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SAN MARCOS
LIMA – 2017
INDICE
I. INTRODUCCION
1.- EL DIRECTORIO
2.- LA GERENCIA
III. BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCIÓN
Las sociedades anónimas, al igual que las otras formas societarias, y en tanto
ficciones jurídicas creadas por el hombre, requieren necesariamente de la
participación de administradores (órganos sociales), a través de los cuales
realizan las actividades económicas que configuran su objeto social, permitiendo
su actuación y representación frente a terceros, frente al Estado y frente a sus
propios accionistas.
Los órganos sociales son indispensables para que las sociedades anónimas
realicen su objeto social, adquieran derechos, y contraigan obligaciones. Según la
clasificación propuesta por el tratadista español Joaquín Garrigues 1, en la
administración de una sociedad concurren:
La primera, está integrada por los órganos sociales a través de los cuales la
sociedad se vincula jurídicamente con terceros para desarrollar su objeto social,
1
Garrigues, Joaquín. “Curso de Derecho Mercantil” Editorial Porrúa S.A. México, 1981. Pgs 473 y
sgts.
2
Rivarola Mario A. “Sociedades Anónimas” tomo II, Quinta Edición, Librería “El Ateneo” Editorial,
Buenos Aires, páginas 1 y 2.
organización que exige que la sociedad esté perfectamente constituida según las
exigencias de la Ley,
Y la segunda, está formada por los técnicos y trabajadores que laboran para la
empresa. La indicada diferenciación, nos permite apreciar claramente la
importancia de ambas organizaciones, cada una en su materia, correspondiéndole
a la organización jurídica las relaciones de la sociedad con terceros, a diferencia
de la organización administrativa que es una estructura interna de la sociedad que
tiene que ver con su eficiencia y con su operatividad laboral.
1. EL DIRECTORIO
Empecemos analizando a el directorio desde lo enunciado por nuestra Ley
General de Sociedades en su Artículo 153º señala que:
El Directorio es órgano colegiado elegido por la junta general. Cuando una o más
clases de acciones tengan derecho a elegir un determinado número de directores
la elección de dichos directores se hará en junta especial”
Este articulo al definir al directorio, adhiere a la teoría del órgano, que este es el
órgano de gestión y representación de la sociedad anónima. Cuando nos
referimos a que el directorio es un órgano colegiado significa que debe de estar
conformado por una pluralidad de miembros, en número no menor de tres, y que
las decisiones tomadas son en calidad de directorio y no a título personal por cada
uno de sus integrantes.3
3
ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora
Normas Legales, Trujillo, Pag. 328-329.
4
RICHARD, Efrain y MUIÑO, Orlando, “Derecho Societario”, 5ta reimpresión, Editorial Astrea de
Alfredo y Ricardo Deplama, Buenos Aires, 2004.Pág. 513-514.
administración de la sociedad, así como también sus alcances en la toma de
decisiones. En ese sentido, entendemos que el estatuto tiene que contener de
manera casi obligatoria la manera de cómo se va a deliberar y tomar los acuerdos
propios del directorio.
5
JIMENEZ, Guillermo. Lecciones de Derecho Mercantil. Sexta Edición, Editecnos, Madrid.2001.
Pág. 224.
6
ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora
Normas Legales, Trujillo, Pág. 330-331.
anónima, nada impide que exista un directorio unipersonal, tal como lo establecía
el Código de Comercio.7
Los Directores pueden ser nombrados directores todas aquellas personas con
capacidad de ejercicio, en ese sentido la Ley General de Sociedades es muy claro
en su Articulo 161º al especificar quienes no pueden ser ejercer el cargo de
director, este artículo tiene concordancia con los Artículos 42º; 43º y 44º del
Código Civil.
Antes de todo debemos dejar en claro que a lo largo del tiempo se cuestiona la
posibilidad de que una persona jurídica pueda ser nombrada director. Al respecto,
existen varias posiciones en relación a este tema, ya sea en la legislación nacional
como en la legislación extranjera, tanto las posiciones a favor y en contra son
razonablemente validas, pero este no es un tema que nos ocupa en el presente
trabajo.
