Вы находитесь на странице: 1из 3

Mariela Pradena, paralelo 2

La duda metódica

“¿Qué es la duda?”
Es una interrogante que me hago usualmente, pero con varias definiciones que
cambian su sentido, pero no su esencia. Según la Real academia española, es
la suspensión o indeterminación del ánimo entre dos juicios o decisiones,
hechos o noticias. Sin embargo, Descartes tiene una definición de la duda algo
diferente.
“Pienso, luego existo”
Él propone que la duda tiene por objetivo encontrar verdades absolutas,
evidentes, sobre las cuales no se pueda dudar en absoluto, pero el desafío se
encuentra en efectivamente encontrar estas verdades, aunque sea una, ya que
al encontrar una solamente, se esta dando por hecho que deben haber más. El
dudar de todo, tal como lo hacía Descartes, tenía una lógica matemática, que
era: Si dudo de algo, y este algo resulta ser cierto, este por ende existe como tal,
esa es la estructura a seguir, ahora bien, esto se aplica a todo, excepto a uno
mismo dado que, no podemos dudar de que dudamos, puesto que somos
quienes pensamos, o sea, da a conocer un ser pensante, nuestra existencia se
convalida junto a esto, dudar es igual a existir. Es así como surge la duda
metódica, que tiene como pretexto no admitir jamás ninguna cosa como
verdadera en tanto no la conociese en evidencia.
Esta duda metódica posee tres motivos: (1) Sentidos engañosos Dudar sobre
la fiabilidad de los sentidos, pues nos entregan conocimiento probable y lo
probable es dudoso, por lo que Descartes no confía en ellos. Es decir, según
este postulado, nuestros sentidos nos hacen ver nuestra realidad, sin embargo,
no significa que lo que nos rodea, todo aquello que vemos, tocamos, oímos, o
saboreamos, puede ser una simple ilusión, pre-imagen, o bien, un sueño, que es
el segundo motivo para mencionar. (2) ¿Sueño o realidad? Dentro del ser
humano, existe una dificultad para distinguir la realidad del sueño, ¿cómo sé que
ahora no estoy soñando? Como puedo dar con que en verdad lo que mis ojos
ven no es la ilusión de mi inconsciente. Un ejemplo es el estado de vigilia, aquel
que oscila entre estar durmiendo y estar despierto esperando que algo ocurra,
dentro de esto pueden existir lo que se conoce como imaginación o
representación de un sueño en la realidad, no menciono fantasía porque el sueño
no es siempre algo que quiero que ocurra o desee que pase, pero en el estado
de vigilia no es posible establecer el límite entre sueño y realidad, porque ambas
cosas se mezclan, por ende no es posible saber cuál es real y cuál no. Y nos
ocurre cuando por ejemplo nos desdoblamos, o creemos que cierta cuestión
ocurrió, pero en verdad fue un sueño. O incluso los típicos dejavús, algo que
supuestamente ocurrió 2 veces pero… ¿Dónde y cómo ocurrió? ¿Cómo es
posible que yo haya vivido dos veces lo mismo? Y que no recuerde el por qué ni
la ocasión (3) Hipótesis del genio maligno, ¿Qué ocurre si hay alguien que
quiere que yo cometa errores a propósito? ¿Si hay alguien que no sepa que en
verdad lo que estoy haciendo bien, lo estoy haciendo mal? Descartes menciona
la existencia de un ser maligno que se encarga de que cada uno de nosotros
asuma la verdad sin plantearse alguna otra, esto también para quizás evitar que
demos con la verdad de las cosas. Y es que este motivo me parece más exacto,
puesto que si llegamos a dar con la verdad absoluta sobre algo es prácticamente
dar con la respuesta a un misterio gigante y sin resolver, o sea, la magnitud de
esta verdad es gigante, y por lo mismo, no sea digno de nuestro pensar, esto
último lo relaciono con él que nuestras dudas van conforme a nuestra naturaleza,
si somos capaces de dar con la verdad, eso quiere decir que nosotros también
somos una. Si la verdad es descubierta por mi, es porque soy digna de poder
descubrir verdades fuera de mi existencia.
Por ello la frase “Pienso, luego existo” representa el único medio para llegar a la
verdad según Descartes, la razón.
En otro punto, según la tercera meditación de Descartes, es necesario probar la
existencia de Dios, de lo contrario sería imposible demostrar la existencia de las
cosas. Pues la respuesta, como dije con anterioridad tendría un valor divino, y
¿Quién más podría darle un valor a algo que quizás ninguno de nosotros puede
ver? Solamente Dios estaría disponible para crear cosas con cierta validez para
que nosotros no podamos dar con ella.
Para probar la existencia de Dios y averiguar si es capaz de engañarnos o no,
se hará mediante la noción de causa y no mediante lo corporal, pues es clara y
distinta. Si consideramos la causa como la causa de este ser finito que tiene la
idea de lo finito, nos elevamos al instante a la idea de Dios, dando por hecho su
existencia. Es decir, si nosotros somos capaces de conocer una verdad, esta
adquiere valor divino, entonces nosotros somos capaces de conocer verdades
divinas, concluyendo así que nosotros también somos divinos, ya que lo que
nace de nuestro pensamiento es real y con un nivel similar a Dios, por ende, se
comprueba la existencia de Dios y de nosotros mismos.
Puedo concluir, entonces, que la duda metódica propuesta por Descartes busca
una verdad absoluta y evidente por medio de negar las cosas mientras no se
conozcan en evidencia, además de ser un medio para comprobar la existencia
de Dios. Es bastante obvio, pero también lleva a pensar en por qué nosotros no
somos capaces de saber si algo es real o no, dando a cuestionar nuestra propia
existencia o incluso lo que pensamos, luego de conocer los postulados de
Descartes, la forma de ver la vida diaria es totalmente distinta, el ser humano de
por si no debiese confiar en todo lo que siente, si en algún momento mi vista
anuncia un edificio pequeño, pero yo al acercarme, el edificio es gigante, ya
existe una razón por la cual no volver a confiar en mi vista, los miopes también
ven su realidad distorsionada y eso no significa que sea errónea, entonces, al
parecer es una duda eterna, que difícilmente puede llegar a una verdad absoluta
y conocida por todos.
Bibliografía
http://www.mercaba.org/Filosofia/Descartes/med_met_alfaguara.PDF
http://mis-apuntes.estudiantes.info/2012/09/descartes-y-la-duda-metodica.html
http://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/53121/de%20l
a%20duda%20universal%20a%20la%20existencia%20de%20dios.pdf?sequen
ce=1&isAllowed=y

El primer comentario que puedo realizar, respecto al ensayo que nos convoca,
es la ausencia evidente de un sistema de citas que permitiese la clara
diferenciación de los elementos que pertenecen tanto al autor del ensayo como
de aquellos elementos que son foráneos a su autoría (es decir, que pertenecen
a otro autor). La simple referencia documental inscrita al final del ensayo -que,
por lo demás, es de igual obligatoriedad-, no es suficiente para esclarecer lo
anteriormente señalado. Un sistema de citas permite la incorporación textual de
las referencias, y su distinción de los comentarios propios que la acompañarán.
Una segunda apreciación apunta en resaltar las dificultades que existen en el
ensayo respecto tanto al despliegue conceptual como al material de redacción
utilizado para la composición textual. Esto indica una evidente deficiencia al
momento de redactar y presentar las líneas argumentativas y reflexivas del
ensayo.

CALIFICACIÓN FINAL: 3,0.

Вам также может понравиться