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de Pêcheux y Voloshinov1
Silvia Hernández, Paula Morel y Ricardo Terriles
(Universidad de Buenos Aires)
Recibido: 11/11/2010
Aceptado: 25/1/2011
Summary: This article aims to compare the approaches of Michel Pêcheux and
Valentin Voloshinov in order to analyze the way both authors focus the statute
of the subject in their theories of discourse. The issue of the subject is consi-
dered one of the most important topic that, still today, challenges both theory
and discourse analysis.
Key words: Ideology / subject / sign / discourse
P
al hecho de que, cuando se habla de
roducto de épocas y contextos “ideología” o de lo “ideológico” en el
diferentes, pero con preocupa- discurso marxista, se hace al menos
ciones conexas que derivan del con referencia a:
horizonte materialista histórico en
el cual ambas obras se inscriben, las 1. Un nivel o instancia de la vida so-
propuestas teóricas de Voloshinov y cial –más o menos determinado
Pêcheux articulan la problemática de por otros niveles o instancias– que
la ideología con la de la producción cumple algún papel en dicha vida
social de la significación y el sentido. social.
De este modo, se abre un espacio de 2. Una forma de captar, definir y ex-
diálogo y confrontación que comenza- plicar “lo que las cosas son” (ya
mos a explorar2 desde una perspecti- sea a través de una concepción del
va que pone en foco a la categoría de mundo, representación, discurso)
sujeto: en ese sentido, interrogamos su que en la mayor parte de los casos
estatuto a la vez que situamos su fun- (a) se diferencia del conocimiento;
ción en la economía teórica de ambos (b) supone algún tipo de ilusión –a
pensadores. veces necesaria– que es producto
Nacido al calor de la polémica con del posicionamiento de quien sos-
el idealismo, el concepto de ideología tiene y se sostiene en una ideología
conoció los “avatares del reconoci- determinada: en ciertos casos, el
miento” propios de todo concepto que carácter ilusorio es puesto en sus-
se mueve en un campo discursivo –el penso, pero señalando que los po-
del marxismo– en donde la variación sicionamientos encontrados de los
de las coyunturas y la reflexión y de- agentes suponen un abanico de dis-
bate concomitantes operaron en fa- crepancias en sus posiciones ideo-
vor de una productividad teórica no lógicas.
exenta de atascos y dificultades. Así,
el concepto de ideología se presenta En lo que hace al primer punto, tan-
con lo que podríamos llamar un “ca- to Voloshinov como Pêcheux diluyen,
No obstante, y a partir de las di- de ninguno de los dos polos será satis-
ferencias apenas esbozadas aquí, es factorio para los autores, se analizarán
posible afirmar que en ambos autores sus esfuerzos para desarrollar nuevas
la ideología aparece como un elemen- construcciones teóricas, capaces de
to central de lo social y que no está dar cuenta a la vez de los procesos dis-
opuesta a la realidad como una distor- cursivos e ideológicos, lo que implica
sión que fuera posible de eliminar. introducir la cuestión de lo social y de
Muy por el contrario, lo ideológico es lo histórico.
integrante de la vida social, y en am- Pêcheux se preocupa por la dimen-
bos posee un papel activo. Si bien res- sión epistemológica del abordaje de los
pecto de Pêcheux puede decirse que problemas de la significación. En su
el problema de la sobredeterminación proyecto de desarrollo de un análisis
había sido ya elaborado por Althusser, automático del discurso (procedimiento
en Voloshinov también se advierte técnico-metodológico diseñado para
–por el simple intento de elaborar una leer un corpus discursivo), aparecen
filosofía marxista del lenguaje– que los tres regiones dando cuenta del “cua-
fenómenos discursivos tienen su peso dro epistemológico general” en el que
específico en la coyuntura social. se inscribe:
3 Nos referimos al artículo“Notas para una teoría general de las ideologías”, publicado en
el número de Cahiers pour l’Analyse, el año 1968.
(en tanto que teoría de las regiones da centrada en los procesos históricos
dejadas fuera del campo de aplicación a-subjetivos de producción discursiva.
de los conceptos y de la práctica de
En Voloshinov, en cambio, no hay
los lingüistas) supone un cambio de
terreno o de perspectiva (Haroche, una recuperación semejante de la la-
Henry y Pêcheux 1971: 94). bor teórica de Saussure, a quien ubica
como paradigma del “objetivismo abs-
Este “cambio de terreno” supondrá tracto”, una de las dos vertientes que,
la introducción de nociones prove- junto con lo que llama el “subjetivis-
nientes del materialismo histórico (ya mo individualista”, han equivocado
que la producción de sentido se inscri- su rumbo al pensar el lenguaje. En la
be dentro de los procesos ideológicos) discusión que Voloshinov entabla con
y en cierta medida del psicoanálisis dicho “objetivismo abstracto” se evi-
(en el cuestionamiento al sujeto de dencia el tipo de problemas que el au-
conciencia). tor detecta respecto de dicha postura.
