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Filósofos del siglo XVII, Descartes, Hobbes y Spinoza, no se detenían a pensar sobre la belleza, ya

que aseguraban que ésta es relativa y subjetiva. En cambio los teóricos de la poesía como
Chapelain o Boileau, Poussin y Bellori como teóricos del arte aseguraban que la belleza sí es
objetiva.

Posteriormente, el tema de la belleza sería retomado por los grandes pensadores gracias a
Perrault, quien estudió la parte subjetivista de los filósofos anteriormente mencionados.

Asimismo, cabe mencionar que antes de principios del siglo XVIII (1700) no había movimientos
estéticos en el mundo occidental. Esto, en parte, debido a que el valor del arte como absoluto…
(releer).

Yves-Marie André
André en su obra “Ensayo sobre lo bello” deja claro que la apreciación de lo bello no es objetiva.
En dicho ensayo apunta que no sólo la belleza es regional, sino incluso dentro de un grupo
homogéneo las opiniones sobre lo bello son distintas. No obstante André no asegura que la
belleza sea relativa. Por el contrario, él conceptualiza la belleza en tres órdenes con el objetivo de
salvaguardar la idea de que la belleza en sí es objetiva.

Para André hay tres clases de bellezas.

La primera es la belleza esencial (beauté essentielle) que es tal cual e independiente de cualquier
opinión (la simetría en arquitectura o los fractales en una flor).

La segunda es la belleza natural, que es objetiva y humana, pero no considera el gusto subjetivo.

La tercera es la belleza arbitraria (arbitraire), que es relativa y subjetiva (las modas, por ejemplo).

De acuerdo con André, muchos estetas yerran al afirmar que la belleza es completamente
subjetiva, que deriva solamente de educación, gustos, modas, etcétera.

La originalidad de André es la distinción entre belleza esencial y belleza natural, ya que él no fue el
primero en poner la idea de dos bellezas: objetiva y subjetiva.

La belleza esencial sería la verdad, honestidad, orden y decencia (le décent).

André usa una analogía un poco confusa para distinguir la belleza esencial y la natural. “la belleza
natural sería la hermosura del hombre, diciendo que las dos son como el cielo y la tierra.”

De acuerdo con Tatarkiewicz, realmente la comparación de André es insuficiente, pues él se


refiere a la distinción entre belleza sensible y moral; así como de la belleza concreta (material) y la
belleza ideal.

Por tanto y en resumen, la belleza para André es el decorum (adecuación) y el modus (mesura).
Esta idea tradicional y clásica se encuentra ya desde Horacio, quien afirmaba que la decoración o
los colores bellos no son así si son excesivamente vivos. ¿Crítica a lo barroco?
Cabe aclarar que André dividía las clases de belleza en tres a modo conceptual. Sin embargo,
distinguía la belleza ya sea por imágenes (images) o sentimientos o movimientos (mezcla de visual,
musical, literario, etc.) Asimismo, André consideraba a la gracia como una especie de belleza.

Lo importante en la historia de la estética para André reside en su conceptualización.

Jean-Pierre de Crousaz (1663-1750)


Filósofo, matemático y sobre todo diplomático originario de Lausana, Suiza. Su obra Traité du Beau
(1715 en Ámsterdam). Aunque Crousaz no fue original, es reconocido en la historia de la estética
por su capacidad de compilar ideas ajenas.

Crousaz sostenía que la belleza es relativa ya que la atribución de belleza a un objeto está
acompañada por sentimientos de aprobación. Es decir, de acuerdo con el pensador suizo la
relación entre objeto y sujeto en términos de belleza tiene dos variantes: los sentimientos o la
evaluación.

El ser humano, decía Crousaz, experimenta dos tipos de estados psíquicos: las ideas y los
sentimientos.

Diferencia clave: belleza percibida y belleza evaluada

Las ideas están más vinculadas con lo visual. Podemos fácilmente imaginar un edificio, una playa,
un perro y con mayor dificultad concebir el olor de una flor o el sabor de una cerveza. Éstas
últimas necesitan mucha sensibilidad para ser percibidas. Los sentimientos o sensaciones no son
un tanto aprobatorias, sino que causan placer.

Sin embargo, por la diferencia entre lo bello y lo que causa placer puede haber contradicciones en
el juicio. Hay veces que lo bello nos puede disgustar.

"Todos poseen [una idea de lo bello], pero como casi nunca aparece solo, no reflexionamos sobre
él y no lo distinguimos del enredo”.

La raíz de esta dificultad radica en la dualidad de las facultades humanas: "A veces las ideas y los
sentimientos están de acuerdo entre sí y un objeto merece la calificación de" bello "en ambos
aspectos. A veces, sin embargo, las ideas y los sentimientos están en guerra unos con otros y luego
un objeto agrada y al mismo tiempo no: desde una perspectiva es hermoso, mientras que desde
otro carece de belleza”

No obstante, Crousaz no soporta este divorcio; por el contrario, cree que tenemos la
responsabilidad de descubrir "qué principios regulan nuestra aprobación cuando juzgamos algo
solo a partir de ideas [o, como le gusta decir," con frialdad "] y lo encontramos hermoso
independientemente del sentimiento"

Crousaz finalmente reconcilia el conocimiento con las sensaciones, un hecho que parece testificar
a favor de la sabiduría de Dios. También se pueden encontrar ideas similares en autores menores
como Frain du Tremblay, Brumoy o Trublet.

a)

b
c

Jean-Baptiste du Bos (1670-1742)


Este pensador jesuita francés y diplomático escribe su obra más importante de estética: Réflexions
critiques sur la poésie et la peinture de 1719, cuatro años antes estuvo en la firma de la Paz de
Utrecht, convención que le pondría fin a la Guerra de Sucesión Española.

La teoría de Du Bos está sustentada en los siguientes principios:

1- El hombre experimenta placer cuando ya ha satisfecho sus necesidades.


2- Esas necesidades pueden ser o espirituales o corporales.
3- Una de estas necesidades es que la mente se mantenga ocupada. De lo contrario, el
aburrimiento.
4- La mente, de algún modo, se dirige a actividades que le impliquen riesgos y dificultades.
5- Por ello, la persona debe dedicarse a algo que lo mantenga ocupado, pero que no
implique perjuicio. El arte es un buen ejemplo.
6- El arte es placentero porque imita a la realidad sin suponer riesgos.}
7- Como el arte imita y substituye la realidad, el contenido debe ser tan importante como la
forma.
8- Du Bos, al formular su teoría, pensaba principalmente en poesía y pintura.

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