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Experiencia Educativa
Economía Internacional
1
Académico
L.E. Rosa Elba Pulido Guillen
Tema:
Análisis de la pobreza y el crecimiento
económico de México en los últimos 12 años.
Alumno:
Padua de la Cruz Lady Michell
INDICE
Introducción………………………………………….......................... 3
¿Qué son los Indicadores?…………………………………………… 4
Indicadores en México…….…………………………………………... 4 2
Producto Interno Bruto………………………………………………… 8
Balanza Comercial………………………………………………………. 13
Balanza Comercial de Mercancías en México (BCMM).………… 15
Sectores Productivos…………………………………………………… 18
Tratado de Libre Comercio…………………………………………… 20
Tratados de Libre Comercio firmados por México………………… 25
Programas Sociales………………………………………………… 30
Programas Sociales implementados en el gobierno…………….. 32
Deuda Externa……………………………………………………….. 33
Inversión Extranjera Directa………………………………………. 36
Tasa de Desempleo ……..………………………………………… 38
Tasa de Inflación………..………………………………………….. 40
Importaciones y Exportaciones…………………………………… 43
Principales indicadores; Salud, vivienda, educación, e
infraestructura…………………………………………………………….. 45
Conclusiones…………………………………………... 49
INTRODUCCIÓN
La pobreza no sólo es la insuficiencia de ingresos que afecta a los individuos, a las
familias y a comunidades enteras; es también la carencia en derechos esenciales que
cualquier persona debe disfrutar desde su nacimiento y cuyo ejercicio el Estado debe 3
promover, respetar, proteger y garantizar.
Desde un punto de vista económico, la pobreza suele definirse como la “carencia de los
bienes y servicios necesarios para satisfacer las necesidades básicas”. Mismas
necesidades que son definidas por Doyal Gough, 1994:34 como meras preferencias,
es decir, “ La idea de necesidad no significa más que una preferencia compartida por
muchas personas que persuaden al gobierno de que requiere una atención especial”
llevándonos a pensar que la pobreza está relacionada con la capacidad de consumo
por encima del bienestar o seguridad social.
Bauer dio esta definición en 1966: “Los indicadores sociales son estadísticas, serie
estadística o cualquier forma de indicación que nos facilita estudiar dónde estamos
y hacia dónde nos dirigimos con respecto a determinados objetivos y metas, así
como evaluar programas específicos y determinar su impacto”.
INDICADORES
México es la onceava economía a nivel mundial y en los últimos años se ha posicionado
como una de las más atractivas en la región. La estabilidad macroeconómica, la solidez
financiera y una serie de reformas estructurales han atraído la mirada internacional, que
reconoce el potencial económico nacional. No obstante, a pesar ser un foco de atención,
el país registró un crecimiento de apenas el 1,1% en 2013, crecimiento que comparado
con países como China, India, Indonesia o Perú queda bastante lejos. A lo largo de la
historia, México ha experimentado con distintos modelos económicos. Entre los años
cuarenta y sesenta el modelo era el desarrollo estabilizador que se basaba en la
sustitución de importaciones, la producción y exportación de productos agrícolas y
minerales, la atracción de inversión a sectores estratégicos que, a su vez, financiaban
la importación de bienes de manufactura y maquinaria. El desarrollo estabilizador gozó
de tasas de crecimiento superiores al 6% anual de promedio, sin embargo comenzó a
agotarse cuando las exportaciones de granos disminuyeron y el crecimiento
demográfico incrementó la demanda de alimentos año a año.
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El segundo modelo económico se inició en los años setenta y se basaba en una
estrategia estatista en donde se instalaron controles a la inversión extranjera, se
introdujeron regulaciones proteccionistas a la actividad económica, se inició un período
de gasto público deficitario y la deuda externa comenzó a crecer a tasas irresponsables.
Inicialmente la economía se reactivó, pero pronto se elevó la inflación y el país se tornó
incapaz de cumplir con los pagos de la deuda que provocaron una devaluación y el
agotamiento del modelo. La tercera etapa, que comienza a mediados de los años
ochenta, se caracteriza por el inicio de la apertura económica, el reconocimiento de la
creciente interconexión de los mercados internacionales y la necesidad de integrar a
México a este nuevo enfoque de comercio globalizado. La nueva estrategia económica
se fundamentó en la atracción de inversión privada, nacional y extranjera, y en la
apertura comercial. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
ratificado el 1 de diciembre de 1994 es el referente por excelencia de esta nueva
estructura económica. El TLCAN liberalizó el comercio entre Canadá, México y Estados
Unidos y dio inicio a una nueva era donde el principal objetivo de México era atraer
inversión, dar certidumbre a estos inversionistas y posicionarse en el sistema
económico internacional como un actor relevante.
