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Discurso y sujeto en las perspectivas

de Pêcheux y Voloshinov1
Silvia Hernández, Paula Morel y Ricardo Terriles
(Universidad de Buenos Aires)

Recibido: 11/11/2010
Aceptado: 25/1/2011

Resumen: En el presente trabajo realizaremos una comparación entre los plan-


teos de Michel Pêcheux y de Valentin Voloshinov, con el propósito de analizar
de qué modo es problematizado, en forma más o menos explícita, el estatu-
to del sujeto en sus teorías del discurso. Específicamente nos centraremos en
la cuestión del sujeto porque entendemos que allí reside uno de los nudos
complicados que, aún hoy, constituyen desafíos para la teoría y el análisis del
discurso.
Palabras clave: Ideología / sujeto / signo / discurso

Discourse and subject in Pêcheux and Voloshinov’s perspectives

Summary: This article aims to compare the approaches of Michel Pêcheux and
Valentin Voloshinov in order to analyze the way both authors focus the statute
of the subject in their theories of discourse. The issue of the subject is consi-
dered one of the most important topic that, still today, challenges both theory
and discourse analysis.
Key words: Ideology / subject / sign / discourse

1 Este trabajo se inscribe en el equipo de investigación UBACyT “Discurso, política, sujeto:


Encuentros entre el marxismo, el psicoanálisis y las teorías de la significación”, dirigido
por el profesor Sergio Caletti, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Buenos Aires (FSOC-UBA).

Contratexto n.o 19, 2011, ISSN 1025-9945, pp. 115-132


Silvia Hernández, Paula Morel, Ricardo Terriles

Introducción y cuestiones rácter complejo”. Con ello no nos refe-


preliminares. El concepto de rimos solo a las múltiples maneras de
ideología entender y formular el concepto, sino

P
al hecho de que, cuando se habla de
roducto de épocas y contextos “ideología” o de lo “ideológico” en el
diferentes, pero con preocupa- discurso marxista, se hace al menos
ciones conexas que derivan del con referencia a:
horizonte materialista histórico en
el cual ambas obras se inscriben, las 1. Un nivel o instancia de la vida so-
propuestas teóricas de Voloshinov y cial –más o menos determinado
Pêcheux articulan la problemática de por otros niveles o instancias– que
la ideología con la de la producción cumple algún papel en dicha vida
social de la significación y el sentido. social.
De este modo, se abre un espacio de 2. Una forma de captar, definir y ex-
diálo­go y confrontación que comenza- plicar “lo que las cosas son” (ya
mos a explorar2 desde una perspecti- sea a través de una concepción del
va que pone en foco a la categoría de mundo, representación, discurso)
sujeto: en ese sentido, interrogamos su que en la mayor parte de los casos
estatuto a la vez que situamos su fun- (a) se diferencia del conocimiento;
ción en la economía teórica de ambos (b) supone algún tipo de ilusión –a
pensadores. veces necesaria– que es producto
Nacido al calor de la polémica con del posicionamiento de quien sos-
el idealismo, el concepto de ideología tiene y se sostiene en una ideología
conoció los “avatares del reconoci- determinada: en ciertos casos, el
miento” propios de todo concepto que carácter ilusorio es puesto en sus-
se mueve en un campo discursivo –el penso, pero señalando que los po-
del marxismo– en donde la variación sicionamientos encontrados de los
de las coyunturas y la reflexión y de- agentes suponen un abanico de dis-
bate concomitantes operaron en fa- crepancias en sus posiciones ideo-
vor de una productividad teórica no lógicas.
exenta de atascos y dificultades. Así,
el concepto de ideología se presenta En lo que hace al primer punto, tan-
con lo que podríamos llamar un “ca- to Voloshinov como Pêcheux diluyen,

2 En el marco de nuestro trabajo colectivo, señalamos como antecedente de peso la in-


tervención de Leandro Viterbo, que bajo el título “Althusser y Voloshinov: aproximacio-
nes a un diálogo posible”, fue presentada en las jornadas “Por el camino de Althusser.
Marxismo y psicoanálisis. Legados y perspectivas” (Buenos Aires, 24 y 25 de agosto del
2009).

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Discurso y sujeto en las perspectivas de Pêcheux y Voloshinov

a su manera, el esquematismo base- señalara, “[…] en los estudios marxis-


superestructura en la medida en que, tas no existe todavía una definición
al empalmar la actividad ideológica a completa y comúnmente aceptada de
la producción de las significaciones no la realidad específica de los fenóme-
pueden sino diseminar dicha activi- nos ideológicos” (2009: 17).
dad en la totalidad social. Y aun cuan- En este sentido, vale detenerse en el
do en Voloshinov la crítica de la tópica siguiente detalle: La ideología alemana,
base-superestructura no se lleve hasta el texto de Marx y Engels, fue publi-
sus últimas consecuencias –ya que al cado en ruso por primera vez en 1924.
pensar las distintas áreas especializa-
Si bien no es el objeto de nuestro tra-
das de la actividad ideológica (ciencia,
bajo, de este señalamiento puede in-
arte, religión) no deja de situarlas en
ferirse que la inscripción de lo discur-
el nivel de la superestructura–, el he-
sivo en lo ideológico resulta diferente
cho de caracterizar a la conciencia en
en ambos autores a raíz del grado de
tanto que sígnica lo aleja de una de las
desarrollo de la teoría de la ideología.
flaquezas mayores de la tópica, es de-
Señala Ricoeur que, a partir de La ideo-
cir, aquella que termina considerando
logía alemana, pueden seguirse dos lec-
que el nivel de la superestructura no
turas, las cuales sin duda han tenido
es un nivel práctico-material (lo que
sus respectivos alcances. Por un lado,
Althusser llamaba “la ideología de la
una vertiente estructuralista (a la cual
ideología”).
asocia a Althusser), que toma del tex-
Sin dudas, las diferencias más no-
to de Marx y Engels los aspectos que
tables en las posiciones de ambos au-
hacen a las estructuras despojadas de
tores se revelan en la consideración
todo individuo: la relación entre rea-
del segundo punto. Para avanzar en
lidad e ideología corresponde a la de
esta cuestión, interesa destacar que
la estructura y superestructura, no a la
las condiciones de producción de los
que se da entre individuo y concien-
autores difieren en varios puntos sus-
cia. La segunda de las líneas considera
tanciales. En el caso de Pêcheux, la
la base real de la historia como el terre-
lectura de Althusser y la inscripción
no donde individuos reales viven en
de su trabajo en un escenario que ya
conocía el estructuralismo marca una condiciones históricamente definidas.
primera distancia con el planteo de Esta lectura pone de relieve el lugar de
Voloshinov; otra está relacionada con los hombres como las verdaderas víc-
que la realización de este último se timas de la división del trabajo y de la
inscribe en una época donde la pro- estructura de clases (Ricoeur 1989).
blemática de la noción de ideología no Podría aventurarse que la lectura
estaba formalmente teorizada, y si lo de Voloshinov se encuentra más en
estaba, era desde perspectivas harto sintonía con esta segunda vertiente,
diferentes: como el mismo Voloshinov de manera que la concepción de los fe-

