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RESUMEN CORTO DE LA OBRA EL MUNDO ES ANCHO Y AJENO
1. ROSENDO MAQUI Y LA COMUNIDAD.
Un día cuando Rosendo Maqui, volvía caminando por los Andes, se cruza con una culebra a la
cual no puede matar y lo considera un malagüero ¡desgracia! dijo, llevaba yerbas: huarajo, cola de
caballo, supiquegua, culén, para su esposa Pascuala que se encontraba enferma, desde lo más alto
divisa la comunidad de Rumi, un poblado del cual era Alcalde, toda la comunidad era feliz pues
decían: que la felicidad nace de la justicia y que la justicia nace del bien de todos. Con Pascuala se
amaban de igual manera como el agua ama la tierra habían tenido cuatro hijos y tres hijas, a parte
habían criado a Benito Castro adoptándolo al igual que a un hijo. Iba pensando y meditando
cuando de repente ya en el atardecer un grito lo conmociona: Rosendooooooooo….taita
Rosendoooo…., el eco repitió el llamado, su perro canela lo alcanza, baja con rapidez, escucha el
sonido de la campana de la capilla algo malo había pasado, cruzó la plaza llegó a su casa, las
personas que estaban ahí lo dejaron pasar al observar a su esposa se quedó mudo e inmóvil
Pascuala su mujer había muerto.
Rosendo separa cuatro caballos y se dirigen a los límites de la comunidad, ahí les hace saber los
linderos de la comunidad especialmente a don Augusto pues él es el más joven.
Posteriormente se dirigen a la casa del “tinterillo” Bismark Ruiz, para preguntarle cómo va el
juicio que sigue la comunidad en contra de Don Álvaro Amenábar, Bismark les responde que ha
presentado los títulos de propiedad de la comunidad y que acompañados de un buen recurso, darán
resultado positivo para la comunidad de Rumi, le pide cincuenta soles a Rosendo y les dice: “Que
no hay por qué preocuparse pues el juicio va bien.”
Nasha Suro, la curandera, asevera a Rosendo que ha visto en la coca acontecimientos malos en
contra de la comunidad de Rumi, pero Rosendo tiene fe y confianza en lo que le ha dicho el
“tinterillo” Bismark Ruiz.
Se presenta el Mágico un personaje que vende artículos, era un mercachifle un cincuentón, alto y
huesudo, que se presenta ansioso de comprar las escopetas de la comuneros.
4. EL FIERO VASQUEZ.
El Fiero Vásquez, era un bandido asaltante, que vestía siempre de negro, lo de fiero se lo gano
porque por el norte le dicen “fiero” a las personas que son picados por la viruela, su cara morena,
nariz roma, quijadas fuertes son los que le caracterizaba.
Un día cuando Doroteo iba a la capital de provincia a comprar: ceras cohetes, globos, tronadores,
con la finalidad de celebrar la fiesta de San Isidro, llevaba cien soles, cuando de repente arreando
su mula divisa a lo lejos al “Fiero Vásquez”, esconde a su burro y él se mete en una hoyada
rezando al Sr, Justo Juez, ¡sal de ahí indio!, y el Doroteo salió, y le dijo que solamente tenía cuatro
centavos para comprar su salcita, de un latigazo en la alforja, el Fiero Vásquez logra que los cien
soles que llevaba Doroteo rodara al suelo, lo recoge, mientras que Doroteo sigue rezándole al Sr.
Justo Juez para que no lo mate.
A cambio de que le enseñe la oración de Sr., Justo Juez, el Fiero Vásquez le obsequia un pañuelo
anudado en una esquina, es así como nace la amistad entre Doroteo y el Fiero Vásquez amistad
que sin lugar a dudas todas la personas de Rumi admiraban.
Un día cuando se celebraba la fiesta de San Isidro el Fiero Vásquez llega montando su caballo,
conversa con su amigo Doroteo y a la vez reparte los regalos traídos, se le acerca don Rosendo
Maqui, charlan y miran pasar al gobernador Zenobio García seguido de tres hombres, todos
llevaban carabinas, el Fiero Vásquez pone en alerta a don Rosendo y le comenta que el tal
Amenábar está en conversaciones con el gobernador y los tres hombres entre ellos el sinvergüenza
del mágico.
5. EL MAIZ Y EL TRIGO.
Las palabras del Fiero Vásquez, pone pensativo a Rosendo Maqui, el cual convoca a reunión a sus
regidores haciendo sonar la campana cuatro veces, llegaron a la casa por orden primero Porfirio
Medrano, Goyo Auca, Clemente Yacu y Artidoro Oteíza. Maqui le hace saber sobre las gestiones
realizadas con Bismark Ruiz, asimismo sobre los presagios de Nasha Suro, del mismo modo los
informes y sospechas del Fiero Vásquez.
