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Los trastornos de la personalidad son un grupo de enfermedades mentales.

Involucran
un patrón a largo plazo de pensamientos y comportamiento que no son saludables y
resultan inflexibles. Esta conducta provoca problemas serios con las relaciones y el
trabajo. Las personas con trastornos de la personalidad tienen dificultades para lidiar
con el estrés y los problemas cotidianos. Suelen tener relaciones tormentosas con
otras personas.

No se conoce la causa de los trastornos de la personalidad. Sin embargo, los genes y


las experiencias de la niñez pueden representar un papel importante.

Los síntomas de cada trastorno de personalidad son diferentes. Pueden ser leves o
severos. A las personas con estos trastornos les cuesta darse cuenta que tienen un
problema. Para ellos, sus pensamientos son normales y muchas veces culpan a la otra
persona por sus problemas. Intentan pedir ayuda debido a sus dificultades con sus
relaciones personales y/o su trabajo. El tratamiento suele incluir psicoterapia y, algún

Lista de trastornos de personalidad definidos en el DSM

El DSM-IV-TR (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la


Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos) menciona diez trastornos de personalidad,
los cuales se agrupan en tres grupos:10

Grupo A (trastornos raros o excéntricos)

Trastorno paranoide de la personalidad, personalidad paranoide.

Trastorno esquizoide de la personalidad, personalidad esquizoide.

Trastorno esquizotípico de la personalidad, personalidad esquizotípica.

Este grupo de trastornos se caracteriza por un patrón penetrante de cognición (por ej.
sospecha), expresión (por ej. lenguaje extraño) y relación con otros (por ej.
aislamiento) anormales. Son individuos retraídos, fríos, suspicaces o irracionales.

Grupo B (trastornos dramáticos, emocionales o erráticos)

Trastorno antisocial de la personalidad, personalidad antisocial.

Trastorno límite de la personalidad, personalidad límite o BordeLista de trastornos de


personalidad definidos en el DSM
El DSM-IV-TR (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la
Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos) menciona diez trastornos de personalidad,
los cuales se agrupan en tres grupos:10

Grupo A (trastornos raros o excéntricos)

Trastorno paranoide de la personalidad, personalidad paranoide.

Trastorno esquizoide de la personalidad, personalidad esquizoide.

Trastorno esquizotípico de la personalidad, personalidad esquizotípica.

Este grupo de trastornos se caracteriza por un patrón penetrante de cognición (por ej.
sospecha), expresión (por ej. lenguaje extraño) y relación con otros (por ej.
aislamiento) anormales. Son individuos retraídos, fríos, suspicaces o irracionales.

Grupo B (trastornos dramáticos, emocionales o erráticos)

Trastorno antisocial de la personalidad, personalidad antisocial.

Trastorno límite de la personalidad, personalidad límite o Borderline.

Trastorno histriónico de la personalidad, personalidad histriónica.

Trastorno narcisista de la personalidad, personalidad narcisista.

Estos trastornos se caracterizan por un patrón penetrante de violación de las normas


sociales (por ej. comportamiento criminal), comportamiento impulsivo, emotividad
excesiva y grandiosidad. Presenta con frecuencia acting-out (exteriorización de sus
rasgos), llevando a rabietas, comportamiento auto-abusivo y arranques de rabia. Son
individuos melodramáticos, susceptibles, buscan atención, estados de ánimo lábiles,
con frecuencia superficiales y muchas veces tienen conflictos interpersonales intensos.

Grupo C (trastornos ansiosos o temerosos)

Trastorno de la personalidad por evitación, personalidad fóbica o evitativa.

Trastorno de la personalidad por dependencia, personalidad dependiente.

Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, trastorno anancástico de la


personalidad o personalidad obsesiva-compulsivarline.

Trastorno histriónico de la personalidad, personalidad histriónica.


Trastorno narcisista de la personalidad, personalidad narcisista.

Estos trastornos se caracterizan por un patrón penetrante de violación de las normas


sociales (por ej. comportamiento criminal), comportamiento impulsivo, emotividad
excesiva y grandiosidad. Presenta con frecuencia acting-out (exteriorización de sus
rasgos), llevando a rabietas, comportamiento auto-abusivo y arranques de rabia. Son
individuos melodramáticos, susceptibles, buscan atención, estados de ánimo lábil, con
frecuencia superficial y muchas veces tienen conflictos interpersonales intensos.

Grupo C (trastornos ansiosos o temerosos)

Trastorno de la personalidad por evitación, personalidad fóbica o evitativa.

Trastorno de la personalidad por dependencia, personalidad dependiente.

Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, trastorno anancástico de la


personalidad o personalidad obsesiva-compulsivaas veces, medicinas.

