciones, de reflexión, de vía
crucis. Juntos hemos ido preparando la senda que desemboca en esta
ocasión gloriosa. Esta es la noche de las noches. La noche por
excelencia. A ella se refiere nuestro querido Beato Carlos Manuel
Rodríguez cuando nos repetía, con insistencia: “¡Vivimos para esa
noche!” Hoy, las tinieblas se desvanecen, la oscuridad queda derrotada,
la muerte es vencida de modo definitivo y Cristo se alza victorioso ante
su pueblo. Por ello nos reunimos en vigilia de oración a la espera de
Cristo Resucitado, para escuchar la Palabra de Dios, para participar en
los Sacramentos de la Iglesia, para celebrar con Cristo el banquete
pascual.

La fiesta que estamos a punto de comenzar no es una celebración


cualquiera. Nos encontramos ante la más importante y solemne de
todas las fiestas. La liturgia de esta noche santa consiste en cuatro
partes claramente definidas.

 La primera parte, el Lucernario o Liturgia de la Luz, comienza con la


bendición del fuego. Luego de encender el cirio pascual, el Lucernario
termina con el cántico del pregón pascual.

 Al Lucernario le sigue la Liturgia de la Palabra con la proclamación de


siete lecturas del Antiguo Testamento y dos del Nuevo Testamento.

 La tercera parte de la celebración es la Liturgia Bautismal en la que


serán bautizados nuestros catecúmenos (si los hay) y renovaremos
nuestras promesas bautismales. La cuarta parte de la celebración es la
Liturgia Eucarística cuando nos acercamos con Jesús Resucitado a la
Mesa del Pan que Él mismo sirve para nosotros.

Así, hermanos y hermanas, conscientes del momento admirable que


vivimos, nos preparamos, nos ponemos de pie para dar inicio a esta
noche gloriosa.

(Bendición del fuego - Preparación del Cirio Pascual -Procesión y


Encendido de velas de la asamblea)

Monición al Pregón Pascual

Iluminados con la luz del nuevo fuego pascual, repasaremos la historia


de la salvación. Dios, en su infinita misericordia, ha querido que todas
sus criaturas lleguen a contemplar su rostro. Esta historia maravillosa
comienza con la Creación y alcanza su punto más elevado en la
resurrección de Cristo. Como preparación para la Liturgia de la Palabra,
gocémonos con el canto del Pregón Pascual que, con su fuerza y su
belleza llega a estremecernos a todos.

(Pregón Pascual; Concluido el Pregón Pascual, pedimos a la asamblea


que apague sus velas. Cuando el celebrante concluye su
monición/oración, invitamos al pueblo a sentarse.)

II.- Liturgia de palabra


Primera lectura (Génesis 1, 1-2, 2)

Esta primera lectura relata el comienzo de la historia de la salvación.


Dios crea todas las cosas, incluyendo al hombre y a la mujer, y queda
complacido al mirar que todo cuanto ha creado es bueno. Toda la
creación le ha sido confiada a la criatura por excelencia, el ser humano,
para que se sirva de ella. Es el plan de Dios que el hombre y la mujer,
creados a su imagen y semejanza, tengan vida abundante y le sirvan y
honren en todo momento. Escuchemos con atención.

(Concluida la lectura, y luego del Salmo correspondiente, nos ponemos


de pie mientras el celebrante hace una oración. Terminada la oración
nos sentamos.)

Segunda lectura (Génesis 22, 1-18)

Dios quiere para sí un pueblo que realmente crea en Él. Abrahán, por
sus actitudes, demostró tener esa fe que Dios espera de nosotros. Abran
bien el oído para escuchar este mensaje.

(Concluida la lectura, y luego del Salmo correspondiente, nos ponemos


de pie mientras el celebrante hace una oración. Terminada la oración
nos sentamos.

Tercera lectura (Ex 14, 15-31, 15,1)

Israel, el pueblo escogido por Dios, cayó preso bajo el régimen de los
egipcios. Muchos años de esclavitud sufrieron los israelitas oprimidos
por el yugo de Egipto. Pero, Dios, que es siempre fiel a sus promesas,
interviene personalmente en la liberación de su pueblo. Muchas
esclavitudes sufrimos hoy día quienes formamos parte del pueblo de
Dios. Pero, por la resurrección de Cristo vemos a Dios obrando en
nuestro beneficio y conduciéndonos de la esclavitud de la muerte a la
libertad de la Vida Eterna. Escuchemos con oído atento.

(Concluida la lectura, y luego del Salmo correspondiente, nos ponemos


de pie mientras el celebrante hace una oración. Terminada la oración
nos sentamos.)

Cuarta lectura (Is 55, 1-11)

El profeta Isaías nos habla a continuación de las riquezas de la


salvación. Dios tiene en sus manos todos los bienes y los pone a
disposición de su pueblo. “Quien tenga necesidad que venga a mí”, dice
el Señor por boca de su profeta. Dios promete sellar con su pueblo una
alianza eterna y la palabra de su boca no regresará a Él sin haber sido
cumplida. Escuchemos con toda atención.

(Concluida la lectura, y luego del Salmo correspondiente, nos ponemos


de pie mientras el celebrante hace una oración. Terminada la oración
nos sentamos.)

Quinta lectura (Is 55, 1-11)

Isaías en su profecía nos ofrece su palabra y de parte de Dios la alianza


perpetua. Dios se acerca al ser humano por medio de su palabra que
anuncia la salvación y madura y transforma al ser humano. Presten
mucha atención.