Es posible entonces sostener que la Podría leerse su crítica en el horizon-
cuestión se dirime en los términos de te del materialismo histórico clásico,
cómo pensar y cómo dar cuenta del desde la frase de Marx según la cual
lenguaje: no como una función de la “los hombres hacen la historia pero
expresión, sino como sistema. En este en condiciones independientes de su
sentido, la apuesta de Pêcheux puede voluntad”. Sin embargo, en el curso de
ser vista en una doble dirección: por su desarrollo el énfasis no recae tan-
un lado, intenta, en su inscripción en to sobre tales condiciones, sino más
el aparato conceptual althusseriano, bien, y en consonancia con lo plantea-
dar cuenta de la producción del sen- do respecto de la noción de ideología,
tido (cuestión que parecería perderse se privilegia el lugar de la creatividad
en la exclusión del habla). Por el otro, y social. A la inversa, podría decirse que
en consonancia con lo planteado has- Pêcheux le presta más atención a las
ta aquí, se realiza un intento por “de condiciones que a la agencia.
subjetivizar” ese mismo proceso: si en No obstante, también puede
la oposición lengua/habla reingresa pensarse que las condiciones, para
el problema del sujeto de voluntad y Voloshinov, se articulan conceptual-
conciencia que Saussure pareciera ha- mente de otro modo: las determina-
ber querido descartar (“El habla, como ciones sociohistóricas aparecen como
uso de la lengua, aparece como un ca- horizontes donde la producción síg-
mino de la libertad humana” [Pêcheux nica se inscribe. Existen horizontes
1978: 33]), adquiere su lugar propio un inmediatos (la situación concreta de
planteo que dé cuenta de lo discursivo enunciación) y otros más lejanos y ge-
en articulación con una concepción de nerales (“las relaciones sociales más
lo ideológico en términos de una mira- duraderas y profundas en las cuales el
las formas del enunciado en las que se desde el primer punto de vista, cada
plasma– debe analizarse bajo la lógica enunciado puede remitirse a personas
de la comunicación dialógica, situada presentes en un diálogo real, y de aquí
histórica y socialmente, y emplazada la acusación de Pêcheux respecto de
en la lucha de clases. tratarse de una variante de la sociolin-
güística (Gadet y Pêcheux 1984: 104).
Pero el diálogo puede ser compren-
No recae, por ello, en un principio de
dido extensivamente, no solamente
como la comunicación verbal directa sujeto-consciente, en la medida en que
y oral de las personas presentes, sino la conciencia, como se dijo, está ideo-
como toda comunicación discursiva lógicamente estructurada por estar
del tipo que sea. […] Así pues, una constituida solo por signos.
actuación discursiva participa en una
Desde el segundo punto de vis-
discusión ideológica a gran escala:
ta, la concepción de discurso aparece
responde a algo, algo rechaza, algo
está afirmando, anticipa las posibles más cercana a lo que Pêcheux designa
respuestas y refutaciones, busca apo- como las condiciones de producción de
yo, etcétera. un discurso. Lo discursivo funciona
Todo enunciado, por más terminado en Voloshinov en un doble nivel: el
e importante que fuese en sí mismo, discurso de los sujetos y un discur-
es tan sólo un momento en la comuni- so del colectivo anónimo. En ambos
cación discursiva continua (cotidiana,
se conserva lo esencial de la crítica al
literaria, cognoscitiva, política). Pero
subjetivismo individualista y al objeti-
además, este intercambio discursivo
es, a su vez, tan sólo un momento de vismo abstracto: en el nivel de las con-
un continuo y multilateral proceso ge- versaciones cotidianas, la conciencia
nerativo de un colectivo social dado del sujeto hablante acusa intervención
(Voloshinov 2009: 151-153). de lo social: en el nivel del colectivo
abstracto, el anclaje histórico impide
De manera peculiar, y en consonan-
el desprendimiento de lo discursivo
cia con la lectura de los textos de Marx
como un objeto independiente de las
que se deslindó más arriba, se advier-
condiciones históricas de emergencia.
te que el objeto discurso adquiere mati-
ces específicos en Voloshinov. Por un Pasemos ahora a la concepción que
lado, aparece como producto concreto elabora Pêcheux del nuevo objeto dis-
de los hombres reales y actuantes en curso. Pêcheux señala:
la historia; por el otro, como materia- La progresiva constitución del aná-
lidad significante, constituyente de un lisis de discurso como práctica espe-
acervo de enunciados ya dichos que cífica (con sus propios conceptos, sus
alimenta cada producción discursiva problemáticas y sus procedimientos)
–y entonces también la lucha ideológi- tiende a transformar esta situación,
al tematizar el objeto ‘discursividad’
ca– de manera ineludible. Examinado
6 Cf. en Voloshinov los estratos de la ideología cotidiana (2009: 146 y ss.), donde la descripción
no arroja elementos para un recorte sistemático de las áreas de creatividad ideológica sino
que se trata más bien de una constatación de regiones generales y más o menos imprecisas.
7 Las críticas realizadas al “freudismo” están vinculadas a cierta concepción, hoy del sen-
tido común, que distingue en los textos de Freud un enfoque más individual de otro más
social; así es que Voloshinov apunta a cuestionar esta impronta individualista, a atacar las
metáforas biologicistas con las que Freud intenta dar cuenta del juego de fuerzas psíqui-
cas que dinamizan el terreno inconsciente, así como la técnica de la asociación libre con
referencia al estatuto y la relación entre la conciencia y la palabra (en particular, cf. 2009:
157 y ss.).