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Base teórica

EL AGUA
El agua, como motor de desarrollo y fuente de riqueza, ha constituido uno de
los pilares fundamentales para el progreso del hombre. La ordenación y gestión de
los recursos hídricos, que ha sido desde siempre un objetivo prioritario para
cualquier sociedad, se ha realizado históricamente bajo directrices orientadas a
satisfacer la demanda en cantidades suficientes, bajo una perspectiva de política de
oferta.
El incremento de la oferta de agua como herramienta para el impulso económico, el
mayor nivel de contaminación, irremisiblemente asociado a un mayor nivel de
desarrollo, algunas características naturales (sequías prolongadas, inundaciones) y
en definitiva una sobreexplotación de los recursos hídricos, han conducido a un
deterioro importante de los mismos.
Esto ha hecho necesario un cambio en los planteamientos sobre política de aguas,
que han tenido que evolucionar desde una simple satisfacción en cantidad de las
demandas, hacia una gestión que contempla la calidad del recurso y la protección
del mismo como garantía de un abastecimiento futuro y de un desarrollo sostenible
(Bethemont, 1980).

LOS CONCEPTOS Y TIPOS DE CONTAMINACIÓN DEL AGUA


Contaminación es la acción y efecto de introducir materias o formas de
energía, o inducir condiciones en el agua que, de modo directo o indirecto, impliquen
una alteración perjudicial de su calidad en relación con los usos posteriores o con
su función ecológica. Dado que el agua rara vez se encuentra en estado puro, la
noción de contaminante del agua comprende cualquier organismo vivo, mineral o
compuesto químico cuya concentración impida los usos benéficos del agua
(Sagardoy, 1993).
Dependiendo de su origen existen dos tipos de contaminación de las aguas:
Contaminación puntual: es aquella que descarga sus aguas en un cauce natural,
proviene de una fuente específica, como suele ser un tubo o dique. En este punto
el agua puede ser medida, tratada o controlada. Este tipo de contaminación está
generalmente asociada a las industrias y las aguas negras municipales.
Contaminación difusa: es el tipo de contaminación producida en un área abierta,
sin ninguna fuente específica; este tipo de contaminación está generalmente
asociada con actividades de uso de tierra tales como, la agricultura, urbanizaciones,
pastoreo y prácticas forestales.
PRINCIPALES PROBLEMAS QUE IMPACTAN EN LA CALIDAD DEL AGUA EN
EL PERÚ

Minería y metales pesados. Los vertimientos de las aguas residuales provenientes


de la industria minera contienen trazas de metales según el tipo de minerales que
se exploten, además de los insumos químicos empleados en el proceso productivo.
Con el tratamiento físico-químico que se aplica, llegan a disminuir las
concentraciones de dichos componentes, logrando el cumplimiento de los límites
máximos permisibles (LMP) para las emisiones de efluentes líquidos de actividades
minero metalúrgicas.
Efluentes procedentes de la minería informal. Las estimaciones de la cantidad
de mineros informales indican que podrían ser cientos de miles de personas
dispersas en todo el territorio nacional, realizando actividades de la minería informal.
Según el MINEM (2016), son 55,181 declarantes mineros con compromiso de
formalización, que contribuyen con el deterioro de la calidad del agua, debido a que
emplean en sus procesos artesanales para la obtención del oro, mercurio y cianuro,
los cuales son vertidos directamente a los cuerpos de agua a través de relaves y
drenajes ácidos de mina.
Pasivos ambientales mineros. Son todas las instalaciones, efluentes, emisiones,
restos o depósitos de residuos producidos por operaciones mineras en la actualidad
abandonadas o inactivas y que constituyen un riesgo permanente y potencial para
la salud de la población, el ecosistema circundante y la propiedad, entre los cuales
se tienen: bocaminas, chimenea, cortes, depósito de desmonte, relavera,
edificaciones e instalaciones, barreta, socavón y tajo.
Tabla N° 1. Pasivos ambientales mineros por región.

Fuente: MINEM 2016.