México experimentó tasas altas y volátiles de inflación que promediaron el 38% anual y
alcanzaron máximos del 180%. A partir de la crisis de 1994-1995, la inflación se ha
mantenido estable. De hecho, los sexenios panistas (Vicente Fox, 2000-2006 y Felipe
Calderón, 2006- 2012) se caracterizaron por la prudente conducción de la política
monetaria y mantuvieron el objetivo establecido por el Banco de México de mantener la
tasa de inflación alrededor del 3+1% (que la inflación se mantenga entre el 2% y 4%),
con excepción del año 2008, el cual registró una tasa de inflación mayor al 6%
provocada en gran parte por la crisis económica mundial. En 2013 la tasa de inflación
fue del 3,97%, ligeramente mayor a la de 3,57% registrada en 2012. A pesar de que se
mantuvo dentro del límite máximo establecido por el Banco de México, la tasa de
inflación aumentó considerablemente a mediados del 2013 y de forma más pronunciada
a inicios de 2014 como consecuencia de las modificaciones al régimen fiscal
establecidas por la reforma social y hacendaria aprobada durante la administración de
Enrique Peña. Por otro lado, el tema de la deuda pública sigue patrones similares. La
deuda pública, tanto interna como externa, simbolizó el modelo de financiamiento del
país por décadas que lo llevó a escenarios económicos complicados en los que algunas
administraciones se vieron incapaces de cumplir con los pagos a sus acreedores. En
los últimos años, la emisión de deuda se había mantenido a niveles bajos, esto es,
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menores al 15% de promedio. Sin embargo, de 2010 a 2013 el tamaño de la deuda
como proporción del Producto Interior Bruto (PIB) se ha incrementado, registrando un
36% del PIB promedio anual. El presidente Enrique Peña Nieto, quien tomó posesión
en diciembre de 2012, ha llevado a cabo una serie de reformas estructurales en temas
como la competencia económica, educación, telecomunicaciones, político-electoral,
laboral, fiscal y, por supuesto, la energético. La aprobación de las reformas no es menor,
pues requirió de una operación política ambiciosa y bien orquestada. La apuesta de la
actual administración es que estas reformas detonen el dinamismo de la economía para
lograr un mayor crecimiento económico que genere empleo y se traduzca en mayor
bienestar para los mexicanos. La expectativa del ejecutivo es que por medio de estas
medidas la economía pueda crecer a una tasa del 5% a partir de 2018. No obstante, las
reformas por sí mismas no lograrán modificar la trayectoria de crecimiento de largo
plazo de la economía y su impacto dependerá de la calidad de su implementación.
Por último, el tema de los subsidios al campo es un elemento que se debe de analizar
con atención, pues si bien los subsidios canalizados vía Procampo no generan
distorsiones en los mercados, sí tienen efectos nocivos a la competitividad del sector.
Por un lado, la entrega de apoyos o subsidios no está condicionada a metas de
productividad y eficiencia, por lo que puede mantener a empresas o individuos que no
cuentan con los mejores esquemas de producción. Por otro lado, los subsidios son
altamente regresivos pues según el censo el 20% de los productores con mayores
ingresos concentraron el 50% de los recursos destinados vía subsidios.
El PIB es usado frecuentemente como una medida del bienestar material de una
sociedad. Eso motiva que políticamente se usen las cifras de crecimiento económico
del PIB como un indicador de que las políticas económicas aplicadas son positivas. Sin
embargo el uso del PIB como sinónimo de bienestar social.
Por ello el PIB no es un indicador de calidad de vida o bienestar, tan solo material. Se
interpreta según su evolución: es decir, si es ascendente durante un período, la economía
estará creciendo, si descendiera, estaría en recesión.
Bienes (aquellos objetos y mercancías tangibles fabricados por una economía: coches,
casas, alimentos, ropa y un larguísimo etcétera);
Servicios actividades intangibles que buscan satisfacer las necesidades de los individuos:
la labor de un abogado, los seguros, las comunicaciones, el suministro de energía, las
consultas médicas...)
Todos estos bienes y servicios, así como las inversiones realizadas tienen un valor porque
tienen un precio.
Si sumas el valor de todos los bienes, servicios e inversiones que se producen en el país
durante un año, obtienes el Producto Interno Bruto o PIB. Es una forma de medir el
crecimiento económico de un país.