A fin de evitar algún tipo confusión y nos desviemos del tema tenemos que
precisar que en nuestra legislación se prohíbe la posibilidad de nombrar o
considerar a una persona jurídica como director, debido a que se pretende
mantener el carácter personal que posee este cargo. Por ello nuestra Ley General
de Sociedad refiere en su Artículo 159º que:
7
H. MASCHERONI, Fernando (1978), “El Directorio en la Sociedad Anónima”, Editorial Cangallo,
Primera Edición, Republica Argentina.
El principio general que recoge la doctrina y nuestra ley es que el cargo de director
es indelegable; pero nuestra legislación permite que el estatuto como hemos visto
en el párrafo precedente autorice la representación, a manera de excepción, ya
que por lo general el nombramiento del director tienen la calidad de “intuitu
personae”, es decir, en atención a las cualidades personales del designado o
nombrado para que ejerza dicho cargo, tomando en consideración la confianza
que se le dispensa.8
Una vez que dicho nombramiento ya se encuentre debidamente inscrito, este surte
plenos efectos frente a terceros, los cuales consideran como director hábil a aquel
que aparece en el Registro.
8
FLORES POLO, Pedro (1998), “Comentarios a la Ley General de Sociedades. Estudio analítico”,
Cámara de Comercio de Lima, Cultural Cuzco, Lima. Pág. 117.
9
ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora
Normas Legales, Trujillo, Pág. 341.
Finalmente, es de vital importancia tener en cuenta lo estipulado en el Artículo
163º de la Ley General de Sociedades, en el cual se establece el plazo de
duración del directorio.
10
ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora
Normas Legales, Trujillo, Pág. 341.
Por la naturaleza de la persona jurídica, los directores mantienen su legitimación
hasta que sean sustituidos, por ello deben asegurar la convocatoria de la junta
general que elegirá a su reemplazante.
Las facultades del directorio deben de ser las suficientes para poder administrar
las sociedad, pero también es importante tener en cuenta que la ley lo excluye de
la toma de decisiones en determinados asuntos que son reservados
exclusivamente para la junta general. Estas facultades de gestión y de
representación legal son necesarias para la administración de la sociedad siempre
que se encuentren dirigidas a la realización de su objeto.
En ese sentido, nos atrevemos a decir que desde el aspecto funcional del
directorio estamos ante una gran variedad y amplitud de atribuciones que este
puede tener, debido a que todas las atribuciones son determinadas por la junta
general. Por lo tanto, debemos entender que el directorio tiene una serie
innumerable de atribuciones, salvo las que son exclusivamente asignadas por ley
a la junta general.
Así está señalado por el artículo 190° de la Ley General de Sociedades. Con
relación a las cuentas anuales, estas comprenderán el balance, la cuenta de
ganancias y pedidas y la memoria, estos documentos forman una unidad que
deben de ser redactados con claridad y mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la
situación financiera y de los resultados de la sociedad, siguiendo las disposiciones
contenidas en la ley.
Al respecto es preciso resaltar que junto al informe de gestión y la propuesta de
aplicación del resultado, han de ser formulados por los administradores, ya que
como hemos entendido estos son los responsables para la realización de esta
gestión. Cabe señalar que parte de la doctrina internacional sostiene que los
administradores también responden por la culpa leve en sus actos dañosos.
Como lo hemos mencionado anteriormente, está sentando las bases para una
responsabilidad subjetiva. También en lo concerniente a los daños y perjuicios
causados, cuando en el artículo 177º de la LGS se señala que los directores
responden ilimitada y solidariamente ante la sociedad, accionistas y terceros por
acuerdos o actos contrarios a la ley, al estatuto o por los realizados con dolo,
abuso de facultades y negligencia grave, se alude a una relación de causa-efecto
reafirmando con ello el sistema subjetivista.
11
H. MASCHERONI, Fernando (1978), “El Directorio en la Sociedad Anónima”, Editorial Cangallo,
Primera Edición, Republica Argentina
Se puede distinguir entre el director que conserva sus indelegables funciones de
dirección y de control de la administración en un directorio que ha delegado sus
funciones de ejecución en alguno de sus integrantes o en un tercero.