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nómenos de significación estará atra- acuerdo a cómo Voloshinov se posicio-


vesada por un concepto de ideología en na frente a la cuestión de la determi-
relación con los hombres reales y ac- nación que se observa que lo ideológi-
tuantes en la historia: co está marcado por la conflictividad
que escinde lo social en el plano de la
Donde el análisis lingüístico ve sólo
producción. La interacción comunica-
palabras y las interrelaciones de sus
factores abstractos (fonéticos, morfo-
tiva no está planteada bajo el precepto
lógicos, sintácticos, etc.), para la per- de una sociedad armónica: las fuerzas
cepción artística viva y el análisis so- contradictorias que dinamizan el te-
ciológico concreto se revelan relaciones rreno económico se despliegan en la
entre personas, relaciones que el mate- instancia de lo ideológico. A su vez,
rial verbal no hace más que reflejar y el carácter multiacentuado del signo le
fijar. El discurso es el esqueleto que permite afirmar que el sentido nunca
sólo adquiere una carne viviente en el es estático –por el contrario, es mó-
proceso de la percepción creativa; en
vil, dinámico– y desarrollar con ma-
consecuencia, sólo el proceso de la co-
municación viviente (Voloshinov 1999:
yor potencia la concepción marxista
191, las cursivas son nuestras). de lo social: si en todo signo ideológi-
co se cruzan acentos diferenciales, y
Volveremos sobre este punto en la operación de dominación consiste
el último de los apartados de nuestro en presentarlo con un acento único,
trabajo, dedicado a la cuestión del su- monoacentuarlo, el signo es la arena de
jeto. Valga por el momento a modo de la lucha de clases (2009: 47). Dicha for-
señalamiento respecto del concepto de mulación pone de relieve que el signo,
ideología, la cual aparece como indis- lo ideológico, es una de las esferas es-
cernible de la práctica de sujetos reales pecíficas donde no solo se significa el
en la historia. mundo y la vivencia de la vida cotidia-
Voloshinov define lo ideológico na, sino donde se despliega la conflic-
por su carácter sígnico; y en tanto que tividad que define lo social, es decir, la
signo se modela en la situación comu- lucha de clases.
nicativa de acuerdo a su contenido y Para dar cuenta de la concepción de
al acento valorativo que lo acompaña Pêcheux sobre lo ideológico, debemos,
(Voloshinov 2009: 44). Es en el proce- necesariamente, hacer un rodeo para
so de comunicación –que de ningún mencionar, aunque sea brevemente,
modo se realiza a título individual, las tesis althusserianas bajo las cua-
sino por el contrario es informado se- les se inscribe su proyecto. Señalemos
gún la configuración social específica en primer lugar que, a diferencia
y el momento histórico del que se tra- del contexto histórico donde escribe
te– donde se entrecruzan esos distin- Voloshinov, la inserción del análisis
tos acentos. Ahora bien, tal como fuera del discurso como una región dentro
señalado en párrafos anteriores, es de del materialismo histórico supone la

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problematización de la determina- complejo, donde sus relaciones contra-


ción por la base que venimos de men- dictorias dan existencia material a la
cionar, pero con la ventaja de que en lucha ideológica de clases y donde las
el caso de Pêcheux se realiza a la luz clases mismas se constituyen en cier-
del concepto de sobredeterminación tos aspectos.
althusseriano, el cual considera la rela- Las relaciones entre personas refe-
tiva autonomía y la eficacia específica ridas por Voloshinov adquieren aquí
de los fenómenos superestructurales. un estatuto problemático: la teoría
Pêcheux, dentro de su objetivo de­ althusseriana explica, mediante el me-
clarado de “sentar las bases de la teoría canismo de interpelación, los modos
materialista del discurso” (Pêcheux en que cada individuo es siempre-ya
2003: 157), realiza una explicación de sujeto. Las formas de lo social antece-
ciertos conceptos tomados de la teoría den a todo niño que viene al mundo y
de Althusser, interesante para deslin- le reservan un lugar. A partir de ese
dar su vínculo específico con el mate- emplazamiento inicial, el sujeto se ins-
rialismo histórico. De manera general, cribirá en el todo sobre la base de un
retoma la problemática de los aparatos reconocimiento –erróneo– de su propia
ideológicos de Estado (AIE) como te- autonomía, así como de un desconoci-
rreno atravesado por la lucha de cla- miento del proceso por el cual lo social
ses, para indicar que allí también se le ha asignado una posición determi-
contribuye a la reproducción/transfor- nada. La ideología produce una red de
“[…] verdades evidentes ‘subjetivas’
mación de las relaciones de produc-
donde ‘subjetivas’ significa no ‘que
ción. A partir de esto, se planteó un
afectan al sujeto’ sino ‘en las que el
vínculo entre lo ideológico y las es-
sujeto se constituye’” (Pêcheux 2003:
tructuras constitutivas de lo social. Lo
164). El punto que Pêcheux retoma es-
ideológico se constituye en aparatos: se
pecialmente para insertar un análisis
aprecia la distancia con la inscripción
específico de lo discursivo es allí don-
planteada por Voloshinov. Ahora bien,
de, casi al pasar, Althusser enuncia
Pêcheux se encarga de especificar su
que esa evidencia espontánea del su-
lectura de Althusser: los AIE no reali-
jeto es análoga a la evidencia del sig-
zan la ideología en general (una suerte
nificado. El poder para dar cuenta del
de espíritu de época que se impone
principio de no conciencia que posee
de manera homogénea en el conjunto
la conceptualización althusseriana de-
de la sociedad) ni son tampoco el ins- rivada de su teoría de la interpelación
trumento de una clase dominante que en conjunto con la de los AIE es uno
hace uso de ellos de manera conscien- de los aspectos que Pêcheux señala
te: constituyen el escenario donde esa con mayor énfasis: “se habla del sujeto
dominación se realiza. Estos aparatos y al sujeto antes de que el sujeto pueda
forman en cada sociedad un conjunto decir ‘Hablo’” (Pêcheux 2003: 165).