El PIB contabiliza sólo los bienes y servicios “finales”, lo que implica que no se añaden los
bienes que contribuyen a la elaboración del producto definitivo. Así, las baterías creadas
para la fabricación de coches no se contabilizan en el PIB, ya que sólo incluirá al producto
final (los coches en cuestión). Además, el PIB es “interno” porque suma los bienes y
servicios producidos dentro de un país, sea por los nacionales o por residentes y empresas
extranjeras (si un mexicano trabaja en Estados Unidos, entra en el PIB Norteamericano).
Por último, se calcula durante un año, por lo que no se contabilizan, por ejemplo, los
productos de segunda mano con varios años de antigüedad vendidos durante ese ejercicio
(tales productos ya se contabilizaron en el momento en que se fabricaron).
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A todos nos interesa saber si nuestro país está creciendo o no, es decir, si se produjo más
o menos que el año anterior, por eso es muy común que al hablar del PIB no se mencione
su valor en dólares o en la moneda local, sino más bien qué porcentaje creció o disminuyó
respecto del año anterior. A este porcentaje se le llama tasa del crecimiento del PIB.
Así, por ejemplo, escucharás que se espera un crecimiento del 3% en el PIB para el próximo
año, lo que significa que habrá más inversión en edificios, casas o maquinaria y que se
producirán más bienes y servicios. Esto es beneficioso para todos porque habrá más empleo
y más oportunidades para hacer negocios.
Por el contrario, si la tasa del PIB es negativa durante un periodo determinado, la producción
y actividad económica del país no aumentará y estará en recesión. En estas condiciones,
es probable que haya más desempleo y que esto afecte seriamente a muchas familias.
El Producto Interno Bruto (PIB) de México cerró el 2017 con una expansión de 2.0% anual,
de acuerdo con cifras originales del INEGI. El crecimiento económico del país durante el
año pasado se apuesta como el más bajo de los últimos cuatro años, lastrado por la
actividad industrial y por una leve desaceleración del sector servicios.
En el sexenio del 2006 al 2012, durante el cual estuvo a cargo el presidente Felipe Calderón,
la economía mexicana estuvo marcado por el impacto de la depresión en Estados
Unidos, iniciada a fines de 2008 y que un año después se reflejó principalmente en una
reducción del PIB de-6.0%. Durante el último trimestre de 2008 y los cuatro de 2009, el
crecimiento del PIB mostró tasas negativas, lo que técnicamente representó una
recesión, aunque también debe notarse el hecho de que desde finales de 2006 el
crecimiento venia reduciéndose, a partir del 2010 el PIB volvió a mostrar valores positivos
en su crecimiento y en el último bienio se estabilizo en cerca de 4%. No obstante lo anterior,
durante la administración del presidente Felipe Calderón fue de 1.9%.
A partir del 2012 inicia la administración del ahora presidente de la república, Enrique
Peña Nieto, y con ello un cambio dentro de la economía del país, debido a diversos
factores, como pueden ser; las políticas económicas implementadas por la reciente
administración, y los cambios en los mercados internacionales que se han venido
presentando.
De 2013 a 2017, el crecimiento promedio anual del PIB fue de 2.5 por ciento, el más
alto en lo que va del presente siglo, pues de 2001 a 2005 el alza fue de 1.45, mientras 12
que de 2007 a 2011 fue de 1.39 por ciento. En tanto, el crecimiento acumulado en los
primeros cinco años de la presente administración prácticamente duplica el alcanzado
en el mismo periodo del año anterior, al ubicarse en 13.1 por ciento, contra 7.4 entre
2001 y 2005, y 6.8 por ciento de 2007 a 2011.Además, la deuda pública como
porcentaje del PIB disminuyó en 2017, lo cual no ocurría desde hace 10 años, y es
reflejo de finanzas públicas sanas, de acuerdo con información de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El sector externo abarca todas las transacciones, cuentas y relaciones que tiene México
con el exterior. Cuando analizamos de forma cuidadosa este sector, no sólo nos
interesan las exportaciones e importaciones de bienes y servicios, las remesas
familiares, la inversión extranjera y la contratación, pagos de interés y amortizaciones
sobre la deuda externa, sino también las reservas internacionales y el mercado
cambiario, pues representa una parte significativa de la actividad económica del país, y
los desequilibrios que se pueden formar han sido causas de crisis muy graves que ha
tenido el país en el pasado.
El sector externo tiene su propio marco conceptual o contable, que vale la pena
entender antes de analizar más en detalle.
Es importante aclarar que un balance siempre considera ingresos menos egresos. Por
lo mismo, mayores ingresos que egresos (por ejemplo, más exportaciones que
importaciones) implican un superávit, mientras que la situación contraria es un déficit.
