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Aunque hay suficiente bibliografía sobre la alimentación del infante y del pre escolar,
poca se interesa por las franjas de edad preescolar. Sobre todo, el niño de 1 a 3 años se
considera, a menudo, como un adulto en miniatura. A partir de los 3-4 años, un niño
puede, sin duda alguna, comer de todo, pero no sin importar cómo ni cuándo. Hay ciertos
alimentos que no son recomendables ni apropiados o apreciados por el niño. En
consecuencia, se le alimenta igual que a los mayores, excepto que se disminuye la ración.
Se trata de un concepto erróneo que puede tener consecuencias negativas en el
mantenimiento de un estado de salud adecuado y en la prevención de futuras
enfermedades nutricionales como obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia,
osteoporosis, etc.
OBJETIVOS
Los objetivos de la alimentación del niño en edad del infante y preescolar son asegurar
un crecimiento y desarrollo adecuados, teniendo en cuenta su actividad física y promover
hábitos alimentarios saludables para prevenir enfermedades nutricionales a corto y largo
plazo.
Es importante mantener una dieta equilibrada, insistir en que todos los alimentos son
necesarios y evitar las chucherías y la bollería industrial. Una malnutrición, ya sea por
escaso aporte o por aumento de necesidades, puede suponer un pobre crecimiento del
niño.
Tanto el papel de los padres como la influencia de los educadores, de otros niños y de los
comedores escolares, van a tener un papel decisivo en la adquisición de hábitos de
alimentación saludables.
ALIMENTACIÓN DEL INFANTE Y PREESCOLAR
La dieta diaria debe incluir alimentos de los 5 grupos básicos de la pirámide nutricional:
cereales, verduras, frutas, lácteos y carnes, sin reemplazar alimentos de un grupo por los
de otro, aunque sean equicalóricos.
Una dieta saludable debe aportar el 50-60% de la energía en forma de hidratos de carbono
complejos, potenciar el consumo de cereales y legumbres, para que las proteínas de origen
animal no superen el 65% de las necesidades diarias, y aumentar el consumo de grasas
poliinsaturadas fomentando la inclusión en la dieta de pescados azules y aceite de oliva.
Entre 1 y 3 años, el niño gana 20 cm y 4 kg. Esto corresponde a una ganancia ponderal
del 40 % y estatura del 30 %, con lo que se concibe mejor la importancia del aporte
energético durante este período. En esta etapa se produce un aprendizaje rápido del
lenguaje, de la marcha y de la socialización, y se pueden producir cambios negativos en
el apetito y en el interés por los alimentos.
La desaceleración del crecimiento en las etapas preescolar (de 3 a 6 años), conlleva una
disminución de las necesidades en energía y nutrientes específicos, en relación con el
tamaño corporal. En el preescolar, la talla aumenta entre 6 y 8 cm, y el peso de 2 a 3 kg
por año. En estas etapas se produce la ruptura de la dependencia familiar, con unas
actividades físicas y sociales progresivas, aunque con amplia variabilidad de unos niños
a otros.
Distinción esquemática
Etapa de 1 a 3 años
2. Irregularidad en la ingestión.
Etapa de 3 a 6 años
2. Crecimiento estable.
Requerimientos nutricionales
1-2 años Energía gastada + energía almacenada 1.046 992 (24 meses)
A partir del primer año, 800 a 1.000 kcal/ día. A los 3 años, de 1.300 a 1.500 kcal/día,
dependiendo, entre otros factores, de la actividad física desarrollada. De los 4 a los 6 años,
1.800 kcal/día (90 kcal/kg/día). De los 7 a los 12 años, 2.000 kcal/día (70 kcal/ kg
peso/día).
2.2 Alimentos
Grasas y dulces
Mínimo consumo
2 raciones 2 raciones
Frutas
Verduras y hortalizas
2 raciones
3 raciones
Cereales 6 raciones
2.5 Cereales
2.7 Frutas
a) Consumidas cocidas, son interesantes por las fibras vegetales y los minerales que
aportan. Crudas, aportan vitaminas B1, B2, C y caroteno. Las frutas frescas y
maduras son más digeribles.
b) La manzana es un buen regulador del tránsito intestinal, ya que contiene gran
cantidad de pectinas. El plátano verde, rico en almidón, es de difícil digestión, por
lo que es preferible maduro (con manchas marrones).
c) Los frutos secos no son recomendables antes de los 3 años (cacahuetes, almendras
y nueces) por el riesgo de atragantamiento y asfixia.