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No obstante, y a partir de las di- de ninguno de los dos polos será satis-
ferencias apenas esbozadas aquí, es factorio para los autores, se analizarán
posible afirmar que en ambos autores sus esfuerzos para desarrollar nuevas
la ideología aparece como un elemen- construcciones teóricas, capaces de
to central de lo social y que no está dar cuenta a la vez de los procesos dis-
opuesta a la realidad como una distor- cursivos e ideológicos, lo que implica
sión que fuera posible de eliminar. introducir la cuestión de lo social y de
Muy por el contrario, lo ideológico es lo histórico.
integrante de la vida social, y en am- Pêcheux se preocupa por la dimen-
bos posee un papel activo. Si bien res- sión epistemológica del abordaje de los
pecto de Pêcheux puede decirse que problemas de la significación. En su
el problema de la sobredeterminación proyecto de desarrollo de un análisis
había sido ya elaborado por Althusser, automático del discurso (procedimiento
en Voloshinov también se advierte técnico-metodológico diseñado para
–por­ el simple intento de elaborar una leer un corpus discursivo), aparecen
filosofía marxista del lenguaje– que los tres regiones dando cuenta del “cua-
fenómenos discursivos tienen su peso dro epistemológico general” en el que
específico en la coyuntura social. se inscribe:

1. El materialismo histórico como teo-


Problemas de la dicotomía ría de las formaciones sociales y de
lengua/habla sus transformaciones, incluida la
teoría de las ideologías.
Tanto en Pêcheux como en Voloshinov 2. La lingüística como teoría de los
es posible encontrar un posiciona- mecanismos sintácticos y a la vez
miento crítico respecto a la distinción de los procesos de enunciación.
entre lengua y habla. En ambos hay
3. La teoría del discurso como teoría
señalamientos conducentes a conside-
de la determinación histórica de los
rar que tanto aquellas posiciones que
procesos semánticos.
–dicho brevemente– se basan en el sis-
tema de la lengua, como aquellas que Añadamos que esas tres re-
privilegian la expresión subjetiva, son, giones se ven, en cierta manera,
llegado cierto punto, complementarias atravesadas y articuladas por la
y erróneas. En este sentido, la distin- referencia –que convendrá hacer
ción lengua/habla comporta conse- explícita– a una teoría de la subje-
cuencias que habrán de ser recha- tividad (de naturaleza psicoanalíti-
zadas, fundamentalmente en lo que ca) (Pêcheux 1978: 228).
concierne al último de los puntos por
Se observan dos cuestiones por tra-
tratar en este trabajo: el lugar del suje-
tar: en primer lugar, la importancia
to. En la medida en que el privilegio
que adquiere para el autor la posibili-

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Discurso y sujeto en las perspectivas de Pêcheux y Voloshinov

dad de situar la disciplina del análisis La gramática histórica estaba basada


de discurso dentro de un cuadro epis- en las comparaciones entre elementos
temológico que le permita avanzar en aislados pertenecientes a lenguas di-
ferentes, supuestamente ligados por
la construcción de conocimiento cien-
filiación histórica: la lingüística post-
tífico; en segundo lugar, el hecho de saussureana acuerda la prioridad a las
colocar la lingüística en un territorio operaciones de conmutación, compa-
de articulación con otras regiones teó- raciones regladas, etc., dentro de una
ricas. Ambos aspectos están relacio- misma lengua, es decir al funcionamien-
nados: en Pêcheux, la consideración to de las lenguas en relación consigo mis-
de Saussure adquirirá matices críticos mas en el cuadro de una lingüística gene-
en relación con las consecuencias que ral que es la teoría de ese funcionamiento
(Haroche, Henry y Pêcheux 1971: 99).
derivan del planteo de la lingüística,
pero no obstante el gesto de construc- Entonces, partiendo de esta acepta-
ción de una disciplina científica será ción en términos epistemológicos del
considerado como una ruptura en gesto saussureano como una ruptura,
ciertos términos valorada. es posible introducirse en los cuestio-
En un texto publicado bajo el seu- namientos a la separación entre len-
dónimo de Thomas Herbert,3 Pêcheux gua y habla. Muchas de dichas críticas
afirma –en una frase con resonancias apuntan, más que al mismo Saussure,
althusserianas– que “[…] toda cien- a los desarrollos posteriores que se
cia es principalmente ciencia de la hicieron aplicando o expandiendo los
ideología de la cual se separa”. En ese principios explícitos e implícitos de
sentido, considera que Saussure pro- la lingüística tal como aparece en el
duce una ruptura: “El principio de la Curso de 1915. No obstante, el núcleo
subordinación de la significación al central de señalamientos a la dicoto-
valor puede considerarse, en nuestra mía tiene que ver con el lugar asignado
opinión, como el núcleo de la ruptu- –por acción u omisión– al habla: mien-
ra saussuriana” (Haroche, Henry y tras que la lengua expulsa al sujeto (lo
Pêcheux 1971: 96). A partir de la no- cual puede pensarse que es valorado
ción central de valor, de la fundación por Pêcheux), el problema radica en la
de la lengua como sistema y de lo que reintroducción del sujeto del lado del
designan como el principio de unidad de habla. De esta manera, aparecen dos
la lengua, se evidencia un cambio radi- tipos de problemas conexos: los que
cal tanto en el plano teórico como en el refieren a la semántica y los relativos
de la práctica del lingüista: al sujeto hablante.

