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Capítulos 3 y 4

Pensar al individuo como resultado de un asunto histórico, es un juego para descifrar


como se ha construido la nacionalidad colombiana a partir del proceso de
transformación de su historia económica desde la colonia, con un modelo resumido de
los códigos de funcionamiento del sistema económico en el territorio Colombiano en
las últimas décadas del siglo XIX, para dar a conocer cómo los acontecimientos,
avances, sueños, ideologías, instituciones políticas , centralismos, federalismos y
logros liberales o políticos marcaron al individuo de hoy, partiendo de las relaciones
sociales entre indígenas, colonos, terratenientes, mestizos, esclavistas y esclavos.
En Economía y nación, Salomón Kalmanovitz muestra claramente el proceso de
tránsito de Colombia al mercado mundial donde sentó los indicios políticos y
territoriales para el desarrollo y la acumulación del capital mercantil surgido del
comercio mediante una expansión productiva y comercial que favorecía las formas
serviles de producción.

Dada esta situación, se exponía que independizarse del dominio colonial era sinónimo
de desarrollo para la producción agrícola y de entrada a los mercados capitalistas de
Europa. En consecuencia, la disolución del poder en los territorios generaba continuas
contradicciones que frenaron la obtención de un verdadero mercado interno y solo a
finales del siglo XIX con la centralización política, se produjo un impacto progresivo en
el desarrollo capitalista, dejando atrás paulatinamente las relaciones de producción
coloniales, gracias a las transformaciones económicas y sociales del auge comercial.
Después, en la época de la República se generaron condiciones de separación,
principalmente por el fortalecimiento de la servidumbre dominante y las condiciones
de distribución que perjudicaban la vida del campesinado arrendatario y de la
población en general porque las relaciones existentes históricamente entre
campesinos y terratenientes, en todas las regiones, se basaba en la esclavitud. Pero
ésta se vio irrumpida por la propia inestabilidad económica y política que
caracterizaba al país durante gran parte de su realidad histórica.

Entonces, los conflictos de las regiones disminuyeron el poder del gobierno central.
La guerra de los Mil Días simbolizó la derrota del proyecto liberal en aspectos tanto
económicos como políticos que provoco la devastación económica de la nación y
además coincidió con la crisis de la actividad cafetera, creada una enorme caída de
los precios internacionales, situación que fue afrontada equivocadamente por el
gobierno al cargar un impuesto a las exportaciones que hizo que la agrupación
cafetera se opusiera prontamente y el gobierno como respuesta ,emitió una
atropellada cantidad de dinero, produciendo una inflación gigantesca que solo se pudo
controlar hasta 1907. Dadas dichas adversidades, el partido liberal abandonó los
elementos de librecambio y del federalismo, y comenzó a adoptar una intervención del
Estado en la economía con miras a impulsar la industria, defender al trabajo y
reformar la legislación agraria.

En la segunda parte del libro, Kalmanovitz enuncia los escenarios que predominaran a
finales del siglo XIX e inicios del XX, los cuales se caracterizaron por una lenta
unificación política y capitalista, en los que la mayor parte del gasto público resulta del
recaudo de adunas. Muestra los elementos que considera claves para la expansión
económica nacional descrita por proceso de industrialización en el que un Estado
pasa de una economía basada en la agricultura a una fundamentada en el desarrollo
industrial que en nuestro caso, las primeras empresas en el sector industrial surgieron
a finales del siglo XIX y se fueron desarrollando en los primeros períodos del siglo XX
a base de los beneficios generados de la primera guerra mundial y de la
intensificación del mercado originado por un aumento de los ingresos en las zonas
cafeteras.

El comercio exterior, la política económica, la intervención estatal, el surgimiento y los


cambios en el sistema monetario y financiero con la creación de un banco emisor para
la mejora de la situación financiera del país, donde se empiezan a cobrar impuestos
nacionales prediales, el desarrollo agrícola, las luchas sociales y la evolución política
donde una hegemonía conservadora se ve derrocada en 1930, ya que no brindaba
ningún tipo de garantías a los trabajadores, y por el contrario usaban sus fuerzas
estatales para oprimir a las clases populares, razón por la cual creció el partido liberal
que prometía mayores y mejores garantías, pero que evidentemente no cubrían del
todo las necesidades sociales que hasta entonces se presentaban, pero a diferencia,
si brindaban una mayor participación del pueblo en cuanto a la elección de sus
representantes locales y por ende también nacionales, son otros de los elementos
importantes para destacar el desenvolvimiento económico colombiano.
En conclusión, El siglo XX brinda un lento y ambicioso desarrollo capitalista, pues
para Colombia, hacer parte de la esfera norteamericana significaba la toma de su
territorio Panameño, y el arraigo de la soberanía de empresas extranjeras sobre
territorios que dedicaban al cultivo del banano y a la explotación petrolera. En sí,
existió una ruptura entre la primera parte de la historia del siglo XIX hacia atrás y la
contemporánea, porque se torna dificultoso construir un modelo que sintetice la gran
disponibilidad de acervo estadístico, lo cual lo obliga a ser menos sistemático en el
tratamiento de algunos temas.

El mundo está en constante modificación debido a los diversos sucesos que ocurren
con el transcurrir del tiempo. En un principio el centralismo y la desorganización
política como factores que determinarían el futuro del desarrollo capitalista e industrial
de Colombia como una nación predispuesta al desarrollo del capitalismo en toda su
extensión, juegan un papel fundamental en la débil presencia gubernamental en el
país. Salir del yugo europeo para entrar a ser dominados por el poder
estadounidense, donde la entrada de capital en Colombia resultaría ser el motor del
pensamiento de los grandes terratenientes y empresarios que para ese entonces
manejaban el país, no fue otro, sino el significado de explotación de materias primas,
perdida de territorios, y de legitimidad estatal ante las grandes potencias, situación
que no se desata de nuestra realidad actual pues la influencia extranjera es sinónimo
de la abrupta forma en la que EE.UU. entra apropiarse del mercado colombiano
haciendo de la nuestra, una sociedad retrasada o sencillamente un reflejo del pasado,
pues tenemos el TLC que es otra manera de llamar a las concesiones que en un
pasado se le brindaron a las empresas yanquis.

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