Todas las transacciones con el exterior implican de una forma u otra un intercambio de
pesos por dólares (u otra moneda), por lo que se contabilizan en dólares. En un régimen
cambiario de flotación, el banco central no interviene en el mercado mediante la compra 15
o venta de divisas. Por lo mismo, en principio el tipo de cambio se determina mediante
la interacción entre la oferta y demanda de dólares. Esto significa que si en un momento
dado la oferta es mayor a la demanda, el precio bajará hasta encontrar un equilibrio. De
igual forma, si la oferta de dólares disponibles no alcanza a satisfacer la demanda, el
precio aumentará hasta que ambas lleguen a corresponder. Este concepto (que se verá
más adelante), es fundamental para entender el funcionamiento del mercado cambiario
y su relación con la balanza de pagos.
A partir de agosto de 2007, se incorpora el comercio exterior por países con base en
zonas geográficas, con lo cual se cancela la difusión de información por zonas
geoeconómicas. En este sentido, con la nueva presentación se permite a los usuarios
integrar la información de cualquier bloque económico de su interés.
La balanza comercial es, por mucho, la más importante, ya que abarca 87 y 88%,
respectivamente, de los ingresos y egresos de la cuenta corriente. Es la única parte de
la balanza de pagos que se reporta con una periodicidad mensual, a diferencia de la de
pagos en su conjunto, que es trimestral. En este sentido, es común hablar de la cuenta
corriente y la balanza comercial como si fueran lo mismo.
Es común asociar un déficit comercial con algo malo o negativo y un superávit como
algo bueno o positivo. La razón fundamental es que se asocian las exportaciones con
más empleo para mexicanos e ingresos de divisas, lo que implica menores necesidades
de endeudamiento y más autosuficiencia. En cambio, las importaciones representan
menos empleos internos, más necesidades de endeudamiento y mayor dependencia
con el exterior. Sin embargo, en realidad estos conceptos --por lo menos en forma
simplificada-- no necesariamente son ciertos.
No todos los países pueden producir todo, por lo que el intercambio de bienes siempre
va a representar mayor eficiencia y uso de bienes escasos. La cantidad de 17
importaciones en México se ha triplicado respecto al PIB en las últimas dos décadas,
sin embargo, la balanza comercial es menor. Entre más exportamos, más podemos
importar y viceversa, por lo que no hay desequilibrios y los consumidores ganan al
obtener una mayor variedad de productos a mejores precios.
Sectores Productivos
México es un país con una amplia variedad de recursos naturales. Todo lo que se
encuentra en la naturaleza y que puede ser aprovechado por el hombre es un recurso
natural por ejemplo: los ríos, lagos, bosques, minerales, el suelo, petróleo, aire y hasta
el sol. Se cuenta con una posición geográfica estratégica que le permite llegar a muchos
mercados en el mundo y ser reconocido como un destino altamente competitivo para la
producción y la exportación de bienes y servicios, destacando actividades como:
Sin embargo, para México los resultados no han sido contundentes en este sentido,
debido a que el propio Acuerdo fue considerado como un fin y no un medio, amén de
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que no se acompañó la apertura de una política industrial clara y orientadora, sino que
dejó a su suerte a los sectores productivos.
El entorno que vivía el país previo a la firma del Tratado. A raíz de la crisis económica
de principios de la década de los ochentas, México inicia un proceso de reestructuración
económica en el que se replantea el modelo de crecimiento de sustitución de
importaciones y se adoptan, en breve tiempo, medidas tales como la apertura comercial,
la liberalización de los mercados, la privatización de empresas públicas, el fomento del
sector exportador y la aplicación de políticas de estabilización macroeconómica que le
permitieran actuar conforme al naciente proceso de globalización que se vivía en el
entorno internacional.
A inicios de la década de los noventa, se iniciaron las consultas hacia un posible tratado
de libre comercio con Estados Unidos. Para entonces, México ya había accedido al
GATT en 1986, en seguimiento a la hoja de ruta marcada por el Consenso de
Washington, pero este paso era mucho más ambicioso, aunado a representar una
herramienta para explotar el modelo exportador, combatir los niveles de inflación y
mostrar a México como una nación abierta y convencida de que el fenómeno
globalizador era la vía más rápida al desarrollo.
