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INTRODUCCIÓN

La proporción de fósforo en la materia viva es relativamente pequeña.


El fósforo
participa activamente en las relaciones energéticas que ocurren al
interior de los organismos, forma parte de los fosfolípidos de las
membranas celulares.

Es componente de los ácidos nucleicos como el ADN, muchas


sustancias intermedias en la fotosíntesis y en la respiración celular
están combinadas con el fósforo, y los átomos de fósforo
proporcionan la base para la formación de los enlaces de alto
contenido de energía del ATP, se encuentra también en los huesos y
los dientes de animales, incluyendo al ser humano.

La mayor reserva de fósforo está en la corteza terrestre y en los


depósitos de rocas marinas.
1.-CICLO DEL FÓSFORO
Se conocen dos tipos principales de ciclos biogeoquímicos, porque implica la
circulación de un compuesto de dos elementos, hidrógeno y oxígeno. En el tipo
gaseoso, la principal área de almacenamiento de un elemento es la atmósfera
terrestre, donde existe en forma de gas. El carbono y el nitrógeno tienen un ciclo
gaseoso. En tales ciclos, la abundancia o la distribución de sus elementos
presentan pocos cambios o ninguno.
La corteza terrestre es la principal área de almacenamiento de los elementos del
segundo tipo de ciclo, el ciclo sedimentario. El fósforo y el azufre tienen ciclos
sedimentarios. En estos ciclos puede variar la abundancia y la distribución de un
elemento, por ejemplo, cuando grandes cantidades de fósforo se depositan en
el fondo del océano y permanecen allí durante millones de años.
El CICLO DEL FÓSFORO es un ejemplo de un ciclo sedimentario cuya principal
área de almacenamiento del elemento se encuentra en la corteza terrestre. Otros
elementos que presentan ciclos muy similares son el calcio, el hierro, el potasio,
el manganeso, el sodio y el azufre. Algunos de estos elementos sólo existen en
cantidades microscópicas dentro de los organismos vivientes, pero sin embargo
son vitales para el crecimiento y el desarrollo normales. Por ejemplo no se
pueden elaborar proteínas sin fósforo ni azufre.
Desde el punto de vista ecológico, el fósforo es uno de los minerales más
importantes, pero es también uno de los que tienen mayores probabilidades de
escasear En los buenos suelos agrícolas el fósforo está disponible en forma de
iones de fosfato (P2O5). La falta de fósforo produce una disminución de la
productividad de los vegetales y esto afecta, a su vez, a la vida animal. El fósforo
proviene de las rocas fosfatadas que se desintegran y desgastan lentamente por
la acción de las gotas de agua, los cristales de hielo, el viento, los rayos solares
y las raíces de las plantas dejando en libertad el mineral que se convierte en una
sal en solución, sea en el agua del suelo, sea en las extensiones de agua. Las
plantas absorben el fósforo y otras sales minerales a través de sus raíces. De
las plantas el fósforo pasa por varias cadenas alimentarias y vuelve
generalmente al suelo o al agua a través de la acción de los desintegradores.
Los animales obtienen fósforo al alimentarse de las plantas o de otros animales
que hayan ingerido. En la descomposición bacteriana de los cadáveres, el
fósforo se libera en forma de ortofosfatos (H3PO4) que pueden ser utilizados
directamente por los vegetales verdes, formando fosfato orgánico (biomasa
vegetal), la lluvia puede transportar este fosfato a los mantos acuíferos o a los
océanos.
Esta parte del ciclo es la fase de las soluciones de sales; la otra parte podría
denominarse fase de las rocas. Los ríos acarrean las sales de fósforo hacia los
mares. Algunas se depositan en los bajíos y se incorporan a las rocas
sedimentarias que se forman en el curso de millones de años. A la larga, las
rocas pasan a formar parte de nuevas masas de tierra, produciendo nuevas
reservas de sales de fósforo a medida que se desgastan lentamente. El fósforo
y muchos otros minerales se depositan en las rocas y se liberan de ellas en un
proceso que se repite continuamente.
Las corrientes marinas que ascienden desde las profundidades del océano
llevan a la superficie cierta cantidad de fósforo, que es absorbido rápidamente
por el fitoplancton y se desplaza a lo largo de las cadenas alimentarias
oceánicas. Parte de este fósforo vuelve a la tierra a través de la pesca marina.
Otra parte proviene del guano de aves que se alimentan de peces, el cual es rico
en fósforo y nitrógeno. Los nutrimentos son absorbidos por el fitoplancton, el cual
sirve de alimento a diminutos crustáceos, que a su vez nutren a peces llamados
anchoas, de los cuales se alimentan cuervos marinos denominados cormoranes.
Estas aves anidan en grandes cantidades en las islas y sus deposiciones se
recogen y se venden como ingrediente de fertilizantes.
La mayor parte del fósforo utilizado en los fertilizantes se extrae de rocas
fosfatadas. Enormes cantidades de fósforo se hallan diseminadas sobre la tierra
y muchas toneladas son llevadas por las aguas y se pierden en las profundidades
del mar. Se calcula que cada año se pierden de este modo tres mil quinientos
millones de toneladas de fósforo y el reciclaje natural proveniente de los mares
no puede compensar esta pérdida. La reserva de rocas fosfatadas que se usan
para la preparación de fertilizantes puede durar aún muchos años, pero no es
ilimitada; llegará el día en que el hombre tendrá que encontrar un medio de
recuperar el fósforo que se halla en las profundidades del océano.
El ciclo del fósforo difiere con respecto al del carbono, nitrógeno y azufre en un
aspecto principal. El fósforo no forma compuestos volátiles que le permitan pasar
de los océanos a la atmósfera y desde allí retornar a tierra firme.