Deciden enviar a Goyo Auca para conversar seriamente con Bismark Ruiz, y pedirle amplios
informes, Rosendo enviaría a Mardoqueo para que espiara las actividades de Umay. La cosecha se
debía realizar en previsión de cualquier acontecimiento que pudiera ocurrir, los trigos ya estaban
maduros y soplaba viento fuerte, entonces comenzó la cosecha, niños, jóvenes, hombres y mujeres
de todas las edades fueron al maizal, el campo se tiño de color policromo, todos con alegría el
campo reluciente, cosechan, y agradecen a la tierra por la producción, Anselmo toca el arpa, otros
cantan ya el atardecer se acerca y termina la faena, viven la verdad de haber conquistado la tierra
para el bien común y el tiempo para el trabajo y la paz.
Se prosigue con la trilla, los hombres beben chicha y trago, las mujeres amontonan la cosecha los
jinetes con sus caballos pisotean, trillan, las espigas vuelan todo es alegría, risas, las indias con la
yerba santa barren hasta el último grano, después se ventea el trigo con la ayuda de ese viento
fuerte y sonoro de los andes, se hace el reparto de la cosecha entre los comuneros de acuerdo a sus
necesidades y el excedente es destinado para la venta.
6. EL AUSENTE.
El gran ausente era sin lugar a dudas Benito Castro, Rosendo también los extrañaba nadie sabía
dónde estaba, solo con su caballo cruzo los Andes hacia las cordilleras, por el Callejón de
Huaylas, donde buscaba fortuna, pero todos los indios de esa zona eran explotados por los
hacendados pagándoles una miseria allí se encontraba Benito.
Un día se perdieron una cantidad de vacas de unos de los hacendados de inmediato se apresaron a
los indios y los metieron en una celda hecho de piedra, llena de barro y porquería, allí los
torturaron, Benito era mudo testigo de ello pues vivía al costado, al amanecer del día siguiente al
ver los sufrimientos de los indios, Benito palanquea la llave de la celda y fuga junto con los
torturados Indios.
Se fugó hacía el sur, un día cuando estaba dando de comer a su caballo Lucero, mira una cantidad
de gente que viene protestando era Toribio Pajuelo y sus partidarios que estaban quejando en
contra de la miseria y la explotación que hacían los hacendados contra su pueblo privándolos del
agua y demás recursos, una bala salida no sé de dónde hiere a Pajuelo disipando a la gente, que
son arrestados por el gobernador del distrito, entre ellos Benito, con el transcurrir del tiempo todos
salen libres menos Benito por ser extraño, al poco tiempo el Subprefecto de la localidad le
concede libertad, así sufría en esos lares llenos de miseria y pobreza el tal Benito.
Un día por la mañana Augusto Maqui, pasea su potro recién domado por las alturas y se da cuenta
que los linderos de la comunidad habían sido derrumbados de inmediato da aviso a Rosendo, el
cual va con todos los comuneros a reponer las piedras que sirven de hitos cónicos.
Le toca declarar a don Rosendo Maqui, se presenta ante el Juez y defiende con ímpetu a su
comunidad haciéndole saber toda la historia de la comunidad que ellos siempre habían estado allí
y que en ningún momento habían usurpado esas tierras, el juez riguroso le pide la presencia de
testigos para que declaren.
Buscan testigos pero nadie ni ricos ni pobres quieren meterse en problemas y menos con don
Álvaro Amenábar, pero había una persona de nombre Jacinto Prieto, era el mejor herrero del
pueblo y él con valentía dice que va a declarar a favor de la comunidad de Rumi. Pero un día de
amanecida se presenta un individuo apodado el zurdo, y le busca lio a Jacinto Prieto por haber
hecho mal una barreta, los dos pelean y la peor parte lo lleva el zurdo, don Jacinto es detenido y
llevado a la cárcel por lesiones y homicidio frustrado.