3 Nos referimos al artículo“Notas para una teoría general de las ideologías”, publicado en
el número de Cahiers pour l’Analyse, el año 1968.

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Silvia Hernández, Paula Morel, Ricardo Terriles

[…] la oposición lengua/habla, histó- subordinación saussureana de la signi-


ricamente necesaria para la constitu- ficación al valor (en la lengua), la cues-
ción de la lingüística, va de la mano tión de la semántica queda sin abor-
con cierta ingenuidad de Saussure
dar, y por el lado del habla se termina
con respecto a la sociología, de hecho
bastante explicable, porque los mis-
reintroduciendo un sujeto hablante
mos sociólogos contemporáneos de como fuente de sentido. Este problema
Saussure la compartían a menudo: encuentra diferentes vías de solución.
esta ingenuidad reposaba sobre una Más allá de la expulsión de la semán-
ideología individualista y subjetivista tica del dominio de la lingüística –y
de la “creación” […]. ¿No encontramos del consiguiente planteo de una inde-
aún esta misma ideología en la idea de pendencia de semántica y sintaxis–,
Jakobson según la cual, del nivel del
otra posibilidad ha sido la inclusión
fonema al del encadenamiento de las
frases, se pasaría de la limitación lin-
completa de la semántica dentro de
güística a esta libertad por la cual el la lingüística, concepción que, señala
sujeto hablante dice “eso que jamás se Pêcheux, está paradójicamente vincu-
escuchará dos veces”? El par libertad/ lada a la anterior, ya que postula de
limitación o, si se prefiere, creativi- manera implícita que el sentido es un
dad/sistema tiene las propiedades cir- hecho de lengua y por ello el sujeto ha-
culares de un par ideológico, en la me- blante permanece neutro e ideal. Una
dida que cada uno de los términos en
tercera posibilidad consiste en pensar
presencia presupone al otro: la creati-
vidad supone en efecto la existencia
que determinados hechos semánticos
de un sistema que ella pudiera hacer son susceptibles de ser estudiados por
estallar, y todo sistema no es sino el la lingüística, mientras que otros no.
efecto de una creatividad anterior. La Dentro de este grupo, detecta tam-
noción de sistema […] aparece enton- bién una partición. Por una parte, la
ces como el complemento indispensa- propuesta de Benveniste, en su sepa-
ble de la creatividad, dentro del cam- ración entre sentido (intralingüístico)
po del “lenguaje”: en otros términos,
y referencia (extralingüística), si bien
la oposición lengua/habla introducida
por Saussure se encuentra repetida
inaugura la posibilidad de analizar
analógicamente en el habla bajo la aspectos semánticos, permanece pre-
forma de la oposición sistema/creati- sa de la ilusión subjetiva del habla
vidad (resultante de la transposición (Pêcheux 1978: 344 y ss.). Por la otra,
de oposiciones tales como paradigma/ aparece su propio encuadre, que será
sintagma, sincronía/diacronía, etc.) desarrollado con más detalle en el
(Haroche, Henry y Pêcheux 1971: 98). apartado próximo.
No se afirma que el corte lengua/ […] lo que se designa hoy bajo el nom-
habla no tenga valor epistemológico, bre de semántica no depende sino par-
sino que el obstáculo proviene de lo cialmente de un abordaje lingüístico.
que queda del lado del habla. Por la […] En esas condiciones, la semántica

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Discurso y sujeto en las perspectivas de Pêcheux y Voloshinov

(en tanto que teoría de las regiones da centrada en los procesos históricos
dejadas fuera del campo de aplicación a-subjetivos de producción discursiva.
de los conceptos y de la práctica de
En Voloshinov, en cambio, no hay
los lingüistas) supone un cambio de
terreno o de perspectiva (Haroche, una recuperación semejante de la la-
Henry y Pêcheux 1971: 94). bor teórica de Saussure, a quien ubica
como paradigma del “objetivismo abs-
Este “cambio de terreno” supondrá tracto”, una de las dos vertientes que,
la introducción de nociones prove- junto con lo que llama el “subjetivis-
nientes del materialismo histórico (ya mo individualista”, han equivocado
que la producción de sentido se inscri- su rumbo al pensar el lenguaje. En la
be dentro de los procesos ideológicos) discusión que Voloshinov entabla con
y en cierta medida del psicoanálisis dicho “objetivismo abstracto” se evi-
(en el cuestionamiento al sujeto de dencia el tipo de problemas que el au-
conciencia). tor detecta respecto de dicha postura.
Es posible entonces sostener que la Podría leerse su crítica en el horizon-
cuestión se dirime en los términos de te del materialismo histórico clásico,
cómo pensar y cómo dar cuenta del desde la frase de Marx según la cual
lenguaje: no como una función de la “los hombres hacen la historia pero
expresión, sino como sistema. En este en condiciones independientes de su
sentido, la apuesta de Pêcheux puede voluntad”. Sin embargo, en el curso de
ser vista en una doble dirección: por su desarrollo el énfasis no recae tan-
un lado, intenta, en su inscripción en to sobre tales condiciones, sino más
el aparato conceptual althusseriano, bien, y en consonancia con lo plantea-
dar cuenta de la producción del sen- do respecto de la noción de ideología,
tido (cuestión que parecería perderse se privilegia el lugar de la creatividad
en la exclusión del habla). Por el otro, y social. A la inversa, podría decirse que
en consonancia con lo planteado has- Pêcheux le presta más atención a las
ta aquí, se realiza un intento por “de­ condiciones que a la agencia.
subjetivizar” ese mismo proceso: si en No obstante, también puede
la oposición lengua/habla reingresa pen­sarse que las condiciones, para
el problema del sujeto de voluntad y Voloshinov, se articulan conceptual-
conciencia que Saussure pareciera ha- mente de otro modo: las determina-
ber querido descartar (“El habla, como ciones sociohistóricas aparecen como
uso de la lengua, aparece como un ca- horizontes donde la producción síg-
mino de la libertad humana” [Pêcheux nica se inscribe. Existen horizontes
1978: 33]), adquiere su lugar propio un inmediatos (la situación concreta de
planteo que dé cuenta de lo discursivo enunciación) y otros más lejanos y ge-
en articulación con una concepción de nerales (“las relaciones sociales más
lo ideológico en términos de una mira- duraderas y profundas en las cuales el