Aguas residuales municipales. La cobertura de tratamiento de aguas residuales


en el Perú al año 2016 es de 68% en el ámbito urbano, a la cual se llegó en los
últimos años con la construcción de dos emisarios submarinos con tratamiento
preliminar avanzado en Lima, dos PTAR con tecnología de lodos activados y con
remoción de nitrógeno en Arequipa, una PTAR, con filtros percoladores y
sedimentador secundario en Cusco y una PTAR con tratamiento preliminar
avanzado en Iquitos, para una población beneficiaria de 8,9 millones de habitantes.

Agroquímicos. La agricultura es la actividad que representa la mayor fuente no


puntual de fósforo en las aguas superficiales. En muchos países la agricultura
contribuye significativamente a la contaminación de fósforo en las aguas
superficiales. Estimar esta contribución requiere conocer en cada cuenca o área de
drenaje, el tamaño de tierras destinadas al cultivo, el uso de fertilizantes, la
extensión y tipo de ganadería (vacuno, ovino, porcino y aves) y las escorrentías o
lluvias que arrastran los residuos de los suelos.

CALIDAD DEL AGUA


El problema de la calidad de agua es tan importante como aquellos relativos
a la escasez de la misma, sin embargo, se le han brindado menos atención. El
término calidad de agua se refiere al conjunto de parámetros que indican que el
agua puede ser usada para diferentes propósitos como: doméstico, riego,
recreación e industria.
La calidad del agua se define como el conjunto de características del agua
que pueden afectar su adaptabilidad a un uso específico, la relación entre esta
calidad del agua y las necesidades del usuario. También la calidad del agua se
puede definir por sus contenidos de sólidos y gases, ya sea que estén presentes en
suspensión o en solución (Mendoza 1976).
La evaluación de la calidad del agua es un proceso de enfoque múltiple que
estudia la naturaleza física, química y biológica del agua con relación a la calidad
natural, efectos humanos y acuáticos relacionados con la salud (Bethemont, 1980).
La contaminación causada por efluentes domésticos e industriales, la
deforestación y las malas prácticas de uso de la tierra, están reduciendo
notablemente la disponibilidad de agua. En la actualidad, una cuarta parte de la
población mundial, que principalmente habita en los países en desarrollo, sufre
escasez severa de agua limpia, lo que provoca que haya más de diez millones de
muertes al año producto de enfermedades relacionadas a la contaminación hídrica
(OPS, 1999).
Muchas de las actividades humanas contribuyen a la degradación del agua,
afectando su calidad y cantidad. Entre las causas de mayor impacto a la calidad del
agua en las cuencas hidrográficas de mayor importancia, está el aumento y
concentración de la población, actividades productivas no adecuadas, presión sobre
el uso inadecuado, mal uso de la tierra, la contaminación del recurso hídrico con
aguas servidas domésticas sin tratar, por la carencia de sistemas adecuados de
saneamiento, principalmente en las zonas rurales. De igual manera, la
contaminación por excretas humanas representa un serio riesgo a la salud pública
(OMS, 1999).

Parámetros de evaluación de calidad de agua


Cada país establece criterios de calidad del agua de acuerdo a la designación de
uso que establece para los cuerpos de agua en su territorio. Estas designaciones
reflejan la variedad de usos, incluyendo el mantenimiento de la vida acuática, la
recreación, el agua potable y los usos industriales. En el Perú, los estándares de
calidad ambiental (ECA) para agua fueron establecidos por el MINAM.
pH
Es una medida de la concentración de iones hidronio (H3O+), o intensidad de acidez,
en la disolución, e indicador de la existencia de vida, ya que los organismos toleran
un rango específico de pH. En las mediciones de pH, hay que tener presente que
estas sufren variaciones con la temperatura. Por lo general, las aguas naturales que
no han sufrido contaminación antropogénica exhiben pH en el rango de 5 a 9. No
obstante, la mayoría de los ríos, lagos y otros cuerpos de agua naturales tienen
niveles de pH que varían en el rango de 6,0 a 8,5 (Barrenechea, 2004). El valor de
pH del agua natural se debe principalmente a dos factores: el equilibrio del sistema
carbónico, por la disolución de CO2 en el agua y la disolución de carbonatos de las
rocas, y, por otro lado, la actividad vital de los microorganismos acuáticos, a través
de actividad fotosintética y la respiración de organismos heterótrofos (Barrenechea,
2004).