2.-FÓSFORO EN SUELO
El estudio del comportamiento del fósforo en el suelo es de gran significación, ya
que es un macroelemento esencial generalmente escaso en muchos suelos del
trópico, además de estar sujeto al fenómeno de fijación que significa la pérdida
de solubilidad que sufren los fosfatos aprovechables al reaccionar con los
componentes del suelo.

La disponibilidad de fósforo en el sistema suelo-planta-animal juega un papel


fundamental en su productividad, dado que la deficiencia de este elemento en el
suelo provoca una marcada reducción en el crecimiento y la calidad del forraje
lo que repercute en la fisiología animal.
2.1.- Formas y Procesos de Fósforo en el Suelo
Desde el punto de vista del material que aporta el nutriente, separaremos al
fósforo del suelo en dos grandes formas: fósforo orgánico y fósforo inorgánico.

2.1.1.- Fósforo Orgánico:


La principal fuente está constituida por los residuos vegetales y animales que se
adicionan al suelo. Los compuestos fosfatados más importantes de la materia
orgánica son nucleoproteínas, fosfolípidos y fosfoazúcares.

La mineralización de la materia orgánica es lenta y por vía microbiana,


requiriendo temperaturas de aproximadamente 25 a 30 ºC, pH neutro y humedad
cercana a capacidad de campo. El proceso de mineralización está regido por la
relación C/P de la materia orgánica, cuyo valor crítico es aproximadamente 200.
Por encima de este valor se produce depresión del fosfato inorgánico (fenómeno
similar al de la depresión de los nitratos).

2.1.2.- Fósforo Inorgánico:


Desde el punto de vista edafológico interesa clasificarlo de acuerdo a su
disponibilidad mediata o inmediata para las plantas en: fósforo soluble,
intercambiable e insoluble.

 Fósforo soluble:
Son las formas aprovechables para las plantas en forma inmediata, es decir son
fosfatos en la solución del suelo. Su concentración es muy débil y fluctúa entre
0,2 y 0,5 mg/lt, o sea 200 a 400 gr/ha en 30 centímetros de espesor. En suelos
muy ricos la concentración puede llegar hasta 1 mg/lt (1 ppm) y en suelos pobres
a 0,1 mg/lt. Generalmente es una concentración constante y permanece así
aunque varíe la relación suelo-agua.