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Silvia Hernández, Paula Morel, Ricardo Terriles

hablante participa” [Voloshinov 2009: diciones de vida individual y psíquica


139]). En Pêcheux, aquello que pro- de la persona. Éste es su propio proton
porciona la mayor inmediatez en la pseudos (Voloshinov 2009: 132).
determinación de un proceso de dis- En tanto el gesto que crea la lengua
curso son las formaciones imaginarias como objeto de conocimiento implica
desarrolladas en 1969; concepto que, una expulsión del sujeto al terreno
en la revisión crítica de 1975, habrá de del habla, y esta queda como el lugar
objetar en la medida en que, según su de la libertad creadora, se ve que, en
criterio, dejaba el camino abierto para ese sentido, ambos enfoques dejan
recaer en una perspectiva sociolin- abierto el camino a la individualidad
güística donde el hablante empírico y inmediata. Se entiende entonces por
la posición imaginaria se identificasen qué el autor señala que “[…] uno de
equivocadamente. En Voloshinov, los los errores más profundos del obje-
contextos cercanos y lejanos intervie- tivismo abstracto es la ruptura entre
nen en la producción discursiva en la lengua y su capacidad ideológica”
dos sentidos: primero, el hablante se (Voloshinov 2009: 113):
orienta hacia ellos; y luego, la concien-
En realidad, un acto discursivo o, más
cia individual está ya estructurada en
exactamente, su producto el enun-
términos sígnicos, lo cual es equiva-
ciado, no puede ser reconocido como
lente a decir ideológicos y, por consi- fenómeno individual en el sentido
guiente, sociales. exacto de la palabra ni puede ser ex-
Tal como insinuamos más arriba, plicado a partir de las condiciones
la doble crítica que realiza Voloshinov psicológico-individuales o psico-fi­
sio­­lógicas del su­jeto hablante. El
–a lo que designa como objetivismo
enun­ciado tiene ca­rácter sociológico
abstracto y subjetivismo individualista– (Voloshinov 2009: 132).
puede ser leída en los términos de un
mismo señalamiento: Esta constatación, al tiempo que
descarta los fundamentos explícitos e
El objetivismo abstracto, al considerar
implícitos que sostienen a las mayo-
el sistema de la lengua como lo único
res corrientes de pensamiento sobre
importante para el análisis de los fe-
nómenos lingüísticos, rechaza el acto el lenguaje, le permite introducir su
discursivo –la enunciación– como acto aporte a esta área disciplinaria desde
individual. […] En ello consiste el pro- el cruce con la perspectiva marxista.
ton pseudos del objetivismo abstracto.
El subjetivismo individualista consi- Construcción de un nuevo objeto:
dera precisamente el acto discursivo, Discurso
o la enunciación como lo único que
importa. Pero también esta corriente La crítica a la dicotomía lengua/habla
define este acto como individual y por se inscribe, en ambos autores, en la
tanto trata de explicarlo desde las con- necesidad de pensar lo que el modelo

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Discurso y sujeto en las perspectivas de Pêcheux y Voloshinov

de la lengua no permite considerar: lo co, y por ende, sólo en el proceso de in-


discursivo.4 Para Pêcheux (más fiel en teracción social” (Voloshinov 2009: 29).
este sentido al legado saussuriano), la De lo anterior se desprende que las
lengua constituye en todo caso la base diversas formas de la ideología son
sobre la cual se genera el proceso dis- siempre ya operantes en la organiza-
cursivo, pero no se puede estudiar di- ción social, de la cual la conciencia es
cho proceso sin la articulación de los producto. Basándose en la concepción
aportes lingüísticos con la teoría de la de la “psicología social” de Plejánov
ideología althusseriana, con la teoría –que se entiende como el “eslabón
del sujeto del psicoanálisis y con una transitivo entre una formación políti-
nueva semántica específicamente dis- co-social y una ideología en el sentido
cursiva. Para Voloshinov –en esto, en restringido (la ciencia, el arte, etc.)”
ruptura radical con los presupuestos (Voloshinov 2009: 41)– asumirá que la
saussurianos– se torna necesario pen- forma material de esta “psicología” es
sar que el objeto real del estudio del la interacción discursiva:
lenguaje no es la estructura de la len-
gua, sino la interacción discursiva. La psicología social es precisamente
aquel medio ambiente que, compues-
Debemos entonces considerar com- to de las actuaciones discursivas más
parativamente el lugar que lo discur- variadas, abarca multilateralmente
sivo ocupa en los planteos de ambos, todas las formas y aspectos de la crea-
tanto en relación con la crítica a la ción ideológica (Voloshinov 2009: 41).
distinción lengua/habla como en lo
Como se sabe, este “medio ambien-
tocante a la inscripción respecto de la
te” no conforma un escenario de apa-
ideología.
cible armonía, sino que es el ámbito de
Así, en el caso de Voloshinov ob- la lucha ideológica: “[…] cada palabra
servamos que su concepción del signo es una pequeña arena de cruce y lu-
ideológico (Voloshinov 2009: 25-36) per- cha de los acentos sociales de diversas
mite, ante todo, fundar la materialidad orientaciones” (Voloshinov 2009: 73).
del signo excluyendo la problemática La producción discursiva es así ins-
de la conciencia, en la medida en que crita en una situación de interacción,
toda conciencia no es sino un entre- cuya forma privilegiada es el diálogo
cruzamiento de signos: “La conciencia (2009: 151-153). Es decir, ni sistema abs-
sólo deviene conciencia al llenarse de tracto, ni acto psicofísico individual,
un contenido ideológico, es decir sígni- el discurso –el acto de enunciación y

4 Utilizamos el término provisoriamente y en un sentido general que será luego necesario


precisar atendiendo a las particularidades de los planteos de cada autor.