TRASTORNO DE PERSONALIDAD VERSUS PERSONALIDAD SANA

 Un trastorno de personalidad es un modo patológico de ser y


comportarse que:
 Es omnipresente: se pone de manifiesto en la mayor parte de las
situaciones y contextos, y abarca un amplio rango de
comportamientos, sentimientos y experiencias.
 No es producto de una situación o acontecimiento vital concreto,
sino que abarca la mayor parte del ciclo vital del individuo.Es
inflexible, rígido.
 Dificulta la adquisición de nuevas habilidades y comportamientos,
especialmente en el ámbito de las relaciones sociales: perjudica el
desarrollo del individuo.
 Hace al individuo frágil y vulnerable ante situaciones nuevas que
requieren cambios.
 No se ajusta a lo que cabría esperar para ese individuo, teniendo en
cuenta su contexto sociocultural.
 Produce malestar y sufrimiento al individuo o a quienes le rodean:
provoca interferencias en diversos ámbitos (social, familiar, laboral,
etc.)
 El malestar es más bien consecuencia de la no aceptación por parte
de los demás del modo de ser del individuo más que una
característica intrínseca del trastorno: en general suelen ser ego
sintónicos (de acuerdo con el Yo).
 Por lo antedicho, la conciencia de enfermedad o anomalía es escasa
o inexistente.
 En cambio una personalidad sana responde a las siguientes
características:
 Adaptativa.
 Flexible.
 Funcionamiento autónomo y competente en diferentes áreas de la
vida.
 Habilidad para establecer relaciones interpersonales satisfactorias.
 Capacidad para conseguir metas propias, con el consiguiente
sentimiento de satisfacción subjetiva.

Trastorno paranoide de la personalidad

EL TRASTORNO PARANOIDE DE LA PERSONALIDAD es un trastorno de


personalidad caracterizado por un patrón de desconfianza y suspicacia
general hacia los otros, de forma que las intenciones de estos son
interpretadas como maliciosas. Este patrón empieza al principio de la
edad adulta y aparece en diversos contextos (DSM-IV).1

Diagnóstico según DSM IV1

Como con el resto de trastornos de la personalidad, su diagnóstico no


puede ceñirse únicamente a los síntomas presentes en el momento del
análisis del paciente. Para concluir la existencia de un trastorno de la
personalidad deben de darse los siguientes factores: El patrón de
conducta debe ser persistente, estable en el tiempo y de larga duración,
su inicio debe remontarse al menos a la adolescencia o al principio de la
edad adulta. Debe ser inflexible y extenderse a una amplia gama de
situaciones personales y sociales, además de muchos otros síntomas más
o menos graves que definen la discriminación del trastorno de
personalidad de una alteración psicológica pasajera. Textualmente del CIE-
10: " La forma de comportamiento anormal es duradera, de larga
evolución y no se limita a episodios concretos de enfermedad mental ".23

Los criterios diagnósticos específicos son:

A. Desconfianza y suspicacia general desde el inicio de la edad adulta, de


forma que las intenciones de los demás son interpretadas como
maliciosas, que aparecen en diversos contextos, como lo indican cuatro (o
más) de los siguientes puntos:

 Sospecha, sin base suficiente, de que los demás se van a aprovechar


de ellos, les van a hacer daño o les van a engañar.
 Preocupación por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la
fidelidad de los amigos y socios.
 Reticencia a confiar en los demás por temor injustificado a que la
información que compartan vaya a ser utilizada en su contra.
 En las observaciones o los hechos más inocentes vislumbra
significados ocultos que son degradantes o amenazadores.
 Alberga rencores durante mucho tiempo, por ejemplo, no olvida los
insultos, injurias o desprecios.
 Percibe ataques a su persona o a su reputación que no son
aparentes para los demás y está predispuesto a reaccionar con ira o
a contraatacar.
 Sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o su pareja
le es infiel.

B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de


una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas
psicóticos u otro trastorno psicótico y no son debidas a los efectos
fisiológicos directos de una enfermedad médica.

El PPD parece ser más común en los hombres.


TRASTORNO ESQUIZOIDE DE LA PERSONALIDAD

El trastorno esquizoide de la personalidad (TEP) está englobado dentro del


grupo A de los trastornos de la personalidad. Los individuos que lo
padecen se caracterizan por la falta de interés en relacionarse socialmente
y por una restricción de la expresión emocional. Puede aparecer durante
la infancia o la adolescencia, aunque se suele diagnosticar en la edad
adulta. Su prevalencia se estima en menos del 1 % de la población.

Los criterios DSM IV para el trastorno esquizoide de la personalidad son:

A. Un patrón general de distanciamiento de las relaciones sociales y de


restricción de la expresión emocional en el plano interpersonal, que
comienza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos,
como lo indican cuatro (o más) de los siguientes puntos:

 Ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar


parte de una familia
 Escoge casi siempre actividades solitarias
 Tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con
otra persona
 Disfruta con pocas o ninguna actividad
 No tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los
familiares de primer grado
 Se muestra indiferente a los halagos o las críticas de los demás
 Muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la
afectividad

B. El trastorno esquizoide de la personalidad no debe diagnosticarse si los


patrones de comportamiento aparecen exclusivamente en el transcurso
de una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas
psicóticos, un trastorno psicótico o un trastorno generalizado del
desarrollo, o si son debidos a los efectos fisiológicos de una enfermedad
neurológica o de otro tipo.