Para que los cultivos se abastezcan convenientemente es necesario que ocurra


una renovación del fósforo en solución. El equilibrio entre las distintas formas
fosfatadas es lo que asegura la nutrición de los vegetales. Las formas solubles
de fósforo en el suelo son los fosfatos diácidos (H2PO4-) y monoácidos
(HPO4=). La concentración de los iones fosfatos en solución está relacionada
con el pH de la misma. El ion H2PO4 es favorecido por los pH bajos, mientras
que el ion HPO4= por los pH más altos.

 Fósforo intercambiable:
También llamado fósforo lábil o adsorbido, y su disponibilidad es más lenta que
el anterior. La adsorción de fosfatos, como en general toda adsorción aniónica
en el suelo, es un fenómeno que depende del pH. A pH ácidos aumentan las
cargas positivas de los coloides y por ende, aumenta la adsorción. Estos iones
forman parte del enjambre de iones que rodean a las partículas coloidales y
están en constante movimiento. Representan del 15 al 30% del fósforo
inorgánico, lo que significa 800 a 2500 kg de P2O5/ha.

Este fósforo lábil puede estar adsorbido directamente por los bordes de las
arcillas (cuando están tienen cargas positivas como la caolinita a bajos valores
de pH), o por uniones que usan al calcio como puente (en las arcillas de tipo 2:1).
También puede estar adsorbido por los óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio,
que tienen un poder de fijación mucho mayor que el de las arcillas.

 Fósforo insoluble:
Es el que está formando parte de los minerales primarios y secundarios, y
constituye la gran reserva de fósforo inorgánico en el suelo. La insolubilización
se puede deber a la precipitación como fosfatos cálcicos en medio alcalino, o
como fosfatos de hierro y aluminio en medio ácido. Tanto en suelos ácidos como
alcalinos, el fósforo tiende a sufrir una cadena de reacciones que producen
compuestos fosforados de baja solubilidad. Por lo tanto, durante el largo tiempo
que el fósforo permanece en el suelo, las formas menos solubles, y por ende las
menos disponibles para la planta, tienden a aumentar. Cuando se agrega fósforo
soluble al suelo, usualmente ocurre una rápida reacción (de unas pocas horas)
que remueve el fósforo de la solución (fija el fósforo). Lentas reacciones
posteriores continúan gradualmente reduciendo la solubilidad durante meses o
años, según la edad de los compuestos fosfatados. El fósforo recientemente
fijado puede ser débilmente soluble y de algún valor para las plantas. Con el
tiempo, la solubilidad del fósforo fijado tiende a decrecer a niveles
extremadamente bajos. Este fenómeno se conoce como envejecimiento del
fósforo.

3.-FÓSFORO EN EL MAR
El fósforo se encuentra en el mar como ión fosfato, concretamente bajo la forma
de ortofosfato cálcico y, según Thoulet, en concentraciones en torno a 0.0156 g/l
en aguas de salinidad normal (35/1000). Su presencia es importante porque es
un elemento imprescindible en la síntesis de materia orgánica en el mar y es muy
utilizado por el fitoplancton (plancton vegetal). Así, la escasez de fosfatos en
zonas de actividad fotosintética limitaría la productividad primaria, sobre todo en
el verano, incidiendo directamente en toda la vida marina.
Este mismo hecho de la utilización de los fosfatos por el fitoplancton durante los
procesos de fotosíntesis, hace que su concentración en el mar sea muy variable
y dependa de las fluctuaciones de población fitoplantónica y, por lo tanto, de la
profundidad.
En el mar se van a producir dos afloraciones anuales que coinciden con
primavera y otoño. Este "bloom" o período de explosión fitoplanctónica trae como
consecuencia una disminución del fósforo existente en el mar, ya que el intenso
consumo no puede ser compesado por nuevos aportes a la misma velocidad. En
estos momentos, esas zonas del mar quedan con unas concentraciones
mínimas de fosfato que, desde ese mismo momento, empiezan a regenerarse,
básicamente por dos caminos:
A nivel costero, por los aportes terrígenos
A nivel oceánico, por los aportes procedentes de los restos de los seres muertos
que se depositan en el fondo y sobre cuyas restos actúan las bacterias,
transformándolos en elementos inorgánicos.
En la descomposición bacteriana de los cadáveres, el fósforo se libera en forma
de ortofosfatos (H2PO4) que pueden ser utilizados directamente por los
vegetales verdes, formando fosfato orgánico (biomasa vegetal). A su vez, los
vegetales son consumidos en los diversos niveles tróficos animales herbívoros,
formando biomasa animal que a su vez es utilizada por los animales carnívoros.
Cuando los seres vivos mueren, o a partir de sus excretas, los restos son
mineralizados por las bacterias dando lugar a ortofosfato y a fosfato orgánico,
soluble o disuelto, que puede ser reutilizado por los vegetales cerrando la
cadena.

