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Mentiras indecentes

Pensiones mínimas

Se proporcionan cifras, porcentajes de incrementos a


bombo y platillo a través de todos los medios de
comunicación, tratando de convencernos de los
grandes esfuerzos que se hacen para que los mayores
tengan pensiones dignas que les permitan vivir, sin
hablarnos de los desgloses y de lo que ocurre
realmente. Que una pensión mínima puede ser de 56
euros mensuales y los complementos a mínimos
pueden ser retirados al mínimo ingreso extra que se
produzca.

Isabel S. Altet
Mentiras indecentes
El lunes 11 de octubre me entero de una nueva barbaridad.

Desde hace años venimos escuchando en todos los informativos los esfuerzos


que se hacen desde el gobierno español –cualquiera de ellos- para mejorar las
pensiones más bajas que realmente están bajo mínimos.

A mí me llama siempre la atención que no cuiden las pensiones normales,


corrientes, ya sea por enfermedad o por jubilación, con lo que éstas están
perdiendo poder adquisitivo a marchas forzadas.

Los cálculos que he realizado demuestran que a grosso modo desde el 2001
hasta la fecha dichas pensiones las han revalorizado algo más de un 27%,
mientras que la cesta de la compra en Barcelona y cinturón ha subido un
100%. Las pensiones puede decirse que han entrado en barrena.

Hoy no toca meterme con los sueldos que también es un tema de juzgado de
guardia.

Pero no. Hoy hablaré de las cacareadas pensiones mínimas con las que tanto
se esfuerzan nuestros abnegados gobiernos, presumiendo de ello a bombo y
platillo.

El lunes me viene a ver una vecina, totalmente desesperada. Desde el Instituto


Nacional de la Seguridad Social (INSS) le han enviado una carta reclamándole
el pago de casi 5.000 euros en concepto de devolución de un concepto de la
pensión que recibe el nombre de Complemento a Mínimos y abonado durante
todo el año 2008. No le procedía cobrarlo puesto que tenía un piso en alquiler y
sus ingresos habían superado el límite de 6.761 euros anuales –céntimo arriba,
céntimo abajo- que es la cantidad tope que uno puede percibir sin estar
obligado a hacer la Declaración de Renta.

La pobre señora, atribulada, me dice que le han retirado la pensión. Mi reacción


primera es decirle que no puede ser, que no pueden retirarle la pensión. Y
procede a enseñarme todos los documentos por lo que puedo dar fe de que no
me estaba explicando lo que en catalán llamamos “sopars de duro” (vamos,
cuentos chinos).

Es entonces que averiguo la indecencia que están practicando con las


pensiones.

En efecto, yo tengo razón, la pensión no pueden retirarla pero… la pensión


real es de 56 euros mensuales (cincuenta y seis euros).

El resto, el grueso –bien magro por cierto- de la pensión es por ese concepto
arriba citado, Complemento a Mínimos.
SE SUPONE -¡cómo me gusta y cómo odio a la vez estos supuestos con los
que se está trabajando continuamente- que como cualquier persona no tiene
suficiente con 56 euros al mes para comer, vestirse, comprar artículos de
higiene, pagar el piso, sea alquiler o compra, los gastos de escalera, el IBI
(Impuesto Bienes Inmuebles), transporte público o coche, gastos de servicios
(suministro de luz, agua, gas y teléfono), más algunos artículos necesarios
como los típicos de botiquín más unos zapatos de vez en cuando, le añaden un
complemento para que pueda vivir dignamente. Con lo que a la señora le
quedaba una pensión mensual de 450 euros.

Más que suficiente para todo lo que necesita para vivir. (¿Alguien no percibe la
ironía?)

Ahora bien, como mi vecina es una persona inconformista y le gusta pegarse la


gran vida, la mujer coge su único piso de propiedad, el familiar, lo alquila y ella
se va a vivir con una de sus hijas. El resultado final es que cada mes entre los
dos conceptos reúne la sabrosa cantidad de 1.100 euros de los que sólo debe
deducir los gastos de escalera, el seguro de la casa, el IBI anual, tasa de
basuras, y si hay alguna derrama por obras en el edificio. Eso más ayudar a su
propio sostenimiento, comer, algún regalito para las nietas y familiares y todas
esas manías por el estilo que tenemos los avariciosos habitantes de esta
supuesta gran potencia mundial que es España. Que también es mucho
suponer.

Y claro, la mujer está defraudando al Estado, es una insolidaria total y hay que
retirarle el susodicho Complemento a Mínimos, con efectos retroactivos. Con lo
que debe pagar una cantidad –los casi 5.000 euros- que se ha gastado en
vicios y lujos y se queda con la pensión de 56 euros más el alquiler que
percibe. Total unos 700 euros mensuales brutos (recordemos gastos de
escalera y todos los anteriormente citados). Que ya tiene más que suficiente.

Este desglose de una pensión yo lo ignoraba. Creía que una pensión era eso,
un concepto único o como mucho podía recibir un complemento pero inferior a
la cantidad fija.

Los que sí lo saben perfectamente son los sindicatos, esos sindicatos


impresentables que ni una huelga en condiciones han sabido organizar cuando
ya llevamos el partido perdido desde hace tiempo.

Y nuestro presidente paseándose por los foros internacionales pretendiendo


dar lecciones de solidaridad. ¡Qué vergüenza de país y qué vergüenza de
gente!

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