RELACIONES SOCIALES

De acuerdo con Gunderson los individuos con trastorno esquizoide de la


personalidad se encuentran perdidos sin las personas que normalmente
se encuentra a su alrededor porque necesitan de una sensación de
seguridad y estabilidad. Sin embargo, cuando el espacio personal vital es
invadido, se encuentran ahogados y sienten la necesidad de liberarse y ser
independientes. Las personas con personalidad esquizoide son más felices
cuando se encuentran en relaciones en las que el compañero demanda
pocas exigencias emocionales o íntimas.

Las personas con personalidad esquizoide son vistos como distantes, fríos
e indiferentes, lo que les causa algunos problemas sociales, pudiendo
sufrir acoso en los diversos planos de su existencia, escolar, laboral,
familiar, y en general una devolución social de su indiferencia. La mayor
parte de estos individuos tienen dificultades estableciendo relaciones
personales o expresando sus sentimientos de una manera significativa, y
pueden permanecer pasivos en situaciones desfavorables. Debido a la
falta de comunicación con otras personas, aquellos diagnosticados con
trastorno esquizoide pueden no tener un reflejo claro de ellos mismos y
saber qué tal se llevan con otros. El reflejo es importante para que sean
más conscientes de sí mismos y de sus acciones en entornos sociales. Su
mundo interior les resulta suficiente y sus ideas las consideran de valor
objetivo, siendo capaces de llevar direcciones opuestas a las de la
normalidad grupal de su entorno y de desafiarlas. Existe una fobia grupal
característica.

Las personas con trastorno esquizoide de la personalidad son a menudo


sexualmente apáticos, aunque normalmente no sufren de anorgasmia.
Muchos esquizoides tienen necesidades sexuales normales y prefieren
masturbarse en lugar de tener que enfrentarse a los aspectos sociales de
encontrar una pareja sexual. Por tanto, sus necesidades sexuales pueden
parecer menores que en el caso de los no esquizoides, ya que el
esquizoide prefiere permanecer solo. Cuando tienen sexo, estos
individuos a menudo sienten que su espacio personal es violado, y
comúnmente sienten que la masturbación o la abstinencia sexual es
preferible a la pérdida de la intimidad que deben soportar para tener sexo

Trastorno histriónico de la personalidad

Trastorno de la personalidad caracterizado por un patrón de excesiva


búsqueda de atención, que generalmente comienza en la edad temprana
adulta, incluyendo un comportamiento seductor inapropiado y una
excesiva necesidad de aprobación.

Los sujetos histriónicos son muy animados, dramáticos, vivaces,


entusiastas y coquetos.

Cómo son las personas histriónicas?

Con el objetivo de lograr centrar la atención de las personas que les


rodean, es habitual que los individuos con tendencia al histrionismo
pueden usar estrategias como la seducción o el victimismo.

Rasgos del Trastorno de Personalidad Histriónico

Los rasgos, señales y conductas propias del Trastorno de Personalidad


Histriónico son los siguientes:

 Conducta exageradamente “seductora” hacia otras personas.


Pueden asumir y llevar al extremo ciertos roles sexuales
tradicionales
 Influenciables. Suelen dejarse llevar por las opiniones y consejos de
los demás
 Muy preocupados por su imagen y su estética
 Dramatismo. Llevan al extremo las emociones, tanto positivas como
negativas
 Susceptibilidad. Se muestran excesivamente vulnerables ante las
críticas de otras personas
 Tienden a percibir como muy cercanas e íntimas algunas relaciones
personales que en realidad son superficiales
 Culpan a los demás de sus propios fracasos o desengaños
 Buscan permanentemente la aprobación y la confianza de los
demás (Síndrome de Wendy)
 Muy poca tolerancia a la frustración
 Episodios de emotividad intensa, perdiendo el control
 Buscan recurrentemente ser el centro de atención
 Estado de ánimo en constante cambio, sin estabilidad

Causas de la personalidad histriónica:

 La personalidad histriónica suele empezar a tomar forma durante la


infancia, aunque se suele señalar que se evidencia durante la
adolescencia.
 No existe una única causa del histrionismo, sino que se trata de una
serie de factores que pueden influir: un estilo parental demasiado
ausente y poco atento, abuso psicológico, haber padecido
menosprecios y humillaciones, o un estilo educativo sin pautas y
límites claros.
 Otros factores, como la baja autoestima, el sentirse insatisfecho con
el aspecto físico y la inseguridad pueden promover que este tipo de
personalidad se consolide y se mantenga.