En los procesos de Up-Welling (afloramiento) y debido a las corrientes de fondo


ascendentes, estos elementos se ponen en circulación hacia las capas
superiores provocando la renovación de los fosfatos. Es en estas zonas donde
se forman ricas pesquerías.
4.-IMPORTANCIA DEL FÓSFORO
4.1.- Importancia en las células
El fósforo en las células es de una gran importancia debido a que es un nutriente
primario, se encuentra presente en ADN, ARN, fosfolipidos de membrana y en al
ATP. En las bacterias y hongos lo almacenan como polifosfatos y en especies
vegetales, como inositol-P o llamado fitina. El nivel de fósforo en tejidos
vegetales es de 0.3 – 0.5%: en microorganismos, es de 3% pero esto varía con
las especies.

4.2.- Importancia en el cuerpo humano


El fósforo es un mineral natural esencial para la preservación de la vida sobre la
Tierra (animal, vegetal y humana). El fósforo es el segundo nutriente mineral más
abundante en el cuerpo humano después del calcio. Representa más del 20%
de los minerales de nuestro organismo, aproximadamente el 1% del peso total
del cuerpo. Cerca del 80% del fósforo en los humanos se encuentra en los
dientes y en los huesos. El resto está ampliamente distribuido en todo el
organismo en combinación con las proteínas, las grasas y otras sales en toda
célula viva.
4.3.- Importancia en los animales
El fósforo tiene varias funciones vitales en el cuerpo de los animales y se
relaciona con la secreción de la leche, el metabolismo de la energía y el
transporte de aminoácidos de los ácidos grasos, la síntesis de fosfolípidos y
proteínas. Como resultado, el fósforo está implicado en el metabolismo celular,
el sistema enzimático y el sistema de amortiguación (componente de la saliva).
En el cuerpo del animal un 80 a 86% del fósforo se encuentra en los huesos y
los dientes, el resto se distribuye en los tejidos blandos. El fósforo, como el
fosfato, se absorbe en el intestino delgado, y el proceso de absorción es mediada
por la vitamina D.

Una deficiencia de fósforo disminuye el consumo de la pastura y así la tasa de


crecimiento de animales, la eficiencia reproductiva y la producción de leche. La
suplementación mineral surge como alternativa factible para mantener niveles
adecuados de fósforo en los animales deficientes, garantizando de este modo
un aporte adecuado de este mineral que permita cubrir sus requerimientos.

Es imposible de exagerar la importancia de fósforo en la nutrición de rumiantes,


especialmente el ganado bovino. Según Underwood (1981), no hay ninguna
duda que la falta de fósforo es la más vasta y económicamente importante
deficiencia mineral en los animales en pastoreo. El fósforo juega un papel
sumamente importante en la conversión de la energía contenida en el pasto a
energía utilizable por el animal. La escasez del fósforo se evidenciará si su
contenido en la pastura cae por debajo de 0.12 a 0.15%. Una deficiencia de
fósforo disminuye el consumo de la pastura y así la tasa de crecimiento de
animales, la eficiencia reproductiva y la producción de leche. Además, las vacas
gestantes deben proporcionar fósforo al feto en desarrollo y, después de parir,
estas vacas requieran fósforo adicional para la producción de leche (1 g/l).