Sexta lectura (Bar 3, 9.15.32,4-4)

Usando como instrumento al profeta Baruc, Dios invita nuevamente al


pueblo de Israel, y también nos invita a nosotros hoy a dejar el pecado
y a seguir lo que le agrada a Él. Escuchemos.

Séptima lectura (EZ 36, 16-28)

El pueblo de Israel en el exilio se aleja de Dios, se torna desobediente y


comienza a practicar la idolatría. La conducta del pueblo desacreditaba
el buen nombre de Dios. Nuestra conducta y actitudes también pueden
hacer que el mundo pregunte: “¿No son estos, acaso, los que se hacen
llamar hijos de Dios?” Pero Dios no renuncia a su plan salvífico y nos
redime, no por nuestros propios méritos, sino por su inmensa
misericordia y por su amor sin límites. Escuchemos con corazón bien
dispuesto.
(Concluida la lectura, y luego del Salmo correspondiente, nos ponemos
de pie mientras el celebrante hace una oración. Terminada esta oración
se encienden las velas del altar y se canta el Gloria. Luego el celebrante
procede a la Oración Colecta. Terminada la oración nos sentamos)

Eístola (Romanos 6, 3-11)

Nos recuerda San Pablo que, por el Bautismo, hemos sido incorporados
a Cristo y participamos de su misterio pascual. Cristo muere en la cruz y
con ello propicia nuestra muerte al pecado. Cristo resucita y su
resurrección es alegría para todos ya que, por su Victoria, tenemos Vida.
Escuchemos gozosos, pues el triunfo de Cristo es nuestro propio triunfo.

(Luego de la Epístola se canta el Salmo.)

Antes del Aleluya

Pongámonos de pie (se hace una breve pausa). Después el silencio


vigilante de la semanas de Cuaresma, cantamos hoy de nuevo el canto
de alegría, el aleluya. Es el solemne anuncio de la Resurrección. “No
está aquí ha resucitado”.

Evangelio (Mt 28, 1-10)

El Evangelio contiene la gran noticia de la resurrección de Jesús. El


sepulcro vacío y las palabras del Ángel son pruebas irrefutables. Las
mujeres tendrán que llevar el mensaje de la resurrección a los
discípulos, especialmente para Pedro.

(Proclamación del Evangelio y homilía. Después de la homilía se


encienden las velas
de toda la asamblea.)

III.- Liturgia bautismal

(Liturgia Bautismal (si hay). Renovación de las Promesas Bautismales y


aspersión con agua bendita. Luego de la aspersión se le pide a la
asamblea que apaguen sus velas.)
Oración Universal

A cada petición responderemos:


“Cristo Resucitado, escucha nuestra oración”

 1. Por la Iglesia y sus pastores: para que, confiados en el Espíritu Santo


y a la luz de la Palabra del Señor, sean testimonio del amor de Cristo.
Roguemos al Señor.

 2. Por los líderes de las naciones: para que, poniendo a un lado las
diferencias e intereses personales, trabajen por la paz, la unidad y la
justicia. Roguemos al Señor.

 3. Por los deambulantes y los hermanos caídos en las garras del vicio:
para que encuentren en nosotros el trato amable y solidario que
necesitan y merecen. Roguemos al Señor.

 4. Por las madres solteras y las víctimas de la violencia doméstica: para


que, fortalecidas con la acción del Espíritu puedan llevar a sus familias a
buen puerto. Roguemos al Señor.

 5. Por los niños y jóvenes de nuestra comunidad: para que, con la


ayuda de sus mayores, puedan abrir sus corazones a Jesús y hallen en
Cristo Resucitado la respuesta a sus inquietudes. Roguemos al Señor.

 6. Por las víctimas del maltrato infantil: para que estemos alertas a sus
circunstancias y atendamos con prontitud y eficiencia sus necesidades
particulares. Roguemos al Señor.

 7. Por los pobres y abandonados: para que veamos en ellos el rostro del
Cristo que sufre y asumamos, de una vez y por todas, nuestra
responsabilidad fraternal. Roguemos al Señor.

 8. Por los afectados por el desempleo y el subempleo: para que


encuentren, con la ayuda de sus hermanos, el trabajo digno que les
permita satisfacer sus necesidades. Roguemos al Señor.

 9. Por todos los que ofrecen servicios profesionales: para que,


iluminados con la luz del evangelio y fortalecidos por Cristo Resucitado,
puedan realizar sus funciones con respeto, honestidad y sensibilidad.
Roguemos al Señor.

 10. Por toda nuestra parroquia N.: para que, animada por el misterio
pascual que celebramos, se comprometa seriamente a ser luz y sal en
todos nuestros ambientes. Roguemos al Señor.

IV.-Liturgia de la Eucaristía

Con la Eucaristía llegamos al momento culminante, el más importante


de la celebración de esta noche. Glorifiquemos y demos gracias al Padre
porque en Cristo resucitado nos abre el camino de la vida.

Exhortación final:

Tomado de B. Caballero: La Palabra cada día, San Pablo, España, 1995,


p. 171

Te damos gracias, Padre, Señor de la vida, porque Cristo resucitó hoy


del sepulcro. ¡Aleluya!

Él es el lucero matinal que no conocerá ocaso.

Ésta es la noche venturosa que une cielo y tierra, cuando la muerte fue
vencida por la vida.

Ésta es la noche en que por todo el universo los que confesamos nuestra
fe en Cristo resucitado somos liberados del pecado y restituidos a la
gracia.

¡Feliz culpa que nos mereció tal Redentor!

Éste es el día en que actuó el Señor, ¡aleluya!,


sea nuestra alegría y nuestro gozo, ¡aleluya!

Amén

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