Cómo tratar con una persona histriónica, y algunos pasos para ayudarla
Convivir con una persona que presenta estos rasgos puede ser
complicado.

Para intentar ayudar a que pueda ir tomando conciencia de que su forma


de actuar es disfuncional, y también para evitar que las personas cercanas
acaben también afectadas psicológicamente, hemos elaborado esta lista
con distintos puntos a tener en cuenta.

1. Aceptemos la realidad

En ocasiones puede ser complicado aceptar las cosas tal como son. Y
más si la persona que tenemos cerca tiene comportamientos que no
entendemos. Sin embargo, esto no significa que no debamos actuar
para intentar cambiar la situación.

Es importante que tengamos en cuenta que la personalidad histriónica


no es fruto del capricho, sino que es una forma disfuncional y
consolidada de expresarse. Por supuesto, debemos evitar decir frases
como: “No deberías montar estas escenitas”. Para la persona afectada,
su percepción sobre estas expresiones no es así. La persona histriónica
no ve nada raro en cómo expresa sus emociones, porque son
conductas que están muy consolidadas en su personalidad.

Por tanto, debemos tener en cuenta que son personas con graves
dificultades para controlar sus emociones y que tienen una percepción
distorsionada e irreal, cosa que seguramente le afecte más de lo que
creemos. No es buena idea tratar a estas personas de forma caritativa
y compasiva, puesto que estaríamos reforzando su conducta victimista.
Hay que hacerles ver que todos tenemos nuestras rarezas y dificultades
en la vida, y que nadie es perfecto.

2. Establezcamos límites claros

Que aceptemos su personalidad no quiere decir ni que no intentemos


poner remedio, ni que debamos ser blandos y sumisos ante las
personas histriónicas. Podemos ser comprensivos pero a la vez
establecer unos marcos claros: de nada sirve justificarlo todo.

Debemos intentar actuar con moderación y objetividad, y hacer notar


que también somos dignos de respeto. Cuando la persona histriónica
entra en una de sus fases de expresión desmesurada de sus
sentimientos, debemos mantenernos firmes, pero educados. Por
ejemplo, podemos decir: “Me parece que ahora mismo estás muy
alterada, en un rato volveré y podemos hablar sobre lo que ha pasado.
Me sabe mal la situación y es importante que podamos entendernos” o
bien: “No te puedo consentir que me faltes al respeto. Yo te respeto y
te valoro, y por eso no entiendo tu actitud. En el momento en que seas
consciente de esto, podemos volver a hablar sobre este asunto”.

3. No caigamos en ciertas trampas

No es buena idea entrar en sus manipulaciones y juegos. Debes tratar a


este tipo de personas como adultos, a pesar de que puedan mostrar
comportamientos infantiles. Si le sigues el juego y actúas como si
fueras su padre o te pones a su nivel, la relación acaba entrando en
terrenos pantanosos y ni tú ni ella ganáis nada.

Si eres capaz de comunicarte con esta persona de tú a tú y con


responsabilidad y tacto, desistirá en su empeño de hacerte jugar a su
juego.

4. Reforcemos positivamente sus comportamientos adultos

Cuando esta persona se comporte de forma adulta y madura, debe


notar que nuestra atención hacia ella es mayor. En el momento en que
su comportamiento histriónico habitual deje paso a la responsabilidad
y la madurez, debemos valorarlo y lograr que note que eso nos agrada.

De hecho, en ocasiones resulta más fácil desincentivar una conducta


disfuncional reforzando positivamente la conducta contraria cuando
esta se produce. En resumen, debe notar que somos secos y cortantes
(pero educados) cuando se comporta de forma histriónica, pero que
sin embargo estamos atentos y positivos cuando muestra conductas
adultas.

5. No mofarnos ni despreciar

Es importante este punto: no deberíamos reírnos ni burlarnos de una


persona con este problema. Aunque en muchos ámbitos de la vida el
humor puede ser una buena válvula de escape y puede relativizar los
problemas, en el caso de las personalidades histriónicas no es
aconsejable puesto que podría tener efectos más negativos que
positivos.

Si perciben que las menosprecias y que no les tienes respeto puedes


estar propiciando que sus emociones todavía se vean más alteradas.
Ten en cuenta que son personas muy susceptibles y que no les ayudará
en nada notar que los demás se mofan y les tratan sin respeto.

6. Actuemos con prudencia

Es importante que mantengamos unos criterios de prudencia y


responsabilidad. Si no lo hacemos, podemos pasar de ser ángeles a
demonios en un segundo. Las personas histriónicas tienden a pasar de
la idealización al odio hacia las personas próximas.

