Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
construcciones compactas, herméticas y fuertemente aisladas, con el mínimo de superficie expuesta al frío
exterior para mantener el calor generado en el interior. Sin embargo, cuando el grado de radiación solar lo
permita, es fundamental propiciar el asoleo de los edificios, protegiéndolos al mismo tiempo del frío exterior.
o La edificación debe situarse en laderas orientadas a sur y protegidas del norte, por ejemplo, mediante la
vegetación, que puede actuar como pantalla de protección frente a los vientos fríos.
o Las ubicaciones próximas al mar pueden ser aconsejables porque suavizan las temperaturas, mientras que
las cercanas a ríos o lagos pueden provocar el estancamiento de la humedad con el consiguiente aumento de
o Un buen grado de asentamiento en el terreno proporcionará al edificio mayor inercia térmica, estabilizando
temperaturas y protegiéndolo del frío exterior, pero en ningún caso debe entorpecer la posibilidad de radiación
o En general, debe reducirse la superficie de las fachadas expuestas al viento, así como el número y tamaño
de sus huecos. Aunque debe favorecerse la entrada de radiación solar, hay que valorar las pérdidas energéticas
o El grado de compartimentación aconsejado está directamente ligado al tipo de clima: en los fríos se
recomienda una alta compartimentación de las estancias, ya que permite un control de temperaturas
diferenciado.
Climas templados.
Son climas complejos, ya que es una combinación de los anteriores en diferente grado. Uno de los más
representativos es el clima mediterráneo (templado-cálido-húmedo, con verano seco) que presenta tres
variantes: continental, marítimo y de montaña. Por ello, estas directrices generales deben ser ponderadas en
función de los parámetros de los climas más definidos (cálido o frío).
o En climas mediterráneos continentales son aconsejables las aberturas a sur que permitan el
aprovechamiento de la energía solar en invierno, siempre que dispongan de protección solar en verano y
aislamiento (por ejemplo, contraventanas interiores) para las épocas frías. Debe facilitarse la ventilación
selectiva (en noches estivales), pero sin descuidar la incidencia de los vientos fríos invernales.
o La inclusión de masa térmica interior facilitará la absorción del exceso de calor diurno interior, por lo que
es recomendable la colocación del aislamiento por la parte exterior de los cerramientos soleados. En
cerramientos sin posibilidad de captación en invierno, el aislamiento interior facilitará su calefacción mediante
energías añadidas.
o En climas mediterráneos marítimos lo principal es protegerse del frío y la humedad en invierno u del calor
en verano. Por lo tanto, debe facilitarse la entrada de sol en épocas frías y dificultarlas en épocas calurosas
(mediante aberturas protegidas a sur), evitando en lo posible las orientaciones este y, sobre todo, oeste por el
exceso de radiación que reciben en verano. La superficie y disposición de aberturas (a orientaciones frescas)
debe facilitar la ventilación continuada en esta época. Las cubiertas y fachadas sobrepuestas y ventiladas
refrigeran el edificio en verano, pudiéndose crear cámaras estancas en invierno. La inclusión de inercia
térmica interior no es tan importante como en los climas continentales, aunque sí recomendable en muchos
o En climas mediterráneos de montaña lo principal es protegerse del frío. Por lo tanto, se recomiendan las
edificaciones compactas, protegidas de los vientos dominantes y con un buen nivel de aislamiento. Es
aconsejable el aprovechamiento de la energía solar mediante la incorporación de ventanales a sur que deben
o Son convenientes ubicaciones que protejan en verano de la radiación solar y de los vientos cálidos: en el
interior de bosques (más frescos y húmedos), en áreas geográficas deprimidas (si son zonas muy secas y no
tienen problemas de frío y humedad en invierno) y en zonas cercanas a masas de agua, ya que refrescan el
ambiente al evaporarse.
incluso semienterrados, generando sombras proyectadas de unas superficies sobre otras, pintadas de colores
o Al producirse una gran oscilación de temperaturas día-noche, se utilizan materiales de gran inercia
térmica para retrasar la entrada de calor diurno al interior. Los aislamientos colocados en la cara exterior de
la obra aseguran que sólo una pequeña parte del calor exterior atraviese la piel del edificio hasta su interior,
mientras que la masa interior absorberá el calor generado en el interior del edificio para liberarlos por la
o La inclusión de patios, con presencia de agua y plantas para humidificar el ambiente, facilita el
o Es necesario evitar una excesiva permeabilidad al aire caliente diurno en verano. Las aberturas al
exterior, pocas, pequeñas y protegidas mediante voladizos, persianas o vegetación, se cierran en las horas de
Comenzamos con una casita muy peculiar, se puede decir que es una
fusión de lo moderno en cuanto a sus acabados, una forma
convencional con techo inclinado de paja, chimenea, más grandes
aberturas que dejan pasar los rayos del sol y nos regala visuales
hermosas de su paisaje.
Este tipo de cubierta se basa en el uso de materiales renovables, locales, que requieren un
mínimo o cero de energía externa para el proceso de producción. Con muchas ventajas a su
favor tales como su excelente aislamiento térmico y acústico, bajo costo, muy buena
estabilidad, herramientas sencillas de conseguir, muy buena resistencia sísmica, se puede tratar
contra invasiones de insectos, si se utiliza el material adecuado se adecua fenomenal a cualquier
clima, y después de su vida útil se puede usar como abono o como combustible. Aunque se
necesita de una preparación y experiencia, conseguirla es fácil si se pone interés y se dispone
de un buen maestro/a.
