Вы находитесь на странице: 1из 13

Narrador:

Fidelidad de Dios hacia su pueblo infiel

Sal 78:1 Escucha, pueblo mío, mi ley;


Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.
Sal 78:2 Abriré mi boca en proverbios;
Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,(A)
Sal 78:3 Las cuales hemos oído y entendido;
Que nuestros padres nos las contaron.
Sal 78:4 No las encubriremos a sus hijos,
Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová,
Y su potencia, y las maravillas que hizo.

Personajes.
Padre de Jose de Nazaret (Jacob según la narración de Mateos)
José (niño)
José (adulto)

Primera Escena

José (niño): Después que pasó?

Jacob: pues Moisés y el pueblo de Israel llegaron a la orilla del mar, pero que
crees, la cosa se pone peor

José (niño): no, como?

Jacob: pues sí, estaban a la orilla de mar del mar rojo, montañas a su derecha y
a su izquierda y atrás de ellos a la distancia, acercándose, faraón con seiscientos
de sus mejores carros de combate

José (niño): que, y que paso papiiii?


Jacob: pues la gente estaba enojadísima y además muy asustada, le gritaban a
Moisés ¿porque nos trajiste a morir en el desierto? estábamos mejor en Egipto.
Así que Moisés se puso a orar, y el señor le dijo, Moisés toma tu vara, extiende tu
mano hacia el mar rojo. Y cuando Moisés lo hizo, levanto esas manos al cielo y el
inmenso mar rojo se abrió delante de ellos. El pueblo de Israel comenzó a
caminar en seco no creían lo que estaba pasando, pero cuando al final estaban
seguros, y habían atravesado hasta el otro lado, el ejercito de faraón, que venía
cabalgando de tras de ellos, les iban a dar alcance cuando vieron que el agua se
cerraba sobre ellos y de un solo golpe, ¡¡fuaaaa¡¡ el agua se los trago a todos
José (niño): guauuuu
Jacob: ese día el señor le dio al pueblo de Israel una gran victoria. Sabes nuestro
Dios, hasta el día de hoy sigue siendo el Dios Todopoderoso. Él es Jehová Jireh
nuestro proveedor y además es Jehova Nissi el que pelea por mí, y pelea por ti.
Canto de Jacob, “Te contare historias que mi padre a mí me pudo contar,
dedicare mis horas, hasta que mi tiempo llegue al final”
Termina la primera escena.

