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Compañeros y compañeras.
Han transcurrido ya casi seis años desde que entramos al Liceo Nuevo Mundo, y comenzamos a
formar parte activa de nuestro colegio, que con el tiempo realmente se ha convertido en nuestra
familia. Son muchas las experiencias vividas en estas aulas de clase, pasillos y cancha;
prácticamente el Liceo Nuevo mundo es nuestra segunda casa.
Poco a poco iremos construyendo lo que queremos que sea nuestra huella en la historia del
colegio. Venimos con ganas de trabajar activamente, romperemos esquemas y seremos
verdaderos líderes.
Un líder es conocerse a sí mismo, a sus virtudes, explorándolas y explotándolas, pero también sabe
reconocer, aceptar y corregir sus defectos. Los líderes no nacen, se hacen; son quienes hacen
posible lo casi imposible sin esperar recompensa alguna; simplemente hacen lo que hacen, por
amor a los demás.
Hoy asumimos el rol de líderes de nuestros compañeros, adoptando nuestra filosofía, “En todo,
amar y servir”.
Ser presidente del gobierno estudiantil es una responsabilidad, estén seguros de que no
defraudaremos esa confianza que recae en nosotros. Cuento con un equipo tenaz y responsable,
capaz de superar retos, comprometidos con su labor y deseo de cumplir nuestras promesas hechas
en campaña. Estás no fueron simples palabras o un proyecto bien elaborado, son nuestros sueños
para nuestro querido colegio. Es la herencia que deja nuestra promoción y no descansaremos
hasta ver cumplidos nuestros anhelos.
No puedo dejar de agradecer primero a nuestros padres, pues ellos nos han apoyado con sus
consejos, con su ayuda y tiempo, con lo cual nos han mostrado una vez más el eterno amor que
nos tienen y el deseo de que seamos personas de bien para los demás.
A nuestros amigos, porque ellos han sido un apoyo importante en este trabajo. A nuestra querida
institución que nos brinda la oportunidad de servir y por ayudarnos a formar una conciencia social,
al poner en todos nuestros actos, el amor al prójimo.
A ustedes queridos estudiantes, que constituyen nuestra mayor aspiración. A nuestros fraternos
adversarios, quienes hicieron posible llevar acabo un ejemplo para futuras generaciones.
Pero sobretodo agradezco a mis compañeros, amigos de gobierno estudiantil, gracias por confiar
en mí, por ser mi soporte. Este triunfo no es solo mío, es de todos nosotros y créanme, los lazos de
amistad que hemos reforzado en este mes no se romperán.
Es un orgullo para todos nosotros llevar el nombre del Liceo Nuevo Mundo en nuestro corazón; por
ello, queremos ser la fórmula para el crecimiento de nuestro colegio.
Muchas gracias.