El síndrome de deficiencia fosfórica puede ir acompañado por el cuadro clásico


de hipofosfatemia, caracterizado por paresia postparto, hemoglobinuria
puerperal y anemia en vacas adultas, raquitismo y osteomalacia en animales en
desarrollo y adultos respectivamente. En la presentación de estos síntomas,
también están involucrados la deficiencia de Vitamina D y de Calcio. Se ha sido
descrita una enfermedad conocida como “Sindrome parapléjico bovino”, el cual
ha sido atribuido entre otros factores a la deficiencia de fósforo.

4.4.- Importancia en las plantas


Las plantas que proveen alimento para los humanos y forraje para el ganado,
obtienen el fósforo y otros nutrientes minerales del suelo. El suelo, recurso
natural vital, es la reserva a partir de la cual las plantas obtienen sus nutrimentos,
los cuales junto con el agua y el aire permiten su crecimiento. Las raíces de las
plantas absorben esos "alimentos" del suelo. Las hojas verdes utilizan entonces
la luz solar y el aire para construir carbohidratos (azúcares y almidones), grasas,
proteínas y vitaminas que componen la dieta de los seres humanos y animales.
Las plantas no pueden sobrevivir sin fósforo. Necesitan un aporte constante en
cantidades adecuadas para completar su desarrollo normal. El fósforo
desempeña muchas funciones para asegurar que los alimentos que consumimos
sean abundantes:

Mejora la calidad de los cultivos y protege a las plantas de las enfermedades.


Contribuye a que las plantas resistan los efectos de las bajas temperaturas del
invierno y a otros factores de estrés causados por el ambiente
Incrementa los rendimientos de los cultivos haciendo que los agricultores cultiven
más producto de manera más eficiente para que los consumidores puedan
adquirir los alimentos que desean a un precio razonable.
 Disponibilidad del fósforo para las plantas
Las plantas absorben el fósforo de la solución del suelo, pero ésta tiene una
concentración muy pequeña del nutriente como para satisfacer las necesidades
de los vegetales durante el período de crecimiento. Por lo tanto el suelo debe ser
capaz de hacer disponible una cantidad de fósforo varias veces mayor que la
cantidad presente en la solución del suelo en un momento dado. Esto solamente
es posible por la existencia de un equilibrio dinámico entre las diferentes formas
de fósforo del suelo:

P insoluble P lábil P soluble

Una vez removido el fósforo de la solución del suelo, el resultado será una
transferencia de fosfatos desde la fase sólida del suelo. La relación entre fósforo
en solución y fósforo fijado o lentamente soluble es un ejemplo del balance entre
los factores capacidad e intensidad en la fertilidad del suelo. El factor intensidad
es la cantidad de un nutriente disuelto en la solución del suelo. El factor
capacidad es la cantidad del nutriente asociado con la matriz del suelo y en
equilibrio con los iones del mismo nutriente en solución. En los suelos se pueden
dar las siguientes combinaciones:

• Alta capacidad y baja intensidad: se presenta en suelos ácidos o calcáreos


ricos en fósforo, donde éste precipita como fosfato de hierro, aluminio o calcio.

• Alta capacidad y alta intensidad: se presenta en suelos neutros con buen


contenido de arcilla y materia orgánica, en donde el fósforo está adsorbido y es
fácilmente intercambiable.

• Baja capacidad y baja intensidad: es típica de los suelos ácidos o calcáreos


que además tienen materiales originarios pobres en fósforo.
• Baja capacidad y alta intensidad: se puede dar en suelos arenosos muy
fertilizados y con pocos coloides o compuestos de hierro, aluminio o calcio que
fijen el fósforo en forma de fosfatos insolubles.