Sin embargo, la celeridad que se le dio a las negociaciones, pudo ocasionar que desde
el lado mexicano, el TLCAN se mostrara como una ventana única de oportunidad, una
especie de ahora o nunca, situación que propiciaría que quizás el análisis de impactos
no fuese todo lo profundo que debía ser, y cuya visión consistiese en resolver sólo los
problemas en el corto y mediano plazo. Un acuerdo de esta naturaleza debía ser visto
en el horizonte de los próximos 20, 30 y 50 años, acompañado por análisis como:
22
Cierto es que la apertura comercial fue uno de los pasos más importantes dentro del
cambio de estrategia económica; con ello, se esperaba un proceso de transformación
interna en el que las empresas y sectores se verían obligadas a producir de manera
competitiva para responder a las exigencias de calidad, precio y servicios por parte de
los demandantes tanto nacionales, pero sobre todo extranjeros. Si bien muchas
empresas se transformaron y lograron sobrevivir, muchas otras cerraron o quebraron al
no poder enfrentar la nueva competencia.
La realidad tras veinte años, ilustra que el TLCAN resolvió los problemas en el corto
plazo y encajó a la perfección dentro de la visión anti-inflacionista de los gobiernos
posteriores a la década de los ochenta pero no ha contribuido a generar valor agregado
a la industria mexicana, ya que careció de una política industrial, que detonara un
proceso de articulación de las cadenas productivas. Por el contrario, a pesar de que las
exportaciones han aportado al crecimiento, los números pueden ser una cortina de
humo, toda vez que cerca de ¾ partes de lo que hoy México exporta es importado,
porque el principal sector exportador es la industria maquiladora.
En lo que respecta al PIB, se tiene que mientras que en el año 1993, el País tenía un
tamaño de 8.1 billones de pesos, para el año 2013 el PIB equivalió a 13.2 billones de
pesos, aunque con un ritmo de crecimiento decreciente. En el período 1995-2000,
México creció 3.3 % en promedio anual, entre 2001-2006 el crecimiento fue de 2.2%, y
en los últimos seis años 2007-2012 la economía creció 2.1 %, muy lejos de los niveles
esperados.
Se requiere pues una política de estado con una visión integral, que a su vez distinga
25
las principales capacidades y potencialidades de las regiones económicas,
particularizando los proyectos y políticas de fomento, dado que cada región tiene sus
propias dotaciones, condiciones, ventajas y desventajas.
26
Colombia
El tratado se firmó el 13 de junio de 1994. Inicialmente también contemplaba a
Venezuela, pero en 2006 quedó fuera luego de que el entonces presidente, Hugo
Chávez, lo consideró perjudicial para los empresarios venezolanos. En 2011, tras dos
años de renegociaciones, México y Colombia actualizaron los términos.
Centroamérica
Entró en vigor el 1 de septiembre de 2009. Inicialmente contemplaba sólo a El Salvador
y Nicaragua, pero en 2013 se incorporaron Honduras, Costa Rica y Guatemala, con los
que México ya tenía tratados previos.
La página de la Cancillería indica que Centroamérica es el cuarto destino de la inversión
mexicana en América Latina, con 5,200 millones de dólares (mdd) anuales en
telecomunicaciones, alimentos, manufactura, entretenimiento y energía.
Chile
El tratado con Chile entró en vigor el 1 de agosto de 1999. Fue firmado por los entonces
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presidentes Ernesto Zedillo, de México, y Eduardo Frei, de Chile, en el marco de la
Segunda Cumbre de las Américas.
Este TLC ha permitido que 99.7% de los envíos de México a Chile esté totalmente
desgravado. En 2010, el intercambio comercial alcanzó los 3,900 mdd, según datos del
gobierno chileno.
Unión Europea
Está vigente desde el 1 de julio de 2000. Fue el primer tratado que firmó la UE,
actualmente integrada por 28 países, con un país latinoamericano. Según datos del
gobierno mexicano, la UE es el segundo destino de las exportaciones nacionales y la
segunda fuente de inversión extranjera.
Israel
Este TLC entró en vigor en el 2000. Según datos de la representación israelí en México,
el intercambio comercial ha dado ventajas a ambas naciones en los mercados de
agricultura, tecnologías de la información, saneamiento, energía, agua y cuidado de la
salud.
Uruguay
Entró en vigor el 15 de julio 2004 y fue firmado por los entonces presidentes Vicente
Fox y Jorge Battle. Contempla ventajas arancelarias para el intercambio de productos
pesqueros, agropecuarios e industriales.
Japón
Fue firmado en 2005 y entró en vigor ese mismo año. Contempla ventajas arancelarias
en los sectores agropecuario, pesquero y de industria. A partir de su puesta en marcha,
según datos de la SE, el intercambio entre ambas naciones ha crecido 64%, lo que
coloca a Japón como el cuarto socio comercial de México.