8. EL DESPOJO.
Rosendo Maqui llamó a sus regidores puesto que dentro de dos días tenían que escuchar la
sentencia del Juez, ya nada tenían que hacer, “de acuerdo con las partes” habían fijado la fecha de
entrega y toma de posesión para el 14 de octubre. Don Rosendo mando llamar a Augusto Maqui
para que fuera de espía y contara lo que estaba pasando en Umay, se escondió en la noche con su
caballo y a pie trepando una pared logra ingresar donde estaban los caporales borrachos, logra
escucharlos diciendo: “que la entrega será el 14, para ello don Álvaro Amenábar había dispuesto
20 hombres para su respaldo y además de ello el subprefecto vendrá con 20 gendarmes más”, con
ello ninguno de los indios opondría resistencia. Rosendo Maqui llama a asamblea a la comunidad
con la finalidad de darles a conocer la sentencia y lo investigado por don Augusto, los comuneros
entran en rabia y enojo iban a ser despojados de la tierra en donde pasaron tantos años de su vida
tantos años de sembríos vieron crecer a sus hijos a sus nietos ahora iban a ser despojados, unos
quería resistir comprando armas, otros quería la renuncia del alcalde y sus regidores, pero como
siempre don Rosendo puso paños fríos como buen alcalde, podemos resistir dijo pero “ellos
vendrán con más gente y tarde o temprano nos sacarán” , tenían que evitar más muertes de indios,
mujeres y de niños, la única posibilidad era irse a la meseta del Yanañahui.
Mientras tanto Casiana la mujer del Fiero Vásquez escucha la conversación y de inmediato parte
en su búsqueda, con sigilo y sin que nadie se diera cuenta parte hacia la escarpada del Alto donde
se encuentra escondido, camina y camina y ya se hace de noche es preciso la presencia del Fiero
puesto que él tiene hombres armados y les podrá ayudar, ya en las alturas siente mareos parece
que se quiere desmayar, pero agarra fuerza y prosigue en los más alto grita el nombre de
“valencioooooo”, el cual acude al llamado y da refugio a Casiana, y logra llamar al Fiero
Vásquez.
Por otro lado todos los comuneros trepaban lenta y penosamente las alturas del Yanañahui
llevando consigo una historia tronchada y reacia a morir. Entretanto don Álvaro hizo su entrada al
caserío junto al juez y al subprefecto iban también sus hijos, el tinterillo Iñiguez, y atrás para
sorpresa de todo Bismark Ruiz. El Juez leyó el acta, y de inmediato tomaron posesión de las
tierras comunales. Un mujer advierte que Mardoqueo no se encuentra, lo buscan y miran que
desde la altura estaba sosteniendo una piedra posiblemente decidido a tirar a la comitiva, en los
instantes en que la comitiva de Amenábar avanza para retirarse, Mardoqueo suelta la piedra e
instantáneamente mata al tinterillo Iñiguez, entre una lluvia de balas Mardoqueo también es
muerto en el acto. Ya nada ni nadie podían hacer nada.
9. LA TORMENTA.
Ya en las cumbres del Yanañahui los comuneros se prestan a hacer sus casas pues ya se avista la
presencia de las lluvias, es preciso hacer de cualquier modo ya después habría ocasión de hacer
casas. Los comuneros se enteran que acaba de llegar un joven abogado miembro de la asociación
pro indígena de nombre Arturo Correa Zavala, el cual le manifiesta que se podía apelar a la corte
superior y después a la corte suprema toma el caso y para sorpresa de todos no les cobra nada.
Después de unos días sale un indio arreando un burro en la cual se lleva la apelación que hiciera el
joven abogado lo cual es asaltado por la gente de Amenábar y posteriormente incinerado por el
mismo. Entretanto en las cumbres del Yanañahui la tormenta comienza con rayos y truenos que se
entrecruzan, crispando la tierra, las piedras, se forman lagos y pequeños riachuelos, el aire
húmedo entraban a las casas, toda la pampa entera se había inundado, los animales algunos habían
fugado temerosos de la tormenta, otros habían muerto entre ellos el caballo de Rosendo Maqui,
pues un rayo le había caído causándole la muerte, todas las chacras había sido arrasadas, el año
sería malo, el invierno se mostraba ya en toda su fuerza y la pampa siempre se encontraba
anegada, los comuneros jóvenes se fueron los más viejos se quedaron, Rosendo presenciaba con
tristeza la disgregación de su comunidad, ante ellos para su pesar aún más se presentaba la
presencia de Amenábar que quería tenerlos como esclavos para la explotación de su mina.
Pasado cinco días de prisión Rosendo es llevado a declarar ante el juez, se presenta el joven
abogado Correa Zavala como su defensor, era acusado no solo de abigeato sino también por
instigación a la muerte de Iñiguez de tentativa de homicidio de don Álvaro Amenábar y
encubrimiento de los delitos del Fiero Vásquez.
12.VALENCIO EN YANAÑAHUI.
