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I.- INTRODUCCIÒN:
La educación inclusiva es un proceso que se desarrolla desafiando las políticas excluyentes, y que
en la última década se ha convertido en el enfoque preferido para satisfacer las necesidades de
aprendizaje de todos los alumnos y alumnas en escuelas regulares.
Los nuevos enfoques y políticas educativas postulan una educación inclusiva, que reconoce la
DIVERSIDAD como valor y como el derecho de todos a educarse juntos al margen de sus
naturales diferencias, sociales, étnico culturales y económicas y otras.
La inclusión de las personas con discapacidad es por tanto, una de las inclusiones a llevar a cabo.
Siendo la respuesta a una discriminación específica, requiere también una atención y tratamiento
específico con miras a superar dicha discriminación. En este sentido, el presente
EDUCACIÓN INCLUSIVA
II.- CONCEPTO:
desarrollo humano.
La educación inclusiva implica que todos los niños y niñas de una determinada comunidad
aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales,
incluidos aquellos que presentan una discapacidad.
Se trata de una escuela que no pone requisitos de entrada ni mecanismos de selección o
discriminación de ningún tipo, para hacer realmente efectivos los derechos a la educación, a la
igualdad de oportunidades y a la participación.
En la escuela inclusiva todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus
necesidades y no sólo los que presentan necesidades educativas especiales.
La escuela inclusiva respeta el derecho de niños y niñas a crecer y recibir una educación de
calidad en entornos de igualdad y diversidad, una diversidad que puede deberse a las diferentes
culturas del alumnado, a sus diferentes capacidades o necesidades, a sus diversas pautas de
comportamiento o a sus variados estilos de aprendizaje.
Hacia una educación eficaz para todos : La educación inclusiva (Pilar Arnaiz Sánchez).La
filosofía de la inclusión defiende una educación eficaz para todos, sustentada en que los centros,
en tanto comunidades educativas, deben satisfacer las necesidades de todos los alumnos, sean
cuales fueren sus características personales, psicológicas o sociales (con independencia de si
tienen o no discapacidad).
¿Estamos formados para trabajar en una escuela inclusiva? (Estefanía Almenta López
y Juana Muñoz Ruiz). La educación se ve inmersa en una pugna entre perpetuar la tradición
transmisiva de la enseñanza o renovar de una vez por toda la acción educativa. El docente,
formado para instruir, debe plantearse si es conveniente seguir actuando de la misma manera,
intentando que todos los alumnos se adapten a la norma, o dar un vuelco para educar de
acuerdo al nuevo contexto en el que se halla.
III.- OBJETIVOS:
1. Abrir las puertas de los colegios e instituciones de EBA, EBR y ETP a los estudiantes con
discapacidad. Hay que asumir el tema como un tema de exclusión, que requiere de una
intervención inmediata
V. DIAGNOSTICO:
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en la sierra el 29% y el 8% en la selva. Siendo el 82% de los centros educativos de gestión
estatal.
Según un estudio de la defensoría del Pueblo, sólo 38% de los centros educativos que atienden a
personas con discapacidad cuentan con aulas de terapias de lenguaje, 35% con aulas de terapia
física, 33% con aulas de estimulación temprana y 17% con áreas de psicología. Asimismo, el 53%
de centros educativos que atienden a personas con discapacidad cuentan con mobiliario en
buenas condiciones, 48% regular y 8% lamentable
V. MARCO LEGAL.:
De acuerdo al articulado de la Ley, la educación peruana tiene como uno de sus principios de base
la inclusión:
En función de ello, la Ley establece que la Educación Especial tiene un enfoque inclusivo en el
sentido de que se imparte con miras conseguir la integración de las personas con NEE en la vida
comunitaria y su participación en la sociedad lo que implica su inclusión en aulas regulares, sin
perjuicio de la atención complementaria y personalizada que requieran.
Niños y adolescentes superdotados o con talentos específicos. En ambos casos se imparte con
miras a su inclusión en aulas regulares, sin perjuicio de la atención complementaria y
personalizada que requieran. El tránsito de un grado a otro estará en función de las
competencias que hayan logrado y la edad cronológica, respetando el principio de integración
educativa y social.