Propiedades de las frutas:
Las frutas son alimentos que ofrecen muchas ventajas para los niños, en general
tienen un alto contenido de agua, estimulan el funcionamiento de los riñones, la
mayoría contiene fibra –que estimula el tráfico intestinal- y es una forma deliciosa
de refrescarse con bajas calorías y muchas vitaminas. Además, son fáciles de
comer, pueden prepararse de diversas maneras, tienen un sabor dulzón agradable
y pueden encontrarse todo el año.
Vitaminas: Destaca el contenido en vitamina C (sobre todo en los cítricos, las
frutas tropicales, melón, fresas y grosellas) y en provitamina A (en albaricoques,
cerezas, melón y melocotón), ambas de acción antioxidante. En menor
proporción, se encuentran otras vitaminas del grupo B solubles en agua, biotina y
ácido pantoténico (albaricoques, cítricos, higos...). En general, son más ricas en
vitaminas las variedades coloreadas, las de verano y las frutas expuestas al sol.
Minerales: En las frutas abunda el potasio (necesario para la transmisión del
impulso nervioso y para la actividad muscular normal, contribuye al equilibrio de
agua dentro y fuera de la célula). Son ricas en potasio el plátano, kiwi, nectarina,
nísperos, melón, uva negra, cerezas, albaricoques, ciruelas, coco fresco, aguacate,
piña, chirimoyas y papaya. También aportan magnesio (relacionado con el
funcionamiento del intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes,
mejora la inmunidad y la resistencia a enfermedades degenerativas y posee un
suave efecto laxante).
Fibra: Parte de la que aportan las frutas son las pectinas, un tipo de fibra soluble
en agua que juega un papel fundamental en la consistencia de las frutas y que,
asimismo, posee efectos beneficiosos para nuestra salud. La fibra en las frutas
frescas se encuentra en una proporción entre el 0,7% y el 4,7%. Las frutas con un
menor contenido de agua o cuya porción comestible contienen semillas, tienen
valores de fibra dietética más elevados. El contenido de fibra se ve reducido con
el pelado de la fruta. Así, en las manzanas se reduce en un 11% y en las peras,
alrededor del 34%.
2.8 Bebida
a) El agua es la única bebida indispensable (1,5 l/día por término medio). El agua
hervida puede ser consumida por el niño.
b) Los zumos de frutas son ricos en azúcares de absorción rápida, también son ricos
en sales minerales, oligoelementos y vitaminas (si son preparados en casa).
c) Las sodas (refrescos de cola, limonada u otras bebidas de frutas) deberían ser
eliminadas (exceso de azúcares de absorción rápida), al igual que las tónicas o
colas que contienen extractos.
d) El té y el café (excitantes) no son convenientes para los niños menores de 8 años.
e) La sal debe consumirse con moderación. Evitar la costumbre de resalar.
En la mayoría de los casos tiene lugar en el comedor escolar. A menudo, tras un desayuno
frugal, la comida es excesiva porque el niño tiene hambre. Esto le produce somnolencia
por la tarde. Por tanto, es necesario aligerar la comida para que el rendimiento escolar de
la tarde sea adecuado.
Una comida importante, ya que es un momento de descanso tras el esfuerzo escolar. Pero
debe ser breve (de 20 a 30 min como máximo), y si el niño regresa tarde de la escuela, ha
de llevar algo para merendar a la hora habitual, y así tendrá hambre a la hora de cenar. La
merienda ha de ser bastante completa: lácteos variados, pan, cereales, fruta, etc., y no
reducirse sistemáticamente a pan, mantequilla y chocolate.
Se ha de tener en cuenta lo que el niño ha comido a lo largo del día para equilibrar la
ración alimentaria. Si la alimentación ha sido correcta, la cena ha de ser sencilla. Si no se
sabe lo que el niño ha comido, debe reforzarse la alimentación en lo que suele faltar:
verduras y lácteos.
El médico debe insistir a los padres y a los niños en el sentido de que las comidas, al
menos las que se toman en familia, sean momentos de placer y se desarrollen en un
ambiente de calma, de tranquilidad (sin radio o televisión que acaparen la atención de
todos), sin gritos, sin discusiones. Éste no es el momento ni el lugar para discutir acerca
de las notas.
Se deben variar los menús. Hay que evitar la monotonía que puede llevar a
la desgana.
Deben aprovecharse estos momentos (la mañana, la noche y quizá sólo los fines de
semana cuando la familia está reunida), para hablar y discutir sobre cuestiones que afectan
al niño, qué hace, qué piensa, etc.
Alimentos desaconsejados
Pastelería grasa.
Chocolate en gran cantidad.
Fritos.
Carnes en salsa.
Bebidas azucaradas.