En la comunidad, todos se preguntaban que fue del Fiero Vásquez que serían de los demás que lo
acompañaban entre ellas estaba Casiana y muchas de la mujeres cuyos maridos luchaban al lado
del Fiero, solo se escuchaban ráfagas de balas, de noche y de día, de pronto a lo lejos se
divisa aun hombre que entre en la comunidad todos miran que baja por la escarpada, por otros
caminos como desviándose, ¡es Valencio!, ¡es Valencio!, gritan especialmente sus hermanas que
lo reconocen, efectivamente era él. Entrega dinero a las esposas de los comuneros que luchan al
lado de Fiero, se queda dormido y revisan su alforja en el cual trae abundante dinero, y le dan
comida, se queda dormido hasta el día siguiente, y se queda a trabajar en la comunidad tal como el
Fiero Vásquez lo había ordenado.
15.SANGRE DE CAUCHERIAS.
Augusto Maqui el nieto de Rosendo, partió a las caucherías de la selva, en donde encuentra a Nabí
una mujer de quince años de edad que es maltratada por el recogedor de cauchos don Custodio
Ordoñez, éste sufre la ceguera de sus ojos un día cuando explosiono una bola de caucho, y
posteriormente muere por una flecha envenenada lanzado por uno de los indios, y Augusto se
queda con Mabi a la cual lleva a una cabaña a orillas del bosque.
A la mañana siguiente don Rosendo, le hace huir sabiendo que no tiene escapatoria. Así salió de la
comunidad a penar por el mundo el tal Benito. Todo era nostalgia en Benito y extraña su
comunidad y a su viejo Rosendo.
22.ALGUNOS DIAS.
A la mañana siguiente despertó Benito, esos dos días le resultaban como si hubiera vivido todo
una vida, lamentó el éxodo, todos los comuneros le rodearon contándole sus penas, sus vidas, el
considero de que no había venido como “mandón”, pero algo se podía hacer para aliviar las penas.
Poco después seguido de Inocencio se fueron hasta las ruinas, y luego cruzó toda la pampa
llegando hasta la laguna. Pide permiso a Yacu para ir al pueblo y entrevistarse con el abogado
Correa Zavala, a su retorno galopa con una rapidez y una algarabía gritando ¡ganó la comunida!
¡Ganó la comunida! Tengo que darles una buena noticia dijo. “La Corte Superior de Justicia ha
fallado reconociendo el derecho de la comunidad a disfrutar de las tierras que ocupa”, el Doctor
Zavala cree que es seguro que el gamonal apelara ante la Corte Suprema, pero ganaremos
también. Eso es todo. Ya podemos cultivar la tierra tranquila como la mayor bendición. La
comunidad festejo se alegraron. A la mañana siguiente Benito seguido de Inocencio que hacía de
vaquero, se van por sobre el pampón y visitan las ruinas Inocencio le manifiesta que podía hacer
fértil el pampón que todo el verano para seco si las aguas de las lagunas se desviarán, Benito
responde afirmativamente y también manifiesta que en las ruinas se podría hacer buenas casas
pues allí no corre mucho viento, y que el chacho y de la mujer que sale de laguna es puro cuento.
Toma como esposa a Maguicha.
Clemente Yacu, presionado por algunos comuneros llama a una reunión por las acciones que
Benito realiza, todos acuden, culpan a Benito sobre las desgracias que pudiera traer el haber
tocado la laguna y también las ruinas, solicitan la expulsión de Benito de la comunidad. Benito
responde que él no ha venido a traer desgracias, eso de la existencia de la mujer de la laguna y del
chacho son simple supersticiones, pues no había pasado nada, solamente dijo, organizándonos
progresaremos, como lo dijo Rosendo, aquí construiremos una escuela para derrotar la ignorancia
es tiempo de hacer no podemos esperar dijo. Poco después de un año ya el pampón, producía
frutos, las casas se construyeron, y posteriormente la escuela, sin lugar a dudas todo había
cambiado para la comunidad. Entretanto Clemente Yacu enferma más y designan a Benito como
nuevo alcalde.
24.¿ADONDE? ¿ADONDE?
“¡El indio es un Cristo clavado en una cruz de abuso! ¡Ah, cruz maldita! ¡Ah, cruz que no se cansa
de estirar los brazos!”.
Los que manda se justifican diciendo: “Váyanse a otra parte el mundo es ancho”. Cierto, es ancho.
Pero yo comuneros conozco el mundo ancho donde nosotros los pobres, solemos vivir. Y yo les
digo con toda verdad que para nosotros los pobres, el mundo es ancho pero ajeno. Tales eran las
palabras de Artemio Chauqui y Benito Castro. Puesto que la ley les había sido contraria, y con un
fallo se les quería mandar a la esclavitud, a la misma muerte. Álvaro Amenábar el gamonal quería
llevarles a su mina primeramente.