Perú
Entró en vigor en febrero de 2011. A partir de una profundización de las relaciones entre
los dos países, se pactó el acceso preferencial de más de 12,000 productos peruanos
a México, así como de bienes de consumo, línea blanca y tecnología de elaboración
nacional hacia el país sudamericano.
Panamá
Está vigente desde junio de 2015. Sustituyó dos acuerdos previos y su negociación
tomó 16 años. Con su puesta en marcha, ambos países pactaron desgravar productos
pesqueros, agropecuarios e industriales en un margen de entre 72% y 81% del universo
total.
¿Cuáles son las ventajas que puede aprovechar México en materia comercial?
– Reglas de Origen. En razón de que sólo los productos que sean originarios de los
países miembros de los TLC´s pueden ser importados y/o exportados, se fijan normas
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y procedimientos para determinar y fijar los Certificados de Origen de los productos.
Programas sociales.
Seis programas asistencialistas y miles de millones de pesos se han utilizado para
combatir la pobreza sin que ésta ceda, el primer proyecto tenía como meta atender 18
millones de pobres y en la actualidad son más de 53 millones de personas en esta
condición. Esta problemática también se ve reflejada en el crecimiento del país que, de
acuerdo con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, es de 2 puntos porcentuales en
los últimos 20 años; la revista Forbes detalla que es de 0.9 por ciento. Los primeros
esfuerzos comenzaron en 1977 en el sexenio de Luis Echeverría, con el Programa de
Inversión para el Desarrollo Rural (Pider) que tenía como población objetivo 18 millones
de pobres, entre indígenas y campesinos. Además, atendía la marginalidad social y el
atraso económico. Luego, con Miguel de la Madrid, se acompañó al anterior plan con la
Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados
(Coplamar). Con Carlos Salinas de Gortari se hicieron cambios de operación y nació
Solidaridad. Mientras que Ernesto Zedillo reestructuró el plan de su antecesor y dio
paso al Programa de Salud, Educación y Alimentación (Progresa). Con el cambio de
partido en la Presidencia de la República, las políticas públicas continuaron pero con
pobres resultados, tal es el caso de Oportunidades de Vicente Fox y Vivir Mejor de
Felipe Calderón. De acuerdo con la última medición del Consejo Nacional de Evaluación
de la Política de Desarrollo Social/2014, en el país habitaban 53.3 millones de pobres
que tienen carencias en servicios de salud, alimentación seguridad social y vivienda.
31
De acuerdo con el estudio “La Pobreza en México: Ayer y Hoy” del Colegio de México,
el fracaso de estos esfuerzos hechos desde hace 40 años se debe a dos motivos: a que
nunca se estableció una verdadera estrategia de combate a la pobreza que vinculara la
política económica y la social, y que los programas fueron asistencialistas, paternalistas.
Deuda Externa 33
La deuda total de un país está compuesta por dos categorías principales: deuda interna
y deuda externa. La primera es toda aquella deuda contraída con residentes del país y
denominada en moneda nacional. Mientras tanto, la deuda externa es la deuda
contraída con no residentes del país y denominada en una moneda extranjera. A su vez
la deuda externa puede ser descompuesta en diferentes categorías dependiendo del
tipo de deudor que contrajo la deuda, así como también del tipo de acreedor.
Desde el punto de vista del tipo de deudor, la deuda externa se haya compuesta por:
Desde el punto de vista de los acreedores la deuda externa se haya compuesta por:
Deuda externa con entidades multilaterales: Se define como créditos del FMI,
el Banco Mundial, bancos regionales de desarrollo y otras agencias
multilaterales.
Deuda externa bilateral: Se define como créditos de gobiernos y bancos
centrales, así como de agencias de crédito para exportaciones.
Deuda externa privada: Se define como crédito obtenido a través de
mercados financieros, con bonos, préstamos de bancos comerciales y
créditos de otras entidades privadas.
En México, como también ocurre en la gran mayoría de los países en desarrollo, existe 34
un concepto de deuda extranjera que prima y define las políticas a seguir.
En cuanto al saldo de la deuda externa bruta ajustada, clasificada por residencia, pasó
de 171,422 millones de dólares (mdd) a finales del 2006 a 348,498 millones al cierre del
2012. Estos datos demuestran que se duplicó en seis años.
Del 2007 al 2012, la deuda externa bruta de México se incrementó en promedio 17.2%
en cada uno de los años, lo que contrasta fuertemente con el 1.5 % observado previo a
este periodo. En los 3 últimos años se registró un aumento de 26.2% en promedio.