De lo expuesto podemos decir que, en principio, "el directorio tiene las tres
funciones" de dirección, control y ejecución, aunque esta última es delegable en
algún o algunos directores, o en un tercero no director. La función ejecutiva suele
delegarse en gerentes, directores o no, de modo de asignar esas tareas a terceras
personas con conocimientos especiales en la materia de que se trate, la
delegación de las tareas de ejecución o la concreta designación de un gerente, es
un acto "formal".
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H. MASCHERONI, Fernando (1978), “El Directorio en la Sociedad Anónima”, Editorial Cangallo,
Primera Edición, Republica Argentina
2. LA GERENCIA
Antes de analizar el marco legal de la gerencia es preciso considerar que, por ser
un órgano de la sociedad anónima, forma parte de esta y no es un tercero
independiente de ella como el apoderado con relación al poderdante. Por medio
de su gerente o gerentes la sociedad actúa directamente y sin intermediarios e sus
relaciones con terceros de sus facultades y atribuciones dependen del estatuto y
de los demás órganos.
De acuerdo con la ley, la sociedad anónima cuenta con el gerente o gerentes que
designa el directorio p la junta general de accionistas, supuesto este último cuando
el estatuto reserva esta potestad a la junta. La ley deja en claro que las
atribuciones del gerente se establecen en el estatuto, al ser nombrado o por acto
posterior, y que salvo pacto en contario le corresponden al gerente general las
facultades que se enumeran en el artículo 188.
Esto es, básicamente lo que dice la legislación societaria sobre el gerente y en
función a ello es posible obtener las siguientes primeras conclusiones:
Salvo disposición distinta del estatuto o acuerdo expreso de la junta general o del
directorio, se presume que el gerente general goza de las siguientes atribuciones:
Antes que nada, considérese que la ley se guarda de establecer límites, por que
en teoría el directorio podría otorgar a uno o más gerentes amplios poderes, con
excepción de las funciones que la administración de los negocios sociales,
además de los inherentes a la parte ejecutiva.
Toca examinar la forma en que se distribuyen las funciones entre los gerentes. De
ordinario, es el gerente general quien asume amplios poderes para la ejecución de
los actos relativos a la gestión ordinaria de los negocios sociales, sin perjuicio de
las facultades de direcciones y representación que el directorio acuerde otorgarle.
La designación de otros gerentes depende el tamaño de la organización
empresarial y de las demandas impuestas para la mejor administración de los
diversos departamentos e áreas que integran el organigrama de la empresa
gerencia de producción, gerencia de recursos humanos, gerencia de ventas y
marketing, etc. Estos gerentes asumen funciones administrativas específicas,
acorde con las operaciones de los departamentos a su cargo, y de ser el caso, con
poder de representación para facilitar su actuación externa y la ejecución de sus
decisiones.
El cargo de gerente puede ser desempeñado por una persona física o jurídica.
Para el primer caso son de aplicación las disposiciones contenidas en el artículo
161 de la ley General de Sociedad, además de las condiciones que la sociedad fije
en el estatuto y las disposiciones particulares que se apliquen a la actividad
económica desarrollada por la sociedad.
E. RESPONSABILIDAD
El gerente responde ante la sociedad, los accionistas y terceros, por los daños y
perjuicios que ocasione por el incumplimiento de sus obligaciones, solo, abuso de
facultades y negligencia grave.
Aunque sin mucho éxito, la ley ha intentado separar las funciones y atribuciones
del órgano colegiado de administración de las correspondientes a la gerencia. El
artículo 172 destaca que el directorio tiene las facultades de gestión y de
representación legal necesarias para la administración de la sociedad dentro de su
objeto, sin más restricciones de los asuntos que la ley o el estatuto atribuyen a la
junta general de accionistas. El artículo 188 señala que las atribuciones del
gerente se establecen en el estatuto, al ser nombrado o por acto posterior, y que
salvo disposición distinta del estatuto o acuerdo expreso de la junta general o del
directorio se presume que el gerente general goza de las funciones que dicha
norma legal enumera.
BIBLIOGRAFIA