Bebidas excitantes: té, café y refrescos de cola con cafeína.
a) Los niños no siempre están interesados en probar nuevos alimentos. Ofrecer los
alimentos nuevos en pequeñas porciones.
b) Los menús deben planearse con tiempo, tratando de involucrar al niño en su
elaboración. Evitar la monotonía.
c) Es importante que el niño descanse unos minutos antes de sentarse a la mesa a
comer. Acostumbrarle a lavarse las manos antes de cada comida.
d) Los alimentos no se deben ofrecer como recompensa o castigo.
e) Se ha de evitar comer viendo la televisión.
f) Es importante asegurar diariamente un buen desayuno, porque es la primera
comida que recibe el niño después de varias horas de ayuno y le permite iniciar la
jornada de estudio y de actividad.
g) El aporte de alimentos se debe distribuir en 4 o 5 comidas al día, evitando las
ingestas entre horas.
h) Se debe asegurar diariamente el aporte de fibra a través de la dieta, junto con un
consumo adecuado de líquidos, fundamentalmente agua.
i) Es admisible el consumo esporádico de golosinas, por ello es conveniente
establecer unas pautas de moderación.
j) Presentar de forma atractiva los diferentes alimentos y enseñar a probar todos los
alimentos en un ambiente relajado, sin presiones, malas caras o castigos.
ALIMENTOS FORMADORES:
Son los alimentos que ayudan en la formación de los tejidos como las uñas, cabellos, piel,
huesos, órganos, músculos, y construcción de todos los tejidos y estructuras que forman
parte del cuerpo.
Carnes y Huevos: Grupo de alimentos ricos en proteínas, casi siempre de alto valor
biológico, entre los que se encuentran carnes, huevos, pescado y frutos secos.
Las proteínas están formadas por aminoácidos, los cuales están unidos entre sí en una
especie de cadena o secuencia. Una proteína podría contener hasta 300 aminoácidos o
incluso más.
Los aminoácidos pueden ser esenciales: el cuerpo no los produce, se deben obtener de la
alimentación, y no esenciales: los que el organismo puede producir a partir de otras
proteínas.
Cuando una proteína contiene los aminoácidos esenciales en la cantidad necesaria para
los seres humanos, se dice que tiene un valor biológico elevado. Cuando uno o más
aminoácidos esenciales están presentes, pero en cantidades bajas, proteína tiene un valor
biológico bajo.
Los alimentos energéticos son los que proporcionan una dosis extra de vitalidad cuando
se realiza un gran esfuerzo físico o cuando parece que el cuerpo se ha quedado sin
combustible para seguir adelante.
Los alimentos del Grupo de los Granos que incluyen el pan, cereal, arroz y pastas son
importantes por varias razones. Ellos proveen:
La fibra es muy importante en la dieta. Los alimentos con fibra incluyen panes de grano
integrales y cereales, frutas y vegetales. La fibra se encuentra sólo en plantas alimentos.
La fibra ayuda a mover el alimento por el cuerpo más rápido. Aumente la fibra en su dieta
poco a poco. Para más fibra, sustituya la harina integral por un poco de la harina blanca
cuando hornee. Sustituya el arroz moreno por el arroz blanco. Elija cereales integrales.
En pastelería u horneados ¾ taza de harina blanca más ¼ taza de harina integral pueden
ser substituidas por 1 taza de harina blanca.
La mayoría parte de los alimentos en el grupo de Grano so bajos en grasa; pero los
panecillos enrollados, los molletes y algunas granolas tienen alto contenido de grasa.
Recuerde que la mantequilla, margarina o glaseado añadido a los alimentos de este grupo
agregan calorías y grasa.
¿Cuánto Necesitamos?
La grasa les da sabor y textura a los alimentos, pero también contiene muchas calorías,
de modo que un exceso de alimentos grasos en la dieta puede provocar muchos problemas
de salud.
Por descontado, la comida rápida y los alimentos para llevar tienden a contener más grasa
que las comidas caseras; y en los restaurantes, los platos que contienen fritos son los que
tienen mayor contenido en grasas. La grasa también se "oculta" en las salsas, los aliños y
los aderezos que sean cremosos, que contengan queso o mantequilla.
De todos modos, la grasa sigue siendo una parte importante de una dieta saludable si los
niños ingieren los tipos más saludables de grasas y en las cantidades diarias
recomendadas.
Desayuno:
Un buen desayuno es necesario para comenzar el día con energía al reactivar las funciones
cerebrales. Mejora el rendimiento físico, intelectual, hace que los niños se enfermen
menos y desarrollen una actitud más positiva.