Siguen una lógica de extremos. Por tanto, no debemos sentirnos


demasiado elogiados cuando nos halagan, porque en poco tiempo
puede pasar a denigrarnos y nuestros sentimientos se verán afectados.
En un caso extremo, si no tomamos suficiente distancia con sus
opiniones y valoraciones, podemos ir adquiriendo cierta inestabilidad
emocional. Para evitar esto, es necesario que relativicemos sus
opiniones sobre nosotros.

Tratamiento para la personalidad histriónica:


 Las personas que tienen rasgos de personalidad histriónica
padecen una serie de situaciones que les causan malestar y
refuerzan sus conductas disfuncionales.

 El problema de fondo es que no perciben sus conductas como


negativas, y por tanto caen en el victimismo y no acuden a un
profesional de la salud mental que les puede ofrecer una terapia
acorde a sus necesidades.

 En realidad, las personas histriónicas acaban acudiendo a terapia


cuando las circunstancias de su vida han empeorado o han
sufrido algún batacazo emocional, por ejemplo tras una ruptura
sentimental, por ansiedad generalizada o por cuadros
depresivos.

 Los psicoterapeutas suelen coincidir en señalar que, una vez


iniciada la terapia, el principal escollo suele ser la inconstancia y
el poco compromiso con la misma, con unos niveles
relativamente altos de abandono del tratamiento a las pocas
semanas.

Trastorno narcicismo de personalidad :

Es un trastorno de la personalidad del grupo B (desórdenes dramáticos,


emocionales, erráticos o eróticos), conocida históricamente como
megalomanía.

Es una afección mental en la cual una persona tiene:

Sentido exagerado de egocentrismo

Preocupación extrema por sí misma

Falta de empatía por otras personas


Causas:

Se desconoce la causa de este trastorno. Se piensa que las experiencias


tempranas en la vida, como una crianza particularmente insensible,
favorecen el desarrollo de este trastorno.

¿Qué es el Narcisismo?

Solemos asociar el Trastorno Narcisista de la Personalidad con


personalidades del mundo de la farándula: artistas, actores, cantantes,
intelectuales... Son aquellos personajes que, como se dice coloquialmente,
“se les ha subido la fama a la cabeza”.

Por supuesto, el narcisismo no está directamente vinculado con la


posición socioeconómica acomodada de una persona, sino con la
autopercepción del individuo (esto es, la percepción de su valía,
independientemente de su posición social o económica). La verdadera
esencia del Trastorno Narcisista de la Personalidad radica ahí: la persona
narcisista está absolutamente convencida de que uno mismo es superior a
las demás personas. El narcisista se compara sistemáticamente con las
personas que le rodean, y no ve a nadie por encima de él, pero sí coloca a
muchos (o incluso a todos) por debajo.

En términos más técnicos, el narcisismo se caracteriza por ser un patrón


general de grandiosidad, escasa empatía en las relaciones personales, y
necesidad de ser admirados por los demás.

CRITERIOS DEL DIAGNOSTICO:

 Sienten un excesivo sentido de grandiosidad.


 Están permanentemente preocupados por fantasías de poder, éxito,
belleza o amor.
 Son personas que se creen especiales y que intentan que su estatus
sea reconocido.
 Exigen una admiración excesiva por parte de los demás.
 Manifiestan su sensación de "estar en su derecho". Esto es, tienen
expectativas irracionales sobre el trato que merecen.
 Sacan provecho de las demás personas para sus propios fines
(maquiavelismo).
 Falta de empatía, es decir, son incapaces de identificarse o
reconocer los sentimientos y emociones de las demás personas.
 Sienten envidia de los demás, o creen que los demás sienten
envidia.
 Tienden a ser arrogantes.

Trastorno narcisista de personalidad:

Es un trastorno de la personalidad del grupo B (desórdenes dramáticos,


emocionales, erráticos o eróticos), conocida históricamente como
megalomanía.

 Es una afección mental en la cual una persona tiene:


 Sentido exagerado de egocentrismo
 Preocupación extrema por sí misma
 Falta de empatía por otras personas

Causas:

Se desconoce la causa de este trastorno. Se piensa que las experiencias


tempranas en la vida, como una crianza particularmente insensible,
favorecen el desarrollo de este trastorno.

Trastorno antisocial de personalidad:

Las personas que padecen este trastorno sufren un mal de índole


psiquiátrica, un grave cuadro de personalidad antisocial que les hace
rehuir las normas preestablecidas; no saben y no pueden moldearse a
ellas. A pesar de que saben que están haciendo un mal, actúan por
impulso, cometiendo incluso delitos graves. Es común que se confunda
este trastorno con otros conceptos parecidos, como podrían ser la
conducta criminal, el comportamiento antisocial o la psicopatía. Pero son
trastornos, aunque relacionados, de diferentes características, con otros
tratamientos y consecuencias.