Además, la relación de la deuda externa con el Producto Interno Bruto (PIB) ascendió
al 29.58% al cierre del 2012 por lo que la relación deuda a PIB en México es la más alta
en por lo menos los últimos 10 años.
Al cierre del 2017, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector
Público (SHRFSP) —la medida más amplia de la deuda del país— se logró reducir y se
ubicó en 46.2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Es la primera vez desde hace 10 años que se registra una reducción del endeudamiento
del sector público como porcentaje del PIB, expone la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público (SHCP). En el informe del cuarto trimestre del 2017 de Finanzas y deuda
Pública, indica que en el 2016 la deuda representaba 48.7% del PIB, con lo que para el
cierre del 2017 significó una reducción de 2.5 puntos porcentuales. De esta manera, el
SHRFSP se ubica en 10 billones 31,652 millones de pesos, de los cuales alrededor de
35
63% es deuda interna y 37% es deuda externa.
Hacienda indicó que para el 2018 se mantendrá la misma estrategia de reducir el nivel
de deuda y se buscarán las mejores condiciones del mercado para su financiamiento.
La dependencia informó que el balance primario presentó un superávit de 310,151
millones de pesos, que equivalen a 1.4% del PIB, con lo cual, por primera vez desde el
2008 se logró un superávit primario.
Los beneficios que se obtienen de esta, suelen venir representados desde una
estructura multinacional y su rentabilidad dependerá de la distribución que el
inversionista haga con sus recursos disponibles.
1. Industria financiera
2. Industria automotriz
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3. Sector energético
4. Sector electrónico
Inversores Principales en %
EEUU 29.6
España 17.7
Canadá 11.9
Alemania 6.2
Japón 5.2
Bélgica 5.0
Francia 3.7
Tasa de Desempleo
La falta de empleo ha sido, por muchos años, el problema social más grave de México.
La carencia de empleo es una de las expresiones más agudas de la pobreza. Este
fenómeno de escasez de empleo, aunado a las diferencias salariales de México con
Estados Unidos explica, en gran medida, el fenómeno migratorio de mano de obra
mexicana a ese país. La oleada migratoria, aunque no puede considerarse un fenómeno
nuevo, ha adquirido mayores proporciones y algunas características diferentes a las de
las anteriores (véase CONAPO, 2005).
En la década actual la economía mexicana ha estado lejos de generar entre uno y 1.2
millones de empleos, que exige el aumento anual de la PEA. Ni siquiera el creciente
flujo migratorio de mexicanos a Estados Unidos ha evitado que la tasa de desocupación
bruta aumentara entre 2000 y 2010. Y aunque entre 2004 e inicios de 2008 el empleo
creció de manera importante como resultado del incremento del Producto Interno Bruto
(PIB) real, sigue siendo insuficiente para cubrir rezagos, los cuáles se acentuaron con
la reciente crisis económica. Al mismo tiempo, se presenta una nueva característica: el
empleo formal se parece cada vez más al informal. La evidencia señala que no
solamente ha crecido el desempleo sino que ha crecido la población ocupada sin
prestaciones sociales, así como los empleos informales.
En efecto, en la primera década del siglo XXI, además del incremento de los niveles de
desempleo, creció significativamente la informalidad en la economía y los ocupados sin
protección social. Se observa, asimismo, un amplio vacío para generar puestos de
trabajo en sectores industriales. En suma, según cifras oficiales actualmente hay cerca 40
de 1.5 millones de desocupados más que en 2000. Además, en este mismo periodo la
tasa de presión general (porcentaje que representa la población desocupada más la
ocupada que busca trabajo, respecto a la población económicamente activa) creció en
al menos 2 veces en 22 de las 32 entidades de la República.
Tasa de inflación
¿Qué es la inflación?
Consecuencias
Pérdida de eficiencia económica
Importaciones y Exportaciones
A partir de mediados de la década de los noventa, México adoptó una política comercial
con una visión de apertura y a favor de la liberalización que transformó al sector
comercial del país y lo ha llevado a consolidarse como un instrumento primordial para
impulsar el crecimiento económico. La ratificación del TLCAN el 1 de diciembre de 1994
marca el punto de inflexión en el cual México inicia la aplicación de una política
comercial con un claro objetivo aperturista, con el fin de atraer inversión extranjera
directa y aumentar el comercio hacia el exterior. Hoy en día México es el décimo país
en términos de su participación en el comercio internacional y es el país con más
acuerdos comerciales en el mundo. Cuenta con 12 Tratados de Libre Comercio con 44
países, 28 acuerdos para la promoción y protección recíproca de las inversiones, así
44
como 9 acuerdos de comercio.