Segunda escena; en el taller de carpintería de Jacob enseñándole a su hijo

Jacob: muy bien José, vamos a pintar esto, mira, sostén este pedazo aquí y con
estas pinzas tienes que sostenerlo en ambos lados, hazlo con mucho cuidado
para que no quede ninguna marca sobre la madera
José (niño): (se le cae y se enoja) te dije que no puedo
Jacob: José, todo lo que hacemos, no únicamente en carpintería, sino además en
nuestra vida, requiere de que pongamos nuestro máximo esfuerzo. Recuerda que
cuando, cuando tú des esa milla extra y pongas cariño y amor en lo que estás
haciendo, las cosas siempre te saldrán bien. No te desanimes hijo.
Te gustaría que te contara alguna de tus historias favoritas?
José (niño): mmmm, no se!
Jacob: yo sé que esta te va a gustar, es acerca de un niño más o menos de tu
edad, además es también es uno de nuestros antepasados, y sabes?, al igual que
tú, a veces el también sentía que sus problemas eran grandes, grandes, tan
grandes quizás….como un gigante
José (niño): si, si cuéntamelo por favor
Jacob: jaja, yo sabía que te iba interesar. Pues mira, resulta que había un
muchachito muy valiente, que se llamaba David, David les llevaba provisiones a
sus hermanos que estaban en el campamento de Israel, cuando de repente
escucho que alguien levantaba la voz, resulta que era un gigante. Ese gigante
todos los días venia se paraba en medio de los dos campamentos y les gritaba;
“yo soy Goliat de Gat, soy el mejor y más grande peleador, del ejercito de los
filisteos, ninguno de ustedes podrá pelear contra mí, ni siquiera su Dios debilucho
me puede detener”.
Cuando David escucho eso, se puso furioso, y dijo; “quien es ese filisteo
incircunciso que se atreve a levantar su voz en contra del ejercito del Dios viviente,
el señor, ha entregado osos y leones en mis manos, cuando han querido venir a
tomar mis ovejas así que este gigante será como uno de ellos”, en pocas palabras
David dijo que Goliat era un animal.
Cuando el rey Saúl lo escucho, lo mando a llamar y lo aprobó para que fuera a
pelear contra Goliat. Así que David tomo su bastón de pastor, tomo su saco de
pastor, tomo cinco piedras lisas del arroyo y su onda, que por cierto era una
buenísima onda.
Cuando el gigante lo vio llegar, se burló de él, porque vio a David muy delgadito y
muy chiquito y le dijo “acaso soy un perro para vengas a darme de palos, jajaja, yo
te derrotare en este día y daré de comer tu carne a las aves del cielo y a las
bestias de campo”.
Pero David no se tragó nada de esas mentiras y le dijo; “tu vienes contra mí con
espada, lanza y jabalina, más yo vengo contra ti en el nombre del señor de los
ejércitos y este día el me dará la victoria y seré yo quien daré tu carne de comer a
las aves de los cielos y a las bestias del campo”.
Cuando Goliat escucho eso se puso furioso, así que empezó a marchar
fuertemente contra David, pero David no se asustó, el empezó a correr hacia
Goliat, cuando estaban cerca, David metió su mano en su saco, puso una piedra
al final de su honda y comenzó a darle vueltas y vueltas, y vueltas, y cuando
finalmente soltó la piedra, el señor se encargó, de que esa piedra tomara dirección
y fuerza. Y se fue incrustar justamente contra la cabeza de Goliat, él estaba tan
desconcertado que cayo cuan largo era, sobre su cara, cuando estaba ahí tirado
David corrió, tomo de la espada inmensa que apenas si podía agarrar, y de un
solo tajo, le corto la cabeza al gigante, sangre brotaba
Jose (niño): apapá papá papa
Jacob: sangre brotaba caia (agostado y cansado y exitado de narrar)
Jose (niño): pa pacalmate, calmate, calmate (se sientan)
Jacob: perdón hijo, se apoderan de mí, mis ímpetus de guerrero, siempre que
recuerdo la historia de tu tátara tátara tátara tátara tátara abuelo.
El señor le dio una gran victoria a Israel en ese día, tanto que el pueblo de Israel
gritaba,” oooo David es el mejor guerrero del mundo, David, David, David”. Así se
escuchaba, y David le decía; “nooo, la victoria es del señor”.
Ese día el señor demostró como siempre lo hace, que él es el Dios todopoderoso,
y recuerda él es Jehová Nissi, quien pelea por mí y pelea también por ti. Aunque
tus problemas se vean como gigantes, si los pones en sus manos, él se encargara
de darte la victoria.
Jose (niño): (el niño vuelve a intentar hacer el oficio) si apa, tienes razón, Jehova
Nissi pelea por mí.
Jacob: canta “no pretendo saberlo todo, tampoco sé, lo que mañana traerá.
Te enseñare mi oficio, y algún día a tu hijo, tu enseñaras, ooooh”

Tercera escena.
Ya José es un joven adulto, realizando el oficio de carpintería.