Como ocurre con el resto de trastornos de personalidad, establecer las


causas del trastorno de personalidad antisocial es un proceso complejo
que requiere tener en cuenta una gran variedad de variables, habida
cuenta de que la personalidad es un elemento que se va construyendo de
forma continua a lo largo del desarrollo.

Si bien no se conocen sus causas concretas, se han establecido una gran


variedad de hipótesis más o menos aceptadas.

Tratamientos aplicados

El tratamiento de los trastornos de personalidad en general es


complicado, ya que se trata de configuraciones que incluyen
comportamientos y modos de ver y actuar que se han ido adquiriendo y
reforzando a lo largo de toda la vida. Además, las personas suelen
considerar que es su forma de ser, de modo que no suelen querer
cambiarla a menos que perciban que les provocan un malestar excesivo.

En el caso del trastorno de personalidad antisocial, los tratamientos


suelen tener una complicación más, y es que el tratamiento suele venir
impuesto o bien por los seres cercanos o bien por vía judicial tras cometer
un delito. Así, el sujeto en cuestión no suele mostrarse cooperativo al
verlo como una imposición externa, no aceptando en general la necesidad
de tratamiento.

En terapia, el manejo de estos casos exige que se le plantee al paciente no


solo lo que se pretende conseguir y cómo hacerlo, sino especialmente
hacerle consciente de la necesidad de cambio y las ventajas y desventajas
que éste le supondría en su vida.

En la medida de lo posible el terapeuta ha de ser capaz de hacerse ver


como alguien respetable y cercano que no pretende imponer su
autoridad, evitando una posible resistencia por parte del paciente y
facilitando el establecimiento de una buena relación terapéutica.

¿Tratamientos farmacológicos?

A nivel farmacológico no hay un tratamiento específico para el trastorno


de personalidad antisocial. Esto es debido, entre otras cosas, a que los
patrones conductuales asociados a esta condición están tan instauradas
en el día a día de la persona que un acercamiento basado en el
reduccionismo de actuar sobre ciertos circuitos cerebrales so llega a
abarcar toda la magnitud de este fenómeno. fin de cuentas, parte del
trastorno está también en el modo en el que la persona establece
relaciones con los demás, y estas refuerzan este tipo de comportamientos
poco adaptativos a causa de sus expectativas.

Sin embargo puede ayudar administrar sustancias que mantengan estable


el estado de ánimo, como algunos antidepresivos (es frecuente el uso de
ISRS). Por supuesto, esto no soluciona el problema en su totalidad, sino
que puede ser un complemento.

A pesar de ello se ha de procurar tener en cuenta que este tipo de


trastorno se asocia con cierta frecuencia al consumo de sustancias
psicoactivas, no siendo rara la aparición de adicciones.

Trastorno de la personalidad por evitación:

Las personas que padece trastorno de personalidad por evitación se


caracterizan por tener sentimientos de inadecuación, por ser
hipersensibles a las evaluaciones negativas y por evitar todo contacto con
las personas debido al temor a ser desaprobados.

Las personas con trastorno de personalidad por evitación se consideran


socialmente ineptos, con escaso atractivo personal y evitan la interacción
social por temor a ser ridiculizados, humillados o rechazados, o
simplemente desagradar.
Sinónimos:

 Trastorno de la personalidad ansiosa


 Trastorno ansioso (con conducta de evitación) de la personalidad
 Trastorno ansioso de la personalidad
 Trastorno de evitación
 Trastorno de evasión
 Trastorno por evitación
 Personalidad evasiva
 Personalidad evitativa
 Personalidad elusiva

Pensamientos disfuncionales

 “Si la gente se acerca a mí, van a descubrir mí “verdadero” yo y me


rechazarán”.
 “Debo evitar situaciones desagradables a toda costa”.
 “Si yo siento o pienso algo desagradable, yo debo tratar de
eliminarlo o distraerme, por ejemplo, pensar en otra cosa, tomar
una copa, tomar un medicamento, o ver la televisión”.
 “Yo debo evitar situaciones en las que pueda ser el centro de
atención, o tendría que procurar ser tan discreto como me sea
posible”
 “Los sentimientos desagradables se intensifican y escapan de mi
control”
 “Si otros me critican, deben tener razón”.
 “Es mejor no hacer nada, que intentar algo y fallar”.
 “No puedo tolerar sentimientos desagradables”.
 “Mientras no piense en ningún problema, no tengo que hacer nada
al respecto”.
 “Mientras no haga caso a los problema, éstos desaparecerán con el
tiempo”.
 “Cualquier señal o signo de tensión en una relación indica que la
relación va mal, por lo tanto, yo debería cortarla
Tratamiento del trastorno de personalidad por
evitación

Se puede emplear distintas modalidades psicoterapéuticas, tales como


entrenamiento en habilidades sociales, terapia cognitiva, exposición
gradual para aumentar gradualmente el contacto social, terapia de grupo
para la práctica de habilidades sociales, y, a veces, terapia farmacológica,
sobre todo aquellos psicofármacos que también son eficaces para la fobia
social.