 Factores que afectan la disponibilidad de fósforo para las plantas

• Humedad: las experiencias señalan que el movimiento del fósforo aumenta


con el contenido de agua del suelo. Por otra parte la absorción de fósforo por las
plantas aumenta cuando la succión matriz del suelo disminuye, lo que concuerda
con el concepto de que la transferencia del nutriente a las raíces se efectúa por
medio del agua.

• Textura: influye en la asimilabilidad del fósforo tanto por el contenido de agua


que el suelo puede retener como por la contribución a la riqueza del fósforo del
suelo. Los suelos de textura gruesa tienen menor contenido de agua que los de
textura fina a cualquier succión matriz, y por lo tanto menor difusión del fósforo
hacia la raíz. Por otra parte la cantidad de fósforo lábil o intercambiable será
menor en los suelos de textura gruesa que los de textura fina que tienen mayor
capacidad de adsorción de aniones.
• Coloide inorgánico: interesan el tipo y la cantidad de arcilla. Algunos
minerales de arcilla son mucho más fijadores que otros. Generalmente aquellas
arcillas que poseen gran capacidad de adsorción de aniones (debido a
superficies cargadas positivamente), tienen una gran afinidad por los iones
fosfato. Por ejemplo, una fijación extremadamente alta es característica de las
arcillas alófanas, que se encuentran típicamente en los Andisoles y otros suelos
asociados con cenizas volcánicas. Los óxidos de hierro y aluminio, tales como la
gibsita y la goetita, también pueden atraer y retener fuertemente los iones
fósforo. Entre las arcillas silicatadas, la caolinita tiene la mayor capacidad de
fijación de fósforo. Las arcillas de tipo 2:1 de los suelos menos meteorizados,
tienen una relativamente pequeña capacidad de retener el fósforo.

• Materia orgánica: es fuente permanente de fósforo a través de los procesos


de descomposición y mineralización que liberan nutrientes a la solución del
suelo. La materia orgánica generalmente tiene poca capacidad para fijar
fuertemente los iones fosfato. Los suelos ricos en materia orgánica,
especialmente de fracciones activas de la misma, casi siempre exhiben
relativamente bajos niveles de fijación de fósforo.

• pH del suelo: La mayor parte de la fijación de fósforo ocurre a muy bajos o


muy altos valores de pH. Cuando el pH sube desde menos de 5 hasta 6, los
fosfatos de hierro y aluminio se hacen algo menos solubles. Además cuando el
pH cae desde más de 8 hasta menos de 6, los fosfatos de calcio incrementan su
solubilidad. Por lo tanto, como regla general en los suelos minerales, la fijación
de fósfatos es baja (y la disponibilidad para la planta es alta) cuando el pH se
mantiene en el rango entre 6 y 7. Incluso en este rango de pH, la disponibilidad
puede ser todavía muy baja, y los fosfatos solubles adicionados serán
rápidamente fijados por el suelo. El bajo aprovechamiento por las plantas del
fosfato agregado al suelo en una estación dada, es debido parcialmente a esta
fijación. Un gran aprovechamiento deberá esperarse en los suelos orgánicos y
en las mezclas preparadas de suelo, donde las concentraciones de calcio, hierro,
y aluminio no son tan altas como en los suelos minerales.
• Material original: cuanto más rico es material original mayor será la
disponibilidad de fósforo si las condiciones antes mencionadas no son limitantes.

5.- INTERVENCIÓN DEL HOMBRE EN EL CICLO DEL


FÓSFORO

Finalmente cabe mencionar que los humanos intervienen en el ciclo del fósforo
de las siguientes maneras:

 Extrayendo por minería grandes cantidades de rocas que contienen


fosfatos para producir fertilizantes inorgánicos comerciales y compuestos
detergentes.
 Añadiendo exceso de iones fosfato a los ecosistemas acuáticos; en el
escurrimiento de desechos animales desde terrenos donde se alimenta
ganado, el de fertilizantes fosfatados comerciales desde las tierras de
cultivo, y la descarga de aguas negras municipales tratadas o no. Como
con los iones nitrato y amonio, un suministro excesivo de este nutriente
causa un crecimiento explosivo de cianobacterias, algas y diversas
plantas acuáticas que alteran la vida de los ecosistemas acuáticos.
 El hombre también moviliza el fósforo cuando explota rocas que contienen
fosfato.
 El fósforo blanco está en el ambiente cuando es usado en industrias para
hacer otros productos químicos y cuando el ejército lo usa como munición.
A través de descargas de aguas residuales el fósforo blanco termina en
las aguas superficiales cerca de las fábricas donde es usado. Cuando el
fósforo termina en el aire a través de los tubos de escape este terminará
usualmente reaccionando con el oxígeno al instante para convertirse en
partículas menos peligrosas. Pero en suelos profundos y en el fondo de
los ríos y lagos el fósforo puede permanecer miles de años y más.
 Los fosfatos tienen muchos efectos sobre los organismos. Los efectos son
mayormente consecuencias de las emisiones de grandes cantidades de
fosfatos en el ambiente debido a la minería y los cultivos. Durante la
purificación del agua los fosfatos no son a menudo eliminados
correctamente, así que pueden expandirse a través de largas distancias
cuando se encuentran en la superficie de las aguas.
 Debido a la constante adición de fosfatos por los humanos y que exceden
las concentraciones naturales, el ciclo del fósforo es interrumpido
fuertemente.
 El incremento de la concentración de fósforo en las aguas superficiales
aumenta el crecimiento de organismos dependientes del fósforo, como
son las algas. Estos organismos usan grandes cantidades de oxígeno y
previenen que los rayos de sol entren en el agua. Esto hace que el agua
sea poco adecuada para la vida de otros organismos. El fenómeno es
comúnmente conocido como eutrofización.

6.- LA EUTROFIZACIÓN
La mayoría de los fertilizantes que se usan en la agricultura, y en los huertos y
jardines, contienen tanto nitrógeno como fósforo, los cuales pueden llegar hasta
los ecosistemas acuáticos mediante escurrimientos superficiales. El fertilizante
en los escurrimientos puede provocar el crecimiento excesivo de algas y otros
microbios que estaban previamente limitados por la cantidad de nitrógeno o
fósforo. Este fenómeno se conoce como eutrofización. En algunos casos, parece
que el agente principal de la eutrofización es el fósforo y no el nitrógeno.

¿Por qué es perjudicial la eutrofización?


Algunas algas hacen que el agua huela o sepa mal o producen compuestos
tóxicos. Además, cuando todas esas algas mueren y son descompuestas por
microbios, se usan grandes cantidades de oxígeno en el proceso. Este aumento
en el uso de oxígeno puede disminuir fuertemente los niveles de oxígeno disuelto
en el agua y conducir a la muerte por hipoxia —falta de oxígeno— de otros
organismos acuáticos como los peces y moluscos.
¿Cómo puede reducirse o evitarse la eutrofización?
Los fertilizantes, los detergentes que contienen fósforo y las aguas residuales
eliminadas de forma inadecuada son fuentes de nitrógeno y fósforo que causan
eutrofización. Reducir el uso de fertilizantes, eliminar los detergentes que
contienen fósforo y asegurar que el drenaje no entre en los ríos —por fugas en
el sistema séptico, por ejemplo— son formas en las que los individuos, las
empresas y los gobiernos pueden ayudar a reducir la eutrofización.

7.- PRÁCTICAS QUE PERMITEN MEJORAR LA


DISPONIBILIDAD DE FÓSFORO

Debido a que la mayor parte de los suelos minerales tienen una gran capacidad
para remover iones fosfato de la solución y fijarlos en la superficie de las
partículas, se hace difícil para las raíces absorber una cantidad adecuada de
fósforo para satisfacer las necesidades de las plantas. El fósforo en el fertilizante
está también sujeto a la fijación en la superficie de las partículas, y
probablemente solo un 10 -15% del fósforo agregado sea tomado por las plantas
en el mismo año de la aplicación. En consecuencia, la disponibilidad de fósforo
es un factor limitante en muchos agroecosistemas. Basándonos en los principios
del comportamiento del fósforo del suelo, una serie de recomendaciones pueden
sugerirse para mejorar el problema de la fertilidad fosfórica.