Conductividad eléctrica
La conductividad indica la presencia de iones en las aguas (Ca 2+, Mg2+, Na+,
fosfatos, bicarbonatos, cloruros, sulfatos), observándose principalmente en aguas
salinas y, en menor grado, en procesos de lixiviación, los cuales proporcionan al
agua la capacidad de conducir la corriente eléctrica. La conductividad también se
considera una medida indirecta de sólidos disueltos, por la aplicación de un factor
de conversión. Las aguas que presentan una elevada conductividad son corrosivas
(Aznar, 2000).

Sólidos
Los sólidos son encontrados en las aguas, tanto en forma de compuestos orgánicos
como inorgánicos. Los sólidos sedimentables pueden causar turbidez momentánea,
mientras los sólidos en suspensión causan turbidez permanente, debido a la
dispersión de la luz (efecto Tyndall) que se produce. Entonces, los sólidos pueden
ser partículas sedimentables, en suspensión o compuestos solubilizados, siendo la
cantidad de sólidos totales la suma de ambos (ST). Los sólidos suspendidos totales
son indicadores de la erosión que tuvo lugar aguas arriba, y son referencias para el
cobro de tasas retributivas y el diseño de plantas de tratamiento de aguas residuales
(36,42). Por otro lado, los sólidos totales disueltos (TDS) más abundantes son sales
inorgánicas, como carbonatos, cloruros, sulfatos y nitratos, y cationes K+, Mg 2+,
Ca2+ y Na+. Estos sólidos se determinan por procesos de filtración y evaporación
(Aznar, 2000).
Fosfatos y nitratos
Los nutrientes son los elementos que los organismos vivos necesitan para su
desarrollo. Son usados en la agricultura para ayudar al crecimiento de los cultivos.
Los nutrientes pueden presentar formas orgánicas o inorgánicas, siendo el carbono,
nitrógeno y fósforo los más importantes para el control de la calidad y contaminación
del agua. Las especies de fósforo más comunes en el agua son los ortofosfatos
(como PO3-, HPO2-, H PO- y H3PO4), necesarios para el metabolismo biológico.
Otras especies de menor relevancia son los fosfatos condensados (piro, meta, y
polifosfatos) y los fosfatos orgánicos. Estos últimos son constituyentes de
importancia en los vertimientos industriales y lodos de aguas residuales. Una gran
parte del fósforo presente en las aguas se debe al uso de abonos y detergentes
fosfatados. La eutrofización de los cuerpos de agua es un problema ambiental
debido a la acumulación de este elemento, junto con el nitrógeno, produciendo el
crecimiento incontrolado de biomasa acuática (Marín, 2003).

Demanda química de oxígeno


Las fuentes de materia orgánica pueden ser de origen natural, entre las cuales se
pueden destacar las especies provenientes de seres vivos, tales como aminoácidos,
ácidos grasos, alcoholes, pigmentos naturales y, además, las sustancias húmicas y
fúlvicas que constituyen la materia orgánica de los suelos, junto a otras
macromoléculas orgánicas, como proteínas y polisacáridos. La contaminación
antropogénica por materia orgánica tiene, en general, tres orígenes: doméstico,
agrícola e industrial. Las aguas residuales urbanas y agrícolas se caracterizan por
un alto contenido de materia orgánica, donde abundan los ácidos grasos, proteínas,
carbohidratos, detergentes, etc. En las aguas residuales industriales suelen
presentarse también algunos compuestos sintéticos como carburantes, plásticos,
fármacos, fibras, disolventes, pinturas, pesticidas (Nieves, Orozco, Pérez, Alfayate
& Rodríguez, 2011).