Contratexto n.o 19, 2011 125


Silvia Hernández, Paula Morel, Ricardo Terriles

las formas del enunciado en las que se desde el primer punto de vista, cada
plasma– debe analizarse bajo la lógica enunciado puede remitirse a personas
de la comunicación dialógica, situada presentes en un diálogo real, y de aquí
histórica y socialmente, y emplazada la acusación de Pêcheux respecto de
en la lucha de clases. tratarse de una variante de la sociolin-
güística (Gadet y Pêcheux 1984: 104).
Pero el diálogo puede ser compren-
No recae, por ello, en un principio de
dido extensivamente, no solamente
como la comunicación verbal directa sujeto-consciente, en la medida en que
y oral de las personas presentes, sino la conciencia, como se dijo, está ideo-
como toda comunicación discursiva lógicamente estructurada por estar
del tipo que sea. […] Así pues, una constituida solo por signos.
actuación discursiva participa en una
Desde el segundo punto de vis-
discusión ideológica a gran escala:
ta, la concepción de discurso aparece
responde a algo, algo rechaza, algo
está afirmando, anticipa las posibles más cercana a lo que Pêcheux designa
respuestas y refutaciones, busca apo- como las condiciones de producción de
yo, etcétera. un discurso. Lo discursivo funciona
Todo enunciado, por más terminado en Voloshinov en un doble nivel: el
e importante que fuese en sí mismo, discurso de los sujetos y un discur-
es tan sólo un momento en la comuni- so del colectivo anónimo. En ambos
cación discursiva continua (cotidiana,
se conserva lo esencial de la crítica al
literaria, cognoscitiva, política). Pero
subjetivismo individualista y al objeti-
además, este intercambio discursivo
es, a su vez, tan sólo un momento de vismo abstracto: en el nivel de las con-
un continuo y multilateral proceso ge- versaciones cotidianas, la conciencia
nerativo de un colectivo social dado del sujeto hablante acusa intervención
(Voloshinov 2009: 151-153). de lo social: en el nivel del colectivo
abstracto, el anclaje histórico impide
De manera peculiar, y en consonan-
el desprendimiento de lo discursivo
cia con la lectura de los textos de Marx
como un objeto independiente de las
que se deslindó más arriba, se advier-
condiciones históricas de emergencia.
te que el objeto discurso adquiere mati-
ces específicos en Voloshinov. Por un Pasemos ahora a la concepción que
lado, aparece como producto concreto elabora Pêcheux del nuevo objeto dis-
de los hombres reales y actuantes en curso. Pêcheux señala:
la historia; por el otro, como materia- La progresiva constitución del aná-
lidad significante, constituyente de un lisis de discurso como práctica espe-
acervo de enunciados ya dichos que cífica (con sus propios conceptos, sus
alimenta cada producción discursiva problemáticas y sus procedimientos)
–y entonces también la lucha ideológi- tiende a transformar esta situación,
al tematizar el objeto ‘discursividad’
ca– de manera ineludible. Examinado

126 Contratexto n.o 19, 2011


Discurso y sujeto en las perspectivas de Pêcheux y Voloshinov

como objeto teórico de frontera, en 233). Lo discursivo es, por el contrario,


contacto efectivo con investigaciones una de las manifestaciones materiales
lingüísticas por un lado, y socio-histó- de la ideología.
ricas por el otro (Pêcheux 1984).
A su vez, hablar tanto de “lo dis-
Esa frontera donde emerge lo dis- cursivo” como de “lo ideológico” su-
cursivo supone la posibilidad teórica pone inscribirlos dentro de “forma-
de dar cuenta de manifestaciones ver- ciones”, lo cual señala, por un lado, la
bales históricamente determinadas, necesaria (y conflictiva) conexión de
marcando distancia respecto de la lo discursivo vía lo ideológico con el
confusión entre discurso y habla como todo de la formación social, así como
terreno de la libertad subjetiva (lo que la intervención de reglas específicas
conduciría a una lingüística del ha- para cada nivel. La producción de dis-
bla), así como respecto de lo discur- cursos, entonces, está marcada no solo
sivo como un complemento para una por las reglas estrictamente lingüís-
posición dada en la estructura social ticas. Podría decirse que estas llegan
(conducente a la sociolingüística). hasta pasar a un segundo plano, en la
medida en que las reglas de formación
Dar cuenta del discurso supone,
de discursos vienen orientadas por la
respecto de la lengua, tomarla como
inscripción de cada uno de ellos dentro
el sistema que provee elementos selec-
de una o más formaciones discursivas.
cionables y recombinables (condición
En el gesto de Pêcheux se advierte, en-
de posibilidad para el proceso) sobre
tonces, un doble señalamiento:
la cual se despliega el proceso produc-
tivo, el que será resultado de tales ope- - Lo discursivo como una de las for-
raciones sobre el sistema lingüístico a mas materiales de manifestación
partir de condiciones de producción de lo ideológico (no hay coinciden-
dadas (resultado de procesos discursi- cia entre ideología y discurso).
vos sedimentados) en un estado histó- - Existen reglas objetivas histórica-
rico determinado (Pêcheux 1969). Este mente determinadas específicas
proceso no se lleva adelante en general, para la producción de discursos
sino de manera situada en el concier- (plantear lo discursivo implica re-
to de las formaciones ideológicas y cortar otras unidades, como las for-
discursivas de una formación social maciones discursivas).
determinada. En Pêcheux, lo ideológi-
co y lo discursivo no coinciden, dado A modo de recapitulación y aún a
que, según el autor, identificar los ele- riesgo de resultar repetitivos, señale-
mentos sería concebir lo ideológico de mos los puntos en común entre ambos
manera idealista, como esfera de los autores. Se trata de concepciones de
discursos y las ideas (Pêcheux 1975: discurso emergentes de:

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Silvia Hernández, Paula Morel, Ricardo Terriles

A. una crítica a la dicotomía lengua/ formas de la interacción discursiva


habla; y los contenidos o temas del discur-
B. una articulación con la inscripción so como algo para ser estudiado,
de lo discursivo en lo ideológico; supone un funcionamiento com-
plejo de la instancia superestructu-
C. un cuestionamiento al sujeto como
ral respecto de la base.5
hablante (en tanto que fuente ori­
ginaria de la significación o el C. El lugar de lo discursivo como mate-
sentido); rialización sígnica de la lucha de cla-
ses: Todo enunciado aparece en el
De lo cual se derivan, como puntos interior de una relación de fuerzas
centrales, algunas cuestiones comunes entre clases o fracciones de clase
que vamos a señalar: en disputa. En Voloshinov, se ma-
nifiesta en el carácter reflexivo y
A. La necesidad metodológica de emplazar refractario del signo; en Pêcheux
cada discurso puntual en un concierto en los procesos de metaforización,
discursivo más amplio: “es imposi- paráfrasis y bloqueo metafóricos.
ble analizar un discurso como un
D. El carácter performativo del discurso:
texto” (Pêcheux 1969: 44), y, como
En Pêcheux se advierte en el hecho
corolario, la ausencia de principio
de que un discurso efectivo pasa
o fin del proceso de generación dis-
a formar parte de las condiciones
cursiva.
de producción de los siguientes.
B. La necesaria complejización de la re- En Voloshinov, en su concepto de
lación entre los fenómenos de la base diálogo comprendido de manera ex­
económica y los procesos ideológicos: tendida.
en ambos, lo superestructural apa-
rece como un todo con áreas espe- Entre las diferencias, señalemos
cíficas donde las transformaciones que en Voloshinov signo e ideología
de la base económica adquieren aparecen como coextensivos, mien-
manifestación a partir de sutiles y tras que en Pêcheux las formaciones
complejos mecanismos regidos por discursivas son uno de los aspectos de
leyes propias de lo ideológico y lo las formaciones ideológicas. Por otro
discursivo. En Pêcheux, las diver- lado, las consecuencias derivadas de
sas formaciones –ideológicas y dis- un posicionamiento diferente dentro
cursivas, a su vez regionales y de del propio marxismo conducen a los
clase– dan cuenta del concepto de autores a realizar más énfasis en los
sobredeterminación en Althusser. hombres reales o en las estructuras
En Voloshinov, la relación entre las objetivas. Asimismo, el esfuerzo en

5 Cf., al respecto, el ejemplo del hombre superfluo (2009: 38).

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Discurso y sujeto en las perspectivas de Pêcheux y Voloshinov

Pêcheux por recortar formaciones dis- freudianas son disímiles: en el caso de


cursivas –si bien señala el error de pre- Voloshinov, contemporáneo con aquel,
tender establecer para una sociedad la polémica se inscribe en dos vecto-
dada los límites precisos entre ellas– res: en oposición al problema de la
evidencia su interés por desarrollar conciencia, acuerda con Freud; pero en
una metodología precisa de análisis su polémica contra el subjetivismo, lo
de discurso, cuestión que no aparece ubica como un referente entre otros de
en Voloshinov como objetivo central. la psicología subjetivista:7 en la recu-
En este último, el señalamiento acer- peración que realiza Pêcheux, en cam-
ca de los estratos de la ideología cotidiana bio, pueden identificarse, como ya se
y de las áreas de creatividad ideológica ha señalado, las huellas de las lecturas
constituye más bien una constatación de Althusser y Lacan, entre otros.
general de los modos de darse de lo
Por otra parte, aun cuando en
sígnico.6
Voloshinov no hay una preocupación
por formular una teoría formal del
sujeto, cabría preguntarse si en sus
Implicancias respecto de la noción
formulaciones no está operando una
de sujeto y complejidades para el
determinada conceptualización en es-
análisis de discurso
tado práctico. De esta manera, el análi-
La noción de sujeto que puede rastrear- sis se desplegará en dos direcciones:
se en ambos autores no solo es produc- por un lado, sobre su lectura de Freud
to de las singulares articulaciones que se observa que es poco lo que puede
cada uno de ellos realiza en torno al extraer de los contundentes planteos
problema de la base, la ideología y el freudianos; así, por ejemplo, frente a
discurso; responde también a cómo la noción de inconsciente dirá que es
hacen jugar el entrecruzamiento entre producto de lo social, por lo tanto pro-
marxismo y psicoanálisis. Sin duda, pondrá denominarlo “conciencia no
los horizontes desde los cuales cada oficial” (cf. Voloshinov 1999: 157 y ss.)
uno de los autores interroga las obras y para dar cuenta del contenido de la

6 Cf. en Voloshinov los estratos de la ideología cotidiana (2009: 146 y ss.), donde la descripción
no arroja elementos para un recorte sistemático de las áreas de creatividad ideológica sino
que se trata más bien de una constatación de regiones generales y más o menos imprecisas.
7 Las críticas realizadas al “freudismo” están vinculadas a cierta concepción, hoy del sen-
tido común, que distingue en los textos de Freud un enfoque más individual de otro más
social; así es que Voloshinov apunta a cuestionar esta impronta individualista, a atacar las
metáforas biologicistas con las que Freud intenta dar cuenta del juego de fuerzas psíqui-
cas que dinamizan el terreno inconsciente, así como la técnica de la asociación libre con
referencia al estatuto y la relación entre la conciencia y la palabra (en particular, cf. 2009:
157 y ss.).