1. Manejo de las dosis del fertilizante fosfatado:


Si se puede agregar bastante fósforo, la capacidad de fijación del mismo puede
saturarse, incluso en los suelos muy fijadores. Esta puede alcanzarse con dosis
masivas de fósforo (como fertilizante fosfórico, roca fosfatada, o abono animal),
o por la adición anual durante varios años de más cantidad de fósforo que la
removida por la cosecha. La rápida o la lenta acumulación alcanzada podrá
satisfacer la mayor parte de los sitios de fijación y llevará al suelo a niveles tan
altos de fósforo que se mantendrá en solución suficiente cantidad del mismo, a
pesar de la gran capacidad de fijación inicial. La aplicación de dosis masivas
puede ser muy costosa, por lo que solo se utiliza en sistemas de agricultura
intensiva. La segunda desventaja para esta opción es la potencial polución del
agua que se produce por la gran cantidad de fósforo liberado hacia el agua de
escurrimiento en los suelos saturados con fósforo.

2. Ubicación del fertilizante fosfatado:


Para favorecer la absorción de fósforo por las raíces de las plantas se debe
minimizar la oportunidad de reacción del mismo con el suelo. Generalmente, si
el fertilizante es colocado directamente en la zona radicular, puede utilizarse un
medio a un tercio del mismo, con respecto a una aplicación en donde se lo
mezcle excesivamente con el suelo. El punto de ubicación es muy usado cuando
la aplicación es manual, pero actualmente se está desarrollando maquinaria que
"inyecta" el fertilizante para encontrar el punto de ubicación aún en los sistemas
mecanizados. Las aplicaciones en banda constituyen prácticas comunes para la
fertilización de arranque. Los árboles son usualmente fertilizados con pellets. En
sistemas de siembra directa, se hace una banda superficial.

3. Combinación de fertilizantes amoniacales y fosfatados:


Si se usa amonio junto con el fertilizante fosfórico se produce un gran incremento
en la absorción de fósforo por parte de la raíz, especialmente en los suelos
alcalinos. Este aumento en la absorción está probablemente relacionado a los
ácidos producidos durante los procesos de nitrificación y a los ácidos que
producen las raíces cuando toman el nitrógeno en forma de amonio. Los
fertilizantes de fosfato mono y diamónico ofrecen esta ventaja.

4. Adición de materia orgánica:


Además del fósforo orgánico provisto para la mineralización, la materia orgánica
del suelo puede aumentar la disponibilidad de fósforo por reducción de la
tendencia de la fracción mineral a fijar el nutriente. Esto se debe al
enmascaramiento de los sitios de fijación por el humus, los ácidos orgánicos y
los quelatos de hierro y aluminio. El retorno de los residuos, incluyendo los
abonos verdes en las rotaciones de cultivo, el mulching con varios materiales
orgánicos, y la adición de abonos de origen animal y otros desechos
descomponibles, pueden incrementar el fósforo disponible.
5. Control del pH del suelo:
Algún control sobre la solubilidad del fósforo puede lograrse manteniendo del
pH del suelo entre 6 y 7. Este mantenimiento es generalmente más práctico en
los suelos menos meteorizados que en aquellos más evolucionados de las
regiones cálidas y húmedas. Un encalado oportuno puede contribuir para
mejorar la disponibilidad de fósforo en muchos casos, pero si no existe material
calizo disponible en la zona, el costo puede ser prohibitivo.

En resumen, la mayor parte de los suelos tiene una pequeña cantidad de fósforo
disponible, la cual debe ser repuesta por una serie de procesos. El
mantenimiento de suficiente fósforo disponible en un suelo es básicamente un
programa doble:
• Adición de fertilizante fosfatado o de enmienda
• Algún grado de regulación de las propiedades de suelo que fijan tanto el fósforo
adicionado como el nativo.

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