José Adulto: (fabricando una silla) cada detalle tiene que ser exacto, y revisarlo,
si, revisarlo hasta que todo quede perfecto. ¿Qué te parece papá?
Jacob: excelente José, como siempre muy excelente
José Adulto: muchas gracias papá. Aprovechando que estas aquí, te quería
mencionar algo
Jacob: dime
José Adulto: estaba pensando y creo que ya es tiempo que le pregunte a María,
si realmente quiere casarse conmigo
Jacob: Aleluya. Jajaja. Yo sé que el señor ha puesto ese deseo en tu corazón.
“”hay José”” tu madre y yo hemos orado tanto por este día. Desde que naciste, el
señor puso en nuestro corazón que hiciéramos nuestro máximo esfuerzo para que
te convirtieras en un hombre de bien, y estoy tan contento de ver que eres un
hombre temeroso de Dios.
José Adulto: muchas gracias papá, te agradezco tus palabras
Jacob: esa María, es una muchacha muy linda, tienes que cuidarla muy bien, y yo
sé que no te va a costar nada de trabajo en ganarte a su familia
José Adulto: te prometo que así lo hare padre
Jacob: muy bien hijo

Cuarta escena
José en plan de conquista a María

José Adulto: María, María tu sonrisa brilla más que el sol en el día y sobrepasa el
resplandor de la luna por la noche, María.
María: (risa enamorada) yo no sabía que eras tan poético
José Adulto: María es que me sale tan natural cuando estoy contigo
María: pero sabes que José
José Adulto: qué?
María: lo que más me encanta de ti, es como eres tan respetuoso a los
mandamientos del señor, de todos los hombres en esta tierra, realmente le
agradezco que te escogió a ti para mi
José Adulto: María me dejas sin palabras, y eso que pensé que el poético era yo.
Pero mira, aunque la noche esta hermosa temo decirte que tengo que irme, pero
quiero que sepas María que me haces el hombre más feliz, que realmente estoy
enamorado de ti y que mis días en esta tierra son los más felices. También
quiero, que le agradezcas a toda tu familia por todo el esfuerzo que hicieron para
prepararnos esta fiesta de compromiso
María: así, lo hare José, hasta después, Shalom
José Adulto: Shalom
María: que día tan hermoso, todo me salió tan perfecto y mis padres de familia
aman a José
Tía Raquel: ya niña donde has estado, te estado buscando, ya me voy solo quería
decirte que te ves hermosa y la fiesta a estado preciosa, todas esas flores y las
mesas y sobretodo la comida, ay que si he comido como marrano de engorda.
Pero no te preocupes, porque el próximo año me pongo a dieta
María: (risa)
Tía Raquel: la que debería de comer eres tú, mira que estas bastante flaquita,
debes de ponerte gordita para la boda.
Aunque he estado observando a ese José, y déjame decirte, mmm que no es
nada guapo, es más bien feo, bajito y pobre, ay pero que cosas estoy diciendo
niña
María: no, ya se iba
Tía Raquel: bueno, si, si, ya me voy, pero, sabes, no sé por qué hacen estas
fiestas tan lejos de mi casa, me quedan tan retiradas, lo bueno es que alcance a
guarda nada más ,dos docenas de esos panecillos deliciosos, los guarde en mi
bolsa, eso nada más es para el camino, lástima que se hayan acabado tan pronto.
Bueno Shalom
María: Shalom tía, tengan buen viaje
Tía Raquel: ay niña, traes un pedazo de carne en el diente.

María: que día tan hermoso, estoy tan emocionada, ¿se me nota?
Ay José como cambiaste mi vida, parece que Dios hizo todo perfecto para mí, no
sé si gritarlo, o cantar o brincar o danzar
Ángel: Shalom María
María: ¿quién eres?
Ángel: no temas, eres grandemente favorecida por Jehová, el Dios de Abraham,
de Isaac y de Jacob,
María: ¿favorecida? ¿Por el Dios Altísimo? Yo, no lo entiendo, ¿Por qué?
Ángel: vengo a darte un mensaje, darás a luz a un niño, y le darás por nombre,
Jesús. Este será grande, y será llamado hijo del Altísimo
María: darle luz, ¿al hijo del Altísimo? El mesías del cual se profetizaba, no no
eso no puede ser, porque Dios mandaría al mesías a través de una muchacha
como yo, mi familia no es de abundante riquezas y aparte, José y yo nos
acabamos de comprometer. Yo soy virgen, eso es imposible, por seguro me
tienes equivocada con otra.
Ángel: María, Dios miro tu corazón, encontraste el favor bajo los ojos de Jehová,
el espíritu santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.
Por lo cual, el santo ser, que nacerá, será llamado, hijo de Dios
María: Dios me quiere usar, no sé qué decir, es un gran honor, el mesías, ¡¡gloria
en las alturas!!
Ángel: he aquí también tu parienta Elizabeth, ha concebido un hijo, aun en su
edad avanzada, porque ninguna cosa os será imposible para Dios
María: Elizabeth, ¡¡gloria a Jehová!!, he aquí yo tu sierva señor, que se haga
conmigo conforme a tu palabra.
(Pausa de 5 segundo y continua el relato)
El hijo de Dios, por muchos años se profetizaba su venida, siempre lo creía, pero,
nunca pensé que iba ser en mis tiempos. Estoy embarazada con el mesías,
Jesús, no sé si gritarlo a los cielos, o danzar hasta que mis pies me falle, sé que
José se va…. ¡José!.
Como le voy a explicar a José, si le cuento ¿me creerá?
No tiene que creerme, es José. Él siempre me escucha y me comprende. Ay que
voy hacer, va a pensar lo peor, pensara que es una mentira, o peor aún, pensara
que le fui infiel. No María, no pienses así, estas dudando de un hombre que te
ama, si, que te valora, tiene que creerme, hasta sus mismo amigos lo apodan el
justo.
Dios mío por favor, que sea conforme a tu palabra.

Quinta escena.
María va a ver a José, al taller, donde él está fabricando unas sillas

María: ¿estás aquí?


José: ¿María?, María que sorpresa tan agradable, no espera verte por aquí
María: José, tienes unos minutos para hablar
José: María tu sabes que para ti siempre tengo tiempo, pero debes de venir
cansada, has caminado hasta aquí, déjame darte un poco de agua
María: no, no José, estoy bien. Es que, tengo algo que contarte
José: está bien, pero antes de que me lo digas, yo te tengo una sorpresa. Ya sé
que me dijiste que no me apresurara tanto en hacerlo, pero a la verdad estoy tan
emocionado que no pude esperar más, y quería que estuviera lista para cuando
nos mudemos a nuestra casa. Mira ven, cierra los ojos, dan un paso, uno más,
otro, espera
María: ¿una silla? ¿Para quién?
José: María, son las sillas que hice, para cuando nos casemos y quería que
estuviera perfecta para cuando tú te sentaras en ellas. ¿Qué te parece, te gusta?
María: no sé qué decir, están hermosas
José: María, pero no te ves tan contenta, ¿acaso no te gusto la silla?, porque si
quieres puedo pintarlas de otro color
María: no José, están excelente, muy hermosas, es que, tengo algo que contarte,
pero no sé cómo lo vas a tomar
José: ¿María que te pasa?, tu sabes que puedes contarme lo que sea, ¿Qué te
sucede?
María: me acabo de enterar que mi prima Elizabeth va a tener un hijo, aun en su
edad avanzada
José: ¿tú prima Elizabeth? Eso es asombroso, que no tiene ella como ochenta
años
María: sé que suena un poco raro, pero fue el mismo ángel que me dijo la noticia
de Elizabeth
José: Dios es grande, el sigue mostrando su gran poder
María: si José, y también me dijo que yo encontrado gracia y favor en los ojos de
Dios
José: María lo sabía, sabía, que tú eres muy especial
María: también me dijo que yo daré a luz un hijo, y será llamado el hijo de Dios
José: (cambia el tono de voz) hijo de Dios, espera el ángel te dijo que será el hijo
de Dios. (enfadado) María no entiendo
María: si, el ángel me dijo que yo fui escogida por Dios, que daré a luz al mesías,
el cual se profetizaba, el espíritu santo vino y me cubrió, y nacerá el hijo de Dios.
José estoy embarazada con el mesías
José: ¿embarazada?, me estás diciendo que estas embarazada
María: si José, Dios es fiel a su palabra
José: María como pudiste hacerme esto
María: el mesías nacerá, es un milagro
José: ¿milagro?, esta es tu tonta manera para decirme que me fuisteis infiel
María: ¿infiel? José yo no te he sido infiel
José: ¿María que has hecho?
María: pero José
José: María tendré que cancelar la boda
María: José por favor tienes que creerme
José: María tendré que hablar con tus padres para romper nuestro compromiso
María: José por favor no, escúchame por favor
José: María vete de aquí
María: José no
José: María vete de aquí
María: pero por favor
José: María no quiero decirte algo que te va a lastimar vete
María: por favor tienes que escucharme
José: (le grita a María) María que te vayas.

José queda solo enojado, sin entender lo que esta pasando


José: no puedo creerlo, embarazada. ¿Por quéeeee?
Que le diré a mi familia? Que tendrá que cancelar la boda, porque María me fue
infiel. María que hiciste, si los fariseos se dan cuentan hasta podrían apedrearte.
Jehová no entiendo. ¿Por qué? Infiel, ¿Por qué si ya estábamos a punto de
casarnos? Si todo, estaba tan perfecto. Si mi padre viviera, yo sé que él podría
aconsejarme.
Dios porque a mí, porque a mí. Yo que trato día a día dar lo mejor, de guardar tu
palabra, de guardar tu ley.
Señor, señor escucha mi oración, escucha mi clamor, señor.
Si tu voluntad era, que ella no fuera para mí, solo ayúdame a entenderlo, ayúdame
a entenderlo
Ángel: José, hijo de David
José: ¿quién está ahí?
Ángel: soy un ángel enviado por el señor, no temas
José: ¿enviado por Dios?
Ángel: si, no temas que traigo buenas noticias, el hijo que va a tener María es del
espíritu santo
José: eso no puede ser, ella me fue infiel
Ángel: José, escucha, Dios escogió a María, porque vio su corazón, ella encontró
gracia en los ojos de Dios, así como tú, has hallado favor en sus ojos también
José: ¿acaso esto puede ser real?
Ángel: si José, toma a María como tu esposa, y llamaran a ese niño, Jesús, el
cual será conocido como el hijo de Dios
José: Oh Jehová, he aquí tu siervo José, nunca me imaginé que Dios nos usaría a
María y a mí. Por mucho tiempo mi padre me contaba historias donde Dios usaba
gente para su gloria, y ahora, yo soy uno de ellos, gloria al Altísimo.
Eso significa que María no me fue infiel, pero la forma en que la grite, como la
corrí, de seguro que no me va querer perdonar, Dios mío, Dios mío dame las
palabras, para poder ir a buscar y me perdone, ayúdame Señor a que me
escuche, ayúdame Padre a que me escuche.

José va en buscar María y su perdón.

José: María, perdóname, perdóname por la forma en que te hable, quiero que
sepas que lo lamento mucho, te tuve que haber creído
María: José no sé qué estás hablando
José: que un ángel se me apareció y me confirmo lo que tú me habías dicho,
María perdóname por haber dudado de ti, de tu integridad
María: está bien José, yo sé que era algo de difícil de creer
José: María, Dios nos quiere usar. Por mucho tiempo mi padre, me decía de
personas que para la gloria de él, hacían grandes cosas, pero ahora, el mismo
mesías del cual nuestra gente profetisa, está en tu vientre María.
María: lo se José, aun cuando lo pienso no lo puedo creer, pero le doy gracias a
Dios que el mismo te revelo, así los dos podremos criar al hijo de Dios
José: así es María, con la ayuda de Dios, criaremos a su hijo

Narrador: José y María se casaron, Elizabeth, la prima de María, dio a luz a su


bebe, y lo llamo Juan, tal como fue dicho por el ángel mensajero.
Meses después, el emperador Cesar Augusto, decreto por medio de un edicto,
que en todo el imperio se realizaría un censo, para registrar a sus ciudadanos.
Toda la gente tenía que trasladarse a sus lugares de su nacimiento y registrarse
ahí.
José y María tuvieron que viajar por este motivo desde Nazaret a Belén de Judea,
varios días para cubrir los cientos cincuentas seis kilómetros de distancias entre
ambas ciudades.

Ultima escena

Ya en Belén, comienzan a buscar lugar donde posar


María: Estoy muy cansada, ya no puedo seguir
José: María aguanta, ya nos falta poco.
Mira reposa aquí, mientras yo iré a ver que puedo encontrar.
Ya hemos visitado tres diferentes mesones y nadie ha querido ayudarnos, si tan
solo esta gente supiera, que maría lleva en su vientre al mesías, estoy seguro que
hasta sobraría lugar donde ella pudiera reposar.
Pero qué tipo de hombre, no puede encontrar un simple cuarto para su familia
seguramente el tipo de hombre que Dios no debería de usar, lo sabía, sabía que
Dios se equivocó conmigo, porque si ni siquiera puedo proveer para mi propia
familia, como se supone que voy a criar al hijo de Dios.
Dios mío, Dios mío ayúdame tan solo a encontrar un lugar para que María no
duerma en la intemperie en una noche tan fría como esta
María: José encontraste lugar
José: María te mentiría, si te dijera que sí, pero vamos, hagamos un último
esfuerzo
María: está bien José yo sé que Dios proveer para nosotros
José: así es, Jehová Jireh, yo se tu proveerás para nosotros.
Mira allí hay un hombre
Mesonero: tengo mucho trabajo y todo por culpa de los romanos
José: buenas noches buen hombre
Mesonero: ¿Qué tienen de bueno?
José: mire mi esposa y yo hemos caminado muchisimo
Mesonero: ¿y yo que culpa tengo?
José: ninguna, pero estamos demasiado cansado
Mesonero: lo siento mucho, yo no puedo recibirlos aquí
José: mire tan solo queremos un cuarto donde podamos pasar la noche
Mesonero: lo siento mi mesón está lleno
José: aunque tan solo sea un cuarto pequeño, donde ella pueda descansar
Mesonero: pero si a duras penas tengo yo exactamente donde dormir, lo siento
no puedo recibirlo
José: está bien no se preocupe, yo solo quería un cuarto para que mi esposa que
pronto dará a luz pudiera descansar, pero le agradezco. Vamos María
Mesonero: bueno, este pues siendo así
José: ¿perdón?
Mesonero: siendo así, eh, pues mi mesón está lleno, pero, atrás de mi mesón,
tengo un pequeño establo
José: lo tomaremos
Mesonero: no está en buenas condiciones
José: lo tomaremos, no se preocupe
Mesonero: ¿en verdad?
José: si
Mesonero: Bueno pues pase, ¿ustedes también a lo de censo?
José: si, hemos caminado muchísimo
Mesonero: lo entiendo, seguramente vienen muy cansado
José: nadie había querido darnos hospedaje
Mesonero: ni yo tampoco, pero ya vinieron.

Mesonero: yo espero que, por lo menos puedan dormir bien esta noche
José: no se preocupe buen hombre, María y yo se lo agradecemos. Muchísimas
gracias
Ambos: Shalom
José: Jehová Nissi, Dios de Abraham, te doy gracias por haber puesto en el
corazón de este mesonero, el darnos hospedaje en este establo, también te
agradezco por habernos escogido a María y a mí, y te pido mi Dios que me des la
fuerza, que me ayudes, que medes la sabiduría para criar a este hijo tuyo que
pronto nacerá.
María: está naciendo
José: María ya voy
(llanto de bebe)

José: (con el niño en brazos) sé que te acabo de conocer, pero sabes una cosa,
quiero que sepas que te amo desde ya, y que voy a cuidar de ti.
Canto: “te contare historia, que mi padre a mí me pudo contar, oooh..
Dedicare mis horas, hasta que mi tiempo llegue al final
No pretendo saberlo todo, tampoco sé lo que mañana traerá
Te enseñare mi oficio, y algún día al mundo tú salvaras

Вам также может понравиться