La Ley General de Educación está en concordancia con lo estipulado por la Ley General de las
Personas con Discapacidad (Ley 27050-1998) que, en relación al ámbito educativo establece que
No podrá negarse el acceso a un centro educativo por razones de discapacidad física, sensorial o
mental, ni tampoco ser retirada o expulsada por este motivo. Es nulo todo acto que basado en
motivos discriminatorios afecte de cualquier manera la educación de una persona con
discapacidad
Más adelante, el Reglamento precisa que las DRE y UGEL deben elaborar a implementar planes
progresivos de universalización para la atención de estudiantes con NEE que involucre metas de
inclusión. Precisa que dicho plan forma parte del Plan Regional de reconversión del sistema
educativo, en el marco de la descentralización educativa (Art.10).
La educación de los niños con discapacidades en el Nivel Inicial de educación, desta la importancia
de este ciclo, la igualdad de oportunidades para acceder, y el papel de los docentes.
Es decir, la educacuion inclusiva constituye en este nivel en un aspecto de la inclusión social esta
permite reconocer la diversidad de los niños en diferentes escenarios como un valor en si mismo y
como una fuente de enriquecimiento mutuo
.Desde ámbitos de la Ética y los Derechos humanos se insiste en el derecho fundamental de la
educación que incluye a los niños y niñas con necesidades educativas especiales derivadas de
sus discapacidades como tema prioritario
La educación para la inclusión, concebida como educación para toda la vida, deberia ser accesible
especialmente para los grupos mas vulnerables y marginados los/as niños/as con discapacidad
forman parte de este grupo
Es importante, para este tipo de colectivos, que este proceso continuo y gradual se inicie
tempranamente y se pueda articular a lo largo de los diferentes niveles de enseñanza.
Cabe destacar que el nivel inicial difiere de los otros niveles, fundamentalmente por las
particularidades del desarrollo infantil en este momento del ciclo vital, las prácticas educativas para
la primera infancia; la organización no promocional del nivel; la preparación del maestro y la
participación de la familia.
Estas características determinan que la inclusión presente también diferencias con respecto a lo
que sucede en los otros niveles de enseñanza.
Pra que esto último sea posible, los aspirantes a ejercer la docencia en este nivel de enseñanza
deberían recibir formación especifica que les permita actuar en consecuencia. Sin embargo,
realizando un breve análisis de los diseños curriculares para la formación de Profesores de Nivel
Inicial, encontramos deficiencias en el tratamiento particular de la inclusión de niños con
necesidades educativas derivadas de las discapacidades.
Esto nos permite concluir que esta situación constituye una barrera para el desempeño del rol
mediador del docente en los procesos de inclusión educativa.
Los marcos normativos que regulan la escolaridad desde su inicio prescriben, en la actualidad, la
necesaria inclusión de los niños con diversidad funcional en todas las situaciones de aprendizaje,
siendo el Nivel Inicial la instancia germinal de la escolaridad.
Se sitúa allí la oportunidad para ofrecer a los niños escenarios de integración en los que resulta
relevante el papel de mediadores sociales (Soto Builes, 2005) de los educadores en los procesos
de inclusión.
El concepto de mediadores referido a los docentes alude a que son ellos quienes pueden
potenciar en los niños no sólo su desarrollo cognitivo sino también -y no menos importante-, el
reconocimiento del otro y el respeto por las diferencias, a través de la intencionalidad de sus
acciones y el significado que dan a sus prácticas cotidianas, posibilitando de esta manera la
trascendencia de esos valores hacia el contexto extraescolar.
Varios autores y organismos internacionales coinciden en recomendar ciertas condiciones básicas
para que los docentes puedan ejercer ese rol.
Destacan, entre otras:
fomentar la toma de conciencia sobre las actitudes positivas y expectativas hacia sus
alumnos con diversidad funcional, así como la revisión de las causas de los problemas de
aprendizaje;
generar espacios de enseñanza y aprendizajes cooperativos, tanto entre pares como entre
colegas docentes y profesionales dentro y fuera del aula.
Así, el ámbito escolar resulta propicio para fortalecer la diversidad -en vez de homogeneizarla o in
visibilizarla- y es la temprana infancia el período de la vida donde los seres humanos consolidan
sus procesos de individuación y socialización. No cabe duda entonces de la relevancia que
cobran las prácticas docentes en esta instancia inicial de crecer con el otro.
VI.- CONCLUSIONES:
2) Asimismo, pretendo aportar información sobre cómo conciben los docentes su rol de
mediador social en los procesos de integración, sus reflexiones sobre la formación con la
que cuentan y la valoración que hacen de la misma para llevar adelante proyectos de
integración en el marco de la escuela.