En las últimas tres décadas, las exportaciones de México pasaron de 15.512 millones
de dólares en 1980 a 380.188.593 de dólares en 2013, lo cual equivale a un crecimiento
promedio anual del 11,12%. Por el lado de las importaciones, estas pasaron de 19.342
millones de dólares en 1980 a 381.210.169 millones de dólares en 2013, implicando un
crecimiento medio anual del 9,98%. De 1980 a 2013, la balanza comercial ha
presentado un superávit únicamente de 1982 a 1988 y de 1995 a 1997; los años
restantes han registrado un déficit comercial. Los sectores más beneficiados por el
comercio exterior son aquellos relacionados con la inversión extranjera directa, como
las empresas transnacionales que han aprovechado las ventajas comparativas de
México para posicionarse como líderes a nivel internacional. México mantiene un una
posición de liderazgo en las exportaciones de productos derivados del petróleo, así
como de manufacturas. Estructura de las exportaciones e importaciones mexicanas La
mayor parte de las exportaciones provienen del sector manufacturero, que representó
el 84% de las exportaciones; seguido de las petroleras con el 12%; las agropecuarias
con 3%; y las extractivas con 1%. Los principales productos que exporta México son
aceites crudos de petróleo, vehículos para el transporte de personas, oro en bruto,
maquinaria, equipo eléctrico, frutas y café. México es el líder exportador de mangos y
aguacates y es el cuarto exportador de vehículos nuevos a nivel mundial. En 2012 se
produjeron 2,8 millones, y 1,4 millones fueron destinados a exportación. Los socios
comerciales en términos de exportación para 2013 fueron Estados Unidos con un
79,5%, Canadá con 2,7% y España con 1,8%. Los productos más importantes que se
exportan a Estados Unidos son automóviles (en 2013-2014 México desbancó a Japón
como el segundo mayor exportador de automóviles a Estados Unidos), televisores,
partes y accesorios de vehículos y aparatos eléctricos de telefonía. Si bien el porcentaje
de exportaciones destinadas a Estados Unidos ha disminuido con respecto a 1998
45
cuando el 87,6% de las exportaciones se destinaban a este país, la dependencia del
sector exportador por el mercado estadounidense sigue siendo alta. En comparación
del sector exportador, las importaciones tienen una mayor diversidad en cuanto a países
de origen y al tipo de productos que se introducen. Las importaciones mexicanas
ascendieron a 381.210.169 en 2013 y los países proveedores fueron Estados Unidos
con 49%, China 15,7% y Japón 4,4%. De manera similar a las exportaciones, el sector
que cuenta con el mayor flujo de importaciones es la industria manufacturera con el
86% del total, seguida por las petroleras con el 10,4%, las agropecuarias con el 3,2% y
las extractivas con el 0,4%.Los productos más importantes de importación son las
partes y accesorios de vehículos de Estados Unidos, los aparatos eléctricos de telefonía
de China, circuitos electrónicos de Corea del Sur, y componentes para grabadores de
China, entre otros.
El gobierno federal y los gobiernos estatales y la seguridad social destinan fondos para
la adquisición de fármacos para los pacientes del sector público incluidos en el cuadro
básico establecido por el Consejo de Salubridad General. En el sector público el IMSS
y el ISSSTE representan 80.3% y 14.2% respectivamente de la adquisición pública de
fármacos, y los sistemas federales y estatales representan 5.4%. Para regular la
adquisición y comercialización de fármacos e insumos médicos se creó la Comisión
Nacional de Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS; 2001). Para evaluar y
regular la incorporación y uso de tecnologías y equipos médicos, se creó en 2004 el
Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC).
La atención de calidad al paciente y la seguridad del mismo son temas prioritarios que
se abordan desde el punto de la integración funcional de los servicios, la evaluación de
tecnologías médicas y las guías de práctica clínica.
En el año 2000, México suscribió con otros 189 países la Declaración del Milenio, que
implica el compromiso de generar e impulsar programas y acciones regionales y locales
encaminadas a erradicar la pobreza y el hambre, mejorar la educación, la equidad de
género, el sostenimiento ambiental, incrementar la salud y fomentar una asociación
global para el desarrollo.
CONCLUSIONES
México es una nación que ha sido víctima de malos manejos que a su vez han coincidido
con crisis económicas mundiales severas. A pesar de tener crecimiento económico este
no es el esperado o siquiera el necesario para solventar el bienestar social de la 49
población, misma que ha iniciado un cambio generacional notándose la disminución de
infantes y un incremento de jóvenes adultos en los últimos años.