Una cuestión clave en el abordaje de estos pacientes es lograr establecer


confianza hacia el terapeuta (rapport), ya que las personas con trastorno
de personalidad por evitación pueden evitar las sesiones de tratamiento
por desconfianza o miedo al rechazo. El objetivo principal es el
entrenamiento en habilidades sociales, para empezar así a desafiar sus
creencias disfuncionales sobre sí mismos y los demás. La psicoterapia se
considera el tratamiento más efectivo para esta afección. Le ayuda a las
personas con este trastorno o ser menos sensibles al rechazo. Los
antidepresivos se pueden utilizar como complemento.

El trastorno de la personalidad por evitación se diagnostica con base en la


valoración psicológica que evalúa los antecedentes y la gravedad de los
síntomas.

Síntomas :

 Extrema timidez o ansiedad en situaciones sociales, a pesar del


fuerte deseo de intimar.
 Hipersensibilidad al rechazo, crítica o desaprobación. Aun cuando
desean fuertemente acercarse a otros, guardan distancias y se
aseguran de contar con aprobación incondicional antes de abrirse.
 Estilo comportamental: tendencia al distanciamiento social,
vergonzoso, tímido, desconfiado y distante. Comportamiento y
discurso controlado. Se muestran solitarios, aprensivos y
embarazosos.
 Estilo afectivo-emocional: marcado por la vergüenza y la aprensión.
Dado que la aceptación incondicional es relativamente rara,
experimentan rutinariamente tristeza, soledad, angustia y alta
tensión. Cuando están más angustiados describen sentimientos de
vacío, desamparo, desolación y despersonalización.
 Aislamiento social autoimpuesto.
 Labilidad emocional.
 Graves dificultades para establecer relaciones interpersonales.
 Evitan el contacto físico, ya que lo asocian con estímulos
desagradables o dolorosos.
 Sentimientos de auto desprecio e inferioridad.
 Muy baja autoestima debida a la devaluación de sus resultados y el
énfasis desmedido en sus defectos.
 Desconfianza, temerocidad o suspicacia respecto a los demás.
 Distanciamiento emocional cuando intiman.
 Muy auto consciente de sí mismo.
 Auto crítico con sus problemas para relacionarse.
 Déficit en habilidades sociales.
 Problemas psicosociales derivados (dificultad en el funcionamiento
social, académico o laboral).
 Dificultad para iniciar relaciones amorosas, amistosas, íntimas o
sexuales.
 Percepciones subjetivas de soledad, aunque otros pueden
encontrar la relación con ellos significativa.
 En algunos casos extremos, síntomas agorafóbicos.
 Pueden aparecer ideaciones suicidas.
 Tendencia a la fantasía, la procrastinación, y la evitación “cognitivo-
afectiva”, como una forma de escapismo de su realidad, y para
interrumpir los pensamientos dolorosos.
DEFINICIÓN:

La característica fundamental de este trastorno es la incapacidad general


para tomar decisiones por sí mismo y la necesidad de que se ocupen de
uno, incluso en las parcelas más cotidianas.

Las personas con este trastorno, sienten muchísimo miedo al rechazo y al


abandono y pueden llegar a hacer cosas con las que no están a gusto, con
tal de agradar y complacer a otra persona, para mantenerla a su lado.
Tienen la autoestima muy baja y se consideran torpes, inútiles e
indefensos. Las críticas las toman como prueba de su inutilidad y buscan la
sobreprotección continua. Sus conductas son pasivas y de espera.
Necesitan que alguien les guíe continuamente en cualquier tipo de
decisión.

Los criterios para el diagnóstico del trastorno de la personalidad por


dependencia, según el DSM-IV, son los siguientes:

Una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, que


ocasiona un comportamiento de sumisión y adhesión y temores de
separación, que empieza al inicio de la edad adulta y se da en varios
contextos (al menos en cinco de los siguientes):

 dificultades para tomar las decisiones cotidianas si no cuenta con un


excesivo aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás
 necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales
parcelas de su vida
 dificultad para expresar el desacuerdo con los demás debido al
temor a la pérdida de apoyo o aprobación (no se incluyen los
temores reales a un castigo)
 dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su
manera (debido a la falta de confianza en su propio juicio o en sus
capacidades, más que a una falta de motivación o de energía)
 va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y
apoyo de los demás, hasta el punto de presentarse voluntario para
realizar tareas desagradables
 incomodidad o desamparo cuando está solo debido a sus temores
exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo
 cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra
relación que le proporcione el cuidado y el apoyo que necesita
 está preocupado de forma no realista por el miedo a que le
abandonen y tenga que cuidar de sí mismo

COMPLICACIONES:

 La depresión es el principal problema que suelen llevar asociado.