Metales
La excesiva concentración de metales en los cuerpos de agua es una de las
principales preocupaciones en el tema ambiental. Esto es principalmente debido a
su uso generalizado, los posibles efectos tóxicos en la biota acuática y su largo
tiempo de permanencia en el ambiente, ya que no pueden ser degradados hasta
inocuidad. Ciertos metales son esenciales para los organismos en pequeñas
cantidades, como el cobre, cinc, cobalto y molibdeno, aunque la exposición a altas
concentraciones puede tener efectos tóxicos a la salud.
Los seres humanos han usado los metales para diversos propósitos como, por
ejemplo, la joyería (el oro, la plata y el cobre), fotografía (plata), pinturas (plomo y
zinc), etc. Debido al uso extensivo de los metales, estos pueden entrar en el agua
de diferentes maneras, principalmente por procesos de lixiviación, así como
diversas descargas de efluentes. Entre las principales fuentes se pueden mencionar
los efluentes de aguas residuales domesticas (una posible fuente de cinc, plomo y
cobre), descargas industriales (una fuente potencial de níquel, cobre, cinc y cromo),
la agricultura (una posible fuente de cinc, plomo, cromo y cobre), escorrentías en
las carreteras (una fuente potencial de arsénico, cinc, cadmio, plomo y níquel), etc.
La disolución de metales en fuentes de agua puede alcanzar niveles tóxicos para
los organismos que interaccionan con este medio, si se encuentran a exposición de
concentraciones altas o de concentraciones bajas por un largo período (Nieves, etal,
2011).

ALTERNATIVAS PARA EL MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DEL AGUA


Existen alternativas que se podrían aplicar para controlar a las fuentes de
contaminación química de los ecosistemas. Aparte de las alternativas físico-
químicas que permiten disminuir significativamente la concentración de los metales
pesados en los efluentes, pero que muchas veces no permiten alcanzar las
concentraciones establecidas en los límites máximos permisibles, existen las
alternativas biotecnológicas, que son aplicables a efluentes con concentraciones
bajas de contaminantes, pero que no lograron alcanzar las concentraciones de los
límites máximos permisibles establecidos. Entre estas biotecnologías tenemos la
aplicación de organismos y microorganismos resistentes o tolerantes a la presencia
de metales pesados, la aplicación de la fitoremediación, o sea la aplicación de
plantas con potencial bioremediador y la aplicación de biopolímeros con capacidad
adsorbente de metales.
La elección de cual alternativa utilizar dependerá de las características del efluente
a tratar. La naturaleza realiza la tarea de limpieza de los ecosistemas muy
eficientemente, pero desafortunadamente también muy lentamente. Lo que se tiene
que hacer es interpretar lo que realiza la naturaleza para luego hacer más eficientes
esos procesos para tener resultados en plazos mucho menores. Para ello tenemos
que analizar el componente biótico y también el componente abiótico de los
ecosistemas (Bauer, 2017).

Referencia bibliográfica

 Aznar Jiménez A. Determinación de los parámetros fisicoquímicos de la


calidad de agua. Gestión Ambiental. 2000.
 Barrenechea Martel A. Aspectos fisicoquímicos de la calidad del agua. En:
Tratamiento de agua para consumo humano. Lima, Perú: Centro
Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente; 2004.
 Bauer, J. (s.a.). calidad del agua.
 Marín Galvín R. Fisicoquímica y microbiología de los medios acuáticos.
Ediciones Díaz de Santos. Madrid, España; 2003.
 Mendoza, M. (1996). Impacto de la tierra, en la calidad del agua en la
microcuenca rio sábalos. Cuenca del rio san juan.
 Ministerio de Energía y Minas. Inventario de pasivos ambientales mineros
2016. Dirección General de Minería.
 Nieves M, Orozco C, Pérez A, Alfayate J, Rodríguez F. Contaminación
ambiental: una visión desde la química. Ediciones Paraninfo.
 OMS. (2000). Evaluación Global de los Servicios de Abastecimiento de Agua
y Saneamiento. Informe Analítico. Perú.
 OPS, (Organización Mundial para la Salud). (1999). Consideraciones sobre
el programa medio Ambiente y salud en el Itsmo centroamericano.
 Sagardoy, J. (1994). Irrigation management transfer; selected paper, FAO.

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