Lonchera Saludable:
La lonchera debe otorgar entre el 12 y 15% del aporte de energía diaria, siendo en este
caso un promedio de 200 a 250 calorías; recordemos que NO REEMPLAZA AL
DESAYUNO.
Almuerzo y Cena:
El almuerzo no debe realizarse muy cerca de otras comidas para no forzar
la digestión o realizar ingestas desequilibradas.
La cena es una oportunidad para que los niños se sientan relajados, recuperen energías
y mejoren su humor.
Almuerzo: Picadillo de papa con carne, ensalada de repollo, zanahoria y tomate, arroz,
frijoles y refresco de fruta natural.
Cena: Macarrones con atún y zanahoria y leche.
Media Mañana y Tarde:
Entre las comidas principales se dará 2 refrigerios al niño: uno por la mañana y el otro
por la media tarde.
Es importante proporcionar alimentos de calidad como frutas (en pedazos, jugos o
ensaladas sin azúcar), galletas de cereales o lácteos.
Se puede mezclar leche con frutas y/o cereales para preparar coladas o refrescos, pero
sin añadir azúcar.
Frutas: Papaya, melón, sandía, plátano, fresas, mango, guayabas, frutas de
estación.
4. RECOMENDACIONES DIETÉTICAS
Practicar un correcto desayuno: levantar al niño con tiempo suficiente para
desayunar, con toda la familia, de una forma tranquila y sosegada, es decir utilizar
para ello el tiempo estimado (15-20 minutos).
Si el niño no está habituado a desayunar se comenzará al principio con un vaso de
leche o un yogur. Luego se incorporará algún tipo de cereal como tostadas,
galletas maría o cereales para desayuno y finalmente una fruta o zumo natural. En
ocasiones podemos dividir el desayuno en dos tomas, una al levantarnos con leche
o yogur, cereales, pan o galletas, y la otra dos o tres horas después donde podemos
incorporar la fruta.
Es recomendable que los niños consuman diariamente entre medio y un litro de
leche u otros lácteos.
Iniciemos, progresivamente, en la dieta de los niños la valiosa norma de 5 raciones
al día de frutas y verduras.
Moderar el consumo de carnes en los niños, especialmente procesadas y en
embutidos y reducir la ingesta de azucares simples, dulces y bollería industrial,
aumentando por ello su ingesta en carbohidratos complejos: pan, pasta,
legumbres, patatas y cereales.
Cuidar la preparación de los alimentos: higiene, textura y características
organolépticas; color, olor, sabor. Ya que plato bien elaborado estimula las ganas
de comer y despierta el interés del niño.
Servir las raciones apropiadas en tamaño según edad y gasto energético.
Recordar que los niños de 2 a 3 años de edad necesitan el mismo número de
raciones que los de 4 a 6 años, pero serán más pequeñas (2/3 de la ración).
Establecer horarios regulares, así como un ambiente agradable y distendido.
Enseñarlo a comer solo, dedicando el tiempo necesario, así como a colaborar en
poner la mesa.
Complementar la cena con la comida del mediodía, sobre todo en los niños que
usan comedores escolares.
Por último y no menos importantes:
Evitar el abuso de bollería industrial, golosinas y refrescos.
Recordar que el niño es el que regula la cantidad de lo que come, según la
sensación de hambre o saciedad. No se debe forzar, ni amenazar y menos
manifestar ansiedad en el momento de las comidas.
En resumen, dietéticamente se aconseja seguir nuestra famosa y saludable Dieta
Mediterránea Tradicional, pero adaptada a las recomendaciones diarias, para esta
etapa decrecimiento. Tal y como se indica en las siguientes Pirámides de
Alimentación Figuras 1 y 2., Advertir que, en las etapas de crecimiento infantil,
así como en la adolescencia, no existirá ningún tipo de ingesta de alcohol. Y las
raciones diarias para cada grupo de alimentos, serán adaptadas a las exigencias,
antropométricas y de edad.
Se debe evitar la ingesta de alimentos entre horas.
Orientar en la selección de alimentos de las meriendas preparadas en casa y las
que se expenden en la escuela.
Controlar el sedentarismo, evitando que los niños dediquen muchas horas a los
juegos en computadora o televisión.
Estimular a la higiene dental y de las manos, antes y después de las comidas.
Mantener el peso ideal, para ello se debe evaluar el estado nutricional por lo menos
dos veces al año, para evitar la obesidad o la desnutrición.
Promover que el escolar inicie el día con un buen desayuno, su omisión puede
interferir en el aprendizaje.
5. EJEMPLOS DE LONCHERAS PARA NIÑOS PREESCOLARES
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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de nutrición pediátrica. Barcelona: Doyma; 2001. p. 411-36.
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