Muchas veces, las personas no pueden darles toda la atención que
necesitan, ni responder a todas sus demandas. Esto les hace
sentirse abandonados y desvalidos y dar lugar a trastornos del
estado de ánimo.
 Problemas de ansiedad, sobre todo por el temor constante a que les
abandonen.
 Quejas somáticas e hipocondría. Esto se da muy frecuentemente
como una vía para atraer la atención y los cuidados de los demás
Características:
 Tiene dificultades para tomar las decisiones sin un excesivo
aconseja miento y reafirmación por parte de los demás.
 Necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las áreas
fundamentales de su vida.
 Tiene dificultades para expresar desacuerdo debido al temor a la
pérdida de apoyo o aprobación.
 Tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su
manera.
 Va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y
apoyo de los demás.
 Se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus
temores exagerados.
 Cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra
relación

Características:

 Tiene dificultades para tomar las decisiones sin un excesivo


aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás.
 Necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las áreas
fundamentales de su vida.
 Tiene dificultades para expresar desacuerdo debido al temor a la
pérdida de apoyo o aprobación.
 Tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su
manera.
 Va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y
apoyo de los demás.
 Se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus
temores exagerados.
 Cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra
relación.
 Está preocupado por el miedo al abandono y que tenga que cuidar
de sí mismo.

Causas :

Probablemente, los sujetos que tienden a desarrollar este tipo de


trastornos sufrieron a su vez un trastorno de angustia por separación en la
infancia o adolescencia.

Otra de las causas del desarrollo del trastorno se atribuye a personas que
en su niñez fueron muy sobreprotegidas, creándoles la idea de que eran
incapaces de valerse por sí mismos con la consiguiente inadaptación
posterior.

Las personas con este tipo de sobreprotección tal vez lleguen a darse
cuenta de que su comportamiento negativo genera en los demás cierto
sentimiento de rechazo aunque el problema radica en que si no buscan
ayuda será inútil corregir por sí mismos su forma de actuar y caerán
siempre en idénticos errores.

La característica fundamental del Trastorno de la personalidad por


dependencia es la necesidad de sentirse acompañado, cuidado o
protegido en todo momento. La persona tiene la percepción de que es
incapaz de funcionar adecuadamente en la vida, sin el apoyo o la ayuda de
los demás. Tiende a ver el mundo como frío, hostil, solitario o peligroso y
considera que no puede manejarse sola.

Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad

El Trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo se caracteriza por


una excesiva preocupación por el orden, la eficiencia, el perfeccionismo
y una marcada tendencia a la inflexibilidad y rigidez mental (emocional
e interpersonal).

La persona con este tipo de trastorno debe “controlarlo todo” a través


de una visión analítica y detallada de la realidad. Necesita puntos de
referencia, tiene miedo a los cambios, falta de humor, es rígido e
intolerante especialmente consigo mismo. A menudo es tacaño y no
tira los objetos desgastados y sin valor real o afectivo. Presenta
limitaciones en las relaciones sociales, no tolera los compromisos,
prefiere relaciones autoritarias y tiene pocos amigos.

A menudo es indeciso y obstinado, da muchas vueltas antes de tomar


una decisión por miedo a cometer errores o inexactitudes. Se dedica
muchísimo al trabajo y a la familia, excluyendo cualquier actividad de
ocio y las amistades, presenta mecanismos de defensa obsesivos
típicos (contra emociones como la ira o la dependencia) como el
aislamiento, la racionalización, la formación reactiva y la anulación del
afecto.
sad-864399_1920Las personas con Trastorno de la Personalidad
Obsesivo-Compulsivo por lo general han recibido una educación rígida
y presentan una importante falta de confianza en sí mismos. Durante
su infancia, se sentían a menudo no suficientemente valorados y
amados. En algunos casos esto podía depender de las características
reales de los padres, en otros casos el niño puede haber requerido más
consuelo y afecto de lo habitual para percibir la aprobación de los
padres y sentirse amado. Como resultado, en lo profundo de una
persona con Trastorno de la Personalidad Obsesivo-Compulsivo hay
una sensación de no ser amado y apreciado, de sentirse herido,
enojado y dudar de sí mismo y de los demás (por esto se debe
controlar todo).

Como consecuencia de esta insatisfacción, se genera en la persona


tanto ira como una fuerte necesidad de dependencia. Se tiende a
generar un sentido de culpa en los demás por no estar más disponibles
emocionalmente. Dado que el individuo con trastorno de personalidad
obsesivo-compulsivo no puede aceptar emociones como la ira y la
dependencia, se defiende de ellas a través de mecanismos de
formación reactiva y aislamiento del afecto. También la intimidad se
convierte en un problema importante, ya que plantea la necesidad de
gestionar emociones intensas de dependencia, amor, separación, y
supondría una “pérdida de control”.

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