MATERIALES:
Se puede usar casi cualquier material vegetal, desde corteza de árboles hasta juncos delgados,
pero hierbas, cañas y palmeras son los materiales más comunes.
Los mejores materiales para cubiertas de paja son hierbas de tallo rígido y cañas de 1 a 2 metros
de largo y hasta 10 mm de diámetro en el extremo de corte. Deben ser rectos (sin curvaturas
en los nudos), cónicos y de tallos huecos, ya que tallos sólidos tienden a secar lentamente, por
lo que se pudren rápidamente.
Para facilitar que el techo con paja sea estanco y plano, la paja debe ser peinada (con un rastrillo
manual) para eliminar hojas secas y otros desperdicios, para ser luego atada y almacenada en
un lugar seco. (El trabajo de peinado de la paja se justifica ampliamente, ya que así dura el doble
que la paja no peinada).
Los atados deberían tener una circunferencia de 55 cm, en el lugar del amarre, que debe estar
a 30 cm del extremo de corte, una vez atada, la paja esta lista para ser instaladas sobre la
estructura del techo.
DISEÑO DE CUBIERTA:
Se puede usar madera rolliza y listones de tiras; funcionan mejor las formas simples. La
estructura debe soportar 40 kg/m², que es el peso del material más pesado, la caña.
Es esencial colocar a nivel del alero y fijada en toda su longitud una tabla de sección en cuña,
35 mm más gruesa que los listones superiores, con el fin de curvar la primera hilada de paja,
tensionandola y haciendo que el resto del techado quede fuertemente compactado.
La selección de la hierba es importante; hierbas cortas para los aleros, las aristas y la cumbrera;
hierba larga para el resto del techo.
Se comienza el techado en el extremo derecho (a menos que el operario sea zurdo) y puede ser
ejecutado en hiladas verticales (más común) o secciones horizontales.
La primera hilada de paja es tan importante como el cimiento para un muro, ya que es la más
expuesta a la fuerza del viento, debe ser fijada en forma segura.
La paja se coloca en capas horizontales de 20 cm de espesor, que se atan con costura, capa a
capa, aproximadamente al centro entre el corte y la espiga. Las capas se traslapan, cubriendo y
protegiendo las ataduras. El espesor total de la paja es 30 cm. Después de ser fijada, la paja es
golpeada con un mazo hacia la atadura. La superficie compacta tiene una inclinación similar a
la de las vigas, y solo de 2 a 3 cm de cada atado están expuestos. En la parte superior de cada
hilada se deja sobresalir la paja ligeramente, para ser golpeada hacia la atadura conjuntamente
con la próxima hilada, eliminando así la huella de la junta.
El caballete es la parte más vulnerable del techo y puede ser ejecutada de varios materiales
duraderos, como por ejemplo las tejas de barro, plancha de hierro, cemento, pero son caros y
desentonan con la apariencia del techo. Más atractiva y barato es una hierba flexible enrollada
sobre el vértice, cubriendo las ataduras de la ultima hilada, sujetada por costura horizontal.
Se necesitan aproximadamente. 10 atados de hierba por m² de techo; una persona
experimentada podría techarse de 10 a 20 m2 por dia.
Se colocan tejas de barro cocido en lugar de la primera hilada de paja, proporcionando una
superficie dura y pareja.
De esta manera los aleros son reforzados (aumentando la vida del techo); se requiere de una
canaleta de solo 10 cm (barato y fácil de obtener y de fijar); y la inflamabilidad es
considerablemente reducida.
La mayor desventaja de recolectar lluvia de techos de paja es, que los desperdicios que contiene
contaminan el agua. Por lo tanto se debe eliminar la primera carga de agua de lluvia
contaminada por los desperdicios.
DURABILIDAD
Un techo de paja competentemente ejecutado debería durar 40 a 100 años pero la
cumbre deberá de tener un mantenimiento a los 8 o 10 años.
La paja es combustible y la mejor protección contra incendio es el sentido común: evitar alta
densidad de edificación (áreas urbanas); evitar fuegos incontrolados cerca de techos de paja;
evitar chimeneas, o diseñarlas y construirlas cuidadosamente, bien aisladas y regularmente
inspeccionadas; la protección de todas las instalaciones eléctricas en la zona del techo.
Adicionalmente se puede proteger la parte inferior del techo de paja, colocando planchas
incombustibles fijadas a las vigas.
Los techos de paja pueden parecer una novedad constructiva llegada de la mano de
la arquitectura sostenible. Pero no… Son una cubierta tradicional, económica y tan
duradera como la que más, que provee de un excelente aislamiento térmico y acústico. ¡Y
además son preciosos!
Los techos de paja se conocen desde los tiempos más remotos para el resguardo de las
viviendas de la intemperie. Hoy, el Norte es el reducto tradicional de los techos de paja.
Sin embargo, la arquitectura popular nos ha dejado muestras de este tipo de techumbre en
toda la geografía… En Holanda, Irlanda, Dinamarca, Normandía (Francia) y Gran Bretaña,
los techos de paja siguen siendo una opción para las viviendas unifamiliares. Y la
arquitectura sostenible los ha hecho suyos para muchas casas ecológicas.
Cuando están bien instalados por mano de obra profesional y bien cualificada, como
ocurre en el Noroeste de Europa, Japón y Sudáfrica, estamos hablando de techumbres
completamente impermeables, aislantes y muy duraderas.