LA IMPORTANCIA DE LA PLANEACIÓN EN LA ENSEÑANZA

Una planeación bien elaborada con previa anticipación, es muy importante, ya que se debe
de prever las actividades, estrategias, materiales y recursos, contexto, estilos y ritmos de
aprendizaje de los alumnos, entre otros. Al sentarnos a elaborar la planeación, se fija la
meta de lo que se dese lograr en el grupo, es decir, el aprendizaje esperado de la materia
a planear. Esto con la finalidad de tener presente el conocimiento nuevo a asociar en cada
uno de los alumnos, por ello se toman los elemento anteriormente mencionados para
ajustar las actividades de acuerdo al nivel de cada alumno. Si no se llevara a cabo el diseño
de la planeación como es debido, las consecuencias son múltiples, empezando por el
empobrecimiento de la clase y del aprendizaje “esperado” que se desea lograr, sin
planeación, el docente recae en la improvisación, sacando actividades, como común dicen,
“de la manga” sin un propósito en específico, regresando a las actividades tradicionalistas
como son: operaciones básicas sin sentido alguno, cuestionarios o resúmenes en las
demás materias, planas, o simplemente realizan las actividades del libro, sin atraer la
atención del alumnado. Podrá abarcar los contenidos como se nos marca en los planes y
programas, pero eso no garantiza que los aprendizajes fueron asociados de la mejor
manera por los alumnos, por ello es indispensable tener siempre diseñada, argumentada y
disponible la planeación requerida para cada contenido.

En algunas de las clases diseñadas, sobre todo de matemáticas o ciencias sociales, se ha

llevado a cabo algo semejante al Ciclo Shewhart, en las cuales, se organiza al grupo en
equipos para resolver alguna situación presentada en la clase de matemáticas, en especial
cuando se trata de un nuevo contenido, para que sean ellos los que primero busquen una
solución a la situación, claro, orientándolos en sus procesos, para que no se desvíen de
resultado a obtener.

Los pasos dichos a los equipos, no son tal cual los marca el Ciclo, pero si llevan un
procedimiento parecido; primero se les dice que lean y analicen la situación, qué desean
lograr o que es lo que tienen qué obtener, después, buscar las posibles fórmulas,
procedimientos u operaciones que les ayudará a llegar al objetivo antes previsto; ya que
tengan la certeza del camino a seguir para la solución, lo que sigue es verificar si en realidad
sus propuestas los ayudan a resolver la situación, si en dado caso no es así, se verifica de
nuevo la situación desde el principio. Tal vez no son los mismos pasos que el ciclo enumera
en su espiral, pero es lo más acercado que he llevado a cabo en mis clases de matemáticas.

En algunas clases de ciencias sociales, sobre todo cuando se trata de temas de desarrollo
sustentable, si se realizan los pasos, o al menos hasta donde los recursos nos alcanzan
para llevarlos a cabo. Primero es que detecten un problema, ya sea de contaminación o
algo que afecte directamente a la sociedad, en el cual podríamos nosotros intervenir para
ayudar a que ese problema se solucione, después se diseña la meta u objetivos que se
pretenden lograr con ese problema, ya sea desaparecerlo, disminuirlo o reorientarlo; el
siguiente paso es realizar una planificación de cómo pretendemos cumplir con el objetivo;
el siguiente paso es verificar que en realidad se pueda realizar las actividades planeadas
para lograr el cometido, por ultimo verificar si en realidad funciona; este último paso no lo
llevamos a cabo, pues no se cuenta con el apoyo de la autoridad inmediata, local o
municipal.

Es innegable que uno de estos proyectos, los alumnos lo hagan a la perfección en el primer
intento, es fácil observar un problema, pero al momento de llegar a la planificación de las
acciones, se deben pensar aquellas que realmente se puedan llevar a cabo, es decir,
aterrizar a nuestra realidad del contexto, pues a la edad de los alumnos, es difícil entender
la magnitud de ese problema o de la solución, aunque claro, existen niños superdotados,
creativos, o simplemente, observan el mundo de diferente manera a la nuestra, y pueden
ser capaces de encontrar soluciones donde nosotros los adultos o profesionistas vemos
barreras puestas por dependencias, personas o la propia mente.

Es por ello, que llama mi atención el Ciclo-Shewhart, pues los niños, de manera general,
vienen a este mundo a aprender, ya sea algo positivo o negativo, en nuestras manos, como
docentes y personas de la sociedad, está que eso que aprendan sea positivo, tanto para
ellos, como para la sociedad en general; si ponemos en práctica la espiral, el educando se
acostumbrará a ver su vida mediante esos 5 pasos, ya sea en su trabajo, hogar o en la
sociedad. Es una herramienta verdaderamente necesaria en cada uno de nosotros como
individuos, y muy importante asociarla en los conocimientos de las nuevas generaciones.