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Silvia Hernández, Paula Morel, Ricardo Terriles

psique afirmará que es ideológico “de es explícita: ¿cómo conceptualizar el


cabo a rabo”. En segundo término, en agenciamiento subjetivo sin recaer en
relación con el proceso comunicativo el sujeto cartesiano? A este respecto,
establecerá una distinción entre signo tal como hemos dicho, su inscripción
y señal, donde argumenta que, dado en la propuesta althusseriana resulta
que una señal no está atravesada por por demás enriquecedora, ya que al
diversos acentos valorativos (no es del recuperar la noción de interpelación
orden de lo ideológico), de lo que se ideológica ubica en el centro de estos
trata es de reconocerla; mientras que el planteos la premisa fundamental de
signo ideológico supone una actividad la constitución subjetiva descentrada.
de comprensión: Aquí se tornan fecundas las nociones
de “olvidos”, a partir de las cuales se
[…] la tarea de la comprensión, en ge-
neral, no se reduce al reconocimiento pone de relieve que toda producción
de una forma aplicada, sino a su com- discursiva se fundamenta en dos fallas:
prensión precisamente en un contex- una vinculada al registro lacaniano de
to dado y concreto, a la comprensión lo real, donde Pêcheux señala que no-
de su significación en un enunciado todo puede ser significado (olvido N°
dado, es decir, a la comprensión de su 1) y que este desconocimiento por par-
novedad pero no al reconocimiento de
te del sujeto es el que funda el juego
su identidad (Voloshinov 2009: 109).
de la producción discursiva; la segun-
La comprensión del signo impli- da, de orden imaginario (olvido N°
ca, en los participantes del proceso 2), permite el análisis de los procesos
comunicacional, la vivencia misma de discursivos concretos que se realizan
su significación (“En la vida real, no- a través de la identificación, necesaria
sotros jamás pronunciamos ni oímos e ilusoria a la vez, del sujeto a un yo
palabras, sino que oímos la verdad o fuente del sentido (Pêcheux 1978: 240 y
la mentira, lo bueno, lo malo, lo im- ss). Así, “lo real del lenguaje” (Pêcheux
portante o lo nimio, lo agradable o lo y Gadet 1984: 48-51) pone de relieve un
desagradable” [Voloshinov 2009: 112]). cierto vacío a partir del cual se confi-
Es así como en una situación comuni- gura no solo el enunciador sino tam-
cativa, situada histórica y socialmente, bién las superficies lingüísticas de su
la participación subjetiva se organiza realización en una situación concreta.
en función a la multiplicidad de valo- En un artículo de 1984, Pêcheux fo-
raciones que desde los actores intervi- caliza en la cuestión del sujeto y discu-
nientes pueden tensionar el sentido de te mayormente con la psicología, mos-
un discurso. trando un desplazamiento respecto
En Pêcheux, en cambio, la preocu- del texto Hacia un análisis automático…,
pación sobre la cuestión del sujeto donde el énfasis estaba más bien pues-

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Discurso y sujeto en las perspectivas de Pêcheux y Voloshinov

to en la articulación de la lingüística A modo de cierre


con premisas del materialismo histó-
rico en un intento de dar cabida a la A lo largo del trabajo pusimos en diá-
determinación material de los hechos logo los planteos de Michel Pêcheux
de discurso. Si bien en ese entonces y Valentin Voloshinov en torno de la
aparece la crítica al sujeto fuente de emergencia de lo discursivo como un
sentido, en la década de 1980 el foco nuevo objeto de análisis. Esta emer-
se pone más de lleno sobre la cuestión gencia mostró particularidades en
del sujeto, entendiendo esta proble- relación con el lugar de su emplaza-
mática como el correlato teórico in- miento teórico pero también respecto
mediato a un encuadre del análisis de de las consecuencias de asumir el nue-
discurso que dé batalla tanto al cogito vo planteo.
cartesiano como a la triple forclusión En el primer caso, el emplaza-
que detecta en las llamadas discipli- miento de lo discursivo se sitúa, por
nas de la interpretación en torno al he- un lado, en discusión con la lingüís-
cho de que haya la historia, la lengua, tica derivada de Saussure, sobre todo
el inconsciente (Pêcheux 1984). en relación con la separación lengua/
Sostenemos que el modo en que habla. Por otra parte, pensar el fenó-
ambos autores resuelven, explícita o meno del discurso implica dar cuenta
implícitamente, el lugar del hablan- de los modos en que las enunciaciones
te extrema las diferencias entre am- particulares se inscriben en el terreno
bos. En un caso, puede afirmarse que sociohistórico, de allí el interés por las
las consecuencias de los planteos de premisas del materialismo histórico,
Voloshinov son dobles ya que se torna fundamentalmente en la problemática
confuso delimitar cómo y desde qué de la ideología y de la relación entre la
lugar los sujetos intervienen en la in- base y la superestructura.
teracción discursiva: si lo que caracte- Respecto de las consecuencias teó-
riza la intervención subjetiva está vin- ricas, la construcción del concepto de
culada con la vivencia significativa del discurso acarrea consecuencias en rela-
signo, y si, además, el discurso puede ción con las formas de pensar el sujeto:
representarlo todo, entonces, el análi- en ambos es posible dar con una crí-
sis del discurso se realiza, en términos tica a los postulados modernos de un
althusserianos, desde y sobre lo imagina- sujeto centrado en el sistema percep-
rio. En la apuesta teórica de Pêcheux ción-conciencia, el cual sería fuente
por realizar una teoría no subjetiva del sentido de sus enunciaciones.
del discurso queda por pensar cómo El recorrido propuesto permitió de-
analizar la producción de las signifi- jar sentadas áreas de problematización
caciones sociales bajo el privilegio del sobre las cuales no puede aún afirmar-
principio saussureano del valor. se que existan respuestas definitivas.

Contratexto n.o 19, 2011 131


Silvia Hernández, Paula Morel, Ricardo Terriles

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