Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
OPINIÓN
AVANCE Consulta la primera página de EL PAÍS, edición América, del 19 de noviembre »
TRIBUNA ›
Política y colesterol
Gracias a un nuevo marco analítico tenemos más extrema derecha que antes
y se ha reducido el populismo de izquierdas
JOSÉ LUIS PARDO
Militantes de la CUP votan en una asamblea de noviembre de 2017 si se presentan y cómo a las elecciones del 21 de
diciembre de ese año. CRISTÓBAL CASTRO
La pregunta del millón en nuestros días, que mantiene en vilo a miríadas de intelectuales de
izquierdas en todo el mundo, es esta: ¿por qué sube la extrema derecha (también llamada
https://elpais.com/elpais/2018/11/16/opinion/1542378491_439828.html 1/4
19/11/2018 Política y colesterol | Opinión | EL PAÍS
La ilusión soberanista
Desmontando a Zizek
Si se me permite un símil sanitario diré que, para estos intelectuales preocupados (no estoy
seguro de si están preocupados porque son de izquierdas o si obtienen su calificación
política por manifestar públicamente esta preocupación) el extremismo populista es como
para los médicos el colesterol: nuestro disparatado estilo de vida fomenta su crecimiento,
pero es importante distinguir el colesterol bueno del malo, pues este último es el más
peligroso en términos cardiovasculares. Por razones parecidas, a estos intelectuales les
preocupa ante todo el extremismo de derechas, que es el colesterol políticamente
incorrecto. Es notorio, sin duda, que hasta hace poco no existía entre nosotros, al menos
declaradamente, una opción política de extrema derecha que fuese electoralmente
significativa. Y también lo es que, en los últimos tiempos, ha aparecido una, Vox, que en las
estimaciones más optimistas para ella ronda el 4% de las expectativas de voto. Es una
señal, desde luego, como cuando en un análisis de sangre se descubre una presencia antes
inexistente de colesterol malo. Pero se diría que es aún insuficiente para tomar medidas
drásticas de medicación, y que bastaría con recomendar al paciente hábitos de vida más
saludables. Pero si los intelectuales de izquierdas están tan alarmados no es por eso, sino
porque han detectado una subida mucho más elevada: a ese presunto 4% le suman el 22%
de Ciudadanos y el 21% del PP, que en los últimos tiempos se han convertido en grupos
provocadores de extrema derecha, con lo cual la cosa se torna mucho más alarmante,
porque el populismo malo se sitúa muy cerca del 50% del electorado.
https://elpais.com/elpais/2018/11/16/opinion/1542378491_439828.html 2/4
19/11/2018 Política y colesterol | Opinión | EL PAÍS
Con este nuevo marco analítico tenemos más extrema derecha que antes, es cierto, pero es
porque nos hemos vuelto mucho más exigentes y menos tolerantes con el colesterol
político. Y, en ese sentido, el baremo corregido también nos ha dado buenas noticias: el
populismo o el extremismo de izquierdas, que según los viejos estándares se situaría hoy
en torno al 16%, con los nuevos ha desaparecido de la analítica (o, como mucho, ha
quedado reducido a la CUP, que no se presenta a las elecciones generales): en España ya
no hay extrema izquierda o levopopulismo en niveles parlamentarios. Podemos, Izquierda
Unida, ERC y Bildu se han convertido por fin en partidos de centro abanderados de la
democracia liberal y los derechos civiles, y ello sin necesidad de cambiar para nada ni su
ideario ni sus métodos ni sus vínculos genealógicos con el terrorismo, el estalinismo, el
secesionismo o el bolivarianismo, régimen este último del que olvidamos con frecuencia
que es capaz de dar de comer tres veces al día a sus adeptos. E incluso, aunque los
intelectuales de izquierdas no quieran por humildad esgrimir este triunfo, también hay una
parte del colesterol políticamente incorrecto que ha sido extirpado del sistema por este
procedimiento: el PNV y el PDeCAT han quedado enteramente libres de cualquier traza de
dextropopulismo, el primero convertido en representante del progresismo pragmático
capaz de dar de comer a sus adeptos hasta cuatro veces diarias con estrellas Michelin, y el
segundo en símbolo del radicalismo democrático chomskiano. Solo queda transmitirle
estas buenas nuevas al Poder Judicial, que debido a su proverbial lentitud y a sus
sospechosas simpatías hacia la banca aún no se ha adaptado al nuevo esquema por el que
ha de regirse la opinión pública.
https://elpais.com/elpais/2018/11/16/opinion/1542378491_439828.html 3/4
19/11/2018 Política y colesterol | Opinión | EL PAÍS
Los avances logrados en este proceso de saneamiento, aunque todavía insuficientes, son
esperanzadores en la lucha contra el colesterol político, que se situará en niveles
finlandeses en cuanto consigamos enterrar definitivamente a Franco. Así que ánimo. Otro
día hablamos de Bolsonaro.
ARCHIVADO EN:
Opinión · Bildu · ERC · Podemos · PdeCat · Partidos políticos · España · Problemas sociales · Política
· Sociedad
NEWSLETTERS
Recibe el boletín de Opinión
https://elpais.com/elpais/2018/11/16/opinion